Download La política exterior colombiana hacia el este asiático: el capítulo

Document related concepts

Alianza del Pacífico wikipedia , lookup

Lee Myung-bak wikipedia , lookup

Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica wikipedia , lookup

Corea del Sur wikipedia , lookup

Asociación de Naciones del Sudeste Asiático wikipedia , lookup

Transcript
La política exterior colombiana hacia el este asiático:
el capítulo coreano
Autor: Luis Fernando Vargas-Alzate1
Introducción
Las relaciones entre Colombia y Corea del Sur, han estado proverbialmente movidas
por una reciprocidad de afecto y profundo respeto, originada una vez se puso fin a la Guerra
de Corea, luego de la firma del Armisticio de Panmunjom en 1953. Sin embargo, el dinamismo
en el diálogo bilateral ha sido notablemente estático, por lo menos hasta la primera década del
siglo XXI, cuando la administración Uribe Vélez retomó la necesidad de acercarse al Pacífico y
sus múltiples actores. No queriendo anotar que a finales del XX se olvidó el tema, pero sí
apuntando a unas relaciones poco fluidas.
La Corea del pasado se remite al año 108 A.C con la primera invasión por parte de
China y la creación de un país que resulta geográficamente estratégico para las tradicionales
potencias de Japón, China y Rusia. Luego del periodo de Koryo, aparece la Dinastía Li que no
sólo fue la de más duración, sino que fue el escenario de la constante pelea e influencia de las
dos potencias orientales: China y Japón que dan paso a la apertura económica de Corea hacia
Occidente.
Episodios como las guerras Sino-Japonesa y Ruso-Japonesa dejaron a una Corea
perteneciendo directamente a Japón, y que luego de finalizada la Segunda Guerra Mundial
terminó dividida en dos facciones ideológicas. Fue precisamente esa parte meridional la que
defendió valientemente su existencia, liberándose del influjo socialista con ayuda de varios
países, entre los que se incluye Colombia.
La Colombia del pasado es una nación que desarrolló su estructura ligada a los
resultados que las guerras civiles y la tradicionalidad que sus dos grandes partidos políticos
impusieron. Sólo hasta finales del siglo XX y comienzos del XXI se presentaron cambios lo
suficientemente profundos en todas sus áreas. La nueva constitución, escrita en 1991, fue
1
El presente trabajo se ha desarrollado con la colaboración de los estudiantes de Negocios Internacionales
Sebastián Posada y Maria Esther Castelli, quienes han fortalecido la búsqueda de información y las discusiones
sobre los avances alcanzados hasta el momento. Se trata de una primera exploración, sin profundo rigor
conceptual, que debe leerse como el paso inicial a una investigación más elaborada en el futuro cercano.
quizá el instrumento más importante para que la estructura del Estado y la mentalidad
colectiva de la nación dieran un giro importante en su relación y diálogo con el exterior.
A partir de las más recientes estrategias de internacionalización de la economía
colombiana, surgió la posibilidad de replantear los vínculos que con los actores del Pacífico se
han tenido. De tal manera que se involucró directamente a Seúl en los planes de acercarse a la
región más promisoria desde la óptica económica, para el siglo XXI.
Así, se ha llegado a acuerdos en diversas áreas, pero se ha dado un especial interés a la
negociación de un tratado comercial que facilite el intercambio entre las dos naciones en esa
materia. Dicho acuerdo será uno de los temas centrales del presente trabajo, dado que la
administración Santos continúa apostándole a la estrategia de mantener el comercio como
una importante fuente para la formulación y ejecución de la política exterior nacional2.
La construcción de una relación bilateral
Aunque resulte insistente e incisivo el desafortunado tema de lo tardío que se
comprendió la importancia de los actores del este y sudeste asiático por la política exterior
colombiana (PEC), es preciso dar inicio al presente trabajo académico aludiendo a dicho
fenómeno y a la secuencia de cambios presentada durante la última década de relaciones
internacionales del país. Ya Pio García (1997) lo había dejado bien presentado en su
reconocida Dimensión Transpacífica de la Política Exterior Colombiana, cuando enfatizó en la
necesidad de girar hacia el Pacífico (la Cuenca Asiática del mismo) en busca de mayores y
mejores vínculos con la región. Y el mismo autor lo venía reclamando desde 1995 también,
cuando en su obra “Mirar al Asia” presentó un atractivo panorama de lo que Asia, el Pacífico y
puntualmente APEC representaba para la PEC, pero que no estaba siendo tenido en cuenta
aún como punto focal de la dinámica global en la que Colombia debía insertarse.
Las obras escritas de Pío García se convirtieron en un llamado de atención profundo a
la gestión pública nacional, pero que por más insistencia en ello, fue muy poco lo que se
modificó en la tradición nacional de acción y construcción de política exterior. El mismo autor
colombiano había desarrollado un texto en 1994, titulado Asia en la Mira, en el que destacaba
lo urgente de mirar hacia esa región por parte de los dirigentes nacionales. Un párrafo de esa
reflexión expresó lo siguiente:
Aun sin tener plena conciencia de "la vía este asiática de desarrollo", Colombia se va
involucrando en ella, a través de las tres opciones a la mano: el cubrimiento diplomático, la
participación en los entes de cooperación y las actividades de los agentes particulares (García,
1994; 2)
Sin embargo, eso que se expresaba en su momento no fue realmente lo que se tomó
como directriz fundamental del gobierno nacional. Al contrario, Asia y el Pacífico en general
siguieron rezagados como puntos focales del ejercicio diplomático, político y comercial. Así lo
atestigua la obra compilada por la profesora Roldán (2009), en su inventario de acciones y
avances puntuales de la relación bilateral entre los dos actores del sistema internacional.
El comienzo de una relación de amistad
Aunque en relaciones internacionales no es común ni debe hacerse uso de la palabra
amistad para referirse a los vínculos entre Estados, lo real es que en el origen del diálogo
2
Un reciente estudio adelantado por el autor de la presente ponencia, entrega como resultado final la confirmación
de la tesis expuesta. El comercio gradualmente se ha entendido como una plataforma esencial en los procesos útiles
a la formulación y ejecución de la política exterior en Colombia. La obra en mención está en proceso de revisión
para su publicación en la revista Colombia Internacional de la Universidad de los Andes en Bogotá, Colombia.
bilateral entre Colombia y Corea, éste ha sido visto, comprendido y analizado desde una acción
de compromiso fraterno. Así lo han percibido autores como Cepeda y Pardo (1989), García
(1997) y Roldán (2009), cuando señalaron el principio de un diálogo entre Seúl y Bogotá, como
consecuencia de la Guerra de Corea. Incluso, textos críticos como son los de Bárbara
Skladowska (2007), Álvaro Valencia y Jairo Sandoval (2001), también permiten una conclusión
de este tipo.
El acuerdo fundamental entre el presidente Laureano Gómez de Colombia,
Washington y Seúl se hace rígido, y el Batallón Colombia es enviado en 1951 a defender los
intereses de las democracias adscritas a la economía de libre mercado. Quizá una muy buena
muestra de la fraternidad que movió el compromiso citado se deja entrever en los términos
señalados por Skladowska (2007; 83) en su trabajo académico cuando indica que “también
aquí se universalizan y aglutinan ciertos contenidos y, entonces, el conflicto, la patria, la
Guerra de Corea quedan equiparadas con lo que nos es querido”.
Muy particularmente también la Iglesia Católica tomaba partido en esta clase de
compromiso. Se denotó una responsabilidad muy alta de la institucionalidad cristiana cuando
se ponía la defensa de la religión casi al mismo nivel del amparo de la patria. La misma
investigadora lo deja reseñado así cuando expone una destacada equivalencia entre el sentir
patriótico y los sentimientos del creyente al interior del país. En sus palabras, “la unidad en la
fe hizo las veces de un poderoso soporte del mito de unidad nacional” (Skladowska, 2007; 84).
En 1951 la Guerra de Corea se desató. Era el tiempo de la Guerra Fría, y la lucha entre
Washington y Moscú se perfilaba extendida por regiones periféricas dentro de las que terminó
inmersa toda la península coreana. Ante dichas circunstancias, el gobierno de Colombia envió
sus hombres y una fragata3. Luego de la condena dada por el Consejo de Seguridad de
Naciones Unidas a Corea del Norte, Colombia participó en la fuerza multilateral que viajó a la
región con objeto de repeler su ataque. El discurso del diplomático conservador Roberto
Urdaneta Arbeláez –el 05 de noviembre de 1951-, citado por Cepeda y Pardo (1989), quedó
expresado en los siguientes términos:
(…) La fragata Almirante Padilla y el Batallón Colombia luchan con coraje en los frentes de
Corea, por una noción cristiana de la vida. El gobierno resolvió ofrecer por vuestro conducto
excelente su contingente para la cruzada anticomunista. Por todo ello, vuestro ascenso en nada
menos que al solio del Libertador es garantía de la continuidad de la política internacional que
alinea a Colombia al lado de las potencias occidentales y sostiene la solidaridad del hemisferio.
Ante la participación de los militares colombianos en esa fuerza de paz que Naciones
Unidas4 determinó enviar para resolver la situación de la península, empezó a darse un diálogo
que catapultó la imagen del soldado y ciudadano colombiano en general, como personas de
3
Puede ser difícil determinar el número de efectivos militares colombianos que viajaron a defender los intereses de
Occidente en la guerra. Cepeda y Pardo (1989) se refieren a 1000 hombres, mientras la embajada de Corea en
Colombia, publica en su página oficial que fueron 4.300 efectivos. No obstante, el Decreto 3230 del 23 de octubre
de 1950, que autoriza la participación colombiana en el conflicto, dio pie a la formación de un batallón menor de
1.080 hombres, tal como está referido en la obra de Tirado y Holguín (1995), por tanto podría señalarse que la cifra
más cercana a lo real es la que Cepeda y Pardo (1989) han determinado en su investigación.
De acuerdo con un reciente trabajo del profesor Adolfo León Atehortúa (2008), los Estados Unidos de América
terminaron aceptando la participación de contingentes latinoamericanos con una cantidad mínima de mil hombres,
cuando sus pretensiones iniciales pretendió tener a su disposición divisiones latinoamericanas superiores a los diez
mil efectivos militares por cada país que decidiera apoyar la causa intervencionista.
4
La Organización de las Naciones Unidas estuvo dedicada cuidadosamente al problema de la península. Sin
embargo la obtención del consenso frente a dicha situación se hizo supremamente compleja, dado que al interior
del Consejo de Seguridad se encontraban dos Estados contradictores de las tendencias occidentales que habían
dado vida a la organización luego de la Segunda Guerra Mundial: China y la Unión Soviética. Esta fue la primera
ocasión en que la Organización conformó una fuerza multilateral para enviar a un lugar determinado en la defensa
de intereses puntuales de las democracias occidentales. La información puede ampliarse en el texto de VargasAlzate (2010), sobre el rol diplomático de la ONU durante la Guerra Fría.
altísima aceptación para la sociedad coreana. Luego del Armisticio de Panmunjom5, un
sentimiento de agradecimiento frente a la sociedad colombiana quedó anclado en los
dirigentes de la República de Corea. Fue así, entonces, como se dio inicio al diálogo bilateral
entre ambas naciones.
A pesar de ese punto inicial de contacto entre ambas sociedades, sólo fue hasta 1962
que los lazos políticos y diplomáticos se reconocieron por parte de ambas repúblicas (Roldán,
2009). Aunque eso no indica necesariamente la apertura de embajadas u oficinas consulares o
misiones diplomáticas, pues pasaría casi una década para que esto se presentara.6
La embajada de Seúl en Bogotá sólo se abrió hacia 1971, cuando por iniciativa del
gobierno coreano se construyeron lazos más formales con Colombia. Esto, ciertamente como
consecuencia del proceso que se cito en el párrafo anterior. A su vez, hay una coincidencia del
fortalecimiento del diálogo con Corea y la ampliación de las relaciones con muchos de los
países asiáticos y oceánicos que tenían directamente sus costas sobre el océano Pacífico. Tal
como resulta expresado en el trabajo del profesor García (1997), la fase de ampliación de las
relaciones involucró a Australia (1975), Nueva Zelanda (1978), Tailandia (1979), Indonesia y
China (1980), Malasia (1987) y Corea del Norte (1988). Este pudo ser el momento inicial del
auge asiático para los nacionales de Colombia. A pesar de ello, la dinámica misma del diálogo
político no prosperó lo suficiente.
Para 1978 se presentó la apertura de la embajada colombiana en Seúl (Roldán, 2009),
coincidiendo con un aislamiento pasmoso frente a China, obligado por las relaciones
bilaterales con Washington y todo lo que el esquema de la Guerra Fría representaba en su
momento. Un par de años más tarde, hacia 1981, se presentó la firma de uno de los
documentos más importantes en la construcción plena del bilateralismo entre Colombia y
Corea. Se trata del Convenio de Cooperación Técnica y Científica, el cual se puso en vigencia en
febrero de 1982 y facilitó a ambos actores aprovechar los avances que en dicha materia se
pudiesen presentar (Roldán, 2009).
Posterior a la firma el acuerdo que recién se cita, el Centro de Comercio Internacional
(1983), surgido dentro del diálogo UNCTAD/GATT7, empezó un análisis concienzudo de lo que
la economía surcoreana podía estar representando a los intereses del mercado global. Como
resultado de ello, surgió un estudio económico y de mercado en el que se puso especial
referencia a las perspectivas de las importaciones procedentes de países en desarrollo. El
análisis de las tendencias y la estructura de las importaciones, la posición ocupada al interior
de la economía coreana, los reglamentos, trámites de importación, redes de distribución,
publicidad transporte y comercialización; además de mucha información sobre empresarios y
comerciantes del país, motivó a que muchas economías en desarrollo desearan estrechar lazos
económicos con Seúl. Colombia no fue la excepción.
Durante la administración de Virgilio Barco Vargas (1986-1990) se dio la primera
iniciativa para que un mandatario colombiano de primera línea visitara Seúl en viaje oficial.
Con tan mala fortuna para el jefe de Estado colombiano que tuvo que pasar muchos días
hospitalizado en territorio coreano a causa de una delicada enfermedad (Barbosa, et.al., 2011),
5
El Armisticio de Panmunjom, firmado el 27 de julio de 1953, puso fin al conflicto en la península coreana, dejando
todo como se hallaba al inicio del conflicto. El paralelo 38ºN continuaría siendo la línea divisoria entre las dos
unidades políticas involucradas.
6
Según la investigación de Barbosa, Posada y Serrano (2011), para que se llegara a esta línea diplomática entre
ambos Estados, tuvo mucho que ver la participación de Washington en el proceso de acercamiento. Las
negociaciones, sin tener completa claridad sobre la iniciativa, se presupone que fue más el deseo coreano que el
colombiano el que primó en la concreción
7
La UNCTAD es la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo y el GATT es el Acuerdo
General sobre Aranceles y Comercio. Ambos se convierten en importante antecedente de la configuración final de
la Organización Mundial del Comercio, nacida a partir de la culminación de la Ronda Uruguay en 1994.
lo que impidió alcanzar mejores acuerdos a los obtenidos quizá. No obstante, el deseo de
formalizar vínculos económicos prosperó y se convirtió de manera gradual en el eje transversal
de las relaciones bilaterales entre Corea y Colombia. Actualmente, por ejemplo, todo análisis
que se hace de las mismas, tiene un punto del cual se desprenden: las negociaciones del
tratado de libre comercio entre ambas economías.
Curiosamente aunque el presidente colombiano Ernesto Samper visitó Seúl en 19968
los años 90 no fueron los más dinámicos en el diálogo que estos dos actores habían alcanzado
hasta entonces. Si bien Colombia ganaba terreno en el espacio geográfico multilateral del
Océano Pacífico, en términos bilaterales empezaba a evidenciar estancamiento. El trabajo del
profesor García (1997) hace énfasis particular en los avances alcanzados en esa línea durante
esta década. Para el año 94, por ejemplo, Colombia era aceptada en el PBEC (Pacific Basin
Economic Council) y en el PECC (Pacific Economic Cooperation Council). Sin embargo, tampoco
fue una gestión completa para la multilateralidad, dado que el ingreso al más importante de
los Foros quedó en stand by, puesto que APEC (Asian Pacific Economic Cooperation) cerró su
membresía en el segundo lustro de la década y Colombia se quedó por fuera. En esencia, lo
que se permite entrever en el estudio de la región asiática con costas en el Océano Pacífico
para la década de los años 90, es que Colombia hizo un intento por volcarse a la región, pero
éste se vio contrastado por el bajo interés asiático y oceánico por entablar y fortalecer
relaciones con el país (García, 1997).
Para el siglo XXI la situación se va a tornar un tanto diferente. Con un alto componente
económico, el diálogo entre Colombia y las economías con litoral sobre el Pacífico ha
evolucionado radicalmente. Puntualmente con Corea del Sur el acercamiento ha sido más que
evidente. En moneda contante y sonante, se habla de una cooperación desde Corea hacia
Colombia del orden de U$D156.000 para 2005, U$D97.000 en 2006 y U$D3’000.000 para el
año 2007 (Barbosa, et.al., 2011). A ello se suma que en 2008 y para los años posteriores, la
cifra de cooperación internacional desde Corea recibida por el país continuó su ritmo
ascendente, tal como lo enseña la Evaluación Conjunta de la Declaración de Paris, hecha por el
Centro de Pensamiento Estratégico Internacional (CEPEI, 2010).
En 2009 además, se estableció la oficina en Colombia de la KOICA (Agencia de
Cooperación Internacional de Corea), para fortalecer las relaciones entre Seúl y Bogotá y para
lograr que los avances dados durante toda la primera década del siglo XXI no quedaran
rezagados. La creación de la citada oficina mantuvo la tendencia de atracción de cooperantes
por parte del gobierno nacional que, como está presentado por la Presidencia de la República,
durante los ocho años de la administración Uribe Vélez (2002-2010) avanzó de 120 millones de
dólares en promedio por año, a unos 350.
El siglo XXI abrió con la visita de Ban Ki Moon a Colombia, actuando como viceministro
de Relaciones Exteriores de Corea y fue presagio de múltiples visitas de funcionarios da ambas
naciones en las dos direcciones. No obstante, se hizo mucho más evidente el deseo
colombiano de fortalecer los vínculos que el coreano mismo. Fueron a Seúl durante los
primeros diez años del siglo, la Presidenta del Congreso de la República, el Vicepresidente, el
Ministro de Minas y Energía, el director de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, la Ministra
de Comunicaciones, y el ministro de exteriores, Fernando Araujo Perdomo, en busca de
aceptación y réditos para el país. A su vez, se recibió en Colombia a los presidentes de KOICA,
Jang-bum Shin (2008) y Daewon Park (2009), al ministro de asuntos patriotas y veteranos de
8
La visita oficial del presidente Ernesto Samper a Seúl se dio el día viernes 24 de octubre de 1996, tal como lo
reseñó el periódico el Tiempo en su edición del mismo día. En ella se lograron algunos acuerdos bilaterales y se tuvo
la oportunidad de participar, junto con empresarios nacionales, en algunas ruedas de negocios en las que se
apreciaran las oportunidades para la producción colombiana en tierras coreanas. A su vez, se trató el tema de la
atracción de inversión hacia el país.
Corea, Yang Kim, al viceministro de conocimiento y economía, Young-Hak Kim, y al
Viceministro de Asuntos Multilaterales de la Cancillería coreana (Barbosa, et. al., 2011).
El último ministro de exteriores de la administración Uribe Vélez, Jaime Bermudez
Merizalde, tuvo un buen desempeño frente al tema. Estuvo de visita en Seúl, reuniéndose con
su homólogo y con el presidente de la República, el señor Lee Myung-bak, dando origen y
posterior impulso a la negociación de un tratado de libre comercio entre las dos economías
(Roldán, 2009). Su papel, junto con el de Luis Guillermo Plata, fue importante en la
consolidación del Acuerdo de Promoción y Protección de Inversiones y el negociado para evitar
la doble tributación entre los dos países. Dichos acuerdos, pero sobre todo el segundo,
involucraron también los intereses de Chile, en algo que pudiese empezar a notarse más
multilateral hacia la región pacífica.
Dentro de los avances más recientes en la relación mutua, están los acuerdos de
diverso tipo alcanzados en septiembre de 2011, en la visita que hiciera el jefe de Estado y
gobierno colombiano a Seúl. Los presidentes Juan Manuel Santos y Lee Myung-bak
estamparon su firma en cinco acuerdos de cooperación energética, minera y de
infraestructura. Quizá lo más notable del encuentro bilateral es el hecho determinado por
ambos gobiernos para subirle el nivel a la relación entre ellos. A partir de ese último dialogo se
expresó que “ambos países han acordado elevar sus relaciones al nivel de asociación
estratégica”, lo que dejó en muy buena posición a la diplomacia colombiana y política exterior
del país en general (EFE, 2011).
Una mirada no tan política
La realidad en torno a la construcción de la bilateralidad entre Corea del Sur y
Colombia es que no se tejió un vínculo tan político como sí simbólico y económico. La
participación del Batallón Colombia en el conflicto en la península particularmente hizo que lo
que en Colombia es poco común, sucediera. Hubo efectos de largo plazo en la relación entre
los dos países.
La política exterior colombiana, que no está ni ha estado planificada para obtener
resultados de largo plazo9, obtuvo beneficios directos desprendidos da la participación en uno
de los más sonados conflictos periféricos de la Guerra Fría. Involucrarse en la Guerra de Corea
otorgó beneficios a largo plazo para la nación cafetera, que no estuvieron contemplados en un
principio como contraprestación por la ayuda a la nación asiática en su lucha intestina contra
la intervención directa del socialismo chino-soviético. La decisión de ingresar al conflicto, como
se ha visto, no fue una decisión autónoma. Se trató antes que eso, de una presión ejercida por
parte del gobierno estadounidense sobre toda la región latinoamericana (Urán, 1986), ante lo
cual solo respondió la nación Colombiana, situándola hoy con importantes beneficios anclados
a la tradicional “amistad”.
Reforzando este punto está el hecho ya citado sobre el nivel político alcanzado entre
los dos actores globales recientemente. La República de Corea ha elevado la relación con
Colombia a categoría de Relación Estratégica tal como lo expresa, el embajador de Corea en
Colombia, Choo Jong-Youn, en su saludo virtual en la web de la embajada:
Ahora bien, Corea estableció relaciones diplomáticas con Colombia hasta 1962, después de
haber sido el único país latinoamericano que envió un batallón de soldados (…) a luchar en la
Guerra, sin tener en cuenta que para el momento las relaciones diplomáticas no estaban
formalizadas. Es por esto que los lazos entre Colombia y Corea se basan sobre una relación de
9
Al respecto son muchos los trabajos e investigaciones que se han adelantado hasta llegar a esa conclusión.
Autores, analistas e investigadores en general coinciden en ello. Dos obras importantes sobre las que el lector bien
puede profundizar al respecto son la de Borda y Tickner (2011) y la de Ardila at. el., (2008).
lucha, sacrifico y amistad histórica, que ha ido fortaleciendo e incrementando la relación
bilateral a través de los años.
Pero lo simbólico también empieza a ceder ante las coyunturas. De ahí que los lazos
políticos se tornen cada vez más necesarios. Ya son varias las generaciones que han quedado
atrás y no es fácil mantener el espíritu de agradecimiento si éste no va acompañado de
acuerdos, cooperación estratégica y credibilidad entre las dos naciones. En su texto, Fernando
Barbosa (2011) deja entrever la necesidad de lazos políticos más fuertes y duraderos:
Desde otra perspectiva, la participación de Colombia en la Guerra de Corea, que ha sido el pilar
más significativo desde el punto de vista simbólico en las construcción de las relaciones no sólo
gubernamentales sino comerciales, cada día es menos conocida por los jóvenes coreanos. Y la
generación de personas que participaron en la contienda y que se encargaron de la
reconstrucción del país, los mismos que reconocían el aporte militar colombiano, cada vez
están más lejos de las actividades en todos los campos (Barbosa, et. al., 2011).
Tal como puede ser perceptible con relativa facilidad, el bilateralismo gestado desde
Washington para estas dos naciones, no tuvo un origen identificado en la política doméstica de
las mismas sino más bien en las circunstancias impuestas desde afuera. Una simbología
heroica los mantuvo unidos durante un par de décadas y las razones económicas los
conservaron hablando el lenguaje común de los negocios internacionales. La política y sus
regímenes no fue lo que mantuvo la estabilidad de la que se ha gozado hasta ahora. Más
puede atribuírsele a los intereses económicos que a otra cosa. Esto, aunque desde la
Cancillería se tenga un listado de aspectos básicos para la relación, tales como salud,
educación, medio ambiente y energía.
En la relación bilateral objeto de estudio de la presente investigación, lo político y lo
económico terminan siempre difuminados de tal manera que se hace incomprensible su
separación. En el más reciente de los encuentros de alto nivel, cada palabra pronunciada por el
presidente Juan Manuel Santos destacaba la importancia de las relaciones económicas con
Corea (extracto de la página web de la Cancillería colombiana)10:
El Presidente Santos recordó que hace 18 años visitó a Corea con la intención “fortalecer las relaciones
comerciales, de buscar acuerdos comerciales y mejorar la relación comercial de los dos países”. Sin
embargo, sólo hasta esta semana se concretó esta relación comercial con ese país asiático.
“Todo esto lo que genera es empleo, producción, actividad económica, inversión. Eso ayuda a las
condiciones que hemos considerado necesarias para lograr las metas. Mayor crecimiento económico,
mayor inversión, que se traduce en más empleo y en más prosperidad”, recalcó el Jefe de Estado sobre los
beneficios de los acuerdos firmados con Corea.
El Presidente Santos consideró que las economías de Colombia y Corea son complementarias, por lo cual
su potencial es inmenso.
“El potencial de Colombia y Corea es inmenso. Son dos economías que se complementan. Y la experiencia
coreana para nosotros los colombianos ha sido una experiencia que hemos querido vincularla.
Necesitamos su tecnología, necesitamos su capacidad de producción. Por eso personalmente como
Presidente me congratulo tanto de ese paso que hemos dado el día de hoy”, concluyó el Jefe de Estado.
Quizá una de las más importantes razones políticas que unen a Colombia y Corea tenga
que ver con lo requerido para el ingreso próximo de Colombia al APEC. En ello, ambos
gobiernos han encontrado puntos convergentes y se ha notado que Seúl tiene un compromiso
fiel para apoyar la causa nacional. No obstante, esta gestión puede tornarse también
profundamente económica, pues lo que se persigue es el ingreso a un foro de economías
promisorias del Pacífico que han trazado como reto fundamental, sacar adelante procesos de
competitividad y crecimiento, útiles al desarrollo pleno de sus sociedades.
10
La información se encuentra en el siguiente link: http://www.cancilleria.gov.co/news/news/node/813
Información recuperada el 05 de mayo de 2012.
El tema del ingreso de Colombia al foro APEC ha sido abordado ya por muchos
investigadores que analizan cómo el país se esfuerza por alcanzarlo, aunque sin resultados
positivos a causa de la suspensión de la membresía desde 199811 hasta la fecha. Las últimas
economías en ingresar fueron Perú, Rusia y Vietnam. Sin embargo, el asocio con Corea del Sur
es uno más de los eslabones de la cadena que puede llevar a Colombia a formar parte del
citado club económico. Seúl ya se ha manifestado apoyando en todos los niveles políticos el
ingreso colombiano (Roldán, 2009).
El respaldo se renovó recientemente en un encuentro bilateral menos formal,
desarrollado en Brasilia mientras se daba la posesión de la actual presidenta Dilma Rousseff en
enero de 2011. Así quedó reseñado por la oficina de comunicaciones de la presidencia de la
República12:
El Gobierno de Corea del Sur le expresó este sábado su apoyo a Colombia para ingresar al Foro de
Cooperación Económica Asia-Pacífico (Apec).
El respaldo fue expresado al Presidente Juan Manuel Santos por el Primer Ministro de la nación asiática,
Kim Hwang-sik, durante una reunión bilateral celebrada en Brasilia en el marco de la toma de posesión de
la Mandataria de Brasil, Dilma Rousseff.
Durante la reunión, que duró media hora, el Primer Ministro coreano también invitó a Santos a visitar a
Seúl este año.
Añadió que Corea espera finiquitar lo más pronto posible las negociaciones del TLC con Colombia. Así
mismo, Kim Hwang-sik destacó que muchas empresas surcoreanas están interesadas en participar en
proyectos de infraestructura en Colombia.
Le expresó también que los ciudadanos de su país quieren a los colombianos como hermanos de sangre y
que esperan fortalecer sus lazos de amistad.
Pero también se ha reafirmado en varias conversaciones que analistas, periodistas y
académicos han tenido con altos diplomáticos coreanos. Es el caso, por ejemplo, de la
entrevista que realizó a principios del año el internacionalista Gerney Ríos González (2012) al
embajador coreano en Bogotá. El diplomático señaló que en efecto existe un compromiso
directo para apoyar a Colombia en sus pretensiones de ingresar al foro, dadas las ventajas
otorgadas por el Área de Integración Profunda. Sin embargo, también fue muy enfático en que
Colombia debe demostrarle a los miembros del foro (APEC) que la economía nacional está lista
para ajustarse a los lineamientos del mismo, en toda materia. Eso facilitará el consenso al
interior del club económico que cumple ya dos décadas de existencia.
La economía y la manera de entender el diálogo entre Colombia y Corea del Sur
Puede señalarse sin temor a cometer errores, que es la economía de libre mercado y
todo lo que ésta conlleva, lo que en mayor medida ha sostenido, procurado y fortalecido el
bilateralismo entre las dos unidades políticas involucradas en el presente estudio. A diferencia
de la relación política entre ellas, los inicios de la relación económica y comercial se sitúan
fundamentalmente en las dos últimas décadas del siglo XX, incrementándose en mayor
proporción el flujo comercial de Corea hacia Colombia, que el previsto en sentido contrario.
Posterior al estudio desarrollado por el Centro de Comercio Internacional (1983) sobre
el significado y las oportunidades de la economía coreana para otras economías en desarrollo,
pudo definirse una serie de productos en los cuales había que orientar el esfuerzo de las
11
La membresía se suspendió coincidiendo con la crisis asiática de finales de los 90. Entre el 14 y 15 de noviembre
de 1998 se determinó el ingreso de los últimos miembros (Perú, Rusia y Vietnam) y desde entonces no se ha
admitido a nuevos miembros. Sitio Web APEC: http://www.apec.org/About-Us/About-APEC/MemberEconomies.aspx Fecha de consulta: mayo 08 de 2012.
12
http://wsp.presidencia.gov.co/Prensa/2011/Enero/Paginas/20110101_01.aspx Fecha de consulta: mayo 08 de
2012.
exportaciones hacia ese potencial mercado. Productos alimenticios, materias primas agrícolas,
semillas, nueces oleaginosas, aceites, grasas, pieles, cueros, madera, textiles, productos de
metal y mineral de hierro, maquinaria y utensilios eléctricos, barcos y botes, entre otros,
estuvieron dentro de la consideración realizada. La economía colombiana, y su sector
productivo en general, empezó a analizar las opciones existentes. No obstante, el avance
comercial o de flujos entre exportaciones e importaciones de las dos economías en estudio
permaneció por niveles muy bajos.
Para 1971, Colombia estaba exportando a Corea alrededor de doscientos mil dólares.
Cinco años después la cifra se había ampliado a U$D1’400.000, y en 1981 se determinó un
valor total de U$D2’800.000 (Centro de Comercio Internacional, 1983). Se trató hasta la
década de los 80 de un flujo muy bajo de exportaciones nacionales hacia ese mercado, lo que
puede explicarse fácilmente dadas las condiciones y circunstancias que el modelo económico
colombiano poseía. Luego de los 90 se dio el proceso aperturista que tiene al país exportando
cifras mucho más decorosas frente a las exigencias del mercado mundial y específicamente
coreano. Según Mincomercio, para 1991 por ejemplo, las exportaciones desde Colombia hacia
Corea del Sur estuvieron situadas enU$D17’244.104 y la evolución se fue dando de manera
gradual hasta llegar a una cifra de U$D372’660.520 para 2010.
Sin embargo, el mismo Centro de Comercio Internacional informó, a través de Trade
Map, que las exportaciones de Colombia hacia Corea del Sur habían decaído en casi 98
millones de dólares, pues la cifra reportada fue de U$D275.416.000, hecho que genera muchas
inquietudes sobre lo que pueda representar o no la negociación del tratado de libre comercio
con los coreanos.
Ahora desde la perspectiva de las importaciones, y según datos del estudio adelantado
por el Centro de Estudios Asia Pacífico (Roldán et. al., 2011), entre 2006 y 2010 las
importaciones de Corea del Sur a Colombia se incrementaron en un 23.6%. Recíprocamente las
exportaciones de Colombia hacia Corea del Sur crecieron en un 85,3% en el mismo periodo. Es
importante tomar nota del cambio drástico entre la relación comercial de los dos países a
partir de los inicios del siglo XXI, momento en el cual se hace evidente el incremento
exponencial en el intercambio de bienes entre ambas naciones, con una evidente etapa de
receso entre los años 2008 y 2009.
Y aunque realmente el flujo de intercambio entre las dos naciones ha presentado el
citado incremento, cabe resaltar que las exportaciones colombianas a Corea del Sur para el
año 2010 tuvieron una equivalencia de sólo el 0,94% de todas las exportaciones del país,
igualmente las importaciones del país desde Corea del Sur para el mismo periodo tuvieron una
participación del 2,31% del total de las importaciones (Roldán, et. al., 2011). Resulta
impactante está cifra si se mira que del año 2001 al 2011 las exportaciones Colombianas a
Corea del Sur han crecido en un 803%, inclusive antes de que se tenga en ejecución EL TLC con
la misma.
Históricamente el comercio entre las dos naciones ha tenido las variaciones que
pueden percibirse en las gráficas expuestas a continuación. En primera instancia se presenta
una gráfica en la que puede percibirse el avance de los flujos de exportaciones a partir de la
Apertura Económica en Colombia. Tal como se ha descrito en líneas anteriores, la movilidad o
el volumen de exportaciones fue realmente muy bajo, sólo hasta el siglo XXI se presentará el
quiebre positivo para Colombia en sus ventas hacia el país asiático.
EXPORTACIONES COLOMBIANAS A COREA DEL SUR
$400,000,000
$350,000,000
$300,000,000
$250,000,000
DOLARES
$200,000,000
$150,000,000
$100,000,000
$50,000,000
2011
2010
2009
2008
2007
2006
2005
2004
2003
2002
2001
2000
1999
1998
1997
1996
1995
1994
1993
1992
1991
$0
Gráfica 1. Fuente: Elaboración propia con información de trademap.org http://www.trademap.org/Bilateral_TS.aspx
En un período más corto, que sólo incluya la primera década del siglo XXI, la gráfica
deja de ser tan plana en sus primeros segmentos y se orienta directamente al ascenso
exportable de productos nacionales que empezaron a ser demandados por los coreanos. Esto
es consecuente con las explicaciones iniciales en las cuales se demostró el acercamiento de la
administración Uribe Vélez con algunos actores relevantes del Pacífico.
500000
EXPORTACIONES DE COLOMBIA A COREA DEL SUR
450000
400000
350000
300000
250000
200000
150000
Miles de Dolares
100000
50000
0
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
Gráfica 2. Fuente: elaboración propia con información de trademap.org http://www.trademap.org/Bilateral_TS.aspx
2010
2011
La gráfica de las importaciones o compras que Colombia hace desde la economía
coreana, para la primera década del siglo XXI, se resume en el siguiente ejercicio:
IMPORTACIONES DESDE COREA DEL SUR
1800000
1600000
MILES DE DOLARES
1400000
1200000
1000000
800000
600000
400000
200000
0
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
Gráfica 3. Fuente: elaboración propia con información de trademap.org http://www.trademap.org/Bilateral_TS.aspx
Luego de hacer seguimiento al detalle de la relación comercial, Se evidencia con
relativa facilidad que el incremento de la actividad con Corea no se reduce netamente al tema
comercial; podemos ver según datos obtenidos por el Centro de Estudios Asia Pacifico a través
del Korea Exports-Imports Bank, que la inversión Coreana en Colombia a principios de la
década, es decir años 2000, 2001 y 2002 resultó prácticamente nula; para el año 2007 esta
inversión rondaba los 22 millones de dólares, llegando en el 2010 a los 26 millones, después de
superar un bache en los años 2008 y 2009 como consecuencia a la crisis global.
Cabe anotar que de las importaciones realizadas por Colombia desde Corea del Sur en
el periodo 2006-2010 el 27,1% fueron automóviles, es decir productos con alto valor agregado
que no se producen en Colombia, mientras que las exportaciones realizadas por Colombia en
el mismo periodo tuvieron un alto componente de commodities o producción manufacturera
de relativo bajo valor agregado. Se totalizó, entre otros productos, un 30,3% fue ferroníquel y
un 20,3% de café sin tostar, sin descafeinar. A partir de ello, es perceptible que la vocación de
las ventas colombianas hacia el exterior se mantienen en una línea del comercio internacional
adscrita al a exportación de materia prima, por lo que se requiere incentivar el desarrollo de
productos de alto valor agregado, en procura de altos niveles de competitividad.
La evolución que se percibe en las gráficas sobre los flujos de comercio entre las dos
naciones13, gradualmente se fue convirtiendo en un llamado de atención para sus gobiernos en
procura de acuerdos que faciliten el diálogo comercial. Un tratado de libre comercio (TLC) no
estaría necesariamente en las conversaciones iniciales. Sin embargo, a eso se llegó luego de
estudios previos que posibilitaron su negociación. Informaciones actualizadas a 2011 ponen de
manifiesto el flujo comercial entre las dos economías en un estimado de dos mil millones de
dólares. No obstante, por alguna razón, el nivel de ventas a ese destino decayó para el último
13
Es importante diferenciar este flujo de exportaciones e importaciones entre los dos mercados de lo que pueda
representar el de inversiones. Al respecto, la presente investigación tendrá una sección especial, con objeto de
medir las variaciones de las mismas al finalizar la negociación del tratado de libre comercio entre ellos.
año, pues tal como se deja ver en la gráfica 2, hubo caída en las exportaciones. Mientras que
las compras mantuvieron la tendencia.
Un tratado de libre comercio
Ante ese panorama analizado hasta el momento, surgió, entonces, la idea de vincular a
ambas economías en la dirección del libre comercio. Superados los acuerdos preferenciales o
de alcance parcial entre Colombia y Corea del Sur, se decidió por parte de ambas
administraciones dar marcha a la negociación directa de un tratado que redujera al mínimo
posible las cargas impositivas al comercio, facilitara el ambiente de negocios y diera atractivos
beneficios a la inversión. Así se dio marcha a las conversaciones, a partir del 18 de noviembre
de 2009, cuando en el desarrollo del encuentro de Inversión Colombia 2009 se avaló el
resultado del estudio de pre factibilidad elaborado por Fedesarrollo y se trazó la fecha del 07
de diciembre para dar comienzo a las negociaciones del acuerdo.
Efectivamente, tal como se pactó en el primer acercamiento en Bogotá, la primera
ronda de negociaciones del TLC se desarrolló en Seúl, entre los días 07 y 09 de diciembre del
año 2009. En su momento, de acuerdo con el ministerio de comercio, industria y turismo
colombiano, las exportaciones nacionales hacia Corea se situaron (entre enero y septiembre)
en 74 millones de dólares; mientras la cifra de importaciones estuvo instalada en 482 millones
para el mismo período. En esencia se trataba, en su momento, de una balanza comercial
ampliamente desfavorable para el país. Dicho desbalance sigue vigente hasta el presente,
cuando se habla de un desequilibrio superior a los mil millones dólares, como se dejó
evidenciado en las gráficas anteriores.
Las rondas de negociación han venido dejando un camino de avances en el diálogo
bilateral comercial que ha puesto a muchos sectores económicos del país a analizar las
posibilidades que se abren ante la puesta en marcha del acuerdo que se negocia. A
continuación se deja una reseña del proceso y de los logros más relevantes que se han
alcanzado hasta la culminación del sexto encuentro, recientemente realizado en la ciudad de
Cartagena de indias, en Colombia.
Rondas de negociación del Tratado de Libre Comercio y evolución temática14
Primera ronda, negociada en Seúl, Corea
Se da inicio al proceso de negociación
Fecha: 07 al 09 de diciembre de 2009.
Creación de la estructura, objetivos y principios del tratado, se recordó la importancia del sector servicios para ambos países el cual representa
un crecimiento del PIB coreano y una posibilidad atractiva de inversión para Colombia
Segunda Ronda, negociada en Bogotá, Colombia
Lugar y fecha
Agricultura
Reglas de Origen
Política de Competencia
Bogotá, 1 al 5
marzo, 2010.
-Corea indicó no ver
la necesidad de
contar con una
sección de
agricultura y solo
propone un artículo
relacionado con
salvaguardia
agrícola.
- No es de interés
coreano la inclusión
de disciplinas como
subsidios a la
exportación,
-Se pactaron total o
parcialmente los
siguientes artículos:
certificado de
origen, solicitud de
trato arancelario
preferencial,
solicitudes
posteriores al trato
arancelario
preferencial,
exención al
certificado de
origen, obligaciones
-La definición de prácticas
anticompetitivas. Sobre
este punto las partes
manifestaron su
entendimiento común
sobre la capacidad de
cada legislación de
determinar el contenido
de las prácticas
consideradas restrictivas.
14
Entrada temporal de
personas de negocios
-Dentro de los temas ya
acordados se encuentra la
obligación general de
otorgar las visas y
documentos confirmatorios
a las personas de negocios;
la limitación al costo de las
visas en relación al costo del
análisis de los documentos
presentados; eliminación de
las evaluaciones de
necesidad económica para
casi todas las categorías de
personas de negocios.
Inversión
-Avances
importantes en lo
relacionado con el
mecanismo de
solución de
controversias
inversionista.
(Agotamiento de
la vía gubernativa
o negociaciones
como condiciones
previas al arbitraje
internacional).
Asuntos
Institucionales
Se acordaron principios
rectores del Tratado,
tales como:
• La importancia de
reconocer reglas claras
para el intercambio
comercial de bienes y
servicios
• El reconocimiento de
la importancia de
eliminar las barreras
que impiden el
comercio y la inversión
en el territorio de las
La información contenida en los cuadros que reflejarán el avance de las negociaciones y sus resultados ha sido
extraída del sitio web oficial del Ministerio de Comercio Industria y Turismo de Colombia. La dirección consultada
es: http://www.tlc.gov.co/publicaciones.php?id=738 Fecha de consulta 12 de mayo de 2012.
administración de
contingentes y
cualquier subcomité
especializado.
Partes.
• El compromiso de
desarrollar el comercio
y la inversión
protegiendo el medio
ambiente.
• El deseo de
incrementar los
estándares en los
niveles de vida,
promover el
crecimiento y la
estabilidad económica,
creación de nuevas
oportunidades de
empleo al liberar y
expandir el comercio y
la inversión en sus
territorios.
• El fortalecimiento de
los lazos de amistad y
cooperación entre las
partes.
-Se acordó la creación
de la Comisión de Libre
Comercio conformada
por los Ministros de
Comercio de las dos
Partes.
respecto a las
exportaciones,
requisitos para
mantener registros,
discrepancias y
errores de forma.
Tercera ronda, negociada en Seúl, Corea
Lugar y
fecha
Agricultura
Reglas y procedimientos de
origen
Administración aduanera
y facilitación al comercio
Medidas sanitarias y
fitosanitarias
Servicios de
telecomunicaciones
Seúl, 14 al
18 de junio
de 2010.
-Solo una
pequeña parte de
las exportaciones
coreanas se
benefician de los
subsidios y para
ellos están
permitidos en el
marco de la OMC.
-Corea propone
no establecer un
comité específico
para agricultura,
sino uno general
para todo acceso
en bienes.
-Se ha pactado alrededor de un
40% de los REOs en los siguientes
capítulos: productos minerales,
sector químico, plásticos, caucho
y sus manufacturas, pieles y
peletería, madera, corcho, pulpa
de papel, productos editoriales,
sombreros, paraguas, plumas,
cerámica, vidrio, joyería,
manufacturas de piedra,
herramientas y manufactura de
metal, instrumentos musicales,
manufacturas diversas, obras de
arte.
-REOS: productos agrícolas
básicos y procesados, papel y sus
manufacturas, sector textil
confección, calzado,
electrodomésticos, sector
automotor.
-Se acordó una cláusula
mediante la cual se
desarrollará
conjuntamente un
acuerdo de asistencia
mutua en cooperación
entre aduanas con el fin
de evitar las infracciones
a la legislación aduanera.
-Se acordó los derechos
de revisión y apelación
para los importadores y
exportadores.
-Uso del lenguaje español
y coreano como
alternativo.
-Corea tiene gran
sensibilidad en contar
con disciplinas
detalladas, nunca las
han pactado en un
TLC.
-Garantiza que las
empresas de la otra
Parte tengan acceso y
puedan hacer uso de
cualquier red y
servicio público de
transporte de
telecomunicaciones,
incluido circuitos
arrendados, ofrecidos
en su territorio o de
manera
transfronteriza, en
términos y
condiciones
razonables y no
discriminatorios.
Entrada temporal de
personas de
negocios
Duración de la
estadía:
– Visitantes de
negocios: hasta 90
días.
– Comerciantes e
inversionistas: hasta
2 años.
– Transferencias
intra-corp: hasta 2
años.
– Prestadores de
servicios bajo
contrato: hasta 1
año o periodo del
contrato (lo que sea
menos)
-Están evaluando la
posibilidad de
ampliar los periodos.
Cuarta ronda, negociada en Santiago de Cali, Colombia
Lugar y fecha
Cali, 4 al 8 de octubre de 2010.
Defensa comercial
-En materia de dumping y medidas compensatorias,
se revisaron las propuestas de ambas partes en el
sentido de si se debe o no incorporar normativa que
vaya más allá de la OMC.
Propiedad intelectual
-Se discutieron los temas
pendientes cubriendo los temas
objetivos, protección más extensa
de los derechos, trato de nación
más favorecida, disposiciones
generales sobre salud pública,
biodiversidad, marcas, derechos
de autor y derechos conexos,
transferencia de tecnología y
cooperación.
Reglas de origen
-Se acordó la regla específica para los productos
que se listan a continuación: biodiesel,
colofonias, ácidos resínicos, llantas usada y
otras manufacturas, laminados de acero
inoxidable, alambres, tiras y accesorios de
tuberías de cobre, juguetes, juegos, artículos
para recreo o deporte.
Quinta ronda, negociada en Seúl, Corea
Lugar y fecha
Agricultura
Reglas de origen
Defensa comercial
Seúl, 10 al 14 de octubre de
2011.
-Corea manifestó
que en ningún otro
-Se acordó la redacción para:
Artículo 3.1: Originating Goods,
-En materia de salvaguardia
global está acordado que cada
Propiedad
intelectual
-Se acordaron los
artículos de
Cooperación
-Se acordó
desarrollar
acuerdo han tenido
la sección agrícola y
que por visibilidad
política sería difícil
mantenerla,
reiterando que el
único artículo que
acostumbran tener
es el de salvaguardia
y que solamente
existe sección
agrícola en el
acuerdo que se
pactó con Estados
Unidos.
relacionado con los criterios
generales para la obtención de
carácter originario de las
mercancías.
Artículo 3.11: Packaging Materials
and Containers for Retail Sale, en
donde se establecen las
condiciones de empaque para las
mercancías totalmente obtenidas
acondicionadas para la venta al por
menor.
-En cuanto a los Requisitos
Específicos de Origen del sector
agrícola, se logró acuerdos en las
reglas para:
Las Preparaciones alimenticias
diversas, en donde se incluyen las
preparaciones de café, té y yerba
mate, helados, sopas, salsas,
levaduras y preparaciones
homogenizadas.
Parte conserva sus derechos y
obligaciones en virtud del
artículo XIX del GATT de 1994 y el
Acuerdo sobre Salvaguardias.
-En materia de dumping y
medidas compensatorias, se
logró consenso en la totalidad
del texto sobre la aplicación de
derechos antidumping y
compensatorios. Lo anterior,
teniendo en cuenta que Corea
retiró sus aspiraciones de
obtener reglas OMC plus con
carácter obligatorio. Se llegó a un
consenso en incorporar
solamente algunas reglas de
carácter potestativo que no
están en contradicción con la
legislación colombiana,
relacionadas con la prohibición
de la práctica del zeroing, menor
derecho, y notificación y
consultas a fin de garantizar la
plena transparencia en la
aplicación del Acuerdo
Antidumping de la OMC.
objetivos, protección
más extensa de
derechos, marcas,
derecho de autor y
derechos conexos.
Siguen en discusión
los temas de Trato
de Nación más
favorecida,
disposiciones
generales, salud
pública,
biodiversidad y
transferencia de
tecnología y
cooperación.
cooperación en
temas como
ciencia y
tecnología y
pymes.
Sexta ronda, negociada en Cartagena de Indias, Colombia
Lugar y fecha
Cartagena, 23 al 27 de abril de
2012.
Cooperación
-El capítulo de
Cooperación concluyó
satisfactoriamente,
generando
oportunidades para el
fortalecimiento
comercial y
aprovechamiento del
tratado, lo que
beneficiará a varios
sectores de la economía
nacional, como
agricultura, pesca y
acuacultura, silvicultura,
transporte marítimo,
tecnologías de la
información y las
comunicaciones, energía
y recursos minerales,
PYMES, comercio e
industria, ciencia y
tecnología, turismo y
cultura.
Industria
-Las partes acordaron
fortalecer y desarrollar
la cooperación en
materia comercial, de
inversiones y
tecnología, de lo cual
podrán sacar provecho
las industrias de
autopartes y
automóviles,
cosméticos y cuidado
personal, textiles y
diseño de modas,
electricidad y bienes
conexos, software y
tecnologías de la
información, turismo de
salud y
electrodomésticos.
Compras públicas
-Se concluyó el
anexo de sectores y
empresas incluidas,
para lo cual se
definió la cobertura
y el modo de
aplicación del anexo
de servicios que
define las
condiciones de
participación de
potenciales
licitantes
colombianos en las
compras oficiales de
Corea y viceversa.
Reglas de origen
-Acuerdos en
requisitos
específicos de
algunos
productos
agrícolas como
las harinas e
industrias como
los pigmentos y
los vehículos.
También se logró
concluir la lista
de productos
cubiertos por las
disposiciones
relacionadas con
el complejo
industrial de
Gaesong.
Medidas sanitarias y fitosanitarias
-Se acordaron las provisiones
relacionadas con objetivos, ámbito de
aplicación, derechos y obligaciones, así
como los temas de evaluación de riesgo
y la estructura y funciones del comité
que operará como un canal privilegiado
para solucionar los aspectos
relacionados con las medidas sanitarias
y fitosanitarias de los países.
La Coalición Proindustria
Una vez puesta en marcha la negociación del tratado de libre comercio entre Colombia
y Corea del Sur, se empezaron a escuchar las voces de protesta frente a la misma. Entre ellas,
se gestó una coalición particularmente activa. Se trata de la coalición Proindustria, una
asociación de industriales, empresarios, congresistas, académicos, ONG y comerciantes que
están en contra de la negociación del tratado y que respaldan sus acciones o posiciones bajo
las mismas condiciones que han expuesto los detractores del libre comercio con los Estados
Unidos.
Han sentado posición en relación con la posible destrucción de múltiples empleos en
los sectores a los cuales pertenecen. Sin embargo, un seguimiento detallado en las áreas
críticas, podría demostrar que no en todos los sectores están acertando en los argumentos
expuestos. En lo que el trabajo desarrollará en su segunda etapa, se profundizará en el rol de
la coalición y en los resultados del seguimiento a sus demandas o peticiones.
Referencias



















Ardila, M., Carvajal, L., Garay, J., Marín, M., Niño, J. & Puyana, J. (2008). La toma de
decisiones en la política exterior colombiana. Universidad Externado de Colombia,
Bogotá, Colombia.
Atehortúa, A. (2008). Colombia en la Guerra de Corea. En Folios, 27. Pp. 63-76.
Barbosa, F., Posada, E. & Serrano, E. (2011). La Inserción de Colombia en el Asia
Pacífico. 2020: Colombia en el nuevo océano. Universidad de Bogotá Jorge Tadeo
Lozano y Ministerio de Relaciones Exteriores, Bogotá.
Borda, S. & Tickner, A. (2011). Relaciones Internacionales y política exterior de
Colombia. Universidad de los Andes, Bogotá.
Centro de Comercio Internacional. (1983). República de Corea: un mercado para
productos de otros países en desarrollo. UNCTAD/GATT, Ginebra. Pp. 146.
Cepeda, F. & Pardo, R. (1989). La política exterior colombiana (1946-1974). En Nueva
Historia de Colombia, Planeta, Bogotá. Pp. 29-54.
CEPEI. (2010). Evaluación Conjunta de la Declaración de París, Fase 2. Colombia.
http://www.oecd.org/dataoecd/61/33/47083049.pdf
Asociación
Nacional
de
Universidades.
EFE. (2011). Colombia y Corea del Sur avanzan en la firma del TLC. En El Espectador.
http://www.elespectador.com/economia/articulo-299417-colombia-y-corea-del-suravanzan-firma-de-tlc Recuperado el 05 de mayo de 2012.
García, P. (1994) Asia en la Mira. Colombia Internacional, Julio-Sept., 27. Pp.5.
García, P. (1995). Mirar al Asia. Pontificia Universidad Javeriana. Centro Editorial
Javeriano, Bogotá.
García, P. (1997). La Dimensión transpacífica de la política exterior colombiana. En:
Colombia entre la inserción y el aislamiento. La política exterior colombiana en los años
90. Siglo del Hombre Editores, IEPRI, Bogotá.
Ríos, G. (2012). Corea del Sur apoya el ingreso de Colombia al APEC. En noticias
políticas.
http://www.noticiaspoliticasnp.com/entrevista_embajador_de_corea_choo_jong_you
n.html Recuperado el 09 de mayo de 2012.
Roldan, A. (2009). Beneficios y retos de Colombia en APEC. Centro de Estudios Asia
Pacífico; fondo editorial de la Universidad EAFIT, Medellín.
Roldán, A., Pérez, C., & Han, W. J. (2011). El Comercio entre América Latina y Corea del
Sur: la importancia de los tratados de libre comercio. Medellin, Colombia: Centro de
Estudios Asia Pacífico, Universidad EAFIT.
Skladowska, B. (2007). Los nombres de la patria en la Guerra de Corea, 1951-1953. El
Ocaso de un Mito. Uniandes, Bogotá.
Tirado, A. & Holguín, C. (1995). Colombia en la ONU. OP Gráficas, Bogotá. Pp. 176.
Urán, C. (1986). Colombia y Los Estados Unidos en la Guerra de Corea. University of
Notre
Dame.
Kellog
Institute
Publications:
http://nd.edu/~kellogg/publications/workingpapers/WPS/069.pdf
Valencia, A & Sandoval, J. (2001). Colombia en la Guerra de Corea: la historia secreta.
Editorial Planeta; Bogotá.
Vargas-Alzate, L. (2012). El rol diplomático de Naciones Unidas durante la Guerra Fría,
1947-1991. Fondo Editorial de la Universidad EAFIT, Medellín.