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La Guerra de la Independencia y los comienzos de la revolución liberal. La Constitución
de 1812
1 Introducción
A finales del siglo XVIII, el Antiguo Régimen entró en crisis como consecuencia del rechazo a los planteamientos políticos y sociales en que se sustentaban: rechazo al poder absoluto del monarca y a su origen divino y la disconformidad con una sociedad donde los individuos eran diferentes en función de su pertenencia
a un estamento.
La unión en Francia a finales de los años 80 de una serie de factores provocó el estallido de la Revolución
Francesa (1789), cuya última consecuencia fue el desmantelamiento de las bases políticas, sociales y económicas del Antiguo Régimen.
2 La crisis del Antiguo Régimen
La España de Carlos IV(1788- 1808) se mantuvo expectante ante los acontecimientos de la revolución en
Francia, pero cuando tras enero de 1793 Luis XVI fue guillotinado , España declaró la guerra al gobierno revolucionario de Francia. Fue la llamada Guerra del Rosellón (1793-1795).
Debido a las continuas derrotas españolas, se firma la paz de Basilea (1795), convirtiendo a la España
absolutista de Carlos IV en aliada de la Francia revolucionaria
A estas alturas del reinado Manuel Godoy, con el apoyo de la reina Mª Luisa de Parma, se convirtió en el
supremo ministro de la monarquía.
La alianza con Francia nos condujo a la guerra contra Gran Bretaña, cuyo suceso más importante fue la
Batalla de Trafalgar (1805), donde se perdió la potencialidad naval española.
3 La guerra de la Independencia
3.1 Los antecedentes del conflicto. El 2 de mayo de 1808
La ambición sin límites de Godoy permitió a Napoleón la realización de sus planes en la P.I.:
Otoño de 1807: el tratado de Fontainebleau. En otoño de 1807 se firmó el tratado de Fontainebleau,
en el que un ejército hispanofrancés invadiría Portugal como respuesta al rechazo de los portugueses de
apoyar el bloqueo continental establecido por Napoleón para deteriorar la economía británica. De este
modo, Godoy recibiría el sur de Portugal convirtiéndose en rey del Algarbe. Sin embargo, finalmente,
esas tropas tenían también como misión apoderarse de España. Así, los franceses, ocuparon los puntos
estratégicos de la Península, ante la pasividad de las autoridades españolas, que los consideraban sus aliados.
Marzo de 1808: el motín de Aranjuez. Mientras tanto, en las Cortes aumentaban las tensiones entre los
partidarios de Fernando y Godoy, que culminó el 18 de marzo de 1808 en el motín de Aranjuez, donde
una pequeña multitud de personas se aglomeraron frente al Palacio Real. A la mañana siguiente Godoy
fue depuesto y detenido, y Carlos IV abdica en favor de su hijo Fernando, que se convirtió en Fernando
VII.
Mayo de 1808: las abdicaciones de Bayona. Tras lo ocurrido, Napoleón atrajo hasta suelo francés a
Carlos, María Luisa, Godoy y Fernando VII. Finalmente, el 7 de mayo Fernando abdicó en favor a sus
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padres y éstos lo hicieron en favor de Napoleón y, a cambio, Carlos y Fernando recibieron numerosos regalos con los que empezaron un «exilio dorado». Napoleón decidió entregar el reino a su hermano José.
El levantamiento del 2 de mayo. Esta creciente tensión provocó el 2 de mayo que centenas de madrileños se concentraran ante las puertas del Palacio Real, dando comienzo a la Guerra de la Independencia (
en principio el motivo de esta concentración era evitar la salida del infante don Francisco de Paula,
último miembro de la familia real que quedaba en España)
3.2 Desarrollo de la guerra y consecuencias
El levantamiento del 2 de mayo provocó que la Guerra se extendiera por todas partes. Murat dictó un
bando en el que proclamó su autoridad absoluta y decretó la pena de muerte para los resistentes, por ello un
centenar de prisioneros fueron fusilados aquella noche en las montañas del Príncipe Pío y en el Pardo. (Goya)
Pronto comenzaron a constituirse juntas de defensa controladas por una junta suprema en Sevilla,una de
cuyas primeras medidas fue cerrar un acuerdo con GB(gran enemigo de Napoleón Bonaparte)
En esta guerra los guerrilleros (partidas de voluntarios) fueron una pieza fundamental. Su movimiento,
vinculado al mundo rural, surgió por tadas partes, dando a la guerra un carácter popular.
La Guerra fue larga (1808-1813) y sangrienta, pudiéndose distinguir en ella tres fases:
Primera fase (1808-1809). A mediados de junio se inició el avance francés sobre Zaragoza y posteriormente en Andalucía, pero el 19 de julio las tropas francesas de Dupont sufren una importante derrota
frente a las españolas del general Castaños en la Batalla de Bailén. Esta derrota provocó que José I y los
franceses abandonaran Madrid y se marcharan al norte del Ebro. Además las tropas inglesas, al mando del
duque de Wellington, vencen a las francesas en Lisboa. Fue entonces cuando Napoleón decidió intervenir
personalmente al frente a 250 000 soldados de la Grand Armée ocupando Burgos, derrotando a las tropas
españolas en Somosierra y avanzando finalmente hacia la capital. Tras ocurrir esto, Madrid se rindió el 4
de diciembre y a comienzos de 1809 continuó la campaña derrotando a los ingleses en Galicia. Cuando
Napoleón abandonó el país en enero, parecía asegurada la victoria, pero días después, Zaragoza,ocupada
por segunda vez , se rendía.
Segunda fase (1809-1812). En 1809 los franceses consiguieron avanzar de nuevo sobre Andalucía y tras
la victoria de Ocaña fue ocupada salvo la ciudad de Cádiz. Sin embargo, la situación quedaba muy lejos
de estar controlada por los invasores franceses, atacados permanentemente por las partidas de guerrilleros,
y convirtió el conflicto en una Guerra de desgaste caracterizada por la imposibilidad de que las tropas
francesas controlaran completamente el territorio y por la lucha cada vez más organizada de estas partidas
guerrilleras.
Tercera fase (1812-1813). En la primavera de 1812, Napoleón toma la decisión de atacar Rusia, en junio las tropas del duque de Wellington entraban en Salamanca y un mes después tuvo lugar la batalla de
los Arapiles, en la que la victoria abrió el camino hacia Madrid. Las derrotas sufridas por Napoleón en la
campaña rusa hizo que éste retirara todavía más hombres para asegurar también la defensa de Francia, dejando a las fuerzas hispanoinglesas en superioridad. En 1813, las batallas de Vitoria y San Marcial consumaron la derrota francesa obligando a José I a cruzar la frontera. La firma del tratado de Valençay en
diciembre de 1813 puso fin a la guerra y Napoleón reconocía a Fernando VII como rey de España.
Las consecuencias de esta guerra fueron muy graves para el país, existiendo consecuencias demográficas
como bajas por combates, hambre o epidemias; materiales, en la que ciudades fueron arrasadas, como Zaragoza; económicas, en las que se produjeron grandes daños en la agricultura, ganadería e industria; e ideológicas(
diferencias entre defensores del Antiguo Régimen y los partidarios de una nueva situación).
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4 Los inicios del Liberalismo. La Constitución de 1812
Paralelamente durante los acontecimientos bélicos de Guerra de la Independencia se vivió un proceso
ideológico donde se concretan por primera vez los planteamientos teóricos del liberalismo.
4.1 Las Cortes de Cádiz
En plena Guerra de la Independencia, la Junta de Regencia sustituida por la Junta Suprema Central del
Sevilla, convocó las Cortes. Con grandes dificultades, los diputados se reunieron en la ciudad de Cádiz y las
reuniones comenzaron en la de León el 24 de septiembre de 1810.
Los diputados llegaron desde los distintos territorios que formaban la monarquía, incluidos los dominios
coloniales del otro lado del Atlántico. Entre ellos abundaban un centenar de eclesiásticos, la burguesía, profesiones liberales y, en menor medida, miembros de la nobleza. El diputado Muñoz Torrero planteó en el discurso inaugural la necesidad de cambios como la necesidad de elaborar una Constitución.
Las Cortes realizaron una importante labor legislativa, dictaron normas para liberar el comercio y la industria, y dieron los primeros pasos para la desamortización de los bienes eclesiásticos.
4.2 La Constitución de 1812
Finalmente, el 19 de marzo de 1812, se aprueba la primera constitución española, bautizada como «La
Pepa», donde quedaba definida la soberanía nacional, la monarquía constitucional y la separación de poderes.
El texto constaba de 384 artículos donde quedaban establecidas las bases del liberalismo español del s. XIX.
En la Constitución quedaba definida la soberanía nacional, establecía la monarquía constitucional como
forma de Estado y la separación de poderes (aunque con bastantes poderes para la Corona)
En el poder ejecutivo: MONARCA: el rey podía expedir documentos mediante un consejo de estado
cuyos miembros eran nombrados por el rey. Existían doce limitaciones al poder real.
El poder legislativo sería compartido: REY/CORTES, ya que el rey no podía impedir las reuniones de
las Cortes, ni disolverlas, ni imponer tributos.
EL poder judicial: corresponde a los tribunales y se reconocen dos fueros especiales: el eclesiástico y el
militar.
En el texto constitucional también quedaban recogidos estos artículos:
Igualdad ante la ley.
Libertad de imprenta.
Sufragio universal masculino.
Derecho de reunión.
Inviolabilidad del domicilio.
Eliminación del tormento como fórmula para procedimientos judiciales.
Se recogían los requisitos para ser diputado
Señala a España como un estado confesional católico.
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5 El reinado de Fernando VII (1814-1833). Liberales y absolutistas
Finalizada la Guerra de la Independencia, las Cortes se trasladan a Madrid, en medio de una lucha ideológica entre liberales y absolutistas. Cuando el Rey llegó a Valencia, 65 diputados absolutistas le presentaron
el Manifiesto de los Persas y Fernando VII disolvió las Cortes y eliminó la labor legislativa que habían realizado.
5.1 El Sexenio Absolutista (1814-1820)
Este absolutismo trajo el llamado Sexenio Absolutista (1814-1820), caracterizado por la vuelta de la
Inquisición y de los privilegios nobiliarios y clérigos, y la desaparición de las libertades individuales y de los
derechos ciudadanos.
Durante estos seis años, se produjeron numerosos intentos de restaurar la Constitución hasta que, finalmente, el 1 de enero de 1820, el comandante Riego se pronunció con éxito en favor de la Constitución y Fernando VII en marzo de este año la aceptó , comenzando así el llamado Trienio Liberal (1820-1823).
5.2 El Trienio Liberal (1820-1823)
Tras esta restauración, se volvió a suprimir la Inquisición y los privilegios señoriales, y aparecieron los
derechos ciudadanos, las medidas desamortizadoras sobre los bienes eclesiásticos y diferencias entre los liberales (moderados y progresistas).
Así, en 1823, las potencias europeas absolutistas intervinieron militarmente en España con un ejército
francés al mando del duque Angulema cruzando sin resistencia los Pirineos y dando comienzo a la Década
Absolutista (1823-1833).
5.3 La Década Absolutista (1823-1833)
Esta intervención militar provocó nuevamente la restitución de Fernando VII como monarca absoluto. El
rey consideró ilegales las actas del gobierno liberal y abolió nuevamente la Constitución. Ante la falta de descendencia de Fernando VII, los absolutistas más radicales se agrupan junto al infante don Carlos, esperando
que éste sucediese a su hermano, pero el nacimiento en 1830 de Isabel modificó la situación a pesar de la Ley
Sálica. Para ello, Fernando VII publica una Pragmática Sanción que elimina dicha ley. Tras la muerte del rey
en 1833, queda abierto un conflicto ideológico y sucesorio.
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