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Coment. Evangelio Domingo II Adviento Ciclo A.
4 Diciembre 2016
+ Francisco Cerro Chaves. Obispo de Coria-Cáceres
Música: Platoon. Adagio for Strings
Montaje: Eloísa Díaz-Jara
Avance Manual
TEXTO BÍBLICO Mt. 3. 1-12
Por aquel tiempo, Juan Bautista se presentó en el
desierto de Judea predicando: Convertíos, porque está
cerca el reino de los cielos. Éste es el que anunció el
profeta Isaías diciendo: «Una voz grita en el desierto:
preparad el camino del Señor, allanad sus senderos».
Juan llevaba un vestido de piel de camello, con una
correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de
saltamontes y miel silvestre. Y acudía a él toda la gente de
Jerusalén, de Judea y del valle del Jordán; confesaban sus
pecados y él los bautizaba en el Jordán.
Al ver que muchos fariseos y saduceos venían a que
los bautizara, les dijo: Raza de víboras, ¿quién os ha
enseñado a escapar de la ira inminente?
Dad el fruto que pide la conversión, y no os hagáis
ilusiones pensando: «Abrahán es nuestro padre», pues os
digo que Dios es capaz de sacar hijos de Abrahán de estas
piedras. Ya toca el hacha la base de los árboles, y el árbol
que no da buen fruto será talado y echado al fuego.
El centro
del
Adviento,
de la
Navidad, de
la Pascua, es
Cristo.
Sin embargo, la venida del Señor es siempre
preparada.
Son los testigos, hombres y mujeres, que en la noche
de la historia se preparan para el que siempre está
viniendo a nuestra vida.
Sólo hay que estar preparados.
Juan, es uno de los protagonistas más vivo
del Adviento. Junto a él todos los profetas
que le esperaron
y sobre todo, como
dice el prefacio de
Adviento,
María que “le esperó
con inefable amor
de Madre”.
Juan prepara, pero no es el centro.
En su humildad sabe que tiene que desaparecer.
Algunos cristianos, a lo largo de los siglos, han confundido
la espiritualidad de Juan Bautista con el mensaje y la
salvación de Jesús.
Juan es un poco extravagante,
llamativo.
Es, sobre todo,
grito.
Espabila las conciencias.
Pone a la gente contra la
pared.
Es una denuncia que
anuncia.
Se le acerca la gente temblando.
No es el Corazón Manso y Humilde de Jesús al que se
acercaban sin temor los niños, los pecadores, las
prostitutas.
La conversión a la
que llama Jesús
es a “tener sus
mismos
sentimientos”
Jesús es un anuncio que
denuncia.
Su vida, su
espiritualidad, su
estilo, es una
preparación al que
Vendrá.
Juan cumple con su misión.
Él no quiere que se quede en él pues no es digno ni de
desatarle la correa de las sandalias.
Es el dedo que os indica que miremos
“al sol que nace de lo alto”
Es necesario volver a una
mirada, al Cristo del Corazón
abierto, con la radicalidad de
los santos, de Juan Bautista,
pero sobre todo con el anuncio
para que no nos quedemos solos en una denuncia que, a
veces, nos hace continuamente bajar al sótano de
nuestro corazón con batallas perdidas, con amarguras no
confesadas…
Juan, no es el camino.
Indica, pero no es la vida.
Es voz, pero no la Palabra.
Aprendamos de su
humildad y de su
desaparecer y
habremos encontrado
un camino seguro en
el seguimiento de
Cristo,
Camino de la vida
verdadera y
habremos
preparado el
camino del Señor.
La preparación es
esencial para que nazca la
semilla.
Sin roturar el terreno, sin el abono de la humildad y la
siembra de la paciencia, no podemos nunca anunciar una
buena cosecha.
FIN