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arborvitae
Boletín del Programa de Conservación de Bosques de la UICN no.37 2008
Alimentos y
combustibles: Los
precios son más
importantes que nunca
–y es mucho lo que
está en juego. 4
Artículo: La demanda
mundial de tierras
para la producción
de alimentos,
combustible y leña
posiblemente
conducirá a un
acaparamiento de
tierras a gran escala. 8
Alimentos del
bosque: Un problema
complejo que
exige soluciones
complejas. 11
© FAO/Satip Tongnukkokgroud
Cuando usted envía
1 kg de carne
alrededor del mundo,
realmente está
enviando unos 16,000
litros de agua. 6
Producción y
conservación:
Soluciones temporales
en paisajes
dinámicos.15
Agricultura y Productividad –
imperativos para la conservación
Contenido:
2 Editorial 3 Medios de vida y paisajes 4-6 Alimentos y combustibles: ¿dictarán el
futuro de los bosques? Los riesgos de los altos precios de los alimentos. Biocombustibles
–¿un desperdicio de espacio? ¿Qué nos espera? El futuro de la agricultura y su impacto en
los bosques 7 Agricultores en los bosques: Los agricultores ‘ocultos’ en los bosques de
Tailandia 8-9 Artículo: La convergencia de los mercados de alimentos, combustibles y
fibras: impulsando el cambio en los bosques del mundo
10-11 Alimentos de los bosques: Los bosques y la seguridad alimentaria. La carne silvestre:
¿otra crisis alimentaria en ciernes? 12-15 Producción y conservación: Sistemas
agrícolas biodiversos: la clave para reconciliar la agricultura y la conservación. Tierras
secas –ni caso desahuciado ni cesta del pan. SENSOR: La previsión de los impactos
sobre la sostenibilidad de las políticas europeas de uso del suelo. Aceptar el cambio:
conservando la biodiversidad en paisajes productivos 16 Noticias sobre publicaciones
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AV37
Este arborvitae también está en Ingles,
francés y español en www.iucn.org/
forest/av
Los lectores opinan:
Si tiene comentarios sobre algo
publicado en un número reciente
de arborvitae, nos gustaría conocer
su opinión, escribiendo a: jennifer.
[email protected]
Estimada UICN,
Los felicito por su número 36 de
arborvitae sobre los enfoques de
conservación forestal basados en
los derechos. Ameritaría abordar la
otra cara: las responsabilidades de
las comunidades en la conservación
forestal, y cómo ayudarlas a
concretarlas.
Atentamente,
David Waugh
Director, Loro Parque Fundación
Islas Canarias, España
Este es el último
‘arborvitaespecial’,
Learning
parte de una
from Landscapes
serie esporádica
para analizar
en profundidad
algunos temas
sobre conservación
forestal.
Esta edición,
Aprendiendo del Paisaje, examina el
uso de los enfoques paisajísticos para
reconciliar objetivos de conservación
y desarrollo.
The IUCN Forest Conservation Programme 2008
editorial
2 news
Editorial
La comunidad conservacionista ha tendido
a rehuir el abordaje de la productividad
agrícola. Cuando mucho, han ofrecido
palabras vagas sobre cómo el funcionamiento
de los ecosistemas y la biodiversidad
apuntalan la producción alimentaria y
mensajes esperanzadores sobre nuevas
soluciones para favorecer a los consumidores
y la conservación; en el peor de los casos, han
recurrido a una retórica “anti-producción”,
advirtiendo que estamos en vías de repetir
los errores de la agricultura del siglo XX.
Evidentemente, se cometieron y siguen
cometiéndose errores producto de políticas
e incentivos mal concebidos que impulsan la
conversión de grandes extensiones de
bosques, el uso indiscriminado de plaguicidas
y fertilizantes y captación excesiva de ríos y
acuíferos. Empero, según el IFPRI, los
aumentos en la productividad agrícola han
disminuido la inseguridad alimentaria de
37 por ciento en 1970 a 17 por ciento
actualmente. Ciertamente, sin los dramáticos
aumentos logrados en estos 50 años, ahora
necesitaríamos otros 300 millones de
hectáreas –equivalente al 10 por ciento de
la cobertura forestal actual– para alimentar
a la población mundial.
En el siglo XXI, los objetivos de conservación
deben abordarse considerando la urgencia de
AV37
AV36
July 2008
2008
garantizar la seguridad alimentaria para
una futura población mundial de nueve mil
millones de personas. El dilema es cómo
hacerlo protegiendo también los ecosistemas,
bosques y recursos hídricos.
Conforme aflora el debate actual sobre la
reducción de las emisiones de la deforestación
y la degradación, la realidad es que el destino
de los bosques y tierras agrícolas está
entrelazado. La presión aumenta y amenaza
la pérdida de biodiversidad y la capacidad
de las cuencas hidrográficas para apoyar la
seguridad hídrica. Las recientes alzas en el
petróleo parecen ser parte de una tendencia
a largo plazo, y la evolución de la economía
de cómo satisfacer nuestras necesidades
básicas de alimento y calor significa que la
producción se extenderá a las tierras
productivas marginales donde los riesgos
de la conservación suelen ser mayores.
Este número de arborvitae examina algunas
de estas tendencias y sus efectos sobre los
bosques. El mensaje parece claro –los
conservacionistas tendrán que prestar más
atención a la productividad agrícola y trabajar
a través de la compartimentación sectorial
para desarrollar estrategias futuras sostenibles
y realistas.
Stewart Maginnis y Mark Smith
Stewart es Jefe del Programa de conservación
de bosques de la UICN y Mark es Jefe del
Programa de agua de la UICN
noticias en breve
This arborvitae special reviews best practices in assessing landscape values. It is based
upon on-the-ground experiences of the Ecoagriculture Partners Landscape Measures
Initiative and IUCN’s Livelihoods and Landscapes Initiative.
arborvitaespecial
Tanto este arborvitaespecial como
las ediciones anteriores, pueden
descargarse de la sección del
Programa de Conservación de
Bosques de www.iucn.org.
¿Exorcizando la hierba bruja? Los
científicos del ICRISAT han avanzado en la
lucha contra hierba bruja, o Striga, la mayor
amenaza del cultivo de cereales en África.
Se estima en US$7000 millones los daños
anuales causados por la hierba bruja a los
cultivos de sorgo, maíz, mijo y arroz. El Dr.
Dionysious Kiambi, un genetista molecular
del ICRISAT, informó, “A través de la
selección asistida por marcadores, hemos
determinado con precisión los segmentos del
genoma del sorgo que confieren resistencia
a Striga, transfiriéndolos a las variedades
preferidas por los agricultores mediante
selección genética convencional con
resultados prometedores”. ICRISAT replicará
sus resultados en granjas, y
si tuvieran éxito, podrían ayudar a impulsar
el rendimiento, la seguridad alimentaria y los
ingresos agrícolas en África.
Fuente: www.afrol.com, 8 agosto 2008
DGIS es la Dirección General de Cooperación
Internacional del Ministerio de Relaciones
Exteriores de los Países Bajos
Ayuda para proteger los polinizadores:
El FMAM implementó un nuevo proyecto de
US$26,45 millones para proteger mejor a
las abejas, murciélagos, mariposas y aves
esenciales para la producción de cultivos.
La disminución de importantes poblaciones
de abejas es una de las principales
preocupaciones. Se estima que el 35 por
ciento de los cultivos del mundo depende
de los polinizadores (que hasta incluyen
mosquitos), lo que hace a agricultores y
consumidores sumamente dependientes
de estas especies.
Fuente: www.enn.com, 11 agosto 2008
Bosque devuelto en Australia: En agosto,
Canberra entregó la porción restante más
grande del bosque lluvioso tropical de
Australia a sus tradicionales propietarios
aborígenes. Los 1800 kilómetros cuadrados
del McIlwraith Range, que anteriormente eran
tierras de pastoreo en arrendamiento, serán
prestados al Gobierno como parque nacional,
administrado conjuntamente por grupos
indígenas locales y guarda parques estatales.
Fuente: www.planetark.com, 7 agosto 2008
medios de vida y paisajes 3
AV37 2008
Sylvia Mutonyi-Hutchinson
Agricultura y conservación –
buscando vínculos positivos
en Uganda
Sembrando coles cerca del Parque Nacional del monte Elgon
Barbara Nakangu y Edmund Barrow de la UICN explican
un proyecto para promover medios de subsistencia rurales
contribuyendo a conservar un parque nacional.
El ecosistema del Monte Elgon al este de
Uganda es uno de los sitios de la iniciativa
Medios de vida y paisajes de de la UICN.
Aquí la iniciativa trabaja con el pueblo
Benet –un grupo étnico cuyos medios
de subsistencia han estado directamente
relacionados con el Monte Elgon por
siglos. Los Benet habitaban el bosque
mucho antes de declararse reserva forestal.
Tenían huertas, pastoreaban ganado,
recolectaban plantas medicinales y
alimentos y cazaban animales. Casi todo
se hacía en forma sostenible, aunque
aumentaban las presiones sobre uso del
suelo. Empero, esto se terminó en 1983
cuando el Gobierno de Uganda declaró
Parque Nacional al Monte Elgon y decidió
desalojar y reasentar al pueblo Benet fuera
del bosque.
Las recientes presiones de población y uso
del suelo entre las comunidades rurales han
intensificado los conflictos sobre la
utilización de recursos dentro del paisaje del
Monte Elgon. La sobreexplotación en zonas
en las que fueron reasentados los Benet
ha dado lugar a una severa deforestación,
degradación del suelo, deslizamientos de
tierra, inundaciones repentinas y
sedimentación de los cuerpos de agua.
Como resultado, los Benet enfrentan
frecuentes pérdidas de cosechas, aumento
de la escasez alimentaria y reducción de la
fertilidad del suelo. También carecen de
recursos energéticos vitales como leña, y
sus opciones de sustento se han reducido.
Estos impactos, a su vez, han catalizado la
invasión y degradación de los recursos del
Parque Nacional del Monte Elgon, así
como los recursos naturales fuera del área
protegida, propiamente dentro del paisaje
de los Benet.
Dentro de esta compleja situación,
Medios de vida y paisajes pretende
promover una interacción positiva entre
el desarrollo de medios de subsistencia
sostenibles y procesos de conservación
del paisaje. Algunas de las actividades
acometidas incluyen:
promoción de la conservación de
suelos y agua y la gestión integrada
de la fertilidad del suelo: La iniciativa
y sus asociados apoyarán las
comunidades locales para mejorar la
productividad mediante la conservación
de suelos y agua y la gestión integrada
de la fertilidad del suelo. Capacitando
a los agricultores en técnicas de
conservación de suelos y agua, se
promoverá la plantación de árboles
indígenas y útiles como variedades
medicinales y frutales.
apoyo a actividades generadoras de
ingresos para mujeres para promover
la restauración y productividad de la
tierra: Junto con las organizaciones
comunitarias locales KACODA y
KADLACC, promoverán actividades
que ayuden a las mujeres a aumentar sus
ingresos e invertir en conservación y en
medios de subsistencia, incluyendo
artesanía y huertos hortícolas. En cuanto
a la artesanía, podrán usar las materias
primas obtenidas del PN mediante
acuerdos de gestión conjunta con la
Autoridad de PN. También se reforzará
su capacidad para evaluar y responder
a las oportunidades de mercado.
promoción de árboles multipropósito
idóneos: Dada la aguda escasez de
tierras y la competencia por sus usos,
la iniciativa trabaja con el gobierno local
para promover árboles multipropósito
que producen bienes y servicios como
ingresos, forraje, alimentos,
mejoramiento de la fertilidad del suelo,
etc. Se pondrá énfasis en especies
probadas y adaptadas, incluyendo
aguacates, cítricos, maracuyá y especies
indígenas como Prunus africana, de
importancia mundial para la cura del
cáncer de próstata.
El paisaje del Monte Elgon necesita
facilitar los medios de vida de la
población rural para continuar
proporcionando beneficios de
conservación para las generaciones
presentes y futuras. Los objetivos
de conservación y de medios de vida
están entrelazados -y deben apoyarse
mutuamente. Medios de subsistencia
y paisajes y sus asociados ayudan a
afianzar esos vínculos.
Contacto: Barbara Nakangu,
[email protected]
4 alimentos y combustibles: ¿dictarán el futuro de los bosques?
AV37 2008
© FAO/Giulio Napolitano
Los riesgos de los altos
precios de los alimentos
Los precios ascendentes de la carne amenazan los bosques
David Kaimowitz de la Fundación
Ford analiza los posibles costos de los
altos precios de los alimentos para la
conservación forestal.
Entre más rentable sea la cría ganadera y la siembra de cultivos
en zonas actualmente cubiertas de bosques, mayor será la
probabilidad de desaparición de los bosques. ¡Así de simple!
En los últimos cuarenta años, los precios internacionales de
los alimentos disminuyeron constantemente. Mala noticia
para los agricultores pero buena para los bosques. Los
rendimientos de la agricultura fueron tan bajos que habría
desaparecido por completo de muchas regiones tropicales
de no ser por los subsidios y el hecho de que muchas familias
rurales pobres no tenían otra opción.
Esos días desaparecieron. Los mercados emergentes para
biocombustibles y mas alimentos en China, Brasil e India
han disparado la demanda de productos alimenticios, mientras
que décadas de abandono de la agricultura y mala gestión de
los recursos han mantenido baja la oferta. Y así, los precios
de los alimentos están por las nubes.
Eso hace más rentable quemar bosques que criar ganado y
cultivar soya en la Amazonía, y sembrar palma aceitera en
el sudeste asiático y Centroamérica; y eventualmente puede
conducir a la expansión de caña de azúcar, maíz y otros
cultivos en los mas reconditos bosques. Los altos precios del
maíz encarecen su uso para producir pollos, huevos, leche y
carne, y puede estimular el regreso a sistemas de ganadería
extensiva que utilizan grandes extensiones de pastizales para
alimentar al ganado, en lugar de maíz.
Todo esto dificultará la conservación forestal y elevará el costo
para reducir las emisiones de carbono reduciendo la deforestación.
Y será más difícil defender las grandes áreas protegidas
carentes de arraigo en las culturas y economías locales.
Teóricamente, el nuevo contexto podría también
abrir nuevas oportunidades para promover pequeñas
explotaciones viables con sistemas de producción
diversificados y ecológicos, sobre todo dados los elevados
precios de los combustibles y fertilizantes. Las pequeñas
granjas con cultivos perennes, arboledas, barbechos de
bosque, árboles en cultivos y pastos, y el limitado uso de
agroquímicos puede mantener mucho más biodiversidad
de lo que se cree. Sin embargo, ello requiere políticas de
desarrollo agrícola más dinámicas y equitativas.
Para desarrollar estrategias eficaces para conservar la
biodiversidad y otros recursos naturales y mejorar los
medios de vida rurales en el nuevo contexto se requiere
información y análisis de alta calidad. Entre los aspectos
más problemáticos del decreciente interés en asuntos
de naturaleza agrícola y rural en décadas recientes, ha
sido una marcada reducción en la recolección de datos
e investigación sobre las zonas rurales y el número de
personas capacitadas y motivadas involucradas en esos
campos. Como resultado, vamos a ciegas basándonos
en gran parte en nuestra tradicional y recuerdos
convencionales sobre el funcionamiento de las cosas
en el pasado, y nuestra manera de pensar no se ha
alineado con la velocidad del cambio.
Los altos precios de los alimentos, aunado al efecto
acumulativo de las tendencias a largo plazo en las
sociedades rurales, plantean nuevos retos y
oportunidades. En su mayoría los ambientalistas
no entienden bien estos aspectos y están mal preparados
para abordarlos. El antiguo enfoque de simplemente
limitarse a establecer más y más grandes parques será más
costoso y con menos probabilidades de éxito. Lo mismo
es cierto de las estrategias basadas en consideraciones
puramente biológicas o ecológicas. Los precios son
más importantes que nunca –y los riesgos muy altos.
Contacto: David Kaimowitz, [email protected].
AV37 2008
alimentos y combustibles: ¿dictarán el futuro de los bosques? 5
Biocombustibles – ¿desperdicio de espacio?
A nivel mundial, la productividad agrícola ha
aumentado notablemente en estos cincuenta
años. Pese a una duplicación de la población
mundial, la producción de alimentos per cápita
ha aumentado en un 30 por ciento desde
1960, impulsada por tecnologías mejoradas
–plaguicidas, fertilizantes, riego y variedades
mejoradas. En el decenio de 1950 se
observaron “revoluciones verdes” en la
productividad de los granos pequeños (trigo,
maíz, arroz) en Europa y EE. UU., y en
Asia en el decenio de 1970, mientras que
los rendimientos en América Latina han
aumentado más constantemente. Sólo África
subsahariana no ha experimentado un
aumento suficiente de la productividad –aquí
ha disminuido la disponibilidad de alimentos
per cápita. Son muchas las razones, y la
subinversión agrícola es una de las principales.
Nuestra capacidad para alimentar a la creciente
población mundial puede peligrar no sólo por
las amenazas a la base de recursos naturales
(principalmente por el sobrepastoreo, la
gestión insostenible de la tierra y la
deforestación), sino también por dos
importantes tendencias. La primera es el
espectacular aumento del consumo mundial
de carne y otros productos de origen animal.
El crecimiento económico en países como
India y China está generando cambios en la
dieta, a medida que más personas pueden
permitirse el lujo de comer carne. La industria
láctea también está en auge –India es el mayor
productor actual de lácteos. Esta tendencia
demanda más granos y tierras agrícolas; para
producir un kilogramo de carne vacuna se
requiere ocho kilogramos de trigo. Esto no
es de fácil “abordaje” y de continuar así, la
“seguridad de los alimentos para animales”
puede convertirse en grave problema. También
está ejerciendo presión sobre la seguridad
alimentaria conforme aumenta la competencia
por buenas tierras agrícolas. Sin embargo,
utilizando agricultura sofisticada en las mejores
tierras, el problema puede superarse.
La segunda tendencia que está minando la
seguridad alimentaria mundial es el actual
auge en la producción de biocombustibles.
Impulsada en gran medida por los crecientes
precios del petróleo, la rápida expansión de la
producción de cultivos para biocombustibles
IUCN Photo Library © IUCN/Jeffrey McNeely
Rudy Rabbinge de la Universidad de Wageningen, Países Bajos, argumenta que el auge de los
biocombustibles es un paso atrás en nuestros esfuerzos para aumentar la productividad agrícola.
La invasión del maíz en los bosques. El uso actual más valioso del maíz es como materia prima
para la producción de etanol, no como alimento o pienso para ganado
es también responsable del aumento en los
precios de los alimentos conforme el uso del
suelo cambia de alimentos a combustibles.
Las políticas gubernamentales en EE. UU.
y Europa también están detrás de estas
tendencias, debido al establecimiento de cuotas
o subsidios para biocombustibles. El uso actual
más valioso del maíz es como materia prima
para etanol, lo que está presionando hacia el
alza el precio de estos cultivos básicos, con
ramificaciones generalizadas para los
consumidores en todo el mundo. Nótese
que, igual que con la producción ganadera, la
producción de biocarburantes es un uso
relativamente ineficiente del suelo y una
conversión despilfarrada de energía solar. En los
Países Bajos, por ejemplo, para cumplir con la
meta de la UE de un 5,7 por ciento de uso de
biocarburantes en el transporte, se requeriría
1,4 millones de hectáreas de colza –esa misma
cantidad de petróleo podría cubrir los costos
energéticos del consumo alimenticio diario de
100 millones de holandeses.
Observando el rendimiento por unidad
de área de producción de diversos
productos agrícolas, el combustible
representa el uso menos valioso del
suelo. Con base en su rango de valor
por hectárea, los productos agrícolas se
clasifican en el siguiente orden:
productos farmacéuticos, fragancias,
sabores, flores, frutas, hortalizas, cultivos
de alimentos, forraje, fibras y combustibles.
Esto refleja que los agricultores
comerciales que buscan maximizar la
productividad económica de sus tierras
harían mejor cambiando a cultivos de
productos farmacéuticos de alto valor
y uso intensivo del suelo en vez de los
cultivos para biocombustible. Ello también
aliviaría la presión sobre la producción
de cultivos para alimentos –con evidentes
beneficios para la seguridad alimentaria
mundial– y para los bosques.
Contacto: Rudy Rabbinge, [email protected]
6 alimentos y combustibles: ¿dictarán el futuro de los bosques?
AV37 2008
¿Qué nos espera? El futuro de la
agricultura y su impacto en los bosques
En julio, el WBCSD, con el apoyo de la UICN, publicó el informe Agricultural Ecosystems:
Facts and Trends (disponible en www.wbcsd.org) que resume el estado de la agricultura
mundial y los desafíos que se avecinan. Jamie Gordon de la UICN conversó con
Eva Haden, coordinadora del proyecto, sobre algunos asuntos tratados y sus posibles
repercusiones futuras para la agricultura y los bosques.
El bosque en un paisaje mixto puede hacer mucho por la
agricultura: conservar los parientes silvestres de plantas
cultivadas; garantizar el suministro de agua, proporcionar
suplementos dietéticos. ¿Qué puede contribuir la agricultura
en términos de una mejor utilización y conservación forestal?
Las buenas prácticas agrícolas pueden contribuir, directa o
indirectamente, a la salud y conservación forestal, como por
ejemplo, produciendo más alimentos con menos tierra y, así,
reducir la presión de la conversión de la tierra, estableciendo
hábitats silvestres, usando labranza mínima, utilizando
cultivos más eficientes en términos del agua y maximizando
el reciclaje de nutrientes en las granjas. Pero estos beneficios
pueden extenderse a otros ecosistemas no forestales como
humedales y ecosistemas urbanos.
¿Tiene sentido promover la producción de biocombustibles frente a
un panorama de aumento en los precios de los alimentos y presión
sobre la tierra de alta biodiversidad que nos queda?
La producción de biocarburantes no es la única razón del
aumento de los precios de los alimentos. En 2007-2008,
sólo el 5 por ciento del uso mundial de cereales se destinó a
la producción de biocarburantes, en comparación con el 83
por ciento para alimentos y piensos. Evidentemente, hay
competencia por el uso del suelo para la provisión de
combustible, alimentos, fibras y productos forestales, pero
la producción de biocarburantes debe ser parte de las
preocupaciones de cualquier sistema de gestión agrícola.
Esto significa que las preocupaciones sobre la biodiversidad
son las mismas, y también se necesita sistemas de gestión
agrícola y enfoques de administración para la producción
de biocarburantes, como la gestión integrada de cultivos y
la agricultura de conservación.
Usted señala que la expectativa de que los agricultores “conserven
el suelo, mejoren la biodiversidad y protejan las fuentes hídricas”
podría suponer una compensación. Estamos comenzando a ver el
impacto de los pagos por servicios ambientales (PSA) en la gestión
forestal. ¿Ha habido también avances en la agricultura?
Sí los hay, y me gustaría referirme al informe de FAO de
2007 “El estado de la agricultura y la alimentación” que
se centra en el pago por servicios ambientales. Más allá
de la provisión de servicios como alimentos (por los que la
mayoría ya paga), servicios como la polinización y el
Y cuando envía 1 kg de carne
alrededor del mundo, en
realidad está enviando unos
16,000 litros de agua.
suministro de agua potable están siendo valorados y
pagados en algunos casos. Un ejemplo conocido es el
de Vittel (Nestlé Waters) que paga a los agricultores
locales en Francia por utilizar menos nitratos y
plaguicidas para garantizar que el agua potable aguas
abajo pueda ser embotellada. También el valor de las
abejas para la polinización en la agricultura de EE. UU.
representa más de US$146,000 millones –y a medida
que las abejas escasean, han aumentado
significativamente los costos de los apicultores
(recomiendo el episodio 1 de Nature Inc. [www.
natureinc.org/fruit.htm]. Como importante proveedor
y beneficiador de los servicios de los ecosistemas, los
ecosistemas agrícolas seguramente estarán cada vez más
involucrados en tales acuerdos en el futuro.
Por último, a nivel de políticas, la alineación del pensamiento
entre los sectores silvícolas y agrícolas no será tarea fácil y este
año vimos colapsar la Ronda de Doha en Ginebra. ¿Cuáles son
los desafíos normativos que tenemos por delante?
Lidiar con los marcos reguladores de políticas es
complicado, y creo que el fracaso de esta Ronda de
Doha no es bueno para nadie. Ahora, si empezamos a
añadir el elemento de los ecosistemas a estas decisiones
sobre políticas, aumentará la complejidad. Tomemos,
por ejemplo, el agua: Usted necesita poco más de un
litro de agua para producir una caloría de alimento. Y
cuando envía 1 kg de carne alrededor del mundo, en
realidad está enviando unos 16,000 litros de agua. En
el documento del WBCSD “Water Scenarios to 2025”,
apuntamos que para el 2020 podría haber un “virtual
comercio de agua” similar al del carbono. De hecho,
eso podría ser una buena noticia para algunos de los
agricultores más pobres del mundo asentados en
regiones con abundante agua…
Contacto: [email protected]
AV37 2008
agricultores en los bosques 7
Los agricultores “ocultos” en
los bosques de Tailandia
impacto, orientadas a la subsistencia y a
los bosques de producción agrícola,
especialmente prácticas de cultivos de
rotación con barbecho largo. Se dejó de lado
la intensificación agrícola y la comercialización.
Andrew Walker
La segunda razón es que muchos activistas
se basaron en opiniones anti-comerciales y
consideraron que el individualismo del
mercado socavaba las formas comunales
de gestión de los recursos que defendían.
Inevitablemente, se centraron en aspectos
de la gestión local de recursos en los que
sobresalían acuerdos no comerciales y
acuerdos comunales, como la gestión de los
“bosques sagrados” o la regulación de tierras
en barbecho. Estaban menos interesados en
el sector agrícola en general, en el que
prevalecía la propiedad y gestión familiar
individual.
Siembra de ajo en una zona forestal
Andrew Walker de la Universidad Nacional de Australia examina
los motivos del fracaso de una campaña de silvicultura comunitaria
en Tailandia.
La mayoría de quienes habitan en o cerca
de los bosques de Tailandia son agricultores
que cultivan arroz para consumo familiar y
dependen de varios cultivos comerciales y
del trabajo lejos del hogar para atender los
gastos familiares.
Empero, millones carecen de titulación
porque cultivan dentro de zonas declaradas
reserva forestal, parque nacional, zona de
conservación de vida silvestre, o cuenca
protegida. Esta falta de tenencia formal
resulta en restricciones reguladoras y
créditos onerosos o inalcanzables.
Tanto ONG como activistas académicos,
convencidos de que las personas y los
bosques pueden coexistir, han librado una
campaña para que se reconozca los derechos
de tenencia local. Algún éxito se logró
cuando, en 2007, el Gobierno tailandés
aprobó una Ley Forestal Comunitaria.
Empero, el artículo 37 de la Ley declaró:
“se prohíbe vivir o cultivar en zonas
forestales comunitarias”. Esto sólo sirvió
para reforzar la demarcación entre la
conservación forestal y la actividad humana
y flaco favor le hizo a los agricultores en
las reservas forestales. Los activistas
reaccionaron con ira y desaliento y la ley
está ahora impugnada ante el Tribunal
Constitucional. Pero, ¿yacían las semillas de
estas disposiciones restrictivas en la propia
campaña forestal comunitaria?
La campaña se caracterizó por lo que llamo
“arborealización”, proceso por el cual los
medios de subsistencia agrícolas se
representan como medios de subsistencia
forestal, en los que los agricultores se
presentan como habitantes de los bosques,
y, en última instancia, en los que los
derechos de gestión forestal tienen prioridad
sobre los derechos a las tierras agrícolas.
Sugiero dos razones principales por las que
los activistas adoptaron este enfoque de
arborealización. Primeramente, querían
responder al argumento esgrimido por los
organismos estatales de que la agricultura
de Tailandia en zonas forestales es
ambientalmente destructiva. En lugar de
cuestionar su base científica, respondieron
destacando selectivamente formas de bajo
Pese al argumento de que la gente y los
bosques pueden coexistir, la campaña se
centró principalmente en la gestión forestal
comunitaria, en lugar de los derechos de
los agricultores a las tierras agrícolas. Las
complejas realidades de los sistemas agrícolas
contemporáneos simplemente no se
ajustaban a la imagen que la campaña
proyectaba de la arborealización de los
medios de subsistencia rurales.
Hasta las mejor intencionadas reformas al
sector forestal serán insostenibles si no se
basan en una comprensión realista de la
forma en que la gente utiliza la tierra, el
agua y los recursos forestales. La campaña
tailandesa defendió los derechos de las
personas en términos de una imagen
selectiva de sus medios de subsistencia. Esto
se ha convertido en una camisa de fuerza
reguladora. Cuando una legislación para
fortalecer los derechos a los recursos de los
agricultores que habitan los bosques termina
declarando ilegal la agricultura en esos
mismos bosques, algo está mal.
Andrew Walker es coautor (con Tim Forsyth) de
Forest Guardians, Forest Destroyers: The Politics
of Environmental Knowledge in Northern Thailand
(University of Washington Press, 2008). El concepto de
“arborealización” se examina en detalle en el documento
de Andrew, de 2004, ‘Seeing farmers for the trees:
community forestry and the arborealization of agriculture
in northern Thailand’, Asia Pacific Viewpoint, 45: 311324.
Contacto: Andrew Walker, [email protected].
AV37 2008
8 articulo
La convergencia de los
mercados de alimentos,
combustibles y fibras:
impulsando el cambio en los
bosques del mundo
Demanda convergente, mercados
que confluyen
La convergencia de la demanda mundial
por tierra para producir alimentos, fibras
y combustibles puede conducir a un
acaparamiento de tierras a gran escala, y los
bosques son blanco fácil. Ciertamente, los
bosques irán siendo convertidos a uso
agrícola industrial para satisfacer estas
crecientes demandas. Conservadoramente,
la demanda futura de tierra será de por lo
menos 515 millones de hectáreas: 200 para
la agricultura, 290 para la producción
bioenergética (incluyendo leña), y 25 para
plantaciones industriales de árboles.
Después de considerar las zonas construidas,
tierras cultivadas, bosques, zonas sin
vegetación, parques, montañas y praderas
para la producción de carne, sólo queda
entre 250 y 300 millones de hectáreas
disponibles para producir biomasa. Los
otros 200 millones de hectáreas necesarias
para satisfacer la demanda futura sólo
pueden provenir de los bosques (véase
http://cofi.org/library_and_resources/
annual_convention/2008/pdf/Don%20
Roberts%20-%20CIBC%20World%20
Markets.pdf).
La expansión mundial de biocarburantes se
ve impulsada por crecientes preocupaciones
sobre las consecuencias ambientales,
económicas, y la seguridad nacional y
política. Estas preocupaciones están también
detrás de los ambiciosos objetivos para el
uso de biocarburantes establecidos por
muchos países, incluyendo algunas de las
economías más grandes. China contará para
2020 con una capacidad de 30,000 MW de
generación energética alimentada por
biomasa. Consciente de la necesidad de no
dejar que la producción de biocarburantes
desplace la de alimentos, China está
apoyando la producción de etanol celulósico
–usando materia prima a base de madera o
pasto, en lugar de maíz o caña de azúcar.
También ha destinado 13,3 millones de
hectáreas de tierras marginales para apoyar
el sector bioenergético. En Brasil la
producción anual de etanol de caña de
azúcar crecerá de 18,000 millones de litros
en 2006 a más de 40,000 millones en 2015.
En Indonesia, la industria del aceite de
palma ya tiene 6,5 millones de hectáreas
de plantaciones en Sumatra y Kalimantan,
estimándose que llegará a 16,5 millones
de hectáreas en 2020. Y por último, a raíz
de la rápida expansión impulsada por una
combinación de subsidios y objetivos de
contenido mínimo de combustible
renovable, EE. UU. es actualmente el
mayor productor de biocombustibles,
principalmente de maíz.
Debido a que alimentos y fibras son ahora
convertidos en combustible en tan gran
escala, una forma de entender el significado
del “auge de biocarburantes” es
considerando la convergencia de los
mercados para estos tres grupos de
productos.
Estos tres mercados convergerán en el
sentido de que sus principales materias
primas tenderán a comercializarse según
su “equivalencia energética”. Así, como
materias primas sustitutas para la
producción de biocarburantes, el maíz y los
pellets de madera tenderán a tener precios
similares en el mercado mundial. Para el
sector forestal, los biocarburantes
representan un nuevo e importante usuario
de madera, especialmente de calidad
inferior. Esto aumentará la presión al alza de
los precios de la madera hasta que, como es
de esperar, alcance un precio mínimo legal
© Stora Enso
Don Roberts, Andy White y Sten Nilsson examinan los factores
responsables de la creciente presión sobre la tierra, y especialmente
sobre los bosques.
que refleje su equivalencia energética. En
gran parte de América del Norte, el precio
de aserrín y virutas se duplicó entre 2005 y
principios de 2007.
Así como los costos de materias primas
(que representan hasta un 80 por ciento
de los costos de producción de
biocarburantes), las otras variables clave
que impulsan la economía de los
biocarburantes son el precio del petróleo
(el principal sustituto), las regulaciones
(que estimulan la demanda) y la tecnología
de conversión. Actualmente, todas ellas
se encuentran en estado de cambio,
especialmente el precio del petróleo. La
explosión de los precios del petróleo de los
últimos meses explica el creciente interés
de los países desarrollados y en desarrollo
por el establecimiento de objetivos y
subsidios para la producción de
biocarburantes.
El uso de la madera en la producción de
biocarburantes tiene la desventaja de costes
de transformación más elevados respecto
de otras materias primas como azúcar y
maíz. Empero, están declinando. La
madera tiene otras ventajas, incluyendo
AV37 2008
articulo 9
Flora EcoPower está invirtiendo US$77
millones en Oromia, como parte de una
compra de más de 13,000 hectáreas de tierra
para biocarburantes. En Laos, Stora Enso
recientemente encargó un estudio de
viabilidad para el establecimiento de 35,000
hectáreas de acacia y eucalipto en las provincias
de Savannakhet y Salavane. Esas grandes
inversiones indican que estos son ahora sitios
valiosos para las empresas extranjeras, pese a
las distancias y los posibles riesgos políticos
inherentes, lo que también incide en aumentos
desmesurados en los precios de la tierra rural
y forestal.
Los nuevos mercados de carbono y su
influencia en la silvicultura también implicarán
riesgos, incluyendo: un renovado y mayor
aumento de control estatal y “experto” sobre
los bosques; apoyo a la lucha contra el pueblo
y los modelos excluyentes de conservación
forestal; violaciones a tierras tradicionales y
derechos territoriales; contratos comunitarios
desiguales y abusivos; y especulación y
acaparamiento de tierras. A medida que
escasea la tierra, es dudoso que la gestión de
bosques naturales pueda ser competitiva frente
a los sectores del combustible y la alimentación.
Plantación de eucalipto en Brasil. La producción de biocombustibles a partir de la madera podría
disparar las economías de los países en desarrollo –pero, ¿a qué precio?
Se estima que se requerirán otros 20–25 millones
de hectáreas de tierra para atender la demanda
mundial en 2020.
almacenamiento más prolongado y barato,
costos de transporte más bajos, uso menos
intensivo de insumos, y sistemas de
recolección establecidos. Aunque los costes
de capital aún son mayores para la
transformación de la madera, los costos
variables pueden ser menores, haciendo de
la madera una materia prima competitiva.
¿Cómo afecta esto los bosques?
Los aumentos de precio en las materias
primas de madera deben estimular una
mayor producción; se estima que se
requerirán otros 20–25 millones de
hectáreas de tierra para atender la demanda
mundial en 2020. Empero, debido a
posibles disminuciones en la oferta de
tierras para la silvicultura, los efectos serán
mayormente percibidos en el hemisferio
sur donde precios inferiores de la tierra se
combinan con un mayor rendimiento de las
cosechas y menores costes de mano de obra.
Esta es una oportunidad para las naciones
con una ventaja biológica natural, que no ha
sido factible en la agricultura tradicional por
las restricciones comerciales.
Ya hay amplia evidencia de este cambio.
En los últimos años, la presión para
desarrollar biocarburantes y aceites no
alimentarios ha dado lugar a una explosión
de plantaciones de propiedad extranjera en
los países en desarrollo. Una empresa china,
ZTE Internacional, se ha comprometido a
invertir US$1000 millones para establecer
una plantación de tres millones de hectáreas
de biocarburantes en la República
Democrática del Congo. En Tanzania y
Mozambique, las suecas Atlas Copco y
Sekab han anunciado planes para desarrollar
más de 400,000 hectáreas de tierra para
bioenergía. Un proyecto similar está en
marcha en Etiopía; la empresa alemana
Estos problemas pueden verse agravados a
medida que la producción de materias primas
para biocarburantes (de madera u otro tipo)
esté en el “margen extensivo” de las zonas
boscosas conforme la cosecha y la siembra se
extiendan a regiones más remotas en respuesta
al aumento en los precios absolutos de la
madera. Esto puede no ser tan buena noticia
para quienes dependen de los bosques, que
suelen estar entre los más pobres,
especialmente aquellos con derechos
territoriales débilmente definidos. El cambio
a la producción de biocarburantes los dejará
vulnerables al desplazamiento.
Contacto: Andy White, [email protected]
Don Roberts es director gerente de CIBC World Markets
Inc., y dirige el equipo de investigación de productos de
papel y forestales de CIBC; es también responsable del
sector bioenergético y miembro de la Junta Directiva de la
Iniciativa de Derechos y Recursos.
Andy White es el coordinador de la Iniciativa de Derechos
y Recursos, una coalición internacional dedicada a
fomentar acciones globales sobre política forestal y
reformas de mercado para aumentar la propiedad y el
control familiar y comunitario, así como los beneficios de
los bosques y los árboles.
Sten Nilsson es director en funciones de IIASA,
organización internacional de investigación científica
multidisciplinaria, experto en el análisis del sector forestal
internacional y global, y miembro de la Iniciativa de
Derechos y Recursos.
La UICN es parte de la coalición de la Iniciativa de
Derechos y Recursos, que es coordinada por el Grupo
de Derechos y Recursos.
AV37 2008
10 alimentos de los bosques
Los bosques y la seguridad alimentaria
Credit: © FAO/Roberto Faidutti.
ingresos de los bosques son importantes para
ayudar a los pobres a “enfrentar” la pobreza
(alivio de la pobreza), es poco probable que
puedan proporcionar una vía para salir de la
crónica pobreza y escasez alimentaria a largo
plazo (reducción de la pobreza). Por lo tanto,
debemos cuidarnos de la dependencia de
fuentes alimentarias y de ingresos de tan bajo
valor que pueden convertirse en trampas de
pobreza. Las intervenciones deben diseñarse
para complementar y no socavar la capacidad
de los hogares para satisfacer algunas de sus
necesidades a través de su propia producción
e ingresos.
Venta de karité a la vera del camino, Burkina Faso. Los productos forestales pueden
ser una importante fuente de ingreso familiar.
Mike Arnold examina los vínculos entre los ecosistemas forestales
y la seguridad alimentaria.
Los vínculos entre los bosques y el acceso
de los hogares rurales pobres a los
alimentos son numerosos, e incluyen los
impactos ambientales indirectos de los
bosques en la capacidad de la tierra para
producir alimentos. Más directamente, los
bosques y los árboles son la fuente de una
variedad de alimentos que completan y
complementan lo que se obtiene de la
agricultura y de una amplia gama de
medicamentos y otros productos que
contribuyen a la salud y la higiene. Los
productos forestales no sólo llenan los
vacíos estacionales y cíclicos de la
disponibilidad de alimentos, sino que
también actúan como una red de seguridad
en tiempos de escasez por sequías,
inundaciones, enfermedades, etc. El acceso
a combustibles de madera afecta la
disponibilidad de los alimentos cocinados.
La venta de alimentos y otros productos
forestales puede contribuir a los ingresos
de los hogares en situación de riesgo
nutricional, mejorando su capacidad para
comprar alimentos e insumos en sus
sistemas de producción alimentaria.
A medida que las poblaciones han crecido y
la agricultura se ha extendido a las zonas
forestales, los alimentos y otros productos
forestales provienen cada vez más de
poblaciones de árboles y hábitats dominados
por árboles que coexisten con la agricultura,
así como de bosques cerrados. El barbecho
forestal, la explotación de arbustos, los
árboles que los agricultores mantienen o
establecen en su tierra, y los recursos
arbóreos en otras tierras, se han convertido
en importantes fuentes de alimentos del
bosque, combustibles e ingresos.
Si bien la investigación sobre los ecosistemas
y la seguridad alimentaria para la población
rural pobre es limitada, el caso parece sólido
para que las organizaciones
conservacionistas trabajen en estos vínculos.
Empero, pueden ser bastante complejos.
Aunque es sabido que los alimentos e
La comprensión del contexto local es
primordial. Las iniciativas para aumentar la
productividad y utilidad de los alimentos
silvestres deben centrarse en las necesidades
nutricionales y sanitarias de los usuarios, y
en los cambios en dichas necesidades. El
uso de alimentos forestales continúa siendo
importante y creciente. Cuando declina
puede reflejar la disponibilidad de mejores
alternativas, cambios culturales, agotamiento
de los recursos, erosión de los conocimientos
tradicionales, o reducción de la disponibilidad
de mano de obra y otros derechos para utilizar
dichos recursos.
El acceso es tan importante como la
disponibilidad, y el acceso de los pobres a los
recursos que pueden producir alimentos e
ingresos forestales es todavía muy limitado por
la debilidad e ineficacia política y los arreglos
institucionales en apoyo del control local y la
gestión forestal. Así, una amplia participación
en este sentido exigiría el abordaje de estas
limitaciones.
Se debe ampliar la investigación sobre los
vínculos entre los ecosistemas y la seguridad
alimentaria para promover políticas y prácticas
más sostenibles. Esta investigación será más
eficaz si se diseña como parte de una estrategia
general de medios de subsistencia para mejorar
el bienestar de los hogares rurales pobres.
Contacto: Mike Arnold, [email protected]
Mike es un consultor independiente y este artículo
se basa en un documento preparado anteriormente
para la UICN: “Managing Ecosystems to Enhance the
Food Security of the Rural Poor: A Situational Analysis
prepared for IUCN”.[http://cmsdata.iucn.org/downloads/
managing_ecosystems_to_enhance_the_food_security_of_
the_rural_poor__mike_arnold_final.pdf]. Para información
adicional, sírvase contactar a Georgina Peard, Oficial de
Conservación y Reducción de la Pobreza, georgina.peard@
iucn.org
AV37 2008
La carne silvestre:
¿otra crisis alimentaria
en ciernes?
Robert Nasi de CIFOR pide un pensamiento
más razonado para abordar el tema de la
carne silvestre.
¿Qué es la “crisis de la carne silvestre”?
Históricamente, la presión de la caza ha contribuido a la
extinción de muchas especies (ballena franca, alca, zarapito
boreal, paloma viajera…). Investigaciones recientes sugieren
que la escala actual de caza en los bosques tropicales
conducirá a la extinción de muchos mamíferos del bosque,
y que la desnutrición aumentará considerablemente si esto
no se resuelve pronto.
Quienes más sufrirán los efectos de la disminución de los
recursos de fauna silvestre son los millones de personas de
África, América Latina y Asia que viven en los bosques y sus
alrededores. Ellas suelen ser las pobres y marginadas, que por
lo general carecen de educación y habilidades para encontrar
otros empleos y acceder al capital o a los mercados agrícolas
para encontrar medios alternativos de subsistencia o de
fuentes alimentarias.
¿Cómo llegó a esto?
La crisis de la carne silvestre es ante todo el resultado de la
gestión insostenible de los recursos comunes por falta de
marcos adecuados de gobernanza y políticas.
Para la población rural sin acceso a capital, tierras o ganado,
la cosecha de la carne silvestre a menudo ofrece el mejor
retorno a la mano de obra. La carne de animales silvestres
es fácilmente comercializada y transportada, cuesta poco
preservarla, y tiene un alto valor respecto del peso. Y
actualmente hay más acceso a los bosques y armas de fuego.
En muchos casos, las políticas diseñadas para abordar el
problema rayan en lo absurdo. En África Central, las leyes
reconocen los derechos de los usuarios y permiten la caza
tradicional pero prohíben, entre otras cosas, la caza durante
la noche o con trampas metálicas, proscribiendo de manera
efectiva la mayoría de las prácticas de caza locales. Las
políticas son a menudo débiles porque se basan en
investigaciones deficientes. Los vínculos entre el comercio de
la fauna silvestre y los medios de subsistencia o las funciones
de los ecosistemas son mal comprendidos o ignorados. Y la
investigación se ve también comprometida por su frecuente
asociación con grupos defensores del bienestar de los
animales que no representan los intereses locales.
¿Y ahora qué?
La crisis de la carne de animales silvestres es un problema
complejo que exige soluciones complejas. Para comenzar
planteamos tres.
alimentos de los bosques 11
En primer lugar, reconocer que distintos casos y especies
requieren soluciones diferentes. Ha habido programas
exitosos para reducir la caza a niveles sostenibles, la mayoría
de los cuales han girado en torno a una combinación de
parques nacionales, reservas comunitarias, cogestión con el
sector privado y regulación de la oferta. Por ejemplo, en
Sarawak (Malasia), la Ordenanza de protección de la vida
silvestre de 1998, prohibió todas las ventas comerciales de
fauna silvestre, permitiendo a la población local la caza para
su propia subsistencia. La ley fue ampliamente promovida,
enérgicamente aplicada (en los mercados, tiendas de
artesanía, tiendas de mascotas y restaurantes) y ha
demostrado ser muy eficaz. Esto, sin embargo, es sólo un
ejemplo, y lo que es bueno para Pedro no necesariamente lo
es para Pablo.
En muchos casos, las políticas
diseñadas para abordar el
problema rayan en lo absurdo.
En segundo lugar, existe una urgente necesidad de eliminar
el estigma sobre la carne silvestre. El aura de ilegalidad no es
de mayor ayuda para el proceso de políticas, y está
impidiendo una buena evaluación de las necesidades de
gestión. Para legitimar el debate, debe separarse los intereses
comerciales de los empresarios que practican una actividad
ilícita con alto valor comercial (cuernos de rinoceronte o
huesos de tigre) de los esfuerzos de las poblaciones rurales
pobres para explotar lo que, para muchos, puede ser la única
fuente de ingresos o alimento para sus familias.
En tercer lugar, en términos de legitimidad, la resolución de
la crisis de la carne silvestre sólo puede ser el producto de
estrategias dirigidas a reforzar los derechos locales. Argumentar
que el problema de los medios de subsistencia es más
apremiante que los problemas de conservación no es sino
reconocer que las decisiones sobre cuáles recursos conservar
y consumir serán tomadas, en última instancia, por aquellos
cuyas vidas se ven directamente afectadas por el recurso y
cuyo mejor interés es la gestión sostenible de los recursos.
Actualmente, quienes explotan los recursos de vida silvestre
tienen poca capacidad o incentivo para gestionarlos
sosteniblemente. Debemos proporcionar un marco aceptable
para esta actividad económica que respalde las culturas
locales y deje las decisiones en manos de la población local.
Sólo confiriendo al cazador local el derecho a decidir qué,
dónde y cómo puede cazar –así como los conocimientos
necesarios para comprender las consecuencias de sus
decisiones– podrá abrazar su responsabilidad para la caza
sostenible.
Contacto: Robert Nasi, [email protected].
Para mayor información, véase Nasi, R.; Brown, D.; Wilkie, D.; Bennett,
E.; Tutin, C.; van Tol, G.; Christophersen, T. 2007. Conservation and Use
of Wildlife-Based Resources: The Bushmeat Crisis. Secretaría del CDB,
Montreal, y CIFOR, Bogor. Technical Series no. 33.http://www.cbd.int/doc/
publications/cbd-ts-33-en.pdf
AV37 2008
12 producción y conservación Sistemas agrícolas biodiversos:
la clave para reconciliar la
agricultura y la conservación
© M. Hermann/Bioversity International.
de los bosques siempre han cosechado
especies silvestres para su uso y para la
venta. Estos esfuerzos, sin duda, pueden
mejorarse con investigación y desarrollo.
Las cadenas de mercado, por ejemplo,
suelen hacer poco para apoyar a los
productores primarios. La selección de
mejores especímenes y quizás mejorando su
cultivo y cosecha –los primeros pasos hacia
la domesticación– puede mejorar los
rendimientos e ingresos, que a su vez añade
valor a los bosques y ayuda a protegerlos
contra la invasión y la destrucción.
La biodiversidad trabaja para conectar a los productores de cacao con los chocolateros, para mejorar
los ingresos locales y apoyar la diversidad de los árboles. Aquí los aldeanos hacen chocolate bajo la
orientación de un experto chocolatero. Nunca habían saboreado su propio chocolate.
Emile Frison, Directora General de Biodiversity International,
destaca la importancia de la agricultura biodiversa para la
conservación de la biodiversidad..
En casi todos los debates sobre la
biodiversidad y la importancia de la
conservación como asunto de interés
propio, falta algo: la agricultura.
Ciertamente, la agricultura suele verse como
el enemigo de la biodiversidad. Además,
poca atención se ha prestado a la diversidad
de los ecosistemas agrícolas. En el pasado,
la biodiversidad agrícola, incluyendo la
importante diversidad contenida en los
parientes silvestres de los cultivos y el
ganado, ha sido considerada casi
exclusivamente como fuente de
características para mejorar variedades y
razas. Esto sigue siendo cierto, pero la
biodiversidad agrícola puede también
ofrecer otros beneficios igualmente
importantes.
pero no el único. Los sistemas agrícolas
diversos son mucho menos vulnerables
a impactos externos, como plagas y
enfermedades o perturbaciones climáticas.
Como resultado, y especialmente en los
entornos frágiles, donde los más pobres
dependen de la agricultura, el uso más
amplio de la biodiversidad agrícola puede
prevenir la necesidad de someter más tierras
silvestres a la producción. En esos entornos,
es probable que la utilización de la
biodiversidad para crear sistemas
productivos y resilientes sea mejor que
intentar introducir un sistema simplificado
basado en mejores variedades y razas que
–además– exige altos niveles de insumos
para concretar su potencial y es más
vulnerable a las conmociones.
Una mejor nutrición basada en la diversidad
de la alimentación es quizás el más obvio,
La biodiversidad agrícola también ofrece
oportunidades de ingresos. Los habitantes
El cacao ofrece un bello ejemplo del
aprovechamiento de la diversidad de árboles
para mejorar los medios de subsistencia, y
por ende, proteger los ecosistemas en los
que crece. La demanda de nuevos e
interesantes tipos de chocolate está
explotando, y probablemente los pequeños
agricultores serán la fuente de casi todo el
cacao, ya que realmente no hay grandes
economías de escala a recoger. En la
actualidad, sin embargo, la transformación
inicial de los granos es irregular y las
conexiones entre los agricultores y los
consumidores exigentes son débiles.
Biodiversity ha estado trabajando con los
pequeños agricultores para ayudarles a
elevar la calidad de los granos, y con la
industria para exponer a los chocolateros
gourmet a la profundidad de la diversidad
inmersa en las pequeñas explotaciones.
Los agroecosistemas diversos también
mejoran otras funciones de los ecosistemas
con beneficios que trascienden las granjas,
incluyendo una mejor polinización, mayor
fertilidad del suelo, y reducción de la
erosión.
Confío en que con las nuevas ideas e
investigaciones, ambos aspectos de la
biodiversidad –el agrícola y el biológico– se
reforzarán mutuamente y contribuirán al
aumento sostenible de la producción que
será esencial para nutrir el desarrollo
humano y al mismo tiempo impedir la
destrucción de los ecosistemas restantes.
Contacto: Emile Frison, [email protected]
AV37 2008
producción y conservación 13
Tierras secas – ni caso
desahuciado ni cesta del pan
recursos (agua, árboles, pasto, sal) que
pueden cubrir grandes territorios.
Comprender por qué hacen más hincapié en
el ganado que en los cultivos. Entender su
gestión en función de épocas secas y sequía.
Aprovechar esos sistemas y apoyarlos con
“conocimientos modernos y científicos”
para mejorar la productividad y crear
oportunidades de mercado.
Agni Boedhihartono
En las tierras secas existen oportunidades
para el desarrollo sostenible:
Cesta con bayas de jujube, un importante fruto de las tierras secas
Masego Madzwamuse, Edmund Barrow y Caterina Wolfangel
de la UICN consideran el potencial sin explotar de las tierras secas
como paisajes productivos.
Las tierras secas cubren más del 40 por
ciento de la superficie terrestre y
desempeñan un papel clave en la
conservación de la biodiversidad y la
alimentación del mundo. Muchos de los
parques nacionales se encuentran en tierras
secas; en Kenia más del 70 por ciento de los
parques están en las zonas secas. Y, mientras
estas suelen considerarse “tierras baldías”,
realmente representan el 43 por ciento de
las áreas cultivadas del mundo –incluyendo
técnicas de cultivo inadecuadas que
degradan el suelo y, en el caso del riego,
dejan la capa freática agotada y salina. Al
mismo tiempo, un porcentaje
desproporcionadamente elevado de los 2
millones de personas que viven en las tierras
secas carece de seguridad alimentaria –y esto
corre el riesgo de acentuarse con el cambio
climático.
Empero, los gobiernos y la comunidad
internacional han prestado poca atención a
las tierras secas. La asistencia externa tiende
a limitarse a ayuda humanitaria de corto
plazo durante épocas de hambruna, o al
desarrollo de soluciones simplistas que
ignoran las duras realidades de las tierras
secas. Parece que no hemos aprendido de
los esfuerzos fallidos de la última mitad de
siglo para llevar una “revolución verde” a las
tierras secas. El hecho es que la producción
agrícola será siempre una oportunidad
limitada para estas zonas, habida cuenta de
la precipitación baja, impredecible y errática
y de que el agua superficial o subterránea es
insuficiente para irrigación. Bien lo saben
los pastores turkana de Kenia –cultivan
algunas de las variedades de sorgo de más
rápida maduración, pero incluso para ellos,
el cultivo es oportunista; el ganado es su
pilar. Los esfuerzos para asentarse en las
tierras secas, para facilitar la prestación de
servicios y apoyo, también han sido poco
exitosos, y han contribuido a una mayor
degradación ambiental dada la
concentración de personas en zonas
relativamente pequeñas, muy por encima de
la capacidad de carga (para combustible,
forraje, etc.) de las tierras circundantes.
¿Cuáles son los factores para el desarrollo
exitoso de esas regiones? Primero, tenemos
que respetar y aprovechar el inmenso
conocimiento de la población local para la
gestión de las tierras secas. Entender por
qué tienen complejos sistemas de propiedad
común para la gestión de la tierra y los
Muchos productos naturales provienen
de las tierras secas –y muchos son
arbóreos. Incluyen gomas y resinas, aceites
vegetales, pigmentos y muchos productos
medicinales. Por ejemplo, Sudán es el
mayor productor de goma arábiga, y las
tierras secas del Cuerno de África
producen la mejor calidad de incienso y
mirra del mundo. Para el desarrollo de
este tipo de productos se requiere el
compromiso con mecanismos para la
distribución equitativa de los beneficios,
si han de contribuir a los medios de
subsistencia locales.
El mundo todavía necesita leche y carne
–y el ganado en las tierras secas es el
convertidor más eficiente de biomasa para
uso humano (leche, carne). Cualquier
mejora en la gestión ganadera pastoril
debe basarse en y apoyar la gestión pastoril
tradicional de la tierra y sistemas extensivos
que incluyen pasteadores (ganado y ovejas)
y ramoneadores (camellos y cabras).
El pastoralismo es compatible con la
conservación de la vida silvestre. Los
pobladores de tierras secas deben estar en
mejores condiciones de beneficiarse de la
conservación a través de áreas conservadas
por la comunidad y el turismo, y no tener
sus mejores tierras alienadas en aras de la
conservación.
Los gobiernos deben reflexionar sobre el
verdadero valor de las tierras secas en las
estadísticas económicas y las cuentas
nacionales, para que se les reconozca como
tierras valiosas y no baldías.
Una versión adaptada de este artículo se publicó en
la web de la BBC: http://news.bbc.co.uk/1/hi/sci/
tech/7456973.stm
14 producción y conservación AV37 2008
Katharina Fricke
SENSOR: La previsión de los impactos
sobre la sostenibilidad de las políticas
europeas de uso del suelo
El paisaje de un estudio de caso de SENSOR, Estonia.
David Edwards de Forest Research en
Escocia describe nuevas herramientas para
evaluar las opciones de políticas sobre uso
del suelo en la UE.
El potencial para conflictos entre la conservación forestal y la
productividad agrícola puede verse influido significativamente
por las nuevas políticas de la UE, como las reformas a la
Política Agrícola Común (PAC) o la introducción de nuevos
objetivos para energía renovable. Empero, las pruebas sobre
los posibles impactos de estas políticas están lejos de ser
completas. Para solucionar este problema, en los últimos cinco
años la UE ha invertido fondos sustanciales en el desarrollo de
un conjunto de modelos computarizados para apoyar la
formulación de políticas para distintos sectores y en diferentes
niveles estratégicos y escalas espaciales.
los agricultores) y otros impulsores (como los precios del
petróleo y los cambios demográficos), podrían repercutir en
los patrones de uso del suelo en Europa durante los próximos
20 años, y a su vez el impacto de éstos en los valores de 40
diferentes indicadores de sostenibilidad (como empleo, PIB,
y excedentes de nitrógeno). Para ayudar a interpretar estos
cambios, los indicadores han sido ponderados y agregados para
expresar los impactos en nueve “Funciones de uso del suelo”.
Los valores actuales y futuros y la función de cada indicador se
visualizan en los mapas de la UE, desglosados en 570 regiones
administrativas. Un paso más adelante permite expresar la
sostenibilidad de los riesgos de cada opción de política en
términos del “espacio para opciones sobre sostenibilidad”
que está disponible dentro de los límites legales, umbrales
científicos y objetivos políticos, lo cual permite a los
formuladores de políticas elegir la mejor opción y respaldar
su elección con mejor evidencia.
Se ha desarrollado y utilizado un prototipo de SIAT para analizar
los impactos de las opciones para la reforma de la PAC. Los
resultados preliminares sugieren que la liberalización (reducción
del apoyo a los ingresos agrícolas y al nivel de protección de los
mercados agrícolas de la UE) tendría un fuerte efecto negativo
sobre la producción agrícola, los ingresos y los precios de la
tierra. Los efectos variarían según las regiones, con zonas de
ganadería intensiva reaccionando diferente a las regiones
cultivables. Estos impactos son susceptibles de ser compensados
por efectos positivos en otros sectores de uso del suelo. Empero,
el retiro de tierras de la agricultura podría no conducir a valores
más elevados de conservación forestal sin la implementación de
políticas específicas.
El segundo ámbito de políticas modeladas es la bioenergía,
que permitirán al usuario evaluar los impactos de los cambios
de tierras en barbecho a cultivos para biocombustible. Para
cada área de política, los resultados de la herramienta se validan
con los interesados directos locales en seis regiones de Europa,
Una de las iniciativas más innovadoras y ambiciosas es
y se está desarrollando una metodología para la futura
“SENSOR” (“Herramientas para los efectos ambientales,
sociales y económicos del uso multifuncional de la tierra en las participación de los interesados directos para uso junto con la
regiones europeas”), un proyecto de cuatro años, coordinado herramienta. A medida que se modelen otros ámbitos de
por el Centro Leibniz en Alemania, que ha reunido a equipos políticas dentro del SIAT, deberían ser de utilidad para una
gama creciente de formuladores de políticas como herramienta
de investigadores de 36 institutos en 15 países europeos, así
de apoyo para decisiones y “debates” con base en la provisión
como China, Brasil, Argentina y Uruguay. El objetivo es
desarrollar “Herramientas para evaluación del impacto sobre la de una plataforma común para la participación crítica entre
sostenibilidad” (SIAT) que apoyen la evaluación ex ante de las formuladores de políticas e interesados directos. Al hacerlo,
SIAT puede ayudar a identificar conflictos potenciales entre
nuevas políticas en seis sectores de uso del suelo: agricultura,
los grupos de interés y resolverlos en una etapa temprana y
silvicultura, conservación de la naturaleza, infraestructuras de
no al cabo de 10 años.
transporte, energía y turismo.
SIAT utiliza “funciones de respuesta” para cuantificar la forma
en que las variables clave que constituyen una determinada
opción de política (por ejemplo, apoyo directo al ingreso de
Para información adicional: contacte a David Edwards,
[email protected], o visite www.sensor-ip.eu.
Forest Research (www.forestresearch.gov.uk)
es el órgano de investigación de la Comisión Forestal del RU.
AV37 2008
producción y conservación 15
Aceptar el cambio: conservando la
biodiversidad en paisajes productivos
Jamie Gordon y Stewart Maginnis de la UICN examinan las implicaciones de la
conservación de la biodiversidad en paisajes dinámicos.
Existe un dilema en torno a la gestión de paisajes productivos
para la conservación de la biodiversidad. El clásico paradigma
de la conservación es la creación de espacios de estabilidad
institucional y socioeconómica en los que pueda dominar la
dinámica biológica. El resultado espera asegurar la
conservación permanente de especies y ecosistemas en un área
protegida. Sin embargo, la conservación de la diversidad
forestal en paisajes productivos implica la conservación donde
la fluctuante dinámica institucional y socioeconómica tiene
una influencia mucho mayor de lo que normalmente se puede
tolerar en un área protegida. Ciertamente, la resiliencia de los
paisajes productivos depende del constante ajuste de sus
características biofísicas a esas dinámicas.
La lógica de aceptar el beneficio de tal cambio es que también
tenemos que aceptar que las partes de un paisaje cambiarán
para mantener los valores de la biodiversidad. En cualquier
parte de un paisaje los valores de la biodiversidad cambiarán
con el tiempo. Una respuesta a esto podría ser la declaración
oficial de áreas pequeñas como mini islas de permanencia de
biodiversidad dentro de un paisaje de hábitats cambiantes
dominados por el hombre. Esto podría funcionar, pero tiene
sus problemas. En primer lugar, hay una cuestión de equidad.
Las pequeñas islas de hábitat requieren que sus paisajes
circundantes sean gestionados cuidadosamente para mantener
su biodiversidad a largo plazo; los corredores biológicos son
ejemplo de ello. Por tanto, los valores de la biodiversidad
siempre tendrán que ser objeto de compensación en función
de otros valores en otras partes del paisaje. En contraste, no
se permitirán las compensaciones que pudieran favorecer la
productividad en las áreas oficialmente declaradas. Y
recuérdese que estos “otros” valores de producción no son
abstractos –es probable que la productividad se relacione
directamente con los alimentos sobre la mesa y el dinero
para la matrícula escolar. Quién decide qué valores de la
biodiversidad deben conservarse, y a qué costo para los
medios de subsistencia de quiénes, de repente se convierten
en cuestiones potencialmente divisivas con posibles
consecuencias negativas. Si los agricultores descubren que
sus bosques generadores de ingresos serán permanentemente
protegidos, es probable que esto provoque resistencia y
desincentivo para continuar la regeneración forestal.
Luego viene un asunto práctico. ¿Tenemos realmente los
recursos para proteger permanentemente los nichos de
hábitat con una alta diversidad en todos los paisajes contra
los impredecibles cambios sociales y económicos? La falta
de valores de mercado para los recursos de la biodiversidad
siempre los hará una inversión poco atractiva cuando, por
ejemplo, los crecientes precios de los alimentos y
combustibles ejercen presión sobre los recursos. Quizás
debemos aceptar que los valores de la biodiversidad en
un paisaje mixto no siempre deben verse como “no
negociables”, sino más bien como parte del conjunto
temporal y espacialmente fluctuante de compensaciones
en el que se debe sustentar una buena gestión de paisajes.
¿Tenemos realmente los recursos
para proteger permanentemente
los nichos de hábitat con una alta
diversidad en todos los paisajes
contra los impredecibles cambios
sociales y económicos?
Hay límites evidentes a esta forma de pensar. La extinción
temporal es un oxímoron, y a pocos les resultaría aceptable
renunciar temporalmente al valor del agua limpia aguas abajo
en favor de los beneficios de algún proceso contaminante aguas
arriba. Sin embargo, también hay precedentes. La mayoría –si no
todos– los hábitats con una biodiversidad de alto valor han sido
sometidos a cambios antropogénicos en algún momento –y sus
valores de biodiversidad permanecen intactos e incluso
aumentados en casos en los que alguna perturbación crea otros
nichos de hábitat. La práctica de rotación en la agricultura y la
gestión forestal ha mantenido históricamente la diversidad en los
paisajes; la pérdida de diversidad en una zona al principio de una
rotación se ve compensada por su regreso en otros lugares a
medida que el barbecho madura. La posibilidad de no encontrar
soluciones permanentes ha comenzado a hacerse realidad en la
planificación de la conservación. El Programa METSO en
Finlandia (http://www.metsa.fi/page.asp?Section=1191) ensayó
planes innovadores para compensar a los propietarios de bosques
que acordaron apartar bosques de alta diversidad por un plazo
determinado. El proyecto piloto resultó exitoso, donde la
declaración oficial permanente había sido problemática,
precisamente porque los propietarios de los bosques no tuvieron
que renunciar permanentemente a los ingresos generados por los
bosques. Obviamente, debe revisarse la compensación a medida
que expiran los contratos de plazo fijo, pero una solución
temporal que mantiene abiertas todas las opciones es mejor
que una solución permanente proclive al fracaso.
Quizás es hora de reconocer que no sólo hay lugares para la
conservación de la biodiversidad; también hay momentos.
Contacto: Jamie Gordon, [email protected]
16 noticias sobre publicaciones
Una nueva asociación
forestal mundial –acogida
con reparos
El próximo número de arborvitae
saldrá en diciembre de 2008
(el cierre de la edición es a
comienzos de noviembre) y
versará sobre la conservación
forestal en situaciones de
conflicto. Si tiene algún material o
comentarios sírvase contactar a:
Jennifer Rietbergen-McCracken
85 chemin de la ferme du château
74520 Vulbens
Francia
[email protected]
Cualquier comunicación sobre la
lista de distribución de arborvitae
(solicitudes de suscripción,
cambios de dirección, etc.)
debe enviarse a Sizakele Noko,
[email protected]
Los números atrasados de arborvitae se
encuentran en: www.iucn.org/forest/av
© FAO/Roberto Faidutti
arborvitae
Este boletín informativo ha sido editado por
Jennifer Rietbergen-McCracken. La editora
en jefe es Liz Schmid, UICN. arborvitae
es financiado por la DGIS. Diseño por
millerdesign.co.uk.
La idea del Banco Mundial de una nueva
asociación forestal ha sido bien recibida, si bien
con la petición de un enfoque nacional de abajo
hacia arriba.
DGIS es la Dirección General de
Cooperación Internacional del
Ministerio de Relaciones Exteriores
de los Países Bajos
El año pasado el Banco Mundial propuso la
creación de una asociación forestal mundial que
enlace procesos locales y globales y promueva la
reflexión sobre las necesidades y opiniones de los
interesados directos locales en la toma de
decisiones internacionales. Apartándose de sus
prácticas tradicionales, el Banco Mundial
encomendó al IIED una evaluación independiente
sobre esta idea.
Agradecimientos
Mike Arnold (RU); Edmund Barrow (Kenia);
David Edwards (RU); Emile Frison (Italia);
Jamie Gordon (Suiza); Eva Haden (Suiza);
David Kaimowitz (México); Masego
Madzwamuse (Botsuana); Stewart Maginnis
(Suiza); Barbara Nakangu (Uganda); Robert
Nasi (Indonesia); Sten Nilsson (Austria);
Rudy Rabbinge (Países Bajos); Don Roberts
(Canadá); Jeff Sayer (Suiza); Liz Schmid
(Suiza); Mark Smith (Suiza); Andrew Walker
(Australia); Andy White (EE. UU.); Caterina
Wolfangel (Kenia).
Los editores y los autores son responsables
de sus propios artículos. Sus opiniones no
representan necesariamente las opiniones
de la UICN.
En julio, IIED divulgó el resultado de la
evaluación –que recogió las opiniones de más
de 600 expertos forestales que respondieron al
estudio o participaron en grupos de concentración
en Brasil, China, Ghana, Guyana, India, Rusia y
Mozambique, o en reuniones internacionales.
IIED también examinó más de 50 iniciativas para
identificar los posibles socios y los vacíos que
podrían llenar.
La opinión general fue que la alianza sería una
buena iniciativa pero que el papel del Banco
Mundial debía circunscribirse a ser uno de los
tantos facilitadores y no el “director” central.
AV37 2008
Entre las principales recomendaciones sugeridas
se incluyen:
• Empoderamiento de los “interesados directos”
clave, tales como los habitantes de los bosques,
para situar en el centro sus derechos,
conocimientos y necesidades;
• Mejoramiento del apoyo financiero a actividades
que apoyan necesidades locales o bienes públicos
globales como el almacenamiento de carbono;
y la
• Interacción eficaz con otros sectores como los de
agua y agricultura, en los que suelen incrustarse
las causas subyacentes de los problemas de los
bosques y sus soluciones.
Daniela Gomes Pinto y Mario Monzoni de la
Fundación Getulio Vargas, quienes ayudaron a
coordinar el extenso proceso de consultas en Brasil,
informaron: “Los brasileños consultados señalaron
que se necesita una asociación forestal mundial para
elevar el perfil de los bosques, detener las fuerzas de
la deforestación, y apoyar a quienes desean practicar
la gestión forestal sostenible. Debe diseñarse a nivel
mundial, pero dirigirse a nivel nacional –una
asociación para el mundo, no para el Banco Mundial”.
El Banco Mundial acogió el informe, que solicita
como siguiente paso la formación de un “grupo de
desarrollo” de líderes forestales y ambientales,
principalmente del Sur, que puedan reunirse y
contribuir al desarrollo de la iniciativa. Contarían
con el apoyo de un pequeño grupo de instituciones
internacionales progresistas, incluyendo la UICN.
Para información adicional: contacte a:Stewart.Maginnis@
iucn.org o a [email protected] o visitewww.iiedgfpconsultation.org
Guías para la identificación
de productos forestales
sostenibles
El WRI y el WBCSD publicaron recientemente dos
guías sobre la adquisición de madera y productos de
papel sostenibles. Están diseñadas para ayudar a los
clientes del sector público o privado a desarrollar
sus propias políticas de aprovisionamiento,
sirviendo a la vez como herramienta de ventas y
comercialización para los proveedores. El objetivo
final es ayudar a expandir el mercado para productos
sostenibles a base de madera y papel.
Las guías giran en torno a diez preguntas que
abarcan, por ejemplo, aspectos sobre la verificación
de terceros, el uso de fibras recicladas, y los impactos
sobre las comunidades locales y pueblos indígenas.
Ambos documentos, Sustainable Procurement of
Wood and Paper-based Products: an Introduction y
Sustainable Procurement of Wood and Paper-based
Products: Guide and Resource Kit, se pueden
descargar desde www.SustainableForestProds.org.