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CRECIMIENTO A MEDIANO Y LARGO PLAZO EN LA ECONOMÍA CHILENA: CONSIDERACIONES PARA UN ANÁLISIS PROSPECTIVO Juan Eduardo Coeymans Avaria ABRIL, 2000. INSTITUTO DE ECONOMÍA PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE UNIDAD DE ESTUDIOS PROSPECTIVOS MIDEPLAN INDICE Resumen Ejecutivo 5 1. Introducción 11 2. Los ciclos en la historia del crecimiento a largo plazo de la economía chilena 14 3. Las fuentes de crecimiento del Producto 16 3.1 3.2 3.3 3.4 16 18 20 22 4. Descripción general del método El supuesto de retornos constantes a escala La elasticidad de producción del capital y la participación en el Producto El crecimiento en distintos períodos y sus fuentes La función de productividad agregada 37 4.1. Función de productividad dependiente del entorno económico 4.2. Un modelo lineal de productividad endógena 4.3. Un modelo de productividad endógena no lineal en las variables 37 43 57 5. Proyección de crecimiento a mediano plazo 5.1. 5.2. 5.3. 5.4. La proyección del capital Determinación del empleo, desempleo y salarios reales Determinación de la evolución de la productividad Escenarios de crecimiento 6. Algunas reflexiones para el diseño de una política de crecimiento 6.1. La importancia de las políticas 6.2. Las condiciones y políticas para el crecimiento 7. Principales conclusiones 67 68 71 77 82 88 88 94 113 ANEXO 1 Resultados de la estimación ecuación de corto plazo del modelo lineal que excluye años 1965 y 1970 Resultados de la estimación por variables instrumentales de la ecuación de corto plazo del modelo lineal 2 117 118 ANEXO 2 Ecuación de formación bruta de capital fijo 119 ANEXO 3 Ecuación de salarios 121 ANEXO 4 Los datos 123 Referencias bibliográficas 127 3 Presentación Para la Unidad de Estudios Prospectivos de MIDEPLAN es muy valioso entregar al conocimiento del público interesado los resultados de este estudio sobre “Crecimiento a mediano y largo plazo de la economía chilena: Consideraciones para un análisis prospectivo” realizado por el Prof. Sr. Juan Eduardo Coeymans del Instituto de Economía de la Pontificia Universidad Católica de Chile. El propósito central de esta investigación fue proporcionar antecedentes para entender el proceso de crecimiento sostenible a mediano plazo de la economía así como sus ciclos, especialmente aquellos referentes a la productividad agregada, a la inversión y al mercado del trabajo. El enfoque aplicado descansa en el método de fuentes de crecimiento que consiste en hacer una descomposición del crecimiento de Chile en sus fuentes principales crecimiento del empleo, del capital y de la productividad total. Dadas las peculiares características de la economía chilena, en el análisis se puso especial énfasis en el impacto de las variables externas sobre el producto y sobre aquéllas variables endógenas que determinan la evolución de la productividad en el mediano plazo. Una contribución mayor de esta investigación fue la estimación econométrica de una “función de productividad endógena” y posteriormente de una función de demanda de inversión que permitió realizar la proyección de la variable capital, pudiendo cuantificarse la incidencia del ciclo económico sobre las tasas de rentabilidad de la economía y sobre la inversión. Por otra parte, se hizo una proyección del empleo examinando en qué medida es posible definir y cuantificar una tasa natural o de equilibrio del desempleo a la cual converge la economía. Con los componentes empíricos planteados en la investigación, se construyeron escenarios de evolución de la economía chilena con un horizonte de ocho años, bajo distintos supuestos de las variables exógenas que ilustran las tasas de crecimiento del producto, capital, inversión, empleo, salarios y desempleo. Usando estos escenarios, se desarrolló una discusión acerca de cuál de ellos podía considerarse más razonable y posible. A la luz de la parte empírica del trabajo, se hizo un análisis cualitativo de las políticas económicas de crecimiento que pueden ser más pertinentes al caso chileno. Se destacaron las condiciones necesarias para conseguir tasas de crecimiento sostenidas, moderando la amplitud de los ciclos a fin de evitar episodios de desempleo de recursos, que afecten la inversión y la incorporación de nuevas tecnologías. Este trabajo constituye parte del conjunto de tareas que lleva a cabo la Unidad de Estudios Prospectivos, destinadas a generar visiones de futuro que entreguen fundamentos para la toma de decisiones de las autoridades responsables del diseño de las políticas públicas y para la discusión ampliada de los senderos que la sociedad chilena puede recorrer en la búsqueda de un mayor bienestar colectivo. Humberto Vega Fernandez Subsecretario MIDEPLAN 4 Resumen Ejecutivo Este trabajo tiene como objetivo principal proporcionar antecedentes sobre los determinantes del crecimiento de la economía chilena que resultan útiles para entender su proceso de desarrollo de mediano y largo plazo, así como sus ciclos. Ellos debieran servir para la confección de un diagnóstico sobre el crecimiento sostenible a mediano plazo, una vez superadas las consecuencias directas e indirectas de la “crisis asiática”. Se espera que contribuyan a reducir el rango de expectativas de crecimiento de los agentes económicos, lo que ayudaría a mejorar las decisiones de consumo, ahorro y endeudamiento, así como de inversión en actividades productoras de no transables. Intentar predecir el crecimiento a mediano plazo en forma puntual puede ser una tarea de alto riesgo, ya que resulta extremadamente difícil (o imposible) predecir determinadas variables exógenas (por ejemplo, el precio del cobre). De igual modo, las trayectorias de algunas variables claves que determinan el cambio técnico y los aumentos de productividad de la economía pueden ser imposibles de predecir con la información hasta ahora disponible. Por estas limitaciones, se formulará un modelo sencillo de crecimiento que permita construir “predicciones” o “escenarios” de crecimiento que son condicionales a supuestos sobre la evolución de algunas variables exógenas claves. El enfoque utilizado es el de fuentes de crecimiento, el cual se basa en las proyecciones de los factores y de la productividad total. Las elasticidades de producción de cada factor utilizadas para la estimación de la productividad total se calculan siguiendo el método de “función de productividad agregada”. Por esto, un objetivo intermedio importante del trabajo es el análisis empírico de esta función, poniendo especial énfasis en su forma y en la identificación de sus principales determinantes. Una estimación de la “función de productividad agregada” que sea teórica y estadísticamente bien comportada debe intentar dar un tratamiento adecuado de los problemas empíricos y conceptuales que presenta el uso de datos agregados, la existencia de variaciones en la utilización de los insumos a través del ciclo y la endogeneidad del cambio técnico (fenómeno que en su sentido amplio comprende tanto cambios técnicos propiamente tales como variaciones de la productividad total causadas por otros determinantes). La consideración de estos problemas debiera generar estimaciones más estables y más defendibles ante la “crítica de Lucas.” El nivel de agregación de los datos utilizados significa, en último término, que no es posible definir una relación tecnológica agregada entre producto(s) e insumos que sea independiente del “entorno económico,” ya que la composición de la producción es variable. La endogeneidad del “cambio técnico” cuestiona representaciones simples de dicho proceso, como sería el uso de una tendencia, y justifica modelar la función de productividad agregada con parámetros claves que varían en respuesta a modificaciones de política, a cambios expectativas o a shocks de diversa naturaleza. Este mismo enfoque permite abordar eficientemente el fenómeno de “tasas de utilización” de los insumos que son variables a través del ciclo. 5 Del análisis de la historia económica chilena de las cuatro últimas décadas y de las estimaciones de las fuentes de crecimiento se concluye que a través del ciclo hay fuertes variaciones en la utilización de los factores productivos contratados. De hecho, durante 17 de los últimos 37 años (1972 a 1988, inclusive), la economía chilena se habría encontrado con subutilización de los recursos contratados e ineficiencias en su uso. Descontando dos años del período de Allende y el año 1974, la subutilización en los otros 14 años estuvo asociada a las secuelas de las recesiones de 1975 y de 1982. Aunque factores internos pueden haber amplificado las recesiones, el análisis refuerza la importancia de los factores externos en la generación de las grandes fluctuaciones cíclicas. El detonante principal, aunque no único, de la recesión del 1975 fue la caída de los términos de intercambio. En la de 1982 fue una combinación de factores externos (endógenos y exógenos a las políticas internas), donde la fuga de capitales fue el principal protagonista. En las fases expansivas del ciclo, los factores externos también han tenido un papel no despreciable. Así, en la recuperación que siguió a la recesión de 197576, la entrada de capitales jugó un papel importante; en la fase expansiva post recesión de 1982-83, a partir de 1986, la evolución de los términos de intercambio y la reducción del servicio de la deuda externa contribuyeron positivamente a dicho proceso. Si en la estimación de “funciones de producción” o de productividad agregada no se controla por los efectos de las variaciones en la utilización de los recursos contratados, es altamente probable que se tienda a sobrestimar los retornos a escala de los factores y a generar errores importantes en la estimación de las elasticidades de producción de los factores. El aumento de la productividad agregada no ocurre a una tasa exógena asociada al tiempo. Aceptar este supuesto puede llevar a conclusiones erróneas sobre la tendencia de largo plazo. Por ello, se propone la estimación de funciones de productividad agregada endógena. La productividad total de los recursos contratados varía en el ciclo y en el largo plazo en función de “restricciones” que enfrentan las empresas. Estas restricciones son consideradas como variables exógenas en el modelo y determinan el conjunto de funciones de producción que eligen las empresas (donde algunas son más apropiadas a la producción en gran escala); la composición de la producción que afecta la función de productividad global; el grado de utilización de los insumos; la expansión de las tecnologías disponibles, y los cambios en la eficiencia de asignación de recursos a nivel agregado. Así, la productividad total de los recursos es una variable endógena al sistema y determinada, finalmente, por el conjunto de restricciones. De esta forma, el modelo general de productividad adoptado es básicamente uno de forma reducida. Para evitar la imposición de supuestos extremos, los insumos se miden en forma bruta, sin corregirse por calidad. El efecto de movimientos en las calidades pasa a estar incorporado como un elemento más que determina la productividad de los recursos. En el análisis empírico de la función de productividad se estimaron dos tipos de modelo. Primero, una función lineal en los logaritmos, con elasticidades de producción constantes y con elasticidad de sustitución igual a uno, donde las variables de estado afectan la productividad total. La posible simultaneidad entre alguna de las variables de 6 estado y el producto, así como entre éste y el empleo, fue abordada por medio del uso de variables instrumentales. Los resultados de la estimación de la función de productividad lineal muestran claramente que los detonantes principales de los grandes ciclos han sido los shocks externos, los cuales inducen un conjunto de expectativas y reacciones de las autoridades y agentes económicos, en la dirección de reducción del gasto y alza de tasas de interés, que provocan una caída de la tasa de utilización de los recursos contratados y, por lo tanto, de su productividad total. La magnitud de los efectos sobre la productividad no necesariamente corresponde al tamaño del shock como proporción del producto. La evidencia empírica de la economía chilena acepta que un factor muy importante del aumento de la productividad en el mediano plazo es la apertura que ha alcanzado esta economía en el pasado y todos los efectos directos e indirectos sobre la productividad agregada que genera. El indicador de apertura utilizado refleja que los avances de productividad conseguidos con un determinado nivel de apertura no se pierden a raíz de una recesión. Por otro lado, el indicador elegido no está sujeto a la crítica de confundir causalidades entre producto e importaciones. Es importante señalar que el nivel de apertura determina el nivel de productividad y no a su tasa de crecimiento, lo cual plantea el desafío mayor de seguir profundizando dicho proceso y/o buscar nuevas fuentes de aumentos de productividad, si se quiere seguir gozando de tasas de crecimiento no significativamente inferiores a las observadas en la última década. También es posible identificar la existencia de aumentos de productividad en el largo plazo que se deben a un conjunto de factores adicionales cuyo impacto individual resulta difícil de aislar. Las ganancias de productividad acumuladas asociadas a estos factores, al igual que aquéllas derivadas de la apertura, tienen la propiedad de no perderse en las fases recesivas del ciclo. En estas fases, sin embargo, se frena el flujo de nuevas ganancias. De acuerdo a la estimación del modelo lineal, la hipótesis de retornos constantes a escala no es rechazada por los datos. La estimación del segundo modelo, una función de productividad del tipo translog, permitió obtener una elasticidad de producción del capital y una de sustitución entre capital y trabajo, que son variables a través del tiempo. La evidencia aportada por este segundo modelo es consistente con una elasticidad de producción del capital durante los noventa en torno a 0.35 y una de sustitución en torno a 0.4. La estimación de este mismo modelo sugiere fuertemente la hipótesis de que hay una distorsión entre elasticidad de producción del capital y su participación en el producto. A pesar de que la elasticidad de sustitución en Chile sería menor que uno, la elasticidad de producción y la participación del capital han subido a través del tiempo, lo que indica un progreso técnico de largo plazo más intensivo en capital. En forma similar al modelo lineal, el análisis también detecta que los factores detonantes del ciclo son shocks externos. No todos estos shocks tienen el mismo efecto. Si se cuantifican como proporción del producto, los shocks más importantes corresponden, en primer lugar, a los cambios en los servicios 7 financieros de la deuda, lo que revela el potencial impacto de alzas en las tasas de interés externas y, en segundo lugar, a los shocks de términos de intercambio. Las caídas de reservas internacionales, al aumentar la probabilidad percibida de una posible crisis de balanza de pagos, generan diminuciones en la productividad, aunque su efecto es bastante menor que los anteriores. El indicador global de restricción externa (RECEFEC), que se construyó para reflejar situaciones de “crisis externa,” tiene un gran poder explicativo de la evolución de la productividad a través del ciclo, alcanzando su semielasticidad a 0,47. En forma similar al primer modelo, el segundo también resalta la importancia de la apertura externa y del conjunto de los otros determinantes de la evolución de la productividad en el largo plazo. Usando los resultados de la función de productividad translog se construyeron indicadores de productividad depurados de los efectos de los ciclos. Ellos muestran que los períodos durante los cuales se cosecharon las mayores ganancias de productividad de más largo plazo fueron dos: el período 1979-82 y aquél de la década de los noventa. Dichas ganancias fueron el fruto de reformas estructurales realizadas previamente. Las ganancias del primer período podrían atribuirse a la apertura comercial, en primer lugar, y a las otras reformas implementadas inicialmente por el gobierno militar: liberación de precios y mercados internos, devolución de propiedades confiscadas, racionalización de empresas públicas, primera oleada de privatizaciones, importantes avances en materia de equilibrio fiscal y en estabilidad de precios, etc.. Las ganancias de productividad del segundo período, en la década de los noventa, pueden atribuirse en forma más equilibrada a la intensificación del proceso de apertura de la economía y desarrollo exportador, por una parte, y a un conjunto de otros factores (mayor incorporación de tecnologías incorporadas en los bienes de capital por aumento en la tasa de inversión, perfeccionamiento de la legislación del sector financiero, mejor clima laboral, mayor cobertura educacional, mayor racionalidad en el manejo y tarificación de empresas públicas, mayor participación del sector privado en obras de infraestructura vía concesiones, etc.) cuyos efectos individuales son difíciles de aislar con los datos agregados, por otra parte. Debe notarse que en el proceso de profundización de la apertura pueden haber jugado un rol importante el freno al gasto iniciado a mediados de los ochenta y el consecuente aumento del tipo de cambio real, así como las inercias propias del proceso de inserción en los mercados internacionales y desarrollo de las exportaciones. Por otro lado, la eliminación de la subutilización del capital, la mayor estabilidad macro lograda en los noventa, así como el mejor clima de inversión en general, produjeron un fuerte aumento de la tasa de inversión, tanto doméstica como externa, lo que debe haber contribuido positivamente al proceso de incorporación de nuevas tecnologías. En la construcción de los componentes del modelo de proyección de crecimiento se destaca el hecho de que las grandes fluctuaciones de la tasa de inversión fueron inducidas principalmente por fuertes variaciones de la rentabilidad del capital. Estas, a su vez, se explican, en gran medida, por los cambios de la razón producto capital generados por el ciclo. Considerando este comportamiento de la inversión, los shocks externos afectan el crecimiento a través de dos vías principales, que tienen efectos a distintos plazos y con diferentes velocidades de reacción: en el corto plazo, a través de la utilización y la 8 productividad y, en el mediano plazo, a través del efecto que la utilización del capital tiene sobre la rentabilidad, el stock de capital deseado, la tasa de inversión y el crecimiento del stock de capital. En el análisis de los escenarios de crecimiento se concluye que para lograr tasas de crecimiento del producto en torno al 8%, se requiere que tanto la hipótesis de evolución de la productividad total como de fuerza laboral sean muy optimistas. Tasas en torno a 6,4 no requieren de supuestos tan extremos y se consideran más plausibles como promedio para el mediano plazo. Con estas tasas de crecimiento, la tasa de inversión convergería a niveles en torno a 30% y la tasa de desempleo a cifras en torno a 6.3%. Estos valores parecen plausibles en el mediano plazo para la economía chilena y coherentes con déficits de cuenta corriente sostenibles en un contexto de términos de intercambio más normales que los actuales. En la parte final del trabajo se discuten las condiciones que deben mantenerse o tratar de alcanzarse para conseguir tasas de crecimiento más elevadas. Se destaca en primer lugar la importancia de la estabilidad macroeconómica. En el caso de aquellas economías con alta inflación resulta fundamental lograr el equilibrio fiscal. En el caso de economías que han superado este problema, pero que son afectadas fuertemente por shocks externos, es crucial moderar la amplitud de los ciclos para así evitar episodios con gran desempleo de recursos, que afectan negativamente la inversión y la incorporación de nuevas tecnologías. En esta misma sección se discute la importancia que la eliminación de las distorsiones en los mercados puede tener para algunas economías menos avanzadas en este aspecto. Se explica el rol que juega la integración al mundo, tanto a través de la apertura a las importaciones de bienes como de capitales. Ello es una condición necesaria no sólo para mejorar la asignación de recursos y abaratar el costo del capital, sino que también para la incorporación de nuevas tecnologías, las que son determinantes del crecimiento de la productividad en el largo plazo. Se enfatiza la importancia de tener mercados de capitales más desarrollados y profundos y mercados de trabajo competitivos y flexibles. Esto último es especialmente necesario cuando se siguen políticas cambiarias de cambio fijo o fijado y/o cuando se sufren shocks externos de grandes magnitudes. Asimismo, se discute el rol que juegan la investigación y la formación de capital humano, la infraestructura física, el ahorro como medio para tener cuentas externas sostenibles, y se termina con una breve discusión sobre rol que juega la estabilidad y eficiencia de las instituciones. El trabajo está dividido en siete secciones. Luego de la introducción, en la segunda sección se muestra la importancia de los ciclos en la historia del crecimiento a largo plazo de la economía chilena. En la tercera sección se describe el método de fuentes de crecimiento, justificando el supuesto de retornos constantes a escala y el uso de elasticidades obtenidas de la estimación de una “función de productividad agregada,” y se hace un análisis de las fuentes de crecimiento, proveyendo un recuento histórico de la evolución de los factores productivos y de la productividad total para el período 1960-1998. En la cuarta sección el análisis se concentra en la identificación de los determinantes de corto y mediano plazo de la productividad media y total de los factores, en la estimación de las elasticidades de producción de los factores y de los otros parámetros fundamentales que definen la “tecnología agregada.” 9 El análisis empírico permite sacar algunas conclusiones sobre los determinantes fundamentales de la productividad en Chile, destacándose la importancia de los shocks externos en su evolución en el corto plazo y de la apertura de la economía en el mediano plazo. En la quinta sección se presentan los componentes del modelo de proyección del crecimiento promedio a mediano plazo (o “producto potencial”) que tiene como principales variables endógenas a la tasa de crecimiento del producto, la tasa de inversión, el crecimiento del capital, del empleo, de los salarios y la tasa de desempleo a la cual converge al economía. Esa sección concluye con la construcción de escenarios alternativos condicionados a diferentes supuestos sobre el crecimiento de la fuerza de trabajo y de la productividad. Los antecedentes sobre productividad reportados a lo largo del trabajo, así como aquéllos sobre el mercado laboral, apuntan a que cada lector saque sus propias conclusiones sobre la plausibilidad de esos supuestos y, por lo tanto, de cada uno de los escenarios. La sexta sección contiene reflexiones sobre políticas para el crecimiento en una economía como la chilena y la última resume las principales conclusiones. 10 1. Introducción 1 En los años recientes, el tema del crecimiento potencial de la economía chilena ha despertado gran interés entre los analistas económicos. Parte de este interés se debe a que el Banco Central ha definido como uno de los objetivos de su política monetaria el suavizamiento de un ciclo supuestamente centrado en un determinado crecimiento sostenible a mediano plazo. Se ha señalado que una estimación del producto potencial demasiado pesimista por parte del instituto emisor impondría costos significativos en términos de crecimiento, ya que, en ese evento, el Banco Central tendería a elevar las tasas de interés que controla (las cortas) más allá de lo necesario. La importancia de este costo de la política monetaria indujo a varios analistas de la economía chilena, a mediados de los noventa, a cuestionar las estimaciones del potencial de crecimiento que según el Banco Central tenía la economía chilena.2 Posteriormente, tanto esta institución como el Ministerio de Hacienda revisaron sus estimaciones y, antes de la crisis asiática y de la caída del precio del cobre, habían tendido a elevar sus estimaciones sobre el crecimiento del producto potencial. El freno del crecimiento detonado por la crisis asiática ha orientado la discusión hacia la magnitud del ajuste e instrumentos usados para implementarlo, alejándola del tema del potencial de crecimiento de mediano plazo. Sin embargo, la propia crisis ha provocado una disminución del optimismo sobre el potencial de la economía chilena y cabe esperar que, una vez superadas las consecuencias de la crisis externa, el tema del crecimiento a mediano plazo volverá a plantearse en la discusión. El propósito principal de este trabajo es proporcionar antecedentes importantes que deben ser tomados en cuenta al momento de hacer un diagnóstico sobre el crecimiento sostenible a mediano plazo, una vez superadas las consecuencias de los shocks externos actuales, e información sobre los determinantes del crecimiento que resultan útiles para entender el proceso de desarrollo, así como los ciclos de la economía chilena. Se espera que estos antecedentes contribuyan a formar las expectativas de crecimiento de los agentes económicos dentro de un rango más estrecho del que existe actualmente, lo que puede 1 El proyecto de investigación cuyos resultados se presentan en este trabajo contó con el apoyo financiero de MIDEPLAN, de la Fundación MELLON y de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Agradezco los comentarios de Edgardo Barandiarán, Rómulo Chumacero, Hernán Cortés, Claudio Zapelli, Viviana Fernandez, Dominique Hachette, Norman Loayza y Rodrigo Vergara a una versión preliminar de este trabajo. Asimismo, agradezco los comentarios de Wiebke Krauss y su asistencia en la construcción de la base de datos. Por supuesto, los errores son de mi exclusiva responsabilidad. 2 Las diferencias entre los analistas e instituciones no han sido menores. Por ejemplo, usando las cifras de crecimiento previas a las de la última revisión de cuentas nacionales, que incluso mostraban para el período 1989-1996 tasas menores en cerca de un punto anual a las de las actuales cuentas revisadas, Quiroz y Chumacero (1996 y 1997) señalaban que la economía chilena podría crecer a una tasa sobre 8,1%, de no ser por la política monetaria seguida por el Banco Central o shocks de términos de intercambio. Otros economistas usando el mismo tipo de cifras, pronosticaban tasas entre 6,5% y 7% (ver Roldós, (1997), Rojas, López y Jiménez, (1997) y De Gregorio, (1997). El Ministerio de Hacienda, por su parte daba una señal de 6%. 11 contribuir a mejorar las decisiones de consumo, ahorro, endeudamiento e inversión en actividades productoras de no transables. La importancia de este tema no debe subestimarse si se considera que parte de la explicación de la expansión exagerada de la deuda en la economía chilena a fines de los setenta puede atribuirse a un exagerado optimismo sobre el crecimiento sostenible en el mediano plazo. Intentar predecir el crecimiento a mediano plazo en forma puntual puede ser una tarea de alto riesgo porque determinadas variables exógenas son de difícil o imposible predicción (por ejemplo, el precio del cobre). De igual modo, las trayectorias de algunas variables claves que determinan el cambio técnico y los aumentos de productividad de la economía pueden ser imposibles de predecir con la información hasta ahora disponible. Por estas limitaciones, se formulará un modelo sencillo de crecimiento que permita construir “predicciones” o “escenarios” de crecimiento condicionales a supuestos sobre la evolución de algunas variables exógenas claves. Existen enfoques alternativos para hacer proyecciones de crecimiento a mediano plazo. Uno de ellos es el de fuentes de crecimiento, el cual se basa en las proyecciones de los factores y de la productividad total. La magnitud de los efectos del crecimiento de los factores sobre el producto depende de sus elasticidades de producción. Por otro lado, la proyección de la productividad total, así como el análisis de cuán plausibles pueden ser dichas proyecciones, requiere de información sobre sus determinantes. Considerando la importancia que tiene la especificación y estimación de la “tecnología agregada” para el análisis de las fuentes de crecimiento y la construcción de los escenarios, un objetivo intermedio importante del trabajo es el análisis empírico de la productividad agregada, con especial énfasis en sus determinantes. Esto proveerá estimaciones de las elasticidades de producción de los factores y aportará antecedentes sobre cuán plausibles pueden ser las proyecciones de la productividad total utilizada en los escenarios. Si no se quiere imponer a priori las restricciones de retornos constantes a escala y la de igualdad entre elasticidad de producción de cada factor y su participación en el producto, calculada con información de cuentas nacionales, la alternativa más común es la estimación de una “función de producción agregada.” Una estimación de esta función que sea teórica y estadísticamente bien comportada debe intentar dar un tratamiento adecuado de los problemas empíricos y conceptuales que presenta el uso de datos agregados y la endogeneidad del cambio técnico, en un sentido amplio, así como de los problemas de medición de los insumos que se generan por las variaciones en su utilización a través del ciclo. La consideración de estos problemas debiera generar estimaciones más estables y más defendibles ante la “crítica de Lucas”. El nivel de agregación de los datos utilizados significa en último término que no es posible definir una relación tecnológica agregada entre producto (s) e insumos que sea independiente del “entorno económico”, ya que la composición de la producción es variable. La endogeneidad del “cambio técnico,” que en su sentido amplio incluye tanto cambios técnicos propiamente tales así como aumentos de la productividad total causado por otros determinantes, cuestiona representaciones simples de dicho proceso, como podría 12 ser el uso de una tendencia, y hace plausible la existencia de cambios en los parámetros de la función de productividad en respuesta a cambios de política, expectativas o shocks de diversa naturaleza. El hecho de que las “tasas de utilización” de los insumos sean variables a través del ciclo, puede ser abordado en principio con estimaciones de dichas tasas y una definición de la función de productividad en términos de los “servicios de los insumos.” Sin embargo, esta solución exige aceptar restricciones sobre los datos con distribuciones desconocidas. Ignorar el problema puede introducir sesgos en la estimación de los parámetros fundamentales que definen la “tecnología agregada.” De acuerdo al enfoque de productividad adoptado y para evitar la imposición de supuestos extremos, los insumos se miden en forma bruta, sin corregirse por calidad. El efecto de movimientos en las calidades pasa a estar incorporado como un elemento más que determina la productividad de los recursos. De acuerdo a la especificación adoptada, la productividad total de los insumos medidos varía a través del ciclo y en el largo plazo, y termina dependiendo de variables económicas. El trabajo contiene siete secciones. En la sección siguiente se muestra la importancia de los ciclos en la historia del crecimiento a largo plazo de la economía chilena. En la tercera sección se describe el método de fuentes de crecimiento, justificando el supuesto de retornos constantes a escala y el uso de elasticidades obtenidas de la estimación de una “función de productividad agregada,” y se hace un análisis de las fuentes de crecimiento, proveyendo un recuento histórico de la evolución de los factores productivos y de la productividad total para el período 1960-1998.3 En la cuarta sección el análisis se concentra en la identificación de los determinantes de corto y mediano plazo de la productividad media y total de los factores, en la estimación de las elasticidades de producción de los factores y de los otros parámetros fundamentales que definen la “tecnología agregada.” El análisis empírico permite sacar algunas conclusiones sobre los determinantes fundamentales de la productividad en Chile, destacándose la importancia de los shocks externos en su evolución en el corto plazo y de la apertura de la economía en el mediano plazo. En la quinta sección se presentan los componentes de un modelo simple de proyección del crecimiento promedio a mediano plazo (o “producto potencial”) que tiene como principales variables endógenas a la tasa de crecimiento del producto, la tasa de inversión, el crecimiento del capital, del empleo, de los salarios y la tasa de desempleo a la cual converge al economía. Esa sección concluye con la construcción de escenarios alternativos condicionados a diferentes supuestos sobre el crecimiento de la fuerza de trabajo y de la productividad. Los antecedentes sobre productividad reportados a lo largo del trabajo, así como aquéllos sobre el mercado laboral, apuntan a que cada lector saque sus propias conclusiones sobre la plausibilidad de esos supuestos y, por lo tanto, de cada uno de los escenarios. 3 Dado que algunas cifras para 1998 aún no están disponibles, el análisis y descripción de algunas variables sólo llega hasta 1997. 13 Se espera, sin embargo, que la evidencia aportada sirva para reducir el rango de predicciones del crecimiento a mediano plazo que se consideran plausibles. La sexta sección contiene algunas reflexiones sobre políticas para el crecimiento en una economía como la chilena. La última sección resume las principales conclusiones. 2. Los ciclos en la historia del crecimiento a largo plazo de la economía chilena El examen de la evolución del crecimiento de la economía chilena durante el presente siglo revela algunos hechos importantes que deben ser tomados en cuenta al momento de intentar estimar el potencial de crecimiento a mediano plazo. En el Gráfico 1 se presenta la evolución del producto per capita de la economía chilena desde el año 1909. Las cifras están expresadas en logaritmos por lo que la pendiente de la función del tiempo, dibujada con barras, refleja la tasa de crecimiento. GRAFICO 1 LOG PIB PER CAPITA ($ DE 1986) CHILE 1909 - 1998 13.4 13.2 13 12.8 12.6 12.4 12.2 12 11.8 11.6 11.4 1910 1915 1920 1925 1930 1935 1940 1945 1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 Al observar el Gráfico 1, se destacan varios hechos. La trayectoria de crecimiento en Chile desde los años veinte ha estado interrumpida por tres grandes recesiones, la de los años 30, la del 75 y la del 82. También ha tenido otras fluctuaciones importantes pero menores que los tres episodios señalados. Los tres episodios han tenido su origen en causas externas. Los factores internos pueden haber amplificado los efectos de estas crisis, en magnitudes difíciles de evaluar, pero el detonante principal ha sido un factor externo. Un segundo hecho que se deduce de la historia del crecimiento de largo plazo es que en los primeros años siguientes a las tres grandes recesiones, siempre se han observado grandes tasas de crecimiento. En la fase de recuperación no hay que hacer grandes esfuerzos de inversión debido a la disponibilidad de capital ocioso. La tasa de ocupación de la fuerza de trabajo tiende a recuperarse, muy probablemente con un aumento importante del empleo de aquellos trabajadores de capital humano poco específico a la 14 empresa y que, por eso mismo, forman un porcentaje significativo dentro de los cesantes. En esta fase de recuperación es razonable esperar que el factor principal que explica el crecimiento no sea la inversión, sino que la recuperación de la utilización de los factores productivos capital y trabajo que permanecieron contratados así como la recontratación de trabajadores que fueron despedidos. Tercero, en las dos primeras recesiones, estas fases de recuperación fueron interrumpidas luego de 5 a 8 años. En el episodio de la crisis de los 30 se interrumpió sin que hubiera existido una causa externa importante y, probablemente, porque se agotó la fuente de crecimiento fácil: recontratación de trabajadores desempleados y aumentos de utilización de la "capacidad productiva instalada" o de los recursos contratados. La recuperación de la recesión del 75 fue interrumpida por otra crisis externa, aquélla que generó la recesión del 82. La recuperación que siguió a esta última recesión no se ha interrumpido debido a que las fuentes del crecimiento fácil, una vez agotadas, han sido sustituidas con mayor inversión y crecimiento del stock de capital y con mayor aumento de productividad. Claramente, la experiencia reciente de una fase expansiva tan prolongada no tiene parangón histórico. El mero hecho de haber recuperado los niveles de “tendencia,” sin considerar el hecho de que las tasas de crecimiento actuales son muy superiores a las de esa tendencia, significa que algo sustantivo ha ocurrido. En efecto, no sólo que se han recuperado las tasas de empleo y utilización de los factores productivos sino que, además, se han superado los impactos negativos sobre el producto potencial que las recesiones provocan sobre la acumulación de capital e incorporación de cambio técnico, definido este último en una forma amplia. Cuarto, la importancia de las últimas dos grandes recesiones y sus secuelas fue tan grande que si no hubieran existido habría bastado mantener en forma permanente la mediocre tasa de crecimiento del PIB de sólo 3,5%, similar a la del largo período que va desde 1935 a 1970, para alcanzar los niveles de producto per capita que se obtuvieron a mediados de los noventa. Quinto, una parte importante de los datos disponibles para el período 1960-1997 corresponde a años en que la economía estaba sufriendo las secuelas de alguna de las dos grandes recesiones, o de la convulsión económica provocada durante el Gobierno de Allende. En otras palabras, no hay muchos años en que la economía estaba en su frontera de producción, lo hace difícil la tarea de extraer la información sobre las tendencias y comportamiento de la economía en el largo plazo y en situaciones más cercanas al “pleno empleo.” Esto explica el horizonte de “mediano plazo” de las proyecciones y el enfoque menos pretencioso de escenarios sobre la evolución de la productividad total que se realiza en la quinta sección. 15 3. Las fuentes de crecimiento del Producto Considerando que un modelo econométrico completo de la economía chilena está fuera de los alcances de este trabajo, el enfoque elegido para el análisis del crecimiento histórico y la posterior construcción de escenarios sobre la posible evolución del crecimiento futuro es el de fuentes de crecimiento, el cual centra la atención en los determinantes de la oferta agregada. 3.1. Descripción general del método Desde el punto de vista de la oferta o de las fuentes, el crecimiento del producto en cualquier economía se puede atribuir a los siguientes factores: a) acumulación de capital (K); b) aumento de la contratación de trabajadores (L); c) cambio en el "nivel de utilización" del capital y el trabajo (Util), lo que incluye no sólo horas medidas de trabajo sino además la intensidad del esfuerzo por hora ("menos trabajadores tomando café"); d) reasignación de recursos desde "actividades" de baja a más alta productividad (Reag), la que puede ocurrir entre sectores, empresas, o al interior de estas últimas; e) progreso técnico causado por la incorporación de nuevas formas de producir con las mismas calidades y cantidades de factores, así como por mejoramientos en dichas calidades (T). En términos simples, se puede decir que existe una función que explica la producción agregada (Y): Y = F(K, L, Util, Reag, T) (1) Debe notarse que esta función no es una relación puramente técnica, como sería una función de producción tradicional, sino que es una relación económica. Para el análisis que sigue se agruparán las fuentes de crecimiento en sólo tres componentes: 1) contribución del crecimiento del stock de capital; 2) contribución del crecimiento de la ocupación y, 3) contribución del crecimiento de la productividad total de los recursos (PT). El último factor recoge los efectos de c), d) y e) indicados más arriba. La contribución al crecimiento de la productividad total es el crecimiento que ocurriría en la eventualidad de que los recursos contratados permanecieran constantes. Debe recalcarse que este concepto de productividad total corresponde a la productividad de los recursos contratados y no de los utilizados.4 Nótese que c), la utilización, en principio debiera tener un alto componente cíclico o de corto plazo, ya que no es posible que esta variable aumente en forma indefinida. Este componente cíclico implica que la variable 4 En este trabajo se opta por definir el aumento de la productividad total como el aumento de producto que se puede conseguir con los mismos insumos “contratados.” Otras opciones que también se basan en una relación producto insumos definen el cambio técnico como el aumento de producto dados los mismos servicios de los insumos (insumos “utilizados”) o, alternativamente, dadas las mismas cantidades de insumos utilizados de calidad constante. Por supuesto que los problemas de medición no son menores. Una alternativa diferente pero igualmente válida, es definir el aumento de la productividad total como la reducción de costos dados los mismas cantidades y precios de los insumos. 16 productividad total, como aquí se ha definido, no es independiente del ciclo. En consecuencia, la relación (1) se puede escribir como: Y = F(K, L, PT) (2) Derivando logarítmicamente la ecuación (1) respecto a tiempo, la tasa continua de crecimiento del producto puede aproximarse por la siguiente ecuación: dlnY ∂lnY dlnK ∂lnY dlnL ∂lnY dlnPT = + + ∂lnK dt ∂lnL dt ∂lnPT dt dt La ecuación (3) se puede escribir como: gY = eK gK + eL n + m (3) (4) donde: eK = eL = ∂lnY ∂lnK ∂lnY ∂lnL = elasticidad de producción respecto al capital = elasticidad de producción respecto al trabajo n = tasa de crecimiento del empleo. m= ∂lnY dlnPT ∂lnPT dt = efecto del crecimiento de la productividad total de los recursos o crecimiento de la productividad total. Si se define el cambio logarítmico de la productividad total como el crecimiento (medido como cambio en logaritmos) que ocurriría si los factores contratados permanecen constantes, entonces ∂lnY ∂lnPT = 1 y el "efecto" del crecimiento de la productividad total es igual al crecimiento mismo de esta variable. Cada término de la ecuación (4) mide la contribución al crecimiento de cada una de las tres grandes fuentes. El método de las fuentes se puede usar para proyectar el crecimiento si se tiene información de la elasticidad de producción de cada factor y si se dispone de proyecciones de cada componente, K, L y m. A continuación se analizará la información sobre las elasticidades de producción. 17 3.2. El supuesto de retornos constantes a escala En principio, las elasticidades de producción de capital y trabajo (eK y eL) no tienen que sumar uno, ya que perfectamente pueden existir retornos a escala decrecientes o crecientes a nivel agregado. La existencia de retornos decrecientes puede ocurrir en algunos países, especialmente en las primeras etapas de desarrollo cuando la agricultura es más importante. Si hay retornos constantes a escala en todos los factores, incluyendo la tierra, existirán retornos decrecientes “a escala” en los factores trabajo y capital si la tierra es excluida de la medición de este último factor. Por otro lado, parte la literatura reciente de los últimos años5 ha enfatizado la posibilidad de existencia de retornos crecientes como una forma de explicar el crecimiento del ingreso per capita. En este trabajo, sin embargo, se adopta el supuesto de retornos constantes a escala, trasladándose así la "responsabilidad" del crecimiento del ingreso per capita en el largo plazo al aumento en la productividad total de los recursos. La justificación empírica de este supuesto se encuentra en la cuarta sección de este trabajo. Aquí, sin embargo, es pertinente dar algunos argumentos de tipo conceptual. Primero, frente a la evidencia de estimaciones empíricas que suelen arrojar retornos crecientes a escala, debe señalarse que ellas, por lo general, suelen sobrestimarlos debido a que normalmente en la estimación de las funciones de producción no se incorpora algún indicador que refleje el hecho de que la utilización de los recursos varía a través del tiempo en forma procíclica. O sea, se parte de la base que los factores contratados varían proporcionalmente con los servicios de los factores, lo cual, como se verá para el caso chileno, no es efectivo. La variación de la utilización de los factores afecta al capital y al trabajo. El número de horas que “opera” el capital y el trabajo varía procíclicamente, sea a través de cambios en el número o en la duración de los turnos. A través del ciclo no sólo varían las horas de trabajo, lo que podría eventualmente medirse, sino que además la intensidad, calidad y efectividad del esfuerzo de los trabajadores. Dada la existencia de costos de reemplazo y entrenamiento de los trabajadores, en las recesiones, usualmente percibidas como fenómenos transitorios, se despide un menor número de trabajadores que lo que se haría si la caída del nivel de producto fuera percibida como permanente. El ajuste en las cantidades contratadas de trabajadores tenderá a ser mayor en el caso de aquéllos con bajo capital humano o poco específico. Dado que en el corto plazo hay baja sustitución entre trabajadores con distinto tipo de capital humano, debiera esperarse que el nivel de intensidad, calidad y efectividad del esfuerzo de los trabajadores que quedan contratados tienda a caer en las recesiones. La exclusión de una variable que refleje los cambios en la utilización de los recursos contratados tiende a generar una sobrestimación de los retornos a escala en la “función de producción agregada” debido a la correlación positiva entre tasas de 5 Romer, P. (1986) "Increasing Returns and Long-Run Growth" Journal of Political Economy 94:5, (October) pp. 1002-37 18 utilización y factores contratados. En otras palabras, aquéllos aumentos de productividad asociados a la fase expansiva del ciclo que son originados por aumentos de la utilización tienden a atribuirse a los cambios de los factores contratados (o medidos) debido a que no se incorpora explícitamente la o las variables que reflejan utilización. Los aumentos en las elasticidades de producción que este fenómeno genera terminan sesgando positivamente la medición de los retornos a escala. En Coeymans y Mundlak (1992) y en Coeymans (1992) se destaca este fenómeno.6 La literatura más reciente para países desarrollados también ha puesto énfasis en este punto.7. El segundo argumento para adoptar retornos constantes a escala es el principio de parsimonia. En la medida que no se rechace la hipótesis nula más parsimoniosa de retornos constantes a escala, debería adoptarse ese supuesto. En la cuarta sección de este trabajo se muestra que los datos de la economía chilena no rechazan esta hipótesis. Aceptando el supuesto de retornos constantes a escala (eK + eL =1), la ecuación (4) se puede escribir como: gY = eK gK + (1-eK) n + m (5) Las elasticidades de producción pueden obtenerse de dos maneras que no necesariamente producen el mismo resultado. La primera es suponiendo que son iguales a las participaciones en el valor agregado y la segunda es por medio de la estimación econométrica de la “función de producción agregada” o, más rigurosamente, “función de productividad agregada.” En este trabajo se opta por aquéllas obtenidas de acuerdo a la segunda metodología.8 A continuación se justifica esta opción. 6 Ver Coeymans, J. E. y Mundlak, Y. "Endogenous Technology and Sectoral Productivity. Chile 1962 -1982" The Journal of Productivity Analysis, 3, (septiembre 1992), pp. 257-275 y Coeymans, J, E. "Productividad, Salarios y Empleo en la Economía Chilena: Un Enfoque de Oferta Agregada" en Cuadernos de Economía, Año 29, Nº 27, (Agosto 1992) pp. 229 - 263. 7 Ver Basu, S. y Kimbal, M. S. (1997) "Cyclical Productivity with Unobserved Input Variation" WP National Bureau of Economic Research, Working Paper 5915, (February). Estos autores, usando un modelo dinámico optimizador, determinan las tasas variables de utilización para el trabajo y el capital. Al estimar el modelo que anida las variaciones cíclicas de la utilización de los factores, retornos crecientes a escala y tecnología variable como hipótesis explicativas de las variaciones cíclicas de la productividad, encuentran fuerte evidencia para la hipótesis de variaciones cíclicas en la utilización y ninguna evidencia para aquélla de retornos crecientes. Este resultado cuestiona la validez de varios trabajos sobre el ciclo que suponen retornos crecientes. 8 Varios trabajos en el área de macroeconomía aplicada usan el concepto de “función de producción” agregada, especialmente en trabajos cuyo fin es proyectar el “producto potencial”. Estos trabajos tratan de descubrir cual es el producto alcanzable si todos los recursos estuvieran ocupados con intensidades de uso normales para el largo plazo. Ejemplos de trabajos que usan la metodología del producto potencial son Artus (1977), trabajo que se concentra en el sector industrial. En ese trabajo se defiende el enfoque de función de producción frente a los métodos alternativos de encuestas a empresarios (donde se les pregunta cuál consideran que es el producto alcanzable) o el enfoque de la tendencia de los peaks (popularizado por Klein y Summers (1966). Posteriormente, Adams, Fenton y Fleming (1987), calculan el producto potencial pero para las economías agregadas (excluyendo el sector público). El enfoque de estos trabajos también privilegia el uso del método de la función de producción ante las metodologías alternativas. 19 3.3. La elasticidad de producción del capital y la participación en el Producto Bajo el supuesto de retornos constantes a escala y mercados competitivos, las participaciones de cada factor en el valor agregado total de la economía pueden ser consideradas como posibles estimadores de las elasticidades de producción. Este resultado se desprende de las condiciones de primer orden de maximización de utilidades de una empresa representativa. El valor agregado de una empresa en términos nominales, esto es, el valor de sus ventas menos el costo de los insumos intermedios, puede escribirse como: Y.P = wn.L + RN + ti.Y.P + δ.K.PK (6) donde, Y P wn L RN ti δ PK = valor agregado a precios constantes. = precio nominal del valor agregado. = tasa de salarios en pesos corrientes. = empleo. = excedente del “capital” en pesos corrientes. = tasa de impuestos indirectos a la producción. = tasa de depreciación. = precio nominal de los bienes de capital. Por lo tanto, RN = Y.P - wn.L - ti.Y.P - d.K.PK (7) Bajo condiciones de competencia en los mercados de producto e insumos, una de las condiciones de primer orden para la maximización de RN es: ∂RN ∂L =P ∂Y ∂L ∂Y - wn - ti.P. =0 (8) ∂L Por lo tanto: ∂Y ∂L = wn P ⋅ (1 - ti ) Multiplicando a ambos lados por ∂Y L ∂L Y = (9) L : Y wn L P ⋅ (1 - ti ) Y (10) El término de la izquierda es la elasticidad de producción del trabajo y el de la derecha es la participación del trabajo en el valor agregado neto de impuestos indirectos. Esta condición es la que justifica el uso de la participación del trabajo como un estimador de la elasticidad de producción de ese factor (eL). Dado el supuesto de retornos a escala, la 20 elasticidad de producción del capital (eK) es igual a (1-eL). En general, es conveniente usar un promedio móvil de la participación de los factores en el período t y en t-1, ya que permite una mejor aproximación a una función de producción no lineal en los logaritmos, donde la elasticidad de producción depende de la razón capital trabajo (éste sería el caso, por ejemplo, de una función C.E.S. o una del tipo translog).9 La metodología de las participaciones aplicada a datos agregados requiere de dos supuestos bastante discutibles: a) que existe equilibrio competitivo y, b) que la medición disponible de los pagos al trabajo, normalmente datos de cuentas nacionales, realmente reflejan las remuneraciones de este factor. Existe una alta probabilidad que la condición a) sea inválida, especialmente por la existencia de elementos monopsónicos en la contratación de trabajo, condiciones que debieran agravarse cuando aumenta el desempleo, especialmente en una economía en que no hay seguro de desempleo. La existencia de poder monopsónico implica salarios menores a la productividad marginal del trabajo. Esto también significa que la participación de este factor medida con datos de cuentas nacionales tenderá a subestimar la elasticidad de producción y, si hay retornos a escala constantes, la participación del capital tenderá a sobrestimar la correspondiente elasticidad de producción. Por otro lado, hay certeza de que la condición b) no se cumple para la economía chilena por dos razones. Primero, las remuneraciones al trabajo medidas por cuentas nacionales - que es la fuente de información normalmente usada cuando este tipo de cálculo se hace a nivel agregado- no incluyen las remuneraciones de los trabajadores por cuenta propia o independientes. Así, a modo de ejemplo, el salario percibido por un médico por las atenciones que realiza en el hospital, por su condición de trabajador dependiente de la "empresa hospital," será imputado como pago al trabajo. Sin embargo, los honorarios profesionales que este mismo médico cobra en su consulta particular, tenderán a ser imputados en el ítem "excedentes de explotación." Suponiendo que en el período muestral los trabajadores independientes fluctúan entre son un 20% y un 30% de la fuerza de trabajo,10 este factor puede explicar entre 10 y 15 centésimas (10 a 15 puntos porcentuales) de diferencia entre la participación del trabajo computada con los datos de cuentas nacionales y la correspondiente elasticidad de producción. Segundo, existe una discrepancia entre el stock de capital calculado con los datos de inversión de cuentas nacionales y aquél responsable de la producción. Dado que la variable capital (K) que se usa en este tipo de ejercicios normalmente se calcula incluyendo sólo activos fijos (máquinas, vehículos, construcciones, etc.), la elasticidad de producción estimada econométricamente corresponde al efecto sobre la producción de ese tipo de activos, excluyendo el efecto de otros (por ejemplo, activos líquidos). El ítem "excedentes de explotación” de cuentas nacionales incluye, sin embargo, la remuneración a activos distintos a los fijos, los cuales también contribuyen al proceso productivo. Usualmente los servicios de este tipo de activos se encuentran más asociados a empleo de trabajo que a 9 Ver Christensen y Cummings (1981). La importancia de los trabajadores no dependientes queda reflejada en el hecho de que en la encuesta del INE del trimestre noviembre 1998-enero 1999, la suma de los trabajadores por cuenta propia, empleadores y familiares no remunerados alcanzó el 30,3% de la fuerza de trabajo. 10 21 activos fijos. En consecuencia, es probable que la participación del capital medida con los datos de cuentas nacionales tienda a sobrestimar a la elasticidad de producción del capital correspondiente al stock de activos fijos, lo cual implica que la elasticidad de producción del capital estimada econométricamente tienda a ser menor que la participación del capital registrada en cuentas nacionales. Debido a estos argumentos se descarta el uso del método de participación como estimador de la elasticidad de producción, privilegiándose el método de la estimación econométrica. La especificación y estimación de la “función de producción” agregada se reporta en la cuarta sección. Al respecto, puede adelantarse que, dados los problemas de agregación y de variación en la composición de la producción, dicha función no es estimable como una relación tecnológica pura sino que corresponde más bien a una función de productividad (del trabajo) que depende de un conjunto de variables económicas (Z) que determinan el “cambio técnico” a nivel agregado y la utilización de los factores. La forma funcional del tipo translog de dicha función implica que la elasticidad de producción del capital (y la del trabajo) no es constante a través del tiempo sino que depende de la razón capital trabajo y de Z. El estimador de la elasticidad del capital alcanza un valor promedio de 0,336 con una desviación estándar de 0.021 (correspondiente a la variabilidad a través del tiempo). Por otro lado, la aceptación de la hipótesis de retornos constantes a escala implica que la elasticidad del trabajo es igual a uno menos la del capital. 3.4. El crecimiento en distintos períodos y sus fuentes Una vez que se dispone de una elasticidad de producción puede procederse al cálculo de las fuentes de crecimiento. En el Cuadro 1 se presentan los datos de las fuentes de crecimiento para el período 1960-1997, dividiéndose la muestra en distintos subperíodos. El cálculo de la contribución de la productividad total (m) se realiza usando la ecuación (5). Los gráficos 2, 3, 4 y 5 muestran las tasas de crecimiento del producto, capital, empleo y la contribución de la productividad total al crecimiento, respectivamente. En el Gráfico 6 se presenta la evolución del logaritmo del nivel de la productividad total de los factores (P). Tal índice fue construido como: t LOGPT = ln ∏ (1 + m t ) t =1961 (11) 22 El cambio absoluto anual de LOGPT mide la tasa de crecimiento que tendría el producto si los factores productivos contratados hubieran permanecido constantes.11 En el año 1960, el índice LOGPT vale 0. Debe recalcarse que por la forma en que están medidos los insumos, este índice de productividad total refleja la evolución de la productividad de las cantidades "físicas" de factores contratados, sin corregir por cambios en la calidad de dichos factores ni en su nivel de utilización. Se trata, en otras palabras, de un índice de productividad total "bruta" de los factores capital y trabajo que no debe confundirse con otros indicadores de productividad total que usan insumos, especialmente el trabajo, corregidos por cambios en su calidad.12 11 Esta interpretación es válida sólo si los cambios son pequeños debido a la diferencia entre una tasa de crecimiento continua y una discreta. 12 Por ejemplo, ver Rojas, López y Jiménez, (1997) y Roldós. (1997). 23 CUADRO 1 FUENTES DE CRECIMIENTO DE LA ECONOMÍA CHILENA EN DISTINTOS PERÍODOS (A) Período 61-70 70-73 73-74 74-75 75-76 76-81 81-82 82-83 83-84 84-86 86-89 89-97 97-98 73-89 81-97 61-98 ∆% PIB 4.17 0.54 0.97 -13.27 3.21 7.51 -13.42 -3.49 6.09 4.53 8.14 7.75 3.41 2.94 5.13 4.08 (%) (B) (C) (D) (E) (F) (G) (H) Tasa de ∆% ∆% Contribución Contribución Contribución Contribución Inversión Empleo Capital Empleo Capital Factores. Productividad (C)*(1-eK) (D)*eK (E)+(F) (A)-(G) 21.39 18.07 17.01 17.53 15.23 17.88 19.51 14.78 15.00 17.04 20.50 27.14 31.94 17.85 22.85 21.16 1.89 1.49 -3.68 -4.46 1.77 3.70 -8.91 2.67 6.91 5.44 5.00 2.41 2.76 2.33 2.81 2.18 3.60 3.21 1.74 -1.40 1.41 1.99 4.50 1.39 0.61 1.57 2.52 5.91 8.20 2.04 4.01 3.51 1.26 0.99 -2.44 -2.96 1.17 2.46 -5.91 1.77 4.58 3.61 3.32 1.60 1.83 1.55 1.86 1.45 1.21 1.08 0.59 -0.47 0.48 0.67 1.51 0.47 0.21 0.53 0.85 1.99 2.76 0.69 1.35 1.18 2.47 2.07 -1.86 -3.43 1.65 3.13 -4.40 2.24 4.79 4.14 4.17 3.59 4.59 2.23 3.21 2.63 1.70 -1.52 2.83 -9.85 1.56 4.38 -9.02 -5.73 1.30 0.39 3.98 4.17 -1.18 0.71 1.92 1.45 (*) El año inicial de cada sub período corresponde al año base de la comparación y, por lo tanto, está excluido del mismo. Así, la tasa de crecimiento del período 1974-1975 corresponde a la tasa de crecimiento de 1975 respecto al valor de 1974. Todas las tasas de cambio porcentual son promedios (geométricos) anuales. La tasa de inversión corresponde a formación bruta de capital fijo. Las cifras de empleo fueron empalmadas por el autor y corresponden a las de junio de cada año. La serie de capital fue construida por el autor usando datos de formación bruta de capital fijo y depreciación de cuentas nacionales y un stock inicial de capital calculado a partir de una razón capital producto para 1960, proveniente de Coeymans y Mundlak (1993). 24 GRÁFICO 2 TASA DE CRECIMIENTO DEL PIB CHILE 1961-1998 15.00% 10.00% 5.00% 0.00% -5.00% -10.00% -15.00% 1993 1995 1997 1993 1995 1997 1991 1989 1987 1985 1983 1981 1979 1977 1975 1973 1971 1969 1967 1965 1963 1961 GRÁFICO 3 TASA DE CRECIMIENTO DEL STOCK DE CAPITAL CHILE 1961-1998 9.00% 8.00% 7.00% 6.00% 5.00% 4.00% 3.00% 2.00% 1.00% 0.00% 1991 1989 1987 1985 1983 1981 1979 1977 1975 1973 1971 1969 1967 1965 1963 1961 25 GRAFICO 4 TASA DE CRECIMIENTO DEL EMPLEO CHILE 1961-1998 8.00% 6.00% 4.00% 2.00% 0.00% -2.00% -4.00% -6.00% -8.00% 26 1997 1995 1993 1991 1989 1987 1985 1983 1981 1979 1977 1975 1973 1971 1969 1967 1965 1963 1961 -10.00% GRAFICO 5 "RESIDUO" O CRECIMIENTO NO EXPLICADO POR CRECIMIENTO DE CAPITAL Y TRABAJO CHILE 1961-1998 8.00% 4.00% 0.00% -4.00% -8.00% -12.00% 1997 1995 1993 1991 1989 1987 1985 1983 1981 1979 1977 1975 1973 1971 1969 1967 1965 1963 1961 GRAFICO 6 INDICE DE PRODUCTIVIDAD TOTAL DE LOS FACTORES 1961-1998 0.60 0.40 0.20 1997 1995 1993 1991 1989 1987 1985 1983 1981 1979 1977 1975 1973 1971 1969 1967 1965 1963 1961 27 En el Cuadro 1 y en los gráficos 2, 3, 4, 5 y 6 se destacan las grandes fluctuaciones que ha tenido la economía chilena y se puede ver cuál ha sido la contribución de cada factor y de la productividad a las variaciones en el producto. Durante los sesenta llama la atención el freno al crecimiento (Gráfico 2) y la caída de la productividad en 1965 (Gráficos 5 y 6). En ese año, sin embargo, el empleo tuvo un crecimiento normal. Existe una fuerte presunción de que la baja de crecimiento y la caída de productividad en ese año es un fenómeno estadístico que no refleja la realidad, causado por diferencias muy fuertes en los precios relativos entre ese año y 1977, año base de las cuentas nacionales empalmadas del Banco Central y que son las utilizadas para medir la evolución del producto entre 1960 y 1986. De hecho en las cuentas antiguas cuyo año base era precisamente 1965, no existía tal baja de crecimiento. La recuperación de 1966 estaría sobrestimada por el mismo tipo de razón. En el año 1971 se registra un fuerte aumento de crecimiento y de productividad. Esto sí fue real. En ese año, que fue el primero completo del gobierno de Allende (que de hecho asumió en noviembre de 1970), las autoridades económicas indujeron una fuerte expansión de la demanda agregada junto con controles generalizados de precios que inicialmente lograron frenar la inflación y las expectativas sobre su evolución a corto plazo. Esta expansión de la demanda estimuló transitoriamente a la producción. Se ha señalado13 también que los temores a las expropiaciones produjeron un efecto “fin de mundo” que impulsó un aumento de la depreciación y utilización del capital. Obviamente este tipo de crecimiento no era sostenible en el tiempo y originó un caos macroeconómico con fuertes desequilibrios en las cuentas externas, fiscales y monetarias. El resultado fueron fuertes caídas de producto y de productividad en los dos años siguientes, 1972 y 1973. En 1974, bajo el nuevo gobierno militar, cuando todavía la inflación estaba sobre 300%, hubo una ligera recuperación de productividad que fue acompañada de fuertes caídas del empleo, generadas en parte importante por la disminución del empleo del sector público. En 1975 sobrevino una crisis mayor. En ese año hubo una fuerte caída de términos de intercambio (ver variable FECTI en Gráfico 8, la que mide el efecto términos de intercambio como proporción del producto), debido a la gran baja del precio del cobre (el cual se exporta) que se sumó al aumento del precio del petróleo (el cual se importa). A la necesidad de realizar un ajuste en las cuentas externas se sumaba la necesidad de quebrar la inflación. Las autoridades económicas de la época implementaron un fuerte ajuste fiscal y monetario. Esta política más los efectos reales de la baja en los términos de intercambio y la caída de las expectativas de crecimiento generaron una fuerte contracción del gasto. Dada la inercia de las expectativas inflacionarias - en parte por no haberse podido implementar un ancla cambiaria que contribuyera a bajar las expectativas de inflación- se produjo una gran contracción de las ventas y de producción en ese año. Las fuentes del ajuste de la producción fueron la caída del empleo y, principalmente, la disminución de la productividad de los recursos contratados causada por la reducción de sus tasas de 13 Ver Barandarián, E. "Inflación Durante el Gobierno de la UP." Documento Instituto de Economía UC. (1974). 28 utilización. La fuerte reducción del gasto experimentada en 1975 permitió que la devaluación nominal implementada en ese año se tradujera en una gran devaluación real. Las importaciones se frenaron abruptamente y las exportaciones en pesos constantes empezaron a mostrar los primeros síntomas de despegue (ver variable FECX en Gráfico 8, la cual mide la razón de exportaciones a producto en pesos del año base). El efecto de este ajuste y el leve aumento de los términos de intercambio en 1976 (ver variable FECTI en Gráfico 8) produjeron un pequeño alivio de las cuentas externas que permitió revaluar el peso a mediados de 1976. La revaluación nominal fue el ingrediente que faltaba para quebrar definitivamente las expectativas de inflación, lo que hizo posible un mayor alineamiento entre la expansión del gasto nominal interno y el alza de los precios. Así se frenó la caída de ventas y de producto. A partir de mediados de 1976 se inicia una recuperación de los niveles de actividad que duraría hasta fines de 1981.14 Un factor muy importante que contribuyó a la recuperación del período 1976-1981 fue la gran entrada de capitales a partir de 1978. Desde el punto de vista de fuentes de “crecimiento” (o más bien recuperación) durante el período que va desde mediados de 1976 a 1981, las principales fueron el crecimiento (recuperación) del empleo y, principalmente, de la productividad (ver Cuadro 1 y Gráfico 6). La tasa de crecimiento del capital fue más modesta, llegando sólo en 1980 a los niveles históricos. El bajo crecimiento promedio del capital durante el período 1976 a 1981 se debió a que había una razón producto capital creciente pero que había partido de niveles muy bajos, lo que provocaba bajas tasas de rentabilidad y de inversión (ver Gráfico 14). Otra forma de interpretar la conducta de la inversión es señalar que en ese período había una fuerte capacidad ociosa del capital reflejado en la baja razón producto capital. Esto último no sólo frenaba la tasa de inversión sino que significaba un menor impacto de dicha tasa sobre el crecimiento del capital.15. En 1982 vino la segunda gran recesión del período bajo análisis, la cual también fue detonada por variables externas. A fines de los setenta la economía venía registrando una fuerte expansión del gasto y un creciente déficit de cuenta corriente. La expansión exagerada del gasto fue estimulada principalmente por los siguientes factores: a) la fuerte entrada de capitales (ver variable FECK en Gráfico 8, que mide la proporción del producto real que representan los flujos de capital en pesos corrientes deflactados por el nivel de precios de las importaciones), fenómeno que fue común a la región debido a la liquidez internacional; b) por expectativas erróneas sobre el potencial de crecimiento de la economía chilena16 y, probablemente, c) por la caída del tipo de cambio real provocado por 14 Los datos mensuales de ventas muestran un quiebre de la tendencia recesiva justo después de la revaluación. Y ∆K t 15 El crecimiento del capital esta determinado por la siguiente identidad: = s t − δ , donde K t -1 K t -1 K=capital; s= tasa de inversión respecto a producto, y δ= tasa de depreciación respecto al stock de capital. 16 A la formación de estas expectativas erróneas contribuyeron el “exitismo” del gobierno y de algunos empresarios influyentes de la época. 29 la inercia inflacionaria que el tipo de cambio fijo no lograba terminar.17 El deterioro de la cuenta corriente se vio agravado por la caída de términos de intercambio y por el aumento de las tasas de interés internacionales que ocurrieron en 1981.18 En 1982, ante una situación insostenible, el problema se agravó aún más por la gran caída en la entrada de capitales. Este fenómeno fue de hecho el más grave en términos de la solvencia externa (ver variable FECK y las demás variables en Gráfico 8). Las entradas de capitales que en 1981 habían alcanzado a US$4630 millones se redujeron a US$2370 millones de dólares, lo que para la época obligaba a un ajuste mayúsculo tanto del gasto del sector público como del privado. A la reducción del gasto en 1982 contribuyeron las alzas de las tasas de interés, interna y externa, el ajuste fiscal, la devaluación nominal que quebró la política cambiaria seguida hasta la fecha y provocó serios problemas a los endeudados en dólares, la disminución de ingresos derivada de la caída de términos de intercambio y el efecto de las expectativas recesivas. El descalabro se agravó aún más por la crisis que tuvo el sector financiero, provocada por una cartera descalzada vulnerable a una devaluación y por serios problemas de regulación de la banca que fomentaban una cartera más riesgosa de lo apropiado. El ajuste en términos de fuentes de crecimiento se realizó, en forma similar a la recesión de 1975, a través de una fuerte caída del empleo y de la productividad total (ver Cuadro 1). La importancia relativa del ajuste del empleo fue mayor en 1982 que en 1975, probablemente debido a la mayor flexibilidad para despedir trabajadores que se había logrado a partir de 1981, y al hecho de que el gran ajuste, iniciado con la devaluación, ocurrió a mediados de año, cuando gran parte de las remuneraciones del trabajo ya se habían negociado. Esto explica que el costo medio anual del trabajo sólo haya caído en forma importante al año siguiente, en 1983 (ver Gráfico 9). En 1984 se inició la recuperación del producto, la cual, hasta 1986, estuvo fuertemente basada en un incremento del empleo más que en la productividad. La caída de los salarios reales, que se verifica a partir de 1983 y hasta 1988, causada principalmente por el alto nivel inicial de desempleo, explican la magnitud del aumento del empleo. A partir de 1987 y hasta 1989, al fuerte crecimiento del empleo se sumó un gran aumento de productividad total. La recuperación y aumento de la productividad media y marginal del capital (y por lo tanto de su rentabilidad) asociado a un mayor nivel de utilización del stock, provocaron el despegue de la tasa de crecimiento del capital la que alcanzó un máximo histórico en 1989. En el período 1989 - 1997 hay un cambio en la importancia relativa de las fuentes 17 No hay evidencia concluyente respecto a si la revaluación real que se produjo antes de 1982 era o no de equilibrio dada la gran expansión del gasto. Si era de equilibrio y coherente con el aumento del gasto asociado a la mayor liberalización de la entrada de capitales, una devaluación nominal antes de ese año, como propiciaban algunos, no hubiera afectado mayormente al tipo de cambio real y se hubiera traducido, en gran parte, en mayor inflación. En 1982, la situación fue diferente. La caída del gasto interno en ese año y el gran aumento del desempleo, que revelaba un exceso de oferta en los bienes y servicios no transables, claramente permitió que la devaluación nominal fuera exitosa para subir el tipo de cambio real. 18 La autoridad no hizo el ajuste en 1981 porque pensó que este fenómeno era más transitorio de lo que finalmente ocurrió. 30 de crecimiento. El aumento del empleo se modera debido al término de las holguras de desempleo (Gráfico 15) y al consecuente aumento de los salarios reales (ver Gráfico 9). Al reducirse sustancialmente el desempleo, la evolución del empleo pasa a estar determinada por la de la fuerza de trabajo. En estas circunstancias el crecimiento de la demanda de trabajo provocado por el alto crecimiento del producto se traduce en las presiones salariales que se han observado en los noventa. En este período cobra mayor importancia el crecimiento del stock de capital y, especialmente, de la productividad. El aumento del stock de capital se explica fundamentalmente por el aumento de la productividad media y marginal del capital, que han elevado la tasa de inversión y aumentado su impacto sobre el crecimiento del stock. Como se documenta en la tercera sección, el gran incremento de la productividad se explica principalmente por el aumento de la apertura y por mejores condiciones externas. También han contribuido a este fenómeno una multiplicidad de factores (inversión directa extranjera, mayor internacionalización de la economía y de los empresarios, mayor cobertura educacional, etc.), siendo difícil aislar la incidencia de cada uno. Por último, en el año 1998, se experimentó una fuerte desaceleración del crecimiento. Teniendo presente que los datos de inversión para ese año son preliminares, aparentemente, la tasa de inversión no habría registrado la caída a nivel anual que sí se verificó al final de ese año. Esto, sin embargo, no es relevante para los efectos del cálculo de las fuentes de crecimiento en ese año, ya que los cálculos están realizados bajo el supuesto de que la inversión realizada en el año t afecta al producto en t+1. El dato del empleo anual de 1998 tampoco alcanza a reflejar la desaceleración de fines del año. Por lo tanto, es la caída de la productividad bruta, lo que explica la desaceleración del crecimiento del producto en este año. De nuevo, esta disminución en la productividad total fue detonada básicamente por los shocks externos, principalmente, por pérdida de términos de intercambio y menores flujos de capitales, lo que obligó al Banco Central a elevar las tasas de interés y provocó expectativas recesivas en el sector privado. Del análisis anterior se desprende que la productividad total, tal como se ha definido y medido hasta este punto del trabajo, tiene un alto componente cíclico. En las recesiones y recuperaciones el ajuste de la producción no se realiza solamente a través de la contratación de insumos sino que, además, y en forma muy significativa, a través de variaciones en la utilización de los insumos contratados. El hecho de que la utilización no pueda crecer en forma indefinida muestra el peligro de hacer extrapolaciones simples usando los datos observados en los años próximo siguientes a una recesión. Es destacable la importancia que tienen los shocks externos como detonantes de las grandes recesiones en Chile.19 Los que han afectado a la economía chilena en forma más importante han sido: pérdida de términos de intercambio, aumento de tasa de interés externa cuando el país está fuertemente endeudado y fuga de capitales. Estos shocks 19 Respecto a la relación entre shocks externos en general y el ciclo en Chile, ver Cortés y de la Cuadra (1984), Cortés, (1984), Coeymans (1992), Coeymans y Mundlak (1993) y Coeymans (1999, a). En Rojas, López, y Jiménez (1997), aparte de los efectos de la apertura (un factor de mediano plazo), se destaca la influencia de los términos de intercambio sobre el ciclo. Este mismo tipo de efecto también está documentado en Chumacero y Quiroz (1997). 31 debieran causar menores problemas cuando el país tiene una sólida posición de reservas internacionales. En general, este tipo de shocks induce la aplicación de políticas de ajuste en el gasto vía política monetaria o fiscal. El sector privado reacciona ante estas políticas y también ante las menores expectativas de crecimiento ajustando sus niveles de gasto, lo que afecta a las ventas y la producción dadas las inflexibilidades de precios en el corto plazo. Las fases expansivas también se ven afectadas por las condiciones externas. Así, el mejoramiento de los términos de intercambio y la reducción de las tasas de interés externas, permiten e inducen una recuperación de los niveles de gasto y de utilización de los factores productivos. Del mismo modo, la recuperación de la entrada de capitales externos, producto del aumento de las tasas de rentabilidad y diminución del riesgo país, refuerzan la fase de recuperación del ciclo. Una forma simple de visualizar la importancia de los shocks externos sobre el crecimiento y la productividad es observar la gran asociación existente entre la evolución del indicador de productividad total (Gráfico 6) y un indicador agregado que refleja, en forma inversa, la “vulnerabilidad externa” de la economía. Tal indicador es la variable FEC (o indicador de “restricción externa”) que se construye como la razón entre el máximo monto real de importaciones alcanzable y el producto rezagado, dadas las exportaciones en pesos constantes, los precios externos, las transferencias y servicios financieros, el nivel inicial de reservas internacionales del Banco Central y sistema financiero, netas de pasivos externos de corto plazo, y los flujos de capitales.20 El Gráfico 7 muestra la evolución de la variable FEC.21 En el Gráfico 8 se presenta una descomposición de esta variable en cinco componentes: a) la razón de exportaciones reales a producto real rezagado (FECX); b) la razón del efecto de términos de intercambio respecto al producto rezagado (FECTI); c) la razón entre las transferencias y servicios financieros, expresadas en términos reales usando 20 La definición de FEC es: TC(R t -1 + XPx + TR + SF + FK ) Pm FEC = Yt -1 donde TC= tipo de cambio nominal, Rt-1= nivel inicial de reservas internacionales del Banco Central y sistema financiero netas de pasivos externos de corto plazo a fines del año t-1, X = exportaciones de bienes y servicios, Px = deflactor de las exportaciones de cuentas nacionales, TR = transferencias, SF = servicios financieros netos recibidos del exterior, FK = flujo de capitales ingresados al país, Pm = deflactor de las importaciones de cuentas nacionales, Y = producto interno en pesos constantes. 21 La sigla FEC viene de “Foreign Exchange Constraint” que fuera el nombre usado en otros trabajos del autor para explicar la evolución de la economía en períodos donde de verdad había “restricciones” externas. Igualmente se ha usado en los modelos macro del Programa Interamericano de Macroeconomía Aplicada de la Pontificia Universidad Católica de Chile. El concepto de “constraint” no debe interpretarse como restricción física de divisas sino como una variable suficientemente exógena que afecta las decisiones de los agentes. En algunos períodos de la historia de Chile sí podría haber tenido un significado físico, pero ello no es aplicable hoy en día a la economía chilena donde la escasez se regula por el sistema de precios. En la cuarta sección se presenta evidencia que los componentes de tal indicador, con algunas modificaciones, siguen teniendo importancia en la explicación de los ciclos en Chile, aun en los noventa, lo que puede atribuirse a sus efectos sobre las expectativas de crecimiento, sobre la percepción de riesgo de crisis macro o de vulnerabilidad externa, así como sobre los otros factores de tipo real mencionados en esa misma sección. 32 el deflactor de las importaciones (de cuentas nacionales), y el producto real rezagado (FECTRSF); d) la razón entre los flujos de capital, expresados en términos reales usando el deflactor de las importaciones y el producto real rezagado (FECK); e) la razón entre reservas internacionales netas, expresadas en términos reales usando el deflactor de las importaciones, y el producto real rezagado (FECRES).22 Al comparar la evolución de la productividad descrita por el Gráfico 6 con el Gráfico 8 que describe la descomposición de la variable FEC, es posible sostener la hipótesis que la recesión del 75 fue gatillada por una caída de términos de intercambio, y que en la del 82 contribuyeron tanto una disminución de términos de intercambio (que empezó en 1981, pero fue considerada como un fenómeno transitorio y de corta duración por las autoridades de la época), como la caída de los flujos de capitales. Es importante señalar que una parte importante del aumento y posterior caída de flujos de capitales fueron exógenos a la economía, ya que el aumento de la deuda externa a fines de los setenta y la crisis de la deuda de los ochenta fueron fenómenos comunes a toda la región. También debe reconocerse que otra parte fue endógena a las políticas internas. Por otro lado, en la recuperación de fines de los ochenta y crecimiento genuino de la productividad en los noventa (a partir de 1988-89), los factores externos que aparecen como más influyentes son los flujos de capitales y la solidez en la posición de reservas. Esto será corroborado en la cuarta sección, donde se presentarán los resultados de la estimación de la importancia de los factores externos en la evolución de la productividad agregada a través del ciclo y en el largo plazo.23 En esa sección se mostrará que la evolución de las exportaciones no es un factor explicativo del ciclo sino que un factor que influye sobre la productividad en el largo plazo. Respecto a esta variable, el Gráfico 8 muestra que el quiebre de la tendencia de las exportaciones se inicia a partir de 1975 con la reforma comercial. No se puede descartar que este quiebre también fue gatillado por la recesión misma del 75, la que puede haber contribuido a que las firmas buscaran en los mercados externos una posible salida a la caída de la demanda interna. 22 Debe notarse que el precio cif real de las importaciones afecta en forma directa a las cuatro últimas variables. Esto servirá más adelante para justificar su uso en la obtención de una variable instrumental para el empleo. 23 No deja de ser interesante constatar que en el debate político, cuando eventos externos gatillan una recesión, la responsabilidad es asignada a los factores externos no controlables. Sin embargo, cuando al situación externa evoluciona favorablemente, sea por una mejora de términos de intercambio o por una situación de gran liquidez internacional, los méritos de la recuperación son asignados al responsable de turno de la conducción macro. Debe reconocerse, sin embargo, que una conducción macro eficiente, que la mayor de las veces consiste en no cometer grandes errores, afecta la variable externa a través de los aumentos de flujos de capitales que se originan por el menor riesgo país. Este último factor puede ser mucho más importante que los diferenciales de tasas de interés en los flujos de inversión directa y de cartera. 33 34 1997 1996 1995 1994 1993 1992 1991 1990 1989 1988 1987 1986 1985 1984 1983 1982 1981 1980 1979 1978 1977 1976 1975 1974 1973 1972 1971 1970 1969 1968 1967 1966 1965 1964 1963 1962 1961 GRAFICO 7 RESTRICCION EXTERNA 1.2000000 1.0000000 0.8000000 0.6000000 0.4000000 0.2000000 - GRÁFICO 8 DESCOMPOSICION DE LA RESTRICCION EXTERNA 0.50 0.40 0.30 0.20 0.10 0.00 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 60 61 62 63 64 65 66 67 68 69 70 71 72 73 74 75 76 77 78 79 80 81 82 83 84 85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 97 -0.10 -0.20 FECX FECTI FECK 35 FECRES FECTRSF GRÁFICO 9 COSTO MEDIO TRABAJO 200.0 100.0 Indice W P 1960 1962 1964 1966 1968 1970 1972 1974 1976 1978 1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 36 4. La función de productividad agregada 4.1 Función de productividad dependiente del entorno económico La función de producción como relación técnica pura, independiente de variables económicas distintas a producto e insumos, puede existir sólo a nivel de actividad muy micro. Incluso al nivel de desagregación de bienes, su existencia es cuestionable dado que puede existir más de una tecnología para producir cada bien y la selección de ellas dependerá de las restricciones económicas que enfrente la unidad o conjunto de unidades productivas. Por ejemplo, la tecnología accesible a un artesano que produce zapatos, normalmente apta para pequeños volúmenes de producción, es muy diferente a la de una gran empresa que puede operar a gran escala. Aunque se multiplique por un millón el tipo de capital que usa un artesano y por otro millón el número de artesanos, nunca se podrá reproducir la tecnología y la forma de producir que tiene la empresa de zapatos de gran escala. Sencillamente la función de producción del artesano es distinta a la de la gran empresa, ya que el tipo de insumos y la forma de organización son radicalmente diferentes. En el mundo real se observa que coexisten En el mundo real se observa que coexisten las formas artesanales de producción o de pequeñas empresas con las de empresas de gran escala, incluso en la producción de un mismo bien o muy similar. Una pregunta interesante es por qué no se impone la organización (tecnología) más eficiente, desplazando al resto. Razones para ello hay varias: a) los precios relativos que enfrentan ambos tipos de organización, la artesanal (o pequeña empresa) y la gran empresa, son distintos; b) la tecnología de la gran empresa puede ser más eficiente para volúmenes de producción masivos mientras que la de la artesanal puede serlo para volúmenes pequeños; c) los precios relativos pueden ser variables a través del tiempo, lo que impide que una tecnología supere en forma permanente a la otra, generándose una suerte de diversificación tecnológica que puede ser eficiente a nivel de la industria; d) los artesanos o las pequeñas empresas no pueden transformarse en una gran empresa, de la noche a la mañana, porque enfrentan restricciones de acceso al capital que lo impiden. Existen “nichos” para la producción del artesano explicados por algún tipo de diferencia en el producto o en los servicios asociados a él, etc. e) la depreciación del capital asociado a la tecnología más ineficiente dados los precios vigentes toma tiempo. El hecho de que exista más de una función de producción para producir un mismo bien (o “casi” un mismo bien) implica que las empresas y el mercado deben decidir no sólo los niveles de contratación y utilización de insumos sino también el conjunto de funciones de producción empleadas.24 24 El análisis de optimización de la empresa bajo estas condiciones puede verse en Coeymans y Mundlak (1992). 37 Esa decisión es económica y está condicionada por un conjunto de restricciones: precios, disponibilidad de capital, información, expectativas sobre el mercado, etc. Esto significa que cuando se mueve alguna de estas variables cambia el conjunto de funciones de producción que están generando la producción, lo que afecta a la relación entre producto e insumos. Es por esto que incluso al nivel de un bien no se puede afirmar que exista una función tecnológica única. Esto que es válido a nivel de un bien, lo es mucho más cuando se está analizando un conjunto agregado de bienes. Por esta razón no existe y no se puede estimar una relación técnica independiente de variables económicas (y no económicas) que determinan el conjunto o la combinación de funciones de producción que efectivamente se están usando. La coexistencia de tecnologías y los problemas de agregación obligan al uso de las comillas sobre el término “función agregada de producción”, ya que ella no existe en la forma en que se suele entender tradicionalmente, como una relación solamente técnica. Lo que si puede existir es una “función de productividad”, que explica el nivel de producto en función de los insumos y de variables económicas que determinan la composición de las micro funciones de producción, así como la composición de los bienes y servicios que se agregan dentro de lo que se denomina producto agregado. Al conjunto de variables distintas de los insumos y que inciden en la productividad se les ha llamado “variables de estado” o variables Z. La productividad es considerada “endógena” a este conjunto de variables Z que reflejan el entorno económico y las restricciones que afectan la selección tecnológica y la composición de producción. Este enfoque de la función agregada de productividad ha recibido el nombre de “productividad o tecnología endógena” en los trabajos de Cavallo y Mundlak, (1982) y Mundlak, Cavallo y Domenech (1989) para Argentina, Coeymans (1990, 1992) y Mundlak y Coeymans (1992 y 1993) para Chile y Lachaal y Womack (1998) para Canadá. En resumen, de acuerdo a este enfoque no existe una función de producción agregada meramente tecnológica del tipo f(Y, K, L), ya que sus parámetros no son constantes. Ellos dependen del conjunto de variables Z. Sin embargo, sí puede existir una relación estable del tipo h(Y, K, L, Z), donde Z es un conjunto de variables, normalmente económicas, que afectan la selección de tecnologías, o su predominio, y la composición de la producción. Debe notarse que en el análisis empírico se supone (y se testea) que la función f(Y, K, L) se comportaría como una función de producción con la convexidad requerida por la teoría en el caso que las variables del vector Z permanezcan constantes. Desde un punto de vista econométrico, la estimación de f(Y, K, L) sin controlar por Z, generará estimadores de los parámetros tradicionales de la función de producción (elasticidades de producción y de sustitución entre capital y trabajo) que no necesariamente tendrán las propiedades requeridas por la teoría. El problema puede ser presentado como un caso de omisión de variables: dado que los elementos de Z no son constantes y que algunos de ellos normalmente están correlacionados con algunos de los factores (K o L), al estimar f(Y, K, L) en vez de h(Y, K, L, Z) se obtendrán estimadores inconsistentes de los parámetros de h(Y, K, L, Z). 38 Este enfoque de productividad endógena se puede expandir para dar solución al problema empírico de la imposibilidad de medir adecuadamente los servicios de los factores productivos cuando se desea realizar un análisis de fuentes de crecimiento. Como se desprende del análisis de las fuentes de crecimiento, es muy razonable pensar que las tasas de utilización de los factores varían a través del ciclo. La solución empírica consiste precisamente en incluir dentro del conjunto de variables Z a variables que reflejen los efectos de los cambios en la utilización de insumos. Asimismo, el enfoque permite incorporar en Z a variables que representan la expansión del conjunto de funciones de producción disponibles, originada por el progreso técnico propiamente tal, así como mejoras en la productividad total de los recursos resultantes de una asignación más eficiente de recursos. Al nivel de datos agregados que se usan en este trabajo, el vector Z podrá incluir en principio: a) precios relativos que afectan la composición de la producción y de las tecnologías o micro funciones de producción disponibles para producir un producto y, por lo tanto, las ponderaciones de las micro funciones que se están agregando; b) variables que afectan el nivel de utilización de los insumos contratados, siendo éstos los únicos que normalmente se pueden medir con menores errores; c) variables que representan restricciones que afectan la implementación de funciones de producción más eficientes, pero cuya operación resulta económica sólo a grandes volúmenes de producción (por ejemplo, el tamaño de mercado, el que a su vez depende positivamente del grado de apertura y consecuente orientación exportadora)25; d) variables que determinan el progreso técnico de mediano o largo plazo, o sea, la expansión del conjunto de funciones de producción que están disponibles (una economía cerrada probablemente tiene menor acceso a la información sobre cómo se "hacen las cosas" en los países más desarrollados); e) variables que reflejan los efectos de una mejor asignación de recursos que terminan afectando la productividad agregada. 25 A diferencia de lo que se supone en la literatura de crecimiento, en el enfoque adoptado no hay "economías a escala" dentro de una misma función de producción, sino que ellas son disfrutadas sólo si hay un cambio en la "función de producción" o en el conjunto de funciones. Este cambio de función o funciones requeriría niveles de producción de otro orden de magnitud. Sobre los efectos de la apertura en la productividad y de como la existencia de simultaneidad ha tendido a subestimarlos ver: Frankel, J. A., Romer, D. y Cyrus, T. (1996) "Trade and Growth in East Asian Countries: Cause and Effect?" NBER Working Paper 5732 (agosto). Sobre los vínculos entre la actividad exportadora y ganancias de productividad, así como sobre la hipótesis de que serían las empresas más eficientes las que se dedican a exportar y que este fenómeno de selección de empresas explicaría más los diferenciales de productividad entre empresas exportadoras y no exportadoras que el proceso de "aprendizaje al exportar" ver, Clerides, S., Lach, S. y Tybout, J. (1996) "Is Learning-byExporting Important? Micro-dynamic Evidence from Colombia, Mexico and Morocco." Board of Governors of the Federal Reserve System Finance and Economics Discussion Series, 96-30 (July). 39 La imposibilidad de estimar una función de producción tradicional del tipo F(Y, K, L) sin variables Z y la importancia de éstas en la economía chilena se puede ilustrar gráficamente. Supóngase que la función de producción se pudiera representar por una función del tipo Cobb-Douglas, con retornos a escala constantes (supuesto que se justificará posteriormente) y “progreso técnico” constante a una tasa m. La función de producto medio del trabajo, usando logaritmos, se puede escribir: ln(Yt/Lt) = α + β.ln(Kt-1/Lt) + m.t (12) donde Kt-1 corresponde al capital de fines del año t-1. Usando valores relativamente arbitrarios de los parámetros (α=8, β=0.33 y m= 0.02), omitiendo deliberadamente la existencia de un término aleatorio, se genera una serie de valores artificiales para ln(Yt/Lt). Tal serie se denomina como LYLSIM. Los datos de la economía chilena sobre el logaritmo de capital (LK) y logaritmo de trabajo (LL) para el período 61-97 generarían un recorrido en el espacio LYLSIM y LK-LL que se muestra en el Gráfico 10. GRÁFICO 10 15.6 LYLSIM 15.4 15.2 15.0 14.8 14.6 14.7 14.8 14.9 15.0 15.1 15.2 LK-LL El valor más bajo corresponde a 1961, el primer año de la muestra. Los puntos correspondientes a años sucesivos están conectados. A partir del primer año, el recorrido de las observaciones nunca va en la dirección Sur, Este o Sur-Este. Ir en cualquiera de esas direcciones significaría inequívocamente que hay un “cambio técnico” negativo, de caída en la productividad total o de menor eficiencia global. Por construcción, dada la forma en que se generaron los datos de producto eso esta vedado en el Gráfico 10. Debe notarse que el hecho de que el recorrido no sea una línea recta se debe a que los datos de la razón 40 capital trabajo de la economía chilena utilizados para generar la serie artificial de LYLSIM no crecen monotónicamente a través del tiempo. Ahora bien, ¿qué ocurre si se construye el mismo tipo de gráfico con los datos verdaderos del logaritmo del producto medio del trabajo (LYL) y del logaritmo de la razón capital-trabajo (LK-LL). El Gráfico 11 describe la situación de la economía chilena en el período 1961-1997. Este gráfico muestra que varias veces la economía se movió en la dirección SurEste, con más insumos y menos producto, es decir, inequívocamente, en la dirección de menor eficiencia y productividad total. Esto ocurrió en los años 64 y 65, en el período 7273, en 1975 y en los años 82 y 83. En otras oportunidades la economía fue en la dirección Nor-Este, usando más insumos y obteniendo más producto. En estos casos no se puede afirmar taxativamente que la economía estaba manteniendo o subiendo la productividad total ya que para ello se requeriría del valor de la elasticidad de producción del capital. Si esta elasticidad es relativamente grande y la pendiente del recorrido es suficientemente pequeña, podría estar cayendo la productividad. Por último, hubo períodos en que la productividad total claramente aumentó cuando el recorrido fue en la dirección Norte, o en la dirección Oesteo en la Nor-Oeste. Esto ocurrió en el período 76-80 y en el período 86-89. La explicación de estos aumentos de productividad ya se dio más arriba. 41 GRÁFICO 11 LOGARITMO PRODUCTIVIDAD MEDIA DEL TRABAJO VERSUS LOGARITMO PRODUCTIVIDAD MEDIA DEL CAPITAL LYL 14.3 98 97 14.2 96 95 14.1 14 93 92 91 13.9 90 81 80 82 71 13.8 88 78 72 83 66-67 13.7 13.6 73 86 76 75 65 61 13.5 14.7 14.8 14.9 15 15.1 15.2 15.3 LK - LL La conclusión de este análisis es que el comportamiento de los datos no corresponde a un patrón donde nunca la función de productividad experimenta “cambios técnicos” negativos. Por lo tanto, una “función de producción” que incluyera sólo insumos y producto y algún indicador de “cambio técnico” siempre positivo (por ejemplo, una tendencia), excluyendo variables Z que pueden tener cambios negativos, por más compleja que sea la forma funcional, estaría a priori mal especificada. Es claro que los datos muestran una variación procíclica de la “función de producción agregada”, debido al fenómeno de variación de las tasas de utilización de los factores productivos contratados. El olvido de este fenómeno cuando se estiman funciones de producción agregada tiende a generar sobrestimaciones de los retornos a escala de la “función de producción agregada,” obteniéndose retornos a escala crecientes cuando de hecho no los hay. Asimismo, tal olvido puede perfectamente generar elasticidades de sustitución con el signo opuesto al que predice la teoría. 42 4.2. Un modelo lineal de productividad endógena Como primera aproximación a la función de productividad se especificará un modelo lineal donde el logaritmo del producto (LY) es una función de los logaritmos del capital (LK) y del empleo (LL) y de las variables Z, que son las responsables de la productividad total. Esto significa que, dado Z, la función equivale a una Cobb-Douglas. Considerando el nivel de agregación de los datos, dentro del vector Z se han considerado dos tipos de variables: aquéllas que reflejan variaciones en la utilización de los recursos y aquéllas que reflejan los movimientos de largo plazo de la productividad de los recursos. Dada la imposibilidad de medir las tasas de utilización de los insumos y considerando que ellas varían con el ciclo, se ha seguido un enfoque de forma reducida, incluyendo como variables Z a aquéllas que detonan estos ciclos. Se han omitido variables de precios por la imposibilidad de incluir todo el vector de precios y porque el análisis empírico previo muestra que ese tipo de variables, siendo significativos para explicar la productividad a nivel de sectores más desagregados,26 no lo son a nivel de toda la economía. Probablemente esto se debe a que los precios que podrían ser más relevantes a nivel agregado, los de factores y el tipo de cambio real, son variables endógenas que responden a variables incluidas en vector Z. Por ejemplo, la apertura comercial y financiera afectan a estos precios pero, al incluir en Z indicadores relacionados a estos fenómenos en forma directa, la información contenida en los precios pasa a ser redundante. En el análisis de más arriba se señaló que todas las grandes recesiones han sido causadas principalmente por factores externos.27 Como las tasas de utilización de los factores productivos varían a través del ciclo, un deterioro de las condiciones externas tenderá a generar una disminución de la productividad agregada de los factores contratados. Esto justifica la inclusión de indicadores que reflejen esos shocks dentro del vector Z. En los trabajos previos sobre la productividad en Chile realizados por este autor28, la variable usada para tal efecto fue la variable FEC, definida más arriba. La gran virtud de esta variable es que encierra información sobre diversos tipos de shocks: aquéllos provenientes de variaciones en los términos de intercambio, en la tasa de interés externa y servicios de la deuda, flujos de capitales, cambios en el nivel inicial de reservas, variaciones de exportaciones. El problema que tiene este indicador, sin embargo, es que impone la restricción de que el parámetro que mide la incidencia sobre la productividad de cada tipo de shock sea el mismo. Esta restricción se justificaba cuando los 26 Ver Coeymans y Mundlak (1992) Respecto a la relación entre shocks externos en general y el ciclo en Chile ver Cortés y de la Cuadra (1984), Cortés, (1984), Coeymans (1992), Coeymans y Mundlak (1993). En Rojas, López, y Jiménez (1997), aparte de los efectos de la apertura (un factor de mediano plazo), se destaca la influencia de los términos de intercambio sobre el ciclo. Este mismo tipo de efecto también está documentado en Chumacero y Quiroz (1997). 28 Coeymans y Mundlak (1992, 1993) y Coeymans (1992) 27 43 primeros estudios no disponían de un suficiente número de observaciones. A 1999, el número de observaciones respecto a esos primeros estudios ha aumentado lo suficiente como para intentar estimar los efectos de los cinco componentes desagregados de la variable FEC (que aparecen en el Gráfico 8). Esta es la primera innovación respecto a esos trabajos. La segunda innovación es que se ha considerado que los efectos sobre la utilización y productividad de los recursos de un cambio en la “vulnerabilidad externa” pueden ser mayores cuando hay una caída en la variable FEC original, o cuando se recupera a partir de una caída, que cuando sube a partir de una situación holgada de divisas. Para reflejar este fenómeno se ha creado un “indicador global de crisis externa” (RECEFEC), que es la diferencia entre FEC y su máximo nivel alcanzado hasta la fecha. Los niveles de la nueva variable tomarán sólo valores negativos o cero, por construcción, y su efecto esperado sobre la productividad es positivo. (Ver Gráfico 12) GRÁFICO 12 INDICADOR GLOBAL DE CRISIS EXTERNA (RECEFEC) 0.0 -0.1 -0.2 -0.3 -0.4 60 65 70 75 80 85 90 95 La representación de los aumentos de productividad en el largo plazo es la tarea más difícil. Es usual en trabajos sobre ”funciones de producción” agregadas representar el aumento de productividad de largo plazo a través de una tendencia. Aparte de no aportar información sobre los factores de largo plazo que afectan la productividad, esto tiene el inconveniente de suponer que dicho aumento de productividad ocurre a una tasa exógena y constante. En teoría existe una gran cantidad de factores que potencialmente pueden afectar positivamente la productividad en el largo plazo, su nivel o su tasa de cambio. Algunos son condiciones necesarias y otros son factores suficientes. A modo de ejemplo se pueden señalar: 44 a) estabilidad macroeconómica, la que disminuye la probabilidad de episodios recesivos, aumenta el ingreso esperado, reduce el riesgo de inversión en bienes de capital y, para lo que nos concierne, en innovación tecnológica; b) eliminación de controles de precios y distorsiones impuestas por el estado en el sistema de precios de bienes y factores, las que afectan la eficiencia con que se asignan los recursos; c) mejoras en la flexibilidad del mercado laboral, lo que permite una mejor asignación de los recursos humanos; d) reducción en el nivel de conflictividad laboral, lo que puede generar mayor cooperación al interior de la empresa y mejorar la productividad de la misma; e) profundización y desarrollo del mercado de capitales, lo que contribuye a mejorar la eficiencia de asignación de recursos, permite reducir riesgos de inversión en nuevas tecnologías y bajar las restricciones que enfrentan los empresarios para implementar nuevas ideas; f) apertura al exterior en bienes, lo que contribuye a remover la restricción de tamaño de mercado, mejora la asignación de recursos y probablemente contribuye a una mayor transferencia de tecnologías; g) apertura a la inversión extranjera, lo que facilita el proceso de transferencia tecnológica; h) educación, formación de hábitos laborales apropiados y entrenamiento de la fuerza de trabajo, lo que eleva la calidad del trabajo; i) desarrollo de la capacidad empresarial, lo que permite generar y aprovechar mejor las oportunidades de negocios; j) infraestructura tecnológica, lo que contribuye al proceso de creación de nuevas tecnologías y, sobre todo en el caso de un país en desarrollo, facilita el proceso de selección y adaptación de tecnologías existentes; k) eliminación de cuellos de botella en infraestructura y comunicaciones; l) protección de derechos de propiedad, lo que favorece la inversión y el cambio técnico; m) estabilidad institucional y en las reglas del juego en general, lo que reduce los riesgos de los negocios y de incorporación de nuevas tecnologías; n) predictibilidad y eficiencia del sector público, lo que facilita el proceso de inversión y cambio técnico, etc. Como es bien sabido, en el período histórico que se analiza se hicieron una cantidad de reformas que afectaron varios de los factores recién señalados. Empíricamente, la incorporación de cada uno de ellos puede requerir más de una variable, lo que implicaría un número excesivo de variables. En principio, la obligada exclusión de muchas de estas variables no genera sesgos si ellas no están correlacionadas con las variables incluidas. 45 Sin embargo, amplifican las varianzas. Considerando lo anterior, en este trabajo se ha seguido un enfoque que minimice la pérdida de grados de libertad y el aumento de las varianzas y, al mismo tiempo, no desconozca la complejidad del problema. En el análisis empírico se ha incorporado sólo una variable de tipo específico que en Chile ha tenido una importancia fundamental y otra variable de carácter general que representa el conjunto de los avances en productividad provocados por una gran variedad de factores, imposibles de ser aislados con los datos agregados que se utilizan en este trabajo. La variable específica es un indicador de apertura comercial. Aunque la literatura no señala claramente la dirección teórica de su efecto sobre la productividad y el crecimiento29, existen trabajos previos sobre la economía chilena que sugieren efectos positivos.30 Para países como Chile, es razonable esperar que la apertura produzca mayor eficiencia porque contribuye a la especialización, genera disminución de costos por mayor competencia, reduce las restricciones de tamaño de mercado que afectan la adopción de tecnologías aptas para la producción a gran escala y facilita el proceso de transmisión de ideas sobre nuevas formas de hacer las cosas. A diferencia de otros estudios31 en que se suele incorporar como indicador de apertura a la razón de comercio internacional (exportaciones más importaciones) a producto, en este trabajo se ha escogido el máximo alcanzado (peak) por dicha variable, donde los tres componentes están medidos a precios del año base de las cuentas nacionales. La variable utilizada, definida como PEAKOPEN (ver Gráfico 13), considera que los avances en cuanto incorporación de ideas que generan las importaciones no se pierden en una fase recesiva del ciclo. Igualmente supone que el aprendizaje de los exportadores sobre sus mercados y los avances en cuanto a la calidad de sus productos no se pierden por una caída transitoria en las exportaciones. En la implementación empírica, la variable se incorporó con un rezago de dos períodos, lo que no sólo evita simultaneidad sino que considera adecuadamente que los procesos de aprendizaje no son instantáneos. Cabe señalar que el uso de las importaciones del período corriente en el numerador del indicador de apertura alternativo tiene el inconveniente de que no permite distinguir si la significancia del coeficiente respectivo se debe al efecto del producto sobre las importaciones o al de las importaciones (apertura) sobre el producto. 29 Ver Grossman, G. y Helpman, E., “Comparative Advantage and Long Run Growth” AER, 80, (1990) pp. 796-815. 30 Ver Lefort, F. y A. Solimano, “Economic Growth After Market-Based Reform in Latin America: the Cases of Chile and Mexico.” Mimeo, (1994); Figueroa, L. y L. Letelier, “Exportaciones, Orientación al Comercio y al Crecimiento: un Enfoque de Cointegración” Cuadernos de Economía N° 94, pp. 401-421; Rojas, P., López, E. y S. Jiménez, “Determinantes del crecimiento y estimación del producto potencial en Chile: el rol del comercio internacional” en Morandé, F. y R. Vergara, eds. Análisis Empírico del Crecimiento en Chile (Centro de Estudios Públicos e ILADES, 1997). 31 Ver, por ejemplo, Rojas, P., López, E. y S. Jiménez, op.cit. 46 GRÁFICO 13 INDICADOR DE APERTURA (PEAKOPEN) 1.0 0.9 0.8 0.7 0.6 0.5 0.4 0.3 60 65 70 75 80 85 90 95 Fuente: construido por el autor a partir de cifras de Cuentas Nacionales La variable de carácter general para representar el resto de los factores que afectan la productividad de los factores en el largo plazo es el valor rezagado del máximo (peak) de un indicador de productividad total de los factores computado con una elasticidad de producción del capital cercana a la finalmente obtenida. El uso del rezago evita el problema de correlación espúrea. A diferencia de una tendencia, que podría ser un indicador alternativo para resumir un cúmulo de efectos, la variable utilizada tiene la ventaja de que aumenta cuando hay avances en la productividad, pero no disminuye en las fases recesivas del ciclo. O sea, supone que el avance en productividad total causado por la incorporación de “progreso técnico” (nuevas ideas) o mejoras de productividad por reformas, no se pierde cuando hay recesiones. Dada la importancia que han recibido en la literatura, debe señalarse que en análisis empíricos preliminares se usaron indicadores sobre capital humano, en la forma de proporciones de la fuerza de trabajo que habían alcanzado determinado nivel de educación. Los resultados empíricos fueron o contradictorios con lo esperado o no significativos. La razón más probable es que con datos agregados de series de tiempo de un mismo país no es posible detectar este tipo de efectos, especialmente cuando las series tienen escasa variabilidad en torno a su tendencia. Por otro lado, el impacto de un indicador de reformas estructurales, como el usado en otro trabajo para la economía chilena,32 tampoco fue estadísticamente significativo, especialmente cuando era incluido con las otras variables del modelo. La falta de significancia persistió aun usando distintas estructuras de rezagos. 32 El indicador fue usado en el trabajo de Schmidt-Hebbel, K. “Chile´s Takeoff: Facts, Challenges, Lessons” Documento de Trabajo 34, Banco Central de Chile (1998). Agradezco su gentileza por haberme proporcionado los datos de ese indicador. 47 El modelo de la productividad estimado inicialmente, del cual se obtuvo (después del proceso de pretest) aquél finalmente seleccionado, incluyó, aparte del capital y trabajo, a los distintos componentes de la variable FEC original, a la diferencia respecto a su máximo valor (RECEFEC), al indicador de apertura seleccionado (PEAKOPEN(-2)) y al máximo valor (peak) de la productividad alcanzado en el período anterior (PEAKACM1(1)): LY = c(1) + c(2)*LK + c(3)*LL + ∑a(j)*CFECj +c(4)*RECEFEC +c(5)*PEAKOPEN(-2) + c(6)* PEAKACM1(-1) (13) donde, CFECj = componentes de FEC c(i), a(j) = parámetros Las estimaciones iniciales que estaban destinadas a reducir el modelo fueron obtenidas por MICO. Después de eliminar aquéllos componentes no significativos se obtuvo el modelo cuyos resultados se presentan a continuación: MICO// Variable dependiente es LY Muestra: 1962 1997 Observaciones incluidas: 36 Variable Coeficiente Error Estándar t C LK LL FECRES FECTI FECTRSF RECEFEC PEAKOPEN(-2) PEAKACM1(-1) 10.63518 0.166286 0.833820 0.448183 0.383929 0.798728 0.304913 0.482620 0.342517 1.237178 0.090701 0.058412 0.084164 0.071659 0.196167 0.050023 0.136430 0.148899 R-cuadrado R-cuadrado ajustado Error est. de la regresión Suma cuadrados de residuos Log verosimilitud Durbin-Watson 0.998718 0.998339 0.015206 0.006243 104.7955 2.495800 Media var. dependiente Error est. var. dependiente Akaike Schwarz F Prob F Prob. 8.596317 1.833351 14.27473 5.325087 5.357690 4.071674 6.095434 3.537501 2.300333 0.0000 0.0778 0.0000 0.0000 0.0000 0.0004 0.0000 0.0015 0.0294 15.01564 0.373060 -8.159851 -7.763971 2630.052 0.000000 Donde: LY= log del PIB; LK = log de capital al inicio del año; LL= log del empleo; FECRES= razón respecto al PIB de las reservas internacionales netas de pasivos de corto plazo al inicio del período, expresadas en términos reales usando el deflactor de las importaciones; FECTI = efecto términos de intercambio; FECTRSF = razón respecto al PIB de las transferencias y servicios financieros netos recibidos del exterior, expresadas en términos reales usando el deflactor de las importaciones; PEAKOPEN= máximo valor de la razón de comercio exterior a PIB; RECEFE2= FEC menos su valor máximo, PEAKACM1=maximo valor de la productividad total computado con elasticidad de capital igual a 0.3. El test de retornos constantes a escala aceptó la hipótesis nula de que las elasticidades del capital y del trabajo suman uno. En el test conjunto de esta hipótesis y de que los coeficientes de FECRES, FECTI y RECEFEC son iguales, se aceptó dicha hipótesis.33 33 La hipótesis nula conjunta se puede representar como: C(2)+C(3)=1 C(4)=C(7) C(5)=C(7) 48 Los resultados de la regresión restringida correspondiente, donde la variable dependiente es el logaritmo de la productividad media del trabajo (LY-LL), fueron: MICO// Variable dependiente es LY-LL Muestra: 1962 1997 Observaciones incluidas: 36 Variable C LK - LL FECRES+FECTI+RECEFEC FECTRSF PEAKOPEN(-2) PEAKACM1(-1) R-cuadrado R-cuadrado ajustado Error est. de la regresión Suma cuadrados de residuos Log verosimilitud Durbin-Watson Coeficiente Error Estándar t Prob. 10.41781 0.178726 0.361748 0.724602 0.511008 0.363526 0.714146 0.052936 0.018370 0.152643 0.060170 0.094059 14.58779 3.376267 19.69214 4.747021 8.492670 3.864864 0.0000 0.0020 0.0000 0.0000 0.0000 0.0006 0.991550 0.990142 0.014888 0.006650 103.6588 2.331327 Media var. dependiente Error est. var. dependiente Akaike Schwarz F Prob F 13.80370 0.149947 -8.263365 -7.999445 704.0512 0.000000 Ajuste de la Regresión 14 .4 14 .2 14 .0 13 .8 0.04 13 .6 13 .4 0.02 0.00 -0.02 -0.04 65 70 75 80 R es id ual 85 A c tu al 90 95 F itted Donde C(i) es el parámetro de la variable i, ordenada según orden de aparición en el cuadro de resultados. Los resultados del test de Wald fueron: F-statistic 0.586700 Probability 0.628952 Chi-square 1.760099 Probability 0.623656 49 Tests de Estabilidad 20 1.6 1.2 10 0.8 0 0.4 -10 0.0 -0.4 -20 68 70 72 74 76 78 80 82 84 86 88 90 92 94 96 CUSUM 70 75 80 85 CUSUM of Squares 5% Significance 60 90 95 5% Significance 3 2 40 1 20 0 -1 0 -2 -20 -3 72 74 76 78 80 82 84 86 88 90 Recursive C(1) Estimates 92 94 96 72 74 ± 2 S.E. 76 78 80 82 84 86 88 90 92 Recursive C(2) Estimates 0.8 3 0.6 2 0.4 1 0.2 0 0.0 -1 94 96 ± 2 S.E. -2 -0.2 72 74 76 78 80 82 84 86 88 90 Recursive C(3) Estimates 92 94 96 72 74 ± 2 S.E. 76 78 80 82 84 86 88 90 92 Recursive C(4) Estimates 2.0 94 96 ± 2 S.E. 6 1.5 4 1.0 0.5 2 0.0 0 -0.5 -2 -1.0 72 74 76 78 80 82 84 Recursive C(5) Estimates 86 88 90 92 94 96 72 ± 2 S.E. 74 76 78 80 82 84 86 88 90 92 Recursive C(6) Estimates 94 96 ± 2 S.E. Test de Normalidad de Residuos 8 Series: Residuals Sample 1962 1997 Observations 36 6 Mean Median Maximum Minimum Std. Dev. Skewness Kurtosis 4 2 -2.25E-15 -0.000290 0.034291 -0.026837 0.013784 0.216868 2.877850 Jarque-Bera 0.304573 Probability 0.858742 0 -0.03 -0.02 -0.01 0.00 0.01 50 0.02 0.03 Test de Autocorrrelación Breusch-Godfrey Serial Correlation LM Test: F-statistic Obs*R-squared 4.067493 8.104598 Probability Probability 0.028133 0.017382 El test de estabilidad global de CUSUM y los tests individuales de coeficientes recursivos muestran que la ecuación es estable. Sin embargo, el test de CUSUM CUADRADO, que es sensible a observaciones extremas, muestra cierto grado de inestabilidad. Esto mismo hace que el test de autocorrelación de Breusch-Godfrey acepte la hipótesis alternativa de autocorrelación de orden mayor que uno. Los resultados muestran un bajo valor de la elasticidad de producción. Este resultado es importante porque de ese valor dependen las proyecciones que se presentarán posteriormente. En todo caso, este resultado es preliminar ya que después será modificado al usar una especificación no lineal de la función de productividad. Los resultados sobre los efectos de las variables de estado están de acuerdo a lo esperado. En las recesiones y recuperaciones inciden las condiciones generales de holgura externa, representada por RECEFEC. Algunos de los componentes de la variable FEC tienen un impacto específico positivo adicional al involucrado en RECEFEC (los términos de intercambio (FECTI), las reservas internacionales netas al inicio del período (FECRES) y los servicios financieros (FECTRSF)). Como estas variables no pueden crecer indefinidamente, su impacto principal es sobre el ciclo. El impacto de FECTRSF sobre la utilización y productividad de los recursos, por tamaño de shock, es el más significativo. Esto muestra la gran importancia que pueden alcanzar las condiciones financieras internacionales en la determinación de las decisiones de gasto y producción interna. Debe señalarse que la magnitud del efecto directo de FECTRSF disminuirá en la estimación del modelo no lineal. Es interesante señalar que otros componentes de FEC, las exportaciones y flujos de capital no tienen un impacto directo adicional al de RECEFEC. Sin embargo, tienen uno indirecto, a plazo mayor, a través de su efecto sobre las reservas internacionales netas (FECRES). Adicionalmente, el desarrollo de largo plazo de las exportaciones tiene un efecto de largo plazo que se refleja en el coeficiente de la variable peak de apertura (PEAKOPEN). Las variables que generan el cambio técnico de largo plazo, los peaks de apertura y de productividad rezagada tienen los signos esperados, destacándose la importancia de la apertura. Dado que esta última variable no puede crecer indefinidamente, debe esperarse alguna moderación de los aumentos de productividad experimentados en los últimos años, salvo que aparezcan nuevos detonantes de los aumentos de productividad, lo que en el modelo se expresaría como un aumento del peak de productividad rezagada (PEAKACM1). 51 El modelo estimado como ecuación de largo plazo Todas las variables de esta regresión son integradas de orden uno. En efecto, según el test de Dickey-Fuller, el orden de integración de cada variable es el siguiente: LY, LYLL, LL, FECRES, FECTI, FECTRSF, (FECRES+FECTI+RECEFEC), PEAKOPEN, PEAKACM1 son integradas de orden uno (I(1)). La variable RECEFEC sólo es estacionaria al 10% (con un rezago) si no se incluye ni tendencia ni constante; sin embargo, si se incluye la constante, como debiera ser, dado que es una variable que toma valores cero o negativos, es I(1). LK es I(2), sin embargo, LK-LL es Y(1). Las variables de esta ecuación claramente cointegran. En efecto, el residuo es claramente estacionario de acuerdo al test de Engle y Granger. El test ADF del residuo, incluyendo un rezago fue de -7.228051, lo que resulta significativo al 1%. Dada la propiedad de cointegración, la ecuación estimada se puede considerar como una relación de largo plazo. Un modelo de corrección de errores Aprovechando la existencia de un vector de cointegración se decidió estimar un modelo de corrección de errores para ver si puede existir una mejor explicación estadística de la dinámica de corto plazo. El modelo obtenido después de eliminar variables no significativas incluyó cambios de las variables de la ecuación de largo plazo y el residuo rezagado de esta ecuación (RES(-1)): MICO// Variable Dependiente es D(LYL) Muestra: 1963 1997 Observaciones incluidas: 35 Variable C D(LK-LL) D(FECRES+FECTI+RECEFEC) D(FECTRSF) D(PEAKOPEN(-2)) D(PEAKACM1(-1)) RES(-1) R-cuadrado R-cuadrado ajustado Error est. de la regresión Suma cuadrados de residuos Log verosimilitud Durbin-Watson Coeficiente Error Estándar -0.000528 0.191601 0.310607 0.559109 0.349068 0.615077 -1.456399 0.002859 0.067767 0.023261 0.203358 0.132400 0.119699 0.170467 0.928685 0.913403 0.012290 0.004229 108.2056 2.199801 t -0.184560 2.827344 13.35324 2.749386 2.636467 5.138549 -8.543602 Media var. dependiente Error est. var. dependiente Akaike Schwarz F Prob F 52 0.018295 0.041764 -8.621055 -8.309985 60.77076 0.000000 Prob. 0.8549 0.0086 0.0000 0.0103 0.0135 0.0000 0.0000 Ajuste de la Regresión 0.10 0.05 0.00 -0.05 0.02 -0.10 0.00 -0.02 -0.04 65 70 75 80 Residual 85 90 Actual 95 Fitted Tests de Estabilidad 20 1.6 1.2 10 0.8 0 0.4 -10 0.0 -0.4 70 72 74 76 78 80 82 84 86 88 90 92 94 96 -20 70 72 74 76 78 80 82 84 86 88 90 92 94 96 CUSUM CUSUM of Squares 5% Significance 0.04 1.5 0.5 0.02 1.0 0.4 0.00 0.5 0.3 -0.02 0.0 0.2 -0.04 -0.5 0.1 -0.06 -1.0 74 76 78 80 82 84 86 88 90 Recursive C(1) Estimates 92 94 96 0.0 74 76 78 ± 2 S.E. 80 82 84 86 88 90 Recursive C(2) Estimates 1.5 92 94 96 74 76 78 ± 2 S.E. 80 82 84 86 88 90 Recursive C(3) Estimates 4 1.0 5% Significance 92 94 96 ± 2 S.E. 2.0 3 1.5 0.5 2 0.0 1.0 1 -0.5 0.5 0 -1.0 -1 -1.5 74 76 78 80 82 84 86 88 90 Recursive C(4) Estimates 92 94 96 ± 2 S.E. 0.0 74 76 78 80 82 84 86 Recursive C(5) Estimates -0.8 -1.2 -1.6 -2.0 -2.4 74 76 78 80 82 84 86 Recursive C(7) Estimates 88 90 92 94 96 ± 2 S.E. 53 88 90 92 94 ± 2 S.E. 96 74 76 78 80 82 84 86 Recursive C(6) Estimates 88 90 92 94 ± 2 S.E. 96 Test de Normalidad de Residuos 10 Series: Residuals Sample 1963 1997 Observations 35 8 Mean Median Maximum Minimum Std. Dev. Skewness Kurtosis 6 4 3.67E-18 0.000249 0.019290 -0.032278 0.011153 -0.682415 3.650509 2 Jarque-Bera 3.333636 Probability 0.188847 0 -0.03 -0.02 -0.01 0.00 0.01 0.02 Test de Autocorrrelación Breusch-Godfrey Serial Correlation LM Test: F-statistic Obs*R-squared 3.533317 7.479812 Probability Probability 0.043912 0.023756 Salvo el test de CUSUM cuadrado, los otros tests de estabilidad muestran que el modelo es estable. El coeficiente de autocorrelación rechaza la hipótesis nula. Ambos problemas se solucionan por completo cuando se excluyen de la regresión los años 1965 y 1970. Respecto a la exclusión del primer año, existe una fuerte presunción de que la baja de crecimiento y la caída de productividad en ese año es un fenómeno estadístico, más que algo real, causado por diferencias muy fuertes en los precios relativos entre ese año y 1977, año base de las cuentas nacionales empalmadas del Banco Central utilizadas para medir la evolución del producto entre 1960 y 1986; de hecho, en las cuentas antiguas con base de 1965, no existía tal baja de crecimiento. especto a la exclusión de la observación de 1970, cabe recordar que en este año fue la elección del presidente Allende, apoyado por socialistas y comunistas, lo que produjo una gran incertidumbre en el sector privado. Esta se notó especialmente en el comportamiento del consumo privado de ese año, el que se contrajo a pesar de la holgada situación de las cuentas externas. Al estimar el modelo excluyendo esos dos años, todos los test resultan bien comportados. La influencia de la exclusión de estos dos años sobre las magnitudes de los coeficientes estimados, sin embargo, es mínima y por esta razón los resultados se presentan en el Anexo I. 54 La posible presencia de simultaneidad en el modelo de corto plazo Dado que el enfoque econométrico utilizado es estructural, la representación de los shocks del período corriente incluye como variables explicativas a los cambios de variables en el período corriente, que pueden ser endógenas. La posible simultaneidad resultante aquí se corrige por el método de variables instrumentales. Las variables explicativas que pueden introducir problemas de simultaneidad son la razón capital trabajo y la variable RECEFEC. Una demanda por trabajo que depende del producto del período corriente significa la existencia de una relación simultánea entre producto y empleo y, por lo tanto, entre (LYLL) y (LK-LL). El capital es exógeno en el período, ya que corresponde al del principio de cada período. En principio el problema de sesgo e inconsistencia en la estimación de la ecuación de corto plazo por Mínimos Cuadrados Ordinarios (MICO) no debiera ser grave debido a la existencia de costos de ajuste que afectan la demanda por trabajo. Esto implica que el efecto del error en la “función de producción” tiene un bajo impacto sobre la demanda por trabajo en el mismo período. A pesar de esto, el modelo de corto plazo se estimó también por medio de variables instrumentales. Como variable instrumental para el empleo se usó el valor estimado del mismo (FITLL) proveniente de una regresión entre la variación del empleo y su rezago, la cuenta corriente rezagada en un período (cuando hay problemas de cuenta corriente se generan expectativas de ajuste), la tasa de desempleo rezagada (a mayor desempleo inicial menor es la restricción de oferta) y el logaritmo de un índice de tipo de cambio real, medido como la razón entre el deflactor de las importaciones y el del PIB (a menor precio relativo de las importaciones menor es la percepción de restricción externa).34 También la variable RECEFEC, definida como FEC menos su peak, puede tener un componente endógeno al producto dado por la inclusión de créditos externos netos dentro de los componentes de FEC. Este componente (FECKSR) es igual a los créditos externos netos de corto y largo plazo, divididos por el deflactor de importaciones y por el PIB rezagado. Los otros componentes de FEC35 se consideraron suficientemente exógenos.36 Debido a esto se construyó una variable instrumental para RECEFEC que se denomina FITRECEFEC, remplazando en la identidad a FEC por un valor estimado del mismo. 34 La ecuación estimada para el cambio logarítmico del empleo en el período 1962-1997 fue: D(LL) = -0.013152508 + 0.58230001*U(-1) + 0.34979753*D(LL(-1)) + 0.6618853*CCY(-1) – 0.054579792*D(LDEFIMPC) (-1.7) (6.6) (3.2) (5.3) (-2.2) R-cuadrado= 0.661133; Error estándar de la regresión= 0.018863; Durbin-Watson=2.013737 35 Los otros componentes de FEC son: FECX= exportaciones reales divididas por el PIB real rezagado; FECTI= razón del efecto términos de intercambio respecto al producto rezagado; FECTRSF= fracción del producto rezagado que representan las transferencias y servicios financieros, divididas por el deflactor de importaciones; FECRES= fracción del producto rezagado que representan las reservas internacionales netas de pasivos de corto plazo al inicio del período divididas por el deflactor de las importaciones; FECOK= fracción del producto rezagado que representan otros flujos de capitales (cartera e inversión directa), divididas por el deflactor de importaciones. 36 Las exportaciones son bastante inerciales en Chile. Considerarlas predeterminadas en cada año no debiera causar un problema de simultaneidad significativo. El único año en que éstas probablemente respondieron, positivamente, a la recesión fue en 1976. Los principales causantes de la recesión de ese año, sin embargo, fueron los términos de intercambio y la forma de implementar el plan de estabilización. 55 Este se construyó por medio de una regresión de FEC en función de sus componentes exógenos y de un valor estimado de FECKSR. La estimación de FECKSR se obtuvo de una regresión que tenía como variable explicativas al componente de largo plazo de FECKSR rezagado, la cuenta corriente rezagada (como una variable que tiene información sobre la demanda por créditos externos), los movimientos de capitales a toda América Latina respecto a PIB (como una variable de oferta de crédito),37 y el rezago de un promedio móvil de dos períodos de la variación del tipo de cambio real de las importaciones. Además se incluyó una variable ficticia para el año 1982, ya que la fuga de capitales de ese año es claramente un outlier debido a la crisis del sistema financiero. Cabe señalar que el problema de inconsistencia de la estimación por MICO de la ecuación de largo plazo no debiera ser importante porque las variables explicativas son I(1). Por esta razón sólo se presentan aquí los resultados de la estimación por variables instrumentales de la ecuación de corto plazo.38. La estimación del modelo de corto plazo con variables instrumentales fue: Mínimos Cuadrados en dos Etapas // Variable Dependiente es D(LY-LL) Muestra: 1963 1997 Observaciones incluidas: 35 Variables Instrumentales: C D(LK) D(FITLL) D(FECRES+FECTI+FITRECEFEC) D(PEAKACM1(-1)) RES(-1) Coeficiente C D(LK-LL) D(FECRES+FECTI+RECEFEC) D(FECTRSF) D(PEAKOPEN(-2)) D(PEAKACM1(-1)) RES(-1) R- cuadrado R-cuadrado ajustado Error est. de la regresión Suma cuadrados de residuos F Prob F Error Estándar -0.001151 0.246329 0.335156 0.591540 0.334110 0.607546 -1.419015 0.002932 0.085262 0.024895 0.211120 0.137420 0.124319 0.175021 0.925269 0.909255 0.012581 0.004432 60.09557 0.000000 t -0.392447 2.889086 13.46282 2.801921 2.431308 4.886998 -8.107699 Media var. dependiente Error est. var. dependiente Akaike Schwarz Durbin-Watson D(FECTRSF) D(PEAKOPEN(-2)) Prob. 0.6977 0.0074 0.0000 0.0091 0.0217 0.0000 0.0000 0.018295 0.041764 -8.574260 -8.263190 2.038208 Si se comparan estos resultados con los obtenidos al usar MICO se podrá observar que son bastante similares. Sólo el coeficiente de D(LK-LL) experimenta un ligero aumento, lo que va en la dirección esperada dada la posible correlación negativa entre esta variable y el error de la “función de producción”. 37 Esta serie fue proporcionada gentilmente por Ricardo Ffrench-Davis, de CEPAL. La estimación de la ecuación de largo plazo por variables instrumentales (análogas a las de la ecuación de corto plazo), cuyos resultados se pueden ver en el Anexo, dio resultados muy similares a los obtenidos por MICO. 38 56 En las ecuaciones anteriores se destaca la importancia de las variables externas para explicar las fluctuaciones cíclicas, la incidencia de la apertura comercial y desarrollo del comercio como motor principal de los aumentos de productividad de largo plazo, así como la presencia de otras fuentes de aumento de productividad reflejadas por la variable peak de la productividad rezagada. Es interesante señalar que a pesar de la variedad de cambios de política y turbulencia del período, el modelo presenta un error estándar de sólo 1,258%, en una estimación que, en general y salvo los años 65 y 70, es estable y satisface otros criterios importantes de validación empírica. También debe volver a destacarse lo pequeño que resultó el valor estimado para la elasticidad de producción del capital. Considerando que este problema se puede deber a la forma lineal usada se decidió analizar el problema con una forma funcional no lineal más flexible. 4.3 Un modelo de productividad endógena no lineal en las variables La Función de Productividad No Lineal y sus Propiedades Aprovechando que en el análisis anterior el supuesto de retornos constantes a escala no era rechazado por lo datos, en esta sección se supone la existencia de tal restricción. El modelo se puede plantear, entonces, como uno de la productividad media del trabajo donde ésta depende del conjunto de variables de estado (X) y de la razón capital trabajo (K/L). La diferencia con el modelo anterior es que la función es del tipo translog en las variables (K/L) y X. Suponiendo que hay una sola variable X, se puede escribir: ln(Y/L) = β1 + β2 ln(K/L) + β3 (ln(K/L))2 + β4 Z + β5 Z2 + β6 Z ln(K/L) (14) donde Z=lnX La elasticidad de producción del capital es: eK = ∂ln(Y/L) ∂ln(K/L) = β2 + 2β3 ln(K/L) + β6 Z (15) A diferencia del modelo lineal, eK no es constante y depende tanto de (K/L) como de Z. Dado que la función tiene retornos a escala constantes, las productividades marginales del capital y del trabajo se pueden obtener como: ∂Y ∂K = eK Y K ; ∂Y ∂L = (1 - eK) Y L (16) En consecuencia, la tasa marginal de sustitución entre capital y trabajo (TMS) es: 57 TMS = dK dL =- ∂Y ∂L ∂Y ∂K =- (1 - e K ) K eK L (17) La elasticidad de sustitución entre capital y trabajo (σ), definida como positiva, es por definición: K dln L ∂Y/∂L dln ∂Y/∂K σ= (18) Por lo tanto: σ= K dln L (1 - e K ) K dln eK L (19) Para encontrar una expresión para la elasticidad de sustitución entre capital y trabajo se obtiene primero el diferencial logarítmico de (-TMS) o diferencial logarítimico ∂Y/∂L de la razón de productividades marginales : ∂Y/∂K ∂Y/∂L ∂Y/∂K dln = dln(1 - eK) - dlneK + dln(K/L) =− (20) ∂lne K ∂ln e K eK dln(K/L) − dln(K/L) + dln(K/L) ∂ln(K/L) (1 - e K ) ∂ln(K/L) ∂e K ∂e K eK − + 1dln(K/L) (1 - e K ) e K ∂ln ( K/L ) e K ∂ln( K/L ) = − (21) El término entre paréntesis es el inverso de la elasticidad de sustitución. Obteniendo la derivada de eK respecto a ln(K/L) en la ecuación (15) y reordenando, la elasticidad de sustitución resulta ser: σ = (1 - e K )e K (1 - e K )e K − 2 β 3 (22) Debe notarse que si β3 ≠ 0, la elasticidad de sustitución será variable y dependerá de eK. Se puede ver que si: β3 =0, σ = 1 y la función converge a una Cobb-Douglas, si β3 > 0, σ >1 y si β3 < 0, σ <1. Obviamente, el denominador no debe ser negativo. 58 La elasticidad de producción, eK, y la de sustitución, σ, pueden variar por cambios en ln(K/L) y en Z. Dentro de esta forma funcional se puede representar situaciones donde estas elasticidades de varían según el plazo. Así, en condiciones normales, es razonable esperar una mayor sustitución entre capital y trabajo en el largo que en el corto plazo.39 La presencia de rezagos de ln(K/L) con coeficientes positivos y significativos en la ecuación de eK sería congruente con esta hipótesis. Método Estimación La función anterior se puede estimar directamente por MICO. Sin embargo, la eventual existencia de varias variables en Z puede producir escasez peligrosa de grados de libertad. Por esto resulta conveniente incorporar información adicional a la estimación usando las condiciones de primer orden de la minimización de costos. Dichas condiciones implican una igualación entre elasticidad de producción de un factor y su participación dentro del valor agregado (debido al equilibrio entre valores de las productividades marginales y precios). Para esto es conveniente escribir la ec. (14) en función de la elasticidad de producción (eK), usando para ello la ec. (15): ln(Y/L) = β1 + [eK - β3 ln(K/L)]ln(K/L) + β4 Z + β5 Z2 (23) Esta ecuación se puede escribir también como: ln(Y/L) = β1 + [β2 + 2β3 ln(K/L) + β6 Z - β3 ln(K/L)]ln(K/L) + β4 Z + β5 Z2 (24) Nótese que el paréntesis que multiplica a ln(K/L) en (23) o (24) no es la elasticidad de producción. Sólo lo sería si ésta no dependiera de ln(K/L). La ecuación (23), que ahorra un buen número de parámetros en relación a la ecuación (14), se podrá estimar si existe información sobre eK. Tal información puede obtenerse de la relación entre la elasticidad de producción eK y la participación del capital dentro del valor agregado neto de impuestos indirectos (SK).40 Si no hay distorsión, eK tenderá a ser igual a SK y la estimación de la función de producción se podrá obtener a través de la estimación conjunta de las ecuaciones (23) y (15) (o (24) y (15)), usando como variable dependiente en la ecuación (15) a la participación del capital (SK ) en vez de la elasticidad de producción (eK). Incorporando un término aleatorio en cada ecuación, el sistema a estimar estará compuesto por las dos siguientes ecuaciones: Dos razones importantes para que σ en el largo plazo sea mayor que en el corto son: a) la información sobre los “proyectos” que podrían permitir una sustitución entre trabajo y capital toma tiempo en concebirse o adquirirse; b) a nivel agregado, la movilidad de recursos entre sectores, que es una de las formas de materializar la sustitución, no es instantánea. Excedente de explotación + depreciación 40 SK = Valor agregado neto de impuesto indirectos 39 59 ln(Y/L) = β1 + [SK - β3 ln(K/L)]ln(K/L) + β4 Z + β5 Z2 + u (25) SK = β2 + 2β3 ln(K/L) + β6 Z + v (26) Nótese que el estimador de β3 corresponde a la mitad del coeficiente de ln(K/L) en la ecuación (26). Si se desea estimar por métodos uniecuacionales, habría que estimar primero la ecuación (26) y luego incorporar esa información y estimar la ecuación (25). Es más apropiado, sin embargo, estimar ambas ecuaciones en forma conjunta. Debido a la existencia de shocks comunes no representados en las variables del modelo, los dos términos aleatorios, u y v, muy probablemente estarán correlacionados entre sí. Esto haría aconsejable estimar el modelo por Mínimos Cuadrados Generalizados. Sin embargo, como además puede haber simultaneidad entre empleo y producto, es conveniente estimar ambas ecuaciones a través de Mínimos Cuadrados en 3 Etapas (MC3E) o, eventualmente, por Máxima Verosimilitud con Información Completa. Aquí se ha elegido el método de MC3E por su mayor accesibilidad. Existencia de Distorsiones La imposición de igualdad entre valor del producto marginal de cada factor y su precio puede ser una condición no aceptada por los datos.41 La existencia de poder monopsónico en el mercado del trabajo (por ejemplo, cuando el desempleo es muy grande), puede implicar que la participación del trabajo sea menor que su elasticidad de producción. Dada la existencia de retornos constantes a escala, eso significaría que la elasticidad de producción del capital sería menor que su participación. Problemas de medición, como se señaló más arriba, también pueden dar origen a una distorsión entre participación medida y elasticidad de producción. Esto es precisamente lo que sucede cuando en las cuentas nacionales se imputa como rentas del capital (o “pagos a otros factores”) a los ingresos de los empleados por cuenta propia. Debido a estos problemas, la imposición de la restricción de igualdad entre participación del capital (medida) y su elasticidad de producción puede ser una restricción no avalada por la evidencia. Es conveniente, por lo tanto, hacer un test sobre esta igualdad antes de imponerla a priori sobre los datos. Este test se puede hacer especificando un sistema a estimar de tal forma que incorpore la distorsión. Supóngase que la distorsión es D(.), la que puede ser una constante o una función. Por lo tanto: eK = SK + D(.) (27) 41 Este supuesto es el implícito en las mediciones de productividad total basadas en la función de costos, tal como el mostrado en los trabajos de Harberger y seguidores. Ver Harberger, A. (1995) “New Insights into the Growth Process” monografía, New Dehli: Indian Council for Research on International Economic Relations y el trabajo de Beyer, H. “Diferencias Observadas en el Crecimiento de la Productividad Total de los factores en el Sector Manufacturero Chileno” en Morandé, F. y R. Vergara, eds. Análisis Empírico del Crecimiento en Chile (Centro de Estudios Públicos e ILADES, 1997). 60 Combinando la ecuación (15), (23) y (27) se obtiene el sistema a estimar que incorpora la existencia de la distorsión: ln(Y/L) = β1 + [SK + D(.) - β3 ln(K/L)]ln(K/L) + β4 Z + β5 Z2 + u (28) SK = β∗2 + 2β3 ln(K/L) + β6 Z + v (29) donde β∗2 = β2 - D(.) Si D(.) no es estadísticamente distinto de cero, significa que no hay distorsión. Resultados de la estimación del modelo no lineal Las variables Z seleccionadas y las variables instrumentales son las mismas que se usaron en el modelo lineal, salvo que en el caso de las últimas no se agregaron los efectos de las variables externas. El período muestral va desde 1962 a 1997, excluyendo a 1971 y 1972, los dos primeros años de Allende. La exclusión de estos dos años se debe a que hay razones fundadas para pensar que el salario promedio fue muy superior al producto marginal del trabajo estimado y, por lo tanto, SK fue muy inferior a eK. Como esta distorsión fue puntual a esos dos años ellos fueron eliminados del análisis. La causa de ella fueron las grandes presiones salariales que hubo en esos dos primeros años del gobierno de Allende y las severas restricciones que enfrentaban las empresas para despedir trabajadores debido a la legislación de inamovilidad vigente y las amenazas latentes de expropiación. También en esos años subió enormemente el empleo público, evento que también tiende romper el equilibrio entre producto marginal y salarios. La magnitud de la distorsión queda de manifiesto al constatar que el salario real promedio en 1971 y 1972 fue 25% superior al de 1970. En 1973 esto no fue sostenible y se desplomó en 32%. Los resultados de la estimación por Mínimos Cuadrados en Tres Etapas de las ecuaciones (28) y (29) en forma conjunta se presentan a continuación. Debe notarse que en la ecuación de productividad del trabajo (la de LY-LL, que corresponde a la ecuación (28)), se ha reemplazado a SK por su función estimada (correspondiente a la ecuación (29)). Nótese que hay parámetros comunes en ambas ecuaciones. 61 Modelo sin restricciones Muestra: 1962-1997, excluyendo 1971 y 1972 Observaciones: 34 C(1) C(2) C(3) C(6) C(8) C(10) C(21) C(22) C(24) C(25) C(27) C(28) C(100) Coeficiente Error Estándar 6.101975 -0.171831 0.024555 0.041233 0.510547 -0.412633 -27.51551 2.772239 0.520261 0.438843 0.559210 -7.902991 -0.299114 0.873191 0.057578 0.003973 0.005958 0.086010 0.063625 6.022762 0.861248 0.163020 0.058897 0.153976 1.279602 0.062497 t Prob. 6.988136 -2.984306 6.180824 6.921125 5.935890 -6.485343 -4.568587 3.218862 3.191403 7.450970 3.631786 -6.176134 -4.786078 0.0000 0.0042 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.0022 0.0023 0.0000 0.0006 0.0000 0.0000 Ecuación: SK = C(1) + C(2)*FECRES+C(3)*FECTI +C(6)*PEAKOPEN(-2) +C(8)*PEAKACM1(-2) +C(10)*(LK-LL) Variables instrumentales: C FECRES FECTI PEAKOPEN(-2) PEAKACM1(-2) (LK-FITLL) R-cuadrado R-cuadrado ajustado Error Std de regresión Durbin-Watson 0.625336 0.558432 0.021709 1.318052 Media var dependiente Error Std var dependiente Suma cuadrados residuales 0.573549 0.032669 0.013196 Ecuación: LY-LL = C(21) + C(22)*FECRES + C(24)*FECTRSF +C(25)*RECEFEC + C(27)*PEAKACM1(-1) + C(28)*PEAKACM1(-2) +(C(1) + C(2)*FECRES + C(3)*FECTI + C(6)*PEAKOPEN(-2) +C(8)*PEAKACM1(-2) + C(10)*(LK-LL) -.5*C(10)*(LK-LL) +C(100))*(LK-LL) Variables instrumentales: C FECRES FECTRSF FITRECEFEC PEAKACM1(-1) PEAKACM1(-2) (LK-FITLL) FECRES*(LK-FITLL) (LK-FITLL)*FECTI (LK-FITLL)*PEAKOPEN(-2) PEAKACM1(-2)*(LK-FITLL) LK*LK LK*FITLL FITLL*FITLL R- cuadrado R-cuadrado ajustado Error Std de regresión Durbin-Watson 0.993735 0.990154 0.015316 2.192692 Media var dependiente Error Std var dependiente Suma cuadrados residuales 13.80429 0.154358 0.004926 Los resultados muestran un excelente ajuste de la variable productividad (LY-LL), con un error estándar de sólo 1,5%, lo cual es muy bajo si se considera el período y país analizado. Por otro lado, la ecuación de SK presenta un R-cuadrado no muy alto y algo de autocorrelación. El relativamente bajo R-cuadrado de SK no quiere decir que sea una mala ecuación, ya que el error estándar de la estimación de SK es razonable para los propósitos de este trabajo. Al respecto debe tenerse presente que lo que interesa obtener de la estimación de SK es un buen estimador de la elasticidad de producción y no necesariamente un excelente predictor de SK. Así, en el caso extremo que el modelo final 62 terminara siendo una Cobb-Douglas, la elasticidad de producción sería constante y, por lo tanto, el R-cuadrado de SK sería cero. En tal evento, sus residuos mostrarían toda la autorrelación presente en la variable SK. El problema de la autocorrelación de SK en la muestra es principalmente causado por algunas observaciones extremas de SK que tienen causas históricas puntuales. Si no hay razones para pensar que la elasticidad de producción siguió de cerca dichas fluctuaciones, el problema no debiera preocupar. Para analizar si el impacto de cada variable sobre la productividad es el esperado, es conveniente computar las semielasticidades del producto (y de la productividad media) respecto a cada variable de estado. Tal cómputo debe hacerse derivando la variable LY-LL en la segunda ecuación reportada respecto a cada variable de estado. Debe notarse que las semielasticidades de aquéllas variables que están incluidas en SK varían a través del tiempo. En el Cuadro 2 se presenta un resumen de las semielasticidades respecto a cada variable de estado, de la elasticidad del producto respecto al capital (eK) y de la elasticidad de sustitución entre capital y trabajo (σ). CUADRO 2 RESUMEN DE ELASTICIDADES DE PRODUCIÓN DEL CAPITAL, DE SUSTITUCIÓN Y SEMIELASTICIDADES DE VARIABLES DE ESTADO EN MODELO LIBRE eK MEDIA MEDIANA MAXIMO MINIMO DESV. ST 0.274141 0.272481 0.323714 0.205351 0.024648 σ 0.324467 0.324514 0.346641 0.283393 0.012597 EFECTI 0.367034 0.367068 0.372258 0.362126 0.002530 EFECRES 0.203798 0.203558 0.238137 0.167236 0.017702 EFECTRSF ERECEFE2 EPEAKOPEN EPEAKACM1 0.520261 0.520261 0.520261 0.520261 2.25E-16 0.438843 0.438843 0.438843 0.438843 2.81E-16 0.616337 0.616395 0.625111 0.608097 0.004248 0.287620 0.288334 0.396255 0.185591 0.052597 (*) Los códigos de las semielasticidades de cada variable tienen su mismo nombre con una E al principio. La elasticidad de producción del capital (eK) tiene un valor medio de 0.27, mayor que el obtenido en el modelo lineal. La elasticidad de sustitución (σ), por otro lado, es bastante reducida, lo que podría ser inconsistente con una especificación de la “función de producción” del tipo Cobb-Douglas. La inclusión de rezagos de LK-LL en la ecuación de SK, que podría haber significado un valor de σ mayor en el largo plazo, no fue avalada por los datos. De esto no debe concluirse que tal fenómeno no existe, sino sólo que la hipótesis nula de que σ no depende del plazo, no es rechazada por la evidencia. Este tipo de comportamiento de σ y el hecho de que su valor sea relativamente menor a lo esperado es un resultado que debiera ser analizado con mayor profundidad en otro trabajo. Una hipótesis que podría explicar este resultado es que, dada la historia de grandes recesiones y sus secuelas de desempleo, en la muestra predominan las fluctuaciones de LK-LL causadas por fluctuaciones de la “función de producción” misma por sobre las fluctuaciones causadas por variaciones permanentes de precios relativos. Son estas últimas las que proveen mayor información para identificar el verdadero grado de sustitución de la economía. 63 Los signos de los valores medios de las semielasticidades de las variables de estado son de acuerdo a lo esperado. Sus valores medios están dentro de los mismos órdenes de magnitud que las encontradas en la ecuación de largo plazo del modelo lineal reportado más arriba. A pesar de esto, hay algunas diferencias que se anotan a continuación. Se redujeron las semielasticidades de FECRES (0.203798 contra 0.361748), la de FECTRSF (0.520261 contra 0.724602) y la de PEAKACM1 (0.287620 contra 0.363526). Subieron la de RECEFEC (0.438843 contra 0.361748), PEAKOPEN (0.616337 contra 0.511008). La elasticidad de los términos de intercambio (EFECTI) es prácticamente la misma (0.367034 versus 0.361748). Claramente el cambio más importante, especialmente para las proyecciones de más adelante, fue el aumento de la elasticidad del capital desde 0.178726 en el modelo lineal a 0.274141, superando en algunos años al valor de 0.3. Los coeficientes de la ecuación de SK, aparte del correspondiente a la razón capital trabajo, muestran el efecto de las variables de estado sobre la distribución del ingreso o el tipo de sesgo del “cambio técnico”. El resultado más interesante es el signo y magnitud del coeficiente del peak rezagado de la productividad total (PEAKACM1(-2)). Este muestra que el cambio técnico tiende a ser intensivo en capital. Este comportamiento de los empresarios, en la medida que ellos controlen el tipo de innovaciones que introducen en la economía, permite evitar una caída permanente de la tasa de rentabilidad. Con el crecimiento de largo plazo, debe ir subiendo la razón capital trabajo. Dada la elasticidad de sustitución menor que uno, ello implicaría una caída en la participación del capital. Precisamente, el efecto positivo de PEAKACM1(-2) compensa esta pérdida y así la participación del capital y la tasa de rentabilidad no decrecen. De hecho, el valor de tendencia de la participación del capital ha crecido alrededor de 6 puntos entre 1960 y 1997. El que no se deteriore tan fuertemente la participación del trabajo a través del tiempo explica que los datos acepten muy bien especificaciones de la “función de producción” con elasticidades de sustitución iguales a uno. El modelo no lineal, al separar los dos efectos, permite descubrir que la sustitución es menor a uno, o al menos hay fuertes razones para pensarlo. Para una proyección de largo plazo esto puede no ser relevante, pero sí lo es cuando se desea evaluar impactos de cambios de precios relativos de factores.42 Otro resultado interesante de la estimación de la ecuación de SK es el del coeficiente C(6) (0.041233) correspondiente a la variable de apertura (PEAKOPEN). La baja magnitud del coeficiente puede estar señalando la importancia del cobre y minerales en las exportaciones, las cuales son intensivas en capital. Esto podría compensar el efecto directo sobre la distribución funcional del ingreso de las otras exportaciones intensivas en trabajo. Si bien esta variable no afecta de manera importante y en forma directa a la distribución funcional del ingreso, sí tiene un efecto indirecto significativo a través de su impacto sobre la productividad total. Ya se vio que la elasticidad producto respecto a esta variable era de 0.61. Al abrirse más la economía sube la productividad total y con ello la demanda de trabajo. Dada la restricción de oferta del mismo, ello genera un aumento 42 Así, por ejemplo, cuando se analizan los efectos de un cambio de la tasa de interés sobre el stock deseado de capital, el supuesto de elasticidad de sustitución igual a uno genera respuestas exageradas que no guardan relación con la evidencia empírica acerca de la magnitud de los efectos de la tasa de interés sobre la inversión. 64 importante de salarios, que se ve acentuado por la baja elasticidad de sustitución entre trabajo y capital, y por ende, de la demanda por trabajo. Hay dos coeficientes cuyas magnitudes pueden tener importancia económica mayor. El de la distorsión entre la participación del capital y su elasticidad de producción (C(100)), ya que es determinante de la magnitud final de dicha elasticidad, y el de la razón capital trabajo en la ecuación de SK (C(10)), el cual es crucial para evaluar la elasticidad de sustitución de la economía. Considerando que ellos no son estimadores de los parámetros verdaderos y, por lo tanto, tienen una varianza, se decidió examinar las consecuencias sobre la estimación del sistema si esos parámetros eran restringidos a tomar valores alejados en una desviación estándar de sus valores estimados inicialmente. Los valores impuestos van en la dirección de aumentar tanto la elasticidad de sustitución como la elasticidad de producción del capital. Así, C(10) se restringió a priori a -0.349 y C(100) fue restringido a -0.2366. Al realizar el test de Wald sobre la hipótesis nula conjunta, esta se aceptó holgadamente.43 Los resultados de la estimación con restricciones, así como las elasticidades y semielasticidades, se presentan a continuación. Al final, en el Cuadro 4 se presentan los valores anuales de la elasticidad del capital. Modelo con restricciones Muestra: 1962-1997, excluyendo 1971 y 1972 Observaciones: 34 Coeficiente Error Std t Prob. C(1) 5.232043 0.064505 81.11045 0.0000 C(2) -0.156303 0.055122 -2.835558 0.0063 C(3) 0.026099 0.003815 6.840904 0.0000 C(6) 0.045573 0.004263 10.68975 0.0000 C(8) 0.441304 0.055096 8.009681 0.0000 C(21) -22.49267 0.960641 -23.41423 0.0000 C(22) 2.486717 0.825444 3.012582 0.0039 C(24) 0.528767 0.167390 3.158897 0.0025 C(25) 0.471148 0.050070 9.409800 0.0000 C(27) 0.570047 0.158032 3.607175 0.0007 C(28) -6.954160 0.826070 -8.418372 0.0000 Ecuación: SK = C(1) + C(2)*FECRES+C(3)*FECTI +C(6)*PEAKOPEN(-2) +C(8)*PEAKACM1(-2) -.349*(LKL) Variables instrumentales: C FECRES FECTI PEAKOPEN(-2) PEAKACM1(-2) (LK-FITLL) R-cuadrado R-cuadrado ajustado Error Std de regresión Durbin-Watson 43 0.616278 0.563351 0.021588 1.191480 Media var dependiente Error Std var dependiente Suma cuadrados residuales Los resultados del test de Wald fueron: Null Hypothesis: C(10)=-.349 C(100)=-.2366 Chi-square 1.928509 Probability 65 0.381267 0.573549 0.032669 0.013515 Ecuación: LYL = C(21) + C(22)*FECRES + C(24)*FECTRSF +C(25)*RECEFEC + C(27)*PEAKACM1(-1) + C(28)*PEAKACM1(-2) +(C(1) + C(2)*FECRES + C(3)*FECTI + C(6)*PEAKOPEN(-2) +C(8)*PEAKACM1(-2) - 0.349*( LK-LL) + 0.5*0.349*(LK-LL) - 0.2366)*( LK-LL) Variables instrumentales: C FECRES FECTRSF FITRECEFEC PEAKACM1(-1) PEAKACM1(-2) (LK-FITLL) FECRES*(LK-FITLL) (LK-FITLL)*FECTI (LK-FITLL)*PEAKOPEN(-2) PEAKACM1(-2)*(LK-FITLL) LK*LK LK*FITLL FITLL*FITLL R- cuadrado R-cuadrado ajustado Error Std de regresión Durbin-Watson 0.993315 0.990408 0.015117 2.095419 Media var dependiente Error Std var dependiente Suma cuadrados residuales 13.80429 0.154358 0.005256 CUADRO 3 RESUMEN DE ELASTICIDADES DE PRODUCIÓN DEL CAPITAL, DE SUSTITUCIÓN Y SEMIELASTICIDADES DE VARIABLES DE ESTADO EN MODELO RESTRINGIDO EK MEDIA MEDIANA MAXIMO MINIMO DESV. ST 0.336451 0.333939 0.379908 0.278462 0.021517 σ EFECTI 0.389556 0.389245 0.402988 0.365364 0.007623 0.390109 0.390145 0.395662 0.384893 0.002689 EFECRES EFECTRSF 0.150380 0.150161 0.181616 0.117122 0.016102 0.528767 0.528767 0.528767 0.528767 0.000000 ERECEFEC EPEAKOPEN EPEAKACM1 0.681196 0.681260 0.690893 0.672089 0.004695 0.212278 0.212896 0.306180 0.124087 0.045463 0.471148 0.471148 0.471148 0.471148 0.000000 CUADRO 4 ELASTICIDAD DEL CAPITAL A TRAVÉS DEL TIEMPO EN MODELO RESTRINGIDO 1962 1963 1964 1965 1966 1967 1968 1969 1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 0.314008 0.325136 0.32932 0.337888 0.334209 0.326463 0.347706 0.333560 0.326163 0.328028 0.333669 0.353265 0.335559 0.306255 0.316055 0.318694 0.326412 0.325396 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 66 0.320878 0.316971 0.278462 0.306045 0.328648 0.337584 0.352046 0.361644 0.375009 0.379908 0.372672 0.345336 0.342938 0.359238 0.372475 0.352849 0.342354 0.349381 Tal como se presumía, el poder explicativo del modelo se mantiene intacto. El error estándar de ambas ecuaciones incluso baja. Los coeficientes, distintos a los que se restringieron, experimentan cambios que son marginales desde un punto de vista estadístico y económico. Las semielasticidades experimentan cambios que no alteran las conclusiones básicas. Los cambios mayores son en la semielasticidad de la apertura (EPEAKOPEN) que sube de 0.61 a 0.68, la del peak de la productividad total rezagada (EPEAKACM1) que baja de 0.287 a 0.212 y la de FECRES que cae de 0.2 a 0.15. El resultado más importante desde un punto de vista económico es que los datos admiten una mayor elasticidad de sustitución, la que subió de un valor promedio de 0.324 a su valor restringido de 0.39 y una mayor elasticidad de producción del capital, que subió de un valor medio de 0.274 a 0.336. Como se puede ver en el Cuadro 4, la elasticidad del capital ha estado creciendo en los últimos años llegando a tener un valor promedio en los noventa de 0.354. Este último valor será el usado para las proyecciones de la economía chilena que se presentan a continuación. 5. Proyección de crecimiento a mediano plazo En esta sección se explica un ejercicio de proyección de crecimiento de mediano plazo basado en las tres fuentes principales de crecimiento. Por la propia naturaleza del ejercicio estas proyecciones no tienen validez para un año puntual, el cual podría ser afectado en forma importante por factores coyunturales. El ejercicio se basa en la alimentación de la ecuación de fuentes de crecimiento (ec. 5) con las proyecciones de las tres variables claves: capital, empleo y cambio de la productividad total de los recursos ("m"). Para ello se usa la información histórica y econométrica proveniente de las dos secciones anteriores, así como de otros trabajos. Los escenarios de crecimiento combinan proyecciones de algunas variables basadas en supuestos y otras que responden a funciones de comportamiento e identidades. En el caso de las primeras, se definen una hipótesis optimista, que este autor considera posible pero de baja probabilidad, una moderada, de fácil cumplimiento y una pesimista, que también tiene baja probabilidad. El propósito central de la presentación de escenarios alternativos es destacar los requisitos para crecer a determinadas tasas, dejando que el lector juzgue cuan plausibles son esos requisitos a la luz de la evidencia reportada en este trabajo. 67 5.1. La proyección del capital La evolución del capital fijo (Kt) se obtiene de la identidad: Kt = Kt-1(1-δ) + It (31) donde, δ = tasa de depreciación.44 It = inversión bruta en capital fijo. La inversión es una proporción variable (s) del PIB (Yt): It = sYt (32) Por lo tanto, la tasa de crecimiento del capital (GK) estará determinada por: Y GK =s t -δ (33) K t -1 El nivel del producto se obtiene de la identidad de su tasa de crecimiento (Gy): Yt = Yt-1(1+ Gy) (34) La tasa "s" de inversión bruta en capital fijo es determinada por una función de demanda por inversión que se reporta en detalle en el Anexo 2. De acuerdo a esta función, la tasa “s” depende positivamente de la rentabilidad esperada agregada del capital (r*) y negativamente de la tasa de interés (INT): s = F(r*, INT) (35) La rentabilidad esperada (r*) se aproximó como una función de rezagos de la rentabilidad corriente (r): r* = r*(rt-i) i=0,...3 (36) La rentabilidad corriente se aproximó por la siguiente expresión: r = eK YPY (1 − ITAX) −δ KPK (37) 44 En los escenarios la tasa de depreciación se proyecta para el futuro en base a una tendencia no lineal que tiene una asíntota. En el año inicial de la proyección fue de 4,5% y en el último año alcanza a 5,34%. 68 donde, eK Y PY ITAX K PK δ = elasticidad de producción del capital; = PIB en pesos constantes; = deflactor del PIB; = tasa de impuestos indirectos a la producción y al comercio exterior; = stock de capital al inicio del período; = deflactor de los bienes de capital; = tasa de depreciación; La tasa de interés (INT) usada en la estimación fue la tasa real (en UF) de uno a tres años. Durante el período muestral utilizado, de acuerdo a los test de Dickey y Fuller ampliados, todas las series fueron estacionarias. En el modelo finalmente seleccionado previo proceso de pretest a partir de un modelo más general- ambas variables fueron incorporadas con una distribución de rezagos distribuidos de Almon, de primer orden, con tres períodos. Dado que la tasa de interés fue significativa sólo a partir del segundo año, el primer período de esta variable en la función de rezagos parte desde t-1. Considerando la posible simultaneidad entre PIB corriente y tasa de inversión, el modelo también se estimó por variables instrumentales (con rezagos del PIB como su instrumento). Los resultados, sin embargo, fueron muy similares a los de MICO, optándose por usar la ecuación estimada por este último método. El efecto de largo plazo de la rentabilidad obtenido en la estimación por MICO fue de 1,59 mientras que el de la tasa de interés fue -0.956. Esto último significa que un punto de aumento de la tasa de interés produce una caída de la tasa de inversión de 0.956 puntos del PIB. Respecto a la magnitud de este último coeficiente, debe notarse que aun aceptando una baja elasticidad de sustitución entre capital y trabajo (similar a la reportada en la sección anterior) - lo que implica una menor reacción del stock deseado de capital ante un cambio de la tasa de interés- y suponiendo la existencia de costos de ajuste importantes, el impacto de la tasa de interés sobre la inversión es inferior a lo esperado. Una posible explicación de la baja magnitud detectada debe buscarse en que los episodios de tasas altas han sido escasos y de corta duración, lo que acentúa la percepción de que los ajustes de tasas son transitorios. Esto tiende a generar menores efectos sobre la inversión que si el cambio fuera percibido como permanente. También pueden haber incidido las dificultades de medición de la tasa de interés pertinente, así como la importancia que todavía tiene el sector público en el proceso de inversión, sector que puede ser menos sensible que el sector privado a los vaivenes del mercado. Desafortunadamente, el período considerado en la muestra estuvo limitado por la disponibilidad de datos de la serie tasa de interés (a tres años), la que está disponible sólo a partir de 1981. La ecuación, satisfaciendo todos los test tradicionales de estabilidad, significancia y comportamiento de los errores, tiene muy pocos grados de libertad y por ello no puede considerarse algo definitivo. Considerando la importancia que tiene el valor del coeficiente de la tasa de rentabilidad en el modelo de simulación, se analizó cuán 69 sensible era a la muestra elegida. Para ello se amplió la muestra con datos a partir de 1974. La tasa de inversión y la de rentabilidad son variables no estacionarias de orden uno (I(1)), pero existe un vector de cointegración sin tendencia. La correspondiente ecuación de largo plazo, que fue estimada por MICO, sólo incluía a la tasa de rentabilidad como variable explicativa, pero, obviamente no a la tasa de interés. Debe notarse que la exclusión de la tasa de interés en la estimación del vector de cointegración no debiera generar problemas de inconsistencia debido a que esta variable es estacionaria, al menos durante el período en que está disponible. El coeficiente de la tasa de rentabilidad obtenido del vector de cointegración fue de 1.687, estadística y económicamente muy cercano al valor de 1,59, correspondiente al efecto de largo plazo encontrado en la ecuación con la muestra más corta, pero que incluía a la tasa de interés. En el modelo de simulación se optó por este último coeficiente. Es interesante anotar la incidencia de los shocks externos y del ciclo provocado por ellos sobre la inversión. Ellos afectan los dos determinantes de la inversión, la rentabilidad y la tasa de interés. Un shock externo negativo genera una contracción del producto, una disminución de la razón producto-capital y una caída de la rentabilidad. La contracción del nivel de actividad se origina por la existencia de rigideces de precios a la baja en el corto plazo y por el efecto del shock externo negativo sobre el nivel de gasto, sea vía efecto expectativas de evolución del nivel de actividad, por las políticas contractivas (monetaria y fiscal) que induce y por su posible efecto ingreso negativo (si el shock es de términos de intercambio). Aparte de este efecto sobre la rentabilidad, la política monetaria contractiva a que induce el shock externo genera alzas de tasas de interés que afectan directamente a la inversión. En todo caso, en la historia económica de las últimas cuatro décadas, son los efectos que pasan vía producto y rentabilidad los que más explican la evolución de la tasa de inversión. El Gráfico 14 ilustra visualmente la gran asociación entre la tasa de inversión, razón producto-capital y rentabilidad. Las ecuaciones (5), (31), (32), (33), (34), (35), (36) y (37) forman un pequeño sistema de ocho ecuaciones que permiten resolver como variables endógenas las siguientes siete variables: producto (Y), su tasa de crecimiento (Gy), el nivel de inversión (I), la tasa de inversión (s), el stock de capital (K), su tasa de crecimiento (GK) y las tasas de rentabilidad esperada (r*) y corriente (r). Las otras variables son exógenas. Es interesante hacer notar el efecto de la tasa de inversión sobre el crecimiento. La combinación de las ecuaciones (5) y (33) permite obtener una expresión que revela el bajo impacto directo de un aumento de la tasa de inversión sobre la tasa de crecimiento (excluyendo el efecto asociado al progreso técnico incorporado en los nuevos bienes de capital): Y Gy = eK s t − δ + (1 - eK) n + m K t -1 70 (38) GRÁFICO 14 RELACION PRODUCTO CAPITAL, TASA DE RENTABILIDAD Y TASA DE INVERSIÓN EN CAPITAL FIJO 0.5 0.4 0.3 0.2 0.1 0.0 60 65 70 75 I/Y 80 Y/K(-1) 85 90 95 r Considerando que la razón producto capital se encuentra en un valor aproximado de 0,4 y usando 0,35 como valor de eK, un aumento de la tasa de inversión “s” de cinco puntos del PIB (por ejemplo, la tasa de inversión sube de un 27% del PIB a 32%), manteniendo exógeno al crecimiento del empleo, generaría un aumento de la tasa de crecimiento de sólo 0,7%; esto significa que si la tasa de crecimiento del producto inicial fuera de 6%, ella subiría a 6,7%. El reducido efecto del aumento de la tasa de inversión se debe a que el crecimiento del empleo se mantiene exógeno. En este caso, el aumento de la demanda por trabajo que habría por la expansión del producto se traduciría en un alza de los salarios reales (y de la productividad marginal y media del trabajo). Por otro lado, si la fuerza de trabajo (y la presión salarial resultante) no fuera una limitante - es decir, si la oferta de trabajo fuera “infinitamente elástica”- el salario real y el producto marginal del trabajo estarían constantes y, bajo el supuesto de que la elasticidad de producción del trabajo se mantiene constante, el producto aumentaría en el mismo porcentaje que el empleo. De la ecuación (38) se puede derivar que, en este caso, el crecimiento del producto subiría en los mismos puntos porcentuales que la tasa de crecimiento del capital, esto es 2 puntos, en vez de 0,7. Una situación similar a ésta es la que ocurre, precisamente, cuando la economía crece a partir de una situación de desempleo apreciable. A diferencia de otros países que han experimentado un rápido crecimiento y de otros períodos de la historia económica chilena reciente en que ha habido gran desempleo, los aumentos de salarios reales observados en años recientes tienden a confirmar que la fuerza de trabajo es una restricción que hay que tomar en cuenta al momento de proyectar el crecimiento. De esta manera, el crecimiento en las actuales circunstancias va 71 acompañado de un "chorreo" redistributivo al incrementarse los salarios reales, al menos para la población que participa en la fuerza de trabajo. 5.2. Determinación del empleo, desempleo y salarios reales 5.2.1. El empleo Dado que el interés del trabajo es la evolución del producto a mediano plazo, se ha supuesto que la variación del empleo (L) será igual que la variación que la fuerza de trabajo (F): ∆ln(L) = ∆ln(F) (39) Para que se cumpla este supuesto se requiere que la tasa de desempleo permanezca constante. Para el largo plazo esto es un supuesto razonable, ya que no es posible que dicha tasa disminuya todos los años en forma significativa. Por otro lado, para el mediano plazo, definiéndolo como un período de siete a diez años que parte en un punto en el tiempo una vez superada la recesión derivada de la crisis asiática, la reducción que puede lograrse en la tasa de desempleo tampoco puede ser importante. Si se parte de un nivel de desempleo similar al vigente antes de la recesión, por ejemplo, una tasa de 6%, igual a la alcanzada en junio de 1998 de 6% (ver Gráfico 15),45 el margen de aumento de la oferta de trabajo vía reducción del desempleo es muy reducido. De hecho, una tasa de desempleo por debajo de 5% tiene bajísima probabilidad, ya que, como se explica más adelante, niveles muy bajos de desempleo generan presiones salariales incompatibles con los aumentos de productividad implícitos en las hipótesis de crecimiento. 45 Las tasas de desempleo de la serie usada en este trabajo corresponden aquéllas estimadas por el Instituto Nacional de Estadísticas en junio de cada año. 72 GRÁFICO 15 DESEMPLEO CHILE 1960-1998 25% 20% 15% 10% 5% - 60 62 64 66 68 70 72 74 76 78 80 82 84 86 88 90 92 94 96 98 5.2.2 La Fuerza de Trabajo El crecimiento de esta variable ha tenido fuertes variaciones no explicadas de un año a otro, lo que hace muy difícil construir un modelo para determinar la evolución de esta variable año a año. Por esta razón, la evolución de la fuerza de trabajo se considera exógena, haciéndose una proyección simple de ella. Considerando que el promedio móvil (de siete años) de la tasa de crecimiento de la fuerza de trabajo ha venido cayendo y ya está muy ceca de 2% y que en los últimos tres años la tasa anual ha estado en torno a 1%, se han definido tres supuestos alternativos para la construcción de los escenarios: una tasa “optimista” de 2,5%, una “moderada” de 2,0% y una “pesimista” de 1,5%. Debe hacerse notar que la hipótesis moderada de 2,0% es casi igual a la proyección “punto” de 2,05% que hace CELADE para los próximos diez años.46 46 Las hipótesis optimista y pesimista son iguales a las que hace la Unidad de Estudios Prospectivos de MIDEPLAN para el período 2000-2010. Estas hipótesis, así como las proyecciones de CELADE sobre crecimiento de la fuerza de trabajo, se documentan en Caputo, R. “Población, Fuerza de Trabajo y Empleo: un Análisis Prospectivo” Documento MIDEPLAN. Unidad de Estudios Prospectivos (1997). 73 5.2.3. Los salarios reales y el desempleo Considerando que los test de Dickey y Fuller aumentados señalan que la variación de los salarios nominales y la tasa de desempleo son estacionarias a partir de 1974, la evolución de la primera variable se determina por una función de reacción salarial del tipo Phillips aumentada que en forma simplificada se puede escribir como: ∆ln(wn) = ω(U, π) (40) donde, wn = tasa de salarios nominales. U = tasa de desempleo. π = vector de tasas de inflación en el período t y anteriores. En la estimación empírica de la ecuación (40), la tasa de cambio (logarítmica) de los salarios nominales depende negativamente del nivel de la tasa de desempleo corriente y positivamente de un polinomio de rezagos de Almon de la inflación (medida por el índice de precios al consumidor). Después de un proceso de simplificación mediante pretest a partir de una ecuación más general, se obtuvo la ecuación estimada cuyos resultados se reportan en el Anexo 3. El polinomio de inflación en esta ecuación es uno de primer orden, con dicha variable en el período corriente y tres rezagos. La ecuación estimada, que satisface los test econométricos tradicionales, salvo un ligero desvío fuera de banda del test CUSUM Cuadrado, es coherente con la hipótesis de homogeneidad de grado uno en las tasas de inflación, lo que significa que los salarios reales en el largo plazo no dependen del nivel de la inflación. La estructura de rezagos muestra un impacto de las tasas de inflación sobre el cambio de los salarios nominales que declina con la distancia del rezago, siendo el coeficiente de la inflación corriente igual a 0,54. Esto implica que una aceleración de la inflación produce una caída de los salarios reales. La variable desempleo corresponde a la del período corriente y su efecto estimado resultó negativo y significativo, tal como se esperaba.47 La muestra utilizada para la estimación cubre el período 1978 - 1998. Los años previos no fueron considerados debido a que su inclusión en la muestra provocaba problemas de estabilidad en la estimación. Estos síntomas podrían explicarse, en parte, por los conocidos problemas de medición del IPC que se detectaron para los años previos a 1978.48 47 El nivel del desempleo corriente es muy colineal con su rezago y por eso se estimaron especificaciones rezagos del desempleo. Estas estimaciones alternativas, sin embargo, no fueron satisfactorias. 48 Ver Cortázar y Marshall (1980). 74 Restando la tasa de inflación corriente a ambos lados de la ecuación (40) y suponiendo que la inflación permanece constante a través del tiempo se obtiene una relación entre el cambio de salarios reales y la tasa de desempleo: ∆ln(w) = ω(U, π) - πt (41) donde w = tasa de salarios reales. El Cuadro 5 muestra las variaciones de salarios reales (∆ln(w)) que se generarían con distintas tasas de desempleo (U), si la inflación y la tasa de desempleo permanecen constantes. CUADRO 5 REACCION SALARIAL (%) U ∆ln(w) 9.5 2 8.8 2.5 8.2 3 7.5 3.5 6.9 4.0 6.2 4.5 5.6 5.0 4.9 5.5 4.3 6.0 Considerando un horizonte de proyección de siete años, se puede suponer que las participaciones de cada factor estarán relativamente constantes ya que el efecto de la pequeña tendencia a favor del capital, detectada en la Sección 4, no alcanza una magnitud significativa. Esto implica que las variaciones del producto medio del trabajo y del producto marginal no serán significativamente diferentes en el mediano plazo. Por otro lado, si no existe una distorsión creciente entre producto marginal y tasa de salario real, la variación de esta última variable será igual a la del producto medio. Por lo tanto, en los escenarios se supondrá: ∆ln(w) = ∆ln(Y/L) (42) Como esta ecuación implica que la variación de los salarios reales queda atada a la evolución de la productividad media, la ecuación (41) permite obtener la tasa de desempleo de equilibrio a la cual converge la economía si la inflación permanece constante. La existencia de este equilibrio se debe a que si la tasa de desempleo fuera muy baja, se generarían aumentos salariales mayores al crecimiento de la productividad marginal (y media) del trabajo (para un nivel dado de empleo), el crecimiento de la cantidad demandada de trabajo tendería a ser menor que el crecimiento de la fuerza de trabajo y la tasa de desempleo tendería a aumentar. Por otro lado, si la tasa de desempleo fuera muy alta, el 75 aumento (caída) de los salarios sería menor (mayor), estimulándose el empleo y reduciéndose el desempleo. Existe, por lo tanto, una tasa de desempleo de equilibrio estable a la cual converge la economía. Dicho equilibrio depende de la evolución de la productividad marginal del trabajo. Como ésta depende de la productividad media y ésta, a su vez, de la productividad total, es posible determinar una tasa de desempleo de equilibrio diferente para cada tasa de crecimiento de la productividad total. Esto explica las diferencias en las tasas de desempleo de equilibrio que se obtienen en los diferentes escenarios reportados más abajo que tienen distintos supuestos de evolución de la productividad total. Usando las respuestas salariales de la segunda columna del Cuadro 5, se puede ver, a modo de ejemplo, que si la productividad media y marginal del trabajo crecieran 5% al año, entonces, la economía tendería a una tasa de desempleo de 5,6%. Si la tasa de desempleo fuera mayor que 5,6 %, los salarios crecerían menos que la productividad marginal supuesta, el empleo aumentaría más que el crecimiento de la oferta de trabajo y la tasa de desempleo caería. Así, sólo una tasa de desempleo de 5,6% es coherente con un aumento de productividad de 5%. En consecuencia, si la tasa de inflación permanece constante, es posible determinar la tasa de desempleo de equilibrio (U*) usando la función inversa de la ecuación (41) y sustituyendo en dicha ecuación el cambio porcentual de salarios reales por el de la productividad media: U* = U(∆ln(Y/L)) (43) U* = tasa de desempleo de equilibrio. La existencia de una tasa de desempleo de equilibrio para cada tasa de crecimiento de la productividad justifica el supuesto realizado en cada escenario de que la variación del empleo en el mediano plazo tiende a ser igual a la variación de la fuerza de trabajo. Para tasas constantes de inflación, de crecimiento de la fuerza de trabajo y de la productividad total, las ecuaciones (5), (31), (32), (33), (34), (35), (36), (37), (39), (40), (42) y (43), permiten resolver a las siguientes 12 variables endógenas: producto (Y), su tasa de crecimiento (Gy), el nivel de inversión (I), la tasa de inversión (s), el stock de capital (K), su tasa de crecimiento (GK), la tasa de rentabilidad esperada (r*), la tasa de rentabilidad corriente (r), el crecimiento del empleo (∆ln(L)), el crecimiento de los salarios nominales (∆ln(wn)), el crecimiento de los salarios reales (∆ln(w)) y el desempleo de equilibrio (U*). 76 5.3. Determinación de la Evolución de la Productividad En la Sección 4 se presentó un modelo de productividad que podría servir para determinar su evolución más probable a futuro si dicho modelo se alimentara con las proyecciones de sus distintas variables explicativas. Esto último requeriría, sin embargo, un modelo macro completo de la economía. Esa metodología escapa a las pretensiones de este trabajo y por ello se sigue un enfoque más simple que consiste en la determinación de distintos supuestos sobre la evolución de la productividad y en el análisis de su plausibilidad. Antes de elaborar esos supuestos es necesario señalar las dificultades de extrapolación de las tendencias de productividad de largo plazo planteadas por el reducido número de años post reformas estructurales fundamentales - las de mediados de los setenta y aquéllas que se hicieron durante los ochenta- durante los cuales la economía chilena no ha estado sufriendo problemas serios de subutilización de factores. Es sólo a partir de 1991 que el indicador de productividad total bruta presentado más arriba (ver Gráfico 6) supera el máximo histórico de 1981, año previo a la gran recesión de 1982. Como se vio anteriormente, ese indicador tiene un fuerte componente cíclico (asociado principalmente a la utilización de los factores contratados) por la forma en que se miden los factores productivos. Una extrapolación de la tasa de crecimiento de la productividad observada a partir del primer año de la fase de recuperación que sigue a una gran recesión tenderá a sobrestimar la tasa de crecimiento a futuro de dicha variable. Por otro lado, la extrapolación de la tasa de crecimiento de la productividad a partir de todos los años de la muestra en que la economía estaba razonablemente cerca de su frontera de producción - década de los sesenta y década de los noventa- puede ser una subestimación de la tasa de crecimiento de la productividad sostenible si las reformas estructurales tuvieron efectos positivos. El ideal para realizar el ejercicio habría sido que hubiera transcurrido más tiempo desde que se efectuaron las principales reformas estructurales y se terminaron los efectos negativos de la recesión de los ochenta sobre la utilización de los factores. Desafortunadamente, este no es el caso de la economía chilena. Estas limitaciones de información, que aumentan el error de predicción de la productividad total, explican la opción por el enfoque de los escenarios donde, por definición, el compromiso con una determinada proyección es menor. A pesar de estas limitaciones intrínsicas a la historia económica de Chile, la información disponible permite hacer algún tipo de análisis para configurar las hipótesis de evolución de la productividad. El instrumental más importante para ese análisis es la función de productividad desarrollada en la Sección 4 que provee, aparte de las elasticidades del capital y trabajo que fueron usadas para construir el indicador de productividad bruta ya presentado, los coeficientes de impacto sobre la productividad total provocados por sus distintos determinantes. Estos coeficientes se pueden agrupar, en principio, en tres grupos: i) efectos de variables externas que, fundamentalmente, explican los ciclos; 77 ii) el efecto de mediano plazo de la apertura de la economía (ganancias de productividad por mejor asignación de recursos, aumentos de la calidad promedio del capital originados por las mayores importaciones de bienes de capital, incorporación de nuevas tecnologías aptas para la producción en gran escala (a la que conduce la ampliación de mercados), etc.); iii) el efecto conjunto (que no fue posible separar) del resto de variables que determinan la productividad en el largo plazo (mayor cobertura de la educación, mejoras en la productividad por reformas distintas a la apertura, mayor eficiencia por privatizaciones, liberalización y desregulaciones de mercados internos, mejora radical en la percepción del respeto al derecho de propiedad, mayor estabilidad macro, etc.). Las variables “externas” cuyos efectos son incluidos claramente en el primer grupo, (aquéllas que fundamentalmente detonan los ciclos), son: a) los términos de intercambio (variable FECTI); b) el indicador del impacto de las tasas de interés externas sobre los servicios financieros y la capacidad de importar por este concepto (FECTRSF); c) el indicador global de “crisis externa” (RECEFEC, medido como la diferencia entre la variable FEC o indicador global de “vulnerabilidad externa,” definido más arriba, y su máximo nivel alcanzado hasta la fecha). La cuarta variable “externa” es el componente de FEC correspondiente a las reservas internacionales netas de pasivos de corto plazo del Banco Central y sistema financiero al inicio del período (FECRES). El efecto de esta variable puede ser asignado en parte al primer grupo y en parte al último ya que, en principio, hay dos tipos de efectos, uno sobre el ciclo y uno de más largo plazo. El efecto sobre el ciclo se origina porque una mayor disponibilidad de reservas internacionales (sin ignorar el costo financiero que representan) contribuye a suavizar el ciclo por el eventual uso que se puede hacer de ellas, haciendo menos necesario un gran ajuste en el gasto ante un eventual shock externo. Sin embargo, su contribución a disminuir la probabilidad percibida de una posible crisis macro también puede generar un efecto de largo plazo, el cual debiera asignarse al tercer grupo de efectos. En efecto, en un ambiente de menor riesgo macroeconómico hay más estímulos para la incorporación de nuevas tecnologías, que siempre tienen un costo de oportunidad que hay que evaluar, como cualquier decisión de inversión, independiente de si esas tecnologías van o no incorporadas en nuevos bienes de capital y, por lo tanto, de si ese costo es o no contabilizado como inversión por el sistema de cuentas nacionales. Para el análisis se ha decido construir dos nuevos indicadores del nivel (en logaritmo natural) de productividad total a partir de las correspondientes series de sus variaciones, siguiendo el mismo procedimiento empleado para construir el indicador de productividad (bruta) ya presentado (LOGPT). El primer indicador adicional, LOGPT2, se construye a partir de las variaciones de productividad netas de los efectos de las tres primeras variables externas y que fundamentalmente explican el ciclo. El segundo indicador adicional, LOGPT3, se construye a partir de las variaciones de productividad que además excluyen el efecto de FECRES, es decir, netas de los efectos de las cuatro variables 78 externas mencionadas en el párrafo anterior.49 El indicador LOGPT3 recoge los efectos del cambio técnico y ganancias de productividad explícitamente atribuibles a variaciones en el indicador de apertura externa (PEAKOPEN), definido en la Sección 4, y a todos los demás factores que explican la evolución de la productividad total y cuyos efectos no fueron explícitamente desagregados. Debe recordarse que el efecto de la variable de apertura no corresponde a “shock” externos, ya que ellos fueron reflejados por las otras variables señaladas, sino más bien a ganancias de productividad de mediano plazo atribuibles al proceso de apertura (efectos de la incorporación de nuevas tecnologías más eficientes y aptas para producir a gran escala, ganancias de productividad por reasignación de recursos, etc.). En el Gráfico 16 se presentan los tres indicadores de productividad disponibles, el indicador original del nivel de productividad total bruta, LOGPT y los nuevos indicadores LOGPT2 y LOGPT3. Como estos indicadores fueron calculados como logaritmos del nivel de productividad total, las variaciones absolutas de los índices corresponden (aproximadamente) a cambios porcentuales. 49 Dado que los coeficientes no necesariamente son constantes a través del tiempo, para el cálculo de los distintos efectos que se restan a la variación de la productividad bruta, se usaron promedios móviles de dos años de los coeficientes (similar a una “elasticidad arco”). La elasticidad del capital también se calculó como variable, aunque tiene una desviación standard de sólo 2%. 79 GRÁFICO 16 INDICADORES ALTERNATIVOS DEL LOG DEL NIVEL DE PRODUCTIVIDAD TOTAL: 1962-1997 0.6 0.5 0.4 0.3 0.2 0.1 0.0 -0.1 60 65 70 75 80 LOGPT LOGPT2 85 90 95 LOGPT3 Nota: Los tres indicadores son iguales a cero en 1962. Se puede observar que la evolución de LOGPT2 y LOGPT3 es bastante similar, lo que se debe a la baja magnitud del coeficiente de la variable FECRES en la función de productividad estimada en la Sección 4. La comparación entre la evolución de ambos indicadores y LOGPT muestra que en el segundo quinquenio de los sesenta la productividad bruta (LOGPT) se vio afectada positivamente por la evolución de las variables externas; específicamente, en ese período, hubo muy buenos términos de intercambio. Por otro lado, se muestra que el nivel de LOGPT es menor que LOGPT2 y LOGPT3 en el período 1975-1977, revelando los efectos que la caída de términos de intercambio tuvo sobre LOGPT. A partir de 1978, hay un quiebre en las tendencias de los dos indicadores de productividad total que excluyen los efectos externos (LOGPT2 y LOGPT3), mostrando la influencia positiva sobre la productividad que seguramente tuvo la apertura y las primeras reformas estructurales. A partir de 1982 y hasta 1990, el crecimiento en LOGPT2 y LOGPT3 se detiene. Esto es coherente con la hipótesis de que en un período de recesión y con pocos estímulos para la inversión en capital físico, como lo fue ese período, tampoco hay incentivos para incorporar tecnologías y realizar aumentos genuinos de productividad. Es interesante constatar que sólo a partir de los noventa, los dos indicadores de productividad reasumen su crecimiento. Una hipótesis consistente con esta evolución es que la materialización de los avances en productividad requiere de un clima propicio a la 80 inversión en general. Otra hipótesis, no necesariamente sustituta de la anterior, es que los avances en productividad van incorporados a la inversión. El hecho de que haya sido sólo en los noventa y no a mediados de los ochenta cuando se reasume el crecimiento de la productividad neta de los efectos externos no significa que las reformas hechas a finales de los ochenta no hayan tenido una cuota de responsabilidad en ese proceso. Muy probablemente influyeron positivamente en el clima de inversión de los noventa. Por otro lado, esas reformas deben haber incidido positivamente en la propia evolución de las variables externas, en particular en la evolución positiva de los flujos de capitales (que afectan la recuperación de RECEFEC) que ayudaron a salir más rápidamente de la fase recesiva elevando la tasa de utilización y con ello la rentabilidad, la tasa de inversión y, luego, la productividad neta. Para la construcción de la hipótesis moderada se ha considerado la evolución de los tres indicadores durante los noventa y hasta 1997. Este período considerado tiene la virtud de que ha dejado pasar suficiente tiempo para observar los frutos de las reformas estructurales sobre la productividad y para haber superado los efectos de recuperación de la recesión de los ochenta. Al mismo tiempo excluye el año 98, que está contaminado por los efectos de la crisis asiática. Debe tenerse presente, sin embargo, que el Gráfico 16 muestra que la productividad total bruta (LOGPT) de todos modos se vio afectada positivamente por condiciones externas favorables. Durante este período, la tasa anual de crecimiento de la productividad bruta (LOGPT) llegó a 4,18% mientras que las tasas de crecimiento de los indicadores alternativos que “limpian” del efecto de la variables externas, LOGPT2 y LOGPT3 (usando la pendiente de una regresión contra tiempo como estimador de la tasa anual) fueron 2,7% y 3,1%, respectivamente. La diferencia entre la evolución de LOGPT versus LOGPT3 durante los primeros siete años de los noventa se debió principalmente a la mejoría de los términos de intercambio (ver FECTI, Gráfico 8) y a la evolución favorable de la variable RECEFEC en 1991 y 1992. Se considera poco probable para el mediano plazo que las condiciones externas vayan a seguir mejorando al ritmo que se observó en los primeros siete años de los noventa. De hecho, los episodios recientes derivados de la crisis asiática, que no están cubiertos en el período del Gráfico 16, refuerzan ese pronóstico. Considerando estos antecedentes, como hipótesis moderada se ha elegido una tasa de 3%, un poco mayor al crecimiento de LOGPT3 y ligeramente más bajo que el crecimiento de LOGPT2 durante los noventa. Como hipótesis optimista se ha supuesto una tasa de 4% (muy similar a la tasa de crecimiento de la productividad bruta durante los noventa e igual a la del período 1989-1997 (ver Cuadro 1, columna H)). La hipótesis pesimista supone un crecimiento de 2%, ligeramente superior al 1,92% observado en el período 1981-97. En el primer año de este período la productividad estaba en un nivel histórico relativamente alto ya que fue el año previo a la recesión del 82, cuando LOGPT cayó dramáticamente. El último año es aquél previo a 1998, cuando se frena el crecimiento. Nótese, sin embargo, que en todo este período la economía ya había hecho algunas transformaciones estructurales a las cuales se les atribuye haber elevado el crecimiento. 81 5.4. Escenarios de Crecimiento En los Cuadros 6 a 14 se muestran los resultados de los escenarios de crecimiento bajo distintos supuestos de productividad y de expansión de la fuerza de trabajo. Por construcción ellos no incluyen los efectos de la reciente crisis. Si por fuerza hubiera que asignarles un período histórico específico, entonces lo más razonable sería suponer que el período considerado corresponde al que se iniciaría en 2001, una vez superados los efectos de la crisis asiática. Las tasas de crecimiento muestran ligeros cambios a lo largo del tiempo a pesar de que se mantienen los supuestos de productividad y fuerza de trabajo debido a que la razón producto capital no se encuentra en un valor de “steady state” y la tasa de inversión es una variable que tiene alguna dinámica. En los cuadros 15 a 17 se presentan los resultados promedio para las tres variables más relevantes. Se puede observar que la tasa de crecimiento promedio reacciona sensiblemente a los supuestos de productividad. Los aumentos en la tasa de crecimiento de la productividad, para un determinado crecimiento de la fuerza de trabajo, tienen un efecto directo sobre el crecimiento y uno indirecto. El segundo es a través del aumento de la tasa de inversión que generan. Al subir el crecimiento de la productividad, aumenta el crecimiento del producto y con ello empieza a crecer la razón producto capital y su rentabilidad, lo cual estimula a la inversión. En todo caso, el efecto directo es el más importante. El crecimiento de la fuerza de trabajo también tiene un efecto directo sobre el crecimiento del producto, cuya magnitud depende de la elasticidad de producción del trabajo, y uno indirecto, a través de su impacto sobre la tasa de inversión. En todo caso, este segundo efecto es de segundo orden y en el largo plazo, incluso, debiera ser nulo, cuando la razón producto capital y la tasa de rentabilidad vuelvan a sus valores de largo plazo. El comportamiento del desempleo a través de distintos escenarios muestra su estrecha relación con la productividad media del trabajo. En el mediano plazo, el desempleo responde ante cambios en el crecimiento de la fuerza de trabajo. En el largo plazo, sin embargo, la lógica del modelo señala que sólo debiera responder a cambios en la tasa de crecimiento de la productividad. Esto explica la mayor sensibilidad de la tasa de desempleo a los cambios en productividad que a los cambios en el crecimiento de la fuerza de trabajo. 82 CUADRO 6 ALTO CRECIMIENTO DE PRODUCTIVIDAD Y ALTO CRECIMIENTO DE FUERZA DE TRABAJO (%) I/Y Gkt-1 Gy-n 31.03 6.68 5.46 31.62 7.15 5.63 31.75 7.37 5.70 31.78 7.40 5.71 31.84 7.39 5.71 31.90 7.39 5.71 31.97 7.39 5.71 32.04 7.40 5.72 Año 1 2 3 4 5 6 7 8 Gy 7.96 8.13 8.20 8.21 8.21 8.21 8.21 8.22 Supuestos: n=0.025 Año 1 2 3 4 5 6 7 8 Supuestos: U 4.99 4.78 4.68 4.67 4.67 4.67 4.67 4.66 Y/Kt-1 39.08 39.43 39.74 40.04 40.35 40.66 40.97 41.28 CUADRO 7 ALTO CRECIMIENTO DE PRODUCTIVIDAD Y MODERADO CRECIMIENTO DE FUERZA DE TRABAJO (%) Gy I/Y Gkt-1 Gy-n U 7.59 30.76 6.55 5.59 4.82 7.73 31.30 6.95 5.73 4.64 7.79 31.37 7.12 5.79 4.56 7.79 31.37 7.11 5.79 4.57 7.77 31.38 7.06 5.77 4.59 7.76 31.42 7.03 5.76 4.60 7.75 31.46 7.01 5.75 4.61 7.75 31.51 7.00 5.75 4.62 Y/Kt-1 38.77 39.05 39.30 39.55 39.81 40.08 40.36 40.64 n=0.02 m=0.04 m=0.04 EK=0.35 EK=0.35 CUADRO 8 ALTO CRECIMIENTO DE PRODUCTIVIDAD Y BAJO CRECIMIENTO DE FUERZA DE TRABAJO (%) I/Y Gkt-1 Gy-n 30.49 6.42 5.72 30.97 6.75 5.84 31.00 6.88 5.88 30.95 6.82 5.86 30.93 6.75 5.84 30.93 6.69 5.81 30.95 6.64 5.80 30.97 6.60 5.79 Año 1 2 3 4 5 6 7 8 Gy 7.22 7.34 7.38 7.36 7.34 7.31 7.30 7.29 Supuestos: n=0.015 m=0.04 EK=0.35 83 U 4.66 4.51 4.45 4.47 4.51 4.53 4.56 4.57 Y/Kt-1 38.46 38.67 38.86 39.05 39.27 39.50 39.75 40.00 Año 1 2 3 4 5 6 7 8 Supuestos: CUADRO 9 MODERADO CRECIMIENTO DE PRODUCTIVIDAD Y ALTO CRECIMIENTO DE FUERZA DE TRABAJO (%) Gy I/Y Gkt-1 Gy-n U 6.82 30.21 6.28 4.32 6.47 6.91 30.62 6.54 4.41 6.36 6.94 30.59 6.62 4.44 6.32 6.91 30.50 6.52 4.41 6.36 6.87 30.44 6.41 4.37 6.42 6.84 30.41 6.32 4.34 6.46 6.81 30.39 6.24 4.31 6.49 6.79 30.39 6.18 4.29 6.52 n=0.025 m=0.03 EK=0.35 CUADRO 10 MODERADO CRECIMIENTO DE PRODUCTIVIDAD Y MODERADO CRECIMIENTO DE FUERZA DE TRABAJO (%) Gy I/Y Gkt-1 Gy-n U 6.45 29.94 6.15 4.45 6.30 6.52 30.29 6.35 4.52 6.22 6.53 30.22 6.38 4.53 6.20 6.49 30.08 6.25 4.49 6.26 6.44 29.99 6.10 4.44 6.33 6.39 29.92 5.98 4.39 6.38 6.36 29.88 5.88 4.36 6.43 6.33 29.86 5.80 4.33 6.47 Año 1 2 3 4 5 6 7 8 Supuestos: Año 1 2 3 4 5 6 7 8 Supuestos: n=0.02 m=0.03 m=0.03 Y/Kt-1 37.83 37.89 37.95 38.03 38.15 38.30 38.47 38.67 EK=0.35 CUADRO 11 MODERADO CRECIMIENTO DE PRODUCTIVIDAD Y BAJO CRECIMIENTO DE FUERZA DE TRABAJO (%) Gy I/Y Gkt-1 Gy-n U 6.08 29.68 6.03 4.58 6.13 6.13 29.97 6.16 4.63 6.07 6.13 29.85 6.15 4.63 6.08 6.07 29.67 5.98 4.57 6.16 6.00 29.54 5.80 4.50 6.24 5.95 29.44 5.65 4.45 6.31 5.91 29.37 5.53 4.41 6.36 5.87 29.32 5.42 4.37 6.41 n=0.015 Y/Kt-1 38.13 38.27 38.38 38.52 38.69 38.88 39.09 39.31 EK=0.35 84 Y/Kt-1 37.53 37.52 37.51 37.54 37.62 37.72 37.86 38.02 CUADRO 12 BAJO CRECIMIENTO DE PRODUCTIVIDAD Y ALTO CRECIMIENTO DE FUERZA DE TRABAJO (%) I/Y Gkt-1 Gy-n 29.40 5.89 3.19 29.63 5.96 3.21 29.45 5.90 3.19 29.23 5.69 3.12 29.05 5.48 3.04 28.92 5.30 2.98 28.82 5.15 2.93 28.74 5.02 2.88 Año 1 2 3 4 5 6 7 8 Gy 5.69 5.71 5.69 5.62 5.54 5.48 5.43 5.38 Supuestos: n=0.025 m=0.02 U 7.95 7.92 7.95 8.04 8.14 8.22 8.29 8.35 Y/Kt-1 37.20 37.12 37.04 37.02 37.04 37.10 37.20 37.33 EK=0.35 CUADRO 13 BAJO CRECIMIENTO DE PRODUCTIVIDAD Y MODERADO CRECIMIENTO DE FUERZA DE TRABAJO Año 1 2 3 4 5 6 7 8 Gy 5.32 5.32 5.28 5.20 5.12 5.04 4.98 4.93 I/Y 29.13 29.31 29.08 28.82 28.60 28.44 28.30 28.20 Gkt-1 5.77 5.77 5.67 5.43 5.19 4.98 4.81 4.66 Supuestos: n=0.02 m=0.02 EK=0.35 Gy-n 3.32 3.32 3.28 3.20 3.12 3.04 2.98 2.93 U 7.78 7.78 7.83 7.94 8.05 8.14 8.22 8.29 Y/Kt-1 36.90 36.74 36.61 36.53 36.51 36.53 36.59 36.68 U 7.61 7.63 7.70 7.83 7.95 8.05 8.14 8.22 Y/Kt-1 36.60 36.37 36.18 36.05 35.98 35.95 35.98 36.04 CUADRO 14 BAJO CRECIMIENTO DE PRODUCTIVIDAD BAJO CRECIMIENTO DE FUERZA DE TRABAJO Año 1 2 3 4 5 6 7 8 Gy 4.95 4.93 4.88 4.78 4.69 4.61 4.54 4.48 I/Y 28.87 28.99 28.72 28.41 28.16 27.96 27.79 27.66 Gkt-1 5.64 5.59 5.44 5.17 4.90 4.67 4.47 4.30 Supuestos: n=0.015 M=0.02 eK=0.35 85 Gy-n 3.45 3.43 3.38 3.28 3.19 3.11 3.04 2.98 CUADRO 15 CRECIMIENTO PROMEDIO DEL PRODUCTO INTERNO BRUTO BAJO DISTINTOS ESCENARIOS (%) n = 2.5 n = 2.0 N = 1.5 m = 4.0 8.17 7.74 7.32 m = 3.0 6.86 6.44 6.02 m = 2.0 5.57 5.15 4.73 CUADRO 16 TASA PROMEDIO DE INVERSIÓN EN CAPITAL FIJO SOBRE PIB BAJO DISTINTOS ESCENARIOS (%) n = 2.5 n = 2.0 N = 1.5 m = 4.0 31.74 31.32 30.90 m = 3.0 30.44 30.02 29.60 m = 2.0 29.15 28.74 28.32 CUADRO 17 TASA PROMEDIO DE DESEMPLEO BAJO DISTINTOS ESCENARIOS n = 2.5 n = 2.0 N = 1.5 m = 4.0 4.72 4.63 4.53 m = 3.0 6.43 6.32 6.22 m = 2.0 8.11 8.00 7.89 De las simulaciones se desprende que en el escenario con las hipótesis de crecimiento de la fuerza de trabajo y de productividad moderadas (n=2% y m=3%), la economía experimentaría tasas de crecimiento en torno a 6.44% en el mediano plazo (ver Cuadros 10 y 15). La tasa de inversión (en términos reales) respecto al PIB que acompaña esta tasa de crecimiento sería aproximadamente de 30% y el desempleo en este mismo escenario alcanzaría tasas en torno a 6.3% (ver Cuadros 10, 16 y 17). Estos valores parecen plausibles en el mediano plazo para la economía chilena. Los resultados de los escenarios también revelan que para lograr tasas de crecimiento en torno al 8%, se requiere que tanto la hipótesis de crecimiento de productividad como de fuerza laboral sean las más optimistas (ver Cuadros 6 y 15). 86 El énfasis en la construcción de los escenarios ha estado en el lado de la oferta, aunque la función de productividad utilizada para la construcción de los índices de productividad y de los escenarios no excluye los efectos que las variables externas tienen sobre la demanda y, por lo tanto, sobre el grado de utilización de los factores productivos. Esta función puede interpretarse como una de forma reducida que muestra el impacto directo e indirecto de los shocks externos sobre el producto. Así, una caída de términos de intercambio afecta directamente el nivel del producto a través del efecto ingreso e indirectamente a través del ajuste del gasto a que la autoridad se vería forzada a implementar para mantener el déficit en cuenta corriente en un nivel sostenible. Además de este análisis, puede ser interesante chequear la plausibilidad de las tasas de crecimiento desde el punto de vista del déficit en cuenta corriente que ellas implican. Realizar dicha tarea en forma rigurosa requeriría de todo un modelo macro que sobrepasa las pretensiones de este trabajo. No obstante lo anterior, es posible pedir prestados los resultados provisorios de un modelo del autor aún no publicado que señalan que la tasa de crecimiento del 6,4% (escenario moderado) con un precio del cobre de US$0,90 la libra y una tasa libor de 5,5% generaría un déficit de cuenta corriente de 5% del PIB pero declinando en el tiempo. Un precio del cobre de US$0.74, igual al valor promedio alcanzada en 1998, generaría un déficit de 7,9%, aunque declinando en el tiempo. Por otro lado, tasas de crecimiento del 8% con un precio del cobre de US$0,90 generarían un déficit de 5,9%, pero creciente en el tiempo. Según estos resultados, la posibilidad de tener un mayor crecimiento depende fuertemente de los términos de intercambio, los que hoy en día en Chile, a pesar de la mayor diversificación de las exportaciones, todavía siguen estando muy ligados a la suerte del cobre. Los resultados recién comentados, aunque provisorios, refuerzan la idea que el escenario moderado, junto con un precio del cobre que recupere valores más de largo plazo, es sostenible en el tiempo. Por otro lado, también vuelven a ilustrar las dificultades de lograr tasas del orden del 8%, como algunos trabajos sostenían previo a la crisis asiática. 87 6. Algunas reflexiones para el diseño de una política de crecimiento 6.1. La importancia de las políticas Uno de los escenarios de crecimiento de la sección anterior corresponde a supuestos moderados sobre productividad y crecimiento de la fuerza de trabajo. La tasa de crecimiento resultante en tal escenario, en torno a 6,4%, siendo menor a la indicada en otros estudios (publicados antes que la crisis asiática deprimiera el estado de ánimo de empresarios y analistas), no es para nada despreciable. Al contrario, si esa tasa permaneciera por un buen tiempo y si el crecimiento de la población se mantuviera en torno a 1,4%, Chile gozaría de una tasa de crecimiento del ingreso per capita de 5% y podría duplicar su nivel en quince años. Como la evolución del ingreso de los pobres, excluyendo aquéllos en una situación extrema por no participar en el mercado del trabajo en forma permanente (probablemente el 5% más pobre), está fuertemente ligada a la evolución de los salarios reales y del desempleo y, a su vez, estas variables dependen estrechamente del crecimiento, Chile podría ser un país económica y socialmente muy diferente a lo que es hoy en día dentro de ese mismo plazo.50 Por otro lado, si la tasa de crecimiento del ingreso per capita correspondiente a los escenarios moderados se compara con la evidencia internacional, tampoco se puede calificar de mediocre. En efecto, de acuerdo a los datos de Summers and Heston, de un total de 152 países para los que hay datos, en el período 1960-1990, sólo 30 países registraron tasas de crecimiento promedio anual del ingreso per capita (corregido por términos de intercambio) superiores a 3% y sólo siete tuvieron tasas de crecimiento anuales mayores a 4,5%.51 Es importante hacer notar que el calificativo de “moderado” para la hipótesis sobre crecimiento de la productividad, no debe interpretarse como que tal avance de productividad (y crecimiento del producto resultante) llegará independientemente de las políticas que se lleven a cabo y de los eventos que acontezcan en la economía mundial. Más bien, debe entenderse como un crecimiento de la productividad alcanzable si se implementan políticas adecuadas y si no hay un escenario internacional muy adverso. 50 Para apoyar al 5% más pobre, es inevitable una fuerte acción subsidiaria del Estado ya que su pobreza persistente se deriva de su ausencia del mercado laboral. 51 Durante el período 1960-1990, de un total de 152 países, aquéllos que registraron tasas de crecimiento promedio anual del ingreso per capita (corregido por términos de intercambio) mayores que 3%, fueron en orden decreciente: Corea, 7%; Singapur, 6,8%; Hong Kong, 6,7%; Taiwan, 6,5%; Japón, 5,4%; Chipre, 4,8%; Portugal, 4,7%; Tailandia, 4,4%; Seychelles, 4,4%; Malasia, 4,1%; Grecia, 4,1%; Rumania, 4,2% (en esta caso la tasa corresponde al período 1960-1992); Indonesia, 4%; España, 3,9%; Islandia, 3,6%; Israel 3,4%; Lesoto, 3,8%; Siria, 3,5%; Irlanda, 3,5%; Tunez, 3,4%; Italia, 3,4%; Finlandia, 3,4%; Marruecos, 3,2%; Checoslovaquia, 3,1%; Austria, 3,1%; Noruega, 3%; Jordania, 3%; Bélgica, 3%; Canadá, 3%; Cabo Verde, 3%. Durante le mismo período, Chile registró sólo 1,3%, aunque esta tasa aumenta fuertemente al considerar los datos de la década de los noventa. , 88 Esta sección pretende hacer algunas reflexiones sobre el tipo de políticas e instituciones económicas que conducirían a que ese supuesto de crecimiento de la productividad se pueda concretar en la realidad. La discusión también cubrirá el tema de inversión, ya que ambos fenómenos tienen relaciones de causalidad en ambas direcciones. Así, un aumento de la productividad tiene un efecto directo (o estático) y uno indirecto (o dinámico) sobre el producto, operando el segundo a través de su impacto sobre la rentabilidad y, por lo tanto, sobre la tasa de inversión que determina el stock futuro de capital. Por otro lado, un aumento de la inversión puede significar también un aumento de la productividad total de los recursos si dicha inversión permite la incorporación de nuevas tecnologías (por ejemplo, nuevos computadores). En principio, se partirá de la base que un “entorno” institucional y un conjunto de políticas propicias a la inversión son también favorables a la incorporación de nuevas tecnologías y crecimiento de la productividad, sea porque ellas van incorporadas en los nuevos bienes de capital o porque, normalmente, en economías de mercado, involucran una evaluación de costo beneficio similar a la de una evaluación de un proyecto de inversión.52 Dejando a un lado los efectos del ciclo sobre la utilización de los recursos, en la Sección 3 se señaló que la productividad total puede crecer en forma permanente debido a “mejoras en la asignación de recursos desde "actividades" de baja a más alta productividad, lo que puede ocurrir entre sectores, empresas, o al interior de estas últimas” y debido a “progreso técnico causado por la incorporación de nuevas formas de producir con las mismas calidades y cantidades de factores, así como por mejoramientos en dichas calidades.” Los efectos de eliminación de distorsiones y mejoras de eficiencia en la asignación de recursos pueden ser muy importantes en países donde el sistema de precios está muy distorsionado, pero, una vez corregidas las distorsiones, se acaba dicha fuente de crecimiento de la productividad. Por esta razón, en plazos más largos, la incorporación de nuevas tecnologías pasa a ser la principal fuente de crecimiento de la productividad. La teoría neoclásica del crecimiento señala que cada país tiende asintóticamente o converge a un nivel de producto medio por trabajador de largo plazo (y*) que está determinado por la “tecnología o productividad agregada” y un conjunto de parámetros que definen las características estructurales a nivel agregado de la economía correspondiente. El valor de y* depende positivamente del nivel de productividad o de la “función agregada de producción” y de la tasa de inversión. Por otro lado, depende negativamente del crecimiento de la fuerza de trabajo y de la tasa de depreciación del stock de capital. Estos resultados son aplicables al ingreso per cápita si la participación de la población en la fuerza de trabajo no cambia. También esta teoría muestra que si no hay “progreso técnico,”53 la tasa de crecimiento del ingreso per capita tiende a cero en el largo plazo. 52 Sabido es que puede haber inversión que no eleva la productividad En este contexto, por progreso técnico debe entenderse cualquier aumento de productividad media del trabajo permaneciendo constante la intensidad capital-trabajo. 53 89 Además la teoría señala que si existe cambio técnico neutral a la Harrod, es decir, si es de tal naturaleza que corresponde o se puede representar como un aumento de la “calidad” del trabajo,54 y* y el ingreso per capita tenderán a crecer en el largo plazo a la misma tasa que la “calidad” del trabajo. En este modelo, un aumento en el nivel de productividad total y/o en la tasa de inversión afectan el nivel de ingreso per capita de largo plazo y la tasa de crecimiento durante el período de transición entre equilibrios de largo plazo, pero no a la tasa de crecimiento que la economía alcanza cuando llega a dicha situación de equilibrio. Se pueden considerar dos grandes casos, en general: con y sin movilidad internacional de capital y tecnologías. En el caso que el capital y el trabajo no son movibles internacionalmente, la teoría muestra que los países experimentarán un mayor crecimiento mientras menor sea su producto medio en relación a su correspondiente y*. Los países que tienen una intensidad capital trabajo relativamente pequeña tenderán a tener un nivel de producto medio inferior a su valor de largo plazo (y*) y, por lo tanto, crecerán más rápido. Si las “funciones de producción agregadas” y los otros parámetros que determinan el equilibrio de largo plazo fueran iguales entre países, lo cual es un supuesto muy poco real, los países más pobres serían aquéllos que tienen una intensidad capital trabajo relativamente baja y, por lo tanto, debieran crecer más rápido que los países más ricos. Sólo en ese caso los ingresos per capita tenderán a igualarse entre países. En el caso que el capital es movible internacionalmente y las tecnologías se pueden copiar o transferir entre países, los valores de y* de los países tenderán a igualarse entre ellos. En este caso, y* o el valor de largo plazo de la productividad media del trabajo de cada país pasa a estar determinado por la tasa de interés internacional, por el riesgo país, la tasa de depreciación y por la función de producción agregada de cada país. Si el riesgo país y la tasa de depreciación es similar entre países, lo cual es poco probable, se puede predecir que en el largo plazo habrá convergencia entre los ingresos per capita de los países. El capital se movería hacia los países menos desarrollados por tener más escasez del mismo y presentar mayores tasas de retorno y, por otro lado, los países más pobres podrían tener una tasa de cambio técnico más rápida por la posibilidad de transferencia tecnológica. Ambos fenómenos significarían una tendencia a reducir, o eventualmente eliminar, los diferenciales de ingreso per capita entre países. Si existe este fenómeno de convergencia, mientras menor sea el ingreso per capita, mayor será la tasa de crecimiento. Una fuente principal del cambio técnico y del aumento de productividad perdurable en el largo plazo sería la copia y/o adaptación de funciones de producción del resto del mundo. Esta forma fácil de expandir la productividad sería accesible a los países menos desarrollados. El progreso técnico de los países más ricos, en cambio, está limitado porque ellos ya han alcanzado los niveles de frontera tecnológica y ésta se mueve lentamente. El hecho de que muchos países menos desarrollados presenten grandes distorsiones y menor 54 Se dice que existe un aumento de la “calidad” de un conjunto de trabajadores cuando las tareas realizadas por éstos equivalen al mismo trabajo que podría realizar un mayor número de trabajadores, manteniendo constante la organización del trabajo, el número y el tipo de bienes de capital. Los aumentos de productividad generados por cambios organizacionales o en la calidad del capital se pueden representar como si fueran ocasionados por aumentos de la calidad del trabajo cuando la elasticidad de sustitución entre capital y trabajo es igual a uno. 90 desarrollo de sus mercados puede ser un tercer factor que puede generar el fenómeno de convergencia: al corregirse estas distorsiones o al desarrollarse los mercados de estos países, se pueden obtener ganancias importantes de productividad que no están disponibles para aquellos países desarrollados que las corrigieron o eliminaron hace largo tiempo. En todo caso, esto último no significa que no existan países desarrollados con grandes distorsiones. Para que haya convergencia de los ingresos entre países se requiere movilidad de capital, transferencia tecnológica de tal manera que la función de producción alcanzable por cada país sea la misma, e igual tasa de depreciación y riesgo país. No es muy difícil imaginarse las razones por las cuales estas condiciones tienen poca probabilidad de cumplirse en la realidad. Cuando la hipótesis de convergencia (o variantes de ella) se contrasta con la evidencia empírica internacional, se concluye que no existe convergencia incondicional o absoluta en los ingresos per capita: los países más pobres no crecen más rápido que los más ricos. El Gráfico 17 adjunto, que usa 104 observaciones de la base de Summers-Heston,55 muestra este fenómeno con claridad. En el eje de las ordenadas (Gypc) se indica la tasa anual de crecimiento del ingreso per capita para el período 1960-1990, en pesos de 1985 y corregido por términos de intercambio. El eje de las abscisas (YPC60) señala el ingreso per capita en el año 1960. Si hubiera convergencia incondicional debiera verse una “nube” de puntos con pendiente negativa, lo que claramente no ocurre. De hecho, en una regresión simple entre tasa de crecimiento e ingreso inicial, esta última variable obtiene, incluso, un coeficiente positivo, aunque es significativamente distinto de cero sólo al 10,6%.56 Se puede concluir, por lo tanto, que, estadísticamente, no hay una relación simple entre crecimiento y nivel de ingreso inicial.57 La literatura ha mostrado, sin embargo, que si bien no existe convergencia incondicional, sí existiría convergencia condicional a las características estructurales de la economía (tasa de depreciación, tasa de ahorro, crecimiento de la fuerza de trabajo, crecimiento de la productividad) y a las políticas e instituciones de los países: estabilidad macro como condición necesaria, aunque no suficiente; fuerza de trabajo educada, saludable y bien nutrida, estabilidad política y respeto a la propiedad privada, sistema judicial eficiente, apertura de la economía, ausencia de distorsiones en el sistema de precios, libre entrada a los mercados, eficiencia del sistema financiero, etc.58 Dicha 55 Aunque la base mencionada comprende 152 países, sólo hay 104 países con datos de ingreso para ambos años que definen el rango del período. El año final fue 1990 en vez de 1992, también disponible, ya que al usar este último año se perdían más observaciones. 56 Los resultados de la regresión son: Gypc = 1.6519516 + 0.00012765776*YPC60 (1,6) R2 = 0.025. El número entre paréntesis es el estadígrafo “t,” el cual tiene un error tipo I de 0.106. El test t debe tomarse con cautela ya que la regresión tiene heterocedasticidad. Independiente de esto, la pendiente está lejos de ser significativa y negativa. 57 La observación correspondiente a Chile está en la envolvente inferior y es aquélla con un ingreso per capita inicial en 1960 de 3019 y una tasa de crecimiento del ingreso per capita de 1,3%. 58 En general, en los trabajos empíricos se tiende a combinar características del modelo neoclásico, que predice un mayor crecimiento de aquéllos países con un stock de capital por trabajador de calidad homogénea 91 literatura muestra la potencial importancia de tener “buenas” políticas e instituciones. GRÁFICO 17 TASAS DE CRECIMIENTO DEL INGRESO PER CAPITA VERSUS INGRESO PER CAPITA INICIAL Gypc 8 6 4 2 0 -2 -4 0 2000 4000 6000 8000 10000 12000 YPC60 Una nueva lectura del Gráfico 17 puede ilustrar de manera alternativa esto mismo. En efecto, las observaciones que están sobre la envolvente superior de la nube de puntos o muy cercanos a ella, serían los países que están en la “frontera” en cuanto crecimiento. Los países que están por debajo de la envolvente superior serían aquéllos que no están aplicando políticas propicias al crecimiento, o sus instituciones no son favorables a ello, o están sufriendo en el año inicial (1960) los efectos transitorios de algún shock negativo interno (por ejemplo, producto de una sequía) o externo (por ejemplo, caída de términos de intercambio). Esto último genera un movimiento de la observación correspondiente hacia la izquierda (por el efecto del shock sobre el ingreso per capita del año inicial) y, marginalmente, debido a que es una tasa promedio de crecimiento, hacia abajo. Ambos movimientos implican un alejamiento de la frontera o envolvente superior de la nube de puntos.59. (y un ingreso per capita por este tipo de trabajador) menor y más alejado del correspondiente al equilibrio de largo plazo (fenómeno de convergencia condicional a los parámetros que definen dicho equilibrio), con extensiones que señalan la importancia de las políticas de gobierno e instituciones. Sobre un resumen de este tipo de literatura ver Barro (1997). Una pregunta importante que se ha hecho la literatura es si las políticas, instituciones y, específicamente, la tasa de inversión, afectan al nivel o a la tasa de crecimiento del ingreso per capita alcanzable en el equilibrio de largo plazo, o “steady state”, si éste existe. En otras palabras, si es el nivel de productividad o su tasa de crecimiento lo que es endógeno. A nivel teórico son posibles ambos tipos de modelo. Empíricamente, todavía no hay una respuesta concluyente. 59 Si este shock tuvo efectos de larga duración y afectó mas fuertemente el crecimiento de todo el período, el movimiento hacia abajo será mayor. 92 También algunos puntos de la envolvente superior pueden estar en esa posición por estar gozando de un shock transitorio positivo de cualquier naturaleza. Si estos casos son numerosos, la envolvente más permanente y, por lo tanto, más relevante para un análisis de largo plazo, probablemente estaría corrida hacia la izquierda, pero la pendiente seguiría siendo negativa. Si se descartan aquéllos países bajo los US$1000, se puede observar que las observaciones de los países que están en la envolvente superior, o muy cercanas a ella, muestran una pendiente negativa. En resumen, los datos no rechazan el cumplimiento de la hipótesis de convergencia para aquél conjunto de países que están cerca de la frontera o envolvente superior de crecimiento y que tienen un ingreso per capita inicial mayor que US$1000. El análisis de la dispersión de los puntos también es revelador. El mismo gráfico muestra que los países de menor ingreso tienden a tener una mayor dispersión en torno a su media y tienen una alta probabilidad de alejarse de la frontera, llegando incluso varios de ellos a experimentar tasas de crecimiento negativas. Estos países tienen entonces una mayor probabilidad de quedar atrapados en el subdesarrollo, pero también pueden alcanzar las mayores tasas de crecimiento, especialmente si tienen un ingreso per capita inicial mayor que US$1000. Existen varias razones que explican este comportamiento. Entre las más relevantes se pueden mencionar: a) los países menos desarrollados normalmente tienen muy poca diversificación de exportaciones, normalmente productos primarios, lo cual aumenta la probabilidad de sufrir shocks externos devastadores; b) la mayor concentración en productos agrícolas los hace más vulnerables a shocks climáticos; c) el menor desarrollo global va acompañado de menor capital humano, lo cual aumenta el riesgo de diseñar malas políticas, disminuyendo la probabilidad de incorporación de nuevas tecnologías y aumento de productividad; d) los países de menor desarrollo tienden a tener instituciones poco propicias al crecimiento (por ejemplo, baja protección a los derechos de propiedad), mayor inestabilidad política (tendencia al populismo de los gobernantes) y de reglas del juego, lo cual no favorece la inversión, doméstica o extranjera, y frena la incorporación de nuevas tecnologías, etc. Sin embargo, si los países de menor desarrollo adoptan políticas propicias al crecimiento, como fue el caso de los países del Sudeste Asiático, pueden escapar a su condición de menor desarrollo. En el caso de los países más desarrollados, las características negativas recién señaladas no están presentes, o lo están con mucho menor frecuencia y, por lo tanto, tienden a no alejarse demasiado de su frontera. Esto se nota en la menor dispersión de tasas de crecimiento que presentan. Las tasas máximas de crecimiento alcanzables por estos países, sin embargo, son menores que las de los países de menor desarrollo. El análisis anterior, así como la literatura empírica que muestra que la convergencia es condicional, revela que no basta haber alcanzado un cierto nivel de desarrollo para que automáticamente se logre un crecimiento sostenido. Es necesario tener las instituciones, las políticas, el capital humano y ciertas características estructurales que sean propicias al 93 crecimiento. A este tema se orienta la discusión que sigue, la que no estará centrada en el caso chileno, sino que se pretende que sea lo suficientemente general como para que pueda ser aplicada a otros países en desarrollo. Esto, sin embargo, no impedirá hacer algunas reflexiones y comentarios específicos a la economía chilena. La discusión se centrará en la situación final y no en la transición. Por limitaciones de espacio no se entrará a la discusión sobre la economía política de cómo llegar a esa situación. Eso será materia de otro trabajo. 6.2. Las condiciones y políticas para el crecimiento A continuación se discutirán muy brevemente las condiciones y políticas necesarias para el crecimiento, las que pueden afectar a la productividad total de los factores, a la acumulación de capital y al empleo. En la selección de condiciones y políticas influyeron la literatura, así como los estudios, reflexiones e intuiciones del autor. 6.2.1. Condiciones macroeconómicas • Las condiciones macroeconómicas básicas para el crecimiento en el mediano y largo plazo son estabilidad de precios; nivel alto de empleo de factores, lo que supone ciclos amortiguados sin grandes recesiones; sostenibilidad de las cuentas fiscales, lo que requiere que ellas estén equilibradas dentro de un horizonte de mediano plazo, y sostenibilidad de las cuentas externas, lo que significa, en último término, un déficit de cuenta corriente sostenible a mediano y largo plazo. • A primera vista se puede pensar que estas condiciones son importantes para el problema del ciclo de corto plazo. Existe, sin embargo, un amplio consenso, y abundante evidencia empírica que lo respalda, acerca de que la preservación de los equilibrios macroeconómicos fundamentales, tanto internos (que se reflejan en baja inflación junto con niveles normales de utilización de factores) como externos (que se traducen en una cuenta corriente sostenible a largo plazo), es una condición necesaria, si bien no suficiente, para la inversión y el crecimiento de mediano y largo plazo. • Una menor tasa de inflación implica normalmente menores varianzas de este fenómeno y de los precios relativos, lo que permite una mayor predictibilidad de esas variables y disminuye los riesgos de inversión en bienes de capital y en “gastos” asociados a las actividades que aumentan la productividad total (incorporación de nuevas tecnologías, cambios organizacionales, lanzamiento de nuevos productos, penetración de nuevos mercados, etc.). También, una menor inflación implica la percepción por parte de los agentes económicos de una menor probabilidad que dicho fenómeno se descontrole y requiera la necesidad de ajustes en los niveles de gasto, los que normalmente afectan negativamente el nivel de actividad. Es importante volver a señalar que las recesiones no sólo afectan transitoriamente el nivel de producto, sino que también tienen efectos permanentes debido a la menor acumulación de nuevos cambios técnicos durante la recesión y a que elevan el riesgo de inversión para futuras inversiones e innovaciones. 94 • Un nivel alto de utilización de factores y bajo desempleo, que es afectado no sólo por condiciones y políticas macroeconómicas sino que también microeconómicas, eleva las tasas de rentabilidades de los proyectos de inversión y de otros gastos que afectan positivamente a la productividad. Al respecto, en la sección 5 se vio la importancia que tiene la existencia de una elevada razón producto capital y rentabilidad en el proceso de inversión a nivel agregado. Igual cosa sucede con los otros gastos que necesarios para incorporar tecnologías o realizar otro tipo de acciones que elevan la productividad. • Cuentas fiscales sostenibles en el tiempo eliminan la necesidad de financiamiento inflacionario, fenómeno que fue muy común en nuestros países en décadas pasadas, y evitan la necesidad de realizar fuertes ajustes recesivos. • La sostenibilidad a largo plazo de las cuentas externas es necesaria para evitar la necesidad de severos ajustes en el gasto interno que, como se vio en las secciones 3 y 4, provocan fuertes recesiones con todas sus secuelas de corto y largo plazo sobre la inversión y aumento de productividad. Cuando existe la percepción de que la cuenta corriente es sostenible, no se generan expectativas de ajuste macro ni de fuertes devaluaciones reales y cambios de precios relativos. Ello contribuye a elevar las expectativas de mayor crecimiento y a disminuir los riesgos asociados a la inversión (especialmente en actividades no transables) y los riesgos de innovación. • Lo anterior no debe interpretarse como que el país no puede tener déficits en la cuenta corriente. Ellos son especialmente necesarios si las tasas de rentabilidad y la demanda por inversión del país son elevadas y el ahorro interno no es suficiente. Lo importante es que sean sostenibles en el mediano plazo para evitar ajustes bruscos en los niveles de gasto (y actividad) y para que no se genere la percepción por parte de los agentes internos y externos que el ajuste, normalmente con devaluación nominal, es inminente. • Para lograr la estabilidad de precios a mediano plazo debe recordarse la teoría y la historia de la región. En nuestros países, la gran fuente de inflación ha sido la existencia de grandes déficits del sector público. Medidas como la eliminación de subsidios no justificados por razones económicas o sociales valederas, la incorporación de mayor racionalización administrativa y económica en la gestión de las empresas públicas que lleven a la eliminación de los déficits de éstas, la privatización de estas empresas cuando sea posible y conveniente para el país, la reducción de la evasión tributaria, contribuyen fuertemente a controlar la inflación en forma permanente y, por lo tanto, a crear condiciones básicas para el crecimiento. • En el caso que un país está sufriendo tasas elevadas de inflación, siempre que la política fiscal y monetaria sean coherentes con la meta de inflación, el uso del tipo de cambio como ancla nominal (con una devaluación anticipada acorde con una determinada meta de inflación) puede contribuir a lograr la estabilidad más rápidamente y con menores costos reales, ya que hace más creíble la meta inflacionaria e induce un acomodo más rápido de las expectativas de inflación a la expansión de la demanda agregada nominal. 95 • Sin pretender realizar una discusión acabada sobre política cambiaria, son pertinentes algunas consideraciones adicionales. Cuando la economía ya ha alcanzado niveles (y expectativas) de inflación más moderados (un dígito), disminuye la importancia de una política cambiaria de tipo de cambio fijado como ancla nominal de la economía, pudiendo ser reemplazada por anclas alternativas (meta de expansión monetaria, meta de inflación que anuncia el Banco Central, siempre que se haya ganado suficiente credibilidad). • Cuando se sigue una política de cambio fijo o fijado, debe tenerse presente que una reducción en la demanda por bienes y servicios que son no transables en el corto o largo plazo, provocada por una caída de gasto interno, genera excesos de oferta en este tipo de bienes y servicios. Estos excesos de oferta se traducen en menor producto y desempleo debido a la existencia de rigideces a la baja en los precios nominales de este tipo de bienes y servicios y, por lo tanto, a las dificultades de ajuste de los precios relativos. • Cuando el tipo de cambio es más flexible, disminuyen las rigideces de precios relativos entre transables y no transables, pero la subsistencia de rigideces de precios relativos entre bienes no transables con distintas elasticidades ingreso de sus demandas no permite eliminar todos los efectos reales de ajustes en el gasto interno. Por otro lado, también debe considerarse que una política cambiaria de tipo de cambio flexible puede disminuir la predictibilidad del tipo de cambio real, aumentando el riesgo para la actividades transables, debido a las sobre reacciones del tipo de cambio nominal. • En general, al igual que en el caso chileno, las grandes recesiones y grandes aumentos en el desempleo de nuestros países han sido detonadas por shocks externos (caída de términos de intercambio, alzas de tasas de interés externas, reducción abrupta de flujos de capitales) que inducen tanto al sector público como privado a realizar fuertes ajustes en sus niveles de gasto y actividad. Las políticas monetaria y/o fiscal pueden amortiguar en parte estos grandes ciclos. Sin embargo, como política a largo plazo, debe buscarse una disminución permanente de la probabilidad de ocurrencia de grandes shocks externos. La mayor diversificación de exportaciones, el desarrollo de mercados a futuro, o mientras ellos no se crean, la creación de fondos de estabilización para enfrentar fluctuaciones de los precios externos más volátiles, contribuyen a disminuir las magnitudes y efectos de los shocks externos provocados por variación de términos de intercambio. Ello ayudará a tener un horizonte macro más despejado, con menor temor a dichas crisis, lo que contribuye al proceso de inversión en capital físico y a la incorporación de mejoras tecnológicas, etc. • El logro de una mayor diversificación de exportaciones puede darse con el aprovechamiento natural de las ventajas comparativas. El Estado, sin embargo, puede apoyar dicho proceso a través de: a) la eliminación de distorsiones evidentes (por ejemplo, desigualdades en el acceso a crédito entre pequeñas y grandes empresas) que afectan la competitividad de exportaciones en el margen, b) el subsidio de actividades donde el equilibrio de mercado tiende a generar niveles sub óptimos (por ejemplo, en 96 materia tecnológica), c) la reducción de los niveles arancelarios a las importaciones, lo que fomenta a las exportaciones por los efectos de reasignación de recursos (parte de los recursos liberados de las actividades competitivas de importaciones se trasladan hacia actividades exportadoras),60 d) el fomento del desarrollo de la infraestructura necesaria (puertos, caminos), preferentemente vía concesiones, y el establecimiento de un marco regulatorio adecuado que abaraten los costos de transporte interno de las exportaciones, etc. • Los movimientos abruptos en los flujos de capitales son otra causa de shocks externos. Parte de estos movimientos son inevitables, especialmente cuando se deben a cambios en la percepción de riesgo de toda la región. Sin embargo, muchas veces estos movimientos son provocados por políticas internas erróneas. Resulta conveniente, por lo tanto, disminuir parte de dichas fluctuaciones con políticas fiscales, monetarias y/o cambiarias apropiadas, creíbles y sostenibles, que eviten ataques especulativos contra la moneda local, más que con controles o impuestos directos a los movimientos de capitales que introducen distorsiones importantes en el costo y asignación del crédito. La discusión detallada de este tipo de políticas escapa a las pretensiones de este trabajo. Otra fuente de shock externo, aunque muy relacionado a los anterior, son las movimientos en las tasas externas que afectan el costo del nuevo crédito y los servicios de la deuda. Nuestros países son tomadores de precios en los mercados financieros internacionales y, por lo tanto, es aconsejable mantener niveles de deuda externa razonables. Esto último implica tener políticas monetarias y fiscales orientadas a lograr una expansión del gasto interno acorde con un déficit de cuenta corriente sostenible en el largo plazo. • Tanto la sostenibilidad de la cuenta corriente a largo plazo como los equilibrios internos dependen fuertemente del equilibrio presente y futuro de las cuentas del sector público. En nuestros países, sin embargo, también han habido episodios en que el sector privado se ha endeudado más allá de lo que ex post resultó sostenible, estimulado por expectativas de crecimiento exageradas y expectativas de que el abaratamiento del crédito externo sería más duradero de lo que resultó en la realidad. • Por ello es importante, junto con políticas fiscales y monetarias que contribuyan a la atenuación de los ciclos (en especial orientadas a frenar los aumentos de gasto cuando suben los términos de intercambio), que las autoridades económicas den señales coordinadas que contribuyan a formar expectativas de crecimiento realistas y sostenibles en el tiempo. El equilibrio en este aspecto es muy importante: dar señales muy pesimistas puede llevar a sub inversión en capital y en nuevas tecnologías; si estas señales son muy optimistas, puede conducir a sobre inversión y expansión excesiva del gasto. 60 Esto genera efectos de equilibrio general con cambios en los precios relativos, entre ellos, el tipo de cambio real. Sobre estos efectos de equilibrio general, ver Corden, W. (1971), The Theory of Protection (Clarendon Press) y Coeymans, J. Edo. (1978), "Liberalización del Comercio Exterior y sus Efectos sobre la Asignación de Recursos y el Empleo." Cuadernos de Economía Nº 45, (Agosto). 97 6.2.2. Sistema apropiado de incentivos para una asignación eficiente de recursos En una economía de mercado pueden haber ganancias importantes de productividad por una asignación más eficiente de recursos. Este tipo de ganancias, que permiten elevar la tasa de crecimiento durante una fase de transición, puede ser una fuente importante de crecimiento en aquéllos países que parten de una situación inicial muy distorsionada. Para obtenerlas se requiere una serie de condiciones que se resumen a continuación: 6.2.2.1.Un sistema de precios no distorsionados: • Para lograrlo es importante: a) eliminar los controles de precios a actividades productoras de bienes y servicios que pueden funcionar en un marco razonablemente competitivo; b) eliminar los subsidios e impuestos que no están contribuyendo a corregir una externalidad y establecer tasas efectivas parejas de impuesto entre actividades,61 c) eliminar las barreras y trabas ficticias a la libre entrada y competencia. En el caso de servicios de utilidad pública provistos por el estado o por monopolios naturales debe apuntarse a un sistema de tarificación de dichos servicios a costo marginal y desarrollarse marcos regulatorios apropiados. 6.2.2.2. Apertura en los mercados de bienes y desarrollo de las exportaciones. Una de las formas más eficaces para tener precios no distorsionados es reducir las barreras al comercio, ya que con ello no sólo se logra una especialización más eficiente de las actividades competitivas sino que, además, constituye el mejor control de precios a actividades productoras de bienes transables que son potencialmente monopólicas. La apertura de la economía no sólo es beneficiosa desde un punto de vista de especialización eficiente cuando hay retornos constantes a escala. Es aún más beneficiosa cuando existe la posibilidad de aprovechar economías de escala en la producción de ciertos bienes exportables. Como se discutió en la sección 4, tal proceso involucra normalmente la incorporación de tecnologías (funciones de producción) que son eficientes sólo a grandes volúmenes de producción, lo que se hace posible gracias a la ampliación del tamaño de mercado que se logra al orientar la producción a los mercados externos. Es importante aclarar que mayor apertura de bienes implica reducir los costos de las importaciones y esto genera mayor desarrollo exportador (a menos que se incurra en un déficit en cuenta corriente financiado con flujos de capitales externos o pérdida de reservas) pero, un aumento de las exportaciones también se puede dar sin mayor apertura vía una disminución del gasto y exportación de capital (superávit en cuenta 61 En el caso chileno debiera eliminarse el sistema de renta presunta a la agricultura que ha inducido, por fines tributarios, a la subdivisión artificial, aunque legal, de la propiedad agrícola (creando sociedades). 98 corriente). El ideal, como política de mediano plazo conducente al aumento de las exportaciones y de la disponibilidad de ahorro para inversión, es apoyar tanto la apertura como la restricción del gasto en consumo, privado o público. En esto último, una moderación de la expansión del gasto en consumo del sector público y avances en la racionalización de dichos gastos, pueden hacer una contribución importante en todos los países de la región. • Existe más de una manera de abrir la economía. Para nuestros países se plantea la opción de apertura unilateral o la incorporación a zonas de libre comercio o uniones aduaneras (MERCOSUR, NAFTA). Desde un punto de vista de ganancias estáticas, la incorporación a tratados comerciales será más beneficiosa que la apertura unilateral para un país A determinado sólo si las ganancias asociadas a la creación de comercio62 y al aumento de precios netos recibidos por los exportadores del país A (obtenidos por la reducción de aranceles a la importación que enfrentan las exportaciones del país A en los países socios), supera a los costos asociados a la desviación de comercio.63 Esto significa que, desde el punto de vista de ganancias estáticas, la determinación de la conveniencia de un tipo u otro de apertura, cuando son alternativas excluyentes, debe ser en principio evaluada para cada caso particular. • El análisis de las formas de apertura tiene complejidades adicionales, especialmente si se incorporan consideraciones de economía política que son específicas a cada país. Así, una política de acuerdos comerciales bilaterales o con grupos de países puede generar: a) costos asociados a la importancia que pueden cobrar los grupos de presión cuando se deja de tener una regla simple, como sería la de un arancel parejo y se pasa a depender del resultado de una negociación en que no participan todos los actores involucrados; b) mayores costos de administración de una estructura de aranceles más compleja; c) incertidumbre sobre la evolución de los precios relativos cuando la política de celebrar nuevos acuerdos comerciales se extiende demasiado en el tiempo; d) costos por la posible menor diversificación de los flujos comerciales con los consiguientes riesgos de que los shocks de un país se transmitan en exceso al resto de los países socios; e) por otro lado, también pueden existir beneficios derivados del mayor poder de negociación con terceros países ante eventuales conflictos comerciales. • Ciertamente, desde un punto de vista de ganancias estáticas, cuando una economía ya se ha incorporado a varias zonas de libre comercio, o ha celebrado varios tratados bilaterales de libre comercio, una mayor apertura unilateral posterior sólo puede provocar beneficios, ya que en ese caso se obtienen los efectos positivos de la mayor creación de comercio, se reducen los costos de desviación provocados por el tratado comercial y, a menos que los países socios den por terminado el acuerdo de libre comercio con el país en cuestión (a raíz de la reducción unilateral posterior), se mantienen las ganancias de precios netos de exportaciones. 62 Por efectos de creación de comercio se entiende a las ganancias de bienestar inducidas por el aumento de importaciones en el país A, las cuales están compuestas por mayores “excedentes” de consumidores (o demandantes) y mayores excedentes de productores del país A. 63 Por efectos de desviación de comercio se entiende a la menor recaudación de aranceles derivada del hecho de importar desde los países socios en vez de hacerlo desde el país que resulte más barato. 99 • En principio, una economía abierta está más expuesta a sufrir shocks externos con todas sus secuelas. Esto, sin embargo, no es un argumento suficiente para cerrarse al comercio (y a los flujos de capitales) ya que los beneficios del mayor crecimiento compensa los costos de las mayores fluctuaciones. Estas últimas son un costo que hay que tratar de enfrentar con políticas específicas y no cerrando la economía. Es apropiado aclarar en este tema que el desarrollo exportador de los países depende poco de la política cambiaria y del nivel del tipo de cambio nominal, si ello no va acompañado de cambios en el nivel de gasto. Sí depende del tipo de cambio real y, probablemente, de su varianza. También, en determinados casos, la política cambiaria puede exacerbar la entrada de capitales y eso sí tiene consecuencias reales, ya que tiende a elevar los niveles de gasto. Ese fue, probablemente, el caso de fines de los 70. Si no hay flujos de capitales inducidos por la política cambiaria, sus efectos y los del nivel del tipo de cambio nominal sobre el nivel del tipo de cambio real, en un horizonte de mediano plazo, debieran ser despreciables. Muchas veces se sugiere elevar el tipo de cambio nominal para aumentar el tipo de cambio real y la competitividad de las exportaciones. Un aumento del tipo de cambio nominal tiene efectos menores y transitorios sobre el tipo de cambio real cuando no hay exceso de oferta de bienes no transables, ya que en ese caso implica una caída del precio relativo de los bienes no transables (fuera de su equilibrio) y un exceso de demanda por estos bienes, el cual tenderá a corregirse vía un aumento en los precios nominales de los no transables. Como estos precios son flexibles al alza, el efecto de la medida sobre el tipo de cambio real tiene corta vida. Obviamente, si la devaluación va acompañada de un restricción de gasto, vía política fiscal o monetaria, la devaluación sí afectará el tipo de cambio real y se observará una caída del producto y del empleo.64 Es por estas razones que la devaluación nominal del 82 tuvo efectos sobre el tipo de cambio real. Si no hubiera habido desempleo, provocado por el ajuste del gasto, la devaluación nominal sólo hubiera implicado mayor inflación. • Cuando se considera que el tipo de cambio real está más bajo que lo deseado por exportadores y sustituidores de importaciones, antes de devaluar, debe analizarse si hay o no desequilibrio en los no transables. Nótese que la existencia de este desequilibrio no depende de si el tipo de cambio real es más bajo que en otros períodos históricos o de si el tipo de cambio real esta muy bajo y las exportaciones han perdido competitividad. Un indicador de desequilibrio en este mercado a considerar es la existencia de desempleo global anormalmente alto. • Resumiendo, para que una devaluación nominal tenga efectos sobre el tipo de tipo de cambio real y sobre la producción de exportables y sustitutos de importaciones, debe frenarse el nivel de gasto, idealmente en consumo del sector público, o la devaluación debe implementarse cuando hay un exceso de oferta de no transables. Sólo así se liberan los recursos, en el primer caso, o se crean los recursos adicionales, en el 64 Los efectos de una devaluación o de una revaluación nominal sobre el tipo de cambio real son asimétricos si los precios de los no transables son relativamente rígidos a la baja y flexibles al alza. 100 segundo caso, que pueden ser empleados en el sector exportador o substituidor de importaciones. 6.2.2.3. Integración a los mercados internacionales de capitales y apertura a la inversión extranjera directa. • La apertura de la cuenta de capitales permite abaratar el costo de capital y genera un aumento del stock deseado de capital. En otras palabras hace rentable la ejecución de proyectos que no lo serían de otra forma. Quizás el efecto más beneficioso de la apertura a los capitales externos es que ella constituye un atractivo adicional a la inversión extranjera directa, la que tiene efectos positivos sobre la incorporación de nuevas tecnologías y apertura de nuevos mercados. • La apertura financiera debe ser en ambos sentidos. Al facilitarse la salida de capitales, también se hace posible que las empresas nacionales inviertan en el extranjero, lo que expande las oportunidades de inversión para el ahorro nacional y disminuye de paso la inestabilidad de ingresos originada por shocks externos específicos al país y por shocks domésticos. En el caso de los países con sistemas privados de fondos de pensiones, esta flexibilidad de la cuenta de capitales no sólo depende de las normas que afectan directamente a los movimientos de capitales, sino que también de las normas que afectan a los propios fondos de pensiones. El ideal es ir ampliando los márgenes de inversión de dichos fondos en instrumentos financieros externos. Ambos tipos de políticas tienen una dimensión social importante ya que permiten relajar una restricción que impide optimizar la composición de los portfolios de los fondos de pensiones de los trabajadores. Es importante señalar la necesidad de tener tratamientos tributarios similares para inversionistas nacionales y extranjeros, lo que normalmente requiere de la celebración de tratados entre países para evitar doble tributación. • Un efecto de tipo indirecto, pero muy importante, que se genera tanto con la apertura de capitales como de bienes, es el de la mayor internacionalización de los empresarios, lo cual permite un proceso más rápido de transferencia internacional de tecnologías en general y aumenta la velocidad de convergencia de la productividad de nuestras economías hacia los niveles que caracterizan a los países desarrollados. • Sin pretender subestimar los beneficios de la apertura de la cuenta de capitales, debe tenerse presente la existencia de riesgos si ella no va acompañada de un manejo prudente y disciplinado de la política monetaria y fiscal que genere estabilidad de los flujos de capital y con ello evite fluctuaciones muy grandes del tipo de cambio nominal y real. 6.2.2.4. Mercados de capitales desarrollados. • Para una asignación eficiente de recursos, en general se requiere un mercado de capitales desarrollado, que permita la realización de diversos tipos de contrato (en cuanto plazos, garantías, formas de reajustabilidad, etc.) entre oferentes y demandantes 101 de fondos, a precios determinados por el mercado y con bajos costos de transacción. • En aquellos países donde sea pertinente, para mejorar la eficiencia en la asignación de recursos resulta prioritario la eliminación de los controles, las asignaciones discrecionales de fondos administrados por el Estado y los subsidios que no tienen un fundamento económico sólido. Esto permite asignar los recursos hacia los proyectos más rentables, que pueden necesitar formas y plazos muy diferentes de financiamiento. La liberación de la tasa de interés puede contribuir a aumentar la tasa de ahorro si en la situación inicial las formas de mantener riqueza se encuentran demasiado limitadas. La evidencia empírica, sin embargo, indica que este último punto no debe sobre enfatizarse en el caso de nuestras economías. • La liberación del mercado de capitales debe ir acompañada de una legislación y un marco regulatorio que promueva la competencia, la transparencia y la seguridad de los ahorros, lo que reduce los costos y riesgos de transacción. En la parte bancaria, específicamente, se requiere introducir requerimientos mínimos de capital y una regulación prudencial y supervisión adecuada que permita promover la competencia y evitar el abuso de seguros implícitos y explícitos de depósitos. • Un papel importante en el desarrollo del mercado de capitales tiene la creación de fondos de pensiones privados. Ellos permiten aumentar la intermediación de recursos de ahorro y mejorar la eficiencia de su asignación, siempre que el sistema esté bien diseñado y no tienda a generar costos exagerados de administración de los fondos. Esta potencial ganancia de eficiencia afecta positivamente el ingreso nacional y el ahorro. • Lo anterior no significa que la creación de los fondos de pensiones mágicamente eleve el ahorro nacional agregado en montos siderales, confundiéndose ahorro nacional total con ahorro intermediado por el sector financiero. Para que exista un aumento del ahorro se requiere que aumente el producto o que disminuya el consumo, privado o público. Esto último suele suceder de manera importante no como efecto intrínseco de la administración privada de los fondos, sino porque la implementación de las reformas previsionales suelen ir acompañada de: a) recortes de gastos del sistema, vía disminución de beneficios (y privilegios) previsionales; b) aumento en los ingresos previsionales, vía incremento de las tasas de cotización, c) reducción de la evasión de las cotizaciones por los incentivos que crea el sistema para controlar que efectivamente los empleadores realicen las imposiciones y, d) recortes de otros gastos de gobierno inducidos por los efectos de economía política de la reforma. • Estos recortes, que si se concentran en gastos de consumo, afectan positivamente el ahorro, pueden atribuirse a la creación de un sistema privado de pensiones, ya que ella permite justificar políticamente el recorte de gastos: el Estado (sector público incluidas las instituciones públicas de seguridad social) sigue con la responsabilidad de seguir pagando pensiones y beneficios a los jubilados y a los que no se cambian de sistema, pero deja de percibir las cotizaciones de aquéllos que se pasan hacia el sistema privado. Esto permite presentar un déficit y justificar políticamente el recorte de otros 102 gastos. En el caso chileno, éste fue, quizás, el factor más importante que permitió elevar la tasa de ahorro nacional durante la década de los ochenta. • En el caso de los países que han adoptado sistemas privados de fondos de pensiones, debieran corregirse los problemas de diseño del sistema, que en el caso chileno son bastante serios. Desde el punto de vista distributivo, aquellos trabajadores en edad cercana a la de jubilación enfrentan un excesivo riesgo al existir sólo un tipo de fondo para todos los trabajadores afiliados a una misma institución, independiente de su edad: en un corto tiempo los ahorros previsionales de toda una vida pueden sufrir fuertes fluctuaciones. También tiene problemas de diseño desde un punto de vista de eficiencia: existen incentivos a copiarse los portfolios entre las distintas instituciones previsionales privadas (denominadas AFP, en el caso chileno);65 las instituciones previsionales se ven inducidas a un exceso de gastos de ventas;66 en el caso chileno y en el de otros países, existe rotación excesiva de los cotizantes entre distintas instituciones previsionales (lo que encarece los gastos de administración), debido a que no se permite premiar a los trabajadores imponentes según el tiempo de permanencia en una determinada institución. Los problemas de eficiencia generan comisiones muy abultadas y pérdida neta de recursos y ahorros. Al respecto una institución privada del mercado de capitales ha contribuido con una explicación adicional al señalar que las elevadas comisiones se deberían la “ineficiencia asociada a un sistema de giro único dentro de una estructura cartelizada del mercado de capitales como la actual.”67 6.2.2.5. Mercado del trabajo competitivo y flexible. • La asignación eficiente de recursos se ve favorecida cuando existe un mercado de trabajo donde existe flexibilidad salarial, donde la ley y la costumbre permiten celebrar distintos tipos de contratos (siempre que sean funcionales al comportamiento competitivo), donde las disposiciones legales o la costumbre no imponen costos excesivos e injustificados al empleador y donde hay amplia información. La flexibilidad salarial es especialmente necesaria en economías que están expuestas a grandes shocks externos que provocan importantes fluctuaciones de demanda agregada, o están sujetas a cambios importantes de precios relativos por procesos de apertura externa. • Esta flexibilidad resulta aún más indispensable en aquéllas economías que siguen una política cambiaria de tipo de cambio fijo o similar. La flexibilidad salarial contribuirá a 65 Para el caso chileno se ha señalado como causa de este proceso de “copia” la existencia de un esquema de multas, aplicables a aquéllos fondos que no alcanzan un mínimo de rentabilidad en relación al mercado, que contempla un horizonte de tiempo muy reducido para la evaluación del desempeño del fondo. 66 En el caso chileno, contribuyen a este exceso de gastos ventas el hecho de que las características del “producto” de cada fondo no sean claramente diferentes a los ojos de los trabajadores, lo que lleva a aumentar los gastos de “fuerza de ventas” como medio de competencia. El producto que ofrece cada fondo es poco diferenciable en forma directa por los trabajadores debido en parte a la obligación de tener un solo tipo de fondo por institución previsional y, en parte por el esquema de multas que inducen a formar portfolios muy similares. 67 Ver CB Capitales “Comentario Macroeconómico Segunda quincena de julio de 1999.” 103 disminuir los ajustes vía cantidad ante fluctuaciones macro, que son esencialmente transitorias, y a disminuir los costos de transición de los procesos de apertura. • Al igual que en el sistema financiero, deben también eliminarse los impedimentos a celebrar contratos a distintos plazos y bajo distintas condiciones. Así, la posibilidad de hacer contratos que protejan a la empresa ante el evento que el trabajador decida cambiarse a otra empresa, una vez que ya se ha capacitado a costo de la empresa, puede contribuir a que la empresa invierta en capacitación laboral con un componente importante de capital humano general. • Es conveniente que el Estado no imponga determinadas formas de reajustabilidad ante la inflación que no serían las libremente convenidas por las partes.68 Asimismo, debe permitirse flexibilidad en la jornada laboral ya que ella facilita la incorporación de la mujer al trabajo. Por otro lado, la no imposición de indemnizaciones excesivas de despido o beneficios que sólo son percibidos por los trabajadores si permanecen ligados a una empresa en particular, evitan un encarecimiento artificial del trabajo y contribuyen a la movilidad de los trabajadores y al ajuste de la economía ante shocks eventuales. • Para proteger al trabajador, debiera propiciarse la existencia de seguros de desempleo, diseñados de tal forma que minimicen su carácter de impuesto a la contratación de trabajo y no incentiven al trabajador a abusar del mecanismo. Una proposición que se ha hecho en este aspecto para el caso chileno (ver Coloma, 1996) consiste en mantener las normas actuales sobre indemnizaciones por despido (que contempla el pago de un mes por año de servicio, con un tope de 11 meses) y complementarlas con un seguro de desempleo que las empresas deben contratar en el mercado para cubrir una protección mínima de cinco meses de cesantía, que es el promedio de duración de la cesantía. Las indemnizaciones por despido jugarían el rol de un deducible del seguro, lo que desincentiva los abusos del sistema. • El seguro sería pagado por la empresa y los trabajadores. La decisión sobre la parte que paga uno u otro no es importante, ya que la incidencia de cualquier impuesto no depende de esa decisión sino que de las elasticidades de oferta y demanda correspondientes: si sube la parte del empleador más allá del equilibrio, en futuras negociaciones se tenderá a establecer una corrección hacia abajo en los salarios negociados. El mecanismo de seguro es más barato e impone una menor distorsión que el mecanismo que actualmente se está discutiendo en el congreso chileno y que establece el ahorro obligatorio para ser usado en caso de despido. 69 • Un financiamiento de la previsión social de tal forma que el trabajador no perciba la cotización como un impuesto, encareciendo artificialmente el trabajo, evitará que las empresas realicen una sustitución de factores no eficiente. La creación de un sistema privado de pensiones basado en cuenta individual permite disminuir el contenido 68 Esto no es importante para Chile, pero sí para otros países. Debe reconocerse, eso sí, que el mecanismo propuesto no constituye un ahorro forzoso, sobre cuya conveniencia hay opiniones divididas. 69 104 impositivo de cualquier sistema obligatorio de pensiones. Este es uno de los beneficios más importantes que se pueden atribuir a las reformas de los sistemas de pensiones inspiradas en el modelo chileno, ya que tiene el mecanismo de cuenta individual. Esta característica, sin embargo, no es algo inherente a que el sistema sea privado, aunque probablemente el hecho de que los fondos sean administrados por instituciones del sector privado genera mayor confianza en que a futuro se respetarán los derechos de los cotizantes sobre sus fondos acumulados, lo cual disminuye el efecto de impuesto al trabajo del sistema. • La generación y publicación de información sobre oportunidades de trabajo y salarios también ayuda a la movilidad del trabajo. El uso de la tecnologías informáticas, incluyendo a Internet, puede contribuir mucho al respecto. 6.2.2.6. Inversión en capital humano y en investigación y desarrollo. • Una asignación eficiente de recursos supone la existencia de un nivel adecuado de gasto destinado a investigación básica y aplicada y a la formación de capital humano. El mercado normalmente no produce niveles óptimos en este tipo de actividades, especialmente en investigación básica, porque los que contribuyen a su financiamiento no internalizan la totalidad de sus beneficios. Por esta razón, al Estado le cabe un rol subsidiario en estas áreas y debiera brindarles su apoyo. • En materia de investigación, el apoyo del Estado debiera ser mayor mientras más beneficios para el país se deriven de estas actividades y menos apropiables privadamente sean sus resultados. La investigación básica tiene, en general, un menor grado de apropiación que la aplicada, aunque los beneficios para el país de esta última probablemente son mayores. • Aunque las contribuciones de las ciencias naturales de nuestros países sean mínimas en relación al conocimiento que se puede “importar” desde afuera, tener una base científica local es indispensable como parte del proceso de formación de capital humano en las universidades y demás centros de investigación. Además de esta contribución, el desarrollo de la ciencia permite que el país pueda disponer de los recursos humanos idóneos para participar en el proceso de importación y adaptación de conocimientos y tecnologías a la realidad local, sin despreciar su aporte a la creación de nuevo conocimiento básico en algunas áreas específicas. • Aparte del capital humano en las áreas de ciencias naturales, ingenierías y tecnologías, es importante que los países en desarrollo tengan el capital humano necesario para elevar el nivel de discusión sobre políticas económicas y sociales y contribuir a su buen diseño e implementación. • En el caso chileno el esquema de asignación de fondos al sistema de educación superior, que es un agente principal en la creación de investigación, debiera sufrir transformaciones profundas en la dirección de corregir las graves distorsiones y problemas que presenta. El sistema actual entrega aportes fijos a las universidades, 105 ligando una parte mínima de estos aportes a indicadores de resultados, y tiene en general una estructura de incentivos que no corrige las distorsiones naturales del mercado en cuanto al desarrollo de investigación. Para una discusión más amplia ver Coeymans (1998).70 • El rol subsidiario del Estado debe extenderse también al financiamiento de los gastos de educación básica y preescolar de los grupos de menores ingresos, así como a garantizar la nutrición y la salud primaria de los más pobres, proveyendo una red de acción social focalizada. También el Estado puede contribuir eficazmente a elevar la productividad global y, al mismo tiempo, a aliviar la pobreza, a través de subsidiar la capacitación de trabajadores de menores ingresos que frecuentemente se ven enfrentados al problema del desempleo o que tienen un capital humano insuficiente para ganar un ingreso mínimo. • En el caso chileno, para continuar avanzando hacia una sociedad con una mayor igualdad de oportunidades y mayor movilidad social, debiera recibir una atención especial el problema de las grandes diferencias de calidades entre la educación pública y privada, lo que se traduce en diferencias de calidad de la educación entre alumnos de distintos estratos sociales. En la medida que sea políticamente factible, debe reformarse el estatuto docente, tratando de avanzar hacia una estructura de incentivos y condiciones laborales de los trabajadores del sector educacional público que introduzca una mayor relación entre desempeño, por un lado, y remuneración y estabilidad laboral, por otro. • Adicionalmente, y como complemento de lo anterior, debe evaluarse la posibilidad de implementar un sistema de subsidios entregados a los demandantes de educación (sistema de “vouchers”), que les permita gozar de una mayor libertad de elección del establecimiento. Esto permitiría crear un “mercado” más competitivo en educación, lo cual debiera contribuiría a generar mayor eficiencia. Debe considerarse, sin embargo, que la implementación de este tipo de subsidios a la demanda no es tan simple y debe evaluarse cuidadosamente debido a la existencia de importantes costos de movilidad geográfica de los alumnos, especialmente en zonas rurales. • Aparte de las correcciones en la estructura del sistema, la educación pública debiera ir incrementando, paulatina pero consistentemente, su participación en el presupuesto del sector público. Ambos tipos de medidas permitirían, en el mediano plazo, mejorar la calidad de la educación pública y aumentar las remuneraciones promedio y las máximas alcanzables por los trabajadores del sector, generándose así un mayor prestigio social de los maestros y mayores incentivos a seguir la carrera docente en los alumnos más aventajados de la educación media. • La inversión en capital humano no sólo depende de su oferta, sino que también de su demanda. Particularmente negativas para su demanda pueden ser tasas marginales de impuesto a la renta demasiado elevadas, ya que ellas tienden a afectar especialmente a 70 Ver Coeymans, J. Edo (1998) “Algunas Consideraciones para una Reforma del Sistema de Financiamiento de la Educación Superior.” Mimeo. Instituto de Economía P. Universidad Católica de Chile (septiembre). 106 los profesionales dependientes y, por lo tanto, desincentivan la incorporación de capital humano especializado a los equipos de trabajo de las empresas medianas y grandes, que son las que tienen una mayor posibilidad de incorporar nuevas tecnologías. 6.2.2.7.Desarrollo de la capacidad empresarial. • Si bien la capacidad empresarial puede considerarse como otro tipo de capital humano, merece una consideración especial ya que resulta crucial para el desarrollo. Probablemente, la cultura, tradiciones, el grado de valoración social y los incentivos económicos que premian este tipo de habilidades explique una proporción importante de las diferencias de dotaciones de capacidad empresarial entre países. Así, si en un país predomina fuertemente el sector público en el sector productivo, la estructura de incentivos económicos y sociales no será proclive al aumento en el stock de empresarios. No se conocen recetas para desarrollar la capacidad empresarial, aunque sí se puede especular sobre condiciones que pueden ser necesarias, aunque no suficientes, para su florecimiento. • Aunque no es lo mismo ser un buen administrador que un gestor de negocios dispuesto a tomar riesgos, las escuelas orientadas a la formación de administradores pueden contribuir a fortalecer una mentalidad orientada a los negocios. En el caso chileno, las escuelas de ingeniería comercial, así como ingeniería civil e institutos afines, han elevado el nivel de conocimientos para administrar negocios y han contribuido a desarrollar una mentalidad emprendedora. En aquéllos países con un menor desarrollo de sus escuelas e institutos que imparten conocimientos en el área de negocios debieran hacerse esfuerzos importantes para fortalecer este tipo de instituciones. • Considerando que quizás el principal factor para el desarrollo de la capacidad empresarial sea el “aprender haciendo,” la remoción de prácticas burocráticas que obstaculizan el desarrollo de la iniciativa de los empresarios e imponen costos excesivos a la creación de nuevas empresas contribuyen a la formación de este importante capital humano. • Aparte de los factores de estabilidad macro y perfeccionamiento del funcionamiento de los mercados en general, contribuye a la ampliación de oportunidades de acción del sector privado y a la generación de nuevos empresarios, la apertura al sector privado de actividades reservadas exclusivamente al sector público, así como la privatización de empresas públicas, lo que no significa que éstas deban regalarse. • Debiera otorgarse especial atención a las pequeños y micro empresarios (con un máximo de 10 empleados), removiéndose los obstáculos institucionales para tener acceso al crédito y a otros servicios financieros, capacitándolos en la preparación y presentación de proyectos y fomentando la creación de fondos de garantía para los préstamos dirigidos a estos agentes. Este apoyo preferente se justifica por razones éticas, ya que reduce la desigualdad real de oportunidades, y por razones económicas. 107 En efecto, la mayor equidad contribuye a crear una mayor estabilidad social y política y a consolidar un sistema de mercado. Las pequeñas y micro empresas son en la práctica verdaderas escuelas de empresarios, constituyéndose en muchos casos en modelos a emular. Además hacen una contribución importante al problema social de desempleo y, si despegan, pueden constituirse en agentes importantes de generación de nuevas ideas y de inversión. 6.2.2.8. Adecuada infraestructura física. • El proceso de crecimiento no sólo depende de las condiciones anteriores. Tiende a fortalecerse si los costos de comercialización y distribución de la producción se reducen. Por esto es importante contar con una adecuada infraestructura física, incluyendo caminos, puertos, sistema de telecomunicaciones eficiente, etc. Existe evidencia que la inversión pública en este tipo de servicios aumenta la rentabilidad e incentiva a la inversión privada en general. • En muchos países la provisión de esta infraestructura depende casi exclusivamente de la acción del sector público. Recientemente, sin embargo, están surgiendo nuevas tendencias que apuntan a una mayor participación del sector privado. Procesos de privatizaciones y concesiones pueden ser una estrategia eficaz para mejorar la calidad de este tipo de servicios, así como un medio de aumentar la inversión en este tipo de actividades cuando el sector público tiene limitaciones financieras para hacerse cargo de esta responsabilidad. 6.2.3. Generación de un nivel de ahorro nacional adecuado • Para que haya inversión es necesario un adecuado nivel de ahorro. En principio, un país puede tener alta inversión con poco ahorro nacional si es que usa ahorro externo, incurriendo en un déficit de cuenta corriente. A mediano plazo, sin embargo, esta fuente de ahorro tiene un límite que depende del nivel inicial de la deuda externa, de la tasa de interés externa y de la tasa de crecimiento. Sobrepasar sistemáticamente ese límite implica generar una situación en que la razón deuda a producto irá creciendo en forma explosiva y el país, tarde o temprano, incurrirá en insolvencia para pagar los intereses de la deuda externa. Para evitar esta situación es importante que gran parte de la inversión sea financiable con una elevada tasa de ahorro nacional. • La evidencia empírica muestra que las tasas de interés son poco efectivas para elevar el ahorro privado, siendo su efecto principal el cambiar la composición del ahorro más que su nivel. A pesar del reducido o nulo efecto de la tasa de interés sobre el ahorro privado, es claro que se deben evitar tasas de interés negativas o subsidiadas sino se quiere asignar recursos a proyectos de baja rentabilidad. La evidencia también señala que la política más efectiva para elevar la tasa de ahorro nacional es elevar la tasa de ahorro del sector público. • La formación de una cultura económica y financiera básica contribuiría a bajar los niveles de endeudamiento y consumo excesivos. Tal formación requiere la 108 modificación del curriculum de la educación formal, la capacitación de los profesores, la realización de campañas educativas a nivel de organizaciones comunales, etc. Como contenidos, por ejemplo, debiera contemplarse conceptos económicos básicos referentes a las posibilidades de elección en un mundo de escasez, el significado e importancia del ahorro, el efecto que tiene el “interés compuesto” sobre el ahorro acumulado y el patrimonio en el largo plazo, cómo calcular la verdadera tasa de interés implícita cuando se paga un determinado número de “cuotas” en la compras a plazo, etc. 6.2.4. Instituciones Eficientes y Estables Los procesos de inversión y mejoras de la productividad requieren de un clima institucional apropiado. Como especialmente importantes se pueden mencionar los siguientes condiciones: 6.2.4.1 Estabilidad institucional y en las reglas del juego en general. • Lograr la estabilidad de las instituciones fundamentales para el funcionamiento de un sistema de mercado contribuye a bajar el riesgo de los negocios. Para esto se necesita que el sistema sea percibido como justo, lo que va asociado a una disminución de la conflictividad política y social. • Países con un consenso político sobre las reglas del juego son percibidos como más estables. Un genuino interés por parte del estado en disminuir la pobreza, eliminar la corrupción y en proporcionar reglas justas contribuyen a preservar esta estabilidad. Es importante señalar que la estabilidad de las reglas del juego no significa que no haya que perfeccionar el marco legal continuamente. Más bien significa que la dirección de los cambios es razonablemente predecible y que al cambiar o modificar una ley no sólo habrá que considerar sus costos y beneficios a largo plazo, sino también el costo del cambio mismo cuando éste no estaba incorporado en las expectativas de los agentes económicos. • La conflictividad social y política se ve acentuada en un país que crece rápidamente y los frutos de ese crecimiento no llegan a todos sus habitantes. Por esta razón y por motivos éticos, el objetivo de eliminar la pobreza debiera ser prioritario. • Los medios más importantes para eliminar la pobreza menos extrema son crecimiento con bajo desempleo. Sobre esto valen todas las consideraciones de más arriba. En el mercado del trabajo, sin embargo, suelen no participar los extremadamente pobres. Por esto se requiere una acción del Estado vía capacitación y habilitación para el trabajo de los cesantes crónicos y una acción social directa para ir en auxilio de los más pobres (los viudas que reciben pensiones miserables, los incapacitados de diversa naturaleza, etc.). • Esta acción social directa debe hacerse con instrumentos que minimicen los costos de eficiencia y crecimiento, ya que, al final de cuentas y como muestra la evidencia 109 empírica, el crecimiento es la principal fuente de disminución de pobreza, sea por sus efectos sobre el mercado laboral o porque provee los recursos fiscales necesarios para atacar la pobreza más extrema. • • • Aparte de la eliminación de la pobreza y por las mismas razones, también debiera valorarse en la política económica el objetivo de disminución de la desigualdad de oportunidades, especialmente aquéllas que son creadas por una acción despreocupada del Estado en este campo. Tanto para lograr la eliminación de la pobreza vía acción social directa como para obtener una mayor igualdad de oportunidades, existe evidencia que muestra que la política fiscal en este tema debiera privilegiar abiertamente la acción vía reorientación de la composición del gasto público que vía escalas progresivas de impuesto a la renta. La razón es que existen variados mecanismos para lograr evadir la pretendida progresividad de estos impuestos y, en la práctica, al menos en el caso chileno, donde la escala de los impuestos a la renta es extremadamente progresiva, ellos terminan siendo efectivamente mucho más elevados para los empleados profesionales de nivel medio que para los ciudadanos más ricos. Programas de capacitación en fundamentos económicos básicos y en habilidades de comunicación, personal y social, dirigidos especialmente a los líderes políticos, gremiales y sindicales, así como a profesores y periodistas, pueden contribuir a que se entienda mejor la problemática económica, especialmente los límites de lo alcanzable en determinados plazos. Esto contribuiría a disminuir la probabilidad de aparición de líderes políticos populistas y a bajar la probabilidad de posturas radicalizadas en la discusiones y negociaciones. 6.2.4.2. Adecuada protección de los derechos de propiedad e imperio de la ley: • Un ambiente en que se respetan los derechos de propiedad y en que la ley impone efectivamente costos importantes para el incumplimiento fraudulento de los contratos es indispensable para el desarrollo de la inversión, si es que se quiere que el sector privado tenga una participación significativa. Para lograr un respeto cabal del derecho de propiedad y de los contratos es crucial un sistema judicial eficiente en cuanto a la calidad, predictibilidad y oportunidad de la sentencias. Obviamente, entre otras características, el sistema debe ser no corrupto. En el caso chileno, las reforma al sistema procesal que permitirá acortar la duración de los juicios va en la dirección apropiada. • Desde el punto de vista de las condiciones para el crecimiento, el imperio de la ley no sólo debe abarcar el área del derecho de propiedad y cumplimiento de los contratos. También incluye el tema de la seguridad ciudadana, lo que, en el caso chileno, además de la reforma al sistema procesal, requiere de una reforma y mayores recursos al sistema penal, para que pueda contribuir a la rehabilitación efectiva de los delincuentes. Como muestran algunas experiencias piloto del caso chileno, el sector privado puede jugar un rol importante en este aspecto si provee de fuentes de trabajo adicionales a los convictos recuperables, durante y después del cumplimiento de la 110 condena. Igualmente el tema de seguridad ciudadana exige mejorar la eficiencia y dotar de mayores recursos al sistema policial. • También debiera protegerse la propiedad pública y no regalarse recursos que pertenecen a todos los chilenos. El pago actual por las concesiones mineras y el rendimiento impositivo de la actividad son muy bajos. Da la impresión que es una actividad que está generando enormes rentas a los grandes inversionistas, especialmente extranjeros, y dejando poco a los chilenos. Para no regalar los recursos y no introducir distorsiones que desincentiven las actividades de exploración más allá de lo conveniente, debiera estudiarse la posibilidad de un mecanismo de licitación de las concesiones mineras que otorga el Estado. Aquél que gane la licitación de la concesión de una determinada zona geográfica adquiere el derecho a “jugar en el casino y ganarse los premios.” El agente que se gana la licitación tiene el derecho de explorar y llevarse todo lo que encuentre, pagando tasas de impuestos a las utilidades similares a otras actividades. Si la actividad no estuviera generando rentas anormales, el precio de la licitación de la concesión será similar a lo que se paga hoy en día y nadie debe preocuparse. Sin embargo, si efectivamente hay elementos de renta, como es la sospecha, el Estado podrá recuperarlos. 6.2.4.3. Predictibilidad y eficiencia del sistema político: • Parte de los riesgos de los negocios surgen de la propia acción del sistema político. Es importante que su accionar sea predecible. Para ello es importante dotar al parlamento de los recursos y del capital humano necesario para un accionar eficiente. Una disminución del número de parlamentarios compensado con un mayor apoyo técnico podría mejorar la calidad del proceso legislativo. 6.2.4.4. Predictibilidad y eficiencia del sector público. • Un sector público eficiente debería: a) contribuir a minimizar los costos de transacción para hacer negocios; b) no imponer regulaciones distorsionadoras; c) proveer los bienes públicos donde los costos de transacción son muy altos para que exista un mercado; d) incorporar sistemas de incentivos y de pagos por resultados, proveer de indicadores de efectividad para evaluar su acción y someter sus proyectos a un sistema adecuado de evaluación de proyectos; e) contar con una reducida planta de funcionarios pero con gran capital humano y bien remunerados que sean capaces de diseñar e implementar buenas políticas; f) contribuir a desburocratizar la acción del estado y del sector privado, h) tener un sistema de impuestos no distorsionados, con tasas bajas que no ahoguen la iniciativa privada, predecibles y con baja evasión. 6.2.4.5. Descentralización en las decisiones del sector público. • Para lograr una mayor y mejor integración de las regiones al desarrollo del país, con sus impactos positivos en la estabilidad política y social, así como para lograr avances adicionales en la calidad de las decisiones del sector público en general, debiera incentivarse un nivel óptimo de descentralización de las decisiones, evaluando en qué 111 medida se pueden traspasar desde la capital a las regiones y desde los ministerios a las comunas. Este proceso de descentralización puede traer funestas consecuencias para la eficiencia si no va acompañado por esfuerzos serios de dotación del capital humano idóneo a los niveles que corresponda. La tarea no es fácil, pero bien vale la pena empezar a avanzar en esa dirección. 6.2.4.6. Un marco de relaciones entre gobierno y empresarios y entre empresarios y trabajadores estable, percibido como justo y que fomente relaciones de cooperación. Países con un niveles altos de conflictividad laboral son percibidos como de mayor riesgo para la inversión. Como demuestra el Japón, relaciones armoniosas pueden ser una fuente muy importante de aumento de productividad. En este aspecto cobra especial importancia la existencia de seguros de desempleo que le dan al trabajador una dignidad y un piso mínimo para enfrentar situaciones laborales abusivas o abierto maltrato. 6.2.4.7. Una imagen de país serio que cumple sus compromisos y hace cumplir la ley: la reputación internacional en este aspecto puede incidir significativamente en la atracción de inversión extranjera. 7. Principales Conclusiones Los objetivos principales del trabajo fueron la identificación y análisis de los determinantes de corto y mediano plazo de la productividad media y total de los factores, la estimación de las elasticidades de producción de los factores y de los otros parámetros fundamentales que definen la “tecnología agregada” o función de productividad agregada, la evaluación de la importancia de las fuentes de crecimiento del producto desde un punto de vista de la oferta, el análisis de la plausibilidad de diferentes tasas de crecimiento y la presentación de algunas reflexiones para el diseño de una política de crecimiento. Del análisis de la historia económica chilena de las cuatro últimas décadas y de las estimaciones de las fuentes de crecimiento se concluye que a través del ciclo hay fuertes variaciones en la utilización de los factores productivos contratados. De hecho, durante 17 de los últimos 37 años (1972 a 1988, inclusive), la economía chilena se habría encontrado con subutilización de los recursos contratados e ineficiencias en su uso. Descontando dos años del período de Allende y el año 1974, la subutilización en los otros 14 años tuvo como principal causa las secuelas de las recesiones del 75 y del 82. Aunque factores internos pueden haber amplificado las recesiones, el análisis refuerza la importancia de los factores externos como detonantes del ciclo. El detonante principal, aunque no único, de la recesión del 1975 fue la caída de los términos de intercambio. En la de 1982 fue una combinación de factores externos (endógenos y exógenos a las políticas internas), donde la fuga de capitales fue el principal protagonista. En las fases expansivas del ciclo, los factores externos también han tenido un papel no despreciable. En la recuperación que siguió a la recesión de 1975-76, la entrada de capitales jugó un papel importante; en la fase expansiva post recesión de 1982-83, a partir de 1986, la evolución de los términos de intercambio y la reducción del servicio de la deuda externa 112 contribuyeron positivamente a dicho proceso. Si en la estimación de “funciones de producción” o de productividad agregada no se controla por los efectos de la subutilización de los recursos contratados, es altamente probable que se tienda a sobrestimar los retornos a escala de los factores y a generar errores importantes en la estimación de las elasticidades de factores. El aumento de la productividad agregada no tiene por qué ocurrir a una tasa exógena asociada al tiempo. Aceptar este supuesto puede llevar a conclusiones erróneas sobre la tendencia de largo plazo. Para subsanar estos problemas empíricos, se propone la estimación de funciones de productividad agregada endógena. La productividad total de los recursos contratados varía en el ciclo y en el largo plazo en función de “restricciones” que enfrentan las empresas y que determinan: el conjunto de funciones de producción que terminan siendo utilizadas (donde algunas son más apropiadas a la producción en gran escala), la composición de la producción que afecta la función de productividad global, el grado de utilización de los insumos, la expansión de las tecnologías disponibles y los cambios en la eficiencia de asignación de recursos a nivel agregado. Así, la productividad total de los recursos es una variable endógena al sistema y determinada, finalmente, por el conjunto de restricciones. De esta forma, el enfoque de productividad adoptado es uno de forma reducida o casi reducida. A las restricciones se les llamó variables de estado. En el análisis empírico de la función de productividad se estimaron dos tipos de modelo. Primero, una función lineal en los logaritmos, con elasticidades de producción constantes y con elasticidad de sustitución igual a uno, donde las variables de estado afectan la productividad total. La posible simultaneidad entre alguna de las variables de estado y el producto, así como entre éste y el empleo, fue abordada por medio del uso de variables instrumentales. La función de productividad lineal estimada muestra claramente que los detonantes principales de los grandes ciclos han sido los shocks externos, los cuales inducen un conjunto de expectativas y reacciones de la autoridades y agentes económicos, en la dirección de reducción del gasto y alza de tasas de interés, que provocan una caída de la tasa de utilización de los recursos contratados y, por lo tanto, de su productividad total. La magnitud de los efectos sobre la productividad no necesariamente corresponde al tamaño del shock como proporción del producto. La evidencia acepta que un factor muy importante del aumento de la productividad en el mediano plazo es la apertura que ha alcanzado la economía en el pasado y todos los efectos directos e indirectos sobre la productividad agregada que genera. El indicador de apertura utilizado refleja que los avances de productividad conseguidos con un determinado nivel de apertura no se pierden a raíz de una recesión. Por otro lado, el indicador elegido no está sujeto a la crítica de estar confundiendo causalidades entre producto e importaciones. Es importante señalar que el nivel de apertura determina el nivel de productividad y no a su tasa de crecimiento, lo cual plantea el desafío mayor de seguir profundizando dicho proceso y/o buscar nuevas fuentes de aumentos de productividad, si se quiere seguir gozando de tasas de crecimiento similares a las observadas en el pasado reciente. 113 También es posible identificar la existencia de aumentos de productividad en el largo plazo que se deben a un conjunto de factores adicionales cuyo impacto individual resulta difícil de aislar. Las ganancias de productividad acumuladas asociadas a estos factores, al igual que aquéllas derivadas de la apertura, tienen la propiedad de no perderse en las fases recesivas del ciclo. En estas fases, sin embargo, se frena el flujo de nuevas ganancias. La hipótesis de retornos constantes a escala no es rechazada por los datos. La estimación del segundo modelo, una función de productividad del tipo translog, permitió obtener una elasticidad de producción del capital y una de sustitución entre capital y trabajo, que son variables a través del tiempo. La evidencia aportada por este segundo modelo es consistente con una elasticidad de producción del capital durante los noventa en torno a 0.35 y una de sustitución en torno a 0.4. La estimación de este mismo modelo sugiere fuertemente la hipótesis de que hay una distorsión entre elasticidad de producción del capital y su participación en el producto. A pesar de que la elasticidad de sustitución en Chile sería menor que uno, la elasticidad de producción y la participación del capital han subido a través del tiempo, lo que indica un progreso técnico de largo plazo más intensivo en capital. En forma similar al modelo lineal, el análisis también detecta que los factores detonantes del ciclo son shocks externos. No todos estos shocks tienen el mismo efecto. Si se cuantifican como proporción del producto, los shocks más importantes corresponden, en primer lugar, a los cambios en los servicios financieros de la deuda, lo que revela el potencial impacto de alzas en las tasas de interés externas y, en segundo lugar, a los shocks de términos de intercambio. Las caídas de reservas internacionales, al aumentar la probabilidad percibida de una posible crisis de balanza de pagos, generan diminuciones en la productividad, aunque su efecto es bastante menor que los anteriores. El indicador global de restricción externa (RECEFEC), que se construyó para reflejar situaciones de “crisis externa” tiene un gran poder explicativo de la evolución de la productividad a través del ciclo, alcanzando su semielasticidad a 0,47. En forma similar al primer modelo, el segundo también resalta la importancia de la apertura externa y del conjunto de los otros determinantes de la evolución de la productividad en el largo plazo. Usando los resultados de la función de productividad translog se construyeron indicadores de productividad depurados de los efectos de los ciclos. Ellos muestran que los períodos durante los cuales se cosecharon las mayores ganancias de productividad de más largo plazo fueron dos: el período 1979-82 y aquél de la década de los noventa. Dichas ganancias fueron el fruto de reformas estructurales realizadas previamente. Las ganancias del primer período podrían atribuirse a la apertura comercial, en primer lugar, y a las otras reformas implementadas inicialmente por el gobierno militar: liberación de precios y mercados internos, devolución de propiedades confiscadas, racionalización de empresas públicas, primera oleada de privatizaciones, importantes avances en materia de equilibrio fiscal y en estabilidad de precios, etc.. Las ganancias de productividad del segundo período, en la década de los noventa, pueden atribuirse en forma más equilibrada a la intensificación del proceso de apertura de la economía y desarrollo exportador, por una parte, y a un conjunto de otros factores 114 (mayor incorporación de tecnologías incorporadas en los bienes de capital por aumento en la tasa de inversión, perfeccionamiento de la legislación del sector financiero, mejor clima laboral, mayor cobertura educacional, mayor racionalidad en el manejo y tarificación de empresas públicas, mayor participación del sector privado en obras de infraestructura vía concesiones, etc.) cuyos efectos individuales son difíciles de aislar con los datos agregados, por otra parte. Debe notarse que en el proceso de profundización de la apertura pueden haber jugado un rol importante el freno al gasto iniciado a mediados de los ochenta y el consecuente aumento del tipo de cambio real, así como las inercias propias del proceso de inserción en los mercados internacionales y desarrollo de las exportaciones. Por otro lado, la estabilidad macro lograda en los noventa (originado por mayor utilización del capital y mejor clima de inversión) y la eliminación de la subutilización del capital, así como el mejor clima de inversión en general, parecen haber contribuido al fuerte aumento de la tasa de inversión, tanto doméstica como externa, lo que permitió la incorporación de nuevas tecnologías. En la construcción de los componentes del modelo de proyección de crecimiento se destaca el hecho de que las grandes fluctuaciones de la tasa de inversión fueron inducidas en gran parte por fuertes variaciones de la rentabilidad del capital y que éstas a su vez se explican, en gran parte, por los cambios de la razón producto capital generadas por el ciclo. De esta forma los shocks externos afectan el crecimiento a través de dos vías principales, que tienen efectos a distintos plazos y con diferentes velocidades de reacción: en el corto plazo, a través de la utilización y la productividad y, en el mediano plazo, a través del efecto que la utilización del capital tiene sobre la rentabilidad, el stock de capital deseado, la tasa de inversión y el crecimiento del stock de capital. Esta segunda vía es más lenta en manifestarse sobre el producto, a menos que la economía tenga una gran integración en la cuenta de capitales y la elasticidad de oferta de bienes de capital sea elevada. En el análisis de los escenarios de crecimiento se concluye que para lograr tasas de crecimiento de crecimiento del producto en torno al 8%, se requiere que tanto la hipótesis de evolución de la productividad total como de fuerza laboral sean muy optimistas. Tasas en torno a 6,4 no requieren de supuestos tan extremos y se consideran más plausibles como promedio para el mediano plazo. Con estas tasas de crecimiento la tasa de inversión convergería a niveles en torno a 30% y la tasa de desempleo a cifras en torno a 6.3%. Estos valores parecen plausibles en el mediano plazo para la economía chilena y coherentes con déficit de cuenta corriente sostenible en un contexto de términos de intercambio más normales que los actuales. En la última sección, sobre políticas para el crecimiento, se discuten las condiciones que deben mantenerse o tratar de alcanzarse para conseguir tasas de crecimiento más elevadas. Se destaca en primer lugar la importancia de la estabilidad macroeconómica. En el caso de aquellas economías con alta inflación resulta fundamental lograr el equilibrio fiscal. En el caso de economías que han superado este problema, pero que son afectadas fuertemente por shocks externos, es crucial moderar la amplitud de los ciclos para así evitar episodios con gran desempleo de recursos, que afectan negativamente la inversión y la incorporación de nuevas tecnologías. 115 En esta misma sección se discute la importancia que la eliminación de las distorsiones en los mercados puede tener para algunas economías menos avanzadas en este aspecto. Se explica el rol que juega la integración al mundo, tanto a través de la apertura a las importaciones de bienes como de capitales. Ello es una condición necesaria no sólo para mejorar la asignación de recursos y abaratar el costo del capital, sino que también para la incorporación de nuevas tecnologías, las que son determinantes del crecimiento de la productividad en el largo plazo. Se enfatiza la importancia de tener mercados de capitales más desarrollados y profundos y mercados de trabajo competitivos y flexibles. Esto último es especialmente necesario cuando se siguen políticas cambiarias de cambio fijo o fijado y/o cuando se sufren shocks externos de grandes magnitudes. Asimismo, se discute el rol que juegan la investigación y la formación de capital humano, la infraestructura física, el ahorro como medio para tener cuentas externas sostenibles, y se termina con una breve discusión sobre rol que juega la estabilidad y eficiencia de las instituciones. 116 ANEXO I RESULTADOS DE LA ESTIMACIÓN DE LA ECUACIÓN DE CORTO PLAZO DEL MODELO LINEAL QUE EXCLUYE AÑOS 1965 Y 1970 MICO // Variable Dependiente es D(LYL) Muestra (ajustada): 1963 1964 1966 1969 1971 1997 Observaciones incluidas: 33 Variable Coeficiente Error Estándar 0.002060 0.231635 0.310756 0.691132 0.286029 0.599599 -1.528370 0.002279 0.052838 0.017895 0.162358 0.102982 0.092308 0.132725 C D(LKT-LL) D(FECRES+FECTI+RECEFEC2) D(FECTRSF) D(PEAKOPEN(-2)) D(PEAKACM1(-1)) RES(-1) R- cuadrado R- cuadrado ajustado Error est. de la regresión Suma cuadrados de residuos Log verosimilitud Durbin-Watson 0.959917 0.950667 0.009450 0.002322 110.9463 1.990321 t Prob. 0.904033 4.383841 17.36573 4.256835 2.777478 6.495604 -11.51535 Media var. dependiente Error est. var. dependiente Akaike Schwarz F Prob F 0.3743 0.0002 0.0000 0.0002 0.0100 0.0000 0.0000 0.019728 0.042546 -9.137654 -8.820213 103.7757 0.000000 0.10 15 0.05 10 0.00 0.02 -0.05 0.01 -0.10 5 0 0.00 -5 -0.01 -10 -0.02 75 Residual 80 85 Actual 90 95 -15 72 74 76 78 80 82 84 86 88 90 92 94 96 Fitted CUSUM 1.6 0.03 1.0 0.02 0.8 5% Significance 0.45 0.40 0.6 0.01 0.35 0.4 0.00 1.2 0.2 -0.01 -0.03 76 0.30 0.0 0.25 -0.02 -0.2 78 0.8 80 82 84 86 88 90 Recursive C(1) Estimates 92 94 96 -0.4 76 78 ± 2 S.E. 80 82 84 86 88 90 Recursive C(2) Estimates 2.0 1.2 1.5 0.8 1.0 0.4 0.5 0.0 92 94 96 0.20 76 78 ± 2 S.E. 80 82 84 86 88 90 Recursive C(3) Estimates 92 94 96 ± 2 S.E. 1.4 1.2 1.0 0.4 0.8 0.6 0.4 0.0 76 0.0 78 80 82 84 86 88 90 Recursive C(4) Estimates 92 94 96 ± 2 S.E. -1.4 -1.6 -1.8 -2.0 CUSUM of Squares -2.2 76 5% Significance 78 80 82 84 86 88 90 Recursive C(7) Estimates 117 92 94 ± 2 S.E. 78 80 82 84 86 88 90 Recursive C(5) Estimates -1.2 -0.4 72 74 76 78 80 82 84 86 88 90 92 94 96 -0.4 76 96 92 94 ± 2 S.E. 96 0.2 76 78 80 82 84 86 88 90 Recursive C(6) Estimates 92 94 ± 2 S.E. 96 6 Series: Residuals Sample 1963 1997 Observations 33 5 Mean Median Maximum Minimum Std. Dev. Skewness Kurtosis 4 3 2 1 -2.47E-18 -0.001087 0.016733 -0.015472 0.008518 0.117152 2.115978 Jarque-Bera Probability 1.150041 0.562693 0 -0.01 0.00 0.01 Breusch-Godfrey Serial Correlation LM Test: F-statistic 0.037262 Probability Obs*R-squared 0.102155 Probability 0.963479 0.950205 RESULTADOS DE LA ESTIMACIÓN POR VARIABLES INSTRUMENTALES DE LA ECUACIÓN DE LARGO PLAZO EN EL MODELO LINEAL Mínimos Cuadrado en 2 Etapas // Dependiente es LY-LL Muestra: 1962 1997 Observaciones incluidas: 36 Variables Instrumentales: C LKT-FITLL (FECRES+FECTI+FITRECEFEC) FECTRSF PEAKOPEN(-2) PEAKACM1(-1) Variable C LKT-LL FECRES+FECTI+RECEFEC2 FECTRSF PEAKOPEN(-2) PEAKACM1(-1) R- cuadrado R- cuadrado ajustado Error est. de la regresión Suma cuadrados de residuos F-statistic Prob F Coeficiente Error Estándar 10.61236 0.164364 0.361435 0.705068 0.502568 0.382532 0.781751 0.058003 0.019464 0.153648 0.061394 0.100137 0.991524 0.990111 0.014911 0.006670 698.5876 0.000000 t 13.57512 2.833694 18.56917 4.588863 8.185931 3.820082 Media var. dependiente Error est. var. dependiente Akaike Schwarz Durbin-Watson 118 Prob. 0.0000 0.0082 0.0000 0.0001 0.0000 0.0006 13.80370 0.149947 -8.260277 -7.996357 2.332096 ANEXO 2 ECUACIÓN DE FORMACIÓN BRUTA DE CAPITAL FIJO a) Test de raíces unitarias Los test de Dickey-Fuller aumentados aplicados a la tasa de inversión en capital fijo y a la tasa de rentabilidad señalan que son variables integradas de orden uno (I(1)) en torno a una constante y una tendencia durante el período 74-98. Para el período 1982-1998, sin embargo, se acepta la hipótesis alternativa de estacionaridad. La tasa de interés es estacionaria en ambos períodos.71 b) Test de cointegración Se aplicó el test de cointegración de Engle y Granger a los residuos de la regresión por MICO entre tasa de inversión y tasa de rentabilidad para el período 1974-1998. De acuerdo a los valores proporcionados por Mackinnon se aceptó la hipótesis alternativa de residuos estacionarios (cointegración) con un error menor a 5%. c) La ecuación de largo plazo entre tasa de inversión en capital fijo (I/Y) y la tasa de rentabilidad (r) correspondiente al vector de cointegración fue la siguiente para el período 1974-1998: Variable Dependiente: I/Y Método: MICO Muestra: 1974 1998 Observaciones Incluidas: 25 Ecuación: I/Y = C(1) + C(2)*r C(1) Coeficiente 0.048378 C(2) 1.687170 R-cuadrado R- cuadrado ajustado Error Est. de la regr. Suma cuadrados resid. Log Verosimilitud 0.928894 0.925802 0.015925 0.005833 69.06592 Error Estánd. 0.010169 T 4.757385 0.097334 17.33374 Media var dependiente Error Std var dependiente Akaike Schwarz Durbin-Watson Prob. 0.0001 0.0000 0.215777 0.058462 -5.365274 -5.267764 1.395672 La tasa de rentabilidad (r) fue construida como: r = (0.45*Y*(1-ITAX)*PY) / (Kt-1*PK) - δ a) Los resultados de la estimación de la ecuación de la tasa de inversión con polinomio de rezagos distribuidos de Almon para la rentabilidad (r) y para la tasa de interés a tres años (INT), con datos del período en que ambas variables son estacionarias se reportan a continuación. El tamaño muestral está limitado por la disponibilidad de datos para la tasa de interés a tres años. 71 Los tests pueden ser obtenidos del autor a petición del interesado. 119 Variable Dependiente: I/Y Método: MICO Muestra: 1985 1998 Observaciones Incluidas: 14 Variable Coeficiente C 0.147173 PDL01 PDL02 PDL03 PDL04 R-cuadrado R- cuadrado ajustado Error Estándar de la regresión Suma cuadrados resid. Log Verosimilitud Durbin-Watson Distribución de rezagos de r . . .* * . Error Est. 0.026246 * 0.649168 -0.503351 -0.307228 0.136221 0.978933 0.969570 0.009008 0.000730 49.16232 1.887430 i *| | | | 0 1 2 3 Suma de Rezagos i Distribución de rezagos de INTt-1 * .| * .| * .| *.| 0 1 2 3 Suma de Rezagos t Prob. 5.607473 0.0003 0.072070 9.007469 0.148903 -3.380386 0.085868 -3.577912 0.066115 2.060366 Media var dependiente Error estándar var dependiente Akaike Schwarz F Prob F Coeficiente Error Estándar 0.0000 0.0081 0.0060 0.0694 0.250868 0.051640 -6.308903 -6.080668 104.5528 0.000000 t 1.15252 0.64917 0.14582 -0.35753 1.58997 Coeficient 0.21803 0.07207 0.08484 0.23140 0.10219 Error Estánd 5.28616 9.00747 1.71878 -1.54510 15.5587 t 0.14417 0.08587 0.05199 0.08231 0.25125 -3.07580 -3.57791 -3.28925 -0.42263 -3.80689 -0.44345 -0.30723 -0.17101 -0.03479 -0.95647 Los test de estabilidad de CUSUM, CUSUM CUADRADO y coeficientes recursivos son satisfactorios. Igual cosa sucede con los test de autocorrelación, heterocedasticidad y normalidad.72 72 Los tests pueden ser obtenidos del autor a petición del interesado. 120 ANEXO 3 ECUACION DE SALARIOS a) Test de raices unitarias El test de Dickey y Fuller aumentado, sin constante, ni tendencia, ni rezagos, señala que la variable variación (en logs naturales) de salarios nominales (D(LOG(WN))) en el período 1974-1998, así como en el período muestral, es estacionaria con error menor al 1%. El mismo test con contante, tendencia y un rezago, indica que la variable inflación, D(LOG(IPC)), es estacionaria con un error menor al 1%, durante toda la muestra. Por otro lado, un test similar con constante, tendencia y un rezago indica que la variable desempleo es estacionaria para el período 1974-1998 con un error menor al 10%. Sin embargo, se acepta marginalmente la hipótesis nula de raíz unitaria para el período 1978-1998 (el test t sale 2,73 y el valor de tabla es 3,26). Por otro lado, un test de cointegración a la Engle y Granger para la variable variación en salarios reales y desempleo acepta la existencia de una ecuación de largo plazo. Estos resultados, más el hecho de que el test de Dickey-Fuller tiene bajo poder, llevan a considerar la hipótesis de estacionaridad del desempleo como la más razonable. En consecuencia, no habría problema de “desbalance” en cuanto al orden de integración de las variables consideradas en la ecuación estimada que se presenta a continuación. b) Modelo de Salarios con Polinomio de Rezagos de Almon para la tasa de inflación. Variable Dependiente: D(LOG(WN)) Método: MICO Muestra: 1978 1998 Observaciones Incluidas: 21 Variable C U PDL01 PDL02 R-cuadrado R- cuadrado ajustado Error Estándar de la regresión Suma cuadrados resid. Log Verosimilitud Durbin-Watson Distribución de rezagos de D(LOG(IPC)) . *| . * | . * | *. | Coeficiente 0.093014 -0.768885 0.347008 -0.194744 0.870986 0.848218 0.039561 0.026606 40.24924 2.340319 i 0 1 2 3 Suma de Rezagos Error Estánd T 0.027204 3.419141 0.218622 -3.516960 0.062409 5.560232 0.052404 -3.716179 Media var dependiente Error estándar var dependiente Akaike Schwarz F Prob F Coeficiente Error Estándar 0.54175 0.11429 0.34701 0.06241 0.15226 0.01483 -0.04248 0.04514 0.99854 0.14810 Ecuación de Salarios (PDL) Test de Breusch-Godfrey de Autocorrelacion LM Test (AR(1)) F 0.956349 Probabilidad Obs*R-cuadrado 1.184414 Probabilidad 121 0.342664 0.276459 Prob. 0.0033 0.0026 0.0000 0.0017 0.195899 0.101545 -3.452308 -3.253352 38.25611 0.000000 T 4.74013 5.56023 10.2688 -0.94115 6.74246 Ecuación de Salarios (PDL) Test de White de Heterocedasticidad (sin términos cruzados) F 1.465056 Probabilidad Obs*R- cuadrado 8.099796 Probabilidad 0.259635 0.230883 Ajuste 0.6 0.5 0.4 0.3 0.10 0.2 0.05 0.1 0.0 0.00 -0.05 -0.10 78 80 82 84 86 88 Residual 90 92 94 Actual 96 98 Fitted Tests de Estabilidad 15 1.6 10 1.2 5 0.8 0 0.4 -5 0.0 -10 -15 -0.4 82 84 86 88 CUSUM 90 92 94 96 98 5% Significance 82 84 86 88 90 CUSUM of Squares 122 92 94 96 5% Significance 98 0.6 1 0.4 0 0.2 -1 0.0 -2 -0.2 -0.4 -3 85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 Recursive C(1) Estimates 96 97 98 85 0.4 0.6 0.2 0.4 0.0 0.2 -0.2 0.0 -0.4 -0.2 -0.6 86 87 88 89 90 Recursive C(3) Estimates 87 91 92 93 94 95 96 88 89 90 91 92 93 94 95 Recursive C(2) Estimates 0.8 85 86 ± 2 S.E. 97 98 85 86 87 ± 2 S.E. 88 89 90 91 92 93 94 95 Recursive C(4) Estimates Tests de Normalidad 4 Series: Residuals Sample 1978 1998 Observations 21 3 Mean 2.97E-18 Median -0.002371 Maximum 0.052321 Minimum -0.066674 Std. Dev. 0.036473 Skewness -0.265221 Kurtosis 1.917703 2 1 Jarque-Bera1.271142 Probability 0.529633 0 -0.06 -0.04 -0.02 0.00 0.02 0.04 0.06 123 96 97 98 97 98 ± 2 S.E. 96 ± 2 S.E. ANEXO 4 LOS DATOS obs PIB 1960 1767986 Capital 6024401 1961 1852539 1962 1940324 LK EMPLEO 2.3801880 LL 0.867179476 6212750 15.61132861 2.4004190 0.875643305 0.008523068 0.07403662 -0.016601454 6445270 15.64211419 2.4460380 0.894469573 -0.031440496 0.09029023 -0.025269932 1963 2063072 6735648 15.67885709 2.4996700 0.916158723 -0.045259875 0.07223948 -0.028749772 1964 2108977 6993365 15.72292458 2.5564880 0.938634442 -0.053128242 0.10052158 -0.031198157 1965 2126024 7222516 15.76047240 2.6165940 0.961873472 -0.042904331 0.12443874 -0.035825424 1966 2363100 7454976 15.79271393 2.6685820 0.981547245 -0.032205088 0.21559781 -0.059615892 1967 2439820 7696199 15.82439229 2.7527300 1.012593147 0.007788132 0.16676981 -0.059091366 1968 2527170 7979662 15.85623713 2.7840670 1.023912808 0.001030378 0.17289227 -0.061351651 1969 2621201 8284391 15.89240661 2.7973210 1.028662173 0.033317222 0.23313590 -0.061639605 1970 2675100 8619969 15.92988370 2.8420150 1.044513308 0.071695116 0.19143360 -0.042595476 1971 2914661 8923679 15.96959205 2.9343820 1.076496869 0.102239495 0.17196339 -0.024542472 1972 2879301 9108108 16.00421886 2.9876040 1.094471728 0.021934358 0.12985266 -0.006536366 1973 2719067 9266822 16.02467556 2.9705480 1.088746448 -0.015380907 0.15618534 -0.016878934 1974 2745563 9494965 16.04195105 2.8611260 1.051215254 -0.021044797 0.17675217 -0.024935070 1975 2381115 9629298 16.06627222 2.7336200 1.005626738 -0.012903999 0.03751902 -0.027794789 1976 2457650 9696640 16.08032088 2.7820120 1.023174407 -0.048878651 0.07178297 -0.034278385 1977 2660813 9819396 16.08728999 2.8874280 1.060366140 -0.002394703 0.04712969 -0.029352790 1978 2867069 10003646 16.09987017 2.9946930 1.096841722 0.001290644 0.04538106 -0.037554162 1979 3071463 10249294 16.11846018 3.0815120 1.125420386 0.047650928 0.08522258 -0.041731384 1980 3308910 10624733 16.14271938 3.2261770 1.171297845 0.136050981 0.09135140 -0.046989703 1981 3529836 11102804 16.17869514 3.3367300 1.204991286 0.166942445 0.04762187 -0.069800589 1982 3056065 11256589 16.22270825 3.0394360 1.111671972 0.143577896 0.02982515 -0.097506841 1983 2949437 11325678 16.23646420 3.1205430 1.138007025 0.075489949 0.03990117 -0.103673868 1984 3129112 11480774 16.24258310 3.3360860 1.204798264 0.063128130 0.02060314 -0.120982967 1985 3238003 11685179 16.25618437 3.5241970 1.259652609 0.094607150 -0.00015738 -0.117932470 1986 3419209 11887190 16.27383184 3.7090400 1.310773083 0.076844222 0.00000000 -0.107696310 1987 3644681 12199622 16.29097191 3.8673400 1.352566932 0.075593974 0.03058372 -0.085738879 1988 3911154 12590994 16.31691553 4.0595600 1.401074593 0.049404734 0.08408725 -0.085390233 1989 4324181 13193396 16.34849235 4.2937000 1.457148832 0.072995347 0.08548802 -0.075042648 1990 4484071 13795554 16.39522696 4.3987500 1.481320410 0.064133340 0.05689619 -0.058760472 1991 4841447 14357889 16.43985692 4.4216800 1.486519714 0.155267818 0.05980319 -0.061109058 1992 5435881 15132457 16.47981011 4.6430700 1.535375785 0.195044514 0.04851645 -0.051944358 1993 5815646 16103161 16.53235247 4.8949800 1.588210190 0.209526098 0.03148647 -0.043258922 1994 6147610 17120800 16.59452615 4.9699000 1.603399719 0.224768350 0.08438354 -0.067508971 1995 6800952 18465050 16.65580466 5.0180400 1.613039419 0.285113108 0.15868993 -0.067716463 1996 7301969 19934176 16.73139031 5.1415000 1.637344866 0.311882405 0.09192412 -0.057556653 1997 7858481 21569387 16.80794620 5.1949000 1.647677375 0.340291994 0.10947604 -0.060939380 1998 8126506 16.88678560 5.2572388 1.659605946 0.444089146 0.05756300 -0.046510793 124 FECRES FECTI FECTRSF obs RECEFEC 1960 PEAKOPEN(-2) PEAKACM1(-1) 1961 0.0000000 1962 -0.0556533 1963 -0.1030902 1964 -0.0682051 1965 -0.0719991 0.388060926 1.086590831 1966 0.0000000 0.388060926 1.086590831 1967 -0.0395917 0.388060926 1.146156741 1968 0.0000000 0.407898100 1969 0.0000000 0.407898100 1970 0.0000000 1971 1972 SK 0.553834237 FITLL FITRECEFEC FBKF 387651.00 ITAX 0.09191090 0.00000000 392636.00 0.09496974 1.000000000 0.545433579 0.371227487 1.031555708 0.556180866 0.87573075 -0.05565330 440812.00 0.08812600 0.388060926 1.053652297 0.589022082 0.90479242 -0.07569173 505894.00 0.08434431 0.388060926 1.086590831 0.596118759 0.93482059 -0.07801099 477067.00 0.08164509 0.569983939 0.96073134 -0.03779245 448239.00 0.08640835 0.560480999 0.99473490 0.00000000 462653.00 0.09181887 0.562526508 1.00500647 -0.01494020 472543.00 0.10177588 1.146821074 0.547746228 1.02766894 -0.02101484 517245.00 0.09736085 1.163222311 0.555272123 1.03090385 0.00000000 543340.00 0.09711229 0.407898100 1.185187148 0.522327162 1.05140324 0.00000000 578414.00 0.10597763 -0.0437317 0.411182508 1.185187148 0.439584515 1.07199501 0.00000000 565001.00 0.09776420 -0.1073072 0.411182508 1.235523238 0.429450484 1.08752624 -0.09697749 451482.00 0.08518451 1973 -0.1157452 0.411182508 1.235523238 0.583850877 1.08063851 -0.08354114 424276.00 0.10495288 1974 -0.1065833 0.411182508 1.235523238 0.559241706 1.07011554 -0.04394186 505374.00 0.15600000 1975 -0.2205257 0.411182508 1.235523238 0.547038328 1.03924448 -0.22016929 396735.00 0.13900000 1976 -0.1947700 0.456430248 1.235523238 0.555684455 1.00246446 -0.14975618 338896.00 0.13800000 1977 -0.0993233 0.456430248 1.235523238 0.539719626 1.09272833 -0.11233460 404789.00 0.14400000 1978 0.0000000 0.456430248 1.235523238 0.553364269 1.10704508 0.00000000 474273.00 0.13800000 1979 0.0000000 0.493837410 1.235523238 0.587899543 1.12997626 0.00000000 544637.00 0.12400000 1980 0.0000000 0.528831361 1.235523238 0.566552901 1.17010899 0.00000000 690222.00 0.12100000 1981 -0.0175470 0.591574764 1.243684970 0.533799534 1.20284606 -0.05899626 817788.00 0.14200000 1982 -0.2676795 0.649303245 1.271528231 0.508690614 1.16510096 -0.23497454 484377.00 0.13700000 1983 -0.3306146 0.649303245 1.271528231 0.503886010 1.11446216 -0.23049740 404328.00 0.11800000 1984 -0.2739611 0.649303245 1.271528231 0.578034682 1.23093824 -0.27817162 509909.00 0.13500000 1985 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