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QUIERO SABER / ESPÍRITU DE PROFECÍA - Noviembre 2007
La Escuela Sabática ¿es el corazón de la iglesia?
En muchas oportunidades escuché decir que, según Elena de White, la Escuela Sabática es el
corazón de la iglesia. En El ministerio de curación, p. 269, se lee: “Del corazón mana la vida, y
el hogar es el corazón de la sociedad, de la iglesia y de la nación”. Si ella escribió que el
corazón de la iglesia es el hogar, ¿pudo haber escrito también que es la Escuela Sabática?
Responde SILVIA SCHOLTUS DE ROSCHER secretaria del Centro de Investigación White
en Argentina.
Esta pregunta es muy interesante. Antes de darle una respuesta directa, me gustaría
hacer un poco de historia sobre el surgimiento de la Escuela Sabática. En agosto de 1852 se
fundó una revista mensual para los jóvenes (Youth's Instructor), que contenía la primera
lección de Escuela Sabática. Esto propició la realización de las primeras reuniones de Escuela
Sabática en las iglesias. Las primeras iglesias en hacerlo fueron Rochester y Buck’s Bridge, en
el Estado de Nueva York, entre 1853 y 1854. No fue hasta casi veinte años después, en 1870,
que se instituyó un programa formal y se comenzó a diferenciar por edades las lecciones de
estudio. También comenzó a definirse los cargos para dirigir estas reuniones (director,
secretarios, maestros y la formación de las clases). La organización en las asociaciones y las
uniones locales, con su correspondiente liderazgo, se inauguró un tiempo más tarde.
Ya hace más de ciento cincuenta años que la Escuela Sabática ha propiciado el estudio
de la Biblia mediante lecciones sistemáticas en la iglesia alrededor del mundo. Desde sus
mismos comienzos y por su rápido crecimiento, quedó claro que fue planeada por el Señor y
destinada a favorecer un mayor conocimiento de la Biblia, crecimiento espiritual e,
indiscutiblemente, la difusión del evangelio (no solo para aquellos que asisten sino también
mediante un sistema de ofrendas para el sostén de la obra misionera mundial).
Elena de White escribió cientos de páginas acerca del lugar, el plan y el propósito de la
Escuela Sabática. ¡La primera Escuela Sabática surgió justo en el hogar de la familia White!
Además de publicar testimonios en favor de la obra de la Escuela Sabática, compartió
sus consejos en la revista Sabbath School Worker [El obrero de la Escuela Sabática]. En 1900,
se publicaron varios de estos artículos en un pequeño volumen titulado Testimonios sobre la
Escuela Sabática. Posteriormente, se publicaron todos sus escritos sobre el tema en una
compilación titulada Consejos sobre la obra de la Escuela Sabática.
Todo esto indica que Elena de White apreció mucho el trabajo de la Escuela Sabática;
recibió consejos directos de parte de Dios en cuanto a cómo desarrollar esta actividad. Veamos
algunas citas al respecto:
“El objeto de la obra de la Escuela Sabática deber ser cosechar almas” (Consejos sobre
la obra de la Escuela Sabática, p. 67).
“Muchísimo puede hacerse para la educación y la enseñanza moral y religiosa de
nuestros jóvenes por medio de las escuelas sabáticas bien organizadas y debidamente dirigidas.
Debería dedicarse tiempo y atención a este ramo de la obra, porque la importancia de su
influencia sobre nuestros jóvenes es incalculable” (Ibid., p. 128).
“La Escuela Sabática debería ser uno de los instrumentos más grandiosos y más
eficaces para traer almas a Cristo” (Ibid., p. 10).
No obstante estas y otras citas, en los escritos de Elena de White no aparece una alusión
directa a la Escuela Sabática como el corazón de la iglesia.
Posiblemente esa confusión haya surgido por un folleto de 32 páginas titulado “La
Escuela Sabática: propósito y organización”, que fue publicado por el departamento de Escuela
Sabática e impreso por la Casa Editora Sudamericana (CES) hace varios años
(lamentablemente, no tiene impreso el año. Lo tenemos en nuestros archivos y se puede
consultar como DF 143, Nº 23). En dicho folleto se compara a la Escuela Sabática con el
corazón de la iglesia (p. 5), pero no se atribuye esa declaración a Elena de White. Es
simplemente una aseveración de los autores del folleto, que ilustra la importancia que ellos le
otorgaron a esta actividad de la iglesia.
Es probable que con el tiempo algunos hayan considerado que esa fue una declaración
de Elena de White, sin corroborar fehacientemente su autenticidad.