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Cs6)
ca , y recibió en sus pulmones una gran cantidad de ayre fresco.
Comenzó al punto á enroxecerse la sangre de las venas pulmo­
nares , y á renovarse las contracciones del corazón, y pasados 1 5
minutos desde que infló los pulmones se restablecieron todas las
funciones, y andaba sin dar muestras de desazón.
Se repitieron estos experimentos en el mismo animal, y al­
gunas veces viendo que no llenaba de ayre sus pulmones al sa­
carlo del agua, le inyectaba el ayre con un tubo, y luego los
apretaba un poco, renovándose por este medio sus contraccio­
nes. Pero al fin se le sacó del agua, y se dexó pasar una hora
sin inyectarle ayre fresco en los pulmones. Pasado algún tiempo
se le inyectó el ayre, y se encendió de color la sangre, pero
no se renovaron mas las contracciones del corazón.
También se repitió el mismo experimento con los lagartos,
y siempre se disminuían las contracciones en quanto á su freqüencia á medida que se obscurecía la sangre pulmonar, re­
novándose de nuevo las propias contracciones al enroxecerse la
sangre.
E n los experimentos deHighmor, Croone, H o o k , y Bremond se restablecía la circulación de la sangre, y continuaba mas
ó menos tiempo en los animales sufocados que tenían abierto su
toraz, con solo soplar á menudo en sus pulmones un ayre re­
novado.
Se infiere de estos experimentos y observaciones que la san­
gre amoratada no sirve para estimular las contracciones del co­
razón, sino la que está muy encendida de color $ y como la san­
gre adquiere este color mediante la oxigenación en los pulmo­
nes , se sigue que debemos mirar esta oxigenación como causa
de las contracciones del corazón; y dimanando estas contraccio­
nes de la irritabilidad será también causa de esta; porque sien­
do proporcionados los efectos á las causas, los efectos aumen­
tados ó disminuidos suponen causas que se han aumentado ó
disminuido en la misma proporción. Igualmente, quando se des­
truye ó disminuye en el corazón la facultad de contracción, no
es porque se haga nociva ó pierda la sangre alguna de sus ca­
lidades , sino porque faltan á la sangre los estímulos directos del