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septiembre/octubre
2007
www.casaarabe-ieam.es
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Entrevista con Enrique Feás, ex Consejero Comercial español en El Cairo
Oportunidades de negocio en Egipto
- “Egipto: un candidato óptimo para recibir empresas que deseen
deslocalizar su producción”
- “Las barreras arancelarias son el principal obstáculo con el que se
encontrarían los exportadores a Egipto”
- “La experiencia inversora de la empresa española en Egipto ha sido
muy variada, aunque con un balance final positivo”
- “Existe una excelente predisposición por parte de los egipcios a
tratar con las empresas españolas”
- “España goza de una excelente imagen como país en Egipto”
En una entrevista especial para el Boletín de Economía y Negocios de Casa Arabe, Enrique
Feás, Consejero Económico y Comercial de la embajada de España en El Cairo hasta el
pasado 31 de agosto, comenta la situación de la economía egipcia y las perspectivas de
negocio que ofrece para las empresas españolas.
Sergio Martín. – Iberglobal
- ¿Cómo ve las perspectivas de la economía de Egipto? ¿Y cómo valora los planes de
liberalización de la economía?
El cambio de gobierno ocurrido en julio de 2004 marcó el inicio de un periodo de aplicación de
políticas económicas liberalizadoras de la economía. El nuevo equipo económico del gobierno está
compuesto por un grupo de personas educadas en el extranjero, liberales y procedentes del sector
privado. Desde ese momento la economía egipcia ha experimentado un crecimiento sostenido,
con una tasa media de crecimiento del 5,4%, y la inversión directa extranjera se ha multiplicado
por 14, por ejemplo. No obstante, los costes que el proceso de liberalización tiene sobre los
consumidores hacen que el ritmo de reformas no pueda avanzar más rápido.
- ¿Cómo valora en general la presencia española en el país? ¿Cree que está a la altura que
debiera teniendo en cuenta las circunstancias de los dos países?
Cabe hacer una diferenciación entre la presencia española desde el punto de vista comercial y
desde el punto de vista de la inversión. Los intercambios comerciales entre ambos países
supusieron casi 2 000 millones de euros en 2006 y España se posicionó como el cuarto socio
comercial comunitario de Egipto. En cualquier caso, los volúmenes de comercio están todavía muy
por debajo de su potencial. En cuanto a la inversión, España ha sido en los últimos años uno de
los principales inversores en Egipto, si bien partimos de niveles de inversión muy bajos hasta
2004, y muy por debajo de las posibilidades del país. Asimismo, la inversión española en Egipto
ha pasado de concentrarse en grandes proyectos de energía a mostrar una notable diversificación
sectorial.
- ¿Cuáles son los sectores en los que España tiene mejores posibilidades, tanto para
exportación como para inversión?
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España se encuentra en posición de competitividad en sectores como infraestructuras, energías
alternativas, tratamiento de aguas, agricultura o transporte, entre otros.
- ¿Cuáles son los principales obstáculos que deben afrontar las empresas españolas en
Egipto?
Sin lugar a dudas, la burocracia. El sector público egipcio está sobredimensionado, los
procedimientos en general son largos y tediosos y las aduanas pueden llegar a actuar como
auténticas barreras a la entrada de productos extranjeros. Es necesario armarse de paciencia.
- ¿Cuáles son las barreras más importantes para acceder al mercado? ¿Cómo están
evolucionando en la época más reciente?
A priori, y de forma general, se podría afirmar que las barreras arancelarias son el principal
obstáculo con el que se encontrarían los exportadores a Egipto. No obstante, la reforma aduanera
de 2004, las rebajas arancelarias de 2004 y 2007 y la entrada en vigor del Acuerdo de Asociación
Euromediterráneo están simplificando paulatinamente el proceso. Otro tipo de obstáculos con los
que se pueden encontrar las empresas son los distintos certificados que se puedan exigir a la hora
de introducir los productos en el país.
- ¿Cree que Egipto puede convertirse en un futuro cercano en un destino de importancia
apreciable para las inversiones españolas?
Ya se ha mencionado anteriormente que las reformas emprendidas desde julio de 2004 han
creado un entorno propicio para la atracción de inversiones extranjeras, aunque también es cierto
que la lentitud de los procesos, debida principalmente a la burocracia existente en el país, supone
un obstáculo que hay que salvar para proceder a invertir en Egipto. No obstante, una vez salvados
los obstáculos burocráticos, los bajos costes de producción en Egipto (mano de obra, energía o
agua), unidos a una situación geográfica privilegiada, hacen que Egipto se convierta en un
candidato óptimo para recibir empresas que deseen deslocalizar su producción.
- ¿Cómo se encuentra el marco para las inversiones extranjeras? ¿Qué balance puede
hacerse a grandes rasgos de las inversiones españolas realizadas hasta la fecha?
Hay que distinguir entre la inversión general en Egipto y la inversión en zonas francas dentro de
Egipto. El instrumento legal de la política de promoción de inversiones lo constituye la Ley 8/97
que ofrece incentivos distintos para proyectos que se lleven a cabo según las distintas
posibilidades. El GAFI, que es el organismo encargado de promover y canalizar la inversión
extranjera, creó en 2005 una Ventanilla Única a la que deberían acudir los inversores extranjeros a
la hora de establecerse en el país.
La experiencia inversora de la empresa española en Egipto ha sido muy variada, aunque con un
balance final positivo. Existen grandes proyectos exitosos, como la inversión de la planta de gas
natural licuado de Damietta de Unión Fenosa Gas, o alguna experiencia de menos éxito como los
contratos de recogida y tratamiento de residuos sólidos de las ciudades de El Cairo y Giza. En
todo caso, en los últimos años se han establecido con éxito unas cuantas empresas españolas
que trabajan en diversos sectores como el cemento, el cuero, o el turismo, o franquicias de
diversas empresas de confección, que hasta el momento funcionan con normalidad.
- ¿Cómo deben, en su opinión, abordar las empresas españolas el mercado del país?
¿Hasta qué punto son importantes los aspectos culturales, de protocolo, etc.?
Existe una excelente predisposición por parte de los egipcios a tratar con las empresas españolas
al tiempo que ciertas afinidades culturales, de modo que la primera aproximación a los
empresarios egipcios no presenta ningún problema. Sin embargo debería tenerse en cuenta que la
sociedad egipcia es bastante conservadora y tradicional, con lo que (como se menciona más
adelante) el respeto a las jerarquías es fundamental.
- ¿Cuál es, en su opinión, la imagen que ofrece España? ¿Qué podría hacerse para
mejorarla?
España goza de una excelente imagen país en Egipto. Los productos de nuestro país se perciben
como productos de calidad y en según qué sectores se nos equipara con Alemania o Estados
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Unidos. No obstante, los precios de los productos españoles se consideran elevados. Es cierto
que Egipto es un país en el que la variable precio es determinante a la hora de decidirse por la
compra de un producto, y en un gran número de ocasiones los productos asiáticos desbancan a
los productos europeos.
- ¿Cuáles serían los consejos básicos que daría a los empresarios españoles que quieran
abordar este mercado?
1- Fomento de las relaciones personales. Es necesario “mimar” al cliente, realizar visitas
periódicas al país, invitar al cliente a visitar las instalaciones en España. En el mundo
árabe los vínculos de fidelidad son muy importantes.
2- Atención a los aspectos formales. Es imprescindible dejar muy claro las condiciones de los
contratos o de las cartas de crédito. Cualquier cláusula mal redactada o no mencionada se
puede volver contra la empresa española.
3- Respeto a las jerarquías. Como norma general, las tomas de decisión recaen sobre los
directivos. La sociedad egipcia está altamente jerarquizada, además de ser muy
tradicional.
4- Elección cuidadosa del agente. Es imprescindible contar con un buen agente que sea
capaz de salvar todos los obstáculos que puedan surgir de las peculiaridades del país, del
desconocimiento de la legislación local o de la aplicación de los trámites burocráticos.
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