Download Diapositiva 1 - Biblioteca Bahá`í

A Dios corresponde borrar de los corazones, todo
cuanto les impida de tener acceso al santuario de sus
Divinos Misterios, o pueda excluirlos del tabernáculo
de su Divinidad.
Que todos los corazones puedan reflejar Tu belleza, y
puedan revelarte, y hablar de Ti, y que todas las cosas
creadas exhiban las muestras de Tu muy augusta soberanía,
y viertan el esplendor de la Luz de Tu santa autoridad.
Bahá'u'lláh
OH MI HERMANO!
Siembra las semillas de mi sabiduría divina
en la tierra pura de tu corazón, riégalas
con el agua de la certeza para que broten
frescos y verdes los jacintos de mi
conocimiento y sabiduría, en la sagrada
ciudad de tu corazón.
Palabras Ocultas
Tu nombre es mi curación,
Y el recuerdo de Ti, mi remedio.
La proximidad a Ti, es mi esperanza
Y el amor por Ti, mi compañero.
Tu misericordia hacia mí, es mi
curación y mi socorro, tanto en este
mundo como en el venidero.
Tú verdaderamente eres el Todo
Generoso, El que Todo lo Sabe.
Oh mi Dios, por las lluvias de las nubes de tu misericordia,
por las cuales has hecho brotar los botones de tu
alabanza y las flores de tu sabiduría en los corazones de
todos aquellos que han reconocido tu unicidad.
Que proveas a tus siervos, de los frutos del árbol de tu unidad.
No les impidas de alcanzar las cosas que Tú posees, y decreta
para ellos lo que les ayude a escalar las alturas de tu gracia y favor.
Dame de beber del río, que en verdad, es la vida,
Y cuyas aguas han surgido del Paraíso,
Que mis ojos sean abiertos, mi rostro sea iluminado,
mi corazón confirmado, mi alma esclarecida,
y que se hagan firmes mis pasos.
De las fragantes brisas de tu alegría deja que un soplo
llegue hasta mí, y en las alturas del paraíso de tu realidad
permíteme entrar, oh mi Amado. Y las melodías de la
paloma de tu Unidad, permíteme escuchar.
En el espíritu de tu amor mantéenme firme, y en el sendero de
tu complacencia afirma mis pasos. En el Jardín de tu inmortalidad,
ante tu semblante, permíteme habitar eternamente, y sobre la sede
de tu cielo establéceme, oh Tú que eres mi Poseedor.
Oh Tú que eres mi Origen y mi Deseo, Hacia la esencia de la
fragancia de tu belleza, que Tú has de manifestar, hazme volver,
oh Tú que eres mi Dios.Potente eres, para hacer lo que
Te place, el Todo Glorioso, el Altísimo.
Grande es mi bienaventuranza, y grande la bienaventuranza
de este fuego cuya llama pregona:
¡No hay Dios sino Tú, Quien eres el Objeto de la adoración
de mi corazón, la Fuente y Centro de mi alma!
Éste es el Día, oh mi Señor, cuyo resplandor has exaltado por
encima del resplandor del sol y su refulgencia.
Atestiguo que la luz que difunde procede de la gloria de la luz de
tu rostro, y es generada por el fulgor del amanecer de tu Revelación.
Oh Señor, No apagues la llama ardiente que ha sido encendida por tu
inextinguible fuego. No detengas el flujo de tu agua viviente que susurra
con la melodía de tu gloria y tu recuerdo, Y no prives a tus siervos de la
fragancia de tus dulces aromas, exhalada por el perfume de tu amor.
De las perfumadas corrientes de tu eternidad, dame de beber,
oh mi Dios, y de los frutos del árbol de tu Ser, permíteme gustar.
De los manantiales cristalinos de tu amor déjame beber, y bajo la
sombra de tu eterna providencia permíteme habitar, oh mi Luz.
Bebe del cáliz del conocimiento de Dios, y que estéis enamorado de
Sus dulces fragancias. Sabed con certeza que así, serás sostenido y
fortalecido por el cielo, y verás la estrella matutina, por siempre
resplandeciente en los cielos de la gracia eterna.
Textos: Oraciones y meditaciones Bahá`ís
Y Palabras Ocultas
De: Bahá'u'lláh y ´Abdu`l-Bahá
Edición: Ruth
Email: [email protected]