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CONSIDERACIONES METODOLOGICAS PARA EL ESTUDIO DEL OCIO EN LAS
SOCIEDADES LATINOAMERICANAS 
Autor:
Origen:
Melquiceded Blandón Mena
Colombia
IX Congreso Nacional de Recreación
Coldeportes / FUNLIBRE
14 al 17 de Septiembre de 2006. Bogotá, D.C., COLOMBIA.
El presente trabajo pretende sugerir hipótesis e interrogantes para el análisis de las
prácticas de ocio en las sociedades latinoamericanas. Tal estudio parte de reconocer
las configuraciones y reconfiguraciones que tienen lugar en las formaciones sociales
en América Latina, las cuales presentan un tránsito hacia la hegemonía del capital
trasnacional, el cual asigna nuevas articulaciones en la relación social
predominante.
Nuestra pretensión distendida en el devenir contradictorio de lo social parte de
reconocer el carácter histórico de las relaciones sociales y de las de poder que de
aquellas brotan, para así, por obvia convocatoria discursiva, establecer los aspectos
que han propiciado la transformación en el contenido y la forma de las prácticas de
ocio, a través del análisis de las variables tiempo – espacio y sus relaciones con las
formas ociosas que en el momento actual se despliegan en las sociedades
latinoamericanas.
Ahora bien, trazados los derroteros que guiarán nuestro escrito nos disponemos a
realizar el análisis de los factores que brindan los elementos necesarios para el
estudio del tiempo, el espacio y los proyectos sociales que caracterizan la sociedad
actual.
La relación social que predomina determina el contenido y la forma de las prácticas
de ocio. El capital , relación social que impera en las sociedades latinoamericanas,
se nos aparece como una abstracción; pero incluye diversas relaciones de sus
fracciones: entre las rentas de los propietarios del suelo, las ganancias de los
industriales, de comerciantes, banqueros, etc.
El fundamento de las relaciones entre las diferentes fracciones del capital –
contradictorias, antinómicas ó armónicas -, determina, en última instancia, las
articulaciones con el tiempo y el espacio de los agentes capitalistas, terratenientes,
campesinos, trabajadores asalariados, desempleados, estudiantes, infantes, entre
otras categorías y subcategorías sociales. Relaciones que producen el contenido y la
forma de las prácticas de ocio que se presentan en una formación social dada.
La fluidez o distorsión como elementos que pueden caracterizar las relaciones con
el tiempo y el espacio lo determinan los procesos de acumulación capitalista y de
reproducción de las relaciones sociales. Por tanto, las prácticas de ocio que
caracterizan las sociedades latinoamericanas en el momento actual, se nos
aparecen dentro del proceso de consolidación del capital trasnacional en
latinoamérica, proceso que ha generado profundas transformaciones, así:
Primero, en la producción, la articulación de la microelectrónica a la producción a
través del control y los enlaces de las diferentes fases productivas, generó el
desmantelamiento de los grandes encierros fabriles mediante la dispersión espacial
y deslocalización de la empresa.
Segundo, en la productividad, se sabe que el incremento de la productividad para el
capital depende de reducir al máximo la jornada de trabajo social para producir las
mercancías, función que hoy se le asigna al asalariado intelectual, puesto que éstos
generan las nuevas modalidades de producción articuladas por la computación, la
ingeniería satelital, la biotecnología, la ingeniería genética, la energía nuclear, etc.
El proceso aludido promueve la tendencia a invertir la proporción entre
trabajadores materiales y trabajadores intelectuales.
Tercero, en el tiempo, el capital trasnacional cesa de presentar la vida social como
tiempo fraccionado – jornada laboral / tiempo libre -, tal como predominare en la
historia del capitalismo con los encierros fabriles que aglomeraban grandes
cantidades de asalariados materiales, difiere sobre el momento actual donde tiene
presencia decisiva el trabajador asalariado intelectual, socializado en los grandes
encierros escolares a través de la dialéctica del no saber y el competir por el
saber, estrategia político – económica que desorganiza los explotados al
incrementar en la sociedad la diversidad salarial. La actual realidad nos devela la
pretensión del capital trasnacional de diseminar, incluso, la posibilidad de tiempo
para la lúdica, otrora implícita en el tiempo fraccionado ¿Logra el capital construir
algún aciago dispositivo para alargar a 16,18, 20... horas la jornada laboral de los
asalariados? ¿Acaso el dispositivo escolar? ¿Acaso la competencia por el saber?
¿Acaso el avieso imaginario del ascenso social que promueve la competencia por el
saber? ¿Alarga el capital la jornada laboral de los oprimidos al acabar con el tiempo
fraccionado que predomino mientras estuvieron vigentes las conquistas obreras por
reducir la jornada de trabajo por lo menos a 8 horas? ¿Mercantiliza el capital
cualquier práctica en el tiempo libre? ¿se confirma el carácter político e ideológico
del tiempo libre?
Cuarto, en las relaciones laborales, se sabe que en el actual capitalismo
trasnacional tiende a predominar el asalariado intelectual, ó de las prácticas del
saber, pero, nuestra perspectiva no soslaya la compleja articulación de las
formaciones sociales capitalistas, donde se presentan prácticas laborales que se
creían extinguidas, tal es el caso de la esclavización para el pago de
endeudamientos previos familiares, práctica habitual y cada vez más extendida en
el sudeste asiático; los esclavos negros de Mauritania que demuestran la
pervivencia del régimen esclavista; el pago de deudas con esclavos en La India y
Pakistán; la esclavización civil del gobierno de Birmania para la construcción del
ferrocarril paralelo al gaseoducto construido por las empresas petroleras UNOCAL
(Estados Unidos) y TOTAL (Francia); el arraigado esclavismo sexual del sudeste
asiático en países como Indonesia, Sri Lanka ó Tailandia; en Europa y Norteamérica
crece el flujo de inmigrantes sin cesar, los cuales huyen de sus países de origen y
quedan obligados en sus regiones de destino a esclavizarse nuevamente en ámbitos
como la prostitución, servicio doméstico, agricultura, minería, etc.; la práctica de la
trata de blancas con el trafico de mujeres para la prostitución en Japón, España,
EE.UU., Panamá, etc; Además se presentan otras modalidades neoesclavistas con
las maquilas, las cuales se trasladan como golondrinas por regiones proclives a la
explotación absoluta de la mano de obra, tal es el caso de la Industria Textil en
México, Sudamérica, América central y el sudeste Asiático donde se fabrica de
forma vertiginosa a bajo coste, a través de la esclavización de mano de obra por
parte de grandes multinacionales que operan confeccionando las prendas que
después comercializaran en los grandes mercados; en el caso de Europa, las
empresas italianas, alemanas y francesas primero trasladaron sus actividades
productivas hacia los países de menores salarios como Grecia, Turquía y Portugal y
luego de la caída del muro de Berlín a Europa del Este. Actualmente se han
instalado también en América Latina.
La gran paradoja se devela con la aberrante práctica del trabajo y explotación
infantil, pues la sociedad burguesa caracterizada por una especial ‘’protección’’ al
menor por su condición de ‘’minoría de edad’’ y su falta de algún supuesto sentido
de razón, y valga decir, 18 años que lo convierten en ciudadano – elector, es la
sociedad que mantiene y construye diversas modalidades para explotar los
infantes. El oscuro panorama nos muestra que el 70 por ciento del trabajo infantil
en el mundo se remite a la agricultura, se presentan casos de recolectores de
tabaco en Nayarit (México) y de cebollas en Texas (EEUU), los cuales en su mayoría
son hijos de inmigrantes de México y Centroamérica, quienes son explotados con
alargados horarios y remuneraciones ínfimas; de igual forma, en países como India,
Pakistán, Indonesia, Kenia y Nepal, millones de niños trabajan durante meses sin
parar por poco dinero ó a cambio de algún alimento, nunca ven a sus padres ni van
a la escuela. En India, los niños que trabajan en telares corren el riesgo de inhalar
lana o polvo y dañarse la vista, pues como tales empresas emplean ilegalmente a
menores, deben funcionar en sótanos oscuros con escasa ventilación; algunos niños
son esclavizados, golpeados y literalmente encadenados para que no escapen de
sus ‘'amos'’.
En todos los casos referidos, coexiste un denominador común y es la explotación
absoluta de la mano de obra a través de jornadas laborales entre 12 y 18 horas,
precariedad laboral y la supresión de conquistas elementales de cualquier
trabajador como la organización política. Es decir, el gran objetivo del capital
¡acumular y mantener una mano de obra dócil, perpleja y subordinada! ¿qué
prácticas de ocio podrán desplegar los neoesclavos que abundan en la soberanía del
mercado? ¿qué prácticas de ocio producirán los niños explotados en plantaciones y
factorías del gran capital?
Quinto, en el espacio, al reorganizar y articular las relaciones políticas en los
‘’segmentos territoriales’’ generalmente conocidos como municipios para producir y
configurar las ciudades y regiones empresariales que adecuen sus aparatos a la
estructura empresarial del Estado neoliberal o soberanía del mercado.
Sexto, en el régimen político, a través de la construcción de las relaciones de
poder en los municipios, lo cual genera nuevas representaciones y mediaciones
políticas ¿acaso se soslaya el auge del desmonte y periodo de crisis de los Estados
nacionales como realidad política para abrirle paso a los gobiernos trasnacionales y
local – regionales?
Los Estados nacionales latinoamericanos subsisten a la intemperie frente a la
histórica pretensión del capital de desmontar lo social del proyecto nacionalista,
estructura que emergió desde finales del siglo XVIII y principios del XIX para
amarrar las relaciones sociales a lo nacional y apuntalar la construcción de
múltiples caras, facetas, ideologías, costumbres entre sí. Diferenciaciones que
delimitaron las prácticas sociales de una ‘’patria’’ y construyeron lo plural y diverso
a través de los partidos políticos, y valga decir, las relaciones con el Estado y el
régimen político en la sociedades demócratas occidentales.
El momento de crisis del Estado nacional y el proceso de consolidación del capital
trasnacional en las nuevas realidades latinoamericanas produce transformaciones
en todas las esferas de las relaciones sociales, en tanto, el proyecto político – social
nacionalista es transgredido por las pretensiones del capital de volcar todo el
andamiaje nacional hacia el imperio absoluto del mercado.
¿El proceso de crisis de lo nacional acaso se suscita por la consolidación de una
comunidad de cultura trasnacional? ¿Qué prácticas de ocio promoverá el proyecto
cultural trasnacional?
Ahora bien, la crisis del Estado y el proceso hacia la soberanía del mercado produce
transformaciones en todo el entramado de prácticas sociales que anteriormente
eran suscitadas por un régimen político, un mercado y una ideología nacional que
brindaban el sustento material e inmaterial al proyecto político - social nacionalista,
el cual generaba y promovía prácticas que reproducían las costumbres étnicas, la
lengua, las religiones y sectas, las técnicas, las costumbres político – económicas,
la historia, representaciones y prácticas sociales que caracterizaron a determinado
Estado nación.
¿Cuáles prácticas de ocio promovieron los Estados nacionales latinoamericanos?
El desmonte de lo nacional nos alerta sobre la crisis de las prácticas culturales que
denotaron la existencia de diferentes nacionalidades en la sociedad capitalista.
Empero, la consolidación de la soberanía del mercado demanda de la
trasnacionalización de las relaciones sociales para la construcción de la dictadura de
la identidad o el arrasamiento de cualquier rasgo nacional que impida la libre
circulación de capitales, mercancías y el trasegar del proyecto político - ideológico
homogeneizador. ¿Acaso se transita del proyecto político que cohesionaba en torno
a una supuesta cultura nacional hacia prácticas promovidas por las industrias
culturales?
¿De qué forma se nos aparece la crisis de las prácticas culturales?
¿Cuáles dinámicas impone la soberanía del mercado para la organización de lo
social?
¿Promueve el capital una cultura trasnacional tejida por las industrias culturales?
¿Acaso la tendencia hacia una cultura trasnacional no promueve la
homogeneización de las relaciones sociales o dictadura de la identidad para
estandarizar los consumos que permite la circulación global de las mercancías
culturales?
La lectura sobre las prácticas de ocio en las sociedades latinoamericanas donde
predomina el capital trasnacional debe descifrar las nuevas articulaciones del
binomio tiempo – espacio a través de analizar las transformaciones en las ciudades
y regiones trasnacionales con las nuevas modalidades de producción que han
reorganizado las dinámicas productivas.
En efecto, las prácticas de ocio han sido transformadas, la reconfiguración de la
relación espacio – tiempo producida por las nuevas dinámicas sociales impuestas
por el capital trasnacional promueve prácticas de ocio tejidas bajo el manto de la
microelectrónica, la robótica y la ingeniería satelital con las telecomunicaciones,
innovaciones que provocan un cambio radical en las formas de producción y
consumo cultural.
¿Acaso se promoverá el e-ocio o las prácticas homogeneizadas por la computación?
¿Acaso la única opción de juego cooperativo se concretará a través de un CPU o
detrás de la pantalla de un televisor articulado a un videojuego?
Las prácticas de ocio se convierten en un sector portentoso en las estrategias
trasnacionales de dominio de los nuevos mercados del tiempo libre, hecho que
provoca un proceso acelerado de integraciones empresariales para mercantilizar las
prácticas culturales anteriormente promovidas por algún exiguo mercado nacional
del ocio. Las formas ociosas desplegadas en cinemas, museos, parques, bosques,
centros culturales, bibliotecas, teatros, entre otros equipamientos culturales, están
pasando paulatinamente a las industrias trasnacionales de la cultura y la gestión de
las ciudades empresas.
Las innovaciones tecnológicas aludidas han tejido prácticas de ocio
homogeneizadoras reducidas al hogar, tales como la televisión por cable con más
de 500 canales, el llamado cinema en casa, los videojuegos, la computadora con
todas sus posibilidades, la Internet, entre otras aventuras de lo micro-ordenación
social, lo cual ha potenciado la individuación y restringido los espacios de
socialización que propiciaban prácticas de ocio caracterizadas por los juegos
cooperativos, las travesuras y esparcimientos callejeros, los festivales comunitarios,
los encuentros en espacios de ocio como parques, calles, alamedas, florestas y
demás dispositivos de socialización dispuestos para el tiempo de la lúdica.
Políticamente, el punto definitivo del proyecto hacia la trasnacionalización de las
relaciones culturales se registra en la pretensión de homogeneizar las prácticas de
ocio al modelo de la fracción burguesa hegemónica – la de matriz en New York- o el
aludido por otros como proceso de americanización de la vida, con la pretensión de
instalar las industrias del ocio en todo el globo terráqueo.
¿Pretende el régimen democrático construir un sujeto dócil y apacible para el
control político – ideológico, en alguna región proclive a los levantamientos
sociales, valga decir, Latinoamérica, a través de la penetración cultural y la
promoción de las prácticas de ocio que caracterizan el consumismo
norteamericano?
Los Estados latinoamericanos abrieron las barreras y han permitido la apertura a
los productos de la industria cultural foránea, lo cual cierra el paso a la promoción y
defensa de una cultura nacional, y abre el camino para la entrada de capitales a la
caza de la industria del tiempo libre con la pretensión de dominar el tiempo para la
lúdica de los oprimidos latinoamericanos.
Las prácticas de ocio soportan la instancia cultural del proyecto hacia la dictadura o
de homogeneización de las relaciones sociales que promueve el capital
trasnacional, la existencia de formas ociosas que caracterizaban las diferentes
formaciones sociales – Estados nacionales, regiones, municipios, localidades,
comunidades, etc. – tienden a desaparecer o a ser subsumidas por el régimen
cultural generado en la soberanía del mercado y tejido bajo el manto de los
gobiernos trasnacionales y locales.
¿Acaso se soslaya la transformación de las prácticas de ocio de niños y jóvenes
latinoamericanos, las cuales saltaron de los juegos callejeros y tradicionales que
caracterizaban la historia y discurrir de algunas sociedades hacia las entretenciones
virtuales de los video juegos y la televisión por cable?
Pero, ¿de qué forma se nos aparecen las prácticas de ocio en el ‘’inmenso arsenal
de mercancías’’ que circula por todas las regiones y ciudades reconfiguradas por el
capital?
El proceso de reconfiguración del espacio urbano ha potenciado las ciudades como
mercancía de consumo cultural. El auge de lo local propiciado por la crisis del
Estado, la deslocalización de lo fabril y la mutación mercantil de todos los productos
y escenarios sociales para la concreción del absoluto del mercado, ha encarrilado
las ciudades en una carrera por construir estructuras que compitan en el mercado
del turismo urbano.
La tendencia actual no sólo se caracteriza por el consumo cultural en las grandes
ciudades, sino, además y correlativamente, por el consumo de la ciudad y lo urbano
como mercancía cultural. Las ciudades se adecuan a la estructura empresarial
propia del absoluto del mercado, en tanto, la economía cultural está ya definida
como la venta y compra de experiencias humanas en ciudades temáticas; a través
de la construcción de estructuras como los centros turísticos de entretenimiento, las
galerías de tiendas (shopping malls), y la programación del turismo urbano,
festivales, eventos deportivos, macrorruedas políticas, económicas, entre otras
experiencias simuladas.
¿Qué tipo de estructuras urbanas se construirán en las -mal llamadas- ‘’ciudades’’
latinoamericanas?
¿Acaso se dispondrán estructuras urbanas que continúen la línea urbanística de los
dispositivos para el control del electorado?
En fin, ¿cuáles son las peculiaridades históricas de las sociedades latinoamericanas
en la actualidad y cómo éstas transforman las prácticas de ocio?
Descifrar los objetos propuestos en el estudio, nos demandan la exposición de los
elementos más generales que permiten sugerir el transito hacia la soberanía del
mercado y sus características especificas, tal es nuestro propósito a continuación.
Tránsito hacia la soberanía del mercado y reorganización de las sociedades
latinoamericanas bajo la batuta del capital trasnacional
El análisis del Estado capitalista y el tránsito hacia otro momento - tipo especifico
de éste, el concerniente a los Estado(s) región(es) y las ciudad(es) empresarial(es),
demanda realizar una lectura del proceso de regionalización del globo terráqueo,
dicha regionalización posee doble catadura, sugeribles bajo la reorganización de las
relaciones políticas mediatizadas así:
Primero, la trasnacionalización de la propiedad privada irrumpió las fronteras
nacionales(es) y constituyó Estados trasnacional(es) compuestos por la unión de
múltiples Estado(s) Nación(es). Ejemplo: La Unión Europea, la comunidad
económica del pacifico asiático, el proyecto del Área de libre comercio de las
Américas (ALCA), etc. Segundo, la regionalización al nivel subnacional o la
municipalización del régimen político – la democracia - recurriendo al municipio
como la más mínima o pequeña adscripción espacial, capaz de suplir las
reconfiguradas mediaciones políticas otrora brindadas por el Estado nacional.
El carácter contradictorio de la transformación acaecida, emerge como efecto del
tránsito en la relación social que predominó durante la vigencia de los exiguos
Estados de bienestar y los Estados Interventores – subenefactores; dicho proceso
de transición hacia el absoluto del capital o soberanía del mercado, potenció la
desaparición gradual de las mediaciones políticas construidas entre finales del siglo
XVIII y comienzos del XIX, - los Estado(s) nacional(es) -, con la consecuente
trasnacionalización de las relaciones sociales.
El tránsito en la soberanía nacional: ¿acaso se suscita por reformas en el seno de
tal relación social o bajo los designios subjetivos de alguna fracción capitalista?, la
conmoción se presenta por la necesidad histórica de la burguesía de incrementar
las tasas de acumulación de capital, pretensión que transforma los niveles que
toma la lucha de clases con las nuevas dinámicas de control social tejidas por la
constitución de panópticos satelitales, las formas de exterminio masivo construidas
por el capital matriz, la recurrencia al terrorismo como medio para la guerra y en la
estrategia para burlar la tendencia a la seguridad del régimen democrático.
La necesidad histórica de trastrocar las relaciones sociales es propiciada por las
innovaciones producidas en la creación material, valga decir, formas productivas y
organización del trabajo, empero, los procesos políticos que conllevan al cambio, se
caracterizan por la inusitada crisis del Estado – nación, la emergencia de las
ciudades empresariales y el auge de las regiones trasnacionales, puntualizando el
fenecimiento de una modalidad de sujeción y dominación política bajo la aparición
de otra forma estadual que se catapulta enterrando a su vez la añejada.
La dinámica política actual ha obligado a los exiguos Estados - nacionales a
degradar su papel en la defensa de la soberanía nacional, para que dispongan sus
estructuras sociales y afronten el manejo del proceso de trasnacionalización, con lo
cual se socava la autonomía relativa nacional y se profundiza la crisis del Estado nación. Ese manejo no sólo implica un compromiso con los intereses de las
multinacionales localizadas en los diferentes espacios nacionales, sino también
crear las condiciones jurídico - políticas favorables para la penetración de capitales
y mercancías.
Los Estados – nacionales conservan el control de las tasas impositivas y los
recaudos fiscales, medida que asegura el pago de la deuda, mientras se descargan
de responsabilidades respecto a los servicios básicos – afrontados durante la
vigencia del Estado interventor – subenefector -. Por tanto, aunque predomina la
tendencia a privatizarlos, la tímida prestación de los mismos, asignada a los
municipios, se gestionará con los despóticos impuestos locales.
Los procesos de liberalización y apertura de los mercados asignaron a los diversos
aparatos - dispositivos nacionales la función empresarial, con la consecuente
privatización de las empresas ‘’públicas’’, el aumento de los impuestos al consumo,
la flexibilización del mercado laboral y la remoción de los obstáculos jurídico –
políticos para la entrada de las diferentes fracciones del capital, valga decir, la
soberanía del mercado o lo neoliberal sólo se materializa privatizando.
¿Cuáles proyectos alternativos de ocio ha suscitado el desmonte de lo nacional?
¿La materialización de lo neoliberal se corresponde con algún proyecto hegemónico
cultural y de ocio agenciado por las empresas trasnacionales?
¿Cuál contenido y forma se le asignan a las prácticas de ocio que soportan el
proyecto de soberanía del mercado?
Por consiguiente, el desmonte gradual de los Estados nacionales contiene matices
de acuerdo con la experiencia histórica concreta, y transita de acuerdo a las
resistencias que el capital encuentre en su camino. En Latinoamérica ¿Acaso se han
emprendido proyectos alternativos de sociedad? ¿Qué capacidad de respuesta
frente al estado de perplejidad que produce el desmonte de la mediación
nacionalista se construye en Latinoamérica? ¿Alguna sociedad para el ocio?
Dentro de la exposición de los elementos generales que permiten sugerir el tránsito
hacia la soberanía del mercado y su especificidad en las formaciones sociales
latinoamericanas, es menester reiterar la peculiaridad general y determinante de la
sociedad actual, pues en ella, se despliega un neoproceso de extracción de
plusvalía correspondiente a la hegemonía del capital trasnacional, caracterizado por
la dispersión espacial de las fábricas, las cuales enlazan sus procesos productivos a
través de la microelectrónica, se presenta una variación de la proporción entre
trabajadores asalariados intelectuales y trabajadores asalariados materiales. En
este sentido, distinguimos el actual capitalismo trasnacional, sociedad en la que
tiende a predominar la extracción del trabajo excedente al trabajador intelectual o,
para decirlo con más rigor, la extracción del excedente por el capital y por
consiguiente la acumulación de capital requiere, cada vez más de posicionar más y
más trabajadores intelectuales en la división social del trabajo. Por tanto, las
relaciones sociales de producción se han reordenado: predomina hoy la
sobrevaloración, para la expropiación por el capital, del trabajo intelectual respecto
al trabajo material o mejor, la apropiación del capital del excedente social le exige
adecuarse al filtro que hoy lo garantiza, el trabajo intelectual.
La relación que implica la nueva división social del trabajo articulada por el trabajo
intelectual promueve la modalidad del Estado neoliberal caracterizado por la
tendencia hacia la apertura de mercado, privatización, descentralización y medidas
fiscales al consumo, proyecto de Estado que se superpone a los Estados
interventores latinoamericanos que predominaron, los cuales se caracterizaron por
la hiperconcentración de los aparatos y empresas del Estado – cajas, institutos,
departamentos administrativos, etc.- que hipertrofiaron la función social a través de
medidas fiscales.
¿Cuáles aparatos estatales encarnaron la función estatal de diseminar la cultura
nacional?
¿Qué proyecto de ocio exhibieron los Estados - nacionales latinoamericanos?
¿Acaso adolecieron éstos de un proyecto de ocio que propugnará por la
construcción de la nación?
El proceso de consolidación del Estado neoliberal y la soberanía del mercado en las
formaciones capitalistas latinoamericanas se ha caracterizado por las distorsiones y
condicionamientos por parte del capital norteamericano, lo cual no ha permitido
superar las dependencias de las tecnologías pesadas ni contribuido al despegue y
consolidación de las tecnologías blandas a las cuales hoy se acoge, además
adopta, sin mayor beneficio de inventario, la impositiva tendencia hacia la apertura
del mercado, desmonte de los aparatos de Estado y descentralización.
Los Estados – nacionales latinoamericanos, no contribuyeron ni a la innovación
científica ni a la implementación del salto tecnológico que permitió los medios para
desarticular los aparatos y estructuras del Estado interventor – subenefactor, pero
las fracciones burguesas hegemónicas, valga decir, el bloque de fuerzas en el poder
de los Estados latinoamericanos en las dos ultimas décadas, participaron de la
estrategia política que abrió el paso a la nueva realidad neoliberal caracterizada por
la apertura, la descentralización, los recaudos fiscales al consumo, el remate de
cajas, institutos, empresas de los servicios públicos, bienes industriales,
comerciales y bancarios del Estado interventor – para ello se difundió la ideología
de su ineficiencia -. No obstante, ahora pretende colocar en el timón del carruaje
de la competitividad, eficiencia y productividad a los municipios, asignándoles la
anhelada función de soporte orgánico de la monetización absoluta de las relaciones
sociales.
¿Tal pretensión promueve la construcción de las ciudades – empresas?
¿La reconversión de las ciudades hacia lo empresarial obliga a una reconfiguración
de los espacios de ocio?
¿Qué formas adopta la reconversión de las ‘’ciudades’’ latinoamericanas hacia lo
empresarial?
Analizar los interrogantes propuestos exige una lectura del impacto que debido a la
reordenación del capitalismo ‘’clásico’’, se produce en las relaciones sociales
especificas en América Latina.
Así, pues, la reordenación de la relación de capital en las sociedades clásicas no las
superponemos a las condicionadas latinoamericanas, pues, en la historia reciente
de los Estados – Nacionales en América Latina se debe resaltar el momento entre
finales del 50 y comienzos del 80 donde se impuso el modelo cepalino, industrialización a través de sustituir importaciones e intervención estatal para
promover el ‘’desarrollo económico’’- modelo que generó desproporcionadas
distribuciones de la población en los Estados nacionales de América Latina. Tal
distribución significa que la población tiende a concentrarse en algunos espacios,
principalmente las llamadas capitales, mientras abandona ó tiene crecimientos
vegetativos exiguos en los otros. El fenómeno de la hiperconcentración e
hipoconcentración aparece como uno de los resultados del modelo cepalino. Por
tanto, las migraciones y la dinámica poblacional urbana nos muestran la existencia
de hiperaglomeraciones que aniquilan, de cuajo, la supuesta existencia de
ciudades.
Ante los enunciados, afloran las preguntas: ¿qué tipo de prácticas de ocio han
exhibido las hiperaglomeraciones latinoamericanas? ¿Sociedades construidas para
el ocio o para el arrume fluido de asalariados, desempleados, estudiantes infantes,
etc.?
Las hiperaglomeraciones latinoamericanas alimentadas en la placenta de los
especuladores terratenientes urbanos y su crecimiento utilizado por los partidos
políticos del régimen como instrumento para el control del electorado, aportan
ahora infinidad de problemas que amenazan el statu quo por sus incontrolables
movimientos
migratorios,
dinámica
que
tiende
a
aumentar
la
hiperconcentración. Empero, como no pensar los problemas que aportan tales
hiperaglomeraciones en la construcción de cualquier proyecto social que se piense
el problema de la planificación urbana y la organización de las relaciones sociales
en torno a alguna unidad espacial que pretenda lo solidario.
Por último, la reorganización de las sociedades latinoamericanas bajo la batuta del
capital trasnacional en el proceso de tránsito hacia la soberanía del mercado, es
ovillado por la burguesía con suma pericia, ¿por qué? en la reordenación de las
relaciones especificas entre el capitalismo ‘’clásico’’ y las sociedades
latinoamericanas, no se soslaya, que uno de los puntos definitorios del referido
proceso lo constituye el control sobre cualquier forma organizativa de los
asalariados e hipotéticamente sobre los proyectos solidarios que se construyan
como alternativa a lo neoliberal.
Es decir, políticamente la burguesía constituye nuevas formas de regulación de la
migración de los trabajadores, en tanto, se fijan las relaciones patronales al
espacio nacional, aumentando los controles migratorios.
La movilidad absoluta del capital e inmovilidad de los asalariados nos devela la
pretensión política burguesa de evitar a toda costa el posible levantamiento del
estado de perplejidad del proletariado de las sociedades del capitalismo clásico. El
proletariado norteamericano permanece perplejo frente a las tareas históricas que
debe afrontar como clase ¿acaso se soslayan las condiciones de explotación?
Las fracciones burguesas matrices del capitalismo han mantenido algunas de las
conquistas que estuvieron vigentes durante el Estado de Bienestar en las
sociedades del capitalismo clásico, aunque el desempleo aflore en aquellas
sociedades. Es notoria la política en materia salarial, la cual ha mantenido las
obligaciones sociales adquiridas con los trabajadores creando una masa proletaria
altamente remunerada y fielmente subordinada.
¿Qué sucedería si de repente un alto número de inmigrantes capacitados inundaran
el mercado laboral de los Estados del capitalismo clásico?
La universalización de las destrezas por medio del aparato escolar, posibilitará la
producción de fuerza humana de trabajo altamente calificada, y en los mas
variados oficios, con lo cual se corre el riesgo que con la libre circulación de
asalariados, se rebajen los salarios en las formaciones sociales matrices que
mantienen los ‘’privilegios’’, todo debido a la sobreproducción de la mercancía
humana necesaria y la existencia en el mercado laboral de mano de obra altamente
calificada y dispuesta a venderse por menos remuneración.
¿Acaso esto llevaría a un levantamiento del proletariado norteamericano,
anglosajón, alemán, etc.? ¿Por qué en la sociedad de la libre circulación de
mercancías no se permite la libre circulación de los asalariados?
¿Acaso se produciría una socialización global de asalariados tan temida por el statu
quo?
Finalmente, sí el capital con sus pretensiones absolutas construye y desplaza sus
relaciones por todo el globo terráqueo, cualquier proyecto de sociedad solidaria que
se piense el problema del tiempo para la lúdica y las prácticas de ocio debe
concebirse entre las cenizas de los Estados - nacionales y la nueva realidad
trasnacional. Los proyectos de ocio deben construirse como alternativa a la
sociedad de las mercancías que aprisiona las relaciones sociales.
Quedan trazadas las líneas generales para el estudio del ocio en las sociedades
latinoamericanas, pero nuestra pretensión obliga a continuar el estudio de las
transformaciones en las prácticas de ocio a partir de las reconfiguraciones del
tiempo, el espacio y los proyectos sociales.
¡Sólo queda el inmenso porvenir de construir una sociedad solidaria!
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