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CRECIMIENTO A MEDIANO Y LARGO PLAZO
EN LA ECONOMÍA CHILENA:
CONSIDERACIONES PARA UN ANÁLISIS PROSPECTIVO
Juan Eduardo Coeymans Avaria
ABRIL, 2000.
INSTITUTO DE ECONOMÍA
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA
DE CHILE
UNIDAD DE ESTUDIOS
PROSPECTIVOS
MIDEPLAN
INDICE
Resumen Ejecutivo
5
1. Introducción
11
2.
Los ciclos en la historia del crecimiento a largo plazo de la economía chilena
14
3.
Las fuentes de crecimiento del Producto
16
3.1
3.2
3.3
3.4
16
18
20
22
4.
Descripción general del método
El supuesto de retornos constantes a escala
La elasticidad de producción del capital y la participación en el Producto
El crecimiento en distintos períodos y sus fuentes
La función de productividad agregada
37
4.1. Función de productividad dependiente del entorno económico
4.2. Un modelo lineal de productividad endógena
4.3. Un modelo de productividad endógena no lineal en las variables
37
43
57
5. Proyección de crecimiento a mediano plazo
5.1.
5.2.
5.3.
5.4.
La proyección del capital
Determinación del empleo, desempleo y salarios reales
Determinación de la evolución de la productividad
Escenarios de crecimiento
6. Algunas reflexiones para el diseño de una política de crecimiento
6.1. La importancia de las políticas
6.2. Las condiciones y políticas para el crecimiento
7. Principales conclusiones
67
68
71
77
82
88
88
94
113
ANEXO 1
Resultados de la estimación ecuación de corto plazo del modelo lineal que
excluye años 1965 y 1970
Resultados de la estimación por variables instrumentales de la ecuación
de corto plazo del modelo lineal
2
117
118
ANEXO 2
Ecuación de formación bruta de capital fijo
119
ANEXO 3
Ecuación de salarios
121
ANEXO 4
Los datos
123
Referencias bibliográficas
127
3
Presentación
Para la Unidad de Estudios Prospectivos de MIDEPLAN es muy valioso entregar al
conocimiento del público interesado los resultados de este estudio sobre “Crecimiento a
mediano y largo plazo de la economía chilena: Consideraciones para un análisis
prospectivo” realizado por el Prof. Sr. Juan Eduardo Coeymans del Instituto de Economía
de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
El propósito central de esta investigación fue proporcionar antecedentes para entender el
proceso de crecimiento sostenible a mediano plazo de la economía así como sus ciclos,
especialmente aquellos referentes a la productividad agregada, a la inversión y al mercado
del trabajo. El enfoque aplicado descansa en el método de fuentes de crecimiento que
consiste en hacer una descomposición del crecimiento de Chile en sus fuentes principales crecimiento del empleo, del capital y de la productividad total. Dadas las peculiares
características de la economía chilena, en el análisis se puso especial énfasis en el impacto
de las variables externas sobre el producto y sobre aquéllas variables endógenas que
determinan la evolución de la productividad en el mediano plazo.
Una contribución mayor de esta investigación fue la estimación econométrica de una
“función de productividad endógena” y posteriormente de una función de demanda de
inversión que permitió realizar la proyección de la variable capital, pudiendo cuantificarse
la incidencia del ciclo económico sobre las tasas de rentabilidad de la economía y sobre la
inversión. Por otra parte, se hizo una proyección del empleo examinando en qué medida es
posible definir y cuantificar una tasa natural o de equilibrio del desempleo a la cual
converge la economía.
Con los componentes empíricos planteados en la investigación, se construyeron escenarios
de evolución de la economía chilena con un horizonte de ocho años, bajo distintos
supuestos de las variables exógenas que ilustran las tasas de crecimiento del producto,
capital, inversión, empleo, salarios y desempleo. Usando estos escenarios, se desarrolló una
discusión acerca de cuál de ellos podía considerarse más razonable y posible.
A la luz de la parte empírica del trabajo, se hizo un análisis cualitativo de las políticas
económicas de crecimiento que pueden ser más pertinentes al caso chileno. Se destacaron
las condiciones necesarias para conseguir tasas de crecimiento sostenidas, moderando la
amplitud de los ciclos a fin de evitar episodios de desempleo de recursos, que afecten la
inversión y la incorporación de nuevas tecnologías.
Este trabajo constituye parte del conjunto de tareas que lleva a cabo la Unidad de Estudios
Prospectivos, destinadas a generar visiones de futuro que entreguen fundamentos para la
toma de decisiones de las autoridades responsables del diseño de las políticas públicas y
para la discusión ampliada de los senderos que la sociedad chilena puede recorrer en la
búsqueda de un mayor bienestar colectivo.
Humberto Vega Fernandez
Subsecretario
MIDEPLAN
4
Resumen Ejecutivo
Este trabajo tiene como objetivo principal proporcionar antecedentes sobre los
determinantes del crecimiento de la economía chilena que resultan útiles para entender su
proceso de desarrollo de mediano y largo plazo, así como sus ciclos. Ellos debieran servir
para la confección de un diagnóstico sobre el crecimiento sostenible a mediano plazo, una
vez superadas las consecuencias directas e indirectas de la “crisis asiática”. Se espera que
contribuyan a reducir el rango de expectativas de crecimiento de los agentes económicos, lo
que ayudaría a mejorar las decisiones de consumo, ahorro y endeudamiento, así como de
inversión en actividades productoras de no transables.
Intentar predecir el crecimiento a mediano plazo en forma puntual puede ser una
tarea de alto riesgo, ya que resulta extremadamente difícil (o imposible) predecir
determinadas variables exógenas (por ejemplo, el precio del cobre). De igual modo, las
trayectorias de algunas variables claves que determinan el cambio técnico y los aumentos
de productividad de la economía pueden ser imposibles de predecir con la información
hasta ahora disponible. Por estas limitaciones, se formulará un modelo sencillo de
crecimiento que permita construir “predicciones” o “escenarios” de crecimiento que son
condicionales a supuestos sobre la evolución de algunas variables exógenas claves.
El enfoque utilizado es el de fuentes de crecimiento, el cual se basa en las
proyecciones de los factores y de la productividad total. Las elasticidades de producción de
cada factor utilizadas para la estimación de la productividad total se calculan siguiendo el
método de “función de productividad agregada”. Por esto, un objetivo intermedio
importante del trabajo es el análisis empírico de esta función, poniendo especial énfasis en
su forma y en la identificación de sus principales determinantes.
Una estimación de la “función de productividad agregada” que sea teórica y
estadísticamente bien comportada debe intentar dar un tratamiento adecuado de los
problemas empíricos y conceptuales que presenta el uso de datos agregados, la existencia
de variaciones en la utilización de los insumos a través del ciclo y la endogeneidad del
cambio técnico (fenómeno que en su sentido amplio comprende tanto cambios técnicos
propiamente tales como variaciones de la productividad total causadas por otros
determinantes). La consideración de estos problemas debiera generar estimaciones más
estables y más defendibles ante la “crítica de Lucas.”
El nivel de agregación de los datos utilizados significa, en último término, que no es
posible definir una relación tecnológica agregada entre producto(s) e insumos que sea
independiente del “entorno económico,” ya que la composición de la producción es
variable. La endogeneidad del “cambio técnico” cuestiona representaciones simples de
dicho proceso, como sería el uso de una tendencia, y justifica modelar la función de
productividad agregada con parámetros claves que varían en respuesta a modificaciones de
política, a cambios expectativas o a shocks de diversa naturaleza.
Este mismo enfoque permite abordar eficientemente el fenómeno de “tasas de
utilización” de los insumos que son variables a través del ciclo.
5
Del análisis de la historia económica chilena de las cuatro últimas décadas y de las
estimaciones de las fuentes de crecimiento se concluye que a través del ciclo hay fuertes
variaciones en la utilización de los factores productivos contratados. De hecho, durante 17
de los últimos 37 años (1972 a 1988, inclusive), la economía chilena se habría encontrado
con subutilización de los recursos contratados e ineficiencias en su uso. Descontando dos
años del período de Allende y el año 1974, la subutilización en los otros 14 años estuvo
asociada a las secuelas de las recesiones de 1975 y de 1982.
Aunque factores internos pueden haber amplificado las recesiones, el análisis
refuerza la importancia de los factores externos en la generación de las grandes
fluctuaciones cíclicas. El detonante principal, aunque no único, de la recesión del 1975 fue
la caída de los términos de intercambio. En la de 1982 fue una combinación de factores
externos (endógenos y exógenos a las políticas internas), donde la fuga de capitales fue el
principal protagonista. En las fases expansivas del ciclo, los factores externos también han
tenido un papel no despreciable. Así, en la recuperación que siguió a la recesión de 197576, la entrada de capitales jugó un papel importante; en la fase expansiva post recesión de
1982-83, a partir de 1986, la evolución de los términos de intercambio y la reducción del
servicio de la deuda externa contribuyeron positivamente a dicho proceso.
Si en la estimación de “funciones de producción” o de productividad agregada no se
controla por los efectos de las variaciones en la utilización de los recursos contratados, es
altamente probable que se tienda a sobrestimar los retornos a escala de los factores y a
generar errores importantes en la estimación de las elasticidades de producción de los
factores.
El aumento de la productividad agregada no ocurre a una tasa exógena asociada al
tiempo. Aceptar este supuesto puede llevar a conclusiones erróneas sobre la tendencia de
largo plazo. Por ello, se propone la estimación de funciones de productividad agregada
endógena. La productividad total de los recursos contratados varía en el ciclo y en el largo
plazo en función de “restricciones” que enfrentan las empresas. Estas restricciones son
consideradas como variables exógenas en el modelo y determinan el conjunto de funciones
de producción que eligen las empresas (donde algunas son más apropiadas a la producción
en gran escala); la composición de la producción que afecta la función de productividad
global; el grado de utilización de los insumos; la expansión de las tecnologías disponibles,
y los cambios en la eficiencia de asignación de recursos a nivel agregado. Así, la
productividad total de los recursos es una variable endógena al sistema y determinada,
finalmente, por el conjunto de restricciones. De esta forma, el modelo general de
productividad adoptado es básicamente uno de forma reducida.
Para evitar la imposición de supuestos extremos, los insumos se miden en forma
bruta, sin corregirse por calidad. El efecto de movimientos en las calidades pasa a estar
incorporado como un elemento más que determina la productividad de los recursos.
En el análisis empírico de la función de productividad se estimaron dos tipos de
modelo. Primero, una función lineal en los logaritmos, con elasticidades de producción
constantes y con elasticidad de sustitución igual a uno, donde las variables de estado
afectan la productividad total. La posible simultaneidad entre alguna de las variables de
6
estado y el producto, así como entre éste y el empleo, fue abordada por medio del uso de
variables instrumentales.
Los resultados de la estimación de la función de productividad lineal muestran
claramente que los detonantes principales de los grandes ciclos han sido los shocks
externos, los cuales inducen un conjunto de expectativas y reacciones de las autoridades y
agentes económicos, en la dirección de reducción del gasto y alza de tasas de interés, que
provocan una caída de la tasa de utilización de los recursos contratados y, por lo tanto, de
su productividad total. La magnitud de los efectos sobre la productividad no
necesariamente corresponde al tamaño del shock como proporción del producto.
La evidencia empírica de la economía chilena acepta que un factor muy importante
del aumento de la productividad en el mediano plazo es la apertura que ha alcanzado esta
economía en el pasado y todos los efectos directos e indirectos sobre la productividad
agregada que genera. El indicador de apertura utilizado refleja que los avances de
productividad conseguidos con un determinado nivel de apertura no se pierden a raíz de una
recesión. Por otro lado, el indicador elegido no está sujeto a la crítica de confundir
causalidades entre producto e importaciones. Es importante señalar que el nivel de apertura
determina el nivel de productividad y no a su tasa de crecimiento, lo cual plantea el desafío
mayor de seguir profundizando dicho proceso y/o buscar nuevas fuentes de aumentos de
productividad, si se quiere seguir gozando de tasas de crecimiento no significativamente
inferiores a las observadas en la última década.
También es posible identificar la existencia de aumentos de productividad en el
largo plazo que se deben a un conjunto de factores adicionales cuyo impacto individual
resulta difícil de aislar. Las ganancias de productividad acumuladas asociadas a estos
factores, al igual que aquéllas derivadas de la apertura, tienen la propiedad de no perderse
en las fases recesivas del ciclo. En estas fases, sin embargo, se frena el flujo de nuevas
ganancias.
De acuerdo a la estimación del modelo lineal, la hipótesis de retornos constantes a
escala no es rechazada por los datos. La estimación del segundo modelo, una función de
productividad del tipo translog, permitió obtener una elasticidad de producción del capital y
una de sustitución entre capital y trabajo, que son variables a través del tiempo. La
evidencia aportada por este segundo modelo es consistente con una elasticidad de
producción del capital durante los noventa en torno a 0.35 y una de sustitución en torno a
0.4.
La estimación de este mismo modelo sugiere fuertemente la hipótesis de que hay
una distorsión entre elasticidad de producción del capital y su participación en el producto.
A pesar de que la elasticidad de sustitución en Chile sería menor que uno, la elasticidad de
producción y la participación del capital han subido a través del tiempo, lo que indica un
progreso técnico de largo plazo más intensivo en capital. En forma similar al modelo lineal,
el análisis también detecta que los factores detonantes del ciclo son shocks externos. No
todos estos shocks tienen el mismo efecto. Si se cuantifican como proporción del producto,
los shocks más importantes corresponden, en primer lugar, a los cambios en los servicios
7
financieros de la deuda, lo que revela el potencial impacto de alzas en las tasas de interés
externas y, en segundo lugar, a los shocks de términos de intercambio.
Las caídas de reservas internacionales, al aumentar la probabilidad percibida de una
posible crisis de balanza de pagos, generan diminuciones en la productividad, aunque su
efecto es bastante menor que los anteriores. El indicador global de restricción externa
(RECEFEC), que se construyó para reflejar situaciones de “crisis externa,” tiene un gran
poder explicativo de la evolución de la productividad a través del ciclo, alcanzando su
semielasticidad a 0,47. En forma similar al primer modelo, el segundo también resalta la
importancia de la apertura externa y del conjunto de los otros determinantes de la evolución
de la productividad en el largo plazo.
Usando los resultados de la función de productividad translog se construyeron
indicadores de productividad depurados de los efectos de los ciclos. Ellos muestran que los
períodos durante los cuales se cosecharon las mayores ganancias de productividad de más
largo plazo fueron dos: el período 1979-82 y aquél de la década de los noventa. Dichas
ganancias fueron el fruto de reformas estructurales realizadas previamente. Las ganancias
del primer período podrían atribuirse a la apertura comercial, en primer lugar, y a las otras
reformas implementadas inicialmente por el gobierno militar: liberación de precios y
mercados internos, devolución de propiedades confiscadas, racionalización de empresas
públicas, primera oleada de privatizaciones, importantes avances en materia de equilibrio
fiscal y en estabilidad de precios, etc..
Las ganancias de productividad del segundo período, en la década de los noventa,
pueden atribuirse en forma más equilibrada a la intensificación del proceso de apertura de
la economía y desarrollo exportador, por una parte, y a un conjunto de otros factores
(mayor incorporación de tecnologías incorporadas en los bienes de capital por aumento en
la tasa de inversión, perfeccionamiento de la legislación del sector financiero, mejor clima
laboral, mayor cobertura educacional, mayor racionalidad en el manejo y tarificación de
empresas públicas, mayor participación del sector privado en obras de infraestructura vía
concesiones, etc.) cuyos efectos individuales son difíciles de aislar con los datos agregados,
por otra parte. Debe notarse que en el proceso de profundización de la apertura pueden
haber jugado un rol importante el freno al gasto iniciado a mediados de los ochenta y el
consecuente aumento del tipo de cambio real, así como las inercias propias del proceso de
inserción en los mercados internacionales y desarrollo de las exportaciones.
Por otro lado, la eliminación de la subutilización del capital, la mayor estabilidad
macro lograda en los noventa, así como el mejor clima de inversión en general, produjeron
un fuerte aumento de la tasa de inversión, tanto doméstica como externa, lo que debe haber
contribuido positivamente al proceso de incorporación de nuevas tecnologías.
En la construcción de los componentes del modelo de proyección de crecimiento se
destaca el hecho de que las grandes fluctuaciones de la tasa de inversión fueron inducidas
principalmente por fuertes variaciones de la rentabilidad del capital. Estas, a su vez, se
explican, en gran medida, por los cambios de la razón producto capital generados por el
ciclo. Considerando este comportamiento de la inversión, los shocks externos afectan el
crecimiento a través de dos vías principales, que tienen efectos a distintos plazos y con
diferentes velocidades de reacción: en el corto plazo, a través de la utilización y la
8
productividad y, en el mediano plazo, a través del efecto que la utilización del capital tiene
sobre la rentabilidad, el stock de capital deseado, la tasa de inversión y el crecimiento del
stock de capital.
En el análisis de los escenarios de crecimiento se concluye que para lograr tasas de
crecimiento del producto en torno al 8%, se requiere que tanto la hipótesis de evolución de
la productividad total como de fuerza laboral sean muy optimistas. Tasas en torno a 6,4 no
requieren de supuestos tan extremos y se consideran más plausibles como promedio para el
mediano plazo. Con estas tasas de crecimiento, la tasa de inversión convergería a niveles en
torno a 30% y la tasa de desempleo a cifras en torno a 6.3%. Estos valores parecen
plausibles en el mediano plazo para la economía chilena y coherentes con déficits de cuenta
corriente sostenibles en un contexto de términos de intercambio más normales que los
actuales.
En la parte final del trabajo se discuten las condiciones que deben mantenerse o
tratar de alcanzarse para conseguir tasas de crecimiento más elevadas. Se destaca en primer
lugar la importancia de la estabilidad macroeconómica. En el caso de aquellas economías
con alta inflación resulta fundamental lograr el equilibrio fiscal. En el caso de economías
que han superado este problema, pero que son afectadas fuertemente por shocks externos,
es crucial moderar la amplitud de los ciclos para así evitar episodios con gran desempleo de
recursos, que afectan negativamente la inversión y la incorporación de nuevas tecnologías.
En esta misma sección se discute la importancia que la eliminación de las
distorsiones en los mercados puede tener para algunas economías menos avanzadas en este
aspecto. Se explica el rol que juega la integración al mundo, tanto a través de la apertura a
las importaciones de bienes como de capitales. Ello es una condición necesaria no sólo para
mejorar la asignación de recursos y abaratar el costo del capital, sino que también para la
incorporación de nuevas tecnologías, las que son determinantes del crecimiento de la
productividad en el largo plazo. Se enfatiza la importancia de tener mercados de capitales
más desarrollados y profundos y mercados de trabajo competitivos y flexibles. Esto último
es especialmente necesario cuando se siguen políticas cambiarias de cambio fijo o fijado
y/o cuando se sufren shocks externos de grandes magnitudes. Asimismo, se discute el rol
que juegan la investigación y la formación de capital humano, la infraestructura física, el
ahorro como medio para tener cuentas externas sostenibles, y se termina con una breve
discusión sobre rol que juega la estabilidad y eficiencia de las instituciones.
El trabajo está dividido en siete secciones. Luego de la introducción, en la segunda
sección se muestra la importancia de los ciclos en la historia del crecimiento a largo plazo
de la economía chilena. En la tercera sección se describe el método de fuentes de
crecimiento, justificando el supuesto de retornos constantes a escala y el uso de
elasticidades obtenidas de la estimación de una “función de productividad agregada,” y se
hace un análisis de las fuentes de crecimiento, proveyendo un recuento histórico de la
evolución de los factores productivos y de la productividad total para el período 1960-1998.
En la cuarta sección el análisis se concentra en la identificación de los determinantes de
corto y mediano plazo de la productividad media y total de los factores, en la estimación de
las elasticidades de producción de los factores y de los otros parámetros fundamentales que
definen la “tecnología agregada.”
9
El análisis empírico permite sacar algunas conclusiones sobre los determinantes
fundamentales de la productividad en Chile, destacándose la importancia de los shocks
externos en su evolución en el corto plazo y de la apertura de la economía en el mediano
plazo. En la quinta sección se presentan los componentes del modelo de proyección del
crecimiento promedio a mediano plazo (o “producto potencial”) que tiene como principales
variables endógenas a la tasa de crecimiento del producto, la tasa de inversión, el
crecimiento del capital, del empleo, de los salarios y la tasa de desempleo a la cual
converge al economía. Esa sección concluye con la construcción de escenarios alternativos
condicionados a diferentes supuestos sobre el crecimiento de la fuerza de trabajo y de la
productividad.
Los antecedentes sobre productividad reportados a lo largo del trabajo, así como
aquéllos sobre el mercado laboral, apuntan a que cada lector saque sus propias conclusiones
sobre la plausibilidad de esos supuestos y, por lo tanto, de cada uno de los escenarios. La
sexta sección contiene reflexiones sobre políticas para el crecimiento en una economía
como la chilena y la última resume las principales conclusiones.
10
1.
Introducción 1
En los años recientes, el tema del crecimiento potencial de la economía chilena ha
despertado gran interés entre los analistas económicos. Parte de este interés se debe a que
el Banco Central ha definido como uno de los objetivos de su política monetaria el
suavizamiento de un ciclo supuestamente centrado en un determinado crecimiento
sostenible a mediano plazo. Se ha señalado que una estimación del producto potencial
demasiado pesimista por parte del instituto emisor impondría costos significativos en
términos de crecimiento, ya que, en ese evento, el Banco Central tendería a elevar las tasas
de interés que controla (las cortas) más allá de lo necesario. La importancia de este costo
de la política monetaria indujo a varios analistas de la economía chilena, a mediados de los
noventa, a cuestionar las estimaciones del potencial de crecimiento que según el Banco
Central tenía la economía chilena.2
Posteriormente, tanto esta institución como el Ministerio de Hacienda revisaron sus
estimaciones y, antes de la crisis asiática y de la caída del precio del cobre, habían tendido
a elevar sus estimaciones sobre el crecimiento del producto potencial. El freno del
crecimiento detonado por la crisis asiática ha orientado la discusión hacia la magnitud del
ajuste e instrumentos usados para implementarlo, alejándola del tema del potencial de
crecimiento de mediano plazo. Sin embargo, la propia crisis ha provocado una disminución
del optimismo sobre el potencial de la economía chilena y cabe esperar que, una vez
superadas las consecuencias de la crisis externa, el tema del crecimiento a mediano plazo
volverá a plantearse en la discusión.
El propósito principal de este trabajo es proporcionar antecedentes importantes que
deben ser tomados en cuenta al momento de hacer un diagnóstico sobre el crecimiento
sostenible a mediano plazo, una vez superadas las consecuencias de los shocks externos
actuales, e información sobre los determinantes del crecimiento que resultan útiles para
entender el proceso de desarrollo, así como los ciclos de la economía chilena. Se espera
que estos antecedentes contribuyan a formar las expectativas de crecimiento de los agentes
económicos dentro de un rango más estrecho del que existe actualmente, lo que puede
1
El proyecto de investigación cuyos resultados se presentan en este trabajo contó con el apoyo financiero de
MIDEPLAN, de la Fundación MELLON y de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la
Pontificia Universidad Católica de Chile. Agradezco los comentarios de Edgardo Barandiarán, Rómulo
Chumacero, Hernán Cortés, Claudio Zapelli, Viviana Fernandez, Dominique Hachette, Norman Loayza y
Rodrigo Vergara a una versión preliminar de este trabajo. Asimismo, agradezco los comentarios de Wiebke
Krauss y su asistencia en la construcción de la base de datos. Por supuesto, los errores son de mi exclusiva
responsabilidad.
2
Las diferencias entre los analistas e instituciones no han sido menores. Por ejemplo, usando las cifras de
crecimiento previas a las de la última revisión de cuentas nacionales, que incluso mostraban para el período
1989-1996 tasas menores en cerca de un punto anual a las de las actuales cuentas revisadas, Quiroz y
Chumacero (1996 y 1997) señalaban que la economía chilena podría crecer a una tasa sobre 8,1%, de no ser
por la política monetaria seguida por el Banco Central o shocks de términos de intercambio. Otros
economistas usando el mismo tipo de cifras, pronosticaban tasas entre 6,5% y 7% (ver Roldós, (1997), Rojas,
López y Jiménez, (1997) y De Gregorio, (1997). El Ministerio de Hacienda, por su parte daba una señal de
6%.
11
contribuir a mejorar las decisiones de consumo, ahorro, endeudamiento e inversión en
actividades productoras de no transables. La importancia de este tema no debe
subestimarse si se considera que parte de la explicación de la expansión exagerada de la
deuda en la economía chilena a fines de los setenta puede atribuirse a un exagerado
optimismo sobre el crecimiento sostenible en el mediano plazo.
Intentar predecir el crecimiento a mediano plazo en forma puntual puede ser una
tarea de alto riesgo porque determinadas variables exógenas son de difícil o imposible
predicción (por ejemplo, el precio del cobre). De igual modo, las trayectorias de algunas
variables claves que determinan el cambio técnico y los aumentos de productividad de la
economía pueden ser imposibles de predecir con la información hasta ahora disponible.
Por estas limitaciones, se formulará un modelo sencillo de crecimiento que permita
construir “predicciones” o “escenarios” de crecimiento condicionales a supuestos sobre la
evolución de algunas variables exógenas claves.
Existen enfoques alternativos para hacer proyecciones de crecimiento a mediano
plazo. Uno de ellos es el de fuentes de crecimiento, el cual se basa en las proyecciones de
los factores y de la productividad total. La magnitud de los efectos del crecimiento de los
factores sobre el producto depende de sus elasticidades de producción. Por otro lado, la
proyección de la productividad total, así como el análisis de cuán plausibles pueden ser
dichas proyecciones, requiere de información sobre sus determinantes.
Considerando la importancia que tiene la especificación y estimación de la
“tecnología agregada” para el análisis de las fuentes de crecimiento y la construcción de
los escenarios, un objetivo intermedio importante del trabajo es el análisis empírico de la
productividad agregada, con especial énfasis en sus determinantes. Esto proveerá
estimaciones de las elasticidades de producción de los factores y aportará antecedentes
sobre cuán plausibles pueden ser las proyecciones de la productividad total utilizada en los
escenarios.
Si no se quiere imponer a priori las restricciones de retornos constantes a escala y la
de igualdad entre elasticidad de producción de cada factor y su participación en el
producto, calculada con información de cuentas nacionales, la alternativa más común es la
estimación de una “función de producción agregada.” Una estimación de esta función que
sea teórica y estadísticamente bien comportada debe intentar dar un tratamiento adecuado
de los problemas empíricos y conceptuales que presenta el uso de datos agregados y la
endogeneidad del cambio técnico, en un sentido amplio, así como de los problemas de
medición de los insumos que se generan por las variaciones en su utilización a través del
ciclo. La consideración de estos problemas debiera generar estimaciones más estables y
más defendibles ante la “crítica de Lucas”.
El nivel de agregación de los datos utilizados significa en último término que no es
posible definir una relación tecnológica agregada entre producto (s) e insumos que sea
independiente del “entorno económico”, ya que la composición de la producción es
variable. La endogeneidad del “cambio técnico,” que en su sentido amplio incluye tanto
cambios técnicos propiamente tales así como aumentos de la productividad total causado
por otros determinantes, cuestiona representaciones simples de dicho proceso, como podría
12
ser el uso de una tendencia, y hace plausible la existencia de cambios en los parámetros de
la función de productividad en respuesta a cambios de política, expectativas o shocks de
diversa naturaleza.
El hecho de que las “tasas de utilización” de los insumos sean variables a través del
ciclo, puede ser abordado en principio con estimaciones de dichas tasas y una definición de
la función de productividad en términos de los “servicios de los insumos.” Sin embargo,
esta solución exige aceptar restricciones sobre los datos con distribuciones desconocidas.
Ignorar el problema puede introducir sesgos en la estimación de los parámetros
fundamentales que definen la “tecnología agregada.”
De acuerdo al enfoque de productividad adoptado y para evitar la imposición de
supuestos extremos, los insumos se miden en forma bruta, sin corregirse por calidad. El
efecto de movimientos en las calidades pasa a estar incorporado como un elemento más que
determina la productividad de los recursos. De acuerdo a la especificación adoptada, la
productividad total de los insumos medidos varía a través del ciclo y en el largo plazo, y
termina dependiendo de variables económicas.
El trabajo contiene siete secciones. En la sección siguiente se muestra la
importancia de los ciclos en la historia del crecimiento a largo plazo de la economía
chilena. En la tercera sección se describe el método de fuentes de crecimiento, justificando
el supuesto de retornos constantes a escala y el uso de elasticidades obtenidas de la
estimación de una “función de productividad agregada,” y se hace un análisis de las
fuentes de crecimiento, proveyendo un recuento histórico de la evolución de los factores
productivos y de la productividad total para el período 1960-1998.3
En la cuarta sección el análisis se concentra en la identificación de los
determinantes de corto y mediano plazo de la productividad media y total de los factores,
en la estimación de las elasticidades de producción de los factores y de los otros
parámetros fundamentales que definen la “tecnología agregada.” El análisis empírico
permite sacar algunas conclusiones sobre los determinantes fundamentales de la
productividad en Chile, destacándose la importancia de los shocks externos en su
evolución en el corto plazo y de la apertura de la economía en el mediano plazo. En la
quinta sección se presentan los componentes de un modelo simple de proyección del
crecimiento promedio a mediano plazo (o “producto potencial”) que tiene como
principales variables endógenas a la tasa de crecimiento del producto, la tasa de inversión,
el crecimiento del capital, del empleo, de los salarios y la tasa de desempleo a la cual
converge al economía. Esa sección concluye con la construcción de escenarios alternativos
condicionados a diferentes supuestos sobre el crecimiento de la fuerza de trabajo y de la
productividad. Los antecedentes sobre productividad reportados a lo largo del trabajo, así
como aquéllos sobre el mercado laboral, apuntan a que cada lector saque sus propias
conclusiones sobre la plausibilidad de esos supuestos y, por lo tanto, de cada uno de los
escenarios.
3
Dado que algunas cifras para 1998 aún no están disponibles, el análisis y descripción de algunas variables
sólo llega hasta 1997.
13
Se espera, sin embargo, que la evidencia aportada sirva para reducir el rango de
predicciones del crecimiento a mediano plazo que se consideran plausibles. La sexta
sección contiene algunas reflexiones sobre políticas para el crecimiento en una economía
como la chilena. La última sección resume las principales conclusiones.
2.
Los ciclos en la historia del crecimiento a largo plazo de la economía chilena
El examen de la evolución del crecimiento de la economía chilena durante el
presente siglo revela algunos hechos importantes que deben ser tomados en cuenta al
momento de intentar estimar el potencial de crecimiento a mediano plazo. En el Gráfico 1
se presenta la evolución del producto per capita de la economía chilena desde el año 1909.
Las cifras están expresadas en logaritmos por lo que la pendiente de la función del tiempo,
dibujada con barras, refleja la tasa de crecimiento.
GRAFICO 1
LOG PIB PER CAPITA ($ DE 1986)
CHILE 1909 - 1998
13.4
13.2
13
12.8
12.6
12.4
12.2
12
11.8
11.6
11.4
1910 1915 1920 1925 1930 1935 1940 1945 1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995
Al observar el Gráfico 1, se destacan varios hechos. La trayectoria de crecimiento
en Chile desde los años veinte ha estado interrumpida por tres grandes recesiones, la de los
años 30, la del 75 y la del 82. También ha tenido otras fluctuaciones importantes pero
menores que los tres episodios señalados. Los tres episodios han tenido su origen en causas
externas. Los factores internos pueden haber amplificado los efectos de estas crisis, en
magnitudes difíciles de evaluar, pero el detonante principal ha sido un factor externo.
Un segundo hecho que se deduce de la historia del crecimiento de largo plazo es
que en los primeros años siguientes a las tres grandes recesiones, siempre se han observado
grandes tasas de crecimiento. En la fase de recuperación no hay que hacer grandes
esfuerzos de inversión debido a la disponibilidad de capital ocioso. La tasa de ocupación
de la fuerza de trabajo tiende a recuperarse, muy probablemente con un aumento
importante del empleo de aquellos trabajadores de capital humano poco específico a la
14
empresa y que, por eso mismo, forman un porcentaje significativo dentro de los cesantes.
En esta fase de recuperación es razonable esperar que el factor principal que explica el
crecimiento no sea la inversión, sino que la recuperación de la utilización de los factores
productivos capital y trabajo que permanecieron contratados así como la recontratación de
trabajadores que fueron despedidos.
Tercero, en las dos primeras recesiones, estas fases de recuperación fueron
interrumpidas luego de 5 a 8 años. En el episodio de la crisis de los 30 se interrumpió sin
que hubiera existido una causa externa importante y, probablemente, porque se agotó la
fuente de crecimiento fácil: recontratación de trabajadores desempleados y aumentos de
utilización de la "capacidad productiva instalada" o de los recursos contratados. La
recuperación de la recesión del 75 fue interrumpida por otra crisis externa, aquélla que
generó la recesión del 82. La recuperación que siguió a esta última recesión no se ha
interrumpido debido a que las fuentes del crecimiento fácil, una vez agotadas, han sido
sustituidas con mayor inversión y crecimiento del stock de capital y con mayor aumento de
productividad. Claramente, la experiencia reciente de una fase expansiva tan prolongada
no tiene parangón histórico. El mero hecho de haber recuperado los niveles de “tendencia,”
sin considerar el hecho de que las tasas de crecimiento actuales son muy superiores a las de
esa tendencia, significa que algo sustantivo ha ocurrido. En efecto, no sólo que se han
recuperado las tasas de empleo y utilización de los factores productivos sino que, además,
se han superado los impactos negativos sobre el producto potencial que las recesiones
provocan sobre la acumulación de capital e incorporación de cambio técnico, definido este
último en una forma amplia.
Cuarto, la importancia de las últimas dos grandes recesiones y sus secuelas fue tan
grande que si no hubieran existido habría bastado mantener en forma permanente la
mediocre tasa de crecimiento del PIB de sólo 3,5%, similar a la del largo período que va
desde 1935 a 1970, para alcanzar los niveles de producto per capita que se obtuvieron a
mediados de los noventa.
Quinto, una parte importante de los datos disponibles para el período 1960-1997
corresponde a años en que la economía estaba sufriendo las secuelas de alguna de las dos
grandes recesiones, o de la convulsión económica provocada durante el Gobierno de
Allende. En otras palabras, no hay muchos años en que la economía estaba en su frontera
de producción, lo hace difícil la tarea de extraer la información sobre las tendencias y
comportamiento de la economía en el largo plazo y en situaciones más cercanas al “pleno
empleo.” Esto explica el horizonte de “mediano plazo” de las proyecciones y el enfoque
menos pretencioso de escenarios sobre la evolución de la productividad total que se realiza
en la quinta sección.
15
3.
Las fuentes de crecimiento del Producto
Considerando que un modelo econométrico completo de la economía chilena está
fuera de los alcances de este trabajo, el enfoque elegido para el análisis del crecimiento
histórico y la posterior construcción de escenarios sobre la posible evolución del
crecimiento futuro es el de fuentes de crecimiento, el cual centra la atención en los
determinantes de la oferta agregada.
3.1.
Descripción general del método
Desde el punto de vista de la oferta o de las fuentes, el crecimiento del producto en
cualquier economía se puede atribuir a los siguientes factores: a) acumulación de capital
(K); b) aumento de la contratación de trabajadores (L); c) cambio en el "nivel de
utilización" del capital y el trabajo (Util), lo que incluye no sólo horas medidas de trabajo
sino además la intensidad del esfuerzo por hora ("menos trabajadores tomando café"); d)
reasignación de recursos desde "actividades" de baja a más alta productividad (Reag), la
que puede ocurrir entre sectores, empresas, o al interior de estas últimas; e) progreso
técnico causado por la incorporación de nuevas formas de producir con las mismas
calidades y cantidades de factores, así como por mejoramientos en dichas calidades (T).
En términos simples, se puede decir que existe una función que explica la
producción agregada (Y):
Y = F(K, L, Util, Reag, T)
(1)
Debe notarse que esta función no es una relación puramente técnica, como sería una
función de producción tradicional, sino que es una relación económica.
Para el análisis que sigue se agruparán las fuentes de crecimiento en sólo tres
componentes: 1) contribución del crecimiento del stock de capital; 2) contribución del
crecimiento de la ocupación y, 3) contribución del crecimiento de la productividad total de
los recursos (PT). El último factor recoge los efectos de c), d) y e) indicados más arriba.
La contribución al crecimiento de la productividad total es el crecimiento que
ocurriría en la eventualidad de que los recursos contratados permanecieran constantes.
Debe recalcarse que este concepto de productividad total corresponde a la productividad de
los recursos contratados y no de los utilizados.4 Nótese que c), la utilización, en principio
debiera tener un alto componente cíclico o de corto plazo, ya que no es posible que esta
variable aumente en forma indefinida. Este componente cíclico implica que la variable
4
En este trabajo se opta por definir el aumento de la productividad total como el aumento de producto que se
puede conseguir con los mismos insumos “contratados.” Otras opciones que también se basan en una relación
producto insumos definen el cambio técnico como el aumento de producto dados los mismos servicios de los
insumos (insumos “utilizados”) o, alternativamente, dadas las mismas cantidades de insumos utilizados de
calidad constante. Por supuesto que los problemas de medición no son menores. Una alternativa diferente
pero igualmente válida, es definir el aumento de la productividad total como la reducción de costos dados los
mismas cantidades y precios de los insumos.
16
productividad total, como aquí se ha definido, no es independiente del ciclo. En
consecuencia, la relación (1) se puede escribir como:
Y = F(K, L, PT)
(2)
Derivando logarítmicamente la ecuación (1) respecto a tiempo, la tasa continua de
crecimiento del producto puede aproximarse por la siguiente ecuación:
dlnY ∂lnY dlnK ∂lnY dlnL ∂lnY dlnPT
=
+
+
∂lnK dt
∂lnL dt
∂lnPT dt
dt
La ecuación (3) se puede escribir como:
gY = eK gK + eL n + m
(3)
(4)
donde:
eK =
eL =
∂lnY
∂lnK
∂lnY
∂lnL
= elasticidad de producción respecto al capital
= elasticidad de producción respecto al trabajo
n = tasa de crecimiento del empleo.
m=
∂lnY dlnPT
∂lnPT dt
=
efecto del crecimiento de la productividad total de los
recursos o crecimiento de la productividad total.
Si se define el cambio logarítmico de la productividad total como el crecimiento
(medido como cambio en logaritmos) que ocurriría si los factores contratados permanecen
constantes, entonces
∂lnY
∂lnPT
= 1 y el "efecto" del crecimiento de la productividad total es
igual al crecimiento mismo de esta variable.
Cada término de la ecuación (4) mide la contribución al crecimiento de cada una de
las tres grandes fuentes.
El método de las fuentes se puede usar para proyectar el crecimiento si se tiene
información de la elasticidad de producción de cada factor y si se dispone de proyecciones
de cada componente, K, L y m. A continuación se analizará la información sobre las
elasticidades de producción.
17
3.2.
El supuesto de retornos constantes a escala
En principio, las elasticidades de producción de capital y trabajo (eK y eL) no tienen
que sumar uno, ya que perfectamente pueden existir retornos a escala decrecientes o
crecientes a nivel agregado. La existencia de retornos decrecientes puede ocurrir en
algunos países, especialmente en las primeras etapas de desarrollo cuando la agricultura es
más importante. Si hay retornos constantes a escala en todos los factores, incluyendo la
tierra, existirán retornos decrecientes “a escala” en los factores trabajo y capital si la tierra
es excluida de la medición de este último factor.
Por otro lado, parte la literatura reciente de los últimos años5 ha enfatizado la
posibilidad de existencia de retornos crecientes como una forma de explicar el crecimiento
del ingreso per capita. En este trabajo, sin embargo, se adopta el supuesto de retornos
constantes a escala, trasladándose así la "responsabilidad" del crecimiento del ingreso per
capita en el largo plazo al aumento en la productividad total de los recursos. La
justificación empírica de este supuesto se encuentra en la cuarta sección de este trabajo.
Aquí, sin embargo, es pertinente dar algunos argumentos de tipo conceptual.
Primero, frente a la evidencia de estimaciones empíricas que suelen arrojar retornos
crecientes a escala, debe señalarse que ellas, por lo general, suelen sobrestimarlos debido a
que normalmente en la estimación de las funciones de producción no se incorpora algún
indicador que refleje el hecho de que la utilización de los recursos varía a través del tiempo
en forma procíclica. O sea, se parte de la base que los factores contratados varían
proporcionalmente con los servicios de los factores, lo cual, como se verá para el caso
chileno, no es efectivo.
La variación de la utilización de los factores afecta al capital y al trabajo. El número
de horas que “opera” el capital y el trabajo varía procíclicamente, sea a través de cambios
en el número o en la duración de los turnos. A través del ciclo no sólo varían las horas de
trabajo, lo que podría eventualmente medirse, sino que además la intensidad, calidad y
efectividad del esfuerzo de los trabajadores. Dada la existencia de costos de reemplazo y
entrenamiento de los trabajadores, en las recesiones, usualmente percibidas como
fenómenos transitorios, se despide un menor número de trabajadores que lo que se haría si
la caída del nivel de producto fuera percibida como permanente.
El ajuste en las cantidades contratadas de trabajadores tenderá a ser mayor en el
caso de aquéllos con bajo capital humano o poco específico. Dado que en el corto plazo
hay baja sustitución entre trabajadores con distinto tipo de capital humano, debiera
esperarse que el nivel de intensidad, calidad y efectividad del esfuerzo de los trabajadores
que quedan contratados tienda a caer en las recesiones.
La exclusión de una variable que refleje los cambios en la utilización de los
recursos contratados tiende a generar una sobrestimación de los retornos a escala en la
“función de producción agregada” debido a la correlación positiva entre tasas de
5
Romer, P. (1986) "Increasing Returns and Long-Run Growth" Journal of Political Economy 94:5, (October)
pp. 1002-37
18
utilización y factores contratados. En otras palabras, aquéllos aumentos de productividad
asociados a la fase expansiva del ciclo que son originados por aumentos de la utilización
tienden a atribuirse a los cambios de los factores contratados (o medidos) debido a que no
se incorpora explícitamente la o las variables que reflejan utilización. Los aumentos en las
elasticidades de producción que este fenómeno genera terminan sesgando positivamente la
medición de los retornos a escala. En Coeymans y Mundlak (1992) y en Coeymans (1992)
se destaca este fenómeno.6 La literatura más reciente para países desarrollados también ha
puesto énfasis en este punto.7.
El segundo argumento para adoptar retornos constantes a escala es el principio de
parsimonia. En la medida que no se rechace la hipótesis nula más parsimoniosa de retornos
constantes a escala, debería adoptarse ese supuesto. En la cuarta sección de este trabajo se
muestra que los datos de la economía chilena no rechazan esta hipótesis.
Aceptando el supuesto de retornos constantes a escala (eK + eL =1), la ecuación (4)
se puede escribir como:
gY = eK gK + (1-eK) n + m
(5)
Las elasticidades de producción pueden obtenerse de dos maneras que no
necesariamente producen el mismo resultado. La primera es suponiendo que son iguales a
las participaciones en el valor agregado y la segunda es por medio de la estimación
econométrica de la “función de producción agregada” o, más rigurosamente, “función de
productividad agregada.” En este trabajo se opta por aquéllas obtenidas de acuerdo a la
segunda metodología.8 A continuación se justifica esta opción.
6
Ver Coeymans, J. E. y Mundlak, Y. "Endogenous Technology and Sectoral Productivity. Chile 1962 -1982"
The Journal of Productivity Analysis, 3, (septiembre 1992), pp. 257-275 y Coeymans, J, E. "Productividad,
Salarios y Empleo en la Economía Chilena: Un Enfoque de Oferta Agregada" en Cuadernos de Economía,
Año 29, Nº 27, (Agosto 1992) pp. 229 - 263.
7
Ver Basu, S. y Kimbal, M. S. (1997) "Cyclical Productivity with Unobserved Input Variation" WP National
Bureau of Economic Research, Working Paper 5915, (February). Estos autores, usando un modelo dinámico
optimizador, determinan las tasas variables de utilización para el trabajo y el capital. Al estimar el modelo que
anida las variaciones cíclicas de la utilización de los factores, retornos crecientes a escala y tecnología
variable como hipótesis explicativas de las variaciones cíclicas de la productividad, encuentran fuerte
evidencia para la hipótesis de variaciones cíclicas en la utilización y ninguna evidencia para aquélla de
retornos crecientes. Este resultado cuestiona la validez de varios trabajos sobre el ciclo que suponen retornos
crecientes.
8
Varios trabajos en el área de macroeconomía aplicada usan el concepto de “función de producción”
agregada, especialmente en trabajos cuyo fin es proyectar el “producto potencial”. Estos trabajos tratan de
descubrir cual es el producto alcanzable si todos los recursos estuvieran ocupados con intensidades de uso
normales para el largo plazo. Ejemplos de trabajos que usan la metodología del producto potencial son Artus
(1977), trabajo que se concentra en el sector industrial. En ese trabajo se defiende el enfoque de función de
producción frente a los métodos alternativos de encuestas a empresarios (donde se les pregunta cuál
consideran que es el producto alcanzable) o el enfoque de la tendencia de los peaks (popularizado por Klein y
Summers (1966). Posteriormente, Adams, Fenton y Fleming (1987), calculan el producto potencial pero para
las economías agregadas (excluyendo el sector público). El enfoque de estos trabajos también privilegia el uso
del método de la función de producción ante las metodologías alternativas.
19
3.3.
La elasticidad de producción del capital y la participación en el Producto
Bajo el supuesto de retornos constantes a escala y mercados competitivos, las
participaciones de cada factor en el valor agregado total de la economía pueden ser
consideradas como posibles estimadores de las elasticidades de producción. Este resultado
se desprende de las condiciones de primer orden de maximización de utilidades de una
empresa representativa. El valor agregado de una empresa en términos nominales, esto es,
el valor de sus ventas menos el costo de los insumos intermedios, puede escribirse como:
Y.P
= wn.L + RN + ti.Y.P + δ.K.PK
(6)
donde,
Y
P
wn
L
RN
ti
δ
PK
= valor agregado a precios constantes.
= precio nominal del valor agregado.
= tasa de salarios en pesos corrientes.
= empleo.
= excedente del “capital” en pesos corrientes.
= tasa de impuestos indirectos a la producción.
= tasa de depreciación.
= precio nominal de los bienes de capital.
Por lo tanto,
RN
= Y.P - wn.L - ti.Y.P - d.K.PK
(7)
Bajo condiciones de competencia en los mercados de producto e insumos, una de
las condiciones de primer orden para la maximización de RN es:
∂RN
∂L
=P
∂Y
∂L
∂Y
- wn - ti.P.
=0
(8)
∂L
Por lo tanto:
∂Y
∂L
=
wn
P ⋅ (1 - ti )
Multiplicando a ambos lados por
∂Y L
∂L Y
=
(9)
L
:
Y
wn
L
P ⋅ (1 - ti ) Y
(10)
El término de la izquierda es la elasticidad de producción del trabajo y el de la
derecha es la participación del trabajo en el valor agregado neto de impuestos indirectos.
Esta condición es la que justifica el uso de la participación del trabajo como un estimador
de la elasticidad de producción de ese factor (eL). Dado el supuesto de retornos a escala, la
20
elasticidad de producción del capital (eK) es igual a (1-eL). En general, es conveniente usar
un promedio móvil de la participación de los factores en el período t y en t-1, ya que
permite una mejor aproximación a una función de producción no lineal en los logaritmos,
donde la elasticidad de producción depende de la razón capital trabajo (éste sería el caso,
por ejemplo, de una función C.E.S. o una del tipo translog).9
La metodología de las participaciones aplicada a datos agregados requiere de dos
supuestos bastante discutibles: a) que existe equilibrio competitivo y, b) que la medición
disponible de los pagos al trabajo, normalmente datos de cuentas nacionales, realmente
reflejan las remuneraciones de este factor. Existe una alta probabilidad que la condición a)
sea inválida, especialmente por la existencia de elementos monopsónicos en la contratación
de trabajo, condiciones que debieran agravarse cuando aumenta el desempleo,
especialmente en una economía en que no hay seguro de desempleo. La existencia de
poder monopsónico implica salarios menores a la productividad marginal del trabajo. Esto
también significa que la participación de este factor medida con datos de cuentas
nacionales tenderá a subestimar la elasticidad de producción y, si hay retornos a escala
constantes, la participación del capital tenderá a sobrestimar la correspondiente elasticidad
de producción. Por otro lado, hay certeza de que la condición b) no se cumple para la
economía chilena por dos razones.
Primero, las remuneraciones al trabajo medidas por cuentas nacionales - que es la
fuente de información normalmente usada cuando este tipo de cálculo se hace a nivel
agregado- no incluyen las remuneraciones de los trabajadores por cuenta propia o
independientes. Así, a modo de ejemplo, el salario percibido por un médico por las
atenciones que realiza en el hospital, por su condición de trabajador dependiente de la
"empresa hospital," será imputado como pago al trabajo. Sin embargo, los honorarios
profesionales que este mismo médico cobra en su consulta particular, tenderán a ser
imputados en el ítem "excedentes de explotación." Suponiendo que en el período muestral
los trabajadores independientes fluctúan entre son un 20% y un 30% de la fuerza de
trabajo,10 este factor puede explicar entre 10 y 15 centésimas (10 a 15 puntos porcentuales)
de diferencia entre la participación del trabajo computada con los datos de cuentas
nacionales y la correspondiente elasticidad de producción.
Segundo, existe una discrepancia entre el stock de capital calculado con los datos de
inversión de cuentas nacionales y aquél responsable de la producción. Dado que la variable
capital (K) que se usa en este tipo de ejercicios normalmente se calcula incluyendo sólo
activos fijos (máquinas, vehículos, construcciones, etc.), la elasticidad de producción
estimada econométricamente corresponde al efecto sobre la producción de ese tipo de
activos, excluyendo el efecto de otros (por ejemplo, activos líquidos). El ítem "excedentes
de explotación” de cuentas nacionales incluye, sin embargo, la remuneración a activos
distintos a los fijos, los cuales también contribuyen al proceso productivo. Usualmente los
servicios de este tipo de activos se encuentran más asociados a empleo de trabajo que a
9
Ver Christensen y Cummings (1981).
La importancia de los trabajadores no dependientes queda reflejada en el hecho de que en la encuesta del
INE del trimestre noviembre 1998-enero 1999, la suma de los trabajadores por cuenta propia, empleadores y
familiares no remunerados alcanzó el 30,3% de la fuerza de trabajo.
10
21
activos fijos. En consecuencia, es probable que la participación del capital medida con los
datos de cuentas nacionales tienda a sobrestimar a la elasticidad de producción del capital
correspondiente al stock de activos fijos, lo cual implica que la elasticidad de producción
del capital estimada econométricamente tienda a ser menor que la participación del capital
registrada en cuentas nacionales.
Debido a estos argumentos se descarta el uso del método de participación como
estimador de la elasticidad de producción, privilegiándose el método de la estimación
econométrica.
La especificación y estimación de la “función de producción” agregada se reporta
en la cuarta sección. Al respecto, puede adelantarse que, dados los problemas de
agregación y de variación en la composición de la producción, dicha función no es
estimable como una relación tecnológica pura sino que corresponde más bien a una
función de productividad (del trabajo) que depende de un conjunto de variables
económicas (Z) que determinan el “cambio técnico” a nivel agregado y la utilización de los
factores. La forma funcional del tipo translog de dicha función implica que la elasticidad
de producción del capital (y la del trabajo) no es constante a través del tiempo sino que
depende de la razón capital trabajo y de Z.
El estimador de la elasticidad del capital alcanza un valor promedio de 0,336 con
una desviación estándar de 0.021 (correspondiente a la variabilidad a través del tiempo).
Por otro lado, la aceptación de la hipótesis de retornos constantes a escala implica que la
elasticidad del trabajo es igual a uno menos la del capital.
3.4.
El crecimiento en distintos períodos y sus fuentes
Una vez que se dispone de una elasticidad de producción puede procederse al
cálculo de las fuentes de crecimiento. En el Cuadro 1 se presentan los datos de las fuentes
de crecimiento para el período 1960-1997, dividiéndose la muestra en distintos
subperíodos. El cálculo de la contribución de la productividad total (m) se realiza usando la
ecuación (5). Los gráficos 2, 3, 4 y 5 muestran las tasas de crecimiento del producto,
capital, empleo y la contribución de la productividad total al crecimiento, respectivamente.
En el Gráfico 6 se presenta la evolución del logaritmo del nivel de la productividad total de
los factores (P). Tal índice fue construido como:
 t

LOGPT = ln  ∏ (1 + m t )
 t =1961

(11)
22
El cambio absoluto anual de LOGPT mide la tasa de crecimiento que tendría el
producto si los factores productivos contratados hubieran permanecido constantes.11 En el
año 1960, el índice LOGPT vale 0. Debe recalcarse que por la forma en que están medidos
los insumos, este índice de productividad total refleja la evolución de la productividad de
las cantidades "físicas" de factores contratados, sin corregir por cambios en la calidad de
dichos factores ni en su nivel de utilización. Se trata, en otras palabras, de un índice de
productividad total "bruta" de los factores capital y trabajo que no debe confundirse con
otros indicadores de productividad total que usan insumos, especialmente el trabajo,
corregidos por cambios en su calidad.12
11
Esta interpretación es válida sólo si los cambios son pequeños debido a la diferencia entre una tasa de
crecimiento continua y una discreta.
12
Por ejemplo, ver Rojas, López y Jiménez, (1997) y Roldós. (1997).
23
CUADRO 1
FUENTES DE CRECIMIENTO DE LA ECONOMÍA CHILENA
EN DISTINTOS PERÍODOS
(A)
Período
61-70
70-73
73-74
74-75
75-76
76-81
81-82
82-83
83-84
84-86
86-89
89-97
97-98
73-89
81-97
61-98
∆%
PIB
4.17
0.54
0.97
-13.27
3.21
7.51
-13.42
-3.49
6.09
4.53
8.14
7.75
3.41
2.94
5.13
4.08
(%)
(B)
(C)
(D)
(E)
(F)
(G)
(H)
Tasa de
∆%
∆% Contribución Contribución Contribución Contribución
Inversión Empleo Capital
Empleo
Capital
Factores. Productividad
(C)*(1-eK)
(D)*eK
(E)+(F)
(A)-(G)
21.39
18.07
17.01
17.53
15.23
17.88
19.51
14.78
15.00
17.04
20.50
27.14
31.94
17.85
22.85
21.16
1.89
1.49
-3.68
-4.46
1.77
3.70
-8.91
2.67
6.91
5.44
5.00
2.41
2.76
2.33
2.81
2.18
3.60
3.21
1.74
-1.40
1.41
1.99
4.50
1.39
0.61
1.57
2.52
5.91
8.20
2.04
4.01
3.51
1.26
0.99
-2.44
-2.96
1.17
2.46
-5.91
1.77
4.58
3.61
3.32
1.60
1.83
1.55
1.86
1.45
1.21
1.08
0.59
-0.47
0.48
0.67
1.51
0.47
0.21
0.53
0.85
1.99
2.76
0.69
1.35
1.18
2.47
2.07
-1.86
-3.43
1.65
3.13
-4.40
2.24
4.79
4.14
4.17
3.59
4.59
2.23
3.21
2.63
1.70
-1.52
2.83
-9.85
1.56
4.38
-9.02
-5.73
1.30
0.39
3.98
4.17
-1.18
0.71
1.92
1.45
(*) El año inicial de cada sub período corresponde al año base de la comparación y, por lo tanto, está excluido del mismo. Así, la
tasa de crecimiento del período 1974-1975 corresponde a la tasa de crecimiento de 1975 respecto al valor de 1974. Todas las tasas
de cambio porcentual son promedios (geométricos) anuales. La tasa de inversión corresponde a formación bruta de capital fijo. Las
cifras de empleo fueron empalmadas por el autor y corresponden a las de junio de cada año. La serie de capital fue construida por el
autor usando datos de formación bruta de capital fijo y depreciación de cuentas nacionales y un stock inicial de capital calculado a
partir de una razón capital producto para 1960, proveniente de Coeymans y Mundlak (1993).
24
GRÁFICO 2
TASA DE CRECIMIENTO DEL PIB
CHILE 1961-1998
15.00%
10.00%
5.00%
0.00%
-5.00%
-10.00%
-15.00%
1993
1995
1997
1993
1995
1997
1991
1989
1987
1985
1983
1981
1979
1977
1975
1973
1971
1969
1967
1965
1963
1961
GRÁFICO 3
TASA DE CRECIMIENTO DEL STOCK DE CAPITAL
CHILE 1961-1998
9.00%
8.00%
7.00%
6.00%
5.00%
4.00%
3.00%
2.00%
1.00%
0.00%
1991
1989
1987
1985
1983
1981
1979
1977
1975
1973
1971
1969
1967
1965
1963
1961
25
GRAFICO 4
TASA DE CRECIMIENTO DEL EMPLEO
CHILE 1961-1998
8.00%
6.00%
4.00%
2.00%
0.00%
-2.00%
-4.00%
-6.00%
-8.00%
26
1997
1995
1993
1991
1989
1987
1985
1983
1981
1979
1977
1975
1973
1971
1969
1967
1965
1963
1961
-10.00%
GRAFICO 5
"RESIDUO" O CRECIMIENTO NO EXPLICADO POR CRECIMIENTO DE
CAPITAL Y TRABAJO
CHILE 1961-1998
8.00%
4.00%
0.00%
-4.00%
-8.00%
-12.00%
1997
1995
1993
1991
1989
1987
1985
1983
1981
1979
1977
1975
1973
1971
1969
1967
1965
1963
1961
GRAFICO 6
INDICE DE PRODUCTIVIDAD TOTAL DE LOS FACTORES
1961-1998
0.60
0.40
0.20
1997
1995
1993
1991
1989
1987
1985
1983
1981
1979
1977
1975
1973
1971
1969
1967
1965
1963
1961
27
En el Cuadro 1 y en los gráficos 2, 3, 4, 5 y 6 se destacan las grandes fluctuaciones
que ha tenido la economía chilena y se puede ver cuál ha sido la contribución de cada
factor y de la productividad a las variaciones en el producto.
Durante los sesenta llama la atención el freno al crecimiento (Gráfico 2) y la caída
de la productividad en 1965 (Gráficos 5 y 6). En ese año, sin embargo, el empleo tuvo un
crecimiento normal. Existe una fuerte presunción de que la baja de crecimiento y la caída
de productividad en ese año es un fenómeno estadístico que no refleja la realidad, causado
por diferencias muy fuertes en los precios relativos entre ese año y 1977, año base de las
cuentas nacionales empalmadas del Banco Central y que son las utilizadas para medir la
evolución del producto entre 1960 y 1986. De hecho en las cuentas antiguas cuyo año base
era precisamente 1965, no existía tal baja de crecimiento. La recuperación de 1966 estaría
sobrestimada por el mismo tipo de razón.
En el año 1971 se registra un fuerte aumento de crecimiento y de productividad.
Esto sí fue real. En ese año, que fue el primero completo del gobierno de Allende (que de
hecho asumió en noviembre de 1970), las autoridades económicas indujeron una fuerte
expansión de la demanda agregada junto con controles generalizados de precios que
inicialmente lograron frenar la inflación y las expectativas sobre su evolución a corto plazo.
Esta expansión de la demanda estimuló transitoriamente a la producción. Se ha señalado13
también que los temores a las expropiaciones produjeron un efecto “fin de mundo” que
impulsó un aumento de la depreciación y utilización del capital. Obviamente este tipo de
crecimiento no era sostenible en el tiempo y originó un caos macroeconómico con fuertes
desequilibrios en las cuentas externas, fiscales y monetarias. El resultado fueron fuertes
caídas de producto y de productividad en los dos años siguientes, 1972 y 1973.
En 1974, bajo el nuevo gobierno militar, cuando todavía la inflación estaba sobre
300%, hubo una ligera recuperación de productividad que fue acompañada de fuertes
caídas del empleo, generadas en parte importante por la disminución del empleo del sector
público.
En 1975 sobrevino una crisis mayor. En ese año hubo una fuerte caída de términos
de intercambio (ver variable FECTI en Gráfico 8, la que mide el efecto términos de
intercambio como proporción del producto), debido a la gran baja del precio del cobre (el
cual se exporta) que se sumó al aumento del precio del petróleo (el cual se importa). A la
necesidad de realizar un ajuste en las cuentas externas se sumaba la necesidad de quebrar
la inflación. Las autoridades económicas de la época implementaron un fuerte ajuste fiscal
y monetario. Esta política más los efectos reales de la baja en los términos de intercambio
y la caída de las expectativas de crecimiento generaron una fuerte contracción del gasto.
Dada la inercia de las expectativas inflacionarias - en parte por no haberse podido
implementar un ancla cambiaria que contribuyera a bajar las expectativas de inflación- se
produjo una gran contracción de las ventas y de producción en ese año. Las fuentes del
ajuste de la producción fueron la caída del empleo y, principalmente, la disminución de la
productividad de los recursos contratados causada por la reducción de sus tasas de
13
Ver Barandarián, E. "Inflación Durante el Gobierno de la UP." Documento Instituto de Economía UC.
(1974).
28
utilización.
La fuerte reducción del gasto experimentada en 1975 permitió que la devaluación
nominal implementada en ese año se tradujera en una gran devaluación real. Las
importaciones se frenaron abruptamente y las exportaciones en pesos constantes
empezaron a mostrar los primeros síntomas de despegue (ver variable FECX en Gráfico 8,
la cual mide la razón de exportaciones a producto en pesos del año base). El efecto de este
ajuste y el leve aumento de los términos de intercambio en 1976 (ver variable FECTI en
Gráfico 8) produjeron un pequeño alivio de las cuentas externas que permitió revaluar el
peso a mediados de 1976.
La revaluación nominal fue el ingrediente que faltaba para quebrar definitivamente
las expectativas de inflación, lo que hizo posible un mayor alineamiento entre la expansión
del gasto nominal interno y el alza de los precios. Así se frenó la caída de ventas y de
producto. A partir de mediados de 1976 se inicia una recuperación de los niveles de
actividad que duraría hasta fines de 1981.14 Un factor muy importante que contribuyó a la
recuperación del período 1976-1981 fue la gran entrada de capitales a partir de 1978.
Desde el punto de vista de fuentes de “crecimiento” (o más bien recuperación)
durante el período que va desde mediados de 1976 a 1981, las principales fueron el
crecimiento (recuperación) del empleo y, principalmente, de la productividad (ver Cuadro
1 y Gráfico 6). La tasa de crecimiento del capital fue más modesta, llegando sólo en 1980 a
los niveles históricos. El bajo crecimiento promedio del capital durante el período 1976 a
1981 se debió a que había una razón producto capital creciente pero que había partido de
niveles muy bajos, lo que provocaba bajas tasas de rentabilidad y de inversión (ver Gráfico
14). Otra forma de interpretar la conducta de la inversión es señalar que en ese período
había una fuerte capacidad ociosa del capital reflejado en la baja razón producto capital.
Esto último no sólo frenaba la tasa de inversión sino que significaba un menor impacto de
dicha tasa sobre el crecimiento del capital.15.
En 1982 vino la segunda gran recesión del período bajo análisis, la cual también fue
detonada por variables externas. A fines de los setenta la economía venía registrando una
fuerte expansión del gasto y un creciente déficit de cuenta corriente. La expansión
exagerada del gasto fue estimulada principalmente por los siguientes factores: a) la fuerte
entrada de capitales (ver variable FECK en Gráfico 8, que mide la proporción del producto
real que representan los flujos de capital en pesos corrientes deflactados por el nivel de
precios de las importaciones), fenómeno que fue común a la región debido a la liquidez
internacional; b) por expectativas erróneas sobre el potencial de crecimiento de la
economía chilena16 y, probablemente, c) por la caída del tipo de cambio real provocado por
14
Los datos mensuales de ventas muestran un quiebre de la tendencia recesiva justo después de la
revaluación.
 Y 
∆K t
15
El crecimiento del capital esta determinado por la siguiente identidad:
= s t  − δ , donde
K t -1
 K t -1 
K=capital; s= tasa de inversión respecto a producto, y δ= tasa de depreciación respecto al stock de capital.
16
A la formación de estas expectativas erróneas contribuyeron el “exitismo” del gobierno y de algunos
empresarios influyentes de la época.
29
la inercia inflacionaria que el tipo de cambio fijo no lograba terminar.17 El deterioro de la
cuenta corriente se vio agravado por la caída de términos de intercambio y por el aumento
de las tasas de interés internacionales que ocurrieron en 1981.18 En 1982, ante una
situación insostenible, el problema se agravó aún más por la gran caída en la entrada de
capitales. Este fenómeno fue de hecho el más grave en términos de la solvencia externa
(ver variable FECK y las demás variables en Gráfico 8).
Las entradas de capitales que en 1981 habían alcanzado a US$4630 millones se
redujeron a US$2370 millones de dólares, lo que para la época obligaba a un ajuste
mayúsculo tanto del gasto del sector público como del privado. A la reducción del gasto en
1982 contribuyeron las alzas de las tasas de interés, interna y externa, el ajuste fiscal, la
devaluación nominal que quebró la política cambiaria seguida hasta la fecha y provocó
serios problemas a los endeudados en dólares, la disminución de ingresos derivada de la
caída de términos de intercambio y el efecto de las expectativas recesivas. El descalabro se
agravó aún más por la crisis que tuvo el sector financiero, provocada por una cartera
descalzada vulnerable a una devaluación y por serios problemas de regulación de la banca
que fomentaban una cartera más riesgosa de lo apropiado.
El ajuste en términos de fuentes de crecimiento se realizó, en forma similar a la
recesión de 1975, a través de una fuerte caída del empleo y de la productividad total (ver
Cuadro 1). La importancia relativa del ajuste del empleo fue mayor en 1982 que en 1975,
probablemente debido a la mayor flexibilidad para despedir trabajadores que se había
logrado a partir de 1981, y al hecho de que el gran ajuste, iniciado con la devaluación,
ocurrió a mediados de año, cuando gran parte de las remuneraciones del trabajo ya se
habían negociado. Esto explica que el costo medio anual del trabajo sólo haya caído en
forma importante al año siguiente, en 1983 (ver Gráfico 9).
En 1984 se inició la recuperación del producto, la cual, hasta 1986, estuvo
fuertemente basada en un incremento del empleo más que en la productividad. La caída de
los salarios reales, que se verifica a partir de 1983 y hasta 1988, causada principalmente
por el alto nivel inicial de desempleo, explican la magnitud del aumento del empleo.
A partir de 1987 y hasta 1989, al fuerte crecimiento del empleo se sumó un gran
aumento de productividad total. La recuperación y aumento de la productividad media y
marginal del capital (y por lo tanto de su rentabilidad) asociado a un mayor nivel de
utilización del stock, provocaron el despegue de la tasa de crecimiento del capital la que
alcanzó un máximo histórico en 1989.
En el período 1989 - 1997 hay un cambio en la importancia relativa de las fuentes
17
No hay evidencia concluyente respecto a si la revaluación real que se produjo antes de 1982 era o no de
equilibrio dada la gran expansión del gasto. Si era de equilibrio y coherente con el aumento del gasto asociado
a la mayor liberalización de la entrada de capitales, una devaluación nominal antes de ese año, como
propiciaban algunos, no hubiera afectado mayormente al tipo de cambio real y se hubiera traducido, en gran
parte, en mayor inflación. En 1982, la situación fue diferente. La caída del gasto interno en ese año y el gran
aumento del desempleo, que revelaba un exceso de oferta en los bienes y servicios no transables, claramente
permitió que la devaluación nominal fuera exitosa para subir el tipo de cambio real.
18
La autoridad no hizo el ajuste en 1981 porque pensó que este fenómeno era más transitorio de lo que
finalmente ocurrió.
30
de crecimiento. El aumento del empleo se modera debido al término de las holguras de
desempleo (Gráfico 15) y al consecuente aumento de los salarios reales (ver Gráfico 9). Al
reducirse sustancialmente el desempleo, la evolución del empleo pasa a estar determinada
por la de la fuerza de trabajo. En estas circunstancias el crecimiento de la demanda de
trabajo provocado por el alto crecimiento del producto se traduce en las presiones
salariales que se han observado en los noventa.
En este período cobra mayor importancia el crecimiento del stock de capital y,
especialmente, de la productividad. El aumento del stock de capital se explica
fundamentalmente por el aumento de la productividad media y marginal del capital, que
han elevado la tasa de inversión y aumentado su impacto sobre el crecimiento del stock.
Como se documenta en la tercera sección, el gran incremento de la productividad se
explica principalmente por el aumento de la apertura y por mejores condiciones externas.
También han contribuido a este fenómeno una multiplicidad de factores (inversión directa
extranjera, mayor internacionalización de la economía y de los empresarios, mayor
cobertura educacional, etc.), siendo difícil aislar la incidencia de cada uno.
Por último, en el año 1998, se experimentó una fuerte desaceleración del
crecimiento. Teniendo presente que los datos de inversión para ese año son preliminares,
aparentemente, la tasa de inversión no habría registrado la caída a nivel anual que sí se
verificó al final de ese año. Esto, sin embargo, no es relevante para los efectos del cálculo
de las fuentes de crecimiento en ese año, ya que los cálculos están realizados bajo el
supuesto de que la inversión realizada en el año t afecta al producto en t+1. El dato del
empleo anual de 1998 tampoco alcanza a reflejar la desaceleración de fines del año. Por lo
tanto, es la caída de la productividad bruta, lo que explica la desaceleración del crecimiento
del producto en este año. De nuevo, esta disminución en la productividad total fue detonada
básicamente por los shocks externos, principalmente, por pérdida de términos de
intercambio y menores flujos de capitales, lo que obligó al Banco Central a elevar las tasas
de interés y provocó expectativas recesivas en el sector privado.
Del análisis anterior se desprende que la productividad total, tal como se ha
definido y medido hasta este punto del trabajo, tiene un alto componente cíclico. En las
recesiones y recuperaciones el ajuste de la producción no se realiza solamente a través de
la contratación de insumos sino que, además, y en forma muy significativa, a través de
variaciones en la utilización de los insumos contratados. El hecho de que la utilización no
pueda crecer en forma indefinida muestra el peligro de hacer extrapolaciones simples
usando los datos observados en los años próximo siguientes a una recesión.
Es destacable la importancia que tienen los shocks externos como detonantes de las
grandes recesiones en Chile.19 Los que han afectado a la economía chilena en forma más
importante han sido: pérdida de términos de intercambio, aumento de tasa de interés
externa cuando el país está fuertemente endeudado y fuga de capitales. Estos shocks
19
Respecto a la relación entre shocks externos en general y el ciclo en Chile, ver Cortés y de la Cuadra
(1984), Cortés, (1984), Coeymans (1992), Coeymans y Mundlak (1993) y Coeymans (1999, a). En Rojas,
López, y Jiménez (1997), aparte de los efectos de la apertura (un factor de mediano plazo), se destaca la
influencia de los términos de intercambio sobre el ciclo. Este mismo tipo de efecto también está documentado
en Chumacero y Quiroz (1997).
31
debieran causar menores problemas cuando el país tiene una sólida posición de reservas
internacionales. En general, este tipo de shocks induce la aplicación de políticas de ajuste
en el gasto vía política monetaria o fiscal. El sector privado reacciona ante estas políticas y
también ante las menores expectativas de crecimiento ajustando sus niveles de gasto, lo que
afecta a las ventas y la producción dadas las inflexibilidades de precios en el corto plazo.
Las fases expansivas también se ven afectadas por las condiciones externas. Así, el
mejoramiento de los términos de intercambio y la reducción de las tasas de interés externas,
permiten e inducen una recuperación de los niveles de gasto y de utilización de los factores
productivos. Del mismo modo, la recuperación de la entrada de capitales externos, producto
del aumento de las tasas de rentabilidad y diminución del riesgo país, refuerzan la fase de
recuperación del ciclo.
Una forma simple de visualizar la importancia de los shocks externos sobre el
crecimiento y la productividad es observar la gran asociación existente entre la evolución
del indicador de productividad total (Gráfico 6) y un indicador agregado que refleja, en
forma inversa, la “vulnerabilidad externa” de la economía. Tal indicador es la variable
FEC (o indicador de “restricción externa”) que se construye como la razón entre el máximo
monto real de importaciones alcanzable y el producto rezagado, dadas las exportaciones en
pesos constantes, los precios externos, las transferencias y servicios financieros, el nivel
inicial de reservas internacionales del Banco Central y sistema financiero, netas de pasivos
externos de corto plazo, y los flujos de capitales.20 El Gráfico 7 muestra la evolución de la
variable FEC.21
En el Gráfico 8 se presenta una descomposición de esta variable en cinco
componentes: a) la razón de exportaciones reales a producto real rezagado (FECX); b) la
razón del efecto de términos de intercambio respecto al producto rezagado (FECTI); c) la
razón entre las transferencias y servicios financieros, expresadas en términos reales usando
20
La definición de FEC es:
 TC(R t -1 + XPx + TR + SF + FK )


Pm


FEC =
Yt -1
donde TC= tipo de cambio nominal, Rt-1= nivel inicial de reservas internacionales del Banco Central y
sistema financiero netas de pasivos externos de corto plazo a fines del año t-1, X = exportaciones de bienes y
servicios, Px = deflactor de las exportaciones de cuentas nacionales, TR = transferencias, SF = servicios
financieros netos recibidos del exterior, FK = flujo de capitales ingresados al país, Pm = deflactor de las
importaciones de cuentas nacionales, Y = producto interno en pesos constantes.
21
La sigla FEC viene de “Foreign Exchange Constraint” que fuera el nombre usado en otros trabajos del autor
para explicar la evolución de la economía en períodos donde de verdad había “restricciones” externas.
Igualmente se ha usado en los modelos macro del Programa Interamericano de Macroeconomía Aplicada de
la Pontificia Universidad Católica de Chile. El concepto de “constraint” no debe interpretarse como
restricción física de divisas sino como una variable suficientemente exógena que afecta las decisiones de los
agentes. En algunos períodos de la historia de Chile sí podría haber tenido un significado físico, pero ello no
es aplicable hoy en día a la economía chilena donde la escasez se regula por el sistema de precios. En la
cuarta sección se presenta evidencia que los componentes de tal indicador, con algunas modificaciones,
siguen teniendo importancia en la explicación de los ciclos en Chile, aun en los noventa, lo que puede
atribuirse a sus efectos sobre las expectativas de crecimiento, sobre la percepción de riesgo de crisis macro o
de vulnerabilidad externa, así como sobre los otros factores de tipo real mencionados en esa misma sección.
32
el deflactor de las importaciones (de cuentas nacionales), y el producto real rezagado
(FECTRSF); d) la razón entre los flujos de capital, expresados en términos reales usando el
deflactor de las importaciones y el producto real rezagado (FECK); e) la razón entre
reservas internacionales netas, expresadas en términos reales usando el deflactor de las
importaciones, y el producto real rezagado (FECRES).22
Al comparar la evolución de la productividad descrita por el Gráfico 6 con el
Gráfico 8 que describe la descomposición de la variable FEC, es posible sostener la
hipótesis que la recesión del 75 fue gatillada por una caída de términos de intercambio, y
que en la del 82 contribuyeron tanto una disminución de términos de intercambio (que
empezó en 1981, pero fue considerada como un fenómeno transitorio y de corta duración
por las autoridades de la época), como la caída de los flujos de capitales. Es importante
señalar que una parte importante del aumento y posterior caída de flujos de capitales
fueron exógenos a la economía, ya que el aumento de la deuda externa a fines de los
setenta y la crisis de la deuda de los ochenta fueron fenómenos comunes a toda la región.
También debe reconocerse que otra parte fue endógena a las políticas internas.
Por otro lado, en la recuperación de fines de los ochenta y crecimiento genuino de
la productividad en los noventa (a partir de 1988-89), los factores externos que aparecen
como más influyentes son los flujos de capitales y la solidez en la posición de reservas.
Esto será corroborado en la cuarta sección, donde se presentarán los resultados de la
estimación de la importancia de los factores externos en la evolución de la productividad
agregada a través del ciclo y en el largo plazo.23 En esa sección se mostrará que la
evolución de las exportaciones no es un factor explicativo del ciclo sino que un factor que
influye sobre la productividad en el largo plazo. Respecto a esta variable, el Gráfico 8
muestra que el quiebre de la tendencia de las exportaciones se inicia a partir de 1975 con la
reforma comercial. No se puede descartar que este quiebre también fue gatillado por la
recesión misma del 75, la que puede haber contribuido a que las firmas buscaran en los
mercados externos una posible salida a la caída de la demanda interna.
22
Debe notarse que el precio cif real de las importaciones afecta en forma directa a las cuatro últimas
variables. Esto servirá más adelante para justificar su uso en la obtención de una variable instrumental para el
empleo.
23
No deja de ser interesante constatar que en el debate político, cuando eventos externos gatillan una
recesión, la responsabilidad es asignada a los factores externos no controlables. Sin embargo, cuando al
situación externa evoluciona favorablemente, sea por una mejora de términos de intercambio o por una
situación de gran liquidez internacional, los méritos de la recuperación son asignados al responsable de turno
de la conducción macro. Debe reconocerse, sin embargo, que una conducción macro eficiente, que la mayor
de las veces consiste en no cometer grandes errores, afecta la variable externa a través de los aumentos de
flujos de capitales que se originan por el menor riesgo país. Este último factor puede ser mucho más
importante que los diferenciales de tasas de interés en los flujos de inversión directa y de cartera.
33
34
1997
1996
1995
1994
1993
1992
1991
1990
1989
1988
1987
1986
1985
1984
1983
1982
1981
1980
1979
1978
1977
1976
1975
1974
1973
1972
1971
1970
1969
1968
1967
1966
1965
1964
1963
1962
1961
GRAFICO 7
RESTRICCION EXTERNA
1.2000000
1.0000000
0.8000000
0.6000000
0.4000000
0.2000000
-
GRÁFICO 8
DESCOMPOSICION DE LA RESTRICCION EXTERNA
0.50
0.40
0.30
0.20
0.10
0.00
19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19
60 61 62 63 64 65 66 67 68 69 70 71 72 73 74 75 76 77 78 79 80 81 82 83 84 85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 97
-0.10
-0.20
FECX
FECTI
FECK
35
FECRES
FECTRSF
GRÁFICO 9
COSTO MEDIO TRABAJO
200.0
100.0
Indice W P
1960 1962 1964 1966 1968 1970 1972 1974 1976 1978 1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998
36
4.
La función de productividad agregada
4.1
Función de productividad dependiente del entorno económico
La función de producción como relación técnica pura, independiente de variables
económicas distintas a producto e insumos, puede existir sólo a nivel de actividad muy
micro. Incluso al nivel de desagregación de bienes, su existencia es cuestionable dado que
puede existir más de una tecnología para producir cada bien y la selección de ellas
dependerá de las restricciones económicas que enfrente la unidad o conjunto de unidades
productivas. Por ejemplo, la tecnología accesible a un artesano que produce zapatos,
normalmente apta para pequeños volúmenes de producción, es muy diferente a la de una
gran empresa que puede operar a gran escala.
Aunque se multiplique por un millón el tipo de capital que usa un artesano y por
otro millón el número de artesanos, nunca se podrá reproducir la tecnología y la forma de
producir que tiene la empresa de zapatos de gran escala. Sencillamente la función de
producción del artesano es distinta a la de la gran empresa, ya que el tipo de insumos y la
forma de organización son radicalmente diferentes.
En el mundo real se observa que coexisten En el mundo real se observa que
coexisten las formas artesanales de producción o de pequeñas empresas con las de
empresas de gran escala, incluso en la producción de un mismo bien o muy similar. Una
pregunta interesante es por qué no se impone la organización (tecnología) más eficiente,
desplazando al resto. Razones para ello hay varias:
a) los precios relativos que enfrentan ambos tipos de organización, la artesanal (o
pequeña empresa) y la gran empresa, son distintos;
b) la tecnología de la gran empresa puede ser más eficiente para volúmenes de
producción masivos mientras que la de la artesanal puede serlo para volúmenes pequeños;
c) los precios relativos pueden ser variables a través del tiempo, lo que impide que
una tecnología supere en forma permanente a la otra, generándose una suerte de
diversificación tecnológica que puede ser eficiente a nivel de la industria;
d) los artesanos o las pequeñas empresas no pueden transformarse en una gran
empresa, de la noche a la mañana, porque enfrentan restricciones de acceso al capital que lo
impiden. Existen “nichos” para la producción del artesano explicados por algún tipo de
diferencia en el producto o en los servicios asociados a él, etc.
e) la depreciación del capital asociado a la tecnología más ineficiente dados los
precios vigentes toma tiempo.
El hecho de que exista más de una función de producción para producir un mismo
bien (o “casi” un mismo bien) implica que las empresas y el mercado deben decidir no sólo
los niveles de contratación y utilización de insumos sino también el conjunto de funciones
de producción empleadas.24
24
El análisis de optimización de la empresa bajo estas condiciones puede verse en Coeymans y Mundlak
(1992).
37
Esa decisión es económica y está condicionada por un conjunto de restricciones:
precios, disponibilidad de capital, información, expectativas sobre el mercado, etc. Esto
significa que cuando se mueve alguna de estas variables cambia el conjunto de funciones de
producción que están generando la producción, lo que afecta a la relación entre producto e
insumos. Es por esto que incluso al nivel de un bien no se puede afirmar que exista una
función tecnológica única. Esto que es válido a nivel de un bien, lo es mucho más cuando
se está analizando un conjunto agregado de bienes. Por esta razón no existe y no se puede
estimar una relación técnica independiente de variables económicas (y no económicas) que
determinan el conjunto o la combinación de funciones de producción que efectivamente se
están usando.
La coexistencia de tecnologías y los problemas de agregación obligan al uso de las
comillas sobre el término “función agregada de producción”, ya que ella no existe en la
forma en que se suele entender tradicionalmente, como una relación solamente técnica. Lo
que si puede existir es una “función de productividad”, que explica el nivel de producto en
función de los insumos y de variables económicas que determinan la composición de las
micro funciones de producción, así como la composición de los bienes y servicios que se
agregan dentro de lo que se denomina producto agregado.
Al conjunto de variables distintas de los insumos y que inciden en la productividad
se les ha llamado “variables de estado” o variables Z. La productividad es considerada
“endógena” a este conjunto de variables Z que reflejan el entorno económico y las
restricciones que afectan la selección tecnológica y la composición de producción. Este
enfoque de la función agregada de productividad ha recibido el nombre de “productividad o
tecnología endógena” en los trabajos de Cavallo y Mundlak, (1982) y Mundlak, Cavallo y
Domenech (1989) para Argentina, Coeymans (1990, 1992) y Mundlak y Coeymans (1992 y
1993) para Chile y Lachaal y Womack (1998) para Canadá.
En resumen, de acuerdo a este enfoque no existe una función de producción
agregada meramente tecnológica del tipo f(Y, K, L), ya que sus parámetros no son
constantes. Ellos dependen del conjunto de variables Z. Sin embargo, sí puede existir una
relación estable del tipo h(Y, K, L, Z), donde Z es un conjunto de variables, normalmente
económicas, que afectan la selección de tecnologías, o su predominio, y la composición de
la producción.
Debe notarse que en el análisis empírico se supone (y se testea) que la función f(Y,
K, L) se comportaría como una función de producción con la convexidad requerida por la
teoría en el caso que las variables del vector Z permanezcan constantes. Desde un punto de
vista econométrico, la estimación de f(Y, K, L) sin controlar por Z, generará estimadores de
los parámetros tradicionales de la función de producción (elasticidades de producción y de
sustitución entre capital y trabajo) que no necesariamente tendrán las propiedades
requeridas por la teoría. El problema puede ser presentado como un caso de omisión de
variables: dado que los elementos de Z no son constantes y que algunos de ellos
normalmente están correlacionados con algunos de los factores (K o L), al estimar f(Y, K,
L) en vez de h(Y, K, L, Z) se obtendrán estimadores inconsistentes de los parámetros de
h(Y, K, L, Z).
38
Este enfoque de productividad endógena se puede expandir para dar solución al
problema empírico de la imposibilidad de medir adecuadamente los servicios de los
factores productivos cuando se desea realizar un análisis de fuentes de crecimiento. Como
se desprende del análisis de las fuentes de crecimiento, es muy razonable pensar que las
tasas de utilización de los factores varían a través del ciclo. La solución empírica consiste
precisamente en incluir dentro del conjunto de variables Z a variables que reflejen los
efectos de los cambios en la utilización de insumos. Asimismo, el enfoque permite
incorporar en Z a variables que representan la expansión del conjunto de funciones de
producción disponibles, originada por el progreso técnico propiamente tal, así como
mejoras en la productividad total de los recursos resultantes de una asignación más
eficiente de recursos.
Al nivel de datos agregados que se usan en este trabajo, el vector Z podrá incluir en
principio:
a) precios relativos que afectan la composición de la producción y de las tecnologías o
micro funciones de producción disponibles para producir un producto y, por lo tanto, las
ponderaciones de las micro funciones que se están agregando;
b) variables que afectan el nivel de utilización de los insumos contratados, siendo éstos los
únicos que normalmente se pueden medir con menores errores;
c) variables que representan restricciones que afectan la implementación de funciones de
producción más eficientes, pero cuya operación resulta económica sólo a grandes
volúmenes de producción (por ejemplo, el tamaño de mercado, el que a su vez depende
positivamente del grado de apertura y consecuente orientación exportadora)25;
d) variables que determinan el progreso técnico de mediano o largo plazo, o sea, la
expansión del conjunto de funciones de producción que están disponibles (una economía
cerrada probablemente tiene menor acceso a la información sobre cómo se "hacen las
cosas" en los países más desarrollados);
e) variables que reflejan los efectos de una mejor asignación de recursos que terminan
afectando la productividad agregada.
25
A diferencia de lo que se supone en la literatura de crecimiento, en el enfoque adoptado no hay "economías
a escala" dentro de una misma función de producción, sino que ellas son disfrutadas sólo si hay un cambio en
la "función de producción" o en el conjunto de funciones. Este cambio de función o funciones requeriría
niveles de producción de otro orden de magnitud. Sobre los efectos de la apertura en la productividad y de
como la existencia de simultaneidad ha tendido a subestimarlos ver: Frankel, J. A., Romer, D. y Cyrus, T.
(1996) "Trade and Growth in East Asian Countries: Cause and Effect?" NBER Working Paper 5732 (agosto).
Sobre los vínculos entre la actividad exportadora y ganancias de productividad, así como sobre la hipótesis de
que serían las empresas más eficientes las que se dedican a exportar y que este fenómeno de selección de
empresas explicaría más los diferenciales de productividad entre empresas exportadoras y no exportadoras
que el proceso de "aprendizaje al exportar" ver, Clerides, S., Lach, S. y Tybout, J. (1996) "Is Learning-byExporting Important? Micro-dynamic Evidence from Colombia, Mexico and Morocco." Board of Governors
of the Federal Reserve System Finance and Economics Discussion Series, 96-30 (July).
39
La imposibilidad de estimar una función de producción tradicional del tipo F(Y, K,
L) sin variables Z y la importancia de éstas en la economía chilena se puede ilustrar
gráficamente. Supóngase que la función de producción se pudiera representar por una
función del tipo Cobb-Douglas, con retornos a escala constantes (supuesto que se justificará
posteriormente) y “progreso técnico” constante a una tasa m. La función de producto medio
del trabajo, usando logaritmos, se puede escribir:
ln(Yt/Lt) = α + β.ln(Kt-1/Lt) + m.t
(12)
donde Kt-1 corresponde al capital de fines del año t-1.
Usando valores relativamente arbitrarios de los parámetros (α=8, β=0.33 y m=
0.02), omitiendo deliberadamente la existencia de un término aleatorio, se genera una serie
de valores artificiales para ln(Yt/Lt). Tal serie se denomina como LYLSIM. Los datos de la
economía chilena sobre el logaritmo de capital (LK) y logaritmo de trabajo (LL) para el
período 61-97 generarían un recorrido en el espacio LYLSIM y LK-LL que se muestra en
el Gráfico 10.
GRÁFICO 10
15.6
LYLSIM
15.4
15.2
15.0
14.8
14.6
14.7
14.8
14.9
15.0
15.1
15.2
LK-LL
El valor más bajo corresponde a 1961, el primer año de la muestra. Los puntos
correspondientes a años sucesivos están conectados. A partir del primer año, el recorrido
de las observaciones nunca va en la dirección Sur, Este o Sur-Este. Ir en cualquiera de esas
direcciones significaría inequívocamente que hay un “cambio técnico” negativo, de caída
en la productividad total o de menor eficiencia global. Por construcción, dada la forma en
que se generaron los datos de producto eso esta vedado en el Gráfico 10. Debe notarse que
el hecho de que el recorrido no sea una línea recta se debe a que los datos de la razón
40
capital trabajo de la economía chilena utilizados para generar la serie artificial de LYLSIM
no crecen monotónicamente a través del tiempo.
Ahora bien, ¿qué ocurre si se construye el mismo tipo de gráfico con los datos
verdaderos del logaritmo del producto medio del trabajo (LYL) y del logaritmo de la razón
capital-trabajo (LK-LL). El Gráfico 11 describe la situación de la economía chilena en el
período 1961-1997.
Este gráfico muestra que varias veces la economía se movió en la dirección SurEste, con más insumos y menos producto, es decir, inequívocamente, en la dirección de
menor eficiencia y productividad total. Esto ocurrió en los años 64 y 65, en el período 7273, en 1975 y en los años 82 y 83. En otras oportunidades la economía fue en la dirección
Nor-Este, usando más insumos y obteniendo más producto. En estos casos no se puede
afirmar taxativamente que la economía estaba manteniendo o subiendo la productividad
total ya que para ello se requeriría del valor de la elasticidad de producción del capital.
Si esta elasticidad es relativamente grande y la pendiente del recorrido es
suficientemente pequeña, podría estar cayendo la productividad. Por último, hubo períodos
en que la productividad total claramente aumentó cuando el recorrido fue en la dirección
Norte, o en la dirección Oesteo en la Nor-Oeste. Esto ocurrió en el período 76-80 y en el
período 86-89. La explicación de estos aumentos de productividad ya se dio más arriba.
41
GRÁFICO 11
LOGARITMO PRODUCTIVIDAD MEDIA DEL TRABAJO VERSUS
LOGARITMO PRODUCTIVIDAD MEDIA DEL CAPITAL
LYL
14.3
98
97
14.2
96
95
14.1
14
93
92
91
13.9
90
81
80
82
71
13.8
88
78
72
83
66-67
13.7
13.6
73
86
76
75
65
61
13.5
14.7
14.8
14.9
15
15.1
15.2
15.3
LK - LL
La conclusión de este análisis es que el comportamiento de los datos no
corresponde a un patrón donde nunca la función de productividad experimenta “cambios
técnicos” negativos. Por lo tanto, una “función de producción” que incluyera sólo insumos
y producto y algún indicador de “cambio técnico” siempre positivo (por ejemplo, una
tendencia), excluyendo variables Z que pueden tener cambios negativos, por más compleja
que sea la forma funcional, estaría a priori mal especificada.
Es claro que los datos muestran una variación procíclica de la “función de
producción agregada”, debido al fenómeno de variación de las tasas de utilización de los
factores productivos contratados. El olvido de este fenómeno cuando se estiman funciones
de producción agregada tiende a generar sobrestimaciones de los retornos a escala de la
“función de producción agregada,” obteniéndose retornos a escala crecientes cuando de
hecho no los hay. Asimismo, tal olvido puede perfectamente generar elasticidades de
sustitución con el signo opuesto al que predice la teoría.
42
4.2.
Un modelo lineal de productividad endógena
Como primera aproximación a la función de productividad se especificará un
modelo lineal donde el logaritmo del producto (LY) es una función de los logaritmos del
capital (LK) y del empleo (LL) y de las variables Z, que son las responsables de la
productividad total. Esto significa que, dado Z, la función equivale a una Cobb-Douglas.
Considerando el nivel de agregación de los datos, dentro del vector Z se han
considerado dos tipos de variables: aquéllas que reflejan variaciones en la utilización de los
recursos y aquéllas que reflejan los movimientos de largo plazo de la productividad de los
recursos. Dada la imposibilidad de medir las tasas de utilización de los insumos y
considerando que ellas varían con el ciclo, se ha seguido un enfoque de forma reducida,
incluyendo como variables Z a aquéllas que detonan estos ciclos.
Se han omitido variables de precios por la imposibilidad de incluir todo el vector de
precios y porque el análisis empírico previo muestra que ese tipo de variables, siendo
significativos para explicar la productividad a nivel de sectores más desagregados,26 no lo
son a nivel de toda la economía. Probablemente esto se debe a que los precios que podrían
ser más relevantes a nivel agregado, los de factores y el tipo de cambio real, son variables
endógenas que responden a variables incluidas en vector Z. Por ejemplo, la apertura
comercial y financiera afectan a estos precios pero, al incluir en Z indicadores relacionados
a estos fenómenos en forma directa, la información contenida en los precios pasa a ser
redundante.
En el análisis de más arriba se señaló que todas las grandes recesiones han sido
causadas principalmente por factores externos.27 Como las tasas de utilización de los
factores productivos varían a través del ciclo, un deterioro de las condiciones externas
tenderá a generar una disminución de la productividad agregada de los factores
contratados. Esto justifica la inclusión de indicadores que reflejen esos shocks dentro del
vector Z. En los trabajos previos sobre la productividad en Chile realizados por este
autor28, la variable usada para tal efecto fue la variable FEC, definida más arriba.
La gran virtud de esta variable es que encierra información sobre diversos tipos de
shocks: aquéllos provenientes de variaciones en los términos de intercambio, en la tasa de
interés externa y servicios de la deuda, flujos de capitales, cambios en el nivel inicial de
reservas, variaciones de exportaciones. El problema que tiene este indicador, sin embargo,
es que impone la restricción de que el parámetro que mide la incidencia sobre la
productividad de cada tipo de shock sea el mismo. Esta restricción se justificaba cuando los
26
Ver Coeymans y Mundlak (1992)
Respecto a la relación entre shocks externos en general y el ciclo en Chile ver Cortés y de la Cuadra (1984),
Cortés, (1984), Coeymans (1992), Coeymans y Mundlak (1993). En Rojas, López, y Jiménez (1997), aparte
de los efectos de la apertura (un factor de mediano plazo), se destaca la influencia de los términos de
intercambio sobre el ciclo. Este mismo tipo de efecto también está documentado en Chumacero y Quiroz
(1997).
28
Coeymans y Mundlak (1992, 1993) y Coeymans (1992)
27
43
primeros estudios no disponían de un suficiente número de observaciones. A 1999, el
número de observaciones respecto a esos primeros estudios ha aumentado lo suficiente
como para intentar estimar los efectos de los cinco componentes desagregados de la
variable FEC (que aparecen en el Gráfico 8). Esta es la primera innovación respecto a esos
trabajos.
La segunda innovación es que se ha considerado que los efectos sobre la utilización
y productividad de los recursos de un cambio en la “vulnerabilidad externa” pueden ser
mayores cuando hay una caída en la variable FEC original, o cuando se recupera a partir de
una caída, que cuando sube a partir de una situación holgada de divisas. Para reflejar este
fenómeno se ha creado un “indicador global de crisis externa” (RECEFEC), que es la
diferencia entre FEC y su máximo nivel alcanzado hasta la fecha. Los niveles de la nueva
variable tomarán sólo valores negativos o cero, por construcción, y su efecto esperado
sobre la productividad es positivo. (Ver Gráfico 12)
GRÁFICO 12
INDICADOR GLOBAL DE CRISIS EXTERNA (RECEFEC)
0.0
-0.1
-0.2
-0.3
-0.4
60
65
70
75
80
85
90
95
La representación de los aumentos de productividad en el largo plazo es la tarea más
difícil. Es usual en trabajos sobre ”funciones de producción” agregadas representar el
aumento de productividad de largo plazo a través de una tendencia. Aparte de no aportar
información sobre los factores de largo plazo que afectan la productividad, esto tiene el
inconveniente de suponer que dicho aumento de productividad ocurre a una tasa exógena y
constante.
En teoría existe una gran cantidad de factores que potencialmente pueden afectar
positivamente la productividad en el largo plazo, su nivel o su tasa de cambio. Algunos son
condiciones necesarias y otros son factores suficientes. A modo de ejemplo se pueden
señalar:
44
a) estabilidad macroeconómica, la que disminuye la probabilidad de episodios
recesivos, aumenta el ingreso esperado, reduce el riesgo de inversión en bienes de capital
y, para lo que nos concierne, en innovación tecnológica;
b) eliminación de controles de precios y distorsiones impuestas por el estado en el
sistema de precios de bienes y factores, las que afectan la eficiencia con que se asignan los
recursos;
c) mejoras en la flexibilidad del mercado laboral, lo que permite una mejor
asignación de los recursos humanos;
d) reducción en el nivel de conflictividad laboral, lo que puede generar mayor
cooperación al interior de la empresa y mejorar la productividad de la misma;
e) profundización y desarrollo del mercado de capitales, lo que contribuye a
mejorar la eficiencia de asignación de recursos, permite reducir riesgos de inversión en
nuevas tecnologías y bajar las restricciones que enfrentan los empresarios para
implementar nuevas ideas;
f) apertura al exterior en bienes, lo que contribuye a remover la restricción de
tamaño de mercado, mejora la asignación de recursos y probablemente contribuye a una
mayor transferencia de tecnologías;
g) apertura a la inversión extranjera, lo que facilita el proceso de transferencia
tecnológica;
h) educación, formación de hábitos laborales apropiados y entrenamiento de la
fuerza de trabajo, lo que eleva la calidad del trabajo;
i) desarrollo de la capacidad empresarial, lo que permite generar y aprovechar
mejor las oportunidades de negocios;
j) infraestructura tecnológica, lo que contribuye al proceso de creación de nuevas
tecnologías y, sobre todo en el caso de un país en desarrollo, facilita el proceso de
selección y adaptación de tecnologías existentes;
k) eliminación de cuellos de botella en infraestructura y comunicaciones;
l) protección de derechos de propiedad, lo que favorece la inversión y el cambio
técnico;
m) estabilidad institucional y en las reglas del juego en general, lo que reduce los
riesgos de los negocios y de incorporación de nuevas tecnologías;
n) predictibilidad y eficiencia del sector público, lo que facilita el proceso de
inversión y cambio técnico, etc.
Como es bien sabido, en el período histórico que se analiza se hicieron una cantidad
de reformas que afectaron varios de los factores recién señalados. Empíricamente, la
incorporación de cada uno de ellos puede requerir más de una variable, lo que implicaría
un número excesivo de variables. En principio, la obligada exclusión de muchas de estas
variables no genera sesgos si ellas no están correlacionadas con las variables incluidas.
45
Sin embargo, amplifican las varianzas. Considerando lo anterior, en este trabajo se
ha seguido un enfoque que minimice la pérdida de grados de libertad y el aumento de las
varianzas y, al mismo tiempo, no desconozca la complejidad del problema.
En el análisis empírico se ha incorporado sólo una variable de tipo específico que
en Chile ha tenido una importancia fundamental y otra variable de carácter general que
representa el conjunto de los avances en productividad provocados por una gran variedad
de factores, imposibles de ser aislados con los datos agregados que se utilizan en este
trabajo.
La variable específica es un indicador de apertura comercial. Aunque la literatura
no señala claramente la dirección teórica de su efecto sobre la productividad y el
crecimiento29, existen trabajos previos sobre la economía chilena que sugieren efectos
positivos.30 Para países como Chile, es razonable esperar que la apertura produzca mayor
eficiencia porque contribuye a la especialización, genera disminución de costos por mayor
competencia, reduce las restricciones de tamaño de mercado que afectan la adopción de
tecnologías aptas para la producción a gran escala y facilita el proceso de transmisión de
ideas sobre nuevas formas de hacer las cosas.
A diferencia de otros estudios31 en que se suele incorporar como indicador de
apertura a la razón de comercio internacional (exportaciones más importaciones) a
producto, en este trabajo se ha escogido el máximo alcanzado (peak) por dicha variable,
donde los tres componentes están medidos a precios del año base de las cuentas nacionales.
La variable utilizada, definida como PEAKOPEN (ver Gráfico 13), considera que
los avances en cuanto incorporación de ideas que generan las importaciones no se pierden
en una fase recesiva del ciclo. Igualmente supone que el aprendizaje de los exportadores
sobre sus mercados y los avances en cuanto a la calidad de sus productos no se pierden por
una caída transitoria en las exportaciones. En la implementación empírica, la variable se
incorporó con un rezago de dos períodos, lo que no sólo evita simultaneidad sino que
considera adecuadamente que los procesos de aprendizaje no son instantáneos.
Cabe señalar que el uso de las importaciones del período corriente en el numerador
del indicador de apertura alternativo tiene el inconveniente de que no permite distinguir si
la significancia del coeficiente respectivo se debe al efecto del producto sobre las
importaciones o al de las importaciones (apertura) sobre el producto.
29
Ver Grossman, G. y Helpman, E., “Comparative Advantage and Long Run Growth” AER, 80, (1990) pp.
796-815.
30
Ver Lefort, F. y A. Solimano, “Economic Growth After Market-Based Reform in Latin America: the Cases
of Chile and Mexico.” Mimeo, (1994); Figueroa, L. y L. Letelier, “Exportaciones, Orientación al Comercio y
al Crecimiento: un Enfoque de Cointegración” Cuadernos de Economía N° 94, pp. 401-421; Rojas, P., López,
E. y S. Jiménez, “Determinantes del crecimiento y estimación del producto potencial en Chile: el rol del
comercio internacional” en Morandé, F. y R. Vergara, eds. Análisis Empírico del Crecimiento en Chile
(Centro de Estudios Públicos e ILADES, 1997).
31
Ver, por ejemplo, Rojas, P., López, E. y S. Jiménez, op.cit.
46
GRÁFICO 13
INDICADOR DE APERTURA (PEAKOPEN)
1.0
0.9
0.8
0.7
0.6
0.5
0.4
0.3
60
65
70
75
80
85
90
95
Fuente: construido por el autor a partir de cifras de Cuentas Nacionales
La variable de carácter general para representar el resto de los factores que afectan
la productividad de los factores en el largo plazo es el valor rezagado del máximo (peak)
de un indicador de productividad total de los factores computado con una elasticidad de
producción del capital cercana a la finalmente obtenida. El uso del rezago evita el
problema de correlación espúrea. A diferencia de una tendencia, que podría ser un
indicador alternativo para resumir un cúmulo de efectos, la variable utilizada tiene la
ventaja de que aumenta cuando hay avances en la productividad, pero no disminuye en las
fases recesivas del ciclo. O sea, supone que el avance en productividad total causado por la
incorporación de “progreso técnico” (nuevas ideas) o mejoras de productividad por
reformas, no se pierde cuando hay recesiones.
Dada la importancia que han recibido en la literatura, debe señalarse que en análisis
empíricos preliminares se usaron indicadores sobre capital humano, en la forma de
proporciones de la fuerza de trabajo que habían alcanzado determinado nivel de educación.
Los resultados empíricos fueron o contradictorios con lo esperado o no significativos. La
razón más probable es que con datos agregados de series de tiempo de un mismo país no es
posible detectar este tipo de efectos, especialmente cuando las series tienen escasa
variabilidad en torno a su tendencia. Por otro lado, el impacto de un indicador de reformas
estructurales, como el usado en otro trabajo para la economía chilena,32 tampoco fue
estadísticamente significativo, especialmente cuando era incluido con las otras variables
del modelo. La falta de significancia persistió aun usando distintas estructuras de rezagos.
32
El indicador fue usado en el trabajo de Schmidt-Hebbel, K. “Chile´s Takeoff: Facts, Challenges, Lessons”
Documento de Trabajo 34, Banco Central de Chile (1998). Agradezco su gentileza por haberme
proporcionado los datos de ese indicador.
47
El modelo de la productividad estimado inicialmente, del cual se obtuvo (después
del proceso de pretest) aquél finalmente seleccionado, incluyó, aparte del capital y trabajo,
a los distintos componentes de la variable FEC original, a la diferencia respecto a su
máximo valor (RECEFEC), al indicador de apertura seleccionado (PEAKOPEN(-2)) y al
máximo valor (peak) de la productividad alcanzado en el período anterior (PEAKACM1(1)):
LY = c(1) + c(2)*LK + c(3)*LL + ∑a(j)*CFECj +c(4)*RECEFEC +c(5)*PEAKOPEN(-2)
+ c(6)* PEAKACM1(-1)
(13)
donde,
CFECj = componentes de FEC
c(i), a(j) = parámetros
Las estimaciones iniciales que estaban destinadas a reducir el modelo fueron
obtenidas por MICO. Después de eliminar aquéllos componentes no significativos se
obtuvo el modelo cuyos resultados se presentan a continuación:
MICO// Variable dependiente es LY
Muestra: 1962 1997
Observaciones incluidas: 36
Variable
Coeficiente
Error Estándar
t
C
LK
LL
FECRES
FECTI
FECTRSF
RECEFEC
PEAKOPEN(-2)
PEAKACM1(-1)
10.63518
0.166286
0.833820
0.448183
0.383929
0.798728
0.304913
0.482620
0.342517
1.237178
0.090701
0.058412
0.084164
0.071659
0.196167
0.050023
0.136430
0.148899
R-cuadrado
R-cuadrado ajustado
Error est. de la regresión
Suma cuadrados de residuos
Log verosimilitud
Durbin-Watson
0.998718
0.998339
0.015206
0.006243
104.7955
2.495800
Media var. dependiente
Error est. var. dependiente
Akaike
Schwarz
F
Prob F
Prob.
8.596317
1.833351
14.27473
5.325087
5.357690
4.071674
6.095434
3.537501
2.300333
0.0000
0.0778
0.0000
0.0000
0.0000
0.0004
0.0000
0.0015
0.0294
15.01564
0.373060
-8.159851
-7.763971
2630.052
0.000000
Donde: LY= log del PIB; LK = log de capital al inicio del año; LL= log del empleo; FECRES= razón respecto al PIB de las reservas
internacionales netas de pasivos de corto plazo al inicio del período, expresadas en términos reales usando el deflactor de las
importaciones; FECTI = efecto términos de intercambio; FECTRSF = razón respecto al PIB de las transferencias y servicios financieros
netos recibidos del exterior, expresadas en términos reales usando el deflactor de las importaciones; PEAKOPEN= máximo valor de la
razón de comercio exterior a PIB; RECEFE2= FEC menos su valor máximo, PEAKACM1=maximo valor de la productividad total
computado con elasticidad de capital igual a 0.3.
El test de retornos constantes a escala aceptó la hipótesis nula de que las
elasticidades del capital y del trabajo suman uno. En el test conjunto de esta hipótesis y de
que los coeficientes de FECRES, FECTI y RECEFEC son iguales, se aceptó dicha
hipótesis.33
33
La hipótesis nula conjunta se puede representar como:
C(2)+C(3)=1
C(4)=C(7)
C(5)=C(7)
48
Los resultados de la regresión restringida correspondiente, donde la variable
dependiente es el logaritmo de la productividad media del trabajo (LY-LL), fueron:
MICO// Variable dependiente es LY-LL
Muestra: 1962 1997
Observaciones incluidas: 36
Variable
C
LK - LL
FECRES+FECTI+RECEFEC
FECTRSF
PEAKOPEN(-2)
PEAKACM1(-1)
R-cuadrado
R-cuadrado ajustado
Error est. de la regresión
Suma cuadrados de residuos
Log verosimilitud
Durbin-Watson
Coeficiente
Error Estándar
t
Prob.
10.41781
0.178726
0.361748
0.724602
0.511008
0.363526
0.714146
0.052936
0.018370
0.152643
0.060170
0.094059
14.58779
3.376267
19.69214
4.747021
8.492670
3.864864
0.0000
0.0020
0.0000
0.0000
0.0000
0.0006
0.991550
0.990142
0.014888
0.006650
103.6588
2.331327
Media var. dependiente
Error est. var. dependiente
Akaike
Schwarz
F
Prob F
13.80370
0.149947
-8.263365
-7.999445
704.0512
0.000000
Ajuste de la Regresión
14 .4
14 .2
14 .0
13 .8
0.04
13 .6
13 .4
0.02
0.00
-0.02
-0.04
65
70
75
80
R es id ual
85
A c tu al
90
95
F itted
Donde C(i) es el parámetro de la variable i, ordenada según orden de aparición en el cuadro de resultados.
Los resultados del test de Wald fueron:
F-statistic
0.586700
Probability
0.628952
Chi-square
1.760099
Probability
0.623656
49
Tests de Estabilidad
20
1.6
1.2
10
0.8
0
0.4
-10
0.0
-0.4
-20
68 70 72 74 76 78 80 82 84 86 88 90 92 94 96
CUSUM
70
75
80
85
CUSUM of Squares
5% Significance
60
90
95
5% Significance
3
2
40
1
20
0
-1
0
-2
-20
-3
72
74
76
78
80
82
84
86
88
90
Recursive C(1) Estimates
92
94
96
72
74
± 2 S.E.
76
78
80
82
84
86
88
90
92
Recursive C(2) Estimates
0.8
3
0.6
2
0.4
1
0.2
0
0.0
-1
94
96
± 2 S.E.
-2
-0.2
72
74
76
78
80
82
84
86
88
90
Recursive C(3) Estimates
92
94
96
72
74
± 2 S.E.
76
78
80
82
84
86
88
90
92
Recursive C(4) Estimates
2.0
94
96
± 2 S.E.
6
1.5
4
1.0
0.5
2
0.0
0
-0.5
-2
-1.0
72
74
76
78
80
82
84
Recursive C(5) Estimates
86
88
90
92
94
96
72
± 2 S.E.
74
76
78
80
82
84
86
88
90
92
Recursive C(6) Estimates
94
96
± 2 S.E.
Test de Normalidad de Residuos
8
Series: Residuals
Sample 1962 1997
Observations 36
6
Mean
Median
Maximum
Minimum
Std. Dev.
Skewness
Kurtosis
4
2
-2.25E-15
-0.000290
0.034291
-0.026837
0.013784
0.216868
2.877850
Jarque-Bera 0.304573
Probability 0.858742
0
-0.03 -0.02 -0.01 0.00 0.01
50
0.02 0.03
Test de Autocorrrelación
Breusch-Godfrey Serial Correlation LM Test:
F-statistic
Obs*R-squared
4.067493
8.104598
Probability
Probability
0.028133
0.017382
El test de estabilidad global de CUSUM y los tests individuales de coeficientes
recursivos muestran que la ecuación es estable. Sin embargo, el test de CUSUM
CUADRADO, que es sensible a observaciones extremas, muestra cierto grado de
inestabilidad. Esto mismo hace que el test de autocorrelación de Breusch-Godfrey acepte la
hipótesis alternativa de autocorrelación de orden mayor que uno.
Los resultados muestran un bajo valor de la elasticidad de producción. Este
resultado es importante porque de ese valor dependen las proyecciones que se presentarán
posteriormente. En todo caso, este resultado es preliminar ya que después será modificado
al usar una especificación no lineal de la función de productividad.
Los resultados sobre los efectos de las variables de estado están de acuerdo a lo
esperado. En las recesiones y recuperaciones inciden las condiciones generales de holgura
externa, representada por RECEFEC. Algunos de los componentes de la variable FEC
tienen un impacto específico positivo adicional al involucrado en RECEFEC (los términos
de intercambio (FECTI), las reservas internacionales netas al inicio del período (FECRES)
y los servicios financieros (FECTRSF)). Como estas variables no pueden crecer
indefinidamente, su impacto principal es sobre el ciclo. El impacto de FECTRSF sobre la
utilización y productividad de los recursos, por tamaño de shock, es el más significativo.
Esto muestra la gran importancia que pueden alcanzar las condiciones financieras
internacionales en la determinación de las decisiones de gasto y producción interna. Debe
señalarse que la magnitud del efecto directo de FECTRSF disminuirá en la estimación del
modelo no lineal.
Es interesante señalar que otros componentes de FEC, las exportaciones y flujos de
capital no tienen un impacto directo adicional al de RECEFEC. Sin embargo, tienen uno
indirecto, a plazo mayor, a través de su efecto sobre las reservas internacionales netas
(FECRES). Adicionalmente, el desarrollo de largo plazo de las exportaciones tiene un
efecto de largo plazo que se refleja en el coeficiente de la variable peak de apertura
(PEAKOPEN).
Las variables que generan el cambio técnico de largo plazo, los peaks de apertura y
de productividad rezagada tienen los signos esperados, destacándose la importancia de la
apertura. Dado que esta última variable no puede crecer indefinidamente, debe esperarse
alguna moderación de los aumentos de productividad experimentados en los últimos años,
salvo que aparezcan nuevos detonantes de los aumentos de productividad, lo que en el
modelo se expresaría como un aumento del peak de productividad rezagada (PEAKACM1).
51
El modelo estimado como ecuación de largo plazo
Todas las variables de esta regresión son integradas de orden uno. En efecto, según
el test de Dickey-Fuller, el orden de integración de cada variable es el siguiente: LY, LYLL, LL, FECRES, FECTI, FECTRSF, (FECRES+FECTI+RECEFEC), PEAKOPEN,
PEAKACM1 son integradas de orden uno (I(1)). La variable RECEFEC sólo es
estacionaria al 10% (con un rezago) si no se incluye ni tendencia ni constante; sin embargo,
si se incluye la constante, como debiera ser, dado que es una variable que toma valores cero
o negativos, es I(1). LK es I(2), sin embargo, LK-LL es Y(1).
Las variables de esta ecuación claramente cointegran. En efecto, el residuo es
claramente estacionario de acuerdo al test de Engle y Granger. El test ADF del residuo,
incluyendo un rezago fue de -7.228051, lo que resulta significativo al 1%. Dada la
propiedad de cointegración, la ecuación estimada se puede considerar como una relación de
largo plazo.
Un modelo de corrección de errores
Aprovechando la existencia de un vector de cointegración se decidió estimar un
modelo de corrección de errores para ver si puede existir una mejor explicación estadística
de la dinámica de corto plazo. El modelo obtenido después de eliminar variables no
significativas incluyó cambios de las variables de la ecuación de largo plazo y el residuo
rezagado de esta ecuación (RES(-1)):
MICO// Variable Dependiente es D(LYL)
Muestra: 1963 1997
Observaciones incluidas: 35
Variable
C
D(LK-LL)
D(FECRES+FECTI+RECEFEC)
D(FECTRSF)
D(PEAKOPEN(-2))
D(PEAKACM1(-1))
RES(-1)
R-cuadrado
R-cuadrado ajustado
Error est. de la regresión
Suma cuadrados de residuos
Log verosimilitud
Durbin-Watson
Coeficiente
Error Estándar
-0.000528
0.191601
0.310607
0.559109
0.349068
0.615077
-1.456399
0.002859
0.067767
0.023261
0.203358
0.132400
0.119699
0.170467
0.928685
0.913403
0.012290
0.004229
108.2056
2.199801
t
-0.184560
2.827344
13.35324
2.749386
2.636467
5.138549
-8.543602
Media var. dependiente
Error est. var. dependiente
Akaike
Schwarz
F
Prob F
52
0.018295
0.041764
-8.621055
-8.309985
60.77076
0.000000
Prob.
0.8549
0.0086
0.0000
0.0103
0.0135
0.0000
0.0000
Ajuste de la Regresión
0.10
0.05
0.00
-0.05
0.02
-0.10
0.00
-0.02
-0.04
65
70
75
80
Residual
85
90
Actual
95
Fitted
Tests de Estabilidad
20
1.6
1.2
10
0.8
0
0.4
-10
0.0
-0.4
70 72 74 76 78 80 82 84 86 88 90 92 94 96
-20
70 72 74 76 78 80 82 84 86 88 90 92 94 96
CUSUM
CUSUM of Squares
5% Significance
0.04
1.5
0.5
0.02
1.0
0.4
0.00
0.5
0.3
-0.02
0.0
0.2
-0.04
-0.5
0.1
-0.06
-1.0
74
76
78
80
82
84
86
88
90
Recursive C(1) Estimates
92
94
96
0.0
74
76
78
± 2 S.E.
80
82
84
86
88
90
Recursive C(2) Estimates
1.5
92
94
96
74
76
78
± 2 S.E.
80
82
84
86
88
90
Recursive C(3) Estimates
4
1.0
5% Significance
92
94
96
± 2 S.E.
2.0
3
1.5
0.5
2
0.0
1.0
1
-0.5
0.5
0
-1.0
-1
-1.5
74
76
78
80
82
84
86
88
90
Recursive C(4) Estimates
92
94
96
± 2 S.E.
0.0
74
76
78
80
82
84
86
Recursive C(5) Estimates
-0.8
-1.2
-1.6
-2.0
-2.4
74
76
78
80
82
84
86
Recursive C(7) Estimates
88
90
92
94
96
± 2 S.E.
53
88
90
92
94
± 2 S.E.
96
74
76
78
80
82
84
86
Recursive C(6) Estimates
88
90
92
94
± 2 S.E.
96
Test de Normalidad de Residuos
10
Series: Residuals
Sample 1963 1997
Observations 35
8
Mean
Median
Maximum
Minimum
Std. Dev.
Skewness
Kurtosis
6
4
3.67E-18
0.000249
0.019290
-0.032278
0.011153
-0.682415
3.650509
2
Jarque-Bera 3.333636
Probability
0.188847
0
-0.03
-0.02
-0.01
0.00
0.01
0.02
Test de Autocorrrelación
Breusch-Godfrey Serial Correlation LM Test:
F-statistic
Obs*R-squared
3.533317
7.479812
Probability
Probability
0.043912
0.023756
Salvo el test de CUSUM cuadrado, los otros tests de estabilidad muestran que el
modelo es estable. El coeficiente de autocorrelación rechaza la hipótesis nula. Ambos
problemas se solucionan por completo cuando se excluyen de la regresión los años 1965 y
1970. Respecto a la exclusión del primer año, existe una fuerte presunción de que la baja de
crecimiento y la caída de productividad en ese año es un fenómeno estadístico, más que
algo real, causado por diferencias muy fuertes en los precios relativos entre ese año y 1977,
año base de las cuentas nacionales empalmadas del Banco Central utilizadas para medir la
evolución del producto entre 1960 y 1986; de hecho, en las cuentas antiguas con base de
1965, no existía tal baja de crecimiento.
especto a la exclusión de la observación de 1970, cabe recordar que en este año fue
la elección del presidente Allende, apoyado por socialistas y comunistas, lo que produjo
una gran incertidumbre en el sector privado. Esta se notó especialmente en el
comportamiento del consumo privado de ese año, el que se contrajo a pesar de la holgada
situación de las cuentas externas.
Al estimar el modelo excluyendo esos dos años, todos los test resultan bien
comportados. La influencia de la exclusión de estos dos años sobre las magnitudes de los
coeficientes estimados, sin embargo, es mínima y por esta razón los resultados se presentan
en el Anexo I.
54
La posible presencia de simultaneidad en el modelo de corto plazo
Dado que el enfoque econométrico utilizado es estructural, la representación de los
shocks del período corriente incluye como variables explicativas a los cambios de variables
en el período corriente, que pueden ser endógenas. La posible simultaneidad resultante aquí
se corrige por el método de variables instrumentales. Las variables explicativas que pueden
introducir problemas de simultaneidad son la razón capital trabajo y la variable RECEFEC.
Una demanda por trabajo que depende del producto del período corriente significa
la existencia de una relación simultánea entre producto y empleo y, por lo tanto, entre (LYLL) y (LK-LL). El capital es exógeno en el período, ya que corresponde al del principio de
cada período. En principio el problema de sesgo e inconsistencia en la estimación de la
ecuación de corto plazo por Mínimos Cuadrados Ordinarios (MICO) no debiera ser grave
debido a la existencia de costos de ajuste que afectan la demanda por trabajo.
Esto implica que el efecto del error en la “función de producción” tiene un bajo
impacto sobre la demanda por trabajo en el mismo período. A pesar de esto, el modelo de
corto plazo se estimó también por medio de variables instrumentales. Como variable
instrumental para el empleo se usó el valor estimado del mismo (FITLL) proveniente de
una regresión entre la variación del empleo y su rezago, la cuenta corriente rezagada en un
período (cuando hay problemas de cuenta corriente se generan expectativas de ajuste), la
tasa de desempleo rezagada (a mayor desempleo inicial menor es la restricción de oferta) y
el logaritmo de un índice de tipo de cambio real, medido como la razón entre el deflactor de
las importaciones y el del PIB (a menor precio relativo de las importaciones menor es la
percepción de restricción externa).34
También la variable RECEFEC, definida como FEC menos su peak, puede tener un
componente endógeno al producto dado por la inclusión de créditos externos netos dentro
de los componentes de FEC. Este componente (FECKSR) es igual a los créditos externos
netos de corto y largo plazo, divididos por el deflactor de importaciones y por el PIB
rezagado. Los otros componentes de FEC35 se consideraron suficientemente exógenos.36
Debido a esto se construyó una variable instrumental para RECEFEC que se denomina
FITRECEFEC, remplazando en la identidad a FEC por un valor estimado del mismo.
34
La ecuación estimada para el cambio logarítmico del empleo en el período 1962-1997 fue:
D(LL) = -0.013152508 + 0.58230001*U(-1) + 0.34979753*D(LL(-1)) + 0.6618853*CCY(-1) – 0.054579792*D(LDEFIMPC)
(-1.7)
(6.6)
(3.2)
(5.3)
(-2.2)
R-cuadrado= 0.661133; Error estándar de la regresión= 0.018863; Durbin-Watson=2.013737
35
Los otros componentes de FEC son: FECX= exportaciones reales divididas por el PIB real rezagado;
FECTI= razón del efecto términos de intercambio respecto al producto rezagado; FECTRSF= fracción del
producto rezagado que representan las transferencias y servicios financieros, divididas por el deflactor de
importaciones; FECRES= fracción del producto rezagado que representan las reservas internacionales netas
de pasivos de corto plazo al inicio del período divididas por el deflactor de las importaciones; FECOK=
fracción del producto rezagado que representan otros flujos de capitales (cartera e inversión directa),
divididas por el deflactor de importaciones.
36
Las exportaciones son bastante inerciales en Chile. Considerarlas predeterminadas en cada año no debiera
causar un problema de simultaneidad significativo. El único año en que éstas probablemente respondieron,
positivamente, a la recesión fue en 1976. Los principales causantes de la recesión de ese año, sin embargo,
fueron los términos de intercambio y la forma de implementar el plan de estabilización.
55
Este se construyó por medio de una regresión de FEC en función de sus
componentes exógenos y de un valor estimado de FECKSR. La estimación de FECKSR se
obtuvo de una regresión que tenía como variable explicativas al componente de largo plazo
de FECKSR rezagado, la cuenta corriente rezagada (como una variable que tiene
información sobre la demanda por créditos externos), los movimientos de capitales a toda
América Latina respecto a PIB (como una variable de oferta de crédito),37 y el rezago de un
promedio móvil de dos períodos de la variación del tipo de cambio real de las
importaciones. Además se incluyó una variable ficticia para el año 1982, ya que la fuga de
capitales de ese año es claramente un outlier debido a la crisis del sistema financiero.
Cabe señalar que el problema de inconsistencia de la estimación por MICO de la
ecuación de largo plazo no debiera ser importante porque las variables explicativas son I(1).
Por esta razón sólo se presentan aquí los resultados de la estimación por variables
instrumentales de la ecuación de corto plazo.38.
La estimación del modelo de corto plazo con variables instrumentales fue:
Mínimos Cuadrados en dos Etapas // Variable Dependiente es D(LY-LL)
Muestra: 1963 1997
Observaciones incluidas: 35
Variables Instrumentales: C D(LK) D(FITLL) D(FECRES+FECTI+FITRECEFEC)
D(PEAKACM1(-1)) RES(-1)
Coeficiente
C
D(LK-LL)
D(FECRES+FECTI+RECEFEC)
D(FECTRSF)
D(PEAKOPEN(-2))
D(PEAKACM1(-1))
RES(-1)
R- cuadrado
R-cuadrado ajustado
Error est. de la regresión
Suma cuadrados de residuos
F
Prob F
Error Estándar
-0.001151
0.246329
0.335156
0.591540
0.334110
0.607546
-1.419015
0.002932
0.085262
0.024895
0.211120
0.137420
0.124319
0.175021
0.925269
0.909255
0.012581
0.004432
60.09557
0.000000
t
-0.392447
2.889086
13.46282
2.801921
2.431308
4.886998
-8.107699
Media var. dependiente
Error est. var. dependiente
Akaike
Schwarz
Durbin-Watson
D(FECTRSF)
D(PEAKOPEN(-2))
Prob.
0.6977
0.0074
0.0000
0.0091
0.0217
0.0000
0.0000
0.018295
0.041764
-8.574260
-8.263190
2.038208
Si se comparan estos resultados con los obtenidos al usar MICO se podrá observar
que son bastante similares. Sólo el coeficiente de D(LK-LL) experimenta un ligero
aumento, lo que va en la dirección esperada dada la posible correlación negativa entre esta
variable y el error de la “función de producción”.
37
Esta serie fue proporcionada gentilmente por Ricardo Ffrench-Davis, de CEPAL.
La estimación de la ecuación de largo plazo por variables instrumentales (análogas a las de la ecuación de
corto plazo), cuyos resultados se pueden ver en el Anexo, dio resultados muy similares a los obtenidos por
MICO.
38
56
En las ecuaciones anteriores se destaca la importancia de las variables externas para
explicar las fluctuaciones cíclicas, la incidencia de la apertura comercial y desarrollo del
comercio como motor principal de los aumentos de productividad de largo plazo, así como
la presencia de otras fuentes de aumento de productividad reflejadas por la variable peak de
la productividad rezagada. Es interesante señalar que a pesar de la variedad de cambios de
política y turbulencia del período, el modelo presenta un error estándar de sólo 1,258%, en
una estimación que, en general y salvo los años 65 y 70, es estable y satisface otros criterios
importantes de validación empírica.
También debe volver a destacarse lo pequeño que resultó el valor estimado para la
elasticidad de producción del capital. Considerando que este problema se puede deber a la
forma lineal usada se decidió analizar el problema con una forma funcional no lineal más
flexible.
4.3
Un modelo de productividad endógena no lineal en las variables
La Función de Productividad No Lineal y sus Propiedades
Aprovechando que en el análisis anterior el supuesto de retornos constantes a escala
no era rechazado por lo datos, en esta sección se supone la existencia de tal restricción. El
modelo se puede plantear, entonces, como uno de la productividad media del trabajo donde
ésta depende del conjunto de variables de estado (X) y de la razón capital trabajo (K/L). La
diferencia con el modelo anterior es que la función es del tipo translog en las variables
(K/L) y X. Suponiendo que hay una sola variable X, se puede escribir:
ln(Y/L) = β1 + β2 ln(K/L) + β3 (ln(K/L))2 + β4 Z + β5 Z2 + β6 Z ln(K/L)
(14)
donde Z=lnX
La elasticidad de producción del capital es:
eK =
∂ln(Y/L)
∂ln(K/L)
= β2 + 2β3 ln(K/L) + β6 Z
(15)
A diferencia del modelo lineal, eK no es constante y depende tanto de (K/L) como de
Z. Dado que la función tiene retornos a escala constantes, las productividades marginales
del capital y del trabajo se pueden obtener como:
∂Y
∂K
= eK
Y
K
;
∂Y
∂L
= (1 - eK)
Y
L
(16)
En consecuencia, la tasa marginal de sustitución entre capital y trabajo (TMS) es:
57
TMS =
dK
dL
=-
∂Y
∂L
∂Y
∂K
=-
(1 - e K ) K
eK L
(17)
La elasticidad de sustitución entre capital y trabajo (σ), definida como positiva, es
por definición:
K
dln 
L
 ∂Y/∂L 
dln

 ∂Y/∂K 
σ=
(18)
Por lo tanto:
σ=
K
dln 
L
 (1 - e K ) K 

dln
 eK L 
(19)
Para encontrar una expresión para la elasticidad de sustitución entre capital y
trabajo se obtiene primero el diferencial logarítmico de (-TMS) o diferencial logarítimico
∂Y/∂L 
de la razón de productividades marginales 
:
 ∂Y/∂K 
∂Y/∂L 

 ∂Y/∂K 
dln 
= dln(1 - eK) - dlneK + dln(K/L)
=−
(20)
∂lne K
∂ln e K
eK
dln(K/L) −
dln(K/L) + dln(K/L)
∂ln(K/L)
(1 - e K ) ∂ln(K/L)


∂e K
∂e K
eK
−
+ 1dln(K/L)
 (1 - e K ) e K ∂ln ( K/L ) e K ∂ln( K/L ) 
=  −
(21)
El término entre paréntesis es el inverso de la elasticidad de sustitución. Obteniendo
la derivada de eK respecto a ln(K/L) en la ecuación (15) y reordenando, la elasticidad de
sustitución resulta ser:
σ =
(1 - e K )e K
(1 - e K )e K − 2 β 3
(22)
Debe notarse que si β3 ≠ 0, la elasticidad de sustitución será variable y dependerá de
eK. Se puede ver que si: β3 =0, σ = 1 y la función converge a una Cobb-Douglas, si β3 > 0,
σ >1 y si β3 < 0, σ <1. Obviamente, el denominador no debe ser negativo.
58
La elasticidad de producción, eK, y la de sustitución, σ, pueden variar por cambios
en ln(K/L) y en Z. Dentro de esta forma funcional se puede representar situaciones donde
estas elasticidades de varían según el plazo. Así, en condiciones normales, es razonable
esperar una mayor sustitución entre capital y trabajo en el largo que en el corto plazo.39 La
presencia de rezagos de ln(K/L) con coeficientes positivos y significativos en la ecuación
de eK sería congruente con esta hipótesis.
Método Estimación
La función anterior se puede estimar directamente por MICO. Sin embargo, la
eventual existencia de varias variables en Z puede producir escasez peligrosa de grados de
libertad. Por esto resulta conveniente incorporar información adicional a la estimación
usando las condiciones de primer orden de la minimización de costos. Dichas condiciones
implican una igualación entre elasticidad de producción de un factor y su participación
dentro del valor agregado (debido al equilibrio entre valores de las productividades
marginales y precios). Para esto es conveniente escribir la ec. (14) en función de la
elasticidad de producción (eK), usando para ello la ec. (15):
ln(Y/L) = β1 + [eK - β3 ln(K/L)]ln(K/L) + β4 Z + β5 Z2
(23)
Esta ecuación se puede escribir también como:
ln(Y/L) = β1 + [β2 + 2β3 ln(K/L) + β6 Z - β3 ln(K/L)]ln(K/L) + β4 Z + β5 Z2
(24)
Nótese que el paréntesis que multiplica a ln(K/L) en (23) o (24) no es la elasticidad
de producción. Sólo lo sería si ésta no dependiera de ln(K/L).
La ecuación (23), que ahorra un buen número de parámetros en relación a la
ecuación (14), se podrá estimar si existe información sobre eK. Tal información puede
obtenerse de la relación entre la elasticidad de producción eK y la participación del capital
dentro del valor agregado neto de impuestos indirectos (SK).40 Si no hay distorsión, eK
tenderá a ser igual a SK y la estimación de la función de producción se podrá obtener a
través de la estimación conjunta de las ecuaciones (23) y (15) (o (24) y (15)), usando como
variable dependiente en la ecuación (15) a la participación del capital (SK ) en vez de la
elasticidad de producción (eK).
Incorporando un término aleatorio en cada ecuación, el sistema a estimar estará
compuesto por las dos siguientes ecuaciones:
Dos razones importantes para que σ en el largo plazo sea mayor que en el corto son: a) la información sobre
los “proyectos” que podrían permitir una sustitución entre trabajo y capital toma tiempo en concebirse o
adquirirse; b) a nivel agregado, la movilidad de recursos entre sectores, que es una de las formas de
materializar la sustitución, no es instantánea.
Excedente de explotación + depreciación
40
SK =
Valor agregado neto de impuesto indirectos
39
59
ln(Y/L) = β1 + [SK - β3 ln(K/L)]ln(K/L) + β4 Z + β5 Z2 + u
(25)
SK = β2 + 2β3 ln(K/L) + β6 Z + v
(26)
Nótese que el estimador de β3 corresponde a la mitad del coeficiente de ln(K/L) en
la ecuación (26). Si se desea estimar por métodos uniecuacionales, habría que estimar
primero la ecuación (26) y luego incorporar esa información y estimar la ecuación (25). Es
más apropiado, sin embargo, estimar ambas ecuaciones en forma conjunta.
Debido a la existencia de shocks comunes no representados en las variables del
modelo, los dos términos aleatorios, u y v, muy probablemente estarán correlacionados
entre sí. Esto haría aconsejable estimar el modelo por Mínimos Cuadrados Generalizados.
Sin embargo, como además puede haber simultaneidad entre empleo y producto, es
conveniente estimar ambas ecuaciones a través de Mínimos Cuadrados en 3 Etapas
(MC3E) o, eventualmente, por Máxima Verosimilitud con Información Completa. Aquí se
ha elegido el método de MC3E por su mayor accesibilidad.
Existencia de Distorsiones
La imposición de igualdad entre valor del producto marginal de cada factor y su
precio puede ser una condición no aceptada por los datos.41 La existencia de poder
monopsónico en el mercado del trabajo (por ejemplo, cuando el desempleo es muy
grande), puede implicar que la participación del trabajo sea menor que su elasticidad de
producción. Dada la existencia de retornos constantes a escala, eso significaría que la
elasticidad de producción del capital sería menor que su participación. Problemas de
medición, como se señaló más arriba, también pueden dar origen a una distorsión entre
participación medida y elasticidad de producción.
Esto es precisamente lo que sucede cuando en las cuentas nacionales se imputa
como rentas del capital (o “pagos a otros factores”) a los ingresos de los empleados por
cuenta propia. Debido a estos problemas, la imposición de la restricción de igualdad entre
participación del capital (medida) y su elasticidad de producción puede ser una restricción
no avalada por la evidencia. Es conveniente, por lo tanto, hacer un test sobre esta igualdad
antes de imponerla a priori sobre los datos. Este test se puede hacer especificando un
sistema a estimar de tal forma que incorpore la distorsión.
Supóngase que la distorsión es D(.), la que puede ser una constante o una función.
Por lo tanto:
eK = SK + D(.)
(27)
41
Este supuesto es el implícito en las mediciones de productividad total basadas en la función de costos, tal
como el mostrado en los trabajos de Harberger y seguidores. Ver Harberger, A. (1995) “New Insights into the
Growth Process” monografía, New Dehli: Indian Council for Research on International Economic Relations y
el trabajo de Beyer, H. “Diferencias Observadas en el Crecimiento de la Productividad Total de los factores
en el Sector Manufacturero Chileno” en Morandé, F. y R. Vergara, eds. Análisis Empírico del Crecimiento en
Chile (Centro de Estudios Públicos e ILADES, 1997).
60
Combinando la ecuación (15), (23) y (27) se obtiene el sistema a estimar que
incorpora la existencia de la distorsión:
ln(Y/L) = β1 + [SK + D(.) - β3 ln(K/L)]ln(K/L) + β4 Z + β5 Z2 + u
(28)
SK = β∗2 + 2β3 ln(K/L) + β6 Z + v
(29)
donde β∗2 = β2 - D(.)
Si D(.) no es estadísticamente distinto de cero, significa que no hay distorsión.
Resultados de la estimación del modelo no lineal
Las variables Z seleccionadas y las variables instrumentales son las mismas que se
usaron en el modelo lineal, salvo que en el caso de las últimas no se agregaron los efectos
de las variables externas.
El período muestral va desde 1962 a 1997, excluyendo a 1971 y 1972, los dos
primeros años de Allende. La exclusión de estos dos años se debe a que hay razones
fundadas para pensar que el salario promedio fue muy superior al producto marginal del
trabajo estimado y, por lo tanto, SK fue muy inferior a eK. Como esta distorsión fue puntual
a esos dos años ellos fueron eliminados del análisis. La causa de ella fueron las grandes
presiones salariales que hubo en esos dos primeros años del gobierno de Allende y las
severas restricciones que enfrentaban las empresas para despedir trabajadores debido a la
legislación de inamovilidad vigente y las amenazas latentes de expropiación. También en
esos años subió enormemente el empleo público, evento que también tiende romper el
equilibrio entre producto marginal y salarios. La magnitud de la distorsión queda de
manifiesto al constatar que el salario real promedio en 1971 y 1972 fue 25% superior al de
1970. En 1973 esto no fue sostenible y se desplomó en 32%.
Los resultados de la estimación por Mínimos Cuadrados en Tres Etapas de las
ecuaciones (28) y (29) en forma conjunta se presentan a continuación. Debe notarse que en
la ecuación de productividad del trabajo (la de LY-LL, que corresponde a la ecuación
(28)), se ha reemplazado a SK por su función estimada (correspondiente a la ecuación
(29)). Nótese que hay parámetros comunes en ambas ecuaciones.
61
Modelo sin restricciones
Muestra: 1962-1997, excluyendo 1971 y 1972
Observaciones: 34
C(1)
C(2)
C(3)
C(6)
C(8)
C(10)
C(21)
C(22)
C(24)
C(25)
C(27)
C(28)
C(100)
Coeficiente
Error Estándar
6.101975
-0.171831
0.024555
0.041233
0.510547
-0.412633
-27.51551
2.772239
0.520261
0.438843
0.559210
-7.902991
-0.299114
0.873191
0.057578
0.003973
0.005958
0.086010
0.063625
6.022762
0.861248
0.163020
0.058897
0.153976
1.279602
0.062497
t
Prob.
6.988136
-2.984306
6.180824
6.921125
5.935890
-6.485343
-4.568587
3.218862
3.191403
7.450970
3.631786
-6.176134
-4.786078
0.0000
0.0042
0.0000
0.0000
0.0000
0.0000
0.0000
0.0022
0.0023
0.0000
0.0006
0.0000
0.0000
Ecuación: SK = C(1) + C(2)*FECRES+C(3)*FECTI +C(6)*PEAKOPEN(-2)
+C(8)*PEAKACM1(-2) +C(10)*(LK-LL)
Variables instrumentales: C FECRES FECTI PEAKOPEN(-2) PEAKACM1(-2) (LK-FITLL)
R-cuadrado
R-cuadrado ajustado
Error Std de regresión
Durbin-Watson
0.625336
0.558432
0.021709
1.318052
Media var dependiente
Error Std var dependiente
Suma cuadrados residuales
0.573549
0.032669
0.013196
Ecuación: LY-LL = C(21) + C(22)*FECRES + C(24)*FECTRSF
+C(25)*RECEFEC + C(27)*PEAKACM1(-1) + C(28)*PEAKACM1(-2)
+(C(1) + C(2)*FECRES + C(3)*FECTI + C(6)*PEAKOPEN(-2)
+C(8)*PEAKACM1(-2) + C(10)*(LK-LL) -.5*C(10)*(LK-LL)
+C(100))*(LK-LL)
Variables instrumentales: C FECRES FECTRSF FITRECEFEC PEAKACM1(-1)
PEAKACM1(-2) (LK-FITLL) FECRES*(LK-FITLL)
(LK-FITLL)*FECTI (LK-FITLL)*PEAKOPEN(-2)
PEAKACM1(-2)*(LK-FITLL) LK*LK LK*FITLL FITLL*FITLL
R- cuadrado
R-cuadrado ajustado
Error Std de regresión
Durbin-Watson
0.993735
0.990154
0.015316
2.192692
Media var dependiente
Error Std var dependiente
Suma cuadrados residuales
13.80429
0.154358
0.004926
Los resultados muestran un excelente ajuste de la variable productividad (LY-LL),
con un error estándar de sólo 1,5%, lo cual es muy bajo si se considera el período y país
analizado. Por otro lado, la ecuación de SK presenta un R-cuadrado no muy alto y algo de
autocorrelación. El relativamente bajo R-cuadrado de SK no quiere decir que sea una mala
ecuación, ya que el error estándar de la estimación de SK es razonable para los propósitos
de este trabajo. Al respecto debe tenerse presente que lo que interesa obtener de la
estimación de SK es un buen estimador de la elasticidad de producción y no
necesariamente un excelente predictor de SK. Así, en el caso extremo que el modelo final
62
terminara siendo una Cobb-Douglas, la elasticidad de producción sería constante y, por lo
tanto, el R-cuadrado de SK sería cero.
En tal evento, sus residuos mostrarían toda la autorrelación presente en la variable
SK. El problema de la autocorrelación de SK en la muestra es principalmente causado por
algunas observaciones extremas de SK que tienen causas históricas puntuales. Si no hay
razones para pensar que la elasticidad de producción siguió de cerca dichas fluctuaciones,
el problema no debiera preocupar.
Para analizar si el impacto de cada variable sobre la productividad es el esperado,
es conveniente computar las semielasticidades del producto (y de la productividad media)
respecto a cada variable de estado. Tal cómputo debe hacerse derivando la variable LY-LL
en la segunda ecuación reportada respecto a cada variable de estado. Debe notarse que las
semielasticidades de aquéllas variables que están incluidas en SK varían a través del
tiempo. En el Cuadro 2 se presenta un resumen de las semielasticidades respecto a cada
variable de estado, de la elasticidad del producto respecto al capital (eK) y de la elasticidad
de sustitución entre capital y trabajo (σ).
CUADRO 2
RESUMEN DE ELASTICIDADES DE PRODUCIÓN DEL CAPITAL, DE
SUSTITUCIÓN Y SEMIELASTICIDADES DE VARIABLES DE ESTADO EN
MODELO LIBRE
eK
MEDIA
MEDIANA
MAXIMO
MINIMO
DESV. ST
0.274141
0.272481
0.323714
0.205351
0.024648
σ
0.324467
0.324514
0.346641
0.283393
0.012597
EFECTI
0.367034
0.367068
0.372258
0.362126
0.002530
EFECRES
0.203798
0.203558
0.238137
0.167236
0.017702
EFECTRSF
ERECEFE2
EPEAKOPEN
EPEAKACM1
0.520261
0.520261
0.520261
0.520261
2.25E-16
0.438843
0.438843
0.438843
0.438843
2.81E-16
0.616337
0.616395
0.625111
0.608097
0.004248
0.287620
0.288334
0.396255
0.185591
0.052597
(*) Los códigos de las semielasticidades de cada variable tienen su mismo nombre con una E al principio.
La elasticidad de producción del capital (eK) tiene un valor medio de 0.27, mayor
que el obtenido en el modelo lineal. La elasticidad de sustitución (σ), por otro lado, es
bastante reducida, lo que podría ser inconsistente con una especificación de la “función de
producción” del tipo Cobb-Douglas. La inclusión de rezagos de LK-LL en la ecuación de
SK, que podría haber significado un valor de σ mayor en el largo plazo, no fue avalada por
los datos. De esto no debe concluirse que tal fenómeno no existe, sino sólo que la hipótesis
nula de que σ no depende del plazo, no es rechazada por la evidencia.
Este tipo de comportamiento de σ y el hecho de que su valor sea relativamente
menor a lo esperado es un resultado que debiera ser analizado con mayor profundidad en
otro trabajo. Una hipótesis que podría explicar este resultado es que, dada la historia de
grandes recesiones y sus secuelas de desempleo, en la muestra predominan las
fluctuaciones de LK-LL causadas por fluctuaciones de la “función de producción” misma
por sobre las fluctuaciones causadas por variaciones permanentes de precios relativos. Son
estas últimas las que proveen mayor información para identificar el verdadero grado de
sustitución de la economía.
63
Los signos de los valores medios de las semielasticidades de las variables de estado
son de acuerdo a lo esperado. Sus valores medios están dentro de los mismos órdenes de
magnitud que las encontradas en la ecuación de largo plazo del modelo lineal reportado
más arriba. A pesar de esto, hay algunas diferencias que se anotan a continuación. Se
redujeron las semielasticidades de FECRES (0.203798 contra 0.361748), la de FECTRSF
(0.520261 contra 0.724602) y la de PEAKACM1 (0.287620 contra 0.363526). Subieron la
de RECEFEC (0.438843 contra 0.361748), PEAKOPEN (0.616337 contra 0.511008). La
elasticidad de los términos de intercambio (EFECTI) es prácticamente la misma (0.367034
versus 0.361748). Claramente el cambio más importante, especialmente para las
proyecciones de más adelante, fue el aumento de la elasticidad del capital desde 0.178726
en el modelo lineal a 0.274141, superando en algunos años al valor de 0.3.
Los coeficientes de la ecuación de SK, aparte del correspondiente a la razón capital
trabajo, muestran el efecto de las variables de estado sobre la distribución del ingreso o el
tipo de sesgo del “cambio técnico”. El resultado más interesante es el signo y magnitud del
coeficiente del peak rezagado de la productividad total (PEAKACM1(-2)). Este muestra
que el cambio técnico tiende a ser intensivo en capital. Este comportamiento de los
empresarios, en la medida que ellos controlen el tipo de innovaciones que introducen en la
economía, permite evitar una caída permanente de la tasa de rentabilidad. Con el
crecimiento de largo plazo, debe ir subiendo la razón capital trabajo. Dada la elasticidad de
sustitución menor que uno, ello implicaría una caída en la participación del capital.
Precisamente, el efecto positivo de PEAKACM1(-2) compensa esta pérdida y así la
participación del capital y la tasa de rentabilidad no decrecen.
De hecho, el valor de tendencia de la participación del capital ha crecido alrededor
de 6 puntos entre 1960 y 1997. El que no se deteriore tan fuertemente la participación del
trabajo a través del tiempo explica que los datos acepten muy bien especificaciones de la
“función de producción” con elasticidades de sustitución iguales a uno. El modelo no
lineal, al separar los dos efectos, permite descubrir que la sustitución es menor a uno, o al
menos hay fuertes razones para pensarlo. Para una proyección de largo plazo esto puede no
ser relevante, pero sí lo es cuando se desea evaluar impactos de cambios de precios
relativos de factores.42
Otro resultado interesante de la estimación de la ecuación de SK es el del
coeficiente C(6) (0.041233) correspondiente a la variable de apertura (PEAKOPEN). La
baja magnitud del coeficiente puede estar señalando la importancia del cobre y minerales
en las exportaciones, las cuales son intensivas en capital. Esto podría compensar el efecto
directo sobre la distribución funcional del ingreso de las otras exportaciones intensivas en
trabajo. Si bien esta variable no afecta de manera importante y en forma directa a la
distribución funcional del ingreso, sí tiene un efecto indirecto significativo a través de su
impacto sobre la productividad total. Ya se vio que la elasticidad producto respecto a esta
variable era de 0.61. Al abrirse más la economía sube la productividad total y con ello la
demanda de trabajo. Dada la restricción de oferta del mismo, ello genera un aumento
42
Así, por ejemplo, cuando se analizan los efectos de un cambio de la tasa de interés sobre el stock deseado
de capital, el supuesto de elasticidad de sustitución igual a uno genera respuestas exageradas que no guardan
relación con la evidencia empírica acerca de la magnitud de los efectos de la tasa de interés sobre la inversión.
64
importante de salarios, que se ve acentuado por la baja elasticidad de sustitución entre
trabajo y capital, y por ende, de la demanda por trabajo.
Hay dos coeficientes cuyas magnitudes pueden tener importancia económica mayor.
El de la distorsión entre la participación del capital y su elasticidad de producción (C(100)),
ya que es determinante de la magnitud final de dicha elasticidad, y el de la razón capital
trabajo en la ecuación de SK (C(10)), el cual es crucial para evaluar la elasticidad de
sustitución de la economía. Considerando que ellos no son estimadores de los parámetros
verdaderos y, por lo tanto, tienen una varianza, se decidió examinar las consecuencias sobre
la estimación del sistema si esos parámetros eran restringidos a tomar valores alejados en
una desviación estándar de sus valores estimados inicialmente. Los valores impuestos van
en la dirección de aumentar tanto la elasticidad de sustitución como la elasticidad de
producción del capital. Así, C(10) se restringió a priori a -0.349 y C(100) fue restringido a
-0.2366. Al realizar el test de Wald sobre la hipótesis nula conjunta, esta se aceptó
holgadamente.43
Los resultados de la estimación con restricciones, así como las elasticidades y
semielasticidades, se presentan a continuación. Al final, en el Cuadro 4 se presentan los
valores anuales de la elasticidad del capital.
Modelo con restricciones
Muestra: 1962-1997, excluyendo 1971 y 1972
Observaciones: 34
Coeficiente
Error Std
t
Prob.
C(1)
5.232043
0.064505
81.11045
0.0000
C(2)
-0.156303
0.055122
-2.835558
0.0063
C(3)
0.026099
0.003815
6.840904
0.0000
C(6)
0.045573
0.004263
10.68975
0.0000
C(8)
0.441304
0.055096
8.009681
0.0000
C(21) -22.49267
0.960641
-23.41423
0.0000
C(22) 2.486717
0.825444
3.012582
0.0039
C(24) 0.528767
0.167390
3.158897
0.0025
C(25) 0.471148
0.050070
9.409800
0.0000
C(27) 0.570047
0.158032
3.607175
0.0007
C(28) -6.954160
0.826070
-8.418372
0.0000
Ecuación: SK = C(1) + C(2)*FECRES+C(3)*FECTI +C(6)*PEAKOPEN(-2)
+C(8)*PEAKACM1(-2) -.349*(LKL)
Variables instrumentales: C FECRES FECTI PEAKOPEN(-2) PEAKACM1(-2) (LK-FITLL)
R-cuadrado
R-cuadrado ajustado
Error Std de regresión
Durbin-Watson
43
0.616278
0.563351
0.021588
1.191480
Media var dependiente
Error Std var dependiente
Suma cuadrados residuales
Los resultados del test de Wald fueron:
Null Hypothesis: C(10)=-.349
C(100)=-.2366
Chi-square
1.928509
Probability
65
0.381267
0.573549
0.032669
0.013515
Ecuación: LYL = C(21) + C(22)*FECRES + C(24)*FECTRSF
+C(25)*RECEFEC + C(27)*PEAKACM1(-1) + C(28)*PEAKACM1(-2)
+(C(1) + C(2)*FECRES + C(3)*FECTI + C(6)*PEAKOPEN(-2)
+C(8)*PEAKACM1(-2) - 0.349*( LK-LL) + 0.5*0.349*(LK-LL)
- 0.2366)*( LK-LL)
Variables instrumentales: C FECRES FECTRSF FITRECEFEC PEAKACM1(-1)
PEAKACM1(-2) (LK-FITLL) FECRES*(LK-FITLL)
(LK-FITLL)*FECTI
(LK-FITLL)*PEAKOPEN(-2)
PEAKACM1(-2)*(LK-FITLL) LK*LK LK*FITLL FITLL*FITLL
R- cuadrado
R-cuadrado ajustado
Error Std de regresión
Durbin-Watson
0.993315
0.990408
0.015117
2.095419
Media var dependiente
Error Std var dependiente
Suma cuadrados residuales
13.80429
0.154358
0.005256
CUADRO 3
RESUMEN DE ELASTICIDADES DE PRODUCIÓN DEL CAPITAL, DE
SUSTITUCIÓN Y SEMIELASTICIDADES DE VARIABLES DE ESTADO EN
MODELO RESTRINGIDO
EK
MEDIA
MEDIANA
MAXIMO
MINIMO
DESV. ST
0.336451
0.333939
0.379908
0.278462
0.021517
σ
EFECTI
0.389556
0.389245
0.402988
0.365364
0.007623
0.390109
0.390145
0.395662
0.384893
0.002689
EFECRES
EFECTRSF
0.150380
0.150161
0.181616
0.117122
0.016102
0.528767
0.528767
0.528767
0.528767
0.000000
ERECEFEC
EPEAKOPEN
EPEAKACM1
0.681196
0.681260
0.690893
0.672089
0.004695
0.212278
0.212896
0.306180
0.124087
0.045463
0.471148
0.471148
0.471148
0.471148
0.000000
CUADRO 4
ELASTICIDAD DEL CAPITAL A TRAVÉS DEL TIEMPO
EN MODELO RESTRINGIDO
1962
1963
1964
1965
1966
1967
1968
1969
1970
1971
1972
1973
1974
1975
1976
1977
1978
1979
0.314008
0.325136
0.32932
0.337888
0.334209
0.326463
0.347706
0.333560
0.326163
0.328028
0.333669
0.353265
0.335559
0.306255
0.316055
0.318694
0.326412
0.325396
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
66
0.320878
0.316971
0.278462
0.306045
0.328648
0.337584
0.352046
0.361644
0.375009
0.379908
0.372672
0.345336
0.342938
0.359238
0.372475
0.352849
0.342354
0.349381
Tal como se presumía, el poder explicativo del modelo se mantiene intacto. El error
estándar de ambas ecuaciones incluso baja. Los coeficientes, distintos a los que se
restringieron, experimentan cambios que son marginales desde un punto de vista
estadístico y económico. Las semielasticidades experimentan cambios que no alteran las
conclusiones básicas. Los cambios mayores son en la semielasticidad de la apertura
(EPEAKOPEN) que sube de 0.61 a 0.68, la del peak de la productividad total rezagada
(EPEAKACM1) que baja de 0.287 a 0.212 y la de FECRES que cae de 0.2 a 0.15.
El resultado más importante desde un punto de vista económico es que los datos
admiten una mayor elasticidad de sustitución, la que subió de un valor promedio de 0.324 a
su valor restringido de 0.39 y una mayor elasticidad de producción del capital, que subió
de un valor medio de 0.274 a 0.336. Como se puede ver en el Cuadro 4, la elasticidad del
capital ha estado creciendo en los últimos años llegando a tener un valor promedio en los
noventa de 0.354. Este último valor será el usado para las proyecciones de la economía
chilena que se presentan a continuación.
5.
Proyección de crecimiento a mediano plazo
En esta sección se explica un ejercicio de proyección de crecimiento de mediano
plazo basado en las tres fuentes principales de crecimiento. Por la propia naturaleza del
ejercicio estas proyecciones no tienen validez para un año puntual, el cual podría ser
afectado en forma importante por factores coyunturales.
El ejercicio se basa en la alimentación de la ecuación de fuentes de crecimiento (ec.
5) con las proyecciones de las tres variables claves: capital, empleo y cambio de la
productividad total de los recursos ("m"). Para ello se usa la información histórica y
econométrica proveniente de las dos secciones anteriores, así como de otros trabajos.
Los escenarios de crecimiento combinan proyecciones de algunas variables basadas
en supuestos y otras que responden a funciones de comportamiento e identidades. En el
caso de las primeras, se definen una hipótesis optimista, que este autor considera posible
pero de baja probabilidad, una moderada, de fácil cumplimiento y una pesimista, que
también tiene baja probabilidad. El propósito central de la presentación de escenarios
alternativos es destacar los requisitos para crecer a determinadas tasas, dejando que el lector
juzgue cuan plausibles son esos requisitos a la luz de la evidencia reportada en este trabajo.
67
5.1.
La proyección del capital
La evolución del capital fijo (Kt) se obtiene de la identidad:
Kt
= Kt-1(1-δ) + It
(31)
donde,
δ
= tasa de depreciación.44
It
= inversión bruta en capital fijo.
La inversión es una proporción variable (s) del PIB (Yt):
It
= sYt
(32)
Por lo tanto, la tasa de crecimiento del capital (GK) estará determinada por:
 Y 
GK
=s  t  -δ
(33)
 K t -1 
El nivel del producto se obtiene de la identidad de su tasa de crecimiento (Gy):
Yt
= Yt-1(1+ Gy)
(34)
La tasa "s" de inversión bruta en capital fijo es determinada por una función de
demanda por inversión que se reporta en detalle en el Anexo 2. De acuerdo a esta función,
la tasa “s” depende positivamente de la rentabilidad esperada agregada del capital (r*) y
negativamente de la tasa de interés (INT):
s = F(r*, INT)
(35)
La rentabilidad esperada (r*) se aproximó como una función de rezagos de la
rentabilidad corriente (r):
r* = r*(rt-i)
i=0,...3
(36)
La rentabilidad corriente se aproximó por la siguiente expresión:
r = eK
YPY (1 − ITAX)
−δ
KPK
(37)
44
En los escenarios la tasa de depreciación se proyecta para el futuro en base a una tendencia no lineal que
tiene una asíntota. En el año inicial de la proyección fue de 4,5% y en el último año alcanza a 5,34%.
68
donde,
eK
Y
PY
ITAX
K
PK
δ
= elasticidad de producción del capital;
= PIB en pesos constantes;
= deflactor del PIB;
= tasa de impuestos indirectos a la producción y al comercio exterior;
= stock de capital al inicio del período;
= deflactor de los bienes de capital;
= tasa de depreciación;
La tasa de interés (INT) usada en la estimación fue la tasa real (en UF) de uno a tres
años. Durante el período muestral utilizado, de acuerdo a los test de Dickey y Fuller
ampliados, todas las series fueron estacionarias. En el modelo finalmente seleccionado previo proceso de pretest a partir de un modelo más general- ambas variables fueron
incorporadas con una distribución de rezagos distribuidos de Almon, de primer orden, con
tres períodos.
Dado que la tasa de interés fue significativa sólo a partir del segundo año, el primer
período de esta variable en la función de rezagos parte desde t-1. Considerando la posible
simultaneidad entre PIB corriente y tasa de inversión, el modelo también se estimó por
variables instrumentales (con rezagos del PIB como su instrumento). Los resultados, sin
embargo, fueron muy similares a los de MICO, optándose por usar la ecuación estimada
por este último método.
El efecto de largo plazo de la rentabilidad obtenido en la estimación por MICO fue
de 1,59 mientras que el de la tasa de interés fue -0.956. Esto último significa que un punto
de aumento de la tasa de interés produce una caída de la tasa de inversión de 0.956 puntos
del PIB. Respecto a la magnitud de este último coeficiente, debe notarse que aun aceptando
una baja elasticidad de sustitución entre capital y trabajo (similar a la reportada en la
sección anterior) - lo que implica una menor reacción del stock deseado de capital ante un
cambio de la tasa de interés- y suponiendo la existencia de costos de ajuste importantes, el
impacto de la tasa de interés sobre la inversión es inferior a lo esperado.
Una posible explicación de la baja magnitud detectada debe buscarse en que los
episodios de tasas altas han sido escasos y de corta duración, lo que acentúa la percepción
de que los ajustes de tasas son transitorios. Esto tiende a generar menores efectos sobre la
inversión que si el cambio fuera percibido como permanente. También pueden haber
incidido las dificultades de medición de la tasa de interés pertinente, así como la
importancia que todavía tiene el sector público en el proceso de inversión, sector que puede
ser menos sensible que el sector privado a los vaivenes del mercado.
Desafortunadamente, el período considerado en la muestra estuvo limitado por la
disponibilidad de datos de la serie tasa de interés (a tres años), la que está disponible sólo a
partir de 1981. La ecuación, satisfaciendo todos los test tradicionales de estabilidad,
significancia y comportamiento de los errores, tiene muy pocos grados de libertad y por
ello no puede considerarse algo definitivo. Considerando la importancia que tiene el valor
del coeficiente de la tasa de rentabilidad en el modelo de simulación, se analizó cuán
69
sensible era a la muestra elegida.
Para ello se amplió la muestra con datos a partir de 1974. La tasa de inversión y la
de rentabilidad son variables no estacionarias de orden uno (I(1)), pero existe un vector de
cointegración sin tendencia. La correspondiente ecuación de largo plazo, que fue estimada
por MICO, sólo incluía a la tasa de rentabilidad como variable explicativa, pero,
obviamente no a la tasa de interés. Debe notarse que la exclusión de la tasa de interés en la
estimación del vector de cointegración no debiera generar problemas de inconsistencia
debido a que esta variable es estacionaria, al menos durante el período en que está
disponible. El coeficiente de la tasa de rentabilidad obtenido del vector de cointegración
fue de 1.687, estadística y económicamente muy cercano al valor de 1,59, correspondiente
al efecto de largo plazo encontrado en la ecuación con la muestra más corta, pero que
incluía a la tasa de interés. En el modelo de simulación se optó por este último coeficiente.
Es interesante anotar la incidencia de los shocks externos y del ciclo provocado por
ellos sobre la inversión. Ellos afectan los dos determinantes de la inversión, la rentabilidad
y la tasa de interés. Un shock externo negativo genera una contracción del producto, una
disminución de la razón producto-capital y una caída de la rentabilidad. La contracción del
nivel de actividad se origina por la existencia de rigideces de precios a la baja en el corto
plazo y por el efecto del shock externo negativo sobre el nivel de gasto, sea vía efecto
expectativas de evolución del nivel de actividad, por las políticas contractivas (monetaria y
fiscal) que induce y por su posible efecto ingreso negativo (si el shock es de términos de
intercambio). Aparte de este efecto sobre la rentabilidad, la política monetaria contractiva a
que induce el shock externo genera alzas de tasas de interés que afectan directamente a la
inversión.
En todo caso, en la historia económica de las últimas cuatro décadas, son los
efectos que pasan vía producto y rentabilidad los que más explican la evolución de la tasa
de inversión. El Gráfico 14 ilustra visualmente la gran asociación entre la tasa de inversión,
razón producto-capital y rentabilidad.
Las ecuaciones (5), (31), (32), (33), (34), (35), (36) y (37) forman un pequeño
sistema de ocho ecuaciones que permiten resolver como variables endógenas las siguientes
siete variables: producto (Y), su tasa de crecimiento (Gy), el nivel de inversión (I), la tasa
de inversión (s), el stock de capital (K), su tasa de crecimiento (GK) y las tasas de
rentabilidad esperada (r*) y corriente (r). Las otras variables son exógenas.
Es interesante hacer notar el efecto de la tasa de inversión sobre el crecimiento. La
combinación de las ecuaciones (5) y (33) permite obtener una expresión que revela el bajo
impacto directo de un aumento de la tasa de inversión sobre la tasa de crecimiento
(excluyendo el efecto asociado al progreso técnico incorporado en los nuevos bienes de
capital):
  Y 

Gy = eK  s t  − δ  + (1 - eK) n + m
  K t -1 

70
(38)
GRÁFICO 14
RELACION PRODUCTO CAPITAL, TASA DE RENTABILIDAD
Y TASA DE INVERSIÓN EN CAPITAL FIJO
0.5
0.4
0.3
0.2
0.1
0.0
60
65
70
75
I/Y
80
Y/K(-1)
85
90
95
r
Considerando que la razón producto capital se encuentra en un valor aproximado de
0,4 y usando 0,35 como valor de eK, un aumento de la tasa de inversión “s” de cinco puntos
del PIB (por ejemplo, la tasa de inversión sube de un 27% del PIB a 32%), manteniendo
exógeno al crecimiento del empleo, generaría un aumento de la tasa de crecimiento de sólo
0,7%; esto significa que si la tasa de crecimiento del producto inicial fuera de 6%, ella
subiría a 6,7%. El reducido efecto del aumento de la tasa de inversión se debe a que el
crecimiento del empleo se mantiene exógeno. En este caso, el aumento de la demanda por
trabajo que habría por la expansión del producto se traduciría en un alza de los salarios
reales (y de la productividad marginal y media del trabajo).
Por otro lado, si la fuerza de trabajo (y la presión salarial resultante) no fuera una
limitante - es decir, si la oferta de trabajo fuera “infinitamente elástica”- el salario real y el
producto marginal del trabajo estarían constantes y, bajo el supuesto de que la elasticidad
de producción del trabajo se mantiene constante, el producto aumentaría en el mismo
porcentaje que el empleo. De la ecuación (38) se puede derivar que, en este caso, el
crecimiento del producto subiría en los mismos puntos porcentuales que la tasa de
crecimiento del capital, esto es 2 puntos, en vez de 0,7. Una situación similar a ésta es la
que ocurre, precisamente, cuando la economía crece a partir de una situación de desempleo
apreciable.
A diferencia de otros países que han experimentado un rápido crecimiento y de
otros períodos de la historia económica chilena reciente en que ha habido gran desempleo,
los aumentos de salarios reales observados en años recientes tienden a confirmar que la
fuerza de trabajo es una restricción que hay que tomar en cuenta al momento de proyectar
el crecimiento. De esta manera, el crecimiento en las actuales circunstancias va
71
acompañado de un "chorreo" redistributivo al incrementarse los salarios reales, al menos
para la población que participa en la fuerza de trabajo.
5.2.
Determinación del empleo, desempleo y salarios reales
5.2.1. El empleo
Dado que el interés del trabajo es la evolución del producto a mediano plazo, se ha
supuesto que la variación del empleo (L) será igual que la variación que la fuerza de trabajo
(F):
∆ln(L) = ∆ln(F)
(39)
Para que se cumpla este supuesto se requiere que la tasa de desempleo permanezca
constante. Para el largo plazo esto es un supuesto razonable, ya que no es posible que dicha
tasa disminuya todos los años en forma significativa. Por otro lado, para el mediano plazo,
definiéndolo como un período de siete a diez años que parte en un punto en el tiempo una
vez superada la recesión derivada de la crisis asiática, la reducción que puede lograrse en la
tasa de desempleo tampoco puede ser importante. Si se parte de un nivel de desempleo
similar al vigente antes de la recesión, por ejemplo, una tasa de 6%, igual a la alcanzada en
junio de 1998 de 6% (ver Gráfico 15),45 el margen de aumento de la oferta de trabajo vía
reducción del desempleo es muy reducido. De hecho, una tasa de desempleo por debajo de
5% tiene bajísima probabilidad, ya que, como se explica más adelante, niveles muy bajos
de desempleo generan presiones salariales incompatibles con los aumentos de
productividad implícitos en las hipótesis de crecimiento.
45
Las tasas de desempleo de la serie usada en este trabajo corresponden aquéllas estimadas por el Instituto
Nacional de Estadísticas en junio de cada año.
72
GRÁFICO 15
DESEMPLEO
CHILE 1960-1998
25%
20%
15%
10%
5%
-
60
62
64
66
68
70
72
74
76
78
80
82
84
86
88
90
92
94
96
98
5.2.2 La Fuerza de Trabajo
El crecimiento de esta variable ha tenido fuertes variaciones no explicadas de un
año a otro, lo que hace muy difícil construir un modelo para determinar la evolución de
esta variable año a año. Por esta razón, la evolución de la fuerza de trabajo se considera
exógena, haciéndose una proyección simple de ella. Considerando que el promedio móvil
(de siete años) de la tasa de crecimiento de la fuerza de trabajo ha venido cayendo y ya está
muy ceca de 2% y que en los últimos tres años la tasa anual ha estado en torno a 1%, se
han definido tres supuestos alternativos para la construcción de los escenarios: una tasa
“optimista” de 2,5%, una “moderada” de 2,0% y una “pesimista” de 1,5%. Debe hacerse
notar que la hipótesis moderada de 2,0% es casi igual a la proyección “punto” de 2,05%
que hace CELADE para los próximos diez años.46
46
Las hipótesis optimista y pesimista son iguales a las que hace la Unidad de Estudios Prospectivos de
MIDEPLAN para el período 2000-2010. Estas hipótesis, así como las proyecciones de CELADE sobre
crecimiento de la fuerza de trabajo, se documentan en Caputo, R. “Población, Fuerza de Trabajo y Empleo: un
Análisis Prospectivo” Documento MIDEPLAN. Unidad de Estudios Prospectivos (1997).
73
5.2.3. Los salarios reales y el desempleo
Considerando que los test de Dickey y Fuller aumentados señalan que la variación
de los salarios nominales y la tasa de desempleo son estacionarias a partir de 1974, la
evolución de la primera variable se determina por una función de reacción salarial del tipo
Phillips aumentada que en forma simplificada se puede escribir como:
∆ln(wn) = ω(U, π)
(40)
donde,
wn
= tasa de salarios nominales.
U
= tasa de desempleo.
π
= vector de tasas de inflación en el período t y anteriores.
En la estimación empírica de la ecuación (40), la tasa de cambio (logarítmica) de los
salarios nominales depende negativamente del nivel de la tasa de desempleo corriente y
positivamente de un polinomio de rezagos de Almon de la inflación (medida por el índice
de precios al consumidor). Después de un proceso de simplificación mediante pretest a
partir de una ecuación más general, se obtuvo la ecuación estimada cuyos resultados se
reportan en el Anexo 3. El polinomio de inflación en esta ecuación es uno de primer orden,
con dicha variable en el período corriente y tres rezagos.
La ecuación estimada, que satisface los test econométricos tradicionales, salvo un ligero
desvío fuera de banda del test CUSUM Cuadrado, es coherente con la hipótesis de
homogeneidad de grado uno en las tasas de inflación, lo que significa que los salarios reales
en el largo plazo no dependen del nivel de la inflación. La estructura de rezagos muestra un
impacto de las tasas de inflación sobre el cambio de los salarios nominales que declina con
la distancia del rezago, siendo el coeficiente de la inflación corriente igual a 0,54. Esto
implica que una aceleración de la inflación produce una caída de los salarios reales. La
variable desempleo corresponde a la del período corriente y su efecto estimado resultó
negativo y significativo, tal como se esperaba.47
La muestra utilizada para la estimación cubre el período 1978 - 1998. Los años
previos no fueron considerados debido a que su inclusión en la muestra provocaba
problemas de estabilidad en la estimación. Estos síntomas podrían explicarse, en parte, por
los conocidos problemas de medición del IPC que se detectaron para los años previos a
1978.48
47
El nivel del desempleo corriente es muy colineal con su rezago y por eso se estimaron especificaciones
rezagos del desempleo. Estas estimaciones alternativas, sin embargo, no fueron satisfactorias.
48
Ver Cortázar y Marshall (1980).
74
Restando la tasa de inflación corriente a ambos lados de la ecuación (40) y
suponiendo que la inflación permanece constante a través del tiempo se obtiene una
relación entre el cambio de salarios reales y la tasa de desempleo:
∆ln(w) = ω(U, π) - πt
(41)
donde w = tasa de salarios reales.
El Cuadro 5 muestra las variaciones de salarios reales (∆ln(w)) que se generarían
con distintas tasas de desempleo (U), si la inflación y la tasa de desempleo permanecen
constantes.
CUADRO 5
REACCION SALARIAL
(%)
U
∆ln(w)
9.5
2
8.8
2.5
8.2
3
7.5
3.5
6.9
4.0
6.2
4.5
5.6
5.0
4.9
5.5
4.3
6.0
Considerando un horizonte de proyección de siete años, se puede suponer que
las participaciones de cada factor estarán relativamente constantes ya que el efecto de
la pequeña tendencia a favor del capital, detectada en la Sección 4, no alcanza una
magnitud significativa. Esto implica que las variaciones del producto medio del
trabajo y del producto marginal no serán significativamente diferentes en el mediano
plazo. Por otro lado, si no existe una distorsión creciente entre producto marginal y
tasa de salario real, la variación de esta última variable será igual a la del producto
medio. Por lo tanto, en los escenarios se supondrá:
∆ln(w) = ∆ln(Y/L)
(42)
Como esta ecuación implica que la variación de los salarios reales queda atada a la
evolución de la productividad media, la ecuación (41) permite obtener la tasa de desempleo
de equilibrio a la cual converge la economía si la inflación permanece constante. La
existencia de este equilibrio se debe a que si la tasa de desempleo fuera muy baja, se
generarían aumentos salariales mayores al crecimiento de la productividad marginal (y
media) del trabajo (para un nivel dado de empleo), el crecimiento de la cantidad demandada
de trabajo tendería a ser menor que el crecimiento de la fuerza de trabajo y la tasa de
desempleo tendería a aumentar. Por otro lado, si la tasa de desempleo fuera muy alta, el
75
aumento (caída) de los salarios sería menor (mayor), estimulándose el empleo y
reduciéndose el desempleo. Existe, por lo tanto, una tasa de desempleo de equilibrio estable
a la cual converge la economía.
Dicho equilibrio depende de la evolución de la productividad marginal del trabajo. Como
ésta depende de la productividad media y ésta, a su vez, de la productividad total, es posible
determinar una tasa de desempleo de equilibrio diferente para cada tasa de crecimiento de
la productividad total. Esto explica las diferencias en las tasas de desempleo de equilibrio
que se obtienen en los diferentes escenarios reportados más abajo que tienen distintos
supuestos de evolución de la productividad total.
Usando las respuestas salariales de la segunda columna del Cuadro 5, se puede ver,
a modo de ejemplo, que si la productividad media y marginal del trabajo crecieran 5% al
año, entonces, la economía tendería a una tasa de desempleo de 5,6%. Si la tasa de
desempleo fuera mayor que 5,6 %, los salarios crecerían menos que la productividad
marginal supuesta, el empleo aumentaría más que el crecimiento de la oferta de trabajo y la
tasa de desempleo caería. Así, sólo una tasa de desempleo de 5,6% es coherente con un
aumento de productividad de 5%.
En consecuencia, si la tasa de inflación permanece constante, es posible determinar
la tasa de desempleo de equilibrio (U*) usando la función inversa de la ecuación (41) y
sustituyendo en dicha ecuación el cambio porcentual de salarios reales por el de la
productividad media:
U*
= U(∆ln(Y/L))
(43)
U*
= tasa de desempleo de equilibrio.
La existencia de una tasa de desempleo de equilibrio para cada tasa de crecimiento
de la productividad justifica el supuesto realizado en cada escenario de que la variación del
empleo en el mediano plazo tiende a ser igual a la variación de la fuerza de trabajo.
Para tasas constantes de inflación, de crecimiento de la fuerza de trabajo y de la
productividad total, las ecuaciones (5), (31), (32), (33), (34), (35), (36), (37), (39), (40),
(42) y (43), permiten resolver a las siguientes 12 variables endógenas: producto (Y), su tasa
de crecimiento (Gy), el nivel de inversión (I), la tasa de inversión (s), el stock de capital
(K), su tasa de crecimiento (GK), la tasa de rentabilidad esperada (r*), la tasa de
rentabilidad corriente (r), el crecimiento del empleo (∆ln(L)), el crecimiento de los salarios
nominales (∆ln(wn)), el crecimiento de los salarios reales (∆ln(w)) y el desempleo de
equilibrio (U*).
76
5.3.
Determinación de la Evolución de la Productividad
En la Sección 4 se presentó un modelo de productividad que podría servir para
determinar su evolución más probable a futuro si dicho modelo se alimentara con las
proyecciones de sus distintas variables explicativas. Esto último requeriría, sin embargo, un
modelo macro completo de la economía. Esa metodología escapa a las pretensiones de este
trabajo y por ello se sigue un enfoque más simple que consiste en la determinación de
distintos supuestos sobre la evolución de la productividad y en el análisis de su
plausibilidad.
Antes de elaborar esos supuestos es necesario señalar las dificultades de
extrapolación de las tendencias de productividad de largo plazo planteadas por el reducido
número de años post reformas estructurales fundamentales - las de mediados de los setenta
y aquéllas que se hicieron durante los ochenta- durante los cuales la economía chilena no ha
estado sufriendo problemas serios de subutilización de factores. Es sólo a partir de 1991
que el indicador de productividad total bruta presentado más arriba (ver Gráfico 6) supera
el máximo histórico de 1981, año previo a la gran recesión de 1982.
Como se vio anteriormente, ese indicador tiene un fuerte componente cíclico
(asociado principalmente a la utilización de los factores contratados) por la forma en que se
miden los factores productivos. Una extrapolación de la tasa de crecimiento de la
productividad observada a partir del primer año de la fase de recuperación que sigue a una
gran recesión tenderá a sobrestimar la tasa de crecimiento a futuro de dicha variable. Por
otro lado, la extrapolación de la tasa de crecimiento de la productividad a partir de todos los
años de la muestra en que la economía estaba razonablemente cerca de su frontera de
producción - década de los sesenta y década de los noventa- puede ser una subestimación
de la tasa de crecimiento de la productividad sostenible si las reformas estructurales
tuvieron efectos positivos.
El ideal para realizar el ejercicio habría sido que hubiera transcurrido más tiempo
desde que se efectuaron las principales reformas estructurales y se terminaron los efectos
negativos de la recesión de los ochenta sobre la utilización de los factores.
Desafortunadamente, este no es el caso de la economía chilena. Estas limitaciones de
información, que aumentan el error de predicción de la productividad total, explican la
opción por el enfoque de los escenarios donde, por definición, el compromiso con una
determinada proyección es menor.
A pesar de estas limitaciones intrínsicas a la historia económica de Chile, la
información disponible permite hacer algún tipo de análisis para configurar las hipótesis de
evolución de la productividad. El instrumental más importante para ese análisis es la
función de productividad desarrollada en la Sección 4 que provee, aparte de las
elasticidades del capital y trabajo que fueron usadas para construir el indicador de
productividad bruta ya presentado, los coeficientes de impacto sobre la productividad total
provocados por sus distintos determinantes. Estos coeficientes se pueden agrupar, en
principio, en tres grupos:
i)
efectos de variables externas que, fundamentalmente, explican los ciclos;
77
ii)
el efecto de mediano plazo de la apertura de la economía (ganancias de
productividad por mejor asignación de recursos, aumentos de la calidad promedio del
capital originados por las mayores importaciones de bienes de capital, incorporación de
nuevas tecnologías aptas para la producción en gran escala (a la que conduce la ampliación
de mercados), etc.);
iii)
el efecto conjunto (que no fue posible separar) del resto de variables que
determinan la productividad en el largo plazo (mayor cobertura de la educación, mejoras en
la productividad por reformas distintas a la apertura, mayor eficiencia por privatizaciones,
liberalización y desregulaciones de mercados internos, mejora radical en la percepción del
respeto al derecho de propiedad, mayor estabilidad macro, etc.).
Las variables “externas” cuyos efectos son incluidos claramente en el primer grupo,
(aquéllas que fundamentalmente detonan los ciclos), son: a) los términos de intercambio
(variable FECTI); b) el indicador del impacto de las tasas de interés externas sobre los
servicios financieros y la capacidad de importar por este concepto (FECTRSF); c) el
indicador global de “crisis externa” (RECEFEC, medido como la diferencia entre la
variable FEC o indicador global de “vulnerabilidad externa,” definido más arriba, y su
máximo nivel alcanzado hasta la fecha).
La cuarta variable “externa” es el componente de FEC correspondiente a las
reservas internacionales netas de pasivos de corto plazo del Banco Central y sistema
financiero al inicio del período (FECRES). El efecto de esta variable puede ser asignado en
parte al primer grupo y en parte al último ya que, en principio, hay dos tipos de efectos, uno
sobre el ciclo y uno de más largo plazo. El efecto sobre el ciclo se origina porque una
mayor disponibilidad de reservas internacionales (sin ignorar el costo financiero que
representan) contribuye a suavizar el ciclo por el eventual uso que se puede hacer de ellas,
haciendo menos necesario un gran ajuste en el gasto ante un eventual shock externo.
Sin embargo, su contribución a disminuir la probabilidad percibida de una posible
crisis macro también puede generar un efecto de largo plazo, el cual debiera asignarse al
tercer grupo de efectos. En efecto, en un ambiente de menor riesgo macroeconómico hay
más estímulos para la incorporación de nuevas tecnologías, que siempre tienen un costo de
oportunidad que hay que evaluar, como cualquier decisión de inversión, independiente de si
esas tecnologías van o no incorporadas en nuevos bienes de capital y, por lo tanto, de si ese
costo es o no contabilizado como inversión por el sistema de cuentas nacionales.
Para el análisis se ha decido construir dos nuevos indicadores del nivel (en
logaritmo natural) de productividad total a partir de las correspondientes series de sus
variaciones, siguiendo el mismo procedimiento empleado para construir el indicador de
productividad (bruta) ya presentado (LOGPT). El primer indicador adicional, LOGPT2, se
construye a partir de las variaciones de productividad netas de los efectos de las tres
primeras variables externas y que fundamentalmente explican el ciclo. El segundo
indicador adicional, LOGPT3, se construye a partir de las variaciones de productividad que
además excluyen el efecto de FECRES, es decir, netas de los efectos de las cuatro variables
78
externas mencionadas en el párrafo anterior.49
El indicador LOGPT3 recoge los efectos del cambio técnico y ganancias de
productividad explícitamente atribuibles a variaciones en el indicador de apertura externa
(PEAKOPEN), definido en la Sección 4, y a todos los demás factores que explican la
evolución de la productividad total y cuyos efectos no fueron explícitamente desagregados.
Debe recordarse que el efecto de la variable de apertura no corresponde a “shock” externos,
ya que ellos fueron reflejados por las otras variables señaladas, sino más bien a ganancias
de productividad de mediano plazo atribuibles al proceso de apertura (efectos de la
incorporación de nuevas tecnologías más eficientes y aptas para producir a gran escala,
ganancias de productividad por reasignación de recursos, etc.).
En el Gráfico 16 se presentan los tres indicadores de productividad disponibles, el
indicador original del nivel de productividad total bruta, LOGPT y los nuevos indicadores
LOGPT2 y LOGPT3. Como estos indicadores fueron calculados como logaritmos del nivel
de productividad total, las variaciones absolutas de los índices corresponden
(aproximadamente) a cambios porcentuales.
49
Dado que los coeficientes no necesariamente son constantes a través del tiempo, para el cálculo de los
distintos efectos que se restan a la variación de la productividad bruta, se usaron promedios móviles de dos
años de los coeficientes (similar a una “elasticidad arco”). La elasticidad del capital también se calculó como
variable, aunque tiene una desviación standard de sólo 2%.
79
GRÁFICO 16
INDICADORES ALTERNATIVOS DEL LOG DEL NIVEL DE
PRODUCTIVIDAD TOTAL: 1962-1997
0.6
0.5
0.4
0.3
0.2
0.1
0.0
-0.1
60
65
70
75
80
LOGPT
LOGPT2
85
90
95
LOGPT3
Nota: Los tres indicadores son iguales a cero en 1962.
Se puede observar que la evolución de LOGPT2 y LOGPT3 es bastante similar, lo
que se debe a la baja magnitud del coeficiente de la variable FECRES en la función de
productividad estimada en la Sección 4. La comparación entre la evolución de ambos
indicadores y LOGPT muestra que en el segundo quinquenio de los sesenta la
productividad bruta (LOGPT) se vio afectada positivamente por la evolución de las
variables externas; específicamente, en ese período, hubo muy buenos términos de
intercambio.
Por otro lado, se muestra que el nivel de LOGPT es menor que LOGPT2 y LOGPT3
en el período 1975-1977, revelando los efectos que la caída de términos de intercambio
tuvo sobre LOGPT. A partir de 1978, hay un quiebre en las tendencias de los dos
indicadores de productividad total que excluyen los efectos externos (LOGPT2 y
LOGPT3), mostrando la influencia positiva sobre la productividad que seguramente tuvo la
apertura y las primeras reformas estructurales. A partir de 1982 y hasta 1990, el crecimiento
en LOGPT2 y LOGPT3 se detiene. Esto es coherente con la hipótesis de que en un período
de recesión y con pocos estímulos para la inversión en capital físico, como lo fue ese
período, tampoco hay incentivos para incorporar tecnologías y realizar aumentos genuinos
de productividad.
Es interesante constatar que sólo a partir de los noventa, los dos indicadores de
productividad reasumen su crecimiento. Una hipótesis consistente con esta evolución es
que la materialización de los avances en productividad requiere de un clima propicio a la
80
inversión en general. Otra hipótesis, no necesariamente sustituta de la anterior, es que los
avances en productividad van incorporados a la inversión.
El hecho de que haya sido sólo en los noventa y no a mediados de los ochenta
cuando se reasume el crecimiento de la productividad neta de los efectos externos no
significa que las reformas hechas a finales de los ochenta no hayan tenido una cuota de
responsabilidad en ese proceso. Muy probablemente influyeron positivamente en el clima
de inversión de los noventa. Por otro lado, esas reformas deben haber incidido
positivamente en la propia evolución de las variables externas, en particular en la evolución
positiva de los flujos de capitales (que afectan la recuperación de RECEFEC) que ayudaron
a salir más rápidamente de la fase recesiva elevando la tasa de utilización y con ello la
rentabilidad, la tasa de inversión y, luego, la productividad neta.
Para la construcción de la hipótesis moderada se ha considerado la evolución de los
tres indicadores durante los noventa y hasta 1997. Este período considerado tiene la virtud
de que ha dejado pasar suficiente tiempo para observar los frutos de las reformas
estructurales sobre la productividad y para haber superado los efectos de recuperación de la
recesión de los ochenta. Al mismo tiempo excluye el año 98, que está contaminado por los
efectos de la crisis asiática. Debe tenerse presente, sin embargo, que el Gráfico 16 muestra
que la productividad total bruta (LOGPT) de todos modos se vio afectada positivamente
por condiciones externas favorables. Durante este período, la tasa anual de crecimiento de
la productividad bruta (LOGPT) llegó a 4,18% mientras que las tasas de crecimiento de los
indicadores alternativos que “limpian” del efecto de la variables externas, LOGPT2 y
LOGPT3 (usando la pendiente de una regresión contra tiempo como estimador de la tasa
anual) fueron 2,7% y 3,1%, respectivamente.
La diferencia entre la evolución de LOGPT versus LOGPT3 durante los primeros
siete años de los noventa se debió principalmente a la mejoría de los términos de
intercambio (ver FECTI, Gráfico 8) y a la evolución favorable de la variable RECEFEC en
1991 y 1992. Se considera poco probable para el mediano plazo que las condiciones
externas vayan a seguir mejorando al ritmo que se observó en los primeros siete años de los
noventa. De hecho, los episodios recientes derivados de la crisis asiática, que no están
cubiertos en el período del Gráfico 16, refuerzan ese pronóstico.
Considerando estos antecedentes, como hipótesis moderada se ha elegido una tasa
de 3%, un poco mayor al crecimiento de LOGPT3 y ligeramente más bajo que el
crecimiento de LOGPT2 durante los noventa. Como hipótesis optimista se ha supuesto una
tasa de 4% (muy similar a la tasa de crecimiento de la productividad bruta durante los
noventa e igual a la del período 1989-1997 (ver Cuadro 1, columna H)). La hipótesis
pesimista supone un crecimiento de 2%, ligeramente superior al 1,92% observado en el
período 1981-97. En el primer año de este período la productividad estaba en un nivel
histórico relativamente alto ya que fue el año previo a la recesión del 82, cuando LOGPT
cayó dramáticamente. El último año es aquél previo a 1998, cuando se frena el crecimiento.
Nótese, sin embargo, que en todo este período la economía ya había hecho algunas
transformaciones estructurales a las cuales se les atribuye haber elevado el crecimiento.
81
5.4.
Escenarios de Crecimiento
En los Cuadros 6 a 14 se muestran los resultados de los escenarios de crecimiento
bajo distintos supuestos de productividad y de expansión de la fuerza de trabajo. Por
construcción ellos no incluyen los efectos de la reciente crisis. Si por fuerza hubiera que
asignarles un período histórico específico, entonces lo más razonable sería suponer que el
período considerado corresponde al que se iniciaría en 2001, una vez superados los efectos
de la crisis asiática. Las tasas de crecimiento muestran ligeros cambios a lo largo del tiempo
a pesar de que se mantienen los supuestos de productividad y fuerza de trabajo debido a que
la razón producto capital no se encuentra en un valor de “steady state” y la tasa de inversión
es una variable que tiene alguna dinámica. En los cuadros 15 a 17 se presentan los
resultados promedio para las tres variables más relevantes.
Se puede observar que la tasa de crecimiento promedio reacciona sensiblemente a
los supuestos de productividad. Los aumentos en la tasa de crecimiento de la productividad,
para un determinado crecimiento de la fuerza de trabajo, tienen un efecto directo sobre el
crecimiento y uno indirecto. El segundo es a través del aumento de la tasa de inversión que
generan. Al subir el crecimiento de la productividad, aumenta el crecimiento del producto y
con ello empieza a crecer la razón producto capital y su rentabilidad, lo cual estimula a la
inversión. En todo caso, el efecto directo es el más importante.
El crecimiento de la fuerza de trabajo también tiene un efecto directo sobre el
crecimiento del producto, cuya magnitud depende de la elasticidad de producción del
trabajo, y uno indirecto, a través de su impacto sobre la tasa de inversión. En todo caso, este
segundo efecto es de segundo orden y en el largo plazo, incluso, debiera ser nulo, cuando la
razón producto capital y la tasa de rentabilidad vuelvan a sus valores de largo plazo.
El comportamiento del desempleo a través de distintos escenarios muestra su
estrecha relación con la productividad media del trabajo. En el mediano plazo, el
desempleo responde ante cambios en el crecimiento de la fuerza de trabajo. En el largo
plazo, sin embargo, la lógica del modelo señala que sólo debiera responder a cambios en la
tasa de crecimiento de la productividad. Esto explica la mayor sensibilidad de la tasa de
desempleo a los cambios en productividad que a los cambios en el crecimiento de la fuerza
de trabajo.
82
CUADRO 6
ALTO CRECIMIENTO DE PRODUCTIVIDAD Y
ALTO CRECIMIENTO DE FUERZA DE TRABAJO
(%)
I/Y
Gkt-1
Gy-n
31.03
6.68
5.46
31.62
7.15
5.63
31.75
7.37
5.70
31.78
7.40
5.71
31.84
7.39
5.71
31.90
7.39
5.71
31.97
7.39
5.71
32.04
7.40
5.72
Año
1
2
3
4
5
6
7
8
Gy
7.96
8.13
8.20
8.21
8.21
8.21
8.21
8.22
Supuestos:
n=0.025
Año
1
2
3
4
5
6
7
8
Supuestos:
U
4.99
4.78
4.68
4.67
4.67
4.67
4.67
4.66
Y/Kt-1
39.08
39.43
39.74
40.04
40.35
40.66
40.97
41.28
CUADRO 7
ALTO CRECIMIENTO DE PRODUCTIVIDAD Y
MODERADO CRECIMIENTO DE FUERZA DE TRABAJO
(%)
Gy
I/Y
Gkt-1
Gy-n
U
7.59
30.76
6.55
5.59
4.82
7.73
31.30
6.95
5.73
4.64
7.79
31.37
7.12
5.79
4.56
7.79
31.37
7.11
5.79
4.57
7.77
31.38
7.06
5.77
4.59
7.76
31.42
7.03
5.76
4.60
7.75
31.46
7.01
5.75
4.61
7.75
31.51
7.00
5.75
4.62
Y/Kt-1
38.77
39.05
39.30
39.55
39.81
40.08
40.36
40.64
n=0.02
m=0.04
m=0.04
EK=0.35
EK=0.35
CUADRO 8
ALTO CRECIMIENTO DE PRODUCTIVIDAD Y
BAJO CRECIMIENTO DE FUERZA DE TRABAJO
(%)
I/Y
Gkt-1
Gy-n
30.49
6.42
5.72
30.97
6.75
5.84
31.00
6.88
5.88
30.95
6.82
5.86
30.93
6.75
5.84
30.93
6.69
5.81
30.95
6.64
5.80
30.97
6.60
5.79
Año
1
2
3
4
5
6
7
8
Gy
7.22
7.34
7.38
7.36
7.34
7.31
7.30
7.29
Supuestos:
n=0.015
m=0.04
EK=0.35
83
U
4.66
4.51
4.45
4.47
4.51
4.53
4.56
4.57
Y/Kt-1
38.46
38.67
38.86
39.05
39.27
39.50
39.75
40.00
Año
1
2
3
4
5
6
7
8
Supuestos:
CUADRO 9
MODERADO CRECIMIENTO DE PRODUCTIVIDAD Y
ALTO CRECIMIENTO DE FUERZA DE TRABAJO
(%)
Gy
I/Y
Gkt-1
Gy-n
U
6.82
30.21
6.28
4.32
6.47
6.91
30.62
6.54
4.41
6.36
6.94
30.59
6.62
4.44
6.32
6.91
30.50
6.52
4.41
6.36
6.87
30.44
6.41
4.37
6.42
6.84
30.41
6.32
4.34
6.46
6.81
30.39
6.24
4.31
6.49
6.79
30.39
6.18
4.29
6.52
n=0.025
m=0.03
EK=0.35
CUADRO 10
MODERADO CRECIMIENTO DE PRODUCTIVIDAD Y
MODERADO CRECIMIENTO DE FUERZA DE TRABAJO
(%)
Gy
I/Y
Gkt-1
Gy-n
U
6.45
29.94
6.15
4.45
6.30
6.52
30.29
6.35
4.52
6.22
6.53
30.22
6.38
4.53
6.20
6.49
30.08
6.25
4.49
6.26
6.44
29.99
6.10
4.44
6.33
6.39
29.92
5.98
4.39
6.38
6.36
29.88
5.88
4.36
6.43
6.33
29.86
5.80
4.33
6.47
Año
1
2
3
4
5
6
7
8
Supuestos:
Año
1
2
3
4
5
6
7
8
Supuestos:
n=0.02
m=0.03
m=0.03
Y/Kt-1
37.83
37.89
37.95
38.03
38.15
38.30
38.47
38.67
EK=0.35
CUADRO 11
MODERADO CRECIMIENTO DE PRODUCTIVIDAD Y
BAJO CRECIMIENTO DE FUERZA DE TRABAJO
(%)
Gy
I/Y
Gkt-1
Gy-n
U
6.08
29.68
6.03
4.58
6.13
6.13
29.97
6.16
4.63
6.07
6.13
29.85
6.15
4.63
6.08
6.07
29.67
5.98
4.57
6.16
6.00
29.54
5.80
4.50
6.24
5.95
29.44
5.65
4.45
6.31
5.91
29.37
5.53
4.41
6.36
5.87
29.32
5.42
4.37
6.41
n=0.015
Y/Kt-1
38.13
38.27
38.38
38.52
38.69
38.88
39.09
39.31
EK=0.35
84
Y/Kt-1
37.53
37.52
37.51
37.54
37.62
37.72
37.86
38.02
CUADRO 12
BAJO CRECIMIENTO DE PRODUCTIVIDAD Y
ALTO CRECIMIENTO DE FUERZA DE TRABAJO
(%)
I/Y
Gkt-1
Gy-n
29.40
5.89
3.19
29.63
5.96
3.21
29.45
5.90
3.19
29.23
5.69
3.12
29.05
5.48
3.04
28.92
5.30
2.98
28.82
5.15
2.93
28.74
5.02
2.88
Año
1
2
3
4
5
6
7
8
Gy
5.69
5.71
5.69
5.62
5.54
5.48
5.43
5.38
Supuestos:
n=0.025
m=0.02
U
7.95
7.92
7.95
8.04
8.14
8.22
8.29
8.35
Y/Kt-1
37.20
37.12
37.04
37.02
37.04
37.10
37.20
37.33
EK=0.35
CUADRO 13
BAJO CRECIMIENTO DE PRODUCTIVIDAD Y
MODERADO CRECIMIENTO DE FUERZA DE TRABAJO
Año
1
2
3
4
5
6
7
8
Gy
5.32
5.32
5.28
5.20
5.12
5.04
4.98
4.93
I/Y
29.13
29.31
29.08
28.82
28.60
28.44
28.30
28.20
Gkt-1
5.77
5.77
5.67
5.43
5.19
4.98
4.81
4.66
Supuestos:
n=0.02
m=0.02
EK=0.35
Gy-n
3.32
3.32
3.28
3.20
3.12
3.04
2.98
2.93
U
7.78
7.78
7.83
7.94
8.05
8.14
8.22
8.29
Y/Kt-1
36.90
36.74
36.61
36.53
36.51
36.53
36.59
36.68
U
7.61
7.63
7.70
7.83
7.95
8.05
8.14
8.22
Y/Kt-1
36.60
36.37
36.18
36.05
35.98
35.95
35.98
36.04
CUADRO 14
BAJO CRECIMIENTO DE PRODUCTIVIDAD
BAJO CRECIMIENTO DE FUERZA DE TRABAJO
Año
1
2
3
4
5
6
7
8
Gy
4.95
4.93
4.88
4.78
4.69
4.61
4.54
4.48
I/Y
28.87
28.99
28.72
28.41
28.16
27.96
27.79
27.66
Gkt-1
5.64
5.59
5.44
5.17
4.90
4.67
4.47
4.30
Supuestos:
n=0.015
M=0.02
eK=0.35
85
Gy-n
3.45
3.43
3.38
3.28
3.19
3.11
3.04
2.98
CUADRO 15
CRECIMIENTO PROMEDIO DEL PRODUCTO INTERNO BRUTO
BAJO DISTINTOS ESCENARIOS
(%)
n = 2.5
n = 2.0
N = 1.5
m = 4.0
8.17
7.74
7.32
m = 3.0
6.86
6.44
6.02
m = 2.0
5.57
5.15
4.73
CUADRO 16
TASA PROMEDIO DE INVERSIÓN EN CAPITAL FIJO SOBRE PIB
BAJO DISTINTOS ESCENARIOS
(%)
n = 2.5
n = 2.0
N = 1.5
m = 4.0
31.74
31.32
30.90
m = 3.0
30.44
30.02
29.60
m = 2.0
29.15
28.74
28.32
CUADRO 17
TASA PROMEDIO DE DESEMPLEO
BAJO DISTINTOS ESCENARIOS
n = 2.5
n = 2.0
N = 1.5
m = 4.0
4.72
4.63
4.53
m = 3.0
6.43
6.32
6.22
m = 2.0
8.11
8.00
7.89
De las simulaciones se desprende que en el escenario con las hipótesis de
crecimiento de la fuerza de trabajo y de productividad moderadas (n=2% y m=3%), la
economía experimentaría tasas de crecimiento en torno a 6.44% en el mediano plazo (ver
Cuadros 10 y 15). La tasa de inversión (en términos reales) respecto al PIB que acompaña
esta tasa de crecimiento sería aproximadamente de 30% y el desempleo en este mismo
escenario alcanzaría tasas en torno a 6.3% (ver Cuadros 10, 16 y 17). Estos valores parecen
plausibles en el mediano plazo para la economía chilena.
Los resultados de los escenarios también revelan que para lograr tasas de
crecimiento en torno al 8%, se requiere que tanto la hipótesis de crecimiento de
productividad como de fuerza laboral sean las más optimistas (ver Cuadros 6 y 15).
86
El énfasis en la construcción de los escenarios ha estado en el lado de la oferta,
aunque la función de productividad utilizada para la construcción de los índices de
productividad y de los escenarios no excluye los efectos que las variables externas tienen
sobre la demanda y, por lo tanto, sobre el grado de utilización de los factores productivos.
Esta función puede interpretarse como una de forma reducida que muestra el impacto
directo e indirecto de los shocks externos sobre el producto.
Así, una caída de términos de intercambio afecta directamente el nivel del producto
a través del efecto ingreso e indirectamente a través del ajuste del gasto a que la autoridad
se vería forzada a implementar para mantener el déficit en cuenta corriente en un nivel
sostenible. Además de este análisis, puede ser interesante chequear la plausibilidad de las
tasas de crecimiento desde el punto de vista del déficit en cuenta corriente que ellas
implican. Realizar dicha tarea en forma rigurosa requeriría de todo un modelo macro que
sobrepasa las pretensiones de este trabajo. No obstante lo anterior, es posible pedir
prestados los resultados provisorios de un modelo del autor aún no publicado que señalan
que la tasa de crecimiento del 6,4% (escenario moderado) con un precio del cobre de
US$0,90 la libra y una tasa libor de 5,5% generaría un déficit de cuenta corriente de 5%
del PIB pero declinando en el tiempo.
Un precio del cobre de US$0.74, igual al valor promedio alcanzada en 1998,
generaría un déficit de 7,9%, aunque declinando en el tiempo. Por otro lado, tasas de
crecimiento del 8% con un precio del cobre de US$0,90 generarían un déficit de 5,9%,
pero creciente en el tiempo. Según estos resultados, la posibilidad de tener un mayor
crecimiento depende fuertemente de los términos de intercambio, los que hoy en día en
Chile, a pesar de la mayor diversificación de las exportaciones, todavía siguen estando
muy ligados a la suerte del cobre. Los resultados recién comentados, aunque provisorios,
refuerzan la idea que el escenario moderado, junto con un precio del cobre que recupere
valores más de largo plazo, es sostenible en el tiempo. Por otro lado, también vuelven a
ilustrar las dificultades de lograr tasas del orden del 8%, como algunos trabajos sostenían
previo a la crisis asiática.
87
6.
Algunas reflexiones para el diseño de una política de crecimiento
6.1.
La importancia de las políticas
Uno de los escenarios de crecimiento de la sección anterior corresponde a supuestos
moderados sobre productividad y crecimiento de la fuerza de trabajo. La tasa de
crecimiento resultante en tal escenario, en torno a 6,4%, siendo menor a la indicada en otros
estudios (publicados antes que la crisis asiática deprimiera el estado de ánimo de
empresarios y analistas), no es para nada despreciable. Al contrario, si esa tasa
permaneciera por un buen tiempo y si el crecimiento de la población se mantuviera en torno
a 1,4%, Chile gozaría de una tasa de crecimiento del ingreso per capita de 5% y podría
duplicar su nivel en quince años.
Como la evolución del ingreso de los pobres, excluyendo aquéllos en una situación
extrema por no participar en el mercado del trabajo en forma permanente (probablemente el
5% más pobre), está fuertemente ligada a la evolución de los salarios reales y del
desempleo y, a su vez, estas variables dependen estrechamente del crecimiento, Chile
podría ser un país económica y socialmente muy diferente a lo que es hoy en día dentro de
ese mismo plazo.50 Por otro lado, si la tasa de crecimiento del ingreso per capita
correspondiente a los escenarios moderados se compara con la evidencia internacional,
tampoco se puede calificar de mediocre. En efecto, de acuerdo a los datos de Summers and
Heston, de un total de 152 países para los que hay datos, en el período 1960-1990, sólo 30
países registraron tasas de crecimiento promedio anual del ingreso per capita (corregido por
términos de intercambio) superiores a 3% y sólo siete tuvieron tasas de crecimiento anuales
mayores a 4,5%.51
Es importante hacer notar que el calificativo de “moderado” para la hipótesis sobre
crecimiento de la productividad, no debe interpretarse como que tal avance de
productividad (y crecimiento del producto resultante) llegará independientemente de las
políticas que se lleven a cabo y de los eventos que acontezcan en la economía mundial. Más
bien, debe entenderse como un crecimiento de la productividad alcanzable si se
implementan políticas adecuadas y si no hay un escenario internacional muy adverso.
50
Para apoyar al 5% más pobre, es inevitable una fuerte acción subsidiaria del Estado ya que su pobreza
persistente se deriva de su ausencia del mercado laboral.
51
Durante el período 1960-1990, de un total de 152 países, aquéllos que registraron tasas de crecimiento
promedio anual del ingreso per capita (corregido por términos de intercambio) mayores que 3%, fueron en
orden decreciente: Corea, 7%; Singapur, 6,8%; Hong Kong, 6,7%; Taiwan, 6,5%; Japón, 5,4%; Chipre, 4,8%;
Portugal, 4,7%; Tailandia, 4,4%; Seychelles, 4,4%; Malasia, 4,1%; Grecia, 4,1%; Rumania, 4,2% (en esta
caso la tasa corresponde al período 1960-1992); Indonesia, 4%; España, 3,9%; Islandia, 3,6%; Israel 3,4%;
Lesoto, 3,8%; Siria, 3,5%; Irlanda, 3,5%; Tunez, 3,4%; Italia, 3,4%; Finlandia, 3,4%; Marruecos, 3,2%;
Checoslovaquia, 3,1%; Austria, 3,1%; Noruega, 3%; Jordania, 3%; Bélgica, 3%; Canadá, 3%; Cabo Verde,
3%. Durante le mismo período, Chile registró sólo 1,3%, aunque esta tasa aumenta fuertemente al considerar
los datos de la década de los noventa.
,
88
Esta sección pretende hacer algunas reflexiones sobre el tipo de políticas e
instituciones económicas que conducirían a que ese supuesto de crecimiento de la
productividad se pueda concretar en la realidad. La discusión también cubrirá el tema de
inversión, ya que ambos fenómenos tienen relaciones de causalidad en ambas direcciones.
Así, un aumento de la productividad tiene un efecto directo (o estático) y uno indirecto (o
dinámico) sobre el producto, operando el segundo a través de su impacto sobre la
rentabilidad y, por lo tanto, sobre la tasa de inversión que determina el stock futuro de
capital.
Por otro lado, un aumento de la inversión puede significar también un aumento de la
productividad total de los recursos si dicha inversión permite la incorporación de nuevas
tecnologías (por ejemplo, nuevos computadores). En principio, se partirá de la base que un
“entorno” institucional y un conjunto de políticas propicias a la inversión son también
favorables a la incorporación de nuevas tecnologías y crecimiento de la productividad, sea
porque ellas van incorporadas en los nuevos bienes de capital o porque, normalmente, en
economías de mercado, involucran una evaluación de costo beneficio similar a la de una
evaluación de un proyecto de inversión.52
Dejando a un lado los efectos del ciclo sobre la utilización de los recursos, en la
Sección 3 se señaló que la productividad total puede crecer en forma permanente debido a
“mejoras en la asignación de recursos desde "actividades" de baja a más alta productividad,
lo que puede ocurrir entre sectores, empresas, o al interior de estas últimas” y debido a
“progreso técnico causado por la incorporación de nuevas formas de producir con las
mismas calidades y cantidades de factores, así como por mejoramientos en dichas
calidades.” Los efectos de eliminación de distorsiones y mejoras de eficiencia en la
asignación de recursos pueden ser muy importantes en países donde el sistema de precios
está muy distorsionado, pero, una vez corregidas las distorsiones, se acaba dicha fuente de
crecimiento de la productividad. Por esta razón, en plazos más largos, la incorporación de
nuevas tecnologías pasa a ser la principal fuente de crecimiento de la productividad.
La teoría neoclásica del crecimiento señala que cada país tiende asintóticamente o
converge a un nivel de producto medio por trabajador de largo plazo (y*) que está
determinado por la “tecnología o productividad agregada” y un conjunto de parámetros que
definen las características estructurales a nivel agregado de la economía correspondiente. El
valor de y* depende positivamente del nivel de productividad o de la “función agregada de
producción” y de la tasa de inversión. Por otro lado, depende negativamente del
crecimiento de la fuerza de trabajo y de la tasa de depreciación del stock de capital. Estos
resultados son aplicables al ingreso per cápita si la participación de la población en la
fuerza de trabajo no cambia. También esta teoría muestra que si no hay “progreso
técnico,”53 la tasa de crecimiento del ingreso per capita tiende a cero en el largo plazo.
52
Sabido es que puede haber inversión que no eleva la productividad
En este contexto, por progreso técnico debe entenderse cualquier aumento de productividad media del
trabajo permaneciendo constante la intensidad capital-trabajo.
53
89
Además la teoría señala que si existe cambio técnico neutral a la Harrod, es decir, si
es de tal naturaleza que corresponde o se puede representar como un aumento de la
“calidad” del trabajo,54 y* y el ingreso per capita tenderán a crecer en el largo plazo a la
misma tasa que la “calidad” del trabajo. En este modelo, un aumento en el nivel de
productividad total y/o en la tasa de inversión afectan el nivel de ingreso per capita de largo
plazo y la tasa de crecimiento durante el período de transición entre equilibrios de largo
plazo, pero no a la tasa de crecimiento que la economía alcanza cuando llega a dicha
situación de equilibrio.
Se pueden considerar dos grandes casos, en general: con y sin movilidad
internacional de capital y tecnologías. En el caso que el capital y el trabajo no son movibles
internacionalmente, la teoría muestra que los países experimentarán un mayor crecimiento
mientras menor sea su producto medio en relación a su correspondiente y*. Los países que
tienen una intensidad capital trabajo relativamente pequeña tenderán a tener un nivel de
producto medio inferior a su valor de largo plazo (y*) y, por lo tanto, crecerán más rápido.
Si las “funciones de producción agregadas” y los otros parámetros que determinan el
equilibrio de largo plazo fueran iguales entre países, lo cual es un supuesto muy poco real,
los países más pobres serían aquéllos que tienen una intensidad capital trabajo
relativamente baja y, por lo tanto, debieran crecer más rápido que los países más ricos. Sólo
en ese caso los ingresos per capita tenderán a igualarse entre países.
En el caso que el capital es movible internacionalmente y las tecnologías se pueden
copiar o transferir entre países, los valores de y* de los países tenderán a igualarse entre
ellos. En este caso, y* o el valor de largo plazo de la productividad media del trabajo de
cada país pasa a estar determinado por la tasa de interés internacional, por el riesgo país, la
tasa de depreciación y por la función de producción agregada de cada país. Si el riesgo país
y la tasa de depreciación es similar entre países, lo cual es poco probable, se puede predecir
que en el largo plazo habrá convergencia entre los ingresos per capita de los países. El
capital se movería hacia los países menos desarrollados por tener más escasez del mismo y
presentar mayores tasas de retorno y, por otro lado, los países más pobres podrían tener una
tasa de cambio técnico más rápida por la posibilidad de transferencia tecnológica. Ambos
fenómenos significarían una tendencia a reducir, o eventualmente eliminar, los
diferenciales de ingreso per capita entre países. Si existe este fenómeno de convergencia,
mientras menor sea el ingreso per capita, mayor será la tasa de crecimiento.
Una fuente principal del cambio técnico y del aumento de productividad perdurable
en el largo plazo sería la copia y/o adaptación de funciones de producción del resto del
mundo. Esta forma fácil de expandir la productividad sería accesible a los países menos
desarrollados. El progreso técnico de los países más ricos, en cambio, está limitado porque
ellos ya han alcanzado los niveles de frontera tecnológica y ésta se mueve lentamente. El
hecho de que muchos países menos desarrollados presenten grandes distorsiones y menor
54
Se dice que existe un aumento de la “calidad” de un conjunto de trabajadores cuando las tareas realizadas
por éstos equivalen al mismo trabajo que podría realizar un mayor número de trabajadores, manteniendo
constante la organización del trabajo, el número y el tipo de bienes de capital. Los aumentos de productividad
generados por cambios organizacionales o en la calidad del capital se pueden representar como si fueran
ocasionados por aumentos de la calidad del trabajo cuando la elasticidad de sustitución entre capital y trabajo
es igual a uno.
90
desarrollo de sus mercados puede ser un tercer factor que puede generar el fenómeno de
convergencia: al corregirse estas distorsiones o al desarrollarse los mercados de estos
países, se pueden obtener ganancias importantes de productividad que no están disponibles
para aquellos países desarrollados que las corrigieron o eliminaron hace largo tiempo. En
todo caso, esto último no significa que no existan países desarrollados con grandes
distorsiones.
Para que haya convergencia de los ingresos entre países se requiere movilidad de
capital, transferencia tecnológica de tal manera que la función de producción alcanzable por
cada país sea la misma, e igual tasa de depreciación y riesgo país. No es muy difícil
imaginarse las razones por las cuales estas condiciones tienen poca probabilidad de
cumplirse en la realidad.
Cuando la hipótesis de convergencia (o variantes de ella) se contrasta con la
evidencia empírica internacional, se concluye que no existe convergencia incondicional o
absoluta en los ingresos per capita: los países más pobres no crecen más rápido que los más
ricos. El Gráfico 17 adjunto, que usa 104 observaciones de la base de Summers-Heston,55
muestra este fenómeno con claridad. En el eje de las ordenadas (Gypc) se indica la tasa
anual de crecimiento del ingreso per capita para el período 1960-1990, en pesos de 1985 y
corregido por términos de intercambio. El eje de las abscisas (YPC60) señala el ingreso per
capita en el año 1960. Si hubiera convergencia incondicional debiera verse una “nube” de
puntos con pendiente negativa, lo que claramente no ocurre. De hecho, en una regresión
simple entre tasa de crecimiento e ingreso inicial, esta última variable obtiene, incluso, un
coeficiente positivo, aunque es significativamente distinto de cero sólo al 10,6%.56 Se
puede concluir, por lo tanto, que, estadísticamente, no hay una relación simple entre
crecimiento y nivel de ingreso inicial.57
La literatura ha mostrado, sin embargo, que si bien no existe convergencia
incondicional, sí existiría convergencia condicional a las características estructurales de la
economía (tasa de depreciación, tasa de ahorro, crecimiento de la fuerza de trabajo,
crecimiento de la productividad) y a las políticas e instituciones de los países: estabilidad
macro como condición necesaria, aunque no suficiente; fuerza de trabajo educada,
saludable y bien nutrida, estabilidad política y respeto a la propiedad privada, sistema
judicial eficiente, apertura de la economía, ausencia de distorsiones en el sistema de
precios, libre entrada a los mercados, eficiencia del sistema financiero, etc.58 Dicha
55
Aunque la base mencionada comprende 152 países, sólo hay 104 países con datos de ingreso para ambos
años que definen el rango del período. El año final fue 1990 en vez de 1992, también disponible, ya que al
usar este último año se perdían más observaciones.
56
Los resultados de la regresión son: Gypc = 1.6519516 + 0.00012765776*YPC60
(1,6)
R2 = 0.025.
El número entre paréntesis es el estadígrafo “t,” el cual tiene un error tipo I de 0.106.
El test t debe tomarse con cautela ya que la regresión tiene heterocedasticidad. Independiente de esto, la
pendiente está lejos de ser significativa y negativa.
57
La observación correspondiente a Chile está en la envolvente inferior y es aquélla con un ingreso per capita
inicial en 1960 de 3019 y una tasa de crecimiento del ingreso per capita de 1,3%.
58
En general, en los trabajos empíricos se tiende a combinar características del modelo neoclásico, que
predice un mayor crecimiento de aquéllos países con un stock de capital por trabajador de calidad homogénea
91
literatura muestra la potencial importancia de tener “buenas” políticas e instituciones.
GRÁFICO 17
TASAS DE CRECIMIENTO DEL INGRESO PER CAPITA VERSUS
INGRESO PER CAPITA INICIAL
Gypc
8
6
4
2
0
-2
-4
0
2000
4000
6000
8000
10000
12000
YPC60
Una nueva lectura del Gráfico 17 puede ilustrar de manera alternativa esto mismo.
En efecto, las observaciones que están sobre la envolvente superior de la nube de puntos o
muy cercanos a ella, serían los países que están en la “frontera” en cuanto crecimiento. Los
países que están por debajo de la envolvente superior serían aquéllos que no están
aplicando políticas propicias al crecimiento, o sus instituciones no son favorables a ello, o
están sufriendo en el año inicial (1960) los efectos transitorios de algún shock negativo
interno (por ejemplo, producto de una sequía) o externo (por ejemplo, caída de términos de
intercambio). Esto último genera un movimiento de la observación correspondiente hacia la
izquierda (por el efecto del shock sobre el ingreso per capita del año inicial) y,
marginalmente, debido a que es una tasa promedio de crecimiento, hacia abajo. Ambos
movimientos implican un alejamiento de la frontera o envolvente superior de la nube de
puntos.59.
(y un ingreso per capita por este tipo de trabajador) menor y más alejado del correspondiente al equilibrio de
largo plazo (fenómeno de convergencia condicional a los parámetros que definen dicho equilibrio), con
extensiones que señalan la importancia de las políticas de gobierno e instituciones. Sobre un resumen de este
tipo de literatura ver Barro (1997). Una pregunta importante que se ha hecho la literatura es si las políticas,
instituciones y, específicamente, la tasa de inversión, afectan al nivel o a la tasa de crecimiento del ingreso per
capita alcanzable en el equilibrio de largo plazo, o “steady state”, si éste existe. En otras palabras, si es el
nivel de productividad o su tasa de crecimiento lo que es endógeno. A nivel teórico son posibles ambos tipos
de modelo. Empíricamente, todavía no hay una respuesta concluyente.
59
Si este shock tuvo efectos de larga duración y afectó mas fuertemente el crecimiento de todo el período, el
movimiento hacia abajo será mayor.
92
También algunos puntos de la envolvente superior pueden estar en esa posición por
estar gozando de un shock transitorio positivo de cualquier naturaleza. Si estos casos son
numerosos, la envolvente más permanente y, por lo tanto, más relevante para un análisis de
largo plazo, probablemente estaría corrida hacia la izquierda, pero la pendiente seguiría
siendo negativa. Si se descartan aquéllos países bajo los US$1000, se puede observar que
las observaciones de los países que están en la envolvente superior, o muy cercanas a ella,
muestran una pendiente negativa. En resumen, los datos no rechazan el cumplimiento de la
hipótesis de convergencia para aquél conjunto de países que están cerca de la frontera o
envolvente superior de crecimiento y que tienen un ingreso per capita inicial mayor que
US$1000.
El análisis de la dispersión de los puntos también es revelador. El mismo gráfico
muestra que los países de menor ingreso tienden a tener una mayor dispersión en torno a su
media y tienen una alta probabilidad de alejarse de la frontera, llegando incluso varios de
ellos a experimentar tasas de crecimiento negativas. Estos países tienen entonces una mayor
probabilidad de quedar atrapados en el subdesarrollo, pero también pueden alcanzar las
mayores tasas de crecimiento, especialmente si tienen un ingreso per capita inicial mayor
que US$1000.
Existen varias razones que explican este comportamiento. Entre las más relevantes
se pueden mencionar: a) los países menos desarrollados normalmente tienen muy poca
diversificación de exportaciones, normalmente productos primarios, lo cual aumenta la
probabilidad de sufrir shocks externos devastadores; b) la mayor concentración en
productos agrícolas los hace más vulnerables a shocks climáticos; c) el menor desarrollo
global va acompañado de menor capital humano, lo cual aumenta el riesgo de diseñar malas
políticas, disminuyendo la probabilidad de incorporación de nuevas tecnologías y aumento
de productividad; d) los países de menor desarrollo tienden a tener instituciones poco
propicias al crecimiento (por ejemplo, baja protección a los derechos de propiedad), mayor
inestabilidad política (tendencia al populismo de los gobernantes) y de reglas del juego, lo
cual no favorece la inversión, doméstica o extranjera, y frena la incorporación de nuevas
tecnologías, etc.
Sin embargo, si los países de menor desarrollo adoptan políticas propicias al
crecimiento, como fue el caso de los países del Sudeste Asiático, pueden escapar a su
condición de menor desarrollo. En el caso de los países más desarrollados, las
características negativas recién señaladas no están presentes, o lo están con mucho menor
frecuencia y, por lo tanto, tienden a no alejarse demasiado de su frontera.
Esto se nota en la menor dispersión de tasas de crecimiento que presentan. Las tasas
máximas de crecimiento alcanzables por estos países, sin embargo, son menores que las de
los países de menor desarrollo.
El análisis anterior, así como la literatura empírica que muestra que la convergencia
es condicional, revela que no basta haber alcanzado un cierto nivel de desarrollo para que
automáticamente se logre un crecimiento sostenido. Es necesario tener las instituciones, las
políticas, el capital humano y ciertas características estructurales que sean propicias al
93
crecimiento. A este tema se orienta la discusión que sigue, la que no estará centrada en el
caso chileno, sino que se pretende que sea lo suficientemente general como para que pueda
ser aplicada a otros países en desarrollo. Esto, sin embargo, no impedirá hacer algunas
reflexiones y comentarios específicos a la economía chilena.
La discusión se centrará en la situación final y no en la transición. Por limitaciones
de espacio no se entrará a la discusión sobre la economía política de cómo llegar a esa
situación. Eso será materia de otro trabajo.
6.2.
Las condiciones y políticas para el crecimiento
A continuación se discutirán muy brevemente las condiciones y políticas necesarias
para el crecimiento, las que pueden afectar a la productividad total de los factores, a la
acumulación de capital y al empleo. En la selección de condiciones y políticas influyeron
la literatura, así como los estudios, reflexiones e intuiciones del autor.
6.2.1. Condiciones macroeconómicas
• Las condiciones macroeconómicas básicas para el crecimiento en el mediano y largo
plazo son estabilidad de precios; nivel alto de empleo de factores, lo que supone ciclos
amortiguados sin grandes recesiones; sostenibilidad de las cuentas fiscales, lo que
requiere que ellas estén equilibradas dentro de un horizonte de mediano plazo, y
sostenibilidad de las cuentas externas, lo que significa, en último término, un déficit de
cuenta corriente sostenible a mediano y largo plazo.
• A primera vista se puede pensar que estas condiciones son importantes para el problema
del ciclo de corto plazo. Existe, sin embargo, un amplio consenso, y abundante evidencia
empírica que lo respalda, acerca de que la preservación de los equilibrios
macroeconómicos fundamentales, tanto internos (que se reflejan en baja inflación junto
con niveles normales de utilización de factores) como externos (que se traducen en una
cuenta corriente sostenible a largo plazo), es una condición necesaria, si bien no
suficiente, para la inversión y el crecimiento de mediano y largo plazo.
•
Una menor tasa de inflación implica normalmente menores varianzas de este fenómeno
y de los precios relativos, lo que permite una mayor predictibilidad de esas variables y
disminuye los riesgos de inversión en bienes de capital y en “gastos” asociados a las
actividades que aumentan la productividad total (incorporación de nuevas tecnologías,
cambios organizacionales, lanzamiento de nuevos productos, penetración de nuevos
mercados, etc.). También, una menor inflación implica la percepción por parte de los
agentes económicos de una menor probabilidad que dicho fenómeno se descontrole y
requiera la necesidad de ajustes en los niveles de gasto, los que normalmente afectan
negativamente el nivel de actividad. Es importante volver a señalar que las recesiones
no sólo afectan transitoriamente el nivel de producto, sino que también tienen efectos
permanentes debido a la menor acumulación de nuevos cambios técnicos durante la
recesión y a que elevan el riesgo de inversión para futuras inversiones e innovaciones.
94
•
Un nivel alto de utilización de factores y bajo desempleo, que es afectado no sólo por
condiciones y políticas macroeconómicas sino que también microeconómicas, eleva las
tasas de rentabilidades de los proyectos de inversión y de otros gastos que afectan
positivamente a la productividad. Al respecto, en la sección 5 se vio la importancia que
tiene la existencia de una elevada razón producto capital y rentabilidad en el proceso de
inversión a nivel agregado. Igual cosa sucede con los otros gastos que necesarios para
incorporar tecnologías o realizar otro tipo de acciones que elevan la productividad.
•
Cuentas fiscales sostenibles en el tiempo eliminan la necesidad de financiamiento
inflacionario, fenómeno que fue muy común en nuestros países en décadas pasadas, y
evitan la necesidad de realizar fuertes ajustes recesivos.
•
La sostenibilidad a largo plazo de las cuentas externas es necesaria para evitar la
necesidad de severos ajustes en el gasto interno que, como se vio en las secciones 3 y
4, provocan fuertes recesiones con todas sus secuelas de corto y largo plazo sobre la
inversión y aumento de productividad. Cuando existe la percepción de que la cuenta
corriente es sostenible, no se generan expectativas de ajuste macro ni de fuertes
devaluaciones reales y cambios de precios relativos. Ello contribuye a elevar las
expectativas de mayor crecimiento y a disminuir los riesgos asociados a la inversión
(especialmente en actividades no transables) y los riesgos de innovación.
•
Lo anterior no debe interpretarse como que el país no puede tener déficits en la cuenta
corriente. Ellos son especialmente necesarios si las tasas de rentabilidad y la demanda
por inversión del país son elevadas y el ahorro interno no es suficiente. Lo importante
es que sean sostenibles en el mediano plazo para evitar ajustes bruscos en los niveles
de gasto (y actividad) y para que no se genere la percepción por parte de los agentes
internos y externos que el ajuste, normalmente con devaluación nominal, es inminente.
•
Para lograr la estabilidad de precios a mediano plazo debe recordarse la teoría y la
historia de la región. En nuestros países, la gran fuente de inflación ha sido la
existencia de grandes déficits del sector público. Medidas como la eliminación de
subsidios no justificados por razones económicas o sociales valederas, la incorporación
de mayor racionalización administrativa y económica en la gestión de las empresas
públicas que lleven a la eliminación de los déficits de éstas, la privatización de estas
empresas cuando sea posible y conveniente para el país, la reducción de la evasión
tributaria, contribuyen fuertemente a controlar la inflación en forma permanente y, por
lo tanto, a crear condiciones básicas para el crecimiento.
•
En el caso que un país está sufriendo tasas elevadas de inflación, siempre que la
política fiscal y monetaria sean coherentes con la meta de inflación, el uso del tipo de
cambio como ancla nominal (con una devaluación anticipada acorde con una
determinada meta de inflación) puede contribuir a lograr la estabilidad más
rápidamente y con menores costos reales, ya que hace más creíble la meta inflacionaria
e induce un acomodo más rápido de las expectativas de inflación a la expansión de la
demanda agregada nominal.
95
•
Sin pretender realizar una discusión acabada sobre política cambiaria, son pertinentes
algunas consideraciones adicionales. Cuando la economía ya ha alcanzado niveles (y
expectativas) de inflación más moderados (un dígito), disminuye la importancia de una
política cambiaria de tipo de cambio fijado como ancla nominal de la economía,
pudiendo ser reemplazada por anclas alternativas (meta de expansión monetaria, meta
de inflación que anuncia el Banco Central, siempre que se haya ganado suficiente
credibilidad).
•
Cuando se sigue una política de cambio fijo o fijado, debe tenerse presente que una
reducción en la demanda por bienes y servicios que son no transables en el corto o
largo plazo, provocada por una caída de gasto interno, genera excesos de oferta en este
tipo de bienes y servicios. Estos excesos de oferta se traducen en menor producto y
desempleo debido a la existencia de rigideces a la baja en los precios nominales de este
tipo de bienes y servicios y, por lo tanto, a las dificultades de ajuste de los precios
relativos.
•
Cuando el tipo de cambio es más flexible, disminuyen las rigideces de precios relativos
entre transables y no transables, pero la subsistencia de rigideces de precios relativos
entre bienes no transables con distintas elasticidades ingreso de sus demandas no
permite eliminar todos los efectos reales de ajustes en el gasto interno. Por otro lado,
también debe considerarse que una política cambiaria de tipo de cambio flexible puede
disminuir la predictibilidad del tipo de cambio real, aumentando el riesgo para la
actividades transables, debido a las sobre reacciones del tipo de cambio nominal.
•
En general, al igual que en el caso chileno, las grandes recesiones y grandes aumentos
en el desempleo de nuestros países han sido detonadas por shocks externos (caída de
términos de intercambio, alzas de tasas de interés externas, reducción abrupta de flujos
de capitales) que inducen tanto al sector público como privado a realizar fuertes ajustes
en sus niveles de gasto y actividad. Las políticas monetaria y/o fiscal pueden
amortiguar en parte estos grandes ciclos. Sin embargo, como política a largo plazo,
debe buscarse una disminución permanente de la probabilidad de ocurrencia de
grandes shocks externos. La mayor diversificación de exportaciones, el desarrollo de
mercados a futuro, o mientras ellos no se crean, la creación de fondos de estabilización
para enfrentar fluctuaciones de los precios externos más volátiles, contribuyen a
disminuir las magnitudes y efectos de los shocks externos provocados por variación de
términos de intercambio. Ello ayudará a tener un horizonte macro más despejado, con
menor temor a dichas crisis, lo que contribuye al proceso de inversión en capital físico
y a la incorporación de mejoras tecnológicas, etc.
•
El logro de una mayor diversificación de exportaciones puede darse con el
aprovechamiento natural de las ventajas comparativas. El Estado, sin embargo, puede
apoyar dicho proceso a través de: a) la eliminación de distorsiones evidentes (por
ejemplo, desigualdades en el acceso a crédito entre pequeñas y grandes empresas) que
afectan la competitividad de exportaciones en el margen, b) el subsidio de actividades
donde el equilibrio de mercado tiende a generar niveles sub óptimos (por ejemplo, en
96
materia tecnológica), c) la reducción de los niveles arancelarios a las importaciones, lo
que fomenta a las exportaciones por los efectos de reasignación de recursos (parte de
los recursos liberados de las actividades competitivas de importaciones se trasladan
hacia actividades exportadoras),60 d) el fomento del desarrollo de la infraestructura
necesaria (puertos, caminos), preferentemente vía concesiones, y el establecimiento de
un marco regulatorio adecuado que abaraten los costos de transporte interno de las
exportaciones, etc.
•
Los movimientos abruptos en los flujos de capitales son otra causa de shocks externos.
Parte de estos movimientos son inevitables, especialmente cuando se deben a cambios
en la percepción de riesgo de toda la región. Sin embargo, muchas veces estos
movimientos son provocados por políticas internas erróneas. Resulta conveniente, por
lo tanto, disminuir parte de dichas fluctuaciones con políticas fiscales, monetarias y/o
cambiarias apropiadas, creíbles y sostenibles, que eviten ataques especulativos contra
la moneda local, más que con controles o impuestos directos a los movimientos de
capitales que introducen distorsiones importantes en el costo y asignación del crédito.
La discusión detallada de este tipo de políticas escapa a las pretensiones de este
trabajo.
Otra fuente de shock externo, aunque muy relacionado a los anterior, son las
movimientos en las tasas externas que afectan el costo del nuevo crédito y los servicios
de la deuda. Nuestros países son tomadores de precios en los mercados financieros
internacionales y, por lo tanto, es aconsejable mantener niveles de deuda externa
razonables. Esto último implica tener políticas monetarias y fiscales orientadas a lograr
una expansión del gasto interno acorde con un déficit de cuenta corriente sostenible en
el largo plazo.
•
Tanto la sostenibilidad de la cuenta corriente a largo plazo como los equilibrios
internos dependen fuertemente del equilibrio presente y futuro de las cuentas del sector
público. En nuestros países, sin embargo, también han habido episodios en que el
sector privado se ha endeudado más allá de lo que ex post resultó sostenible,
estimulado por expectativas de crecimiento exageradas y expectativas de que el
abaratamiento del crédito externo sería más duradero de lo que resultó en la realidad.
•
Por ello es importante, junto con políticas fiscales y monetarias que contribuyan a la
atenuación de los ciclos (en especial orientadas a frenar los aumentos de gasto cuando
suben los términos de intercambio), que las autoridades económicas den señales
coordinadas que contribuyan a formar expectativas de crecimiento realistas y
sostenibles en el tiempo. El equilibrio en este aspecto es muy importante: dar señales
muy pesimistas puede llevar a sub inversión en capital y en nuevas tecnologías; si estas
señales son muy optimistas, puede conducir a sobre inversión y expansión excesiva del
gasto.
60
Esto genera efectos de equilibrio general con cambios en los precios relativos, entre ellos, el tipo de cambio
real. Sobre estos efectos de equilibrio general, ver Corden, W. (1971), The Theory of Protection (Clarendon
Press) y Coeymans, J. Edo. (1978), "Liberalización del Comercio Exterior y sus Efectos sobre la Asignación
de Recursos y el Empleo." Cuadernos de Economía Nº 45, (Agosto).
97
6.2.2. Sistema apropiado de incentivos para una asignación eficiente de recursos
En una economía de mercado pueden haber ganancias importantes de productividad
por una asignación más eficiente de recursos. Este tipo de ganancias, que permiten elevar
la tasa de crecimiento durante una fase de transición, puede ser una fuente importante de
crecimiento en aquéllos países que parten de una situación inicial muy distorsionada. Para
obtenerlas se requiere una serie de condiciones que se resumen a continuación:
6.2.2.1.Un sistema de precios no distorsionados:
•
Para lograrlo es importante: a) eliminar los controles de precios a actividades
productoras de bienes y servicios que pueden funcionar en un marco razonablemente
competitivo; b) eliminar los subsidios e impuestos que no están contribuyendo a
corregir una externalidad y establecer tasas efectivas parejas de impuesto entre
actividades,61 c) eliminar las barreras y trabas ficticias a la libre entrada y
competencia. En el caso de servicios de utilidad pública provistos por el estado o por
monopolios naturales debe apuntarse a un sistema de tarificación de dichos servicios a
costo marginal y desarrollarse marcos regulatorios apropiados.
6.2.2.2. Apertura en los mercados de bienes y desarrollo de las exportaciones.
Una de las formas más eficaces para tener precios no distorsionados es reducir las
barreras al comercio, ya que con ello no sólo se logra una especialización más
eficiente de las actividades competitivas sino que, además, constituye el mejor control
de precios a actividades productoras de bienes transables que son potencialmente
monopólicas.
La apertura de la economía no sólo es beneficiosa desde un punto de vista de
especialización eficiente cuando hay retornos constantes a escala. Es aún más
beneficiosa cuando existe la posibilidad de aprovechar economías de escala en la
producción de ciertos bienes exportables. Como se discutió en la sección 4, tal proceso
involucra normalmente la incorporación de tecnologías (funciones de producción) que
son eficientes sólo a grandes volúmenes de producción, lo que se hace posible gracias
a la ampliación del tamaño de mercado que se logra al orientar la producción a los
mercados externos.
Es importante aclarar que mayor apertura de bienes implica reducir los costos de las
importaciones y esto genera mayor desarrollo exportador (a menos que se incurra en
un déficit en cuenta corriente financiado con flujos de capitales externos o pérdida de
reservas) pero, un aumento de las exportaciones también se puede dar sin mayor
apertura vía una disminución del gasto y exportación de capital (superávit en cuenta
61
En el caso chileno debiera eliminarse el sistema de renta presunta a la agricultura que ha inducido, por fines
tributarios, a la subdivisión artificial, aunque legal, de la propiedad agrícola (creando sociedades).
98
corriente). El ideal, como política de mediano plazo conducente al aumento de las
exportaciones y de la disponibilidad de ahorro para inversión, es apoyar tanto la
apertura como la restricción del gasto en consumo, privado o público. En esto último,
una moderación de la expansión del gasto en consumo del sector público y avances en
la racionalización de dichos gastos, pueden hacer una contribución importante en
todos los países de la región.
•
Existe más de una manera de abrir la economía. Para nuestros países se plantea la
opción de apertura unilateral o la incorporación a zonas de libre comercio o uniones
aduaneras (MERCOSUR, NAFTA). Desde un punto de vista de ganancias estáticas, la
incorporación a tratados comerciales será más beneficiosa que la apertura unilateral
para un país A determinado sólo si las ganancias asociadas a la creación de comercio62
y al aumento de precios netos recibidos por los exportadores del país A (obtenidos por
la reducción de aranceles a la importación que enfrentan las exportaciones del país A
en los países socios), supera a los costos asociados a la desviación de comercio.63 Esto
significa que, desde el punto de vista de ganancias estáticas, la determinación de la
conveniencia de un tipo u otro de apertura, cuando son alternativas excluyentes, debe
ser en principio evaluada para cada caso particular.
•
El análisis de las formas de apertura tiene complejidades adicionales, especialmente si
se incorporan consideraciones de economía política que son específicas a cada país.
Así, una política de acuerdos comerciales bilaterales o con grupos de países puede
generar: a) costos asociados a la importancia que pueden cobrar los grupos de presión
cuando se deja de tener una regla simple, como sería la de un arancel parejo y se pasa
a depender del resultado de una negociación en que no participan todos los actores
involucrados; b) mayores costos de administración de una estructura de aranceles más
compleja; c) incertidumbre sobre la evolución de los precios relativos cuando la
política de celebrar nuevos acuerdos comerciales se extiende demasiado en el tiempo;
d) costos por la posible menor diversificación de los flujos comerciales con los
consiguientes riesgos de que los shocks de un país se transmitan en exceso al resto de
los países socios; e) por otro lado, también pueden existir beneficios derivados del
mayor poder de negociación con terceros países ante eventuales conflictos
comerciales.
•
Ciertamente, desde un punto de vista de ganancias estáticas, cuando una economía ya
se ha incorporado a varias zonas de libre comercio, o ha celebrado varios tratados
bilaterales de libre comercio, una mayor apertura unilateral posterior sólo puede
provocar beneficios, ya que en ese caso se obtienen los efectos positivos de la mayor
creación de comercio, se reducen los costos de desviación provocados por el tratado
comercial y, a menos que los países socios den por terminado el acuerdo de libre
comercio con el país en cuestión (a raíz de la reducción unilateral posterior), se
mantienen las ganancias de precios netos de exportaciones.
62
Por efectos de creación de comercio se entiende a las ganancias de bienestar inducidas por el aumento de
importaciones en el país A, las cuales están compuestas por mayores “excedentes” de consumidores (o
demandantes) y mayores excedentes de productores del país A.
63
Por efectos de desviación de comercio se entiende a la menor recaudación de aranceles derivada del hecho
de importar desde los países socios en vez de hacerlo desde el país que resulte más barato.
99
•
En principio, una economía abierta está más expuesta a sufrir shocks externos con
todas sus secuelas. Esto, sin embargo, no es un argumento suficiente para cerrarse al
comercio (y a los flujos de capitales) ya que los beneficios del mayor crecimiento
compensa los costos de las mayores fluctuaciones. Estas últimas son un costo que hay
que tratar de enfrentar con políticas específicas y no cerrando la economía.
Es apropiado aclarar en este tema que el desarrollo exportador de los países depende
poco de la política cambiaria y del nivel del tipo de cambio nominal, si ello no va
acompañado de cambios en el nivel de gasto. Sí depende del tipo de cambio real y,
probablemente, de su varianza. También, en determinados casos, la política cambiaria
puede exacerbar la entrada de capitales y eso sí tiene consecuencias reales, ya que
tiende a elevar los niveles de gasto. Ese fue, probablemente, el caso de fines de los 70.
Si no hay flujos de capitales inducidos por la política cambiaria, sus efectos y los del
nivel del tipo de cambio nominal sobre el nivel del tipo de cambio real, en un
horizonte de mediano plazo, debieran ser despreciables.
Muchas veces se sugiere elevar el tipo de cambio nominal para aumentar el tipo de
cambio real y la competitividad de las exportaciones. Un aumento del tipo de cambio
nominal tiene efectos menores y transitorios sobre el tipo de cambio real cuando no
hay exceso de oferta de bienes no transables, ya que en ese caso implica una caída del
precio relativo de los bienes no transables (fuera de su equilibrio) y un exceso de
demanda por estos bienes, el cual tenderá a corregirse vía un aumento en los precios
nominales de los no transables. Como estos precios son flexibles al alza, el efecto de la
medida sobre el tipo de cambio real tiene corta vida. Obviamente, si la devaluación va
acompañada de un restricción de gasto, vía política fiscal o monetaria, la devaluación
sí afectará el tipo de cambio real y se observará una caída del producto y del empleo.64
Es por estas razones que la devaluación nominal del 82 tuvo efectos sobre el tipo de
cambio real. Si no hubiera habido desempleo, provocado por el ajuste del gasto, la
devaluación nominal sólo hubiera implicado mayor inflación.
•
Cuando se considera que el tipo de cambio real está más bajo que lo deseado por
exportadores y sustituidores de importaciones, antes de devaluar, debe analizarse si
hay o no desequilibrio en los no transables. Nótese que la existencia de este
desequilibrio no depende de si el tipo de cambio real es más bajo que en otros períodos
históricos o de si el tipo de cambio real esta muy bajo y las exportaciones han perdido
competitividad. Un indicador de desequilibrio en este mercado a considerar es la
existencia de desempleo global anormalmente alto.
•
Resumiendo, para que una devaluación nominal tenga efectos sobre el tipo de tipo de
cambio real y sobre la producción de exportables y sustitutos de importaciones, debe
frenarse el nivel de gasto, idealmente en consumo del sector público, o la devaluación
debe implementarse cuando hay un exceso de oferta de no transables. Sólo así se
liberan los recursos, en el primer caso, o se crean los recursos adicionales, en el
64
Los efectos de una devaluación o de una revaluación nominal sobre el tipo de cambio real son asimétricos
si los precios de los no transables son relativamente rígidos a la baja y flexibles al alza.
100
segundo caso, que pueden ser empleados en el sector exportador o substituidor de
importaciones.
6.2.2.3. Integración a los mercados internacionales de capitales y apertura a la inversión
extranjera directa.
•
La apertura de la cuenta de capitales permite abaratar el costo de capital y genera un
aumento del stock deseado de capital. En otras palabras hace rentable la ejecución de
proyectos que no lo serían de otra forma. Quizás el efecto más beneficioso de la
apertura a los capitales externos es que ella constituye un atractivo adicional a la
inversión extranjera directa, la que tiene efectos positivos sobre la incorporación de
nuevas tecnologías y apertura de nuevos mercados.
•
La apertura financiera debe ser en ambos sentidos. Al facilitarse la salida de capitales,
también se hace posible que las empresas nacionales inviertan en el extranjero, lo que
expande las oportunidades de inversión para el ahorro nacional y disminuye de paso la
inestabilidad de ingresos originada por shocks externos específicos al país y por
shocks domésticos. En el caso de los países con sistemas privados de fondos de
pensiones, esta flexibilidad de la cuenta de capitales no sólo depende de las normas
que afectan directamente a los movimientos de capitales, sino que también de las
normas que afectan a los propios fondos de pensiones. El ideal es ir ampliando los
márgenes de inversión de dichos fondos en instrumentos financieros externos. Ambos
tipos de políticas tienen una dimensión social importante ya que permiten relajar una
restricción que impide optimizar la composición de los portfolios de los fondos de
pensiones de los trabajadores. Es importante señalar la necesidad de tener tratamientos
tributarios similares para inversionistas nacionales y extranjeros, lo que normalmente
requiere de la celebración de tratados entre países para evitar doble tributación.
•
Un efecto de tipo indirecto, pero muy importante, que se genera tanto con la apertura
de capitales como de bienes, es el de la mayor internacionalización de los empresarios,
lo cual permite un proceso más rápido de transferencia internacional de tecnologías en
general y aumenta la velocidad de convergencia de la productividad de nuestras
economías hacia los niveles que caracterizan a los países desarrollados.
•
Sin pretender subestimar los beneficios de la apertura de la cuenta de capitales, debe
tenerse presente la existencia de riesgos si ella no va acompañada de un manejo
prudente y disciplinado de la política monetaria y fiscal que genere estabilidad de los
flujos de capital y con ello evite fluctuaciones muy grandes del tipo de cambio
nominal y real.
6.2.2.4. Mercados de capitales desarrollados.
•
Para una asignación eficiente de recursos, en general se requiere un mercado de
capitales desarrollado, que permita la realización de diversos tipos de contrato (en
cuanto plazos, garantías, formas de reajustabilidad, etc.) entre oferentes y demandantes
101
de fondos, a precios determinados por el mercado y con bajos costos de transacción.
•
En aquellos países donde sea pertinente, para mejorar la eficiencia en la asignación de
recursos resulta prioritario la eliminación de los controles, las asignaciones
discrecionales de fondos administrados por el Estado y los subsidios que no tienen un
fundamento económico sólido. Esto permite asignar los recursos hacia los proyectos
más rentables, que pueden necesitar formas y plazos muy diferentes de
financiamiento. La liberación de la tasa de interés puede contribuir a aumentar la tasa
de ahorro si en la situación inicial las formas de mantener riqueza se encuentran
demasiado limitadas. La evidencia empírica, sin embargo, indica que este último punto
no debe sobre enfatizarse en el caso de nuestras economías.
•
La liberación del mercado de capitales debe ir acompañada de una legislación y un
marco regulatorio que promueva la competencia, la transparencia y la seguridad de los
ahorros, lo que reduce los costos y riesgos de transacción. En la parte bancaria,
específicamente, se requiere introducir requerimientos mínimos de capital y una
regulación prudencial y supervisión adecuada que permita promover la competencia y
evitar el abuso de seguros implícitos y explícitos de depósitos.
•
Un papel importante en el desarrollo del mercado de capitales tiene la creación de
fondos de pensiones privados. Ellos permiten aumentar la intermediación de recursos
de ahorro y mejorar la eficiencia de su asignación, siempre que el sistema esté bien
diseñado y no tienda a generar costos exagerados de administración de los fondos.
Esta potencial ganancia de eficiencia afecta positivamente el ingreso nacional y el
ahorro.
•
Lo anterior no significa que la creación de los fondos de pensiones mágicamente eleve
el ahorro nacional agregado en montos siderales, confundiéndose ahorro nacional total
con ahorro intermediado por el sector financiero. Para que exista un aumento del
ahorro se requiere que aumente el producto o que disminuya el consumo, privado o
público. Esto último suele suceder de manera importante no como efecto intrínseco de
la administración privada de los fondos, sino porque la implementación de las
reformas previsionales suelen ir acompañada de: a) recortes de gastos del sistema, vía
disminución de beneficios (y privilegios) previsionales; b) aumento en los ingresos
previsionales, vía incremento de las tasas de cotización, c) reducción de la evasión de
las cotizaciones por los incentivos que crea el sistema para controlar que
efectivamente los empleadores realicen las imposiciones y, d) recortes de otros gastos
de gobierno inducidos por los efectos de economía política de la reforma.
•
Estos recortes, que si se concentran en gastos de consumo, afectan positivamente el
ahorro, pueden atribuirse a la creación de un sistema privado de pensiones, ya que ella
permite justificar políticamente el recorte de gastos: el Estado (sector público incluidas
las instituciones públicas de seguridad social) sigue con la responsabilidad de seguir
pagando pensiones y beneficios a los jubilados y a los que no se cambian de sistema,
pero deja de percibir las cotizaciones de aquéllos que se pasan hacia el sistema
privado. Esto permite presentar un déficit y justificar políticamente el recorte de otros
102
gastos. En el caso chileno, éste fue, quizás, el factor más importante que permitió
elevar la tasa de ahorro nacional durante la década de los ochenta.
•
En el caso de los países que han adoptado sistemas privados de fondos de pensiones,
debieran corregirse los problemas de diseño del sistema, que en el caso chileno son
bastante serios. Desde el punto de vista distributivo, aquellos trabajadores en edad
cercana a la de jubilación enfrentan un excesivo riesgo al existir sólo un tipo de fondo
para todos los trabajadores afiliados a una misma institución, independiente de su
edad: en un corto tiempo los ahorros previsionales de toda una vida pueden sufrir
fuertes fluctuaciones. También tiene problemas de diseño desde un punto de vista de
eficiencia: existen incentivos a copiarse los portfolios entre las distintas instituciones
previsionales privadas (denominadas AFP, en el caso chileno);65 las instituciones
previsionales se ven inducidas a un exceso de gastos de ventas;66 en el caso chileno y
en el de otros países, existe rotación excesiva de los cotizantes entre distintas
instituciones previsionales (lo que encarece los gastos de administración), debido a
que no se permite premiar a los trabajadores imponentes según el tiempo de
permanencia en una determinada institución. Los problemas de eficiencia generan
comisiones muy abultadas y pérdida neta de recursos y ahorros. Al respecto una
institución privada del mercado de capitales ha contribuido con una explicación
adicional al señalar que las elevadas comisiones se deberían la “ineficiencia asociada a
un sistema de giro único dentro de una estructura cartelizada del mercado de capitales
como la actual.”67
6.2.2.5. Mercado del trabajo competitivo y flexible.
•
La asignación eficiente de recursos se ve favorecida cuando existe un mercado de
trabajo donde existe flexibilidad salarial, donde la ley y la costumbre permiten celebrar
distintos tipos de contratos (siempre que sean funcionales al comportamiento
competitivo), donde las disposiciones legales o la costumbre no imponen costos
excesivos e injustificados al empleador y donde hay amplia información. La
flexibilidad salarial es especialmente necesaria en economías que están expuestas a
grandes shocks externos que provocan importantes fluctuaciones de demanda agregada,
o están sujetas a cambios importantes de precios relativos por procesos de apertura
externa.
•
Esta flexibilidad resulta aún más indispensable en aquéllas economías que siguen una
política cambiaria de tipo de cambio fijo o similar. La flexibilidad salarial contribuirá a
65
Para el caso chileno se ha señalado como causa de este proceso de “copia” la existencia de un esquema de
multas, aplicables a aquéllos fondos que no alcanzan un mínimo de rentabilidad en relación al mercado, que
contempla un horizonte de tiempo muy reducido para la evaluación del desempeño del fondo.
66
En el caso chileno, contribuyen a este exceso de gastos ventas el hecho de que las características del
“producto” de cada fondo no sean claramente diferentes a los ojos de los trabajadores, lo que lleva a aumentar
los gastos de “fuerza de ventas” como medio de competencia. El producto que ofrece cada fondo es poco
diferenciable en forma directa por los trabajadores debido en parte a la obligación de tener un solo tipo de
fondo por institución previsional y, en parte por el esquema de multas que inducen a formar portfolios muy
similares.
67
Ver CB Capitales “Comentario Macroeconómico Segunda quincena de julio de 1999.”
103
disminuir los ajustes vía cantidad ante fluctuaciones macro, que son esencialmente
transitorias, y a disminuir los costos de transición de los procesos de apertura.
•
Al igual que en el sistema financiero, deben también eliminarse los impedimentos a
celebrar contratos a distintos plazos y bajo distintas condiciones. Así, la posibilidad de
hacer contratos que protejan a la empresa ante el evento que el trabajador decida
cambiarse a otra empresa, una vez que ya se ha capacitado a costo de la empresa, puede
contribuir a que la empresa invierta en capacitación laboral con un componente
importante de capital humano general.
•
Es conveniente que el Estado no imponga determinadas formas de reajustabilidad ante
la inflación que no serían las libremente convenidas por las partes.68 Asimismo, debe
permitirse flexibilidad en la jornada laboral ya que ella facilita la incorporación de la
mujer al trabajo. Por otro lado, la no imposición de indemnizaciones excesivas de
despido o beneficios que sólo son percibidos por los trabajadores si permanecen
ligados a una empresa en particular, evitan un encarecimiento artificial del trabajo y
contribuyen a la movilidad de los trabajadores y al ajuste de la economía ante shocks
eventuales.
•
Para proteger al trabajador, debiera propiciarse la existencia de seguros de desempleo,
diseñados de tal forma que minimicen su carácter de impuesto a la contratación de
trabajo y no incentiven al trabajador a abusar del mecanismo. Una proposición que se
ha hecho en este aspecto para el caso chileno (ver Coloma, 1996) consiste en mantener
las normas actuales sobre indemnizaciones por despido (que contempla el pago de un
mes por año de servicio, con un tope de 11 meses) y complementarlas con un seguro de
desempleo que las empresas deben contratar en el mercado para cubrir una protección
mínima de cinco meses de cesantía, que es el promedio de duración de la cesantía. Las
indemnizaciones por despido jugarían el rol de un deducible del seguro, lo que
desincentiva los abusos del sistema.
•
El seguro sería pagado por la empresa y los trabajadores. La decisión sobre la parte que
paga uno u otro no es importante, ya que la incidencia de cualquier impuesto no
depende de esa decisión sino que de las elasticidades de oferta y demanda
correspondientes: si sube la parte del empleador más allá del equilibrio, en futuras
negociaciones se tenderá a establecer una corrección hacia abajo en los salarios
negociados. El mecanismo de seguro es más barato e impone una menor distorsión que
el mecanismo que actualmente se está discutiendo en el congreso chileno y que
establece el ahorro obligatorio para ser usado en caso de despido. 69
•
Un financiamiento de la previsión social de tal forma que el trabajador no perciba la
cotización como un impuesto, encareciendo artificialmente el trabajo, evitará que las
empresas realicen una sustitución de factores no eficiente. La creación de un sistema
privado de pensiones basado en cuenta individual permite disminuir el contenido
68
Esto no es importante para Chile, pero sí para otros países.
Debe reconocerse, eso sí, que el mecanismo propuesto no constituye un ahorro forzoso, sobre cuya
conveniencia hay opiniones divididas.
69
104
impositivo de cualquier sistema obligatorio de pensiones. Este es uno de los beneficios
más importantes que se pueden atribuir a las reformas de los sistemas de pensiones
inspiradas en el modelo chileno, ya que tiene el mecanismo de cuenta individual. Esta
característica, sin embargo, no es algo inherente a que el sistema sea privado, aunque
probablemente el hecho de que los fondos sean administrados por instituciones del
sector privado genera mayor confianza en que a futuro se respetarán los derechos de los
cotizantes sobre sus fondos acumulados, lo cual disminuye el efecto de impuesto al
trabajo del sistema.
•
La generación y publicación de información sobre oportunidades de trabajo y salarios
también ayuda a la movilidad del trabajo. El uso de la tecnologías informáticas,
incluyendo a Internet, puede contribuir mucho al respecto.
6.2.2.6. Inversión en capital humano y en investigación y desarrollo.
•
Una asignación eficiente de recursos supone la existencia de un nivel adecuado de
gasto destinado a investigación básica y aplicada y a la formación de capital humano.
El mercado normalmente no produce niveles óptimos en este tipo de actividades,
especialmente en investigación básica, porque los que contribuyen a su financiamiento
no internalizan la totalidad de sus beneficios. Por esta razón, al Estado le cabe un rol
subsidiario en estas áreas y debiera brindarles su apoyo.
•
En materia de investigación, el apoyo del Estado debiera ser mayor mientras más
beneficios para el país se deriven de estas actividades y menos apropiables
privadamente sean sus resultados. La investigación básica tiene, en general, un menor
grado de apropiación que la aplicada, aunque los beneficios para el país de esta última
probablemente son mayores.
•
Aunque las contribuciones de las ciencias naturales de nuestros países sean mínimas en
relación al conocimiento que se puede “importar” desde afuera, tener una base
científica local es indispensable como parte del proceso de formación de capital
humano en las universidades y demás centros de investigación. Además de esta
contribución, el desarrollo de la ciencia permite que el país pueda disponer de los
recursos humanos idóneos para participar en el proceso de importación y adaptación de
conocimientos y tecnologías a la realidad local, sin despreciar su aporte a la creación
de nuevo conocimiento básico en algunas áreas específicas.
•
Aparte del capital humano en las áreas de ciencias naturales, ingenierías y tecnologías,
es importante que los países en desarrollo tengan el capital humano necesario para
elevar el nivel de discusión sobre políticas económicas y sociales y contribuir a su buen
diseño e implementación.
•
En el caso chileno el esquema de asignación de fondos al sistema de educación
superior, que es un agente principal en la creación de investigación, debiera sufrir
transformaciones profundas en la dirección de corregir las graves distorsiones y
problemas que presenta. El sistema actual entrega aportes fijos a las universidades,
105
ligando una parte mínima de estos aportes a indicadores de resultados, y tiene en
general una estructura de incentivos que no corrige las distorsiones naturales del
mercado en cuanto al desarrollo de investigación. Para una discusión más amplia ver
Coeymans (1998).70
•
El rol subsidiario del Estado debe extenderse también al financiamiento de los gastos
de educación básica y preescolar de los grupos de menores ingresos, así como a
garantizar la nutrición y la salud primaria de los más pobres, proveyendo una red de
acción social focalizada. También el Estado puede contribuir eficazmente a elevar la
productividad global y, al mismo tiempo, a aliviar la pobreza, a través de subsidiar la
capacitación de trabajadores de menores ingresos que frecuentemente se ven
enfrentados al problema del desempleo o que tienen un capital humano insuficiente
para ganar un ingreso mínimo.
•
En el caso chileno, para continuar avanzando hacia una sociedad con una mayor
igualdad de oportunidades y mayor movilidad social, debiera recibir una atención
especial el problema de las grandes diferencias de calidades entre la educación pública
y privada, lo que se traduce en diferencias de calidad de la educación entre alumnos de
distintos estratos sociales. En la medida que sea políticamente factible, debe reformarse
el estatuto docente, tratando de avanzar hacia una estructura de incentivos y
condiciones laborales de los trabajadores del sector educacional público que introduzca
una mayor relación entre desempeño, por un lado, y remuneración y estabilidad
laboral, por otro.
•
Adicionalmente, y como complemento de lo anterior, debe evaluarse la posibilidad de
implementar un sistema de subsidios entregados a los demandantes de educación
(sistema de “vouchers”), que les permita gozar de una mayor libertad de elección del
establecimiento. Esto permitiría crear un “mercado” más competitivo en educación, lo
cual debiera contribuiría a generar mayor eficiencia. Debe considerarse, sin embargo,
que la implementación de este tipo de subsidios a la demanda no es tan simple y debe
evaluarse cuidadosamente debido a la existencia de importantes costos de movilidad
geográfica de los alumnos, especialmente en zonas rurales.
•
Aparte de las correcciones en la estructura del sistema, la educación pública debiera ir
incrementando, paulatina pero consistentemente, su participación en el presupuesto del
sector público. Ambos tipos de medidas permitirían, en el mediano plazo, mejorar la
calidad de la educación pública y aumentar las remuneraciones promedio y las
máximas alcanzables por los trabajadores del sector, generándose así un mayor
prestigio social de los maestros y mayores incentivos a seguir la carrera docente en los
alumnos más aventajados de la educación media.
•
La inversión en capital humano no sólo depende de su oferta, sino que también de su
demanda. Particularmente negativas para su demanda pueden ser tasas marginales de
impuesto a la renta demasiado elevadas, ya que ellas tienden a afectar especialmente a
70
Ver Coeymans, J. Edo (1998) “Algunas Consideraciones para una Reforma del Sistema de Financiamiento
de la Educación Superior.” Mimeo. Instituto de Economía P. Universidad Católica de Chile (septiembre).
106
los profesionales dependientes y, por lo tanto, desincentivan la incorporación de capital
humano especializado a los equipos de trabajo de las empresas medianas y grandes,
que son las que tienen una mayor posibilidad de incorporar nuevas tecnologías.
6.2.2.7.Desarrollo de la capacidad empresarial.
•
Si bien la capacidad empresarial puede considerarse como otro tipo de capital humano,
merece una consideración especial ya que resulta crucial para el desarrollo.
Probablemente, la cultura, tradiciones, el grado de valoración social y los incentivos
económicos que premian este tipo de habilidades explique una proporción importante
de las diferencias de dotaciones de capacidad empresarial entre países. Así, si en un
país predomina fuertemente el sector público en el sector productivo, la estructura de
incentivos económicos y sociales no será proclive al aumento en el stock de
empresarios.
No se conocen recetas para desarrollar la capacidad empresarial, aunque sí se puede
especular sobre condiciones que pueden ser necesarias, aunque no suficientes, para su
florecimiento.
•
Aunque no es lo mismo ser un buen administrador que un gestor de negocios dispuesto
a tomar riesgos, las escuelas orientadas a la formación de administradores pueden
contribuir a fortalecer una mentalidad orientada a los negocios. En el caso chileno, las
escuelas de ingeniería comercial, así como ingeniería civil e institutos afines, han
elevado el nivel de conocimientos para administrar negocios y han contribuido a
desarrollar una mentalidad emprendedora. En aquéllos países con un menor desarrollo
de sus escuelas e institutos que imparten conocimientos en el área de negocios
debieran hacerse esfuerzos importantes para fortalecer este tipo de instituciones.
•
Considerando que quizás el principal factor para el desarrollo de la capacidad
empresarial sea el “aprender haciendo,” la remoción de prácticas burocráticas que
obstaculizan el desarrollo de la iniciativa de los empresarios e imponen costos
excesivos a la creación de nuevas empresas contribuyen a la formación de este
importante capital humano.
•
Aparte de los factores de estabilidad macro y perfeccionamiento del funcionamiento
de los mercados en general, contribuye a la ampliación de oportunidades de acción del
sector privado y a la generación de nuevos empresarios, la apertura al sector privado
de actividades reservadas exclusivamente al sector público, así como la privatización
de empresas públicas, lo que no significa que éstas deban regalarse.
•
Debiera otorgarse especial atención a las pequeños y micro empresarios (con un
máximo de 10 empleados), removiéndose los obstáculos institucionales para tener
acceso al crédito y a otros servicios financieros, capacitándolos en la preparación y
presentación de proyectos y fomentando la creación de fondos de garantía para los
préstamos dirigidos a estos agentes. Este apoyo preferente se justifica por razones
éticas, ya que reduce la desigualdad real de oportunidades, y por razones económicas.
107
En efecto, la mayor equidad contribuye a crear una mayor estabilidad social y política
y a consolidar un sistema de mercado. Las pequeñas y micro empresas son en la
práctica verdaderas escuelas de empresarios, constituyéndose en muchos casos en
modelos a emular. Además hacen una contribución importante al problema social de
desempleo y, si despegan, pueden constituirse en agentes importantes de generación
de nuevas ideas y de inversión.
6.2.2.8. Adecuada infraestructura física.
•
El proceso de crecimiento no sólo depende de las condiciones anteriores. Tiende a
fortalecerse si los costos de comercialización y distribución de la producción se
reducen. Por esto es importante contar con una adecuada infraestructura física,
incluyendo caminos, puertos, sistema de telecomunicaciones eficiente, etc. Existe
evidencia que la inversión pública en este tipo de servicios aumenta la rentabilidad e
incentiva a la inversión privada en general.
•
En muchos países la provisión de esta infraestructura depende casi exclusivamente de
la acción del sector público. Recientemente, sin embargo, están surgiendo nuevas
tendencias que apuntan a una mayor participación del sector privado. Procesos de
privatizaciones y concesiones pueden ser una estrategia eficaz para mejorar la calidad
de este tipo de servicios, así como un medio de aumentar la inversión en este tipo de
actividades cuando el sector público tiene limitaciones financieras para hacerse cargo
de esta responsabilidad.
6.2.3. Generación de un nivel de ahorro nacional adecuado
•
Para que haya inversión es necesario un adecuado nivel de ahorro. En principio, un
país puede tener alta inversión con poco ahorro nacional si es que usa ahorro externo,
incurriendo en un déficit de cuenta corriente. A mediano plazo, sin embargo, esta
fuente de ahorro tiene un límite que depende del nivel inicial de la deuda externa, de la
tasa de interés externa y de la tasa de crecimiento. Sobrepasar sistemáticamente ese
límite implica generar una situación en que la razón deuda a producto irá creciendo en
forma explosiva y el país, tarde o temprano, incurrirá en insolvencia para pagar los
intereses de la deuda externa. Para evitar esta situación es importante que gran parte de
la inversión sea financiable con una elevada tasa de ahorro nacional.
•
La evidencia empírica muestra que las tasas de interés son poco efectivas para elevar
el ahorro privado, siendo su efecto principal el cambiar la composición del ahorro más
que su nivel. A pesar del reducido o nulo efecto de la tasa de interés sobre el ahorro
privado, es claro que se deben evitar tasas de interés negativas o subsidiadas sino se
quiere asignar recursos a proyectos de baja rentabilidad. La evidencia también señala
que la política más efectiva para elevar la tasa de ahorro nacional es elevar la tasa de
ahorro del sector público.
•
La formación de una cultura económica y financiera básica contribuiría a bajar los
niveles de endeudamiento y consumo excesivos. Tal formación requiere la
108
modificación del curriculum de la educación formal, la capacitación de los profesores,
la realización de campañas educativas a nivel de organizaciones comunales, etc. Como
contenidos, por ejemplo, debiera contemplarse conceptos económicos básicos
referentes a las posibilidades de elección en un mundo de escasez, el significado e
importancia del ahorro, el efecto que tiene el “interés compuesto” sobre el ahorro
acumulado y el patrimonio en el largo plazo, cómo calcular la verdadera tasa de interés
implícita cuando se paga un determinado número de “cuotas” en la compras a plazo,
etc.
6.2.4. Instituciones Eficientes y Estables
Los procesos de inversión y mejoras de la productividad requieren de un clima
institucional apropiado. Como especialmente importantes se pueden mencionar los
siguientes condiciones:
6.2.4.1 Estabilidad institucional y en las reglas del juego en general.
•
Lograr la estabilidad de las instituciones fundamentales para el funcionamiento de un
sistema de mercado contribuye a bajar el riesgo de los negocios. Para esto se necesita
que el sistema sea percibido como justo, lo que va asociado a una disminución de la
conflictividad política y social.
•
Países con un consenso político sobre las reglas del juego son percibidos como más
estables. Un genuino interés por parte del estado en disminuir la pobreza, eliminar la
corrupción y en proporcionar reglas justas contribuyen a preservar esta estabilidad. Es
importante señalar que la estabilidad de las reglas del juego no significa que no haya
que perfeccionar el marco legal continuamente. Más bien significa que la dirección de
los cambios es razonablemente predecible y que al cambiar o modificar una ley no
sólo habrá que considerar sus costos y beneficios a largo plazo, sino también el costo
del cambio mismo cuando éste no estaba incorporado en las expectativas de los
agentes económicos.
•
La conflictividad social y política se ve acentuada en un país que crece rápidamente y
los frutos de ese crecimiento no llegan a todos sus habitantes. Por esta razón y por
motivos éticos, el objetivo de eliminar la pobreza debiera ser prioritario.
•
Los medios más importantes para eliminar la pobreza menos extrema son crecimiento
con bajo desempleo. Sobre esto valen todas las consideraciones de más arriba. En el
mercado del trabajo, sin embargo, suelen no participar los extremadamente pobres. Por
esto se requiere una acción del Estado vía capacitación y habilitación para el trabajo de
los cesantes crónicos y una acción social directa para ir en auxilio de los más pobres
(los viudas que reciben pensiones miserables, los incapacitados de diversa naturaleza,
etc.).
•
Esta acción social directa debe hacerse con instrumentos que minimicen los costos de
eficiencia y crecimiento, ya que, al final de cuentas y como muestra la evidencia
109
empírica, el crecimiento es la principal fuente de disminución de pobreza, sea por sus
efectos sobre el mercado laboral o porque provee los recursos fiscales necesarios para
atacar la pobreza más extrema.
•
•
•
Aparte de la eliminación de la pobreza y por las mismas razones, también debiera
valorarse en la política económica el objetivo de disminución de la desigualdad de
oportunidades, especialmente aquéllas que son creadas por una acción despreocupada
del Estado en este campo.
Tanto para lograr la eliminación de la pobreza vía acción social directa como para
obtener una mayor igualdad de oportunidades, existe evidencia que muestra que la
política fiscal en este tema debiera privilegiar abiertamente la acción vía reorientación
de la composición del gasto público que vía escalas progresivas de impuesto a la renta.
La razón es que existen variados mecanismos para lograr evadir la pretendida
progresividad de estos impuestos y, en la práctica, al menos en el caso chileno, donde
la escala de los impuestos a la renta es extremadamente progresiva, ellos terminan
siendo efectivamente mucho más elevados para los empleados profesionales de nivel
medio que para los ciudadanos más ricos.
Programas de capacitación en fundamentos económicos básicos y en habilidades de
comunicación, personal y social, dirigidos especialmente a los líderes políticos,
gremiales y sindicales, así como a profesores y periodistas, pueden contribuir a que se
entienda mejor la problemática económica, especialmente los límites de lo alcanzable
en determinados plazos. Esto contribuiría a disminuir la probabilidad de aparición de
líderes políticos populistas y a bajar la probabilidad de posturas radicalizadas en la
discusiones y negociaciones.
6.2.4.2. Adecuada protección de los derechos de propiedad e imperio de la ley:
•
Un ambiente en que se respetan los derechos de propiedad y en que la ley impone
efectivamente costos importantes para el incumplimiento fraudulento de los contratos
es indispensable para el desarrollo de la inversión, si es que se quiere que el sector
privado tenga una participación significativa. Para lograr un respeto cabal del derecho
de propiedad y de los contratos es crucial un sistema judicial eficiente en cuanto a la
calidad, predictibilidad y oportunidad de la sentencias. Obviamente, entre otras
características, el sistema debe ser no corrupto. En el caso chileno, las reforma al
sistema procesal que permitirá acortar la duración de los juicios va en la dirección
apropiada.
•
Desde el punto de vista de las condiciones para el crecimiento, el imperio de la ley no
sólo debe abarcar el área del derecho de propiedad y cumplimiento de los contratos.
También incluye el tema de la seguridad ciudadana, lo que, en el caso chileno, además
de la reforma al sistema procesal, requiere de una reforma y mayores recursos al
sistema penal, para que pueda contribuir a la rehabilitación efectiva de los
delincuentes. Como muestran algunas experiencias piloto del caso chileno, el sector
privado puede jugar un rol importante en este aspecto si provee de fuentes de trabajo
adicionales a los convictos recuperables, durante y después del cumplimiento de la
110
condena. Igualmente el tema de seguridad ciudadana exige mejorar la eficiencia y
dotar de mayores recursos al sistema policial.
•
También debiera protegerse la propiedad pública y no regalarse recursos que
pertenecen a todos los chilenos. El pago actual por las concesiones mineras y el
rendimiento impositivo de la actividad son muy bajos. Da la impresión que es una
actividad que está generando enormes rentas a los grandes inversionistas,
especialmente extranjeros, y dejando poco a los chilenos. Para no regalar los recursos
y no introducir distorsiones que desincentiven las actividades de exploración más allá
de lo conveniente, debiera estudiarse la posibilidad de un mecanismo de licitación de
las concesiones mineras que otorga el Estado. Aquél que gane la licitación de la
concesión de una determinada zona geográfica adquiere el derecho a “jugar en el
casino y ganarse los premios.” El agente que se gana la licitación tiene el derecho de
explorar y llevarse todo lo que encuentre, pagando tasas de impuestos a las utilidades
similares a otras actividades. Si la actividad no estuviera generando rentas anormales,
el precio de la licitación de la concesión será similar a lo que se paga hoy en día y
nadie debe preocuparse. Sin embargo, si efectivamente hay elementos de renta, como
es la sospecha, el Estado podrá recuperarlos.
6.2.4.3. Predictibilidad y eficiencia del sistema político:
•
Parte de los riesgos de los negocios surgen de la propia acción del sistema político. Es
importante que su accionar sea predecible. Para ello es importante dotar al parlamento
de los recursos y del capital humano necesario para un accionar eficiente. Una
disminución del número de parlamentarios compensado con un mayor apoyo técnico
podría mejorar la calidad del proceso legislativo.
6.2.4.4. Predictibilidad y eficiencia del sector público.
•
Un sector público eficiente debería: a) contribuir a minimizar los costos de transacción
para hacer negocios; b) no imponer regulaciones distorsionadoras; c) proveer los
bienes públicos donde los costos de transacción son muy altos para que exista un
mercado; d) incorporar sistemas de incentivos y de pagos por resultados, proveer de
indicadores de efectividad para evaluar su acción y someter sus proyectos a un sistema
adecuado de evaluación de proyectos; e) contar con una reducida planta de
funcionarios pero con gran capital humano y bien remunerados que sean capaces de
diseñar e implementar buenas políticas; f) contribuir a desburocratizar la acción del
estado y del sector privado, h) tener un sistema de impuestos no distorsionados, con
tasas bajas que no ahoguen la iniciativa privada, predecibles y con baja evasión.
6.2.4.5. Descentralización en las decisiones del sector público.
•
Para lograr una mayor y mejor integración de las regiones al desarrollo del país, con
sus impactos positivos en la estabilidad política y social, así como para lograr avances
adicionales en la calidad de las decisiones del sector público en general, debiera
incentivarse un nivel óptimo de descentralización de las decisiones, evaluando en qué
111
medida se pueden traspasar desde la capital a las regiones y desde los ministerios a las
comunas. Este proceso de descentralización puede traer funestas consecuencias para la
eficiencia si no va acompañado por esfuerzos serios de dotación del capital humano
idóneo a los niveles que corresponda. La tarea no es fácil, pero bien vale la pena
empezar a avanzar en esa dirección.
6.2.4.6. Un marco de relaciones entre gobierno y empresarios y entre empresarios y
trabajadores estable, percibido como justo y que fomente relaciones de
cooperación. Países con un niveles altos de conflictividad laboral son percibidos
como de mayor riesgo para la inversión. Como demuestra el Japón, relaciones
armoniosas pueden ser una fuente muy importante de aumento de productividad.
En este aspecto cobra especial importancia la existencia de seguros de desempleo
que le dan al trabajador una dignidad y un piso mínimo para enfrentar situaciones
laborales abusivas o abierto maltrato.
6.2.4.7. Una imagen de país serio que cumple sus compromisos y hace cumplir la ley: la
reputación internacional en este aspecto puede incidir significativamente en la
atracción de inversión extranjera.
7.
Principales Conclusiones
Los objetivos principales del trabajo fueron la identificación y análisis de los
determinantes de corto y mediano plazo de la productividad media y total de los factores,
la estimación de las elasticidades de producción de los factores y de los otros parámetros
fundamentales que definen la “tecnología agregada” o función de productividad agregada,
la evaluación de la importancia de las fuentes de crecimiento del producto desde un punto
de vista de la oferta, el análisis de la plausibilidad de diferentes tasas de crecimiento y la
presentación de algunas reflexiones para el diseño de una política de crecimiento.
Del análisis de la historia económica chilena de las cuatro últimas décadas y de las
estimaciones de las fuentes de crecimiento se concluye que a través del ciclo hay fuertes
variaciones en la utilización de los factores productivos contratados. De hecho, durante 17
de los últimos 37 años (1972 a 1988, inclusive), la economía chilena se habría encontrado
con subutilización de los recursos contratados e ineficiencias en su uso. Descontando dos
años del período de Allende y el año 1974, la subutilización en los otros 14 años tuvo como
principal causa las secuelas de las recesiones del 75 y del 82.
Aunque factores internos pueden haber amplificado las recesiones, el análisis
refuerza la importancia de los factores externos como detonantes del ciclo. El detonante
principal, aunque no único, de la recesión del 1975 fue la caída de los términos de
intercambio. En la de 1982 fue una combinación de factores externos (endógenos y
exógenos a las políticas internas), donde la fuga de capitales fue el principal protagonista.
En las fases expansivas del ciclo, los factores externos también han tenido un papel no
despreciable. En la recuperación que siguió a la recesión de 1975-76, la entrada de capitales
jugó un papel importante; en la fase expansiva post recesión de 1982-83, a partir de 1986,
la evolución de los términos de intercambio y la reducción del servicio de la deuda externa
112
contribuyeron positivamente a dicho proceso.
Si en la estimación de “funciones de producción” o de productividad agregada no se
controla por los efectos de la subutilización de los recursos contratados, es altamente
probable que se tienda a sobrestimar los retornos a escala de los factores y a generar errores
importantes en la estimación de las elasticidades de factores.
El aumento de la productividad agregada no tiene por qué ocurrir a una tasa exógena
asociada al tiempo. Aceptar este supuesto puede llevar a conclusiones erróneas sobre la
tendencia de largo plazo. Para subsanar estos problemas empíricos, se propone la
estimación de funciones de productividad agregada endógena. La productividad total de los
recursos contratados varía en el ciclo y en el largo plazo en función de “restricciones” que
enfrentan las empresas y que determinan: el conjunto de funciones de producción que
terminan siendo utilizadas (donde algunas son más apropiadas a la producción en gran
escala), la composición de la producción que afecta la función de productividad global, el
grado de utilización de los insumos, la expansión de las tecnologías disponibles y los
cambios en la eficiencia de asignación de recursos a nivel agregado. Así, la productividad
total de los recursos es una variable endógena al sistema y determinada, finalmente, por el
conjunto de restricciones. De esta forma, el enfoque de productividad adoptado es uno de
forma reducida o casi reducida. A las restricciones se les llamó variables de estado.
En el análisis empírico de la función de productividad se estimaron dos tipos de
modelo. Primero, una función lineal en los logaritmos, con elasticidades de producción
constantes y con elasticidad de sustitución igual a uno, donde las variables de estado
afectan la productividad total. La posible simultaneidad entre alguna de las variables de
estado y el producto, así como entre éste y el empleo, fue abordada por medio del uso de
variables instrumentales.
La función de productividad lineal estimada muestra claramente que los detonantes
principales de los grandes ciclos han sido los shocks externos, los cuales inducen un
conjunto de expectativas y reacciones de la autoridades y agentes económicos, en la
dirección de reducción del gasto y alza de tasas de interés, que provocan una caída de la
tasa de utilización de los recursos contratados y, por lo tanto, de su productividad total. La
magnitud de los efectos sobre la productividad no necesariamente corresponde al tamaño
del shock como proporción del producto.
La evidencia acepta que un factor muy importante del aumento de la productividad
en el mediano plazo es la apertura que ha alcanzado la economía en el pasado y todos los
efectos directos e indirectos sobre la productividad agregada que genera. El indicador de
apertura utilizado refleja que los avances de productividad conseguidos con un determinado
nivel de apertura no se pierden a raíz de una recesión. Por otro lado, el indicador elegido no
está sujeto a la crítica de estar confundiendo causalidades entre producto e importaciones.
Es importante señalar que el nivel de apertura determina el nivel de productividad y no a su
tasa de crecimiento, lo cual plantea el desafío mayor de seguir profundizando dicho proceso
y/o buscar nuevas fuentes de aumentos de productividad, si se quiere seguir gozando de
tasas de crecimiento similares a las observadas en el pasado reciente.
113
También es posible identificar la existencia de aumentos de productividad en el
largo plazo que se deben a un conjunto de factores adicionales cuyo impacto individual
resulta difícil de aislar. Las ganancias de productividad acumuladas asociadas a estos
factores, al igual que aquéllas derivadas de la apertura, tienen la propiedad de no perderse
en las fases recesivas del ciclo. En estas fases, sin embargo, se frena el flujo de nuevas
ganancias. La hipótesis de retornos constantes a escala no es rechazada por los datos.
La estimación del segundo modelo, una función de productividad del tipo translog,
permitió obtener una elasticidad de producción del capital y una de sustitución entre capital
y trabajo, que son variables a través del tiempo. La evidencia aportada por este segundo
modelo es consistente con una elasticidad de producción del capital durante los noventa en
torno a 0.35 y una de sustitución en torno a 0.4.
La estimación de este mismo modelo sugiere fuertemente la hipótesis de que hay
una distorsión entre elasticidad de producción del capital y su participación en el producto.
A pesar de que la elasticidad de sustitución en Chile sería menor que uno, la elasticidad de
producción y la participación del capital han subido a través del tiempo, lo que indica un
progreso técnico de largo plazo más intensivo en capital. En forma similar al modelo lineal,
el análisis también detecta que los factores detonantes del ciclo son shocks externos. No
todos estos shocks tienen el mismo efecto.
Si se cuantifican como proporción del producto, los shocks más importantes
corresponden, en primer lugar, a los cambios en los servicios financieros de la deuda, lo
que revela el potencial impacto de alzas en las tasas de interés externas y, en segundo lugar,
a los shocks de términos de intercambio. Las caídas de reservas internacionales, al
aumentar la probabilidad percibida de una posible crisis de balanza de pagos, generan
diminuciones en la productividad, aunque su efecto es bastante menor que los anteriores.
El indicador global de restricción externa (RECEFEC), que se construyó para reflejar
situaciones de “crisis externa” tiene un gran poder explicativo de la evolución de la
productividad a través del ciclo, alcanzando su semielasticidad a 0,47. En forma similar al
primer modelo, el segundo también resalta la importancia de la apertura externa y del
conjunto de los otros determinantes de la evolución de la productividad en el largo plazo.
Usando los resultados de la función de productividad translog se construyeron
indicadores de productividad depurados de los efectos de los ciclos. Ellos muestran que los
períodos durante los cuales se cosecharon las mayores ganancias de productividad de más
largo plazo fueron dos: el período 1979-82 y aquél de la década de los noventa. Dichas
ganancias fueron el fruto de reformas estructurales realizadas previamente. Las ganancias
del primer período podrían atribuirse a la apertura comercial, en primer lugar, y a las otras
reformas implementadas inicialmente por el gobierno militar: liberación de precios y
mercados internos, devolución de propiedades confiscadas, racionalización de empresas
públicas, primera oleada de privatizaciones, importantes avances en materia de equilibrio
fiscal y en estabilidad de precios, etc..
Las ganancias de productividad del segundo período, en la década de los noventa,
pueden atribuirse en forma más equilibrada a la intensificación del proceso de apertura de
la economía y desarrollo exportador, por una parte, y a un conjunto de otros factores
114
(mayor incorporación de tecnologías incorporadas en los bienes de capital por aumento en
la tasa de inversión, perfeccionamiento de la legislación del sector financiero, mejor clima
laboral, mayor cobertura educacional, mayor racionalidad en el manejo y tarificación de
empresas públicas, mayor participación del sector privado en obras de infraestructura vía
concesiones, etc.) cuyos efectos individuales son difíciles de aislar con los datos agregados,
por otra parte.
Debe notarse que en el proceso de profundización de la apertura pueden haber
jugado un rol importante el freno al gasto iniciado a mediados de los ochenta y el
consecuente aumento del tipo de cambio real, así como las inercias propias del proceso de
inserción en los mercados internacionales y desarrollo de las exportaciones. Por otro lado,
la estabilidad macro lograda en los noventa (originado por mayor utilización del capital y
mejor clima de inversión) y la eliminación de la subutilización del capital, así como el
mejor clima de inversión en general, parecen haber contribuido al fuerte aumento de la tasa
de inversión, tanto doméstica como externa, lo que permitió la incorporación de nuevas
tecnologías.
En la construcción de los componentes del modelo de proyección de crecimiento se
destaca el hecho de que las grandes fluctuaciones de la tasa de inversión fueron inducidas
en gran parte por fuertes variaciones de la rentabilidad del capital y que éstas a su vez se
explican, en gran parte, por los cambios de la razón producto capital generadas por el ciclo.
De esta forma los shocks externos afectan el crecimiento a través de dos vías principales,
que tienen efectos a distintos plazos y con diferentes velocidades de reacción: en el corto
plazo, a través de la utilización y la productividad y, en el mediano plazo, a través del
efecto que la utilización del capital tiene sobre la rentabilidad, el stock de capital deseado,
la tasa de inversión y el crecimiento del stock de capital. Esta segunda vía es más lenta en
manifestarse sobre el producto, a menos que la economía tenga una gran integración en la
cuenta de capitales y la elasticidad de oferta de bienes de capital sea elevada.
En el análisis de los escenarios de crecimiento se concluye que para lograr tasas de
crecimiento de crecimiento del producto en torno al 8%, se requiere que tanto la hipótesis
de evolución de la productividad total como de fuerza laboral sean muy optimistas. Tasas
en torno a 6,4 no requieren de supuestos tan extremos y se consideran más plausibles como
promedio para el mediano plazo. Con estas tasas de crecimiento la tasa de inversión
convergería a niveles en torno a 30% y la tasa de desempleo a cifras en torno a 6.3%. Estos
valores parecen plausibles en el mediano plazo para la economía chilena y coherentes con
déficit de cuenta corriente sostenible en un contexto de términos de intercambio más
normales que los actuales.
En la última sección, sobre políticas para el crecimiento, se discuten las condiciones
que deben mantenerse o tratar de alcanzarse para conseguir tasas de crecimiento más
elevadas. Se destaca en primer lugar la importancia de la estabilidad macroeconómica. En
el caso de aquellas economías con alta inflación resulta fundamental lograr el equilibrio
fiscal. En el caso de economías que han superado este problema, pero que son afectadas
fuertemente por shocks externos, es crucial moderar la amplitud de los ciclos para así
evitar episodios con gran desempleo de recursos, que afectan negativamente la inversión y
la incorporación de nuevas tecnologías.
115
En esta misma sección se discute la importancia que la eliminación de las
distorsiones en los mercados puede tener para algunas economías menos avanzadas en este
aspecto. Se explica el rol que juega la integración al mundo, tanto a través de la apertura a
las importaciones de bienes como de capitales. Ello es una condición necesaria no sólo
para mejorar la asignación de recursos y abaratar el costo del capital, sino que también para
la incorporación de nuevas tecnologías, las que son determinantes del crecimiento de la
productividad en el largo plazo. Se enfatiza la importancia de tener mercados de capitales
más desarrollados y profundos y mercados de trabajo competitivos y flexibles. Esto último
es especialmente necesario cuando se siguen políticas cambiarias de cambio fijo o fijado
y/o cuando se sufren shocks externos de grandes magnitudes. Asimismo, se discute el rol
que juegan la investigación y la formación de capital humano, la infraestructura física, el
ahorro como medio para tener cuentas externas sostenibles, y se termina con una breve
discusión sobre rol que juega la estabilidad y eficiencia de las instituciones.
116
ANEXO I
RESULTADOS DE LA ESTIMACIÓN DE LA ECUACIÓN DE CORTO PLAZO DEL
MODELO LINEAL QUE EXCLUYE AÑOS 1965 Y 1970
MICO // Variable Dependiente es D(LYL)
Muestra (ajustada): 1963 1964 1966 1969 1971 1997
Observaciones incluidas: 33
Variable
Coeficiente
Error Estándar
0.002060
0.231635
0.310756
0.691132
0.286029
0.599599
-1.528370
0.002279
0.052838
0.017895
0.162358
0.102982
0.092308
0.132725
C
D(LKT-LL)
D(FECRES+FECTI+RECEFEC2)
D(FECTRSF)
D(PEAKOPEN(-2))
D(PEAKACM1(-1))
RES(-1)
R- cuadrado
R- cuadrado ajustado
Error est. de la regresión
Suma cuadrados de residuos
Log verosimilitud
Durbin-Watson
0.959917
0.950667
0.009450
0.002322
110.9463
1.990321
t
Prob.
0.904033
4.383841
17.36573
4.256835
2.777478
6.495604
-11.51535
Media var. dependiente
Error est. var. dependiente
Akaike
Schwarz
F
Prob F
0.3743
0.0002
0.0000
0.0002
0.0100
0.0000
0.0000
0.019728
0.042546
-9.137654
-8.820213
103.7757
0.000000
0.10
15
0.05
10
0.00
0.02
-0.05
0.01
-0.10
5
0
0.00
-5
-0.01
-10
-0.02
75
Residual
80
85
Actual
90
95
-15
72 74 76 78 80 82 84 86 88 90 92 94 96
Fitted
CUSUM
1.6
0.03
1.0
0.02
0.8
5% Significance
0.45
0.40
0.6
0.01
0.35
0.4
0.00
1.2
0.2
-0.01
-0.03
76
0.30
0.0
0.25
-0.02
-0.2
78
0.8
80
82
84
86
88
90
Recursive C(1) Estimates
92
94
96
-0.4
76
78
± 2 S.E.
80
82
84
86
88
90
Recursive C(2) Estimates
2.0
1.2
1.5
0.8
1.0
0.4
0.5
0.0
92
94
96
0.20
76
78
± 2 S.E.
80
82
84
86
88
90
Recursive C(3) Estimates
92
94
96
± 2 S.E.
1.4
1.2
1.0
0.4
0.8
0.6
0.4
0.0
76
0.0
78
80
82
84
86
88
90
Recursive C(4) Estimates
92
94
96
± 2 S.E.
-1.4
-1.6
-1.8
-2.0
CUSUM of Squares
-2.2
76
5% Significance
78
80
82
84
86
88
90
Recursive C(7) Estimates
117
92
94
± 2 S.E.
78
80
82
84
86
88
90
Recursive C(5) Estimates
-1.2
-0.4
72 74 76 78 80 82 84 86 88 90 92 94 96
-0.4
76
96
92
94
± 2 S.E.
96
0.2
76
78
80
82
84
86
88
90
Recursive C(6) Estimates
92
94
± 2 S.E.
96
6
Series: Residuals
Sample 1963 1997
Observations 33
5
Mean
Median
Maximum
Minimum
Std. Dev.
Skewness
Kurtosis
4
3
2
1
-2.47E-18
-0.001087
0.016733
-0.015472
0.008518
0.117152
2.115978
Jarque-Bera
Probability
1.150041
0.562693
0
-0.01
0.00
0.01
Breusch-Godfrey Serial Correlation LM Test:
F-statistic
0.037262
Probability
Obs*R-squared 0.102155
Probability
0.963479
0.950205
RESULTADOS DE LA ESTIMACIÓN POR VARIABLES INSTRUMENTALES DE LA
ECUACIÓN DE LARGO PLAZO EN EL MODELO LINEAL
Mínimos Cuadrado en 2 Etapas // Dependiente es LY-LL
Muestra: 1962 1997
Observaciones incluidas: 36
Variables Instrumentales: C LKT-FITLL (FECRES+FECTI+FITRECEFEC) FECTRSF PEAKOPEN(-2) PEAKACM1(-1)
Variable
C
LKT-LL
FECRES+FECTI+RECEFEC2
FECTRSF
PEAKOPEN(-2)
PEAKACM1(-1)
R- cuadrado
R- cuadrado ajustado
Error est. de la regresión
Suma cuadrados de residuos
F-statistic
Prob F
Coeficiente
Error Estándar
10.61236
0.164364
0.361435
0.705068
0.502568
0.382532
0.781751
0.058003
0.019464
0.153648
0.061394
0.100137
0.991524
0.990111
0.014911
0.006670
698.5876
0.000000
t
13.57512
2.833694
18.56917
4.588863
8.185931
3.820082
Media var. dependiente
Error est. var. dependiente
Akaike
Schwarz
Durbin-Watson
118
Prob.
0.0000
0.0082
0.0000
0.0001
0.0000
0.0006
13.80370
0.149947
-8.260277
-7.996357
2.332096
ANEXO 2
ECUACIÓN DE FORMACIÓN BRUTA DE CAPITAL FIJO
a) Test de raíces unitarias
Los test de Dickey-Fuller aumentados aplicados a la tasa de inversión en capital fijo y a la
tasa de rentabilidad señalan que son variables integradas de orden uno (I(1)) en torno a una
constante y una tendencia durante el período 74-98. Para el período 1982-1998, sin
embargo, se acepta la hipótesis alternativa de estacionaridad. La tasa de interés es
estacionaria en ambos períodos.71
b) Test de cointegración
Se aplicó el test de cointegración de Engle y Granger a los residuos de la regresión por
MICO entre tasa de inversión y tasa de rentabilidad para el período 1974-1998. De acuerdo
a los valores proporcionados por Mackinnon se aceptó la hipótesis alternativa de residuos
estacionarios (cointegración) con un error menor a 5%.
c) La ecuación de largo plazo entre tasa de inversión en capital fijo (I/Y) y la tasa de
rentabilidad (r) correspondiente al vector de cointegración fue la siguiente para el
período 1974-1998:
Variable Dependiente: I/Y
Método: MICO
Muestra: 1974 1998
Observaciones Incluidas: 25
Ecuación: I/Y = C(1) + C(2)*r
C(1)
Coeficiente
0.048378
C(2)
1.687170
R-cuadrado
R- cuadrado ajustado
Error Est. de la regr.
Suma cuadrados resid.
Log Verosimilitud
0.928894
0.925802
0.015925
0.005833
69.06592
Error Estánd.
0.010169
T
4.757385
0.097334
17.33374
Media var dependiente
Error Std var dependiente
Akaike
Schwarz
Durbin-Watson
Prob.
0.0001
0.0000
0.215777
0.058462
-5.365274
-5.267764
1.395672
La tasa de rentabilidad (r) fue construida como:
r = (0.45*Y*(1-ITAX)*PY) / (Kt-1*PK) - δ
a) Los resultados de la estimación de la ecuación de la tasa de inversión con polinomio de
rezagos distribuidos de Almon para la rentabilidad (r) y para la tasa de interés a tres
años (INT), con datos del período en que ambas variables son estacionarias se reportan
a continuación. El tamaño muestral está limitado por la disponibilidad de datos para la
tasa de interés a tres años.
71
Los tests pueden ser obtenidos del autor a petición del interesado.
119
Variable Dependiente: I/Y
Método: MICO
Muestra: 1985 1998
Observaciones Incluidas: 14
Variable
Coeficiente
C
0.147173
PDL01
PDL02
PDL03
PDL04
R-cuadrado
R- cuadrado ajustado
Error Estándar de la regresión
Suma cuadrados resid.
Log Verosimilitud
Durbin-Watson
Distribución de rezagos de r
.
.
.*
* .
Error
Est.
0.026246
*
0.649168
-0.503351
-0.307228
0.136221
0.978933
0.969570
0.009008
0.000730
49.16232
1.887430
i
*|
|
|
|
0
1
2
3
Suma de Rezagos
i
Distribución de rezagos de INTt-1
*
.|
*
.|
* .|
*.|
0
1
2
3
Suma de Rezagos
t
Prob.
5.607473
0.0003
0.072070
9.007469
0.148903
-3.380386
0.085868
-3.577912
0.066115
2.060366
Media var dependiente
Error estándar var dependiente
Akaike
Schwarz
F
Prob F
Coeficiente
Error Estándar
0.0000
0.0081
0.0060
0.0694
0.250868
0.051640
-6.308903
-6.080668
104.5528
0.000000
t
1.15252
0.64917
0.14582
-0.35753
1.58997
Coeficient
0.21803
0.07207
0.08484
0.23140
0.10219
Error Estánd
5.28616
9.00747
1.71878
-1.54510
15.5587
t
0.14417
0.08587
0.05199
0.08231
0.25125
-3.07580
-3.57791
-3.28925
-0.42263
-3.80689
-0.44345
-0.30723
-0.17101
-0.03479
-0.95647
Los test de estabilidad de CUSUM, CUSUM CUADRADO y coeficientes
recursivos son satisfactorios. Igual cosa sucede con los test de autocorrelación,
heterocedasticidad y normalidad.72
72
Los tests pueden ser obtenidos del autor a petición del interesado.
120
ANEXO 3
ECUACION DE SALARIOS
a) Test de raices unitarias
El test de Dickey y Fuller aumentado, sin constante, ni tendencia, ni rezagos, señala que
la variable variación (en logs naturales) de salarios nominales (D(LOG(WN))) en el período
1974-1998, así como en el período muestral, es estacionaria con error menor al 1%.
El mismo test con contante, tendencia y un rezago, indica que la variable inflación,
D(LOG(IPC)), es estacionaria con un error menor al 1%, durante toda la muestra. Por otro
lado, un test similar con constante, tendencia y un rezago indica que la variable desempleo
es estacionaria para el período 1974-1998 con un error menor al 10%. Sin embargo, se
acepta marginalmente la hipótesis nula de raíz unitaria para el período 1978-1998 (el test t
sale 2,73 y el valor de tabla es 3,26). Por otro lado, un test de cointegración a la Engle y
Granger para la variable variación en salarios reales y desempleo acepta la existencia de
una ecuación de largo plazo. Estos resultados, más el hecho de que el test de Dickey-Fuller
tiene bajo poder, llevan a considerar la hipótesis de estacionaridad del desempleo como la
más razonable. En consecuencia, no habría problema de “desbalance” en cuanto al orden de
integración de las variables consideradas en la ecuación estimada que se presenta a
continuación.
b) Modelo de Salarios con Polinomio de Rezagos de Almon para la tasa de inflación.
Variable Dependiente: D(LOG(WN))
Método: MICO
Muestra: 1978 1998
Observaciones Incluidas: 21
Variable
C
U
PDL01
PDL02
R-cuadrado
R- cuadrado ajustado
Error Estándar de la regresión
Suma cuadrados resid.
Log Verosimilitud
Durbin-Watson
Distribución de rezagos de D(LOG(IPC))
.
*|
.
* |
. *
|
*.
|
Coeficiente
0.093014
-0.768885
0.347008
-0.194744
0.870986
0.848218
0.039561
0.026606
40.24924
2.340319
i
0
1
2
3
Suma de Rezagos
Error Estánd
T
0.027204
3.419141
0.218622
-3.516960
0.062409
5.560232
0.052404
-3.716179
Media var dependiente
Error estándar var dependiente
Akaike
Schwarz
F
Prob F
Coeficiente
Error Estándar
0.54175
0.11429
0.34701
0.06241
0.15226
0.01483
-0.04248
0.04514
0.99854
0.14810
Ecuación de Salarios (PDL)
Test de Breusch-Godfrey de Autocorrelacion LM Test (AR(1))
F
0.956349 Probabilidad
Obs*R-cuadrado
1.184414 Probabilidad
121
0.342664
0.276459
Prob.
0.0033
0.0026
0.0000
0.0017
0.195899
0.101545
-3.452308
-3.253352
38.25611
0.000000
T
4.74013
5.56023
10.2688
-0.94115
6.74246
Ecuación de Salarios (PDL)
Test de White de Heterocedasticidad (sin términos cruzados)
F
1.465056 Probabilidad
Obs*R- cuadrado
8.099796 Probabilidad
0.259635
0.230883
Ajuste
0.6
0.5
0.4
0.3
0.10
0.2
0.05
0.1
0.0
0.00
-0.05
-0.10
78
80
82
84
86
88
Residual
90
92
94
Actual
96
98
Fitted
Tests de Estabilidad
15
1.6
10
1.2
5
0.8
0
0.4
-5
0.0
-10
-15
-0.4
82
84
86
88
CUSUM
90
92
94
96
98
5% Significance
82
84
86
88
90
CUSUM of Squares
122
92
94
96
5% Significance
98
0.6
1
0.4
0
0.2
-1
0.0
-2
-0.2
-0.4
-3
85
86
87
88
89
90
91
92
93
94
95
Recursive C(1) Estimates
96
97
98
85
0.4
0.6
0.2
0.4
0.0
0.2
-0.2
0.0
-0.4
-0.2
-0.6
86
87
88
89
90
Recursive C(3) Estimates
87
91
92
93
94
95
96
88
89
90
91
92
93
94
95
Recursive C(2) Estimates
0.8
85
86
± 2 S.E.
97
98
85
86
87
± 2 S.E.
88
89
90
91
92
93
94
95
Recursive C(4) Estimates
Tests de Normalidad
4
Series: Residuals
Sample 1978 1998
Observations 21
3
Mean
2.97E-18
Median -0.002371
Maximum 0.052321
Minimum -0.066674
Std. Dev. 0.036473
Skewness -0.265221
Kurtosis 1.917703
2
1
Jarque-Bera1.271142
Probability 0.529633
0
-0.06 -0.04 -0.02 0.00 0.02 0.04 0.06
123
96
97
98
97
98
± 2 S.E.
96
± 2 S.E.
ANEXO 4
LOS DATOS
obs
PIB
1960 1767986
Capital
6024401
1961 1852539
1962 1940324
LK
EMPLEO
2.3801880
LL
0.867179476
6212750
15.61132861 2.4004190
0.875643305
0.008523068
0.07403662
-0.016601454
6445270
15.64211419 2.4460380
0.894469573
-0.031440496
0.09029023
-0.025269932
1963 2063072
6735648
15.67885709 2.4996700
0.916158723
-0.045259875
0.07223948
-0.028749772
1964 2108977
6993365
15.72292458 2.5564880
0.938634442
-0.053128242
0.10052158
-0.031198157
1965 2126024
7222516
15.76047240 2.6165940
0.961873472
-0.042904331
0.12443874
-0.035825424
1966 2363100
7454976
15.79271393 2.6685820
0.981547245
-0.032205088
0.21559781
-0.059615892
1967 2439820
7696199
15.82439229 2.7527300
1.012593147
0.007788132
0.16676981
-0.059091366
1968 2527170
7979662
15.85623713 2.7840670
1.023912808
0.001030378
0.17289227
-0.061351651
1969 2621201
8284391
15.89240661 2.7973210
1.028662173
0.033317222
0.23313590
-0.061639605
1970 2675100
8619969
15.92988370 2.8420150
1.044513308
0.071695116
0.19143360
-0.042595476
1971 2914661
8923679
15.96959205 2.9343820
1.076496869
0.102239495
0.17196339
-0.024542472
1972 2879301
9108108
16.00421886 2.9876040
1.094471728
0.021934358
0.12985266
-0.006536366
1973 2719067
9266822
16.02467556 2.9705480
1.088746448
-0.015380907
0.15618534
-0.016878934
1974 2745563
9494965
16.04195105 2.8611260
1.051215254
-0.021044797
0.17675217
-0.024935070
1975 2381115
9629298
16.06627222 2.7336200
1.005626738
-0.012903999
0.03751902
-0.027794789
1976 2457650
9696640
16.08032088 2.7820120
1.023174407
-0.048878651
0.07178297
-0.034278385
1977 2660813
9819396
16.08728999 2.8874280
1.060366140
-0.002394703
0.04712969
-0.029352790
1978 2867069 10003646
16.09987017 2.9946930
1.096841722
0.001290644
0.04538106
-0.037554162
1979 3071463 10249294
16.11846018 3.0815120
1.125420386
0.047650928
0.08522258
-0.041731384
1980 3308910 10624733
16.14271938 3.2261770
1.171297845
0.136050981
0.09135140
-0.046989703
1981 3529836 11102804
16.17869514 3.3367300
1.204991286
0.166942445
0.04762187
-0.069800589
1982 3056065 11256589
16.22270825 3.0394360
1.111671972
0.143577896
0.02982515
-0.097506841
1983 2949437 11325678
16.23646420 3.1205430
1.138007025
0.075489949
0.03990117
-0.103673868
1984 3129112 11480774
16.24258310 3.3360860
1.204798264
0.063128130
0.02060314
-0.120982967
1985 3238003 11685179
16.25618437 3.5241970
1.259652609
0.094607150
-0.00015738
-0.117932470
1986 3419209 11887190
16.27383184 3.7090400
1.310773083
0.076844222
0.00000000
-0.107696310
1987 3644681 12199622
16.29097191 3.8673400
1.352566932
0.075593974
0.03058372
-0.085738879
1988 3911154 12590994
16.31691553 4.0595600
1.401074593
0.049404734
0.08408725
-0.085390233
1989 4324181 13193396
16.34849235 4.2937000
1.457148832
0.072995347
0.08548802
-0.075042648
1990 4484071 13795554
16.39522696 4.3987500
1.481320410
0.064133340
0.05689619
-0.058760472
1991 4841447 14357889
16.43985692 4.4216800
1.486519714
0.155267818
0.05980319
-0.061109058
1992 5435881 15132457
16.47981011 4.6430700
1.535375785
0.195044514
0.04851645
-0.051944358
1993 5815646 16103161
16.53235247 4.8949800
1.588210190
0.209526098
0.03148647
-0.043258922
1994 6147610 17120800
16.59452615 4.9699000
1.603399719
0.224768350
0.08438354
-0.067508971
1995 6800952 18465050
16.65580466 5.0180400
1.613039419
0.285113108
0.15868993
-0.067716463
1996 7301969 19934176
16.73139031 5.1415000
1.637344866
0.311882405
0.09192412
-0.057556653
1997 7858481 21569387
16.80794620 5.1949000
1.647677375
0.340291994
0.10947604
-0.060939380
1998 8126506
16.88678560 5.2572388
1.659605946
0.444089146
0.05756300
-0.046510793
124
FECRES
FECTI
FECTRSF
obs RECEFEC
1960
PEAKOPEN(-2) PEAKACM1(-1)
1961
0.0000000
1962
-0.0556533
1963
-0.1030902
1964
-0.0682051
1965
-0.0719991
0.388060926
1.086590831
1966
0.0000000
0.388060926
1.086590831
1967
-0.0395917
0.388060926
1.146156741
1968
0.0000000
0.407898100
1969
0.0000000
0.407898100
1970
0.0000000
1971
1972
SK
0.553834237
FITLL
FITRECEFEC
FBKF
387651.00
ITAX
0.09191090
0.00000000
392636.00
0.09496974
1.000000000
0.545433579
0.371227487
1.031555708
0.556180866
0.87573075
-0.05565330
440812.00
0.08812600
0.388060926
1.053652297
0.589022082
0.90479242
-0.07569173
505894.00
0.08434431
0.388060926
1.086590831
0.596118759
0.93482059
-0.07801099
477067.00
0.08164509
0.569983939
0.96073134
-0.03779245
448239.00
0.08640835
0.560480999
0.99473490
0.00000000
462653.00
0.09181887
0.562526508
1.00500647
-0.01494020
472543.00
0.10177588
1.146821074
0.547746228
1.02766894
-0.02101484
517245.00
0.09736085
1.163222311
0.555272123
1.03090385
0.00000000
543340.00
0.09711229
0.407898100
1.185187148
0.522327162
1.05140324
0.00000000
578414.00
0.10597763
-0.0437317
0.411182508
1.185187148
0.439584515
1.07199501
0.00000000
565001.00
0.09776420
-0.1073072
0.411182508
1.235523238
0.429450484
1.08752624
-0.09697749
451482.00
0.08518451
1973
-0.1157452
0.411182508
1.235523238
0.583850877
1.08063851
-0.08354114
424276.00
0.10495288
1974
-0.1065833
0.411182508
1.235523238
0.559241706
1.07011554
-0.04394186
505374.00
0.15600000
1975
-0.2205257
0.411182508
1.235523238
0.547038328
1.03924448
-0.22016929
396735.00
0.13900000
1976
-0.1947700
0.456430248
1.235523238
0.555684455
1.00246446
-0.14975618
338896.00
0.13800000
1977
-0.0993233
0.456430248
1.235523238
0.539719626
1.09272833
-0.11233460
404789.00
0.14400000
1978
0.0000000
0.456430248
1.235523238
0.553364269
1.10704508
0.00000000
474273.00
0.13800000
1979
0.0000000
0.493837410
1.235523238
0.587899543
1.12997626
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1998
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