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Transcript
LAS IGLESIAS EVANGELICAS
Y LA ACCION SOCIAL EN COLOMBIA
Reporte de investigación
Elaborado por:
PAZ Y ESPERANZA
Con el apoyo de:
PSO
TEAR
1.
Introducción
La presente investigación intenta dar cuenta de las percepciones del liderazgo
evangélico colombiano respecto la relación entre la misión de la iglesias y la acción
social.
El referido estudio cobra relevancia por dos razones. Primero, las iglesias están
experimentando intensos procesos de transición en cuanto a sus modos de mirar la
realidad y ejercer su misión en la sociedad; segundo, los estudios socio-religiosos dan
cuenta que las iglesias evangélicas han empezado cada vez más a visibilizarse y a
empoderarse en la esfera pública.
En términos estadísticos es posible notar un acelerado crecimiento de la población
evangélica en Colombia.
No es difícil constatar que el crecimiento de los evangélicos en las
últimas décadas es una realidad. A principios de los años 60s sólo eran el
0.43% de la población; es decir, más o menos 85.000 evangélicos entre
19 millones de habitantes. Hoy día, algunos se animan a decir que la
comunidad evangélica está formada ya por el 10% de la población.
(Moreno, 2005).
En ese sentido, es importante conocer el modo como la iglesia, desde la
percepción de su liderazgo, está procesando su rol y responsabilidad social en este
contexto.
Tomando en cuenta esta realidad, el estudio se desarrolló sobre la base de tres
objetivos:
a)
Identificar las tendencias y corrientes misiológicas respecto a la acción social y
la incidencia publica de los evangélicos en Colombia
b)
Conocer las percepciones de los líderes de la iglesia evangélica colombiana
respecto a la realidad social de Colombia y el modo como la iglesia se sitúa en este
contexto.
c)
A partir de las percepciones de sus líderes y estudiosos de la realidad
eclesiástica, plantear pistas para pensar una estrategia pedagógica y de incidencia
publica en el contexto colombiano.
2.
La iglesia evangélica colombiana
La historia de la iglesia evangélica en Colombia está muy vinculada al
surgimiento y la vida de la Confederación Evangélica de Colombia (CEDECOL),
institución que agrupa a la mayoría de iglesias y organizaciones evangélica del país.
El historiador Pablo Moreno (2001) recuerda que
…desde 1929 cuando apenas existían cuatro denominaciones en Colombia,
hubo interés en reunirse para dialogar sobre la forma más efectiva de llevar
a cabo el cumplimiento de la misión en Colombia. Esta primera reunión se
llevó a cabo en Cali, con la participación de la Iglesia Presbiteriana de
Colombia, la Unión Misionera, la Alianza Cristiana y la Iglesia
Presbiteriana Cumberland. A esta reunión siguieron otras realizadas en
Palmira, Armenia y Bogotá. En 1939 se llevó a cabo una de las más
importantes reuniones, porque congregó a doce denominaciones en la sede
de la Iglesia Presbiteriana Central de Bogotá.
Estos primeros encuentros pueden verse como antecedentes de la fundación de
CEDECOL, porque en cada una de esas reuniones existía el interés en la conformación
de un organismo que representara los intereses del pueblo evangélico.
Un dato importante es que la historia de la iglesia colombiana se dio dentro de
un contexto de violencia. Durante los primeros diez años de CEDECOL la violencia y
sus efectos al interior de las iglesias evangélicas fue el tema predominante. Al respecto
Pablo Moreno apunta que después de 1948 se desató una ola de violencia que involucró
a la población civil en las contiendas partidistas y que dejó una estela de muerte,
desapariciones, desplazamientos y pobreza. Para Moreno, la magnitud de los efectos
produjo un sentimiento de persecución que coincidía con la realidad en muchas
poblaciones del país, especialmente en el campo.
En ese sentido, es notable observar que las iglesias desarrollaron su misión en
medio de marcadas limitaciones económicas y de angustias por la desestructuración de
sus comunidades, derivándose en los desplazamientos forzosos.
Por otro, lado, la década de los 80s da cuenta de significativos cambios en el
campo religioso colombiano, en el que se expresa un explosivo crecimiento de las
iglesias, a través de la multiplicación de congregaciones.
Al inicio de los 80s CEDECOL contaba con 53 iglesias y organismos
afiliados, pero ya existía otro organismo representativo de un importante
sector de iglesias en Colombia, que se llamó ASECOL con el cual se
iniciaron acercamientos para estrechar vínculos y realizar actividades
conjuntas que permitieran el desarrollo de ministerios como el evangelismo.
Después de varios años en los que la confianza fue creciendo por medio de
encuentros y un espíritu de cooperación que los nutrió, se acordó en 1988 la
unión de los dos organismos que se vio reflejada en la sigla resultante hasta
hoy, CEDECOL. (Moreno, 2009).
Por otro lado, a principios de los 80s tuvieron una significativa repercusión en la
región dos organismos evangélicos que agrupaban a denominaciones y organizaciones
en torno a la misión de la iglesia: El Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI) y la
Confraternidad Evangélica Latinoamericana (CONELA). Ambos organismos
establecieron vínculos con iglesias o denominaciones en Colombia. De igual modo,
hicieron acercamientos con CEDECOL, pero sus líderes optaron por desarrollar
relaciones cordiales solamente.
En lo religioso el crecimiento de las iglesias afiliadas a CEDECOL y las no
afiliadas ha producido una visibilidad notable de las iglesias en Colombia. Este
empoderamiento público ha generado ciertas tensiones en el liderazgo evangélico,
especialmente debido a que determinados sectores ligados al gobierno han intentado
usar esta plataforma para fines electorales.
Por otro lado, es importante mencionar que desde CEDECOL se han creado
esfuerzos a favor de las víctimas en medio del conflicto armado. Un ejemplo notable es
la formación de la Comisión de Paz y Derechos Humanos a iniciativa de la Iglesia
Menonita de Colombia. Iniciativa de este comité ha sido la participación de CEDECOL
en la Asamblea Permanente de la Sociedad Civil por la Paz que se constituyó en una
expresión ciudadana alternativa no armada en medio del conflicto.
Alrededor de la promoción de la paz y la lucha por los derechos humanos,
aparecieron otros esfuerzos a partir de los evangélicos para enfrentar la agudización de
la violencia, como por ejemplo: Fundación de Cristianos por la Paz, presidida por el
pastor Alfredo Torres; el Plan de Acción Pastoral de las Iglesias por la Paz de
Colombia, coordinado por el Reverendo Esteban Arias de la Iglesia Presbiteriana; La
Federación de Iglesias Cristianas presidida por el pastor Darío Posada; La Comisión de
Paz de la Iglesia Luterana de Colombia presidida por Irma Rodríguez, y el Comité
Central Menonita a través de Justa Paz y el Comité de Paz de la Convención Bautista.
Las iglesias de la mayoría de estos líderes participan activamente en CEDECOL.
3.
El contexto colombiano.
3.1.
Mirando el escenario en un país marcado por las violencias
El contexto colombiano está aún marcado por el conflicto interno armado que
tiene ya casi cuatro décadas de duración. En esto inciden fundamentalmente factores de
orden estructural que hunden sus raíces en la configuración histórica del país, que han
dado como resultado estructuras socioeconómicas y políticas excluyentes que impiden
el ejercicio pleno de la ciudadanía por parte de una buena parte de la población (Vargas,
2003).
Sin embargo, hoy en día se puede observar una situación de violencia
generalizada. Las formas violentas de relación -caracterizadas por el predominio
intencionado de la fuerza para la consecución de fines, con producción de daños a las
víctimas- se han ido convirtiendo en predominantes tanto en los espacios de la vida
privada como en los de la vida pública, e igual en las interacciones políticas que en las
familiares, laborales y aún en las deportivas.
El informe de la Cooperación y Desarrollo Económico de Suiza señala que
“desde la década de 1980, un número de partes en el conflicto han sido implicados en el
tráfico de drogas y otras actividades delictivas. El conflicto se mezcla con diferentes
intereses financieros ilegales, incluyendo la expropiación de tierras y el tráfico de
drogas”.
En este sentido, Gonzalo Sánchez, sostiene que el contexto actual nos permite
hablar de una suerte de “cultura de la violencia”, la misma que tiene que ver
…no necesariamente en el sentido de una naturaleza violenta del hombre
colombiano, sino al menos, de una tendencia históricamente identificable,
explicable y recurrente de la guerra (violencia política, violencia social,
violencia revolucionaria). El término violencia expresa una hibridación de
procesos. (…) La presencia histórica de la guerra tiene vínculos
determinantes con la constitución de nuestro imaginario de nación
(Sánchez, 2003a: 36).
Hay pues en la actualidad una diversidad de contextos, escenarios, tipos y
significados de las violencias, así como cambios permanentes de su dinámica e
intensidad. En ese sentido, muchos autores sostienen que es importante hacer la
diferenciación entre la violencia política, que se asigna a la guerrilla, y la "común", en la
que se podrían incluir fenómenos tan disímiles como el narcoterrorismo, el asalto
bancario, las matanzas o la violencia doméstica y barrial.
El conflicto colombiano reviste de una complejidad particular por varios
factores: su duración, los múltiples problemas que lo origina, y además porque en los
últimos años se han sumado otras formas de violencia, como las bandas emergentes, el
narcotráfico, el pandillismo que se expande cada vez más.
Por otro lado, en medio de los esfuerzos por combatir a los “guerrilleros” y paramilitares, la atención integral a los refugiados y desplazados, aparece el desafío social y
político para incidir sobre las causas estructurales del conflicto y la miseria.
3.2. Mirando el escenario de la pluralidad religiosa y el rostro ciudadano de las
iglesias
Al igual que en muchos países de América Latina, Colombia ha devenido cada
vez más en una sociedad religiosamente plural y diversa. Pero, lo que es interesante
observar es el modo como la relación entre la religión y la política han empezado a
fortalecerse cada vez más.
Por un lado, los gestores de la fe cada vez más están incorporando en su agenda
los temas ligados a la participación en la gestión pública. Por otro lado, se pude
observar en el contexto Colombia lo que algunos teóricos y actores del desarrollo
reconocen hoy que el capital espiritual es uno de los componentes fundamentales para
generar procesos de concientización personal y colectiva, así como impulsar desarrollos
sostenibles y promover culturas de equidad o inclusión, sobre todo en aquellos
contextos en donde existen aún hondas fracturas sociales y heridas colectivas producido
por estructuras de violencia y sistemas marcados por culturas de autoritarismo.
Los estudios rigurosos sobre desarrollo dan cuenta de la importancia del capital
espiritual y de los actores religiosos en los procesos de cambio social. A este respecto,
Norbert Lechner, quien junto a otros investigadores realizó una serie de estudios sobre
Desarrollo Humano para el Programa de la Naciones Unidas (PNUD) en Chile,
encontró dos datos significativos: a) "Las personas tienden a expresar aspiraciones
referidas así mismas o su familia, deseos de cambio social, pero al mismo tiempo de
superación personal, de poder ‘ser sí mismo’ y tener ‘una vida espiritual más plena”. b)
Las iglesias y grupos religiosos constituyen un importante capital que logra conectar el
mundo subjetivo de la gente con las demandas sociales. A partir de esta constatación,
Lechner reflexiona: "[Hoy] ya no se trata de "cambiar el mundo" como en los años
sesenta, sino de "cambiar de vida". Este planteamiento contrasta claramente con las
opciones economicistas de la modernización y el desarrollo que no tomaron en cuenta
las dimensiones subjetivas del cambio.
Por otro lado, diversas investigaciones dan cuenta que las comunidades de fe o
movimientos religiosos constituyen espacios importantes desde los cuales se construyen
relaciones de confianza tanto a nivel personal como social, procesos de reciprocidad y
compromiso cívico. Precisamente, son estos factores los que permiten la construcción
del capital social, el cual –como sostienen teóricos como Robert Putnam o James
Coleman–, constituye un factor fundamental para la sostenibilidad de los proceso de
desarrollo y gobernabilidad democrática.
De igual modo, investigadores sociales que en el pasado concibieron las
prácticas religiosas ligándolas solo al ámbito de las espiritualidades individualistas o a
ritualidades desencarnadas de la realidad, han empezado a pensar que en determinados
contextos los grupos religiosos o comunidades de fe pueden constituirse en factores
importantes para contribuir a la generación de procesos de cambio en sociedades en
donde las inequidades y las exclusiones aún existen.
En ese sentido lo que observamos es una tendencia cada vez más marcada hacia
una
suerte
de
“ciudadanización”
de
las
espiritualidades
y
una
forma
de espiritualización de las prácticas ciudadanas. Sin embargo, lo que es más interesante
observar hoy son los presupuestos o formas de entender la espiritualidad pública desde
los cuales los sectores religiosos construyen sus discursos sociales y desarrollan ciertas
acciones ciudadanas.
Lo que aquí observamos es, primero, un interesante proceso de desprivatización
del campo religioso, que supone que los grupos o movimientos religiosos se niegan
cada vez más a aceptar el papel marginal y privatizado que les había reservado
ciertas teorías clásicas de la modernidad y de la secularización (Casanova, 1994).
Segundo, hay aquí un interesante proceso de re-significación de los discursos y
ritualidades sagradas públicas así como de los viejos dilemas de entendimiento entre lo
sagrado y lo secular, “lo espiritual” y “lo mundano”, la sacralidad privada y la
espiritualidad pública, la conversión religiosa individual y las preocupaciones por las
transformaciones estructurales.
Tercero, Se observa en este proceso la construcción de diversas estrategias de
comunicación pública en el que la apropiación de los medios es un factor fundamental.
Esto da cuenta, además, que la gestión contemporánea de las creencias se mueve con
mucho más fluidez en el mundo secular, pero que al mismo tiempo revela que ciertos
actores religiosos han entendido que no se trata solo de difundir o hacer pública la
creencia, sino también de empoderarse en la gestión de lo público, en la administración
de lo político desde los espacios públicos en el que los otros se mueven.
Cuarto, la emergencia pública de los sectores religiosos vuelve a plantear la
discusión no solo sobre el modo como se tejen hoy los vínculos sociales y las utopías
colectivas, sino también el modo como las prácticas culturales que se construyen desde
las subjetividades están incidiendo en los proyectos de cambio y de transformación
social en el continente. Pero, a la vez nos plantea la discusión sobre la importancia de
entender los imaginarios desde los cuales sectores sociales históricamente excluidos,
como lo son muchos de los grupos religiosos latinoamericanos, se apropian del espacio
público en un contexto de pérdida de seguridades y certidumbres.
4.
Metodología
Este estudio corresponde a una indagación de carácter básicamente cualitativo
debido a que el interés de la misma está enfocado más que a construir un mapa
cuantitativo de la realidad eclesiástica colombiana, de lo que se trata es de mirar el
contexto y sus actores a partir de la percepción y las preocupaciones de líderes claves de
la comunidad evangélica en Colombia.
En ese sentido, desarrollamos la información para el análisis se consiguió de la
siguiente manera:
a) Entrevistas cualitativas: Aplicamos entrevistas cualitativas a abiertas a:
- 18 líderes nacionales de las diferentes denominaciones y organizaciones de
Colombia
- 6 expertos o estudiosos de la realidad de las iglesias evangélica en Colombia.
b) Grupos de enfoque: Desarrollamos tres enfoques de grupo con líderes de diferentes
denominaciones y ministerios. Reunimos a 13 líderes y pastores en Pasto, 27 líderes
en Barraquilla y 8 líderes en Bogotá.
c) Participación en reuniones de líderes: Participamos en la Asamblea Nacional de
CEDECOL, un taller sobre misión integral en Pasto.
d) Lectura de documentos e investigaciones previas. El trabajo de campo también
incluyó lectura de dos estudios: la investigación sobre “la acción social de las
iglesias evangélicas de Colombia, coordinado por Pablo Moreno, y el mapeo sobre
iglesias evangélicas e incidencia social en Colombia”, coordinado por el Centro
Regional Ecuménico de Acción y Servicio.
5.
Hallazgos (en y desde la iglesia):
5.1. Percepción sobre el contexto y sus problemas
Como en muchos contextos latinoamericanos, Colombia es un país marcado por
la intensidad de los problemas sociales y políticos. En este contexto, lo que observamos
es que los líderes de las iglesias son cada vez más conscientes de su presencia y del
impacto que están causando en la vida de los creyentes y en la propia sociedad más
extendida.
Los más identificados por los líderes de iglesias son aquellos que podríamos
ubicarlo en la categoría de problemas vinculados a algún tipo de moralidad personal
o familiar, tales como la desintegración familiar, el maltrato infantil, la drogadicción, la
homosexualidad, la idolatría, etc. En un siguiente nivel mencionan los problemas que se
ubican en la categoría de lo que podríamos llamar la falta de acceso a la justicia o
abuso de autoridad, como por ejemplo, la corrupción política, el desempleo. El tercer
lugar, se mencionan aquello problemas de carácter social y cultural, tales como, el
racismo, la indiferencia ante los necesitados, el consumismo, etc.
Es importante notar que los problemas vinculados a la moralidad personal o
individual tienden a ser mencionados en primer orden. El discurso alrededor de estos
problemas tiende a vincularse de manera cercana con la carencia de los valores
cristianos.
En ese mismo sentido, la mayoría de líderes muestras una particular preocupación
por el modo como, desde su perspectiva, hay una fuerte tendencia hacia la
desintegración familiar. Esto está ligado con el imaginario evangélico que sostiene la
idea de que la familia es un elemento más fundamental para el desarrollo de la
sociedad.
…si la familia no establece los valores, la sociedad se corrompe¨. Si la
familia, entendida como madre, padre e hijos, no inculca los valores
necesarios a sus hijos, la sociedad sufre. (Pastor Sandro Ceballos, Pasto)
Desde la perspectiva de los líderes, principalmente el homosexualismo, el
divorcio, el aborto y el madre-padre-solterismo son los problemas sociales que más
afectan la estabilidad espiritual de la familia.
El abuso sexual y el maltrato infantil son problemas abiertamente identificados.
Estos son considerados como problemas que amenazan el bienestar de los niños y de la
familia. También se hace referencia al hecho de que la prostitución infantil se ha
incrementado y se ha perpetuado, siendo los propios padres de los menores unos de los
perpetradores.
Por otro lado, los líderes identifican a la drogadicción como un problema muy
relevante en sus comunidades. Hay un claro consenso en el sentido de que el quiebre
moral de la sociedad conduce al uso y adicción a las drogas. Por otro lado, se menciona
que este problema está vinculado también a flagelo del narcotráfico.
Es interesante observar que la violencia vinculada al conflicto armado interno no
ocupa un lugar prioritario en la preocupación de los líderes evangélicos entrevistados.
Sin embargo, ellos expresan una marcada preocupación respecto a las otras violencias,
las comunes y cotidianas, como las pandillas juveniles. 1
¨La violencia es otro problema social…La guerra ha generado otras
violencias¨.
José Agustín, Pastor Iglesia Wesleyana Bogotá
1
Esto coincide con lo que algunos de los medios de comunicación colombianos han venido sosteniendo.
Por ejemplo, el 11 de julio del 2010 el Diario del Tiempo de Bogotá, sostuvo: “El año pasado, 29.433
personas murieron en Colombia en forma violenta, de acuerdo con el más reciente análisis del Instituto
Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses. Según el informe 'Forensis', sobre las lesiones fatales y
no fatales que se producen en el país y sus causas, en el 2009 se presentó un aumento cercano al 10 por
ciento del número de muertes violentas, con respecto al 2008. Dos fenómenos inciden mayoritariamente
en este preocupante crecimiento: con 17.717 casos, los homicidios registraron un incremento del 16,2 por
ciento, y las muertes violentas por motivos indeterminados subieron 19,4. Asimismo, los 1.845 suicidios
aportan su parte, lamentablemente, a la estadística”.
A partir del surgimiento de las nuevas expresiones de violencia se genera un
problema social paralelo como es la falta de acompañamiento a las víctimas de estas
otras violencias.
Otra categoría de problemas sociales identificados es la falta de acceso a
servicios básicos como la educación, la justicia, trabajo.
Por otro lado, se identifican problemas relacionados al mal uso del poder y de la
corrupción.
Hemos visto que el gobierno envía unos recursos a la gente muy
necesitada. Pero hay también gente que está recibiendo a pesar que no los
necesita… Hay muchas personas que no cumplen con los requisitos para
recibir los alimentos del programa de acción para familia pobres, pero
igual reciben.
Angélica Narvales, Ministerio de sanidad y restauración El Shadai, Pasto.
La pobreza es un problema mencionado de manera recurrente. En esta línea, se
menciona al desempleo como una de las consecuencias derivadas de la situación de
pobreza que viven especialmente los sectores ubicados en los márgenes de las ciudades
o en el contexto rural. En este aspecto, ha sido muy interesante ver las distintas
connotaciones que tiene el concepto de pobreza. Por ejemplo, muchos líderes de
Barranquilla sostienen que lo que se ha construido es una suerte de “cultura de la
pobreza” 2.
En Pasto, encontramos que la percepción sobre la pobreza está logada a las
inequidades respecto a la distribución de la riqueza por parte del Estado. En ese
sentido, se observa una sentida preocupación sobre las estrategias a veces reñidas con
la ley y las buenas costumbres de la que la gente hace uso para superar la pobreza. Por
ejemplo, el caso de “las pirámides” 3 es algo que ha golpeado fuertemente a la
población. Por otro lado, se hace mención que muchas mujeres ingresan al campo de la
prostitución para salir de la pobreza.
En el caso de Pasto, los líderes coinciden en señalar que una de las causas de los
casos de suicidio es la falta de recursos económicos que devienen en una situación de
desesperanza en la gente.
2
La idea de este concepto está referido al hecho de que la pobreza es concebida como un problema de
mentalidad. Esto contrasta con el enfoque estructural de la pobreza. Desde esta cosmovisión, muchos
líderes asumen que la gente es pobre porque no han superado aquella mentalidad que no les permite salir
de la situación de miseria.
3
La denominada crisis o escándalo de las pirámides son los nombres dados en Colombia a una serie de
acontecimientos ocurridos en 2008 dados a raíz de la quiebra e intervención estatal de varias empresas
que, bajo diferentes figuras, ofrecían grandes retornos de inversión a sus clientes y que han sido acusados
por las autoridades colombianas de actividades ilegales tales como esquemas piramidales, captación ilegal
de dinero y lavado de dinero.
El desplazamiento forzado es aún un problema latente. Se menciona que la
iglesia se encuentra con muchas familias que tienen serias dificultades de inserción en
las comunidades a las que se han desplazado.
Es importante seguir acompañando a las víctimas
Jenny Neme, JUSTAPAZ
Tomando en cuenta que hay una fuerte tendencia de casos de violencia contra la
mujer en América latina, se esperaba que este flagelo apareciera con mayor fuerza. Sin
embargo, ésta no apareció entre los primeros problemas sociales mencionados
inicialmente. Pero, es importante mencionar que cuando logramos una mayor confianza
con los entrevistados, se menciona a la violencia domestica como un problema relevante
y crítico. Una posible explicación es que esta violencia es invisibilidad por otras
violencias.
La violencia contra la mujer y los niños es un problema muy fuerte pero muy
oculto. Es un tema muy difícil porque también leemos que esto ocurre casos de
violencia entre las parejas pastorales. Jenny Neme
Es interesante notar que entre los entrevistados no se observó una preocupación
mayor por la realidad e incidencia del VIH a nivel nacional; sin embargo, encontramos
entre los líderes de las iglesias de Pasto lo identifican como uno de los problemas
relevantes en su región. Esto es curioso debido a que, según los datos ofrecidos por el
Ministerio de Protección social, la prevalencia del VIH en el departamento de Nariño no
está entre los más altos del país.
Algunos líderes entrevistados sostienen, en el mismo sentido, que este es uno de los
problemas “que la iglesia no quiere ver” 4.
Un problema mencionado tangencialmente es el referido a la contaminación
ambiental.
La realidad exige que se viva con intensidad lo que se cree. El contexto
colombiano ha obligado a las iglesias a que se planteen el tema de lo
social, y no tanto el tema de lo cultural o lo ecológico. Lo político y social
está cobrando relevancia ( Jairo Roa, Visión Mundial).
5.2.
Causas de los problemas:
Los líderes de la iglesia evangélica en Colombia identifican una variedad de
causas a estos problemas presentes en la sociedad. Estas caen naturalmente en varias
categorías: 1) causas espirituales, como la carencia de valores cristianas e la sociedad,
2) causas políticas, como el mal al uso de poder, 3) causas institucionales, como la
falta de credibilidad por parte de las instituciones del Estado y de una vigilancia activa
por parte de las organizaciones de la sociedad civil. Se hace explícitamente menciona la
responsabilidad que tienen la iglesia y 4) causas culturales, como patrones que han
4
Entrevista a David Perez, Barranquilla
llegado a ser normales y aceptados culturalmente, como el consumismo, el libertinaje a
nivel de las relaciones familiares y sociales, ciertas prácticas religiosas o espiritistas
ancestrales, etc.
En general se observa una fuerte tendencia en la iglesia evangélica en Colombia
de relacionar las causas de los problemas sociales identificados con el hecho de que la
sociedad se ha alejado de Dios o con la carencia de valores o influencia de la iglesia en
la sociedad. Se perciben las causas de los problemas de carácter moral como una suerte
de vacío o “relajo” espiritual.
… Estos problemas que observamos son el resultado de que la gente no
ha tenido un encuentro personal con Jesús.
Colombia votó en contra de la formación del estado de Israel; entonces
de alguna manera eso incide en que haya violencia en Colombia.
Cuando llegaron los misioneros, se derramaba mucha sangre. Se
mataban a los misioneros, se quemaron iglesias con toda la gente
adentro. Por eso se dice en el ambiente colombiano que el país está
pagando por estos pecados
Focus group-Pasto
Desde una perspectiva teológica reconstruccionista 5 se plantea que la iglesia ha
relegado su responsabilidad de influir para afirmar lo valores cristianos en otros
espacios e instituciones seculares. La mayoría de líderes están convencidos de que si la
iglesia participara más activamente los males se aminorarían.
Mucha responsabilidad es nuestra – de la iglesia. Nosotros como siervos
del Señor, cada uno de nosotros nos montamos en nuestro caballo y
velamos solo por nuestro bienestar. Y nos olvidamos que el Señor nos
manda a rescatar al mundo – a obrar en el mundo.
Rodrigo Barreto Gonzales
Cali
Otra de las causas está relacionada con la crisis familiar. Igual que en muchos
otros países de la región, la iglesia colombiana prioriza el bienestar de la familia como
un eje central del desarrollo de la sociedad. En ese sentido, la integración familiar es de
suma importancia. Las distorsiones y quiebres en la familia nuclear compuesta por un
padre, una madre e hijos es visto como una de las causas de todo problema social.
Desde esta lógica, una mala formación moral resulta trae consigo un sociedad
5
El reconstruccionismo es una corriente teológica cuya propuesta fundamental es la reconstrucción de la
Teocracia en la sociedad moderna. El reconstruccionismo es una teología política nacida en los Estados
Unidos en los años 60, pero adquirió fuerza en nuestros países latinoamericanos a partir de los años 80.
La esencia de su metodología, según el teólogo Bernardo campos, consistió en reemplazar la visión
pesimista de la escatología pre milenarista que imperaba en los sectores evangélicos, por una visión más
optimista de las realidades terrenales, partiendo de una perspectiva de tipo post-milenial. A partir de una
particular lectura de Génesis 1: 26, los, también denominados, teólogos del dominio creen que Dios
comanda a los cristianos a traer a todas las sociedades, alrededor del Mundo, bajo el imperio de la palabra
de Dios.
ciudadanos y ciudadanas sin los valores necesarios construir una “sociedad
espiritualmente saludable”.
“si la familia no establece los valores, la sociedad se corrompe”
Victor Marengo- Bogotá
Por otro lado, se menciona que muchos de los problemas que experimentan los
colombianos tienen su raíz en el mal uso del poder especialmente por parte de las
autoridades gubernamentales. Se reconoce, en ese sentido, que el poder usado
injustamente puede contribuir a extender las iniquidades y las brechas sociales y
económicas. Se menciona, en ese sentido, que esto se puede observar en situaciones
como la falta de acceso de ciertas personas a la educación, salud, seguridad y otros
derechos básicos. También se puede observar en hechos como la priorización de
familiares o amistades para beneficiarlos con los programas gubernamentales de
asistencia social, pero también incluye la formación de políticas del estado que
favorecen a algunos y marginan a otros. Ha sido recurrente la mención, en ese sentido,
que desde el Estado se observa muchísimo favoritismo político y tráfico de influencias
en la administración de los programas sociales.
Por otro lado, se reconoce que otra de las causas es la pasividad o la falta de
influencia de la iglesia en la sociedad y más específicamente en la esfera pública. Se
afirma que esto se debe, entre otras razones, por falta unidad en la iglesia.
Somos la iglesia del Señor, pero creo que nuestro impacto es muy
poco en la sociedad porque creo que el diagnóstico es muy triste….
Hemos trabajado, pero ha sido de una influencia muy poca a la
sociedad… porque nos ha faltado la unidad… ha habido confusión en
las doctrinas y nos hemos encerrado en eso. Por qué es que vemos la
violencia y la inseguridad y no estamos haciendo más
Rolando Rincón
Cristo para la Ciudad – Bogotá
5.3.
Responsables de los problemas sociales:
En general se menciona a tres actores como responsables de los problemas
sociales: El estado, porque hace mal uso del poder y administra la vida pública sobre la
base de los privilegios; la sociedad, porque se mantienen en una situación de pasividad
y conformismo; la iglesia, porque se ha callado y no logrado tener poder para
influenciar.
La mayoría de los líderes entrevistados coinciden en señalar que la iglesia es una
de los responsables de los males de la sociedad. Sin embargo esta responsabilidad es
adjudicada más por omisión que por acción directa.
Muchos reconocen que la iglesia tiene una gran responsabilidad en el sentido de
que tiene la capacidad para trabajar a favor de la comunidad y del bien común a través
de la concientización y socialización de los valores cristianos.
Sin embargo, el tema de la participación pública de determinados líderes
evangélicos en las esferas del poder está generando una interesante controversia. Hay un
extenso sector que se entusiasma con la idea de resolver los problemas de la sociedad a
partir de colocar representantes evangélicos en el gobierno, lo cual da cuenta de cierta
visión etnocentrista del ejercicio ciudadano.
La predicación del evangelio por todos lados contribuye mucho. El país
ha estado muy alejado de Dios.
José Tejada- Barranquilla
…Si tuviéramos representantes la iglesia no sería marginada.
etc.
Orlando Ordoñez- Pasto
Sin embargo, hay algunos líderes que empiezan a plantear una mirada crítica a
esta lógica de la participación pública de la iglesia
Carlos Sanchez- Pasto
Los políticos cristianos deberían recordar cuál es la misión de la iglesia y
hacer gestiones que beneficien a la misma.
Orlando Ordoñez- Pasto
Pero el papel de la iglesia no es poner gobernantes, sino el papel de la iglesia es,
según lo que dice Timoteo también es orar por nuestros gobernantes y trabajar
por los desposeídos, trabajar por la gente necesitada. Eso es ser luz en medio de
las tinieblas. Y creo que va a haber un momento que ya no hayan tinieblas, eso
es cuando venga el Señor. Yo no creo que la situación vaya a mejorar mucho si
ponemos gobernantes.
6. La corrientes evangélicas en relación con la acción y la incidencia social
Dada la diversidad y la movilidad del campo evangélico colombiano, resulta
difícil construir una sola tipología para describir las tendencias respecto al modo como
se aborda la acción social desde las iglesias. Tomando en cuenta la lectura de estudios
locales de la realidad evangélica colombiana y las entrevistas realizadas para este
estudio podemos consignar el siguiente mapa:
a) Desde la perspectiva de la institucionalidad denominacional, encontramos los
siguientes sectores:
- Protestantismo histórico ecuménico: Este sector ha afirmado la obra social como
parte estructural de su misión. (Luteranos, Metodistas, Anglicanos y un sector de
los Presbiterianos )
- Protestantismo histórico: denominaciones con mayor trayectoria que surgieron
de la Reforma (Luterana, Calvinista, Anabaptista, Anglicana)
- Pentecostalismo clásico: Denota una perspectiva más asistencialista. Algunos
sectores animan esfuerzos cooperativos (proyectos trabajados por miembros de
la iglesia, productos para gente de iglesia a precio especial).
- Sector carismático o neo-pentecostal: Este sector tiene una tenencia mas
asistencialista, pero con tendencia a ¨impactar en la sociedad¨. Generalmente son
muy puntuales en sus proyectos sociales. Han irrumpido fuertemente en los
medios, y por lo tanto de este modo se han visibilizado mucho más que otros
sectores en la sociedad. ¨Se mueven bajo la lógica de conquistar el poder
político¨
b) Desde la perspectiva de la concepción/relación con el poder político encontramos
cuatro sectores:
- Aquellos que construyen su identidad basada en la defensa de las instituciones
evangélicas y una presencia más efectiva de la iglesia en la sociedad.
- Aquellos que defienden la defensa de los valores morales más conservadores,
como por ejemplo, la lucha contra el aborto, la salud de la familia, corrupción moral.
A partir de este presupuesto, desarrollan esfuerzos públicos con la intención de
colocar estas preocupaciones en la esfera pública.
- Aquellos que asumen la obediencia al gobierno como obediencia a la autoridad
basada en la carta del apóstol Pablo a los Romanos, capitulo13: 1-7.Este sector
asume el papel de la iglesias en la sociedad desde una perspectiva
reconstruccionista, por el cual se asume que la sociedad será próspera si su los
cristianos evangélicas asumen responsabilidad de gobierno y autoridad en el país.
c) Desde la perspectiva de la acción misionera y la evangelización, encontramos la
siguientes tendencias:
- Iglesias que están en la línea del iglecrecimiento están conectados a los
evangelistas internacionales, tienen una búsqueda de estar cercano al poder.
- Iglesias pequeñas donde los pastores trabajan fielmente muchas veces con muy
pocas herramientas. Estas iglesias buscan conectarse con la realidad en que
viven.
- Aun cuando el movimiento de las iglesias de la primera tendencia es fuerte,
“siempre hay un pequeño remanente que sí quieren influenciar o ser relevantes
al contexto donde viven, que tratan de responder a la gente necesitada, a los
perseguidos, a las necesidades educativas de los niños”(Pedro Stucky)
- Iglesias que se mueven alrededor de los ministerios que en términos generales
tienen que ver con evangelismo, con el énfasis en la música, las sanidades y
milagros. El asunto es que estas iglesias solo enfatizan en este ámbito de la vida
de la iglesia.
d) Desde la perspectiva de las tensiones entre la evangelización y la acción social
encontramos las siguientes tendencias:
-
Perspectiva asistencialista: Muchas iglesias y ministerios evangélicos se han
involucrado en esfuerzos de acción social porque asumen que la iglesia no
puede cerrar los ojos frente a la realidad. Sin embargo, muchos de ellos asumen
la obra social como una estrategia para “ganar almas para Cristo”.
En esta primera categoría podemos ubicar a las iglesias que impulsan proyectos
sociales en respuesta a los males y problemas de la sociedad desde la lógica de
la misericordia.
Generalmente la acción social que animan estas iglesias no está conectada a una
reflexión teológica sobre la diaconía o el servicio. Más bien, este
involucramiento está marcado por la lógica de la denominada “caridad
cristiana”.
-
Perspectiva del servicio para ganar poder público: Otro sector de las iglesias
y organizaciones evangélicas orientan sus esfuerzos de acción y servicios
sociales motivados por el empoderamiento público, por medio del cual se asume
que la iglesia necesita acceder a los espacios públicos para resolver los
problemas de la nación. Desde esta perspectiva las iglesias desarrollan acciones
de servicio, como campañas médicas gratuitas o de la provisión de alimentos
para niños y niñas. Estos esfuerzos corresponden a una estrategia de imagen que
pretende mostrar una iglesia abierta a la sociedad y preocupada por sus
problemas. Estos esfuerzos se usa como estrategia para construir relaciones con
las instituciones estatales o públicas.
Tuvimos una incursión en la política, pero el hermano que no
representaba se mudó a Barranquilla y dejó un vació
Daniel Mojica, Barranquilla
-
El mesianismo político-religioso. Esta tercera tendencia corresponde a sectores
que animan esfuerzos de participación política desde la perspectiva del
reconstruccionismo teológico. Muchos líderes asumen que la iglesia puede
incidir en la transformación de la nación a través de sus propios representantes
en las instancias de gobierno. Esto supone que los problemas de la sociedad se
originan en la falta de representación evangélica y que la transformación del país
vendrá como consecuencia de una mayor presencia de cristianos en las esferas
de poder. Esta tendencia tiene conexión con el hecho de que muchos líderes
evangélicos se resisten a votar por un candidato presidencial que se asume como
ateo. En general la mayoría de líderes apuestan por un “estado teocrático”.
-
Perspectiva de reivindicación de los derechos. En esta tendencia encontramos
a iglesias y organizaciones evangélicas que han asumido la acción social como
una manera de acompañar a los sectores marginados y excluidos de la sociedad.
A diferencia de las anteriores, la acción social no está conectada a la visión
proselitista de la misión de la iglesia. Más bien, se asume la diaconía como parte
de la misión profética de las comunidades cristianas. Sin embargo, aquí
podemos encontrar matices en algunos sectores.
Un sector de organizaciones desarrolla esfuerzos de acompañamiento de
grupos excluidos, concientizándoles sobre sus deberes y derechos ciudadanos,
pero sin incidir necesariamente en las dimensiones estructurales de la injusticia.
Este sector desarrolla un esfuerzo valioso de concientización de la iglesia sobre
la acción social. Respecto a la relación de la iglesia con los procesos de cambio
social, encontramos entre las organizaciones u ONGs evangélicas por lo menos
dos sectores:
Uno de ellos asume que es importante trabajar a partir de la iglesia en los
procesos de desarrollo, cambio social o servicio diaconal; mientras que otro
sector plantea que es más estratégico desarrollar esfuerzos en el que se
involucren a líderes claves de la comunidad, en el que aquellos que provienen de
las iglesias no necesariamente son prioritarios.
Siempre debemos trabajar a partir de la iglesia. La iglesia es el
instrumento escogido de Dios para cambiar el mundo”.
Pedro Stucky
Las ONGs van de frente a la comunidad, pero deberían trabajar a través
de la iglesia
David Pérez
En esta tendencia encontramos a aquellas iglesias y organizaciones
evangélicas que encaminan sus acciones a la organización y fortalecimiento de
las personas y las comunidades con el fin de que puedan ejercer su ciudadanía
plena.
-
Perspectiva de la transformación de las estructuras. Hay un sector de iglesias
y organizaciones que han desarrollado esfuerzos alrededor del acompañamiento
de víctimas de la violencia y comunidades empobrecidos. Para ellos, el discurso
del cambio o transformación de estructuras es importante en los proyectos de
acción social.
Por otro, lado este sector asume la incidencia a este nivel desde un
enfoque ecuménico, en tanto que asumen que el cambio social no depende solo
de los cristianos o de las organizaciones eclesiásticas, sino del concurso de los
diversos sectores sociales.
Desde el punto de vista estratégico, observamos dentro de esta categoría
tres tendencias. La primera busca transformar la sociedad a través de un cambio
ético o moral. Los programas de estas iglesias inciden en la educación ciudadana
para la toma de conciencia sobre la defensa y protección de los derechos.
La segunda tendencia busca incidir directamente a fin de lograr cambios
estructurales. A diferencia de otras tendencias señaladas anteriormente, la
incidencia no necesariamente implica tener representantes cristianos en la
política, sino incidir en las políticas públicas para lograr cambios estructurales
orientados en la perspectiva de los valores del Reino de Dios.
La tercera tendencia también busca transformación estructural, pero
insiste en que el cambio debe ser desde la iglesia. Para esto se requiere una
nueva y constante revisión de la Biblia que permita a las iglesias leer su realidad
e identificar los cambios necesarios desde la Biblia.
7. Concepciones y prácticas de la acción social
7.1.
Concepciones de la acción social y la incidencia ciudadana
El campo evangélico colombiano da cuenta de un fuerte proceso de transición,
movilidad y re-significación, que se puede observar en lo siguiente:
Primero, observamos sectores eclesiásticos que antes miraban la acción social y
la política como opciones que atentaban la misión esencial de la iglesias, hoy no sólo lo
aceptan sino que además en muchos casos tienen una participación activa en ella.
Antes los líderes pensaban que la acción social no era tarea de la iglesia.
Antes nos miraban con desconfianza y sospecha. Una explicación de
este cambio es el hecho de que la realidad social empuja y atropella. La
guerra no respeta el color político, situación económica, el nombre de la
iglesia. Esto hace que la gente busque herramientas teológicas para
responder a esto... Allí es donde eempiezan a surgir otras maneras de
leer la escritura”.
Pedro Stucky
Segundo, otros sectores que asociaban cualquier tipo de cooperación intereclesiástica o inter-religiosa como expresiones de determinado ecumenismo, hoy
establecen relaciones que les permite afirmar su poder real y simbólico en la sociedad.
Tercero, sectores vinculados a las iglesias históricas afirmadas en una teología
progresista que antes subestimaban el discurso y la práctica de grupos conservadores
hoy empiezan a pensar en la posibilidades de establecer relaciones con ellos porque se
han dado cuenta que los cambios de las iglesias no pueden ocurrir en las esferas
intelectuales o entre los “concientizados”, sino también entre las “iglesias de a pie” que
quieren cambiar pero que no tienen dificultades hoy para articular sus prácticas sociales
con su teología fundacional.
La iglesia necesita pensar primero la parte espiritual, luego se ve la ayuda
social si quedan recursos¨
Guillermo Molinares, Barranquilla
En términos prácticos, observamos entre los miembros de CEDECOL, una suerte de
tensión entre dos tendencias.
Primero, aquellos que han establecido fuertes relaciones con instancias políticas en
la lógica de posicionar a la iglesia en la esfera pública. Este sector asume la acción
ciudadana desde la lógica de la conquista del poder, cuyo presupuesto descansa en
aquella concepción por medio de la cual se asume la actoría social basada en la idea de
ser “instrumentos privilegiados de Dios para cambiar la sociedad”.
Segundo, encontramos otro sector marcado, más bien, afirmar el rol profético de
la iglesia, que implica hacer denuncia de los pecados estructurales.
En ambos sectores, con todas sus obvias variantes, es posible observar
estrategias diversas para visibilizarse en la esfera pública, intervenir en los proyectos
educativos o sociales, tener una voz menos marginal en las agendas que promueven la
ciudadanía y movilizar a los “creyentes” a fin de responder a las demandas sociales,
controversias morales, proyectos políticos y necesidades específicas en la sociedad.
Hay pues aquí dos lógicas de comprensión de la participación en la esfera
pública y la acción ciudadana. El primero lo asume como un “campo blanco” para
conquistar un lugar y desde allí hacer visible lo que se cree, se practica y se piensa; el
segundo, asume lo público como la esfera desde el cual es posible sumarse a esfuerzos
ciudadanos más amplios que buscan el cambio personal y estructural de la sociedad.
Pero, lo que es interesante es ver cómo estas dos visiones conviven en un espacio
como CEDECOL, que se constituye en un referente para otros espacios
interdenominacionales locales. Fue muy interesante presenciar, como motivo del
aniversario de la referida entidad interdenominacional, el reconocimiento a uno de los
senadores evangélicos que representaban al “uribismo” en el parlamento y al mismo
tiempo el homenaje al pastor Ricardo Esquivia por su defensa profética a favor de los
derechos humanos.
7.2.
Áreas y sujetos desde los que se hace acción social
La mayoría de proyectos sociales en el que están incursionando las iglesias está
relacionada con programas de sobrevivencia dirigida a familias pobres y desplazadas,
con un énfasis especial en la niñez. En los últimos años se han incrementado proyectos
sociales, como comedores o albergues infantiles en las zonas urbano-marginales. En
esa misma línea, la gestión de colegios o centros educativos también se asume como
parte de la proyección social de la iglesia. Esto coincide con el reciente estudio sobre la
acción social de las iglesias evangélicas en Colombia, auspiciado por CEDECOL, en el
que se señala que los niños y niñas 6 ocupan una alta proporción entre la población
beneficiaria de los proyectos, y la línea de la alimentación es priorizada entre las aéreas
de atención. ´
Un segundo sector en el que la mayoría de iglesia priorizan su atención, en
términos del servicio social, son las mujeres cabeza de familias. Mientras que un tercer
sector es el de los grupos que se encuentran en situación de indigencia o
desplazamiento, como los drogadictos, alcohólicos, presos y víctimas de la violencia.
6
La investigación sobre la acción social de la iglesia en Colombia, realizada por Fabio Lozano, ha
encontrad que de cada 10 proyectos existentes, aproximadamente 5 están dedicados a la atención de niños
y niñas.
Con respecto al énfasis temático o el enfoque de la acción social, se prioriza la
atención directa a las necesidades básicas. En contraste, se observa un nulo o poco
énfasis en proyectos vinculados a la “reivindicación política” de los derechos o a la
incidencia pública para generar cambios en las agendas políticas sobre los problemas
estructurales. Sin embargo, ha habido esfuerzos significativos desde ONGs y redes
evangélicas o ecuménicas mediante la participación en campanas o iniciativas ciudanías
para denunciar el atropello, especialmente vinculado a la violación de los derechos
humanos en el marco del conflicto armado interno.
La mayor concentración en los proyectos en la línea de la sobrevivencia y la
atención alimentaria podría obedecer a lo siguiente:
a) En primer lugar, esto nos están indicando que la situación de pobreza y desamparo
está cobrando nivel de criticidad que hace que las congregaciones hayan optado por
responder de manera más organizada. Esto tiene relación con el hecho de que los
líderes tienen menos resistencias para hablar de la acción social, de la dimensión
profética o el servicio diaconal entre los carenciados.
b) En segundo lugar, estos esfuerzos de acción social no están acompañados de ningún
tipo de análisis de contexto. Se atiende a los necesitados porque la los lideres
asumen que la iglesia no puede anular la misericordia y la compasión en su agenda
de misión. Pero, hay una ausencia notable sobre las dimensiones estructurales de la
pobreza, de la miseria y la indigencia.
c) En tercer lugar, algunas iglesias asumen que la administración de proyectos sociales
les permite ganar cierto poder simbólico en la comunidad, la región o el país. Es
decir, se asume que la iglesia adquiere poder en tanto que aparece menos
ensimismada en las cuatro paredes y con un rostro públicamente más visible.
d) En cuarto lugar, Muchos de estos proyectos sociales dirigido a los niños y niñas está
vinculado a los programas de formación espiritual. En ese sentido, se asume la
acción social como una estrategia para intervenir en la formación moral de la
comunidad.
8. Lecturas generales sobre la aproximación de las iglesias a la misión integral
Aun cuando la mayoría de las iglesias han incorporado en su agenda la preocupación
por la acción social o el servicio diaconal, en general la preocupación por la
evangelización y el testimonio público está asociada a la concepción de una iglesia que
quiere dejar de ser marginal y tener un poder mayor para incidir especialmente para
promover los valores morales en las diferentes esferas de la sociedad.
Allá en el cielo habrá la orquesta celestial, los ángeles, pero mientras que
estemos en la tierra necesitamos recursos y tenemos que hacer el trabajo.
Tenemos que hacer un trabajo integral. No podemos ser la iglesia cristiana
del aire, como fue un programa hace muchos años. La iglesia cristiana del
aire que no tiene los pies ni en el cielo ni en la tierra. Necesitamos una
iglesia coherente con las necesidades de nuestra gente, las necesidades de
la comunidad.
Barreto Gonzales
Se observa un fuerte énfasis en el hecho de que las iglesias no pueden quedarse en
las cuatro paredes, sino que tienen que influenciar en la sociedad. La mayoría de líderes
entrevistados coinciden en el hecho de que la iglesia debe hacer un impacto público
significativo. Sin embargo, es importante mencionar que encontramos por lo menos
cuatro enfoques al respecto.
En primer lugar, hay sectores evangélicos que sostienen que la iglesia debe impactar
en la sociedad a través del testimonio de los creyentes, pero también mediante la
predicación masiva del evangelio. Muchos de ellos asumen este impacto mediante la
organización de cruzadas evangelísticas a través de los medios de comunicación y
espacios públicos de concurrencia masiva.
En segundo lugar, hay un vasto sector, representado por las iglesias carismáticas y
neo pentecostales que asocian el impacto público con el hecho de tener representaciones
evangélicas a nivel del Estado y otras instancias del poder político.
En tercer lugar, podemos ubicar a un sector de iglesias y ministerios
interdenominacionales que están trabajando en la lógica de la misión integral, que
implica pensar el testimonio púbico de las iglesias no solo en términos de predicar un
evangelio que transforme las personas sino también las estructuras sociales y políticas.
En cuarto lugar, encontramos al sector de las iglesias y organizaciones que
históricamente han sostenido su quehacer en la sociedad desde una perspectiva
profética. Para estos grupos la incidencia en las causas estructurales de los problemas
sociales es crucial para la misión de la iglesia en la sociedad. La opción profética y la
denuncia políticas sobre las causas estructurales de los problemas sociales es uno de los
aspectos coincidentes con el sector anterior. Lo distintivo de este sector es que la
opción ecuménica es un aspecto esencial en su quehacer pastoral y político.
Sin embargo, es interesante observar que la histórica dualidad entre la
evangelización y la acción social tiende a desaparecer en el discurso, pero no
necesariamente en la práctica.
9.
Percepciones pensando las estrategias para la acción social
a) Trabajar una teología de lo social. Las mayoría de líderes entrevistados y
requeridos para este estudio dan cuenta que en general las iglesias están
involucradas en esfuerzos de acción social. Sin embargo, al mismo tiempo sus
presupuestos teológicos da cuenta de otras lógicas de interpretación y lectura que no
les permite la articulación entre sus bases bíblico-teológicas y sus prácticas
sociales. En ese sentido, se hace necesario desarrollar estrategias pedagógicas que
permitan que las iglesias construyan marcos bíblicos que les permita contar con una
teología de lo profético, de la transformación social y de lo político.
Vincular lo social con lo cotidiano.
A la gente hay que tocarle las fibras de su cotidianidad, y la cotidianidad
que estamos viviendo es que al vecino le secuestraron, que hubo una
masacre en la vereda del frente. Y a partir de allí hay que elaborar el
dialogo con las iglesias. – Jairo Roa
La gente está en la acción social pero siguen con su teología dualista, Milton Mejía
b) Valorar el saber previo. Tomando en cuenta que el contexto actual da cuenta de
una iglesia que ha empezado a involucrarse en el campo social más por reacción a la
situación de emergencia que por una reflexión consciente y articulada
teológicamente, es importante incidir en la agenda pastoral y misiológica de las
iglesias a partir de sus experiencias, de sus saberes y prácticas cotidianas. Esto
requiere pensar en una estrategia que se sostenga en una suerte de pedagogía del
respeto a la práctica natural de la iglesia en el que se pueda asumir la formación
desde la perspectiva del aprendizaje mutuo.
Hay la necesidad de ayudar a construir sus propios conceptos (no
necesariamente que lleguen a la teología menonita) “nosotros siempre
vamos con el enfoque menonita, muy desde la paz, muy desde la
justicia, muy desde el enfoque neotestamentario. Pero hay iglesias
que tienen una mezcla todavía”. Jenny Neme
Cuando tu le ayudas a la gente a hacer la conexión con la realidad y el
texto bíblico, la gente logra hacer la interpretación sobre lo que esta
pasando en el país. – Jairo Roa
c)
La interpretación natural o “ingenua” de la escritura. Evaluando los proyectos
de formación bíblica en el campo de la acción social, encontramos que en muchos
casos se ha subestimado la lectura o interpretación natural de la Biblia por parte de
los líderes o miembros de las iglesias. Sin embargo, muchos teólogos, pedagogos y
“activistas sociales” evangélicos en Colombia reconocen que hoy en día se hace
necesario recuperar aquellas lecturas (a veces “literalista”) del hermano y la
hermana de a pie, para incorporarla como el primer paso del proceso interpretativo,
y no como el punto a condenar.
d) Ayudando a la iglesia a articular un discurso propio.
En general, las iglesias han articulado su discurso pastoral y misiológico basado en
un discurso teológico prestado. Este es el momento clave para trabajar con ellos la
construcción de una teológica propia que parte de sus propias reflexiones y
prácticas.
No hay que forzar, sino reforzar y hay que ser muy hábil en la
conexión con el texto bíblico – es importante recuperar la
pedagogía de la pregunta. La pedagogía de la pregunta obliga al
texto a responder a la realidad. Las preguntas vienen de la
realidad y que obligan a cuestionar al texto bíblico, para que el
texto dialogue con esta realidad.
Jairo Roa
La gente tiene cierto temor aun a la exigibilidad de derechos. La
gente tiene temor a denunciar. Pero, cuando se les da
orientaciones, poco a poco a van cambiando su percepción.
Jenny Nemme
e) La formación teológica formal
Los centros de formación teológica pueden jugar un rol fundamental en este
contexto, porque este es el espacio desde el que se forman los líderes que van a
acompañar pastoralmente a las iglesias de cara a su testimonio público. Pero, la
reflexión que se construye desde estos espacios académicos no puede ser
principalmente orientada hacia la academia, sino hacia los líderes que ministran
cotidianamente en la iglesia. En ese sentido, es importante pensar en la manera
como se puede contribuir a la multiplicación de los esfuerzos que se vienen
construyendo desde las propias congregaciones o denominaciones.
Los centros de formación teológica tienen un papel importante. Pero, esos
centros no pueden ser principalmente orientados hacia la academia. No
deben abordar lo profético en abstracto. Tienen que ir orientados hacia la
iglesia. Tienen que ayudar a multiplicar los esfuerzos de la iglesia.
Pedro Stucky
Los seminarios teológicos tienen que aprender a construir un diálogo entre
el texto y la realidad.
Jairo Roa.
Por otro lado, es importante tomar en cuenta los seminarios y centros de formación
teológica como espacios estratégicos para desarrollar procesos pedagógicos que ayuden
a insertar en la agenda pastoral y misiológica de las iglesias desde la perspectiva de la
misión integral. En ese sentido, los centros que podrían incorporar en su currículo
materia o cursos en esta línea podrían ser:
-
Universidad Bautista de Cali
Universidad Reformada de Barranquilla
Seminario Bíblico de Medellín
Seminario Menonita en Bogotá
Escuela Luterana de Teología.
f) Deconstrucción de ciertas mitologías evangélicas
Las estrategias pedagógicas deberían tomar en cuenta la necesidad de ayudar al
liderazgo, como condición previa a la acción social, a deconstruir ciertos mitos
arraigados tradicionalmente en el imaginario colectivo evangélico, tales como: La
autoridad es impuesta por Dios (distorsionada lectura de Pablo – Romanos 3), el mito
mesianista – solo la iglesia puede salvar a este país- no necesitamos de nadie más, y la
cosmovisión del gobierno teista.
g) Aprovechar el enfoque en la familia.
El estudio da cuenta que la mayoría de iglesias han desarrollado un discurso pastoral
y ciertas prácticas respecto a los temas vinculados al campo de la familia: En ese
sentido, este es otro de los campos que podrían servir como “puerta de entrada” para
sensibilizar a la iglesia sobre la necesidad de vincular su misión con el enfoque
profético de la proclamación y el testimonio evangélico.
h) Espacios claves a potenciar
Nuestro estudio da cuenta de la existencia de importantes experiencias y procesos
que se han venido desarrollando en estos años en el que diversos sectores de la iglesia
han participado activamente. Por ejemplo, en el campo de la lucha por los derechos
humanos y la resolución pacífica de los conflictos es importante desarrollar esfuerzos
para fortalecer la Comisión de Restauración, Vida y Justicia promovida desde
CEDECOL. Existen valiosos documentos elaborados desde esta comisión que pueden
ser útiles para estrategias de incidencia internacional. Por otro lado, los esfuerzos que se
desarrollan en el marco de redes, como la Red Viva u otras que animan organizaciones
como Visión Mundial, UCU, Justapaz, etc. En esta misma línea, es importante trabar
estrategias de inserción en otras redes que no necesariamente se han movido
tradicionalmente desde el campo de la misión integral, como JUCUM o Cristo para la
Ciudad.
i) Articulación con la sociedad civil
En general se observa que los líderes y grupos construidos desde la iglesia han
desarrollado pocos esfuerzos sostenibles de inserción en las redes de la sociedad civil.
Algunas ONGs han se han insertado en la sociedad civil en temas vinculados al
conflicto armado interno, pero no se puede apreciar esfuerzos articulados de manera
sostenible en otros campos.
j) Trabajar desde lo local
Nuestra indagación da cuenta que los líderes de las iglesias insertadas en el mundo
más provinciano, más local, tienen menos resistencia para animar procesos de
incidencia en la realidad de la gente. Incluso es interesante observar que las
congregaciones vinculadas a denominaciones que han optado por una incidencia en la
perspectiva reconstruccionista, tienen un nivel de apertura para pensar en las
dimensiones proféticas del servicio.
En el mundo rural hay más receptividad para trabajar esfuerzos de acción
social menos asistencialistas. Esto es porque la iglesia está más golpeada
por la realidad.
Pedro Stucky
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