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CHILEAN EAGLES COLLEGE DEPARTAMENTO DE CIENCIAS SUBSECTOR BIOLOGÍA PROFESORA SOLEDAD ALDAY M. GUÍA DE ESTUDIO BIOLOGÍA ELECTIVO: CÉLULA, GENOMA Y ORGANISMO I TEMA: SISTEMA CIRCULATORIO Los procesos metabólicos de todas las células requieren un constante suministro de alimento y de oxígeno, y una constante eliminación de productos de desecho. Para esto los seres humanos y todos los animales de mayor tamaño han desarrollado un sistema interno de transporte, el sistema circulatorio. El sistema circulatorio está encargado principalmente, del transporte de sustancias, por lo que cumple las siguientes funciones: Respiratoria: Mediante el transporte de O2 y CO2 Nutricional: Gracias a la distribución a los distintos tejidos de los aminoácidos, azúcares y otros nutrientes obtenidos durante la digestión de los alimentos. Defensa: Mediante la producción de anticuerpos y la circulación de células capaces de inactivar a los agentes patógenos provenientes del medio externo. Homeostática: Al regular la concentración de iones de hidrógeno presente en las células y el plasma (pH); y mediante el “transporte” del calor derivado de las reacciones exergónicas. Es decir, interviene en la regulación de ácidos, bases y agua de las células y mantiene la temperatura corporal. Regulación específica: Al transportar hormonas, enzimas y vitaminas necesarias para que ocurran los procesos metabólicos básicos del organismo. Los vehículos que sirven como medio de transporte son la sangre, en la mayor parte del sistema y la linfa. Estos líquidos viajan en el interior de un sistema de tubos llamados vasos que, en conjunto forman el sistema vascular. Una porción de este sistema está modificado formando una bomba, el corazón, que impulsa la sangre de modo que circule a gran presión. El sistema completo se llama Sistema Cardiovascular. La parte constituida por la linfa y las estructuras relacionadas con ella, principalmente vasos y ganglios, se llama Sistema Linfático. COMPONENTES DEL SISTEMA CARDIOVASCULAR SANGRE: La sangre que hay en el ser humano constituye, aproximadamente, el 8% del peso corporal, lo que en un hombre promedio corresponde a unos 5,6 litros. Está compuesta de elementos celulares o figurados y de plasma. Los elementos figurados corresponden a: Glóbulos rojos, Eritrocitos o Hematíes: Son células bicóncavas, de 7 a 8 µm de diámetro y de 1 a 2 µm de espesor. No pueden desplazarse en forma activa, sino que flotan en la corriente sanguínea impulsados por el bombeo del corazón. Carecen de núcleo y mitocondrias, se originan en la médula ósea y viven un promedio de 120 días hasta ser fagocitados por las células macrófagas del hígado y el bazo. En un hombre hay 5 millones por mm³ de sangre y en una mujer 4,5 millones por mm³. Cada glóbulo rojo contiene aproximadamente 265 millones de moléculas de hemoglobina, pigmento rojo que da el color característico a la sangre y responsable principalmente del transporte de O2 y en menor cantidad de CO2, ya que contiene hierro lo que le permite unirse a la molécula de oxígeno. Cabe destacar que la mayor cantidad de CO2 se transporta disuelta en el plasma. Glóbulos blancos o Leucocitos: Son más grandes en tamaño que los eritrocitos, carecen de hemoglobina y poseen núcleo. Se distinguen al menos 5 tipos diferentes en base a sus propiedades de tinción y a la forma de sus núcleos. En general presentan una forma irregular. Su número promedio es de 7000 a 8000 por mm³ de sangre, sin embargo, durante infecciones bacterianas su número aumenta considerablemente, y de forma rápida. Son las unidades móviles del sistema de protección del cuerpo, el verdadero valor de estás células radica en que la mayor parte de ellos es transportado en la sangre hacia las áreas de inflamación para construir una defensa potente y rápida contra cualquier agente infeccioso. Se originan en la médula ósea y en el bazo. Plaquetas o Trombocitos: Se encuentran en un número aproximado de 250000 a 300000 por mm³ de sangre. Las plaquetas se forman a partir de fragmentos de citoplasma que se desprenden de células gigantes de la médula ósea llamadas megacariocitos. Tienen un diámetro aproximadamente igual a la tercera parte de los glóbulos rojos, y su ciclo de vida es de 4 días aproximadamente. Su principal función es la coagulación sanguínea (Hemostasis), es decir formar coágulos para impedir la pérdida de sangre. PLASMA: El plasma sanguíneo es una mezcla compleja de proteínas, aminoácidos, carbohidratos, grasas, sales minerales, hormonas, enzimas, anticuerpos, gases disueltos, etc. Es ligeramente alcalino, con un pH de 7,4. Sus principales constituyentes son el agua (90 a 92%) y las proteínas plasmáticas (7 a 8%). Las principales proteínas plasmáticas son: Fibrinógeno: Se sintetiza en el hígado y es una de las proteínas plasmáticas que participa en la hemostasis. Albúmina: Es la más pequeña y abundante de las proteínas plasmáticas, se sintetiza en el hígado y es liberada a la sangre de manera mas o menos continua, su función es mantener la presión osmótica de la sangre, impidiendo la pérdida excesiva de líquido hacia la matriz extracelular de los tejidos. También transporta grasas en el plasma en forma de gotas lipoproteínas llamadas quilomicrones. Globulinas: Son de tres tipos: α (alfa) globulinas, β (beta) globulinas y γ (gamma) globulinas. Las alfa y beta globulinas participan en la regulación del contenido de agua de las células y los líquidos; además, se combinan de forma reversible con varias sustancias y actúan como vehículos de las mismas para su transporte. Las gamma globulinas son ricas en anticuerpos, los cuales otorgan inmunidad para ciertas enfermedades infectocontagiosas, tales como: rubéola, sarampión, etc. VASOS SANGUÍNEOS: Los vasos sanguíneos son una red de conductos especializados en el transporte de sangre desde el corazón al cuerpo y viceversa. Hay tres clases de vasos sanguíneos: Arterias, capilares y venas. Las paredes de arterias y venas se encuentran formadas por tres capas. Desde fuera hacia adentro son: Túnica externa o adventicia, túnica media y túnica íntima. Los capilares solo poseen esta última. La túnica externa está constituida por tejido fibroso, fuerte y flexible. Esta capa permite que los vasos se mantengan abiertos y no se desgarren frente a los movimientos corporales. La túnica media está formada por un músculo liso y fibras elásticas, el tejido muscular permite que los vasos varíen su diámetro; las fibras elásticas le profieren al vaso la capacidad de dilatarse y recuperarse frente al paso de sangre. La túnica íntima está formada por un delgado conjunto de células que revisten el vaso en su interior y que están en contacto con la sangre en el lumen del vaso. Arterias: Están encargadas de llevar la sangre desde el corazón a los distintos órganos del cuerpo. Las gruesas paredes elásticas le permiten variar el diámetro en función de la cantidad de sangre que circula en ese momento. Esto permite mantener una presión sanguínea estable. Dentro de cada tejido u órgano, la arteria se ramifica para dar origen a arterias de menor diámetro llamadas arteriolas, que actúan como válvulas de control a través de las cuales la sangre pasa a los capilares. Capilares: Su función es permitir que ocurra el intercambio de nutrientes, gases, desechos, hormonas, electrolitos y otras sustancias entre la sangre y los tejidos. Vénulas: Reúnen la sangre de los capilares y se juntan unas con otras para formar las venas. Venas: Están encargadas de retornar la sangre al corazón. Una vez que la sangre ha recorrido las arterias y capilares, comienza a circular por las venas con su carga de CO 2 y desechos metabólicos. A diferencia de las arterias, poseen a lo largo de su recorrido válvulas que impiden el retroceso de la sangre. CORAZÓN: Está formado por tres capas de tejido que desde fuera hacia adentro son: Pericardio, miocardio y endocardio. La más interna o endocardio, es una delgada capa de células lisas y planas. El miocardio es una capa de fibras musculares, que le dan al corazón la capacidad contráctil. Finalmente está el pericardio que reviste al corazón. Anatómicamente, se pueden distinguir un corazón “derecho” y uno “izquierdo”, que se subdividen a su vez en dos cavidades superpuestas, las superiores denominadas aurículas y las inferiores ventrículos. Cada aurícula se comunica con su ventrículo correspondiente a través de un orificio auriculoventricular en donde se encuentran empotradas dos válvulas: a la izquierda la bicúspide o mitral, y a la derecha la tricúspide. La acción del bombeo efectivo del corazón requiere un flujo unidireccional de sangre desde el lado venoso al lado arterial. La función de proporcionar dicha unidireccionalidad depende de las 4 válvulas cardiacas localizadas en la entrada y salida de ambas cavidades ventriculares. La válvula aórtica y pulmonar, o válvulas semilunares, situadas a la salida de los ventrículos izquierdo y derecho respectivamente, su función es evitar el reflujo de sangre desde el sistema arterial al corazón. CICLO CARDIACO: El ciclo cardiaco consiste en un periodo de relajación llamado diástole, durante el cual, el corazón se llena de sangre, seguido de un periodo de contracción llamado sístole, que permite expulsar la sangre hacia el territorio sistémico y pulmonar. El ciclo cardiaco es el periodo que transcurre entre el inicio de un latido hasta el inicio del siguiente, cada latido dura 0,85 segundos, los cuales se dividen en: 0,15 segundos (sístole auricular), 0,3 segundos (sístole ventricular), y 0,4 segundos (diástole auricular y ventricular). CIRCULACIÓN MAYOR Y MENOR Hay dos circuitos principales en el sistema cardiovascular del hombre: Circulación mayor o sistémica: Consiste en que la sangre es bombeada por la mitad izquierda del corazón y llega a todos los tejidos del cuerpo, y desde los tejidos vuelve a la mitad derecha del corazón con lo cual se completa el circuito. Circulación menor o pulmonar: Consiste en que la sangre es bombeada por la mitad derecha del corazón hacia los pulmones, y desde allí vuelve a la mitad izquierda, con lo cual se completa el circuito. SISTEMA LINFÁTICO Este sistema se encarga de retornar a la sangre el líquido que abandono el lecho capilar durante la circulación (líquido intersticial). Cuando este es transportado por los vasos linfáticos recibe el nombre de linfa. También tiene la función de transportar sustancias grasas absorbidas en el intestino, y que no pueden ser transportadas por los vasos sanguíneos. Además, el sistema linfático participa en la protección del organismo, a través de los linfocitos, importantes células del sistema inmune. Está formado por: Vasos linfáticos: Son un sistema de vasos conductores que transportan la linfa a lo largo del cuerpo. Tejido linfático o linfoide: Se caracteriza por la presencia de linfocitos en gran cantidad Órganos linfáticos: Son centros de producción de linfocitos, como el timo y el bazo.