Download AÑO DE LA FE - Arzobispado de Salta

Document related concepts

Eucaristía wikipedia , lookup

Sacramento (catolicismo) wikipedia , lookup

Tradición apostólica wikipedia , lookup

Misa wikipedia , lookup

Arquidiócesis de Barranquilla wikipedia , lookup

Transcript
AÑO DE LA FE
11 de octubre de 2012 – 24 de noviembre de 2012
Carta pastoral
Salta, 30 de octubre de 2012
INTRODUCCIÓN
Queridos hermanos sacerdotes, religiosos, religiosas,
laicos y laicas de nuestra Iglesia particular de Salta:
No bien el Santo Padre nos convocó a prepararnos para celebrar el año de la fe con
su Carta Apostólica “Porta Fidei”, escrita hace un año, como Iglesia arquidiocesana nos
pusimos en marcha.
Una serie de iniciativas pastorales dieron tono a las celebraciones de las fiestas
litúrgicas y a las fiestas patronales. El tema fue objeto de estudio para todos y el corazón
fue disponiéndose para abrirse a la gracia de este tiempo favorable.
En varias reuniones del presbiterio, del consejo presbiteral, del consejo de pastoral
y del consejo de laicos fuimos elaborando una propuesta para el año de la fe en Salta que
tengo el gusto de presentar.
Sobre la base de la Carta apostólica del Papa Benito XVI están escritas estas
reflexiones que contienen, al final de cada punto, una serie de disposiciones pastorales
que dan cause al quehacer de todos nosotros a lo largo de este tiempo de gracia.
Integran, además, esta carta pastoral el decreto de institución de la Comisión
Arquidiocesana para el Año de la fe y el decreto en el que se establecen los lugares de
peregrinación y los tiempos para ganar las indulgencias de acuerdo a lo indicado por la
Penitenciaría Apostólica cuyo decreto también forma parte de esta publicación.
Con entusiasmo procuremos renovar el corazón de nuestra Iglesia particular. Los
caminos de la misión continental y de la conversión pastoral que nos han de convertir en
una Iglesia samaritana, misionera y pascual, han de ser transitados sin demora. Confiando
en el Señor y en María del Milagro nos ponemos en marcha.
1
I
JESUCRISTO, FUNDAMENTO Y CLAVE DEL AÑO DE LA FE
En comunión con el Santo Padre Benito XVI y todo la Iglesia, hemos cruzado, el
pasado 11 de octubre, el UMBRAL del Año de la fe. La fe nos introduce en un camino que
comienza a ser recorrido “cuando la Palabra de Dios se anuncia y el corazón se deja
plasmar por la gracia de Dios que transforma” 1. La fe nos introduce en la vida de
comunión con Dios y nos permite la entrada en su Iglesia.
Iniciamos nuestra vida de la fe y recorremos un CAMINO que va desde el
Bautismo, que nos vincula con el Padre, hasta la Muerte que nos introduce en la vida
eterna, vida de comunión plena con la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
El camino de la fe nos lleva al encuentro con Cristo y se recorre en comunión con el
camino de la Iglesia que lleva a los hombres al encuentro con Cristo. Por ello el año de la
fe supone un compromiso eclesial mas convencido a favor de una nueva evangelización
para redescubrir la alegría de creer y volver a encontrar el entusiasmo de comunicar la fe.
EL CAMINO ES CREER EN JESUCRISTO
Salve, Cristo venturoso,
Hijo y Verbo en nuestra carne,
brilla en tu frente el Espíritu,
das el corazón del Padre.
Oh Cristo que glorificas
con tu vida nuestra sangre,
acepta la sinfonía
de nuestras voces filiales. Amén.2
El Año de la Fe debe partir desde Cristo. Su cometido es ayudarnos a conocerlo y a
conocer su vida, sus enseñanzas, su doctrina.
“Cristo es el Verbo encarnado, el Hijo de Dios y el Hijo del hombre, el Mesías del
mundo esto es, la esperanza de la humanidad y su único supremo Maestro. Él es el Pastor,
Él el Pan de la vida, El nuestro Pontífice y nuestra Víctima, Él el único mediador entre Dios
y los hombres, Él el Salvador de la tierra, Él el que ha de venir Rey del siglo eterno... Él
nuestro fundador y nuestra Cabeza, invisible pero real; con Él formamos el “Cristo total” 3.
1
BENITO XVI, Carta Apostólica PORTA FIDEI –PF-, 1
Liturgia de las Horas, Himno de las primeras vísperas de la III semana.
3
Cfr. PABLO VI, Discurso de apertura de la 2ª sesión del Concilio Vaticano II, 14.15
2
2
“Nosotros creemos y confesamos que Jesús de Nazareth, nacido judío de una hija
de Israel, en Belén en el tiempo del rey Herodes el Grande y del emperador César
Augusto; de oficio carpintero, muerto crucificado en Jerusalén, bajo el procurador Poncio
Pilato, durante el reinado el emperador Tiberio, es el Hijo eterno de Dios hecho hombre,
que ha “salido de Dios” (Jn 13,3), “bajó del cielo” (Jn 3,13; 6,33), “ha venido en carne” (1
Jn 4,2), porque “la Palabra se hizo carne, y puso su morada entre nosotros, y hemos visto
su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad... Pues
de su plenitud hemos recibido todos, y gracia por gracia” (Jn 1,14.16)
Movidos por la gracia del Espíritu Santo y atraídos por el Padre nosotros creemos y
confesamos a propósito de Jesús; “Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo” (Mt 16,16). Sobre
la roca de esta fe, confesada por San Pedro, Cristo ha construido su Iglesia (cfr. Mt
16,18)”4
“La Iglesia es el gran sacramento de la comunión divina que reúne a los hijos de Dios
dispersos. La Iglesia, en cuya fe nace y donde se fortalece la fe de cada cristiano, alimenta
y educa al discípulo en la celebración eucarística a lo largo del año litúrgico, especialmente
en la Eucaristía dominical. Por ello toda la tarea evangelizadora y misionera se vive desde
la liturgia en la que se recibe la Palabra y la Gracia que nutren la oración y la vida de los
creyentes”5
Durante el año de la fe, debemos descubrir de nuevo el gusto de alimentarnos con
- la PALABRA DE DIOS transmitida fielmente por LA IGLESIA y por
- el PAN DE VIDA, ofrecido como sustento a todos los discípulos.
El Evangelio según san Lucas es el “evangelio del camino” y nos guiará a lo largo del año
litúrgico que ha de ser el andarivel del año de la fe
Indicaciones pastorales
1. Intensificar en la vida de la arquidiócesis, de las parroquias y de los organismos,
las instituciones y movimientos la lectio divina siguiendo el camino del año
litúrgico.
2. En las instancias formativas estudiar el Evangelio según san Lucas.
4
5
CATECISMO DE LA IGLESIA CATOLICA (CEC) 423-424
CONFERENCIA EPISCOPAL ARGENTINA, Orientaciones Pastorales (2012-2014), 9
3
3. Ayudar a descubrir la centralidad de Cristo en la liturgia y en toda la vida de la
Iglesia. La Eucaristía dominical es el gran momento de la celebración de la fe de
la Iglesia y el lugar de la profesión y profundización de la misma fe.
4. La Junta Arquidiocesana de Catequesis, el Instituto Catequístico
Arquidiocesano (ICAS) y la Comisión Arquidiocesana de Liturgia animarán el
compromiso catequístico y celebrativo de la arquidiócesis en el año de la fe
procurando favorecer en encuentro de los fieles con Jesucristo y el
conocimiento de su vida, doctrina y enseñanzas.
5. La Comisión Arquidiocesana para la animación bíblica de la Pastoral procurará
intensificar la tarea de difusión de la lectio divina y del conocimiento del
Evangelio según San Lucas en todos los sectores y en todo el territorio de la
arquidiócesis.
II
El AÑO DE LA FE
es una invitación a una auténtica y renovada CONVERSIÓN
al Señor, único salvador del mundo.
50° aniversario de la apertura del CONCILIO VATICANO II
20° aniversario del CATECISMO DE LA IGLESIA CATOLICA
A las Diócesis se nos pide:
- Intensificar la reflexión sobre la fe para ayudar a todos los creyentes en Cristo a
que su adhesión al Evangelio sea más consciente y vigorosa, sobre todo en un
momento de profundo cambio como el que la humanidad está viviendo.
- Confesar la fe en el Señor resucitado para transmitir mejor a las generaciones
futuras la fe de siempre.
Se trata de que todo creyente:
- confiese su fe.
- celebre su fe en la liturgia y de modo particular en la Eucaristía,
- testimonie su fe.
- Redescubra los contenidos de su fe profesada, celebrada, vivida y rezada
- reflexione sobre el mismo acto con el que se cree.
4
APRENDER DE MEMORIA EL CREDO
“El símbolo del sacrosanto misterio que recibieron todos a la vez
y que hoy han recitado uno a uno,
no es otra cosa que las palabras en las que se apoya sólidamente
la fe de la Iglesia, nuestra madre,
sobre la base inconmovible que es Cristo el Señor” (San Agustín, Sermón 215)
Quien dice ‘Yo creo’ dice ‘Yo me adhiero a lo que nosotros creemos’. La comunión
en la fe necesita un lenguaje común de la fe, normativo para todos y que nos una en la
misma confesión de fe.
Desde su origen, la Iglesia expresó y transmitió su propia en fe en fórmulas breves
y normativas para todos (cfr. Rm 10,9; 1 Cor 15,3-5). Pero muy pronto, la Iglesia quiso
también recoger lo esencial de su fe en resúmenes orgánicos y articulados destinados
sobre todo a los candidatos al bautismo... “Como el grano de mostaza contiene en un
grano muy pequeño gran número de ramas, de igual modo este resumen de la fe encierra
en pocas palabras todo el conocimiento de la verdadera piedad contenida en el Antiguo y
el Nuevo Testamento” (San Cirilo de Jerusalén, Catequesis, 5,12)...
La primera “profesión de fe” se hace en el Bautismo. El “símbolo de la fe” es ante
todo el símbolo bautismal. Puesto que el Bautismo es dado “en el nombre del Padre y del
Hijo y del Espíritu Santo” (Mt 28,19), las verdades de fe profesadas en el Bautismo son
articuladas según su referencia a las tres personas de la Santísima Trinidad.
El símbolo se divide, por tanto, en tres partes: “primero habla de la primera
Persona divina y de la obra admirable de la creación; a continuación, de la segunda
Persona divina y del misterio de la Redención de los hombres; finalmente, de la tercera
Persona divina, fuente y principio de nuestra santificación” (Catecismo Romano, 1,1,3).
Estas tres partes son distintas aunque están ligadas entre sí...
Entre todos los símbolos de la fe, dos ocupan un lugar muy particular en la vida de
la Iglesia:
a. El Símbolo de los Apóstoles, llamado así porque es considerado con justicia
como el resumen fiel de la fe de los apóstoles...
b. El Símbolo llamado de Nicea-Constantinopla, que debe su gran autoridad al
hecho de que es fruto de los dos primeros Concilio ecuménicos (325-381). Es el
símbolo común a todas las grandes Iglesias de Oriente y Occidente 6.
6
Cfr. CEC 185-195
5
“También hoy necesitamos que el Credo sea mejor conocido, comprendido y
orado. Sobre todo es importante que el Credo sea, por así decirlo “reconocido”. Conocer,
de hecho, podría ser una operación solamente intelectual, mientras que “reconocer”
quiere significar la necesidad de descubrir el vínculo profundo entre las verdades que
profesamos en el Credo y nuestra existencia cotidiana a fin de que estas verdades sean
verdadera y concretamente –como siempre lo han sido- luz para los pasos de nuestro
vivir, agua que rocía las sequedades de nuestro camino, vida que vence ciertos desiertos
de la vida contemporánea. En el Credo se injerta la vida moral del cristiano, que en él
encuentra su fundamento y su justificación” 7.
La Iglesia ha propuesto que el signo común de este Año sea el esfuerzo por hacer
que el Credo vuelva a ser la oración diaria aprendida de memoria, como era costumbre en
los primeros siglos del cristianismo, según las palabras de San Agustín: “Reciban la fórmula
de la fe que llamamos Símbolo. Y una vez recibido, grábenla en el corazón y repítanla
interiormente cada día. Antes de dormir, antes de salir, proveyéndose de su Símbolo.
Nadie escribe el Símbolo con el objetivo de que se lea, sino de que se medite”.
Indicaciones pastorales
1. Cuidar especialmente la preparación y la celebración del sacramento
del bautismo en nuestras comunidades y poner en marcha el camino de
la iniciación cristiana.
2. Ayudar a descubrir la verdad y la fuerza del sacramento de la
confirmación como reafirmación de la fe en Cristo y de la pertenencia a
la Iglesia del Señor.
3. “En particular las parroquias han de ser el lugar donde se asegure la
Iniciación Cristiana y la inserción comunitaria en la Iglesia. Para ello es
necesario actualizar o renovar la modalidad catequística desarrollada de
acuerdo a los nuevos desafíos”8
4. Explicar el sentido y difundir y enseñar los textos de los símbolos de la
fe.
5. Ayudar a los fieles a dialogar desde la fe con las situaciones y problemas
de la vida y del mundo contemporáneo.
6. Atender a los artículos de la fe propuestos mensualmente en el plan
arquidiocesano para el año de la fe.
7. Destacar en los templos parroquiales (o en las capillas de los pueblos en
los cuales se administre el sacramento del bautismo) el lugar del
baptisterio. Ofrecer allí textos para la renovación de las promesas
7
8
BENITO XVI, Catequesis en la audiencia general del 17 de octubre de 2012
CONFERENCIA EPISCOPAL ARGENTINA, Orientaciones Pastorales,24
6
bautismales disponibles para los que elijan visitar el lugar de su
bautismo con el propósito de ganar las indulgencias del año de la fe.
8. Dar especial relieve a las fiestas patronales en las parroquias, pueblos y
capillas. Acompañar, sostener y cuidar las peregrinaciones como
momentos de formación y celebración de la fe.
9. Acompañar el camino de la conversión personal y pastoral desde el
servicio a la reconciliación en el camino penitencial y en el sacramento
de la confesión o penitencia.
III
Un CAMINO para comprender los contenidos y el acto de la fe
Existe una profunda unidad entre el acto con el que se cree y
los contenidos a los que prestamos nuestro
asentimiento.
“con el corazón se cree y con los labios se profesa” (Rom 10,10).
1. La fe es don de Dios y acción de la gracia,
2. La fe implica un testimonio y un compromiso público. Creer no es un hecho
privado.
a. La fe es decidirse a estar con el Señor para vivir con Él.
b. Tratar de comprender las razones por las que se cree.
c. Acto de libertad que conlleva la responsabilidad social de lo que se cree.
Esto es lo acontecido en Pentecostés.
3. La profesión de la fe es un acto personal y comunitario.
La Iglesia es el primer sujeto de la fe; en ella se recibe el bautismo, signo eficaz
de la entrada en el pueblo de los creyentes para alcanzar la salvación.
Creo: la fe de la Iglesia profesada personalmente por cada
creyente,
Creemos: la fe de la Iglesia profesada por los obispos en Concilio y
por los fieles en la asamblea litúrgica,
Creo: la fe de la Iglesia Madre que responde por su fe a Dios y nos
enseña a decir: creo, creemos.
4. Conocer el contenido de la fe es esencial para dar el propio asentimiento, es
decir, para adherirse plenamente con la inteligencia y la voluntad a lo que
propone la Iglesia. El conocimiento de la fe introduce en la totalidad del
misterio salvífico revelado por Dios. El asentimiento que se presta implica por
tanto que, cuando se cree, se acepta libremente todo el misterio de la fe, ya
7
que quien garantiza su verdad es Dios mismo que se revela y da a conocer su
misterio de amor.
5. Los que buscan con sinceridad el sentido último y la verdad definitiva de su
existencia y del mundo son invitados a ponerse en camino para encontrar a
Aquél que no buscaríamos si no hubiera ya venido.
6. El Catecismo de la Iglesia Católica es un subsidio indispensable para acceder a
un conocimiento sistemático del contenido de la fe.
El Catecismo de la Iglesia Católica
ha de ser un instrumento de apoyo a la fe,
especialmente para quienes se preocupan por la formación de los cristianos.
La fe es un don de Dios, una virtud sobrenatural infundida por Él. “Feliz de ti,
Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi
Padre que está en el cielo” (Mt 16,17). Por ello en Concilio Vaticano II enseña: “Para dar
esta respuesta de la fe es necesaria la gracia de Dios, que se adelanta y nos ayuda, junto
con el auxilio interior del Espíritu Santo, que mueve el corazón, lo dirige a Dios, abre los
ojos del espíritu y concede a ‘todos gusto en aceptar y creer la verdad’”9.
Sabiendo que sólo es posible creer por la gracia y los auxilios interiores del Espíritu
Santo “no es menos cierto que creer es un acto auténticamente humano. No es contrario
ni a la libertad ni a la inteligencia del hombre depositar la confianza en Dios y adherirse a
las verdades por él reveladas... Creemos ‘a causa de la autoridad de Dios mismo que
revela y que no puede engañarse ni engañarnos’. ‘Sin embargo, para que el homenaje de
nuestra fe fuese conforme a la razón, Dios ha querido que los auxilios interiores del
Espíritu Santo vayan acompañados de las pruebas exteriores de su revelación’ (Concilio
Vaticano I, DS 3009). Los milagros de Cristo y de los santos, las profecías, la propagación y
la santidad de la Iglesia, su fecundidad y su estabilidad ‘son signos ciertos de la revelación,
adaptados a la inteligencia de todos’ (id 3008)” 10.
“La fe trata de comprender” (San Anselmo): es inherente a la fe que el creyente
desee conocer mejor a aquel en quien ha puesto su fe, y comprender mejor lo que le ha
9
CONCILIO VATICANO II, Constitución Dei Verbum (DV) 5
CEC, 156
10
8
sido revelado; un conocimiento más penetrante suscitará a su vez una fe mayor; cada vez
más encendida de amor”11.
“El Año de la fe... será una oportunidad para releer los textos conciliares y
profundizar su estudio de manera apropiada para que sean conocidos y asimilados como
textos cualificados y normativos del Magisterio dentro de la Tradición de la Iglesia. Hemos
de preguntarnos cómo ha sido la recepción del Concilio en nuestra Iglesia que peregrina
en la Argentina –y en Salta- y si hemos sido capaces de superar las nostalgias
preconciliares y las lecturas posconciliares reductivas, dejándonos orientar por esa
‘brújula segura’ con ayuda de una ‘hermenéutica de la renovación dentro de la
continuidad”12
Indicaciones pastorales
1. Organizar en todas las parroquias tres momentos de predicación cada mes sobre
los Documentos del Concilio Vaticano II y/o sobre el Catecismo de la Iglesia
Católica (o el Compendio o el Youcat) en cualquier lugar idóneo. De este modo se
facilitará, al mismo tiempo, a los fieles, la posibilidad de ganar la indulgencia del
Año de la Fe, según lo indicado por el Decreto de la Penitenciaría Apostólica para el
mismo.
2. La Vicaría para la Educación procurará que se unan a esta propuesta las Escuelas
Católicas, especialmente las del arzobispado, la Universidad Católica de Salta y los
movimientos e instituciones. Es importante que se informe a la Comisión
Arquidiocesana para el Año de la fe estas iniciativas para informar a los fieles.
3. El contenido de los momentos de predicación debe favorecer el diálogo de la fe
con la vida de nuestros fieles y con la cultura contemporánea. Se ha de favorecer la
formación de la conciencia de la responsabilidad social y ciudadana de nuestros
fieles, testigos del Evangelio en el corazón del mundo.
4. Se pide a las instituciones educativas que busquen caminos de diálogo con los
hombres y mujeres de la cultura de Salta, promoviendo el diálogo ecuménico,
interreligioso y con los no creyentes: Patio de los gentiles, conferencias con
profesionales, investigadores, científicos. Favorecer gestos de diálogo entre la
Ucasal y la Universidad Nacional de Salta. Debemos responder a esta cuestión:
¿cómo puede la Iglesia en Salta convertirse en samaritana de la razón herida?.
5. Pensar gestos de diálogo con los diversos sectores de la vida social: educadores,
políticos, hombres de las artes y de la cultura, médicos, hombres privados de la
libertad.
6. Que la Comisión Arquidiocesana de Pastoral Juvenil con el apoyo de todos los
señores presbíteros desarrolle una pastoral que ilumine a nuestros jóvenes, hoy
pobres de causas, proponiéndoles a Jesucristo que da sentido a sus vidas.
11
12
CEC 158
CEA, Orientaciones Pastorales, 12
9
7. Que los señores curas párrocos propongan signos religiosos en lugares estratégicos
del territorio parroquial (cruces de calles o caminos, monumentos, mayólicas, etc).
8. Aprovechar las redes informáticas como caminos para la nueva evangelización.
IV
Un camino recorrido en la COMUNIÓN de la Iglesia
1. El año de la fe es un llamado del Señor que nos invita a recorrer la historia de
nuestra fe:
- con la mirada fija en Jesucristo, “iniciador y consumador de nuestra fe” (Heb 12,2),
en quien encuentra su cumplimiento todo afán y todo anhelo del corazón humano.
- siguiendo el ejemplo de María, la primera creyente y Madre de todos los
creyentes, la que recorrió en camino de la fe al lado de su Hijo Jesucristo y hoy lo
recorre en el corazón de la Iglesia y de cada uno de sus hijos,
- siguiendo el camino de los apóstoles, testigos de Jesús resucitado, sostén de la
comunión de la Iglesia en todos los tiempos,
- en compañía de los discípulos, que viven su vida de fe en la comunión de la Iglesia
“para escuchar la enseñanza de los apóstoles y participar en la vida en común, en
la fracción del pan y en las oraciones” (Hch 2,42)
- fortalecidos por la compañía de los mártires, que entregaron su vida como
testimonio de la verdad del Evangelio,
- de la mano de los hombres y mujeres de toda edad cuyos nombres están escritos
en el libro de la vida, reconociendo a aquellos cristianos, miembros vivos de
nuestra Iglesia local, que nos transmitieron la fe con sus palabras y con sus vidas
(sacerdotes, religiosos, religiosas, catequistas, padres y madres de familia).
2. “El Año de la fe será también una buena oportunidad para intensificar el testimonio
de la caridad”13. Resuena con mas fuerza la exhortación de Santiago: “¿De qué le sirve
a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras? ¿Acaso esa fe puede
salvarlo? ¿De qué sirve si uno de ustedes, al ver a un hermano o una hermana
desnudos o sin el alimento necesario, le dice: ‘Vayan en paz, caliéntense y coman? y
no les da lo que necesitan para su cuerpo?. Lo mismo pasa con la fe: si no va
acompañada de las obras, está completamente muerta” (2,14-17).
La fe sin la caridad no da fruto, y la caridad sin fe sería un sentimiento
constantemente a merced de la duda. “¿Qué nos da la fe en Dios?. La primera
respuesta es: nos da una familia, la familia universal de Dios en la Iglesia católica. La fe
nos libera del aislamiento del yo, porque nos lleva a la comunión... En este sentido, la
13
PF 14
10
opción preferencial por los pobres está implícita en la fe cristológica en aquel Dios que
se ha hecho pobre por nosotros, para enriquecernos con su pobreza” 14. Por ello el año
de la fe será una magnífica ocasión para afianzar en nuestra arquidiócesis nuestra
cercanía cristiana con los pobres, los enfermos, los excluidos.
3. El año de la fe constituye una llamada a reavivar la fe para compartir el entusiasmo
de creer en Jesucristo, sobre todo con los que se encuentran probados. La fe “es
compañera de vida que nos permite distinguir con ojos siempre nuevos las maravillas
que Dios hace por nosotros. Tratando de percibir los signos de los tiempos en la
historia actual, nos compromete a cada uno a convertirnos en un signo vivo de la
presencia de Cristo resucitado en el mundo”15.
4. “Creemos que el Año de la Fe es una oportunidad para acentuar la dimensión
misionera de la Iglesia en la Argentina –y en Salta- y para recordar como lo señala el
Santo Padre la importancia del testimonio público de la fe: ‘Profesar con la boca
indica, a su vez, que la fe implica un testimonio público. El cristiano no puede pensar
nunca que creer es un hecho privado. La fe, precisamente porque es un acto de la
libertad, exige también la responsabilidad social de lo que se cree’”16
Descubrir y compartir el testimonio de la fe
de nuestros mayores;
comprometernos en testimoniar la caridad
personal e institucionalmente;
acompañar a los que buscan a Dios con sincero corazón.
Indicaciones pastorales
1. Siendo una Iglesia particular que ha de reconocer el regalo de tantas expresiones
de piedad popular, se han de cuidar con particular esmero las mismas, procurando
acompañar el crecimiento en la fe con la iluminación y acompañamiento de la
Palabra de Dios y de las enseñanzas de la Iglesia, en la liturgia y en la catequesis.
2. La devoción a la Santísima Virgen, que encuentra su mayor expresión en el vínculo
con la Santísima Virgen del Milagro, ha de ser cultivada, descubriendo el año de la
fe como un recorrido que Nuestra Señora realiza en la comunión de la Iglesia con
todos los creyentes que la reconocen Maestra, Testigo y Madre de la fe.
14
BENITO XVI, Discurso inicial en Aparecida, 3
PF 15
16
CEA, Orientaciones Pastorales, 14
15
11
3. Animar a testimoniar por escrito la fe de los maestros y testigos que nos ayudaron
a crecer en el camino cristiano (catequistas, religiosos, religiosas, sacerdotes).
4. Que la Comisión Arquidiocesana de Pastoral Social implemente la difusión de las
conclusiones del 1° Congreso Nacional de Doctrina Social de la Iglesia (Rosario,
mayo 2011), animando las tareas parroquiales para dar a conocer la DSI.
5. Invitar y organizar gestos solidarios: visitas a los hospitales, apoyo a las
instituciones que trabajan en la caridad de la Iglesia: Cáritas arquidiocesana y
parroquiales, Casita de Belén, Manos Abiertas, Fundación ‘Revivir’, Fundación
‘Alfarcito’ y otras. Acompañar y sostener iniciativas de caridad.
6. Acompañar las iniciativas que hacen viva nuestra opción preferencial por los
pobres: Comunidades Eclesiales de Base, Servicios de caridad en nuestras escuelas
católicas, etc. “Debemos trabajar de forma tal que los pobres se sientan en la
Iglesia como en su propia casa”17
7. Animar con renovado entusiasmo el compromiso de sacerdotes y laicos con el
Servicio Sacerdotal de Urgencia como eficaz testimonio de la cercanía de la Iglesia
con los enfermos y moribundos.
8. La Comisión Arquidiocesana de Misiones, en comunión con la Comisión Central
para el Año de la Fe, ha de organizar la Misión Continental en la arquidiócesis para
ayudar a los fieles a redescubrir el don bautismal de la fe y la responsabilidad de su
testimonio.
9. La Comisión arquidiocesana para la Pastoral Familiar ha de intensificar su servicio a
la familia, ayudándolas a ser lugar afectivo y cultural en el que se generan, se
transmiten y recrean los valores comunitarios y cristianos más sólidos y se aprende
a amar y a ser amado.
10. Todos los organismos pastorales y educativos al servicio de la vida procurarán
presentar el mensaje evangélico que respeta y cuida la vida desde su concepción
hasta la muerte.
CONCLUSIÓN
“Yo estoy junto a la puerta y llamo” (Apoc 3,20). La fe es respuesta a esa llamada.
Que este Año el Señor nos encuentre siempre dispuestos a responderle con el profeta:
“¡Aquí estoy, envíame!” (Is 6,8).
Sumémonos a la iniciativa de la Iglesia y enriquezcámosla con el empeño personal
y comunitario por crecer en el camino de la santidad.
Me encomiendo a las oraciones de todos. Todos ustedes están en mi oración. En el
Corazón del Señor del Milagro y de su Madre, la Virgen del Milagro.
Mario Cargnello, arzobispo de Salta
17
CEA, Orientaciones Pastorales, 29
12
Decreto de institución de la Comisión Arquidiocesana para el Año de la Fe.
Visto
- Que el Año de la Fe propuesto por el Papa Benito XVI ha sido inaugurado en toda
la Iglesia Católica y también en nuestra arquidiócesis,
- Que el Santo Padre ha invitado a los Obispos a que nos unamos a Él en este tiempo
de gracia espiritual que el Señor nos ofrece para rememorar el don precioso de la
fe;
- Que a lo largo del año debemos confesar , celebrar y testimoniar nuestra fe
redescubriendo los contenidos de la fe profesada, celebrada, vivida y rezada y
reflexionar sobre el mismo acto con el que creemos18
- Que las iniciativas presentadas por los sacerdotes, religiosos y laicos en las diversas
reuniones del presbiterio, del Consejo presbiteral, del Consejo de Pastoral y del
Consejo de laicos nos invitan a organizar la actividad de la arquidiócesis con
especial cuidado procurando que la gracia de este tiempo llegue a todos los fieles y
renueve la vida de nuestra Iglesia particular;
Considerando
- Que la tarea excede a la posibilidad de trabajo de este arzobispo y de la curia en su
quehacer ordinario,
- Que he consultado al Presbiterio en la reunión ordinaria del 9 de octubre,
En virtud de las facultades concedidas por la Iglesia,
- Constituir la Comisión Arquidiocesana para el Año de la Fe,
- Nombrar presidente de la misma al Sr. Pbro. Patricio Ocampo, Vicario episcopal
para la Catedral Basílica y Santuario del Señor y de la Virgen del Milagro, y
secretario al Sr. Pbro. Lucio Ajaya,
- Serán sus miembros:
Pbro. Javier Mamaní, director de la comisión arquidiocesana de liturgia,
Pbro. Carlos Carral, director arquidiocesano de catequesis,
Pbro. Alberto Abram, vicepresidente arquidiocesano de Cáritas
Dra. Verónica Talamé, directora arquidiocesana de pastoral bíblica,
Pbro. Lic. Jorge A. Manzaráz, vicario episcopal para la educación,
Ing. Carmelo Galindo, presidente de la Consejo arquidiocesano de laicos.
Ing. Oscar Morón, miembro del consejo arquidiocesano de laicos.
Dra. Rosa Zacca, directora del Instituto para la Familia y la Vida “Juan Pablo II”
RP. Félix Paredes
Hna. , de la Confar.
18
Cfr. BENITO XVI, Carta apostólica “Porta Fidei”, 8
13
Será cometido de la Comisión Arquidiocesana para el Año de la Fe, organizar,
coordinar e impulsar las tareas vinculadas con el mismo en respuesta a lo indicado en la
Carta Pastoral, al Calendario Arquidiocesano y a las iniciativas que vayan surgiendo en
nuestra Iglesia particular.
De forma.
Decreto estableciendo los lugares y formas para ganar las indulgencias del Año
de la Fe en la Arquidiócesis de Salta
-
-
-
-
Visto
Que el Decreto de la Penitenciaría Apostólica mediante el cual se enriquecen del
don de Sagradas Indulgencias particulares ejercicios de piedad durante el Año de la
fe;
que durante este año se dará a los fieles la oportunidad de confesar la fe en el
Señor Resucitado en nuestras catedrales e iglesia de todo el mundo; en nuestras
casas y con nuestras familias, para que cada uno sienta con fuerza la exigencia de
conocer y transmitir mejor a las generaciones futuras la fe de siempre;
que se trata “ante todo de desarrollar en sumo grado –por cuanto sea posible en
esta tierra- la santidad de vida y de obtener, por lo tanto, en el grado más alto la
pureza del alma, para lo cual ayuda el don de la Indulgencia como testimonio de la
comunión de los santos en el camino de la santificación
que el Decreto de la Penitenciaría Apostólica establece momentos y lugares para
ganar el don de las indulgencias y compromete a los Ordinarios del lugar para
establecer lugares sagrados a los cuales llegar para beneficiarse con dicho don.
Considerando:
- que en reunión del Consejo Episcopal del 25 de octubre de 2012 ha sido tratado
este tema después de haber escuchado al presbiterio en reunión ordinaria del 8
del mismo mes,
- que es necesario facilitar a nuestros fieles el poder conseguir el don de las
indulgencias
En virtud de las facultades que la Iglesia concede a los ordinarios del lugar,
establezco
1. Serán lugares para conseguir el don de la Indulgencia plenaria de la pena temporal
por los propios pecados impartida por la misericordia de Dios, aplicable en sufragio
de las almas de los fieles difuntos,
14
1.1. La Catedral Basílica y Santuario del Señor y la Virgen del Milagro, -España 558,
Salta)
1.2. El Santuario de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro (Parroquia “Nuestra
Señora del Perpetuo Socorro y San Alfonso” –Leguizamón 812, Salta-)
1.3. El Santuario de Nuestra Señora del Valle (Parroquia “Nuestra Señora del Valle”
–Mendoza 315, Salta)
1.4. El Santuario de San Cayetano (-Salta)
1.5. El Santuario del Señor del Sumalao (Parroquia de Nuestra Señora de la Merced
–Dpto. Cerrillos, Salta-)
2. Se designan lugares de peregrinación para conseguir el don de la Indulgencia del
año de la fe, durante todo el mismo, a saber, desde el 11 de octubre de 2012 hasta
el 24 de noviembre de 2013 a:
2.1. El templo parroquial de la Santísima Trinidad (Manzana 402 A-Q 960, 2ª etapa
del Barrio Solidaridad);
2.2. El templo parroquial de San Ezequiel Moreno (Manzana 436, Lote 1, Barrio
Palermo I, Salta);
2.3. El llamado “Cristo de la Caldera” (La Caldera, Departamento homónimo, Salta)
2.4. El templo parroquial de Nuestra Señora de la Candelaria (9 de julio y Belgrano,
Campo Santo)
2.5. El templo parroquial de San Francisco Solano (Francisco Solano 25, El Galpón);
2.6. El templo parroquial “San Antonio de Padua” (Matienzo y Belgrano, San
Antonio de los Cobres)
2.7. El templo parroquial “San José” (Ruiz de los Llanos s/n, Cachi)
3. Serán lugares de peregrinación y se podrá conseguir el don de la Indulgencia del
año de la fe durante las fiestas patronales todos los templos parroquiales y los
templos de los pueblos del interior de la arquidiócesis.
4. Se recuerda especialmente todos los fieles, debidamente preparados, podrán
ganar la indulgencia un día libremente elegido para la piadosa visita del baptisterio
u otro lugar donde recibieron el sacramento del Bautismo, si renuevan las
promesas bautismales en cualquier forma legítima (Cfr. Decreto de la Penitenciaría
Apostólica).
Este decreto tienen validez durante el Año de la fe y en el territorio de la arquidiócesis
de Salta.
De forma.
15
VII
Lecturas recomendadas durante el Año de la Fe
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
El magisterio del Papa Benito XVI: Encíclicas, catequesis, homilías, discursos.
Y. CONGAR: Fe y Teología, ed. Herder
K. WOJTIWA, Sobre la naturaleza de la fe en San Juan de la Cruz, BAC
LEO TRECE, La fe explicada
J. RATZINGER, Introducción al cristianismo,
H. DE LUBAC, Natural y sobrenatural.
OBISPOS DEL NOA, Conozcamos y vivamos nuestra fe.
CEA, Felices los que creen.
CONSEJO PONTIFICIO DE LA CULTURA, Jesucristo, portador del agua viva. Una reflexión cristiana sobre la
“Nueva Era”
16