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Revista Colombiana de Anestesiología
ISSN: 0120-3347
[email protected]
Sociedad Colombiana de Anestesiología y
Reanimación
Colombia
Galindo Arias, Manuel
Evaluación pulmonar preoperatoria
Revista Colombiana de Anestesiología, vol. 31, núm. 4, octubre-diciembre, 2003, pp. 235-242
Sociedad Colombiana de Anestesiología y Reanimación
Bogotá, Colombia
Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=195118159003
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Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal
Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
Evaluación
Rev. Col. pulmonar
Anest. 31:preoperatoria
235, 2003
ARTÍCULO DE REVISIÓN
Evaluación pulmonar preoperatoria
Manuel Galindo Arias*
RESUMEN
En la evaluación preoperatoria de los pacientes el anestesiólogo debe analizar la situación clínica, el estado
físisco ASA y establecer las pautas para todo el manejo perioperatorio. En cuanto al aparato respiratorio,
merece especial atención por ser un órgano de invasión en las diversas técnicas, que puede afectarse per se e
influir en los demás órganos. Se hace una revisión en enfermedades generales, no malignas del tórax, en
aspectos clínicos, evaluación cardiorespiratoria, pruebas de función pulmonar, exámenes paraclínicos y de
laboratorio, monitoría y control postoperatorio.
SUMMARY
Several factors we keep in mind in order to stablish an appropiate assesment of the patients submitted to
thoracic surgery, related to the physical status, ASA classification and to settle several guideliness to handle all
the perioperative task. The respiratory system deserves special attention by reason of being a “triggering organ”
for the anesthesiologists, that in several degrees should be affected and damage other vital systems. We make
a review in non malignant thoracic diseases related to physical status, assesment of the cardiorespiratory
system, pulmonary function tests, laboratory analysis, monitoring and postoperative controls.
Palabras claves: Evaluación pulmonar, anestesia, complicaciones.
INTRODUCCIÓN
El anestesiólogo en la evaluación
preoperatoria debe establecer el estado clínico de
su paciente, determinar su estado físico (ASA) y
definir las pautas de manejo perioperatorio1. Durante la consulta realizada para tal fin, se deben
revisar los exámenes paraclínicos pertinentes,
los conceptos de otros especialistas y obtener el
consentimiento informado. En ella se establece
la relación médico-paciente, conocemos a nuestro paciente y los factores personales que pueden tener incidencia en el acto anestésico. Es
además la oportunidad de despejar las dudas y
preocupaciones del enfermo sobre la anestesia a
la cuál va a ser sometido.
La evaluación del aparato respiratorio merece una atención especial, debido a que representa el órgano o sistema que los anestesiólogos más
“invadimos” y al que afectamos de manera más
directa con nuestra intervención en el quirófano.
Esta evaluación recobra particular importancia en
el paciente que va a ser sometido a cirugía de tórax.
En esta revisión haremos unas consideraciones
generales del paciente con enfermedades no malignas del aparato respiratorio. Describiremos luego los aspectos de la historia clínica y el examen
físico de los pacientes con patología tumoral
pulmonar. Veremos a continuación la evaluación
de la función respiratoria mediante valoración clínica y exámenes paraclínicos. Terminaremos haciendo algunas observaciones sobre la preparación
del paciente para la cirugía.
CONSIDERACIONES CLÍNICAS
GENERALES
En la historia clínica debemos tener en cuenta
los siguientes síntomas respiratorios relevantes:
Tos
*
Profesor de Anestesiología Fundación Universitaria San
Martín de Bogotá.
Aceptado para la publicación: octubre / 2003
Es el síntoma más común de las enfermedades
respiratorias.
235
Galindo M.
Si es crónica, es indicio de una afección que ha
dejado lesiones estructurales, como la enfermedad
pulmonar obstructiva crónica EPOC.
Si es aguda, puede obedecer a una afección viral
de las vías aéreas superiores.
En el primer caso, debemos establecer si el manejo médico ha sido el adecuado y la tos persiste
por lo avanzado de la enfermedad, o si es posible
optimizar su condición.
En el segundo caso, es aconsejable esperar un
par de semanas después de la mejoría clínica, antes de proceder a la cirugía.
Espasmo bronquial
Puede presentarse como uno de los componentes del EPOC, común en personas de mayor edad, o
como el elemento esencial de los pacientes
asmáticos, usualmente dentro de los grupos etáreos
más jóvenes. En esta última situación es recomendable el manejo con esteroides 24 a 48 horas antes
de la cirugía (prednisona, 40 a 60 mg diarios vía
oral o 100 mg de hidrocortisona endovenosa cada 8
horas)2. Si se auscultan sibilancias antes de la cirugía, deben utilizarse beta 2 adrenérgicos
inhalados y corticosteroides.
Expectoración
La producción excesiva de moco es debida a irritación bronquial. Inicialmente es de color blanquecino. El esputo muco-purulento, de color amarillo o verdoso, significa que existe una infección
sobreagregada, la cuál debe tratarse apropiadamente con antibióticos, antes de programar la cirugía.
Cuando hay evidencia de sangre, debe descartarse
la existencia de cáncer, si el paciente no tiene ya
establecido este diagnóstico.
Disnea
Puede ser debida a una disminución de la reserva cardiaca o de la reserva pulmonar.
La primera y más fácil manera de evaluar
clínicamente una adecuada función cardiopulmonar es la llamada Capacidad Funcional, que
puede expresarse en Equivalentes Metabólicos
(MET).
Una persona que es capaz de realizar ejercicios
o deportes de gran exigencia como la natación, el
fútbol o el baloncesto, tiene una capacidad funcional de I, estas actividades consumen 10 o más METs
(1 MET es el equivalente metabólico basal). Si nuestro paciente es capaz de subir escaleras (20 escalo-
236
nes, con una altura de 15.4 cm de altura cada uno),
caminar en lo plano a una velocidad de 6.4 kilómetros por hora, correr una distancia corta, trapear el
piso o jugar golf, tiene una capacidad funcional de
II, estas actividades consumen en promedio 4 a 10
METs. Si solamente es capaz de comer, vestirse,
caminar alrededor de la casa o lavar platos, tiene
una capacidad funcional de III, estas acciones consumen de 1 a 4 METs3.
La capacidad funcional, como lo dijimos, nos proporciona una información que depende tanto de la
parte respiratoria como de la cardiaca. En ausencia de patología cardiovascular, evalúa la reserva
del aparato respiratorio. Si además existe un compromiso cardiaco, es evidente su influjo en la integración cardio-pulmonar. Los pacientes que son
capaces de subir por escaleras tres pisos, tienen
una menor morbi-mortalidad4. Quienes no son capaces de subir dos pisos deben considerarse pacientes de alto riesgo.
Dolor torácico
Debe definirse si se trata de un dolor por una
condritis o una afección condro-costal, si se debe a
episodios incoercibles de tos, si corresponde a un
dolor pleurítico o estamos frente a un dolor tipo angina de pecho.
Tabaquismo
El cigarrillo afecta la función pulmonar e
incrementa las posibilidades de cáncer de pulmón.
Puede además afectar el sistema cardiovascular,
por lo cuál es un importante factor de riesgo. La
severidad del compromiso respiratorio y la mortalidad por cáncer pulmonar guardan una relación directa con el número de paquetes/año. Un paquete/año significa que el individuo fuma en promedio 20 cigarrillos diarios durante un año. Más de 20
paquetes/año se asocian con un aumento en la
incidencia de complicaciones pulmonares
postoperatorias.
El aparato respiratorio puede afectarse también
por la exposición durante muchos años al humo
producido por la leña, o por el trabajo durante periodos de tiempo muy largos con asbesto, cromo, arsénico o níquel.
El daño estructural producido por el consumo de
cigarrillo en el aparato respiratorio en el curso de
muchos años no va a desaparecer por dejar de fumar unos pocos días. Pero si lo hacemos, podemos
obtener algunos beneficios: en 48 horas, se pueden disminuir los niveles de carboxihemoglobina a
valores normales, se suprime el efecto estimulan-
Evaluación pulmonar preoperatoria
te de la nicotina sobre el sistema cardiovascular y
se mejora la actividad de la mucosa respiratoria;
en 1 a 2 semanas se disminuye el volumen de esputo; en 4 a 6 semanas se mejoran los síntomas y
la función pulmonar2.
Además de los síntomas y de los antecedentes
mencionados, en el examen físico deben buscarse
los signos que ocasionan las afecciones respiratorias, empezando por la inspección, palpación, percusión y auscultación del tórax; observar si hay cianosis central por alteración del intercambio alvéolo-capilar, diferente de la cianosis periférica, ocasionada por trastorno circulatorio periférico. Es típica la configuración del tórax, llamado “en tonel”,
de los pacientes con enfermedad pulmonar
obstructiva crónica de vieja data, en especial de
aquellos con un predominio del componente
enfisematoso (foto No. 1.)
PACIENTES CON TUMORES DE PULMÓN
Y DE BRONQUIOS
El cáncer pulmonar constituye la primera causa de muerte por cáncer. En los Estados Unidos en
1999 se presentaron 158.600 casos de cáncer
pulmonar, los que ocasionaron 158.600 muertes.
En esa población se efectuaron 30.000 resecciones
y la supervivencia a cinco años osciló entre 10 y
16.4 %.
Solamente 20 a 25 % de estos tumores son operables.
Foto No. 1
75 a 85 % de los carcinomas broncogénicos son
inoperables.
La mortalidad quirúrgica va del 7 al 11 %. La
supervivencia a los 5 años después de la cirugía
depende del estado del tumor. Así, en el Estado I es
de 55 %, en tanto que en el estado II apenas alcanza el 26 %.
El paciente con cáncer pulmonar o broncogénico
cuando es diagnosticado puede tener varios de los
síntomas y signos descritos. Pero hay un 5 % de
ellos que en el momento de ser diagnosticados son
asintomáticos. Los síntomas pueden ser
broncopulmonares, ya descritos, intratorácicos
extrapulmonares, debidos a metástasis
extrapulmonares o debidos al compromiso sistémico
relacionado con el cáncer, como astenia, adinamia,
pérdida de apetito, pérdida de peso.
Cuando el tumor sale del límite del pulmón, puede comprometer pleura, pared torácica, diafragma,
mediastino y nervios vecinos. Sucede en un 15 %
de estos pacientes, ocasionando los síntomas correspondientes5. Si hay metástasis extratorácicas,
éstas pueden ser asintomáticas hasta en un 50 %.
Cuando el paciente llega a la consulta
preanestésica, ya ha sido establecida la progresión
del cáncer. Es de suponer que aun se encuentra a
tiempo para ser operado. Debemos determinar qué
tan grande es el compromiso sistémico que ha ocasionado la enfermedad, el cual puede afectar el periodo operatorio y la recuperación. Debe tratarse
previamente el broncoespasmo, ya sea debido a
EPOC o por efecto mecánico del tumor, así como el
exceso de secreciones, que ameritan terapia respiratoria.
Los exámenes paraclínicos que más nos interesan son los que proporcionan información del estado fisiológico, como las proteínas plasmáticas, el
cuadro hemático y las pruebas de función respiratoria. En la radiografía de tórax veremos la extensión tumoral, la calidad del tejido funcional con que
contamos para el manejo anestésico y el que le quedará al paciente en el postoperatorio. El electrocardiograma, además de su utilidad en el aspecto
coronario, puede mostrarnos signos de corazón
pulmonar, como hipertrofia de la aurícula derecha.
EVALUACIÓN DE LA FUNCIÓN
RESPIRATORIA
Tórax entonel
Comprende tres aspectos: la mecánica respiratoria, la función pulmonar propiamente dicha (intercambio gaseoso) y la interacción cardiopulmonar 6.
237
Galindo M.
Antes de entrar a analizar cada una de ellas, el
anestesiólogo debe tener presente que esta evaluación se inicia con la historia clínica, algunos de
cuyos aspectos hemos tocado previamente, incluyendo la clase funcional; se continúa con la
espirometría, en donde se determinan esencialmente los volúmenes y las capacidades
pulmonares, y con los gases arteriales. Puede complementarse luego, cuando es necesario, con la difusión pulmonar del monóxido de carbono (DLCO).
En pacientes que van a ser sometidos a resección
pulmonar puede llegar a requerirse la determinación, con la ayuda de la medicina nuclear, de cómo
se espera que sean en el postoperatorio algunas de
las mediciones como el FEV1 o la difusión pulmonar
del monóxido de carbono. Vale la pena recordar la
fisiología pulmonar básica descrita hace dos décadas por West, quien determinó que la ventilación
pulmonar aumenta progresivamente de los vértices pulmonares hacia la base; que la perfusión también se incrementa del vértice hacia la base
pulmonar, pero en mayor proporción, razón por la
cuál la relación ventilación/perfusión es mayor
hacia los vértices pulmonares y menor hacia las
zonas basales (Fig. No. 2). Los pacientes que tienen cierto grado de alteración en sus valores
espirométricos, necesitan ser sometidos a una valoración de la ventilación y de la perfusión, para
determinar el riesgo que implica para ellos una
resección de parte de su tejido pulmonar.
Otros elementos evaluativos son las pruebas de
ejercicio y el VO2 max.
Figura No. 2
Mecánica Respiratoria
Esta es evaluada fundamentalmente con la
espirometría. En esta prueba de la función pulmonar
se miden los volúmenes pulmonares, las capacidades pulmonares, la relación entre volumen residual y capacidad pulmonar total para evaluar el grado de atrapamiento aéreo (RV/TLC), el flujo aéreo
forzado que nos informa si existe una resistencia
al mismo, como sucede en las enfermedades de tipo
obstructivo y mediante algunas fórmulas matemáticas, el flujo aéreo forzado que tendría el paciente
después de una resección pulmonar.
Dentro de las pruebas funcionales respiratorias,
los neumólogos le dan un valor fundamental al volumen espiratorio forzado en un segundo FEV1,
mencionándose también la capacidad vital forzada
y la ventilación voluntaria máxima. Ésta última
medición es poco utilizada, porque los pacientes
entran fácilmente en fatiga si su función respiratoria está disminuida y porque el paciente puede
no colaborar suficientemente. Además, podría deducirse del FEV1.El FEV1 puede expresarse en valores absolutos o como el porcentaje del valor
esperado.
Las figuras Nos. 3, 4, 5 y 6 muestran gráficas
espirométricas correspondientes a un paciente
normal, a un paciente con trastorno obstructivo, a
otro con trastorno obstructivo con respuesta al
broncodilatador y a otro con un patrón de tipo restrictivo.
Algunos servicios de neumología hacen el cálculo del FEV1 estimado después de la cirugía. Para
esto, le restan al FEV1 el porcentaje de tejido que
va a ser extraído. Sobre esa base, se hacen proyecciones de la posibilidad de complicaciones respiratorias. Así, se ha dicho que si el FEV1 postoperatorio
es mayor del 40 %, es menor la probabilidad de complicaciones pulmonares postoperatorias7. Este valor calculado puede desestimar que una parte del
área resecable ya no es funcional.
También se tiene en cuenta, además de la capacidad pulmonar total TLC, la relación Volumen
Residual/TLC. Con esta relación, tenemos idea del
grado de atrapamiento aéreo de nuestro paciente.
Se convierte en un factor de riesgo aumentado
cuando es mayor del 50 %.
En el servicio de neumología de nuestra clínica
(San Pedro Claver de Bogotá), se le da un gran valor
a la cifra absoluta del FEV1. Se tiene como
parámetro 800 cc en un paciente adulto. Por debajo
de esta cifra se considera que el paciente no puede
ser operado. Hemos observado que los pacientes con
una Capacidad Vital Forzada de dos litros toleran
238
Evaluación pulmonar preoperatoria
Figura No. 3
Ventilación, perfusión y sus relaciones, por
zonas del pulmón
Figura No. 6
Espirometría con patrón restrictivo
Espirometría normal
Figura No. 4
muy bien una neumonectomía total8. En esa clínica, si la cantidad de tejido pulmonar que se va a
resecar es importante (más del 40 %), si el FEV1
esperado en el postoperatorio es menor del 40 % o
si el paciente tiene una reserva funcional baja, está
indicada una gamagrafía de ventilación y de perfusión.
Intercambio Gaseoso
Espirometria con patrón obstructivo
Figura No. 5
Los gases arteriales nos dicen si la función primaria del pulmón se está cumpliendo adecuadamente o no. Se ha tenido como un índice adicional
de riesgo para la cirugía una PaO2 menor de 60 mm
Hg y una PaCO2 de 45 mm Hg. En ciudades como
Bogotá (2600 metros sobre el nivel del mar), el
parámetro de la PaO2 es de 50 mm Hg. Estas cifras
no contraindican la cirugía, pero nos alertan sobre
una mayor probabilidad de complicaciones respiratorias postoperatorias9.
La capacidad de difusión del monóxido de carbono CO es una medida muy fidedigna de la capacidad del pulmón para el intercambio gaseoso. Se
relaciona directamente con la superficie alveolar
funcionalmente disponible y también puede
correlacionarse con una mayor incidencia de complicaciones postoperatorias, respiratorias y
cardiacas, cuando es menor del 40 % de lo predicho 6.
Interacción Cardio-Pulmonar
Espirometria con patrón obstructivo con buena
respuesta a Broncodilatador
La determinación de la capacidad funcional es
una evaluación clínica muy fácil de realizar. Si se
hace cuidadosamente, nos aporta la valiosísima
información que ya describimos.
239
Galindo M.
Por otra parte, el paciente con un tumor en el
pulmón puede tener hipertensión pulmonar, cuando tiene asociado un EPOC, como consecuencia de
la historia de tabaquismo, la cual no es infrecuente. Su presencia y gravedad pueden diagnosticarse
en la radiografía de tórax, en el electrocardiograma
y en el ecocardiograma. Este aumento en la resistencia vascular pulmonar limita la tolerancia a un
aumento en el flujo después de la resección de un
segmento pulmonar, especialmente si se trata de
una neumonectomía y aumenta el riesgo de complicaciones postoperatorias10. Se acepta la cifra de
190 dinas/seg/cm-5 de resistencia vascular
pulmonar como aquella por encima de la cuál el
riesgo operatorio es grande. Si se hace esta valoración, puede y debe hacerse la oclusión de la arteria
pulmonar correspondiente, para observar cuál será
la presión pulmonar después de la neumonectomía.
Si ésta es mayor de 40 mm Hg, probablemente no
será tolerada la cirugía.
El VO2 Máximo tiene valor como predictor de
complicaciones postoperatorias. La incidencia de
éstas es baja si el VO2 Máximo es mayor de 15 ml/
Kg/min11. Existe una prueba que consiste en caminar durante 6 minutos. Recorrer menos de 610
metros en ese tiempo muestra una buena correlación con un VO2 Máximo menor de 15 ml/Kg/min.
Es una buena alternativa en la evolución
preoperatoria y es fácil de hacer.
PREDICCIÓN DE COMPLICACIONES
PULMONARES POSTOPERATORIAS
En la Figura No. 7 se enumeran los factores de
riesgo de complicaciones pulmonares postoperatorias generalmente aceptados en los servicios de
neumología y también en los departamentos de
anestesiología. No obstante, sobre este tema es interesante el trabajo realizado en Francia por Stephan
y colaboradores12. Ellos estudiaron a los pacientes
sometidos a resección pulmonar durante un periodo de tres años. Lograron recolectar 226 pacientes,
asi: 87 neumonectomías, 142 lobectomías y 37
resecciones en cuña. 25 % de todos los pacientes
presentaron complicaciones pulmonares postoperatorias, la mortalidad a treinta días fue de 7.5 %. Los
factores independientes que se asociaron con complicaciones pulmonares postoperatorias y consecuentemente con una mayor mortalidad fueron un
estado físico ASA de 3 (p < 0.02), un tiempo quirúrgico mayor de 80 minutos (p < 0.02) y la necesidad de
ventilación mecánica postoperatoria por más de 48
minutos (p < 0.04).
Las complicaciones pulmonares que se presentan con mayor frecuencia después de una resección pulmonar son las siguientes:
240
Figura No. 7
Factores de Riesgo
•
•
•
•
•
•
•
PaCO2 > 45 mmHg
Mayores de 70 años
Una resección muy amplia
ppo FEV1 bajo
ppo DLCO bajo
Baja tolerancia al ejercicio
Co-morbilidad cardiovascular
Neumonía nosocomial
Atelectasia lobar o pulmonar total
Insuficiencia respiratoria aguda
Salida prolongada de aire por el tubo de tórax
Embolismo pulmonar
ARDS
Pneumotórax
Broncoespasmo
Neumonitis por aspiración
Deben tenerse en mente otras complicaciones
que se pueden presentar en los pacientes sometidos a cirugías de tórax, como arritmias, infarto agudo del miocardio, angina inestable en el
postoperatorio, eventos cerebro vasculares o sepsis.
Los doctores Debapriya Datta y Bimaldin Lahri13
esquematizaron los valores de FEV1, Ventilación
Voluntaria Máxima (MVV), FEF 25-75 y DLCO que
ellos consideran que representan un riesgo aumentado de morbi-mortalidad en cirugía de tórax, de
acuerdo a la extensión de la resección ( Fig. No. 8).
Figura No. 8
Espirometria y predictores de
morbi-mortalidad
FEV 1
MVV
FEF
25-75
DLco
Neumonectomía <2L, <60% <55%
<1.6 L/S <50%
Lobectomía
<0.6 L/S <50%
<1L
Segmentectomia <0.6L
<40%
<50%
Debapriya Datta, Bimaldin Lahri. Chest 123: 2096-2103, 2003
Estos mismos doctores, que trabajan en el Departamento de Neumología y Medicina Crítica del
Hospital San Francis de Hartford, Connecticut, hacen una revisión de la evaluación pulmonar en los
pacientes que van a ser sometidos a resección
pulmonar. Dividen el enfoque y los estudios reque-
Evaluación pulmonar preoperatoria
ridos en tres etapas. Por tratarse de la revisión más
reciente y que compendia de manera didáctica lo
escrito hasta hoy sobre el enfoque que debe dársele
a estos pacientes, lo resumimos en este artículo.
Tercera Etapa
Primera Etapa
Cuando el valor predicho para el postoperatorio
del FEV1 o del DLCO es menor del 40 %, se considera que existe alto riesgo de complicaciones
postoperatorias. El grupo de Connecticut indica en
este caso pruebas de ejercicio.
Evaluación clínica
Pruebas de Función Respiratoria
Existen fórmulas para determinar el VO2 Max.
cuando un paciente es sometido a subir escaleras:
Si el FEV1 es mayor del 60 % del valor predicho o
el DLCO es mayor del 60 % del valor predicho, el
riesgo de complicaciones pulmonares es bajo. Puede ser llevado a cirugía sin estudios adicionales.
Si los valores del FEV1 o del DLCO son menores
a los anotados, el paciente pasa a la segunda etapa
de estudios
Segunda Etapa
VO2 Max = 5.8 x peso(Kg) + 151 + 10.1 x Work
Work = altura del peldaño x No. de peldaños/min.
x peso (Kg) x 0.1635
Si el VO2 Max es mayor de 15 ml./Kg/ min., el
paciente, puede ir a cirugía. Si el VO2 Max es menor de 15 ml./Kg./min, deben buscarse otras opciones.
Incluye estudios de medicina nuclear. Se evalúa la ventilación con Xenón 133 inhalado, o la perfusión con Tecnecio 99, el cual se inyecta por vía
endovenosa. Teniendo el resultado de la ventilación y de la perfusión, y sabiendo la cantidad de
tejido pulmonar que va a ser escindido, podemos
extrapolar el FEV1 o el DLCO que el paciente tendrá en el postoperatorio (ppoFEV1), de acuerdo a las
dos fórmulas que esquematizamos en la figura No. 9.
El resultado de estos cálculos es de acuerdo al Dr.
Reilly, el factor predictor independiente más significativo de complicaciones postoperatorias14.
El grupo de neumología de la Universidad de
Ancona en Italia, liderado por el Dr. Alessandro
Brunelli, estudió 166 pacientes que debían ser sometidos a resección pulmonar15. Además del estudios de espirometría, el valor predictivo
postoperatorio del FEV1 y el DLCO, sometieron a
los sujetos del estudio a una prueba de ejercicio
(subir escaleras), monitorizando frecuencia
cardiaca y pulsooximetría. Calcularon luego el VO2
max, con la fórmula ya enunciada. Ellos concluyeron que el test de subir escaleras es una prueba de
ejercicio segura y económica. Además, que era el
mejor factor predictor de complicaciones
cardiopulmonares después de resección pulmonar.
Figura No. 9
CONCLUSIONES
La evaluación preanestésica en general juega
un papel fundamental desde el punto de vista clínico y también en la prevención de problemas médico-legales posteriores. Dentro de la misma, merece una consideración especial la valoración de la
función respiratoria.
Con el examen físico, y con el análisis de la capacidad funcional, podremos tener un concepto claro
de la situación de nuestro paciente desde el punto
de vista respiratorio y de la situación que a este
respecto enfrentaremos en el quirófano, en un alto
porcentaje de casos. Otros requerirán estudios adicionales que nos permitan establecer el riesgo y la
probabilidad de complicaciones operatorias y
postoperatorias.
Si el FEV1 o el DLCO es mayor del 40 % del valor
predicho en el postoperatorio, el paciente puede ser
programado para cirugía. Si son menores, pasa a la
siguiente etapa de estudios.
El tabaquismo es un elemento etiológico de patologías que afectan muy negativamente la función
pulmonar, ocasionando dificultades en el manejo
anestésico (EPOC). Además, puede producir cáncer
pulmonar y cáncer en otros órganos de la econo-
241
Galindo M.
mía. Esto tiene implicaciones directas sobre el
manejo anestésico de estos pacientes.
la predicción del estado funcional respiratorio
postoperatorio.
Dentro de las múltiples pruebas con las cuales
se puede medir la función respiratoria en el contexto de la evaluación preoperatoria de los pacientes que van a ser sometidos a resección pulmonar
se destaca el FEV1. El mínimo aceptado para llevar
a un paciente a resección pulmonar es de 800 cc.
Es también importante el FEV1 previsto después
de la cirugía. Si este último es mayor del 40% esperado para ese paciente, la probabilidad de complicaciones es muy baja. La gamagrafía de ventilación/perfusión proporciona una gran precisión en
Unos gases arteriales que muestren una Pa O2
menor de 60 mm Hg (50 mm Hg a 2.600 metros
sobre el nivel del mar) y una Pa CO2 mayor de 45
mm Hg nos auguran una mayor probabilidad de
complicaciones respiratorias postoperatorias, pero
no contraindican la cirugía.
El resultado de las pruebas de subir escaleras
son un factor predictor de complicaciones
pulmonares postoperatorias. Esta prueba tiene la
ventaja de ser sencilla, económica y segura.
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