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Salut i Força otorrinolaringología Del 8 al 21 de Octubre de 2012 • 13 DR. JAUME CARBONELL, OTORRINOLARINGÓLOGO DE LA CLÍNICA USP PALMAPLANAS Operar las amígdalas no era una moda, ahora hay soluciones alternativas que antes no teníamos El problema de los niños es que la vía respiratoria se infecta toda ella, amígdalas, vegetaciones y oído. La otitis media es una de las enfermedades más frecuentes en las edades pediátricas y una de las causas más habituales de pérdida de audición en los niños. El 70% de los niños se han visto afectados por un episodio de otitis media. La causa fundamental es el mal funcionamiento de la trompa de Eustaquio, así como la infección de las vías respiratorias o los problemas alérgicos. La sintomatología suele presentarse acompañada de dolor de oído, fiebre alta y, en menor frecuencia, supuración, vértigo y parálisis facial. La mayor incidencia se da en los meses de otoño e invierno. Los niños propensos a las otitis suelen serlo también a las infecciones de amígdalas y de vegetaciones. El Dr. Jaume Carbonell, otorrinolaringólogo de la clínica USP Palmaplanas, es especialista en otorrinolaringología pediátrica, otología, rinología y raringo laringología y realiza una amplia actividad docente y divulgativa. ERNESTO GUEVARA P.- ¿Qué son las amígdalas y para qué sirven? R.- Las amígdalas y las vegetaciones están hechas de lo mismo, son acumulaciones de tejido linfoide, de defensas para que nos entendamos, esto se encuentra en todas las entradas del organismo, la garganta es una entrada potencial de infecciones y entonces allí se pone un retén natural. Además hay otra amígdala en la base de la lengua, que se llama amígdala lingual, que no se ve habitualmente y también tejido linfático espolvoreado por toda la faringe que se llama el anillo Waldeyer. Todo ello constituye las defensas de la entrada de la nariz y la garganta al interior del organismo. P.-¿Cómo se manifiesta la faringoamigdalitis? R.- Cuando se produce una infección aquí es donde se produce la reacción. Lo primero que ocurre, como con cualquier inflamación, es que el tejido se hace más grade, se congestiona, es decir, llegan más defensas porque las defensas llegan a través de la sangre, entonces vemos un aumento de tamaño y un cambio de color de las amígdalas que se ponen más rojas. En función de si el origen es vírico o bacteriano, aparecen las famosas placas. Las placas es algo que puede despistar mucho y no hay que fiarse, porque hay gente que tiene placas sin que sean infecciones, hay gente que tiene placas te- niendo una infección bacteriana, que es lo típico, pero también hay infecciones víricas que producen placas. Por lo tanto, ver placas en las amígdalas no es síntoma claro de tener una faringoamigdalitis. Los síntomas son dolor, dolor al tragar, fiebre, pero como todo en medicina es muy variable, hay gente que tiene unas anginas y tiene mucho dolor y mucha fiebre y gente que no tiene apenas dolor o fiebre. P.-¿Qué hay que hacer una vez diagnosticada una faringoamigdalitis? R.- Hay que diferenciar lo que es el tratamiento del episodio de la prevención o de la evitación de procesos recurrentes. En principio es una infección que suele empezar como un resfriado de vías altas y posteriormente se infecta con una bacteria, entonces empezamos a tratarlo como un resfriado con un descongestionante, algún fármaco para bajar un poco el dolor y la inflamación y si en 48 horas, no antes de dos días, lo síntomas persisten tenemos que empezar a pensar en que puede haber una infección bacteriana y entonces es cuando hay que empezar a tomar el tratamiento antibiótico. Hay que tener cuidado de no tomar antibiótico al primer pinchazo en la garganta para evitar tomar demasiado antibiótico. El tratamiento es pues sintomático. El problema es que hay gente que tiene este episodio muchas veces al año. Los crite- rios son más de seis anginas al año o cinco dos años seguidos o cuatro tres años seguidos, ya requieren un tipo de atención específica en el sentido de prevención, no de curación. P.-Hace años estas infecciones acababan siempre con la extirpación de las amígdalas junto con las vegetaciones ¿Era una moda? ¿No se extirpan ahora tanto las amígdalas? R.- No era una moda. Sí es verdad que ahora se operan menos pero porque tenemos soluciones alternativas que antiguamente no teníamos. Lo que ocurría hace 30 o 35 años es que tener faringoamigdalitis de repetición podía causar secuelas para la salud mucho más severas, por ejemplo fiebres reumáticas que podían afectar al corazón, al riñón o a los huesos y también hay que tener en cuenta que el acceso a los medicamentos no era ni tan sencillo ni tan barato como puede ser hoy. En aquel momento se extirpaban las amígdalas como prevención de complicaciones ulteriores mucho más graves y mucho más severas. Sin embargo hoy por hoy las indicaciones de amigdalectomía están muy claras y se siguen haciendo. Se hacía siempre junto porque como hemos dicho las vegetaciones y las amígdalas están hechas de lo mismo, por lo tanto es muy frecuente que quien tenga una amígdalas grandes también tenga unas vegetaciones grandes y eso da problemas mecánicos de nariz tapada, mucho moco, problemas de oído y si uno tiene muchas infecciones de amígdalas también las tiene frecuentemente de vegetaciones. Lo que cuesta es dormir al niño, por lo tanto se puede hacer a la vez, siempre y cuando sea necesario porque no sistemáticamente cuando se quita una cosa hay que quitar la otra, pero en la mayoría de los casos el paciente se beneficia de hacer las dos cosas a la vez. P.- ¿Cuáles son las complicaciones de las infecciones de garganta? R.- Las complicaciones de las infecciones son que se extienda a otras zonas. Esto ocurre más con las amígdalas que con las vegetaciones y lo que sucede es que el pus en lugar de ponerse como una placa por fuera se pone por detrás de la amígdala y aparece lo que se llama el absceso periamigdalino. El cuello es una zona delicada por donde pasan una serie de estructuras basculares y nerviosas importantes y, sobre todo, otra característica es que las cavidades del cuello son cerradas pero hay zonas que no están tabicadas y si se coge una infección de amígdalas y se extiende al espacio que hay justo por de- lante de la columna vertebral, que está a 2 centímetros de la amígdala, la infección puede extenderse desde la base del cráneo hasta la colita, entonces puede extenderse al pecho, alrededor del corazón. Son casos muy poco frecuentes, pero una infección que sale de la amígdala hay que tenerle respeto y requiere ingreso. P.-¿Cómo se relacionan la otitis, las vegetaciones y las amígdalas? R.- En un adulto la vía aérea está muy segmentada y las infecciones se centran en un segmento, tienes una faringitis o una sinusitis. El problema de los niños es que la vía respiratoria se infecta toda ella. Es fácil que, entre por donde entre, la infección acabe por extenderse, La relación que existe entre las otitis y las vegetaciones es que estas últimas están en una zona que estorban al normal funcionamiento del oído. Si la vegetación se inflama y está más grande bloquea la trompa de Eustaquio e impide que el moquillo que se produce dentro del oído salga, si además esas vegetaciones están infectadas la bacteria entra en el oído con facilidad. Por eso es frecuente que si tenemos que recurrir a un tratamiento quirúrgico colocando un drenaje en el oído se eliminen también las vegetaciones para evitar problemas.