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JORNADA GASTRONÓMICA
CLÁSICA
I.E.S. JOSÉ PLANES
DESAYUNO CLÁSICO EN EL
I.E.S. JOSÉ PLANES
Este curso los alumnos de 1º de Bachillerato de Humanidades
hemos realizado una nueva y bonita actividad complementaria:
hemos elaborado recetas de dulces antiguos y hemos organizado
un pequeño desayuno clásico. Ante todo nos gustaría comentar
que es una de las primeras ocasiones en las que esta actividad se
realiza en el centro, y esperamos poder instaurarla e ir mejorándola
con el devenir de los cursos. Los alumnos de 1º de Bachillerato de
Humanidades, damos las gracias por su colaboración a todos los
profesores que asistieron a nuestro especial desayuno.
SALVE, FORTUNA VOBIS PROPITIA!
UN POCO DE HISTORIA
• En tiempos muy antiguos, su forma de comer
era muy austera, la población se alimentaba de
pan, queso, cereales, legumbres, verduras y
frutas. Mientras que la gente rica añadía a los
productos mencionados el consumo de carne,
pescado y vino clarificado. A finales del s. II a C,
cuando los romanos descubrieron el
refinamiento de las cortes griegas, se produjo
un cambio general en la manera de vida, con lo
que los menús fueron más variados y sutiles, y
la gastronomía adquirió su máximo apogeo .
ALIMENTOS
•
Los alimentos que conocían eran los mismos que podemos encontrar hoy
en día en nuestros mercados, salvo aquellos procedentes de América,
como la patata, el maíz, el tomate, etc. Eran grandes consumidores de
verduras, legumbres, cereales, hortalizas, huevos, frutas, setas, frutos
secos, miel, quesos, carnes ( cerdo, buey, asno salvaje y lirón), animales
de caza (principalmente jabalí, ciervo y liebre), pollos, patos, palomas,
faisanes , flamencos, pavos reales , grullas y cigüeñas. A su vez, se
alimentaban de pescados que criaban en sus piscinae llenas de agua
salada como murenas, moluscos y ostras.
Eran conocedores de las técnicas de elaboración del aceite y del vino. E
incluso sabían de la cerveza, considerada bebida de pobres.
Un hecho relevante del mundo romano era su gran conocimiento de las
especias y hierbas aromáticas, con las que condimentaban sus platos y
utilizaban como remedios medicinales.
Las técnicas de elaboración de sus recetas serían las mismas que hoy en
día, alimentos hervidos, asados y fritos con aceite, garum y gran cantidad
de especias, hecho que hace que sea una cocina muy condimentada, llena
de olores y sabores exóticos y diferentes a los nuestros.
COMIDAS DIARIAS
• Sabemos que los antiguos romanos realizaban tres
comidas al día:
Ientaculum: equivaldría a nuestro desayuno, basado en
queso, leche y pan untado en ajo.
Prandium: tentempié al medio día, compuesto de pan,
carne fría, verduras y frutas. Se comía de pie, frío y muy
rápido.
Frente a estas dos comidas tan ligeras y poco
alimenticias, encontramos la comida fuerte del día
llamada Cena, llevada a cabo a la hora octava o nona
del día (16 h) después del baño. Es importante remarcar
que hasta el S.II a.C la cena era muy simple, puesto que
se tomaba el puls o pulmentum, una especie de papilla
de harina de trigo, junto a los alimentos antes
mencionados.
CONDIMENTACIÓN
• La cocina romana era muy condimentada,
hecho que se extrae rápidamente al leer las
diferentes recetas descritas. Los antiguos se
decantaban por los olores y sabores fuertes con
los que enriquecían sus platos. Tenían la idea
de que la posesión de especias indicaba poder
económico, posición social.
Algunos condimentos ya no existen en la
actualidad , pero para poder elaborar las recetas
se han sustituido por otros que son parecidos en
cuanto al sabor y al aroma.
PARTES DE UN BANQUETE
•
La célebre frase “de ovo usque ad mala “, nos resume qué partes tenía una comida
romana, comienza con huevos para finalizar con frutas. Así pues, encontramos las
siguientes partes:
Gustatio o entremeses. Este primer plato se componía de verduras, ensaladas,
aceitunas, pescados en salmuera, ostras, champiñones y huevos, acompañados de
un vino caliente llamado “mulsum” (vino tinto con miel). El objetivo de la gustatio era
estimular el apetito. Se solían presentar tres entradas.
Prima mensa: plato fuerte de la cena, lo comprenden aves (tordos, perdices, lirones,
tórtolas, pollos, etc), carnes (cordero, cabrito, cerdo, jabalí, etc) y pescados
(salmonetes, anguilas, lenguados,...). Generalmente se servían dos o tres.
Secunda mensa o postre. Se suelen servir frutas frescas, dulces o frutos secos.
Comissatio: sobremesa donde se consumía gran cantidad de vino, consistía en
beber sucesivas copas de un trago, siguiendo las instrucciones de una persona
encargada (arbiter bibendi) sobre cómo debía de ingerirse el vino, qué cantidad de
agua se mezclaba con el vino, manera de brindar, bebiendo tantas copas como
letras había en sus tria nomina, etc. Esta parte del banquete estaba amenizada con
bufones, danzas, castañuelas, cantos, recitales de poesía, etc. De la comissatio sólo
podían participar los varones.
COLOCACIÓN DE LOS
INVITADOS
La ubicación del banquete romano varió a lo largo de los años, puesto que
conocemos que en un primer momento se llevaba a cabo en el atrium, para
pasar después a una habitación llamada cenaculum, y por último, por
influencia helénica, crearon una estancia denominada triclinium, por los tres
lectus o lechos de tres plazas llamados triclinia. A partir de este momento,
las clases altas se acostumbraron a comer recostados, salvo las mujeres,
que comían sentadas a los pies del marido. Estos tres lechos con sus
cojines, cubrecamas y colchones que servían para separar cada plaza
(lectus imus, medius y summus) estaban colocados en forma de “u”,
alrededor de una mesa cuadrada o circular en la que se colocaban las
viandas, un salero, una jarra de vino, una vinagrera y los cubiertos (los
mismos que hoy en día, salvo los tenedores que eran sustituidos por
mondadientes o por los dedos).
La colocación de cada invitado (un mínimo de tres y un máximo de
nueve) estaba designado de antemano; para ello un esclavo llamado
nomenclator asignaba el lecho y la plaza en la que se debían sentar. Se
sentaban oblicuamente en el lecho, con los pies descalzos y lavados por un
esclavo antes de entrar al triclinium, coronadas con flores sus cabezas y
sus cuerpos ungidos con aceite perfumado.
GALERIA DE FOTOS
NUESTRAS MUSAS
NUESTRAS MUSAS CON
NUESTROS DULCES
TODOS NOSOTROS
NOSOTROS
NOSOTROS
NOSOTROS
NOSOTROS
ALGUNAS RECETAS
•
Kalón Pramá
• INGREDIENTES
Masa de hojaldre.
Piñones.
Nueces.
Almendras.
Miel.
• ELABORACIÓN
Se extiende bien la masa de hojaldre, y se hace pequeños cuadritos
con ella. Dentro de cada cuadrito se añaden todos los frutos secos y
la miel. Se cierra cada paquete y se meten al horno, tras
impregnarlos con yema de huevo o leche, durante 15, o, 20
minutos, cuando se observe que están dorados.
ALGUNAS RECETAS
Depstiki
•
•
INGREDIENTES
Tres huevos.
Un royal de levadura.
Un vaso de leche caliente.
Siete cucharadas (soperas) de harina.
Cinco cucharadas (sin rebosar) de azúcar. (Ellos añadían miel).
Tres manzanas, un poco pasadas, troceadas.
Una pera troceadas.
Nueces.
Miel/ Mermelada.
ELABORACIÓN
Se baten los huevos, se añade la levadura y la leche. Seguidamente se echa la
harina y el azúcar. A la mezcla se incorporan las manzanas y la pera. Se prepara un
recipiente impregnado de mantequilla y espolvoreado con harina. Se vierte toda la
mezcla en el recipiente y por encima de ella se van colocando las nueces (también
se pueden sustituir por manzana laminada, o incluso pera laminada). Se hornea
durante, aproximadamente 30 minutos, hasta comprobar que al meter en la masa un
cuchillo sale seco. Una vez fuera del horno, y aún caliente, se echa por encima miel,
o mermelada al gusto.
ALGUNAS RECETAS
Semólina
•
.
INGRDIENTES
Tres huevos.
Una cuchara y media de levadura (o un sobre royal).
Una taza y media de azúcar.
Dos tazas de aceite.
Dos tazas de leche.
Raspadura de limón o de naranja.
Almíbar.
Almendras crudas.
Tres cuartos de kilo de semolina .
PREPARACIÓN
Se baten los huevos con el azúcar y la levadura. Se añade el aceite caliente y la
leche, también caliente. A continuación echamos la sémola. En un recipiente se
vierte todo y por encima se ponen almendras crudas. Se mete al horno
aproximadamente 30 minutos, hasta ver que está doradito. Se saca del horno y
caliente, se le añade como medio litro de almíbar (aproximadamente un cuarto de
azúcar disuelta en medio litro de agua). Dejar enfriar mucho.