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Análisis de un relieve mesopotámico:
Estela de Telloh.
c. 3000- 2340 a.C.
París, Museo del Louvre.
Esta estela, que conmemora un hecho histórico, está
esculpida en bajo relieve.
El espacio está organizado en dos registros horizontales,
sobre los cuales se desarrolla un relato:
En el registro superior
aparece Urnanshe,
gobernador de UR,
portando una cesta de barro
para moldear el primer
ladrillo del templo que está
a punto de construirse.
En el registro inferior el gobernador y su familia celebran la
terminación de la obra.
Los elementos formales se equilibran sobre las dos diagonales
de la estela.
Las dos partes del relato se encuentran mutuamente
compensadas.
La división en registros imprime una importante horizontalidad
en la representación.
Los ritmos viene dados, ante todo, por la disposición paralela
de los personajes.
Se trata de una representación sumamente estática.
Hay asignación jerárquica de tamaños puesto que el
personaje de mayor jerarquía (gobernador)
presenta mayor tamaño que cualquiera de sus súbditos
o de los miembros de su familia.
La figura humana aparece
acortada. La cabeza es
desproporcionadamente grande
en relación al resto del cuerpo.
No hay naturalismo en la
representación.
La figura obedece la Ley de
Máxima Representación: la
cabeza se exhibe de perfil, con
el ojo de frente; el torso y los
brazos aparecen frontalmente,
pero los pies se presentan de
perfil.
Por tratarse de un
bajorelieve los efectos
de claroscuro no son
muy pronunciados.
Presenta el fondo
texturado en
escritura cuneiforme.
También las prendas se
presentan texturadas.
La diferentes texturas generan efectos de luz que imprimen
cierta dinámica a la obra.
Sin embargo la incidencia de las direcciones verticales y
horizontales, la disposición compensada de los elementos
formales y los tenues efectos de luz generados por el relieve
poco profundo hacen que en esta obra predominen los
elementos estáticos por encima de los dinámicos.