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Ciencias de la tierra
El clima
La definición de clima está dada por la
combinación de una serie de fenómenos
atmosféricos. La palabra clima proviene del
griegoklima, que hace referencia a la inclinación
del Sol, el cual es sólo uno de los factores que lo
definen.
Tiempo y Clima.
Con frecuencia se confunde
atmosférico y el clima de un lugar.
el
tiempo
El tiempo atmosférico a una hora específica, por ejemplo, a las doce del
mediodía, viene determinado por la temperatura, presión atmosférica,
dirección y fuerza del viento, cantidad de nubes y humedad entre otros.
Todos estos elementos deben ser registrados en el instante que se considera
para definir el tiempo. Estos elementos, pueden cambiar rápidamente, por lo
que el tiempo atmosférico también lo hace. Una zona determinada no
presenta la misma temperatura a las 12 del mediodía que a las 6 de la
mañana.
El tiempo puede ser igual en diferentes lugares, por ejemplo Madrid, París y
Caracas, las tres capitales, pueden tener el mismo tiempo en un momento
dado, por ejemplo, un día con lluvia en las tres, da lugar a un mismo tiempo
lluvioso. Sin embargo, es evidente que estas tres ciudades no tienen el mismo
clima, ni siquiera parecido. La diferencia del clima viene dada, entre otros
factores, por la vegetación que rodea a cada una de estas ciudades:
exuberantemente tropical en Caracas, abundante en bosques y praderas en
París y de tipo estepas y reseca en Madrid. Así pues, el tiempo traduce algo
que es instantáneo, cambiante y en cierto modo irrepetible. El clima, en
cambio, aunque se refiere a los mismos fenómenos, los traduce a una
dimensión más permanente duradera y estable.
De esta manera es posible definir el tiempo como "el estado de la atmósfera
en un lugar y un momento determinados"; y el clima, "como la sucesión
periódica de tipos de tiempo”.
Elementos del Clima.
Los principales elementos que definen el clima
son:
temperatura,
presión,
humedad,
precipitaciones (lluvia, nieve, rocío, niebla, etc.),
nubosidad y viento.
Temperatura: La temperatura atmosférica es el indicador de la cantidad de
energía calorífica acumulada en el aire. La temperatura de un lugar se
establece mediante promedios. Se habla de temperaturas medias (diarias,
mensuales y anuales) y de oscilación o amplitud térmica, que es la diferencia
entre el mes más frío y el mes más cálido de un lugar. La temperatura varía en
las diferentes regiones de la Tierra y se debe a la inclinación del eje terrestre y
a los movimientos de rotación y traslación de la Tierra.
La temperatura disminuye desde el Ecuador hacia los polos.
La presión: La presión atmosférica, es el peso de la masa de
aire por cada unidad de superficie. Por esto, la presión suele
ser mayor a nivel del mar que en las cumbres de las
montañas, aunque no depende únicamente de la altitud. Las
grandes diferencias de presión se pueden percibir con cierta
facilidad. Con una presión alta nos sentimos más cansados,
por ejemplo, en un día muy caluroso. Con una presión
demasiado baja (por ejemplo, por encima de los 3.000
metros) nos sentimos más ligeros, pero también respiramos
con mayor dificultad.
La presión del aire se mide con el barómetro, que determina
el peso de las masas de aire por cm2, se mide en milibares
(mbs) y se considera un nivel de presión normal, el
equivalente a 1.013 mbs. Las diferencias de presión
atmosférica entre distintos puntos de la corteza terrestre,
hacen que el aire se desplace de un lugar a otro, originando
los vientos. En los mapas del tiempo, los distintos puntos con
presiones similares se unen formando unas líneas
denominadas isobaras.
El Barómetro
La humedad: La humedad indica la cantidad de vapor de agua
presente en el aire. La humedad depende en parte de la
temperatura, ya que el aire caliente contiene más humedad que el
frío.
En climatología, es de sumo interés el estudio de
la humedad ya que debido a ella se suceden las
precipitaciones que influyen de manera
importante en el clima. La humedad de las
masas de aire se mide con el higrómetro, que
establece el contenido en vapor de agua. Si el
higrómetro marca el 100%, el aire ha llegado al
máximo nivel de saturación, si marca más del
50% se considera el aire húmedo y menos del
50% se considera aire seco.
Factores del clima.
También el clima depende de la altitud, latitud,
relieve, distribución de tierras y mares, las
corrientes marinas, la vegetación.
Los factores y elementos climáticos son de dos tipos: matemáticamente
constantes como la latitud, variables o inciertos como los vientos
predominantes, la influencia marítima y las corrientes marinas.
La latitud influye en la modificación de la temperatura desde el Ecuador
hacia los polos. También la latitud tiene influencia en las precipitaciones,
puesto que en las zonas ecuatoriales las corrientes de aire caliente
ascendente provocan las lluvias, mientras que hacia los trópicos, el aire
desciende seco.
La altitud modifica la temperatura. La altitud respecto al nivel del mar
influye en el mayor o menor calentamiento de las masas de aire. Es más
cálido el que está más próximo a la superficie terrestre, disminuyendo su
temperatura progresivamente a medida que aumenta la altitud, unos 6,4º
C cada 1.000 metros de altitud. Por ejemplo, Mérida a 1.647 metros de
altura sobre el nivel del mar tiene unos 15º C de promedio anual de
temperatura y el Pico Bolívar a 5.005 metros presenta una temperatura
promedio de 0º C. La presión y la temperatura disminuyen con la altura.
El relieve al igual que los océanos modifican la temperatura, así las áreas
cercanas a los mares tienen climas frescos, los inviernos son menos
rigurosos y los veranos más frescos dando origen a los climas marítimos.
En aquellas zonas donde no llega la influencia marítima, la temperatura
alcanza límites extremos tanto en invierno como en verano provocando
los climas continentales.
Las corrientes marinas intervienen también en la modificación del clima,
ya que llevan calor hacia las regiones polares y viceversa.
Los vientos intervienen igualmente en la modificación de los climas. Los
vientos húmedos que vienen del mar, precipitan su humedad al descender
su temperatura. Luego se calientan y ascienden regresando al mar para
repetir el ciclo. A esto se le llama brisa del mar. Cuando el aire es más frío
en tierra éste se dirige hacia el mar y entonces, el aire más caliente
desciende sobre la tierra para continuar el ciclo.
Zonas Climáticas
Los climas se describen con arreglo de códigos
previamente acordados o con términos
descriptivos un tanto imprecisos en su
definición, sin embargo resultan útiles. A escala
global se habla del clima en términos de zonas,
o cinturones, que pueden trazarse entre el
ecuador y el polo en cada hemisferio. Para
definir estas zonas hay que tomar en
consideración la circulación en la capa superior
de la atmósfera, o estratosfera, así como en la
atmósfera inferior, o troposfera, zona donde se
manifiesta el clima.
En condiciones ideales, es posible suponer que el aire caliente asciende a lo largo
del ecuador y desciende cerca de los polos. Así pues, el cinturón ecuatorial tiende
a ser una región de baja presión y períodos de calma interrumpidos por
tormentas eléctricas, asociadas a enormes nubes llamadas cúmulos. Debido a los
períodos de calma, este cinturón recibe el nombre de doldrums (estancamiento).
Se desplaza ligeramente hacia el norte del ecuador durante el verano boreal y
hacia el sur durante el meridional. Por contraste, el aire desciende en las regiones
polares. Esto produce una elevada presión atmosférica y vientos secos y helados
que tienden a radiar hacia el exterior, desde los polos.
Este panorama no es tan sencillo, ya que se debe tomar en cuenta la rotación de
la Tierra , que desvía los componentes norte y sur de la circulación atmosférica.
Así, los vientos tropicales y polares tienden a ser del Este (vientos procedentes del
Este), y se desarrollan dos cinturones intermedios en cada hemisferio. A unos 30°
de latitud N y S, hay una zona de alta presión en la cual, el aire de las capas
superiores, desciende y se divide enviando corrientes hacia el ecuador. En el
hemisferio norte soplan vientos regulares del Noreste, y del Sureste en el
hemisferio sur. Estas zonas de alta presión producen áreas áridas en los
continentes, pero hacen que el aire se cargue de humedad sobre los océanos
debido a la evaporación. Si estos vientos regulares chocan con una isla dispuesta a
modo de barrera topográfica o con la costa de un continente, el aire húmedo se
eleva hasta zonas más frescas dando lugar normalmente, a fuertes lluvias.
Entre los 50° y los 60° de latitud N y S se encuentra un cinturón
de baja presión caracterizado por los vientos dominantes del
Oeste, que son desviados hacia el Suroeste en el hemisferio
norte y hacia el Noroeste en el hemisferio sur. En este caso las
precipitaciones se relacionan con los frentes polares; el aire frío
de los vientos polares del Este penetra por debajo del aire cálido
y húmedo de los vientos del Oeste que, al enfriarse, liberan la
humedad que contienen. En invierno, ésta es la causa de la
mayoría de las nevadas en los continentes.
Tipos de clima
Los autores clásicos dividieron la Tierra en tres grandes zonas climáticas
que se correspondían con el clima frío, templado y tropical o tórrido. En
general, se considera la isoterma de los 10º para el mes más cálido, que
coincide aproximadamente con el límite de la tundra y el bosque de
coníferas, como valor para distinguir los climas templados de los fríos; por
otro lado, la separación entre los climas tórridos o tropicales de los
templados se establece en la isoterma de los 18 º para el mes más frío.
Muchos climatólogos han establecido sus propias clasificaciones
climáticas, entre las cuales cabe destacar la de Köppen, una clasificación
empírica dada a conocer por primera vez en 1918 y sometida
posteriormente a varias revisiones. Köppen y su colaborador Geiger
definieron seis grandes grupos de clima, asociados a la vegetación, a los
que designaron mediante letras mayúsculas: A (tropical), B (subtropical), C
(templado), D (frío), E (polar) y H (montaña). Estos grupos se subdividían a
su vez en función del régimen pluviométrico y de las temperaturas,
también señalados mediante letras, en este caso minúsculas, que unidas a
las anteriores especificaban la variedad climática de un espacio
determinado dentro de cada categoría principal. Así, por ejemplo, un
clima tipo Ca indica que se trata de un clima templado con veranos secos
y calurosos e inviernos húmedos y suaves, es decir, lo que se conoce como
un clima mediterráneo.
A continuación, se presentan los principales tipos de clima:
Clima ecuatorial
Es característico de las regiones de latitudes bajas, localizadas
fundamentalmente entre los 10 ºN y 10 ºS. La temperatura y la humedad son
altas y constantes a lo largo del año. La temperatura media del mes más frío
supera los 18 ºC , y la temperatura media anual se sitúa por encima de los 25
ºC . Las precipitaciones anuales sobrepasan los 1.500 mm e incluso, en
algunas áreas, los 3.000 milímetros. La duración del día y de la noche es muy
similar.
Clima tropical
Es propio de las regiones tropicales. Las temperaturas medias mensuales son
elevadas y bastante uniformes a lo largo del año, siendo la media anual
superior a los 20º C. El régimen térmico varía entre 3º y 10º, mayor en el
interior y menor en las áreas costeras. Las precipitaciones oscilan entre los
400 y los 1.000 mm anuales, aunque la variedad de clima monzónico alcanza
valores muy superiores. Alternan las estaciones secas y lluviosas. En función
de la distribución estacional de las precipitaciones y de la cantidad, se
distinguen las variedades siguientes: sudanés (precipitaciones entre 750 y
1.100 mm y tres estaciones, una seca y fresca, otra seca y calurosa, y otra
lluviosa), subecuatorial (dos estaciones lluviosas y dos secas), saheliense
(precipitaciones entre 400 y 750 mm, con una larga estación seca) y
monzónico (estación lluviosa de gran intensidad que alterna con otra seca).
Clima desértico
Propio de las áreas desérticas, se caracteriza por altas temperaturas y
escasez de precipitaciones. Se distinguen dos importantes variantes: el
clima desértico cálido, con una temperatura media anual en torno a los
20 ºC, una fuerte oscilación térmica y precipitaciones inferiores a los
200 mm , y el clima desértico costero, que presenta una temperatura
media anual inferior a los 20 ºC, menor oscilación térmica (en general
por debajo de los 10º) y precipitaciones insignificantes, por debajo de
los 100 mm anuales. Además de estos desiertos propios de la zona
cálida o tropical, existen otros tipos en la zona templada, resultado de
la degradación de los climas propios de sus latitudes. Aquí cabría
hablar de los desiertos continentales, donde el elemento
condicionante del régimen termo pluviométrico, además de las altas
presiones, es la continentalidad, que acentúa la sequía y la oscilación
térmica diaria.
Clima templado
Bajo este nombre se agrupa una gran variedad de climas que tienen en
común el hecho de contar con unas temperaturas estivales más
elevadas que en invierno. Los climas templados se clasifican en: clima
mediterráneo, clima chino, clima oceánico, clima continental, clima
polar y clima de alta montaña.
Clima mediterráneo
Este tipo de clima se da particularmente en los países ribereños del mar
Mediterráneo, de ahí su denominación, aunque se han establecido varios
subtipos en relación con la distancia a las masas oceánicas. También se da en
la costa meridional de Australia, en el suroeste de la República de Sudáfrica,
en California y en las estrechas áreas costeras de Chile central, donde los
Andes actúan como barrera climática. En sentido amplio, define el clima de
las regiones costeras occidentales de los continentes comprendidas dentro de
la zona de las latitudes medias
de la Tierra (entre los 30º y los 45º,
aproximadamente). Se caracteriza por veranos cálidos, secos y soleados, e
inviernos suaves y húmedos. Las temperaturas medias anuales varían entre
los 12 º C y los 18 º C, y la oscilación térmica anual está comprendida entre
los 10º y los 15º por lo
general. El promedio de precipitaciones se sitúa
entre los 400 y los 700 mm , concentradas en el invierno, ya que durante el
verano el clima está sujeto a la presencia de anticiclones subtropicales, y en el
invierno, a las depresiones de la atmósfera.
Clima chino
Este clima presenta una temperatura media ligeramente superior a la del
mediterráneo, lo mismo
que la oscilación térmica anual, el cual supera los
15º. El promedio de precipitaciones sobrepasa los 1.000 mm , concentradas
en el periodo estival, que contrasta con la sequedad del invierno.
Clima oceánico
Es el clima característico de las regiones comprendidas dentro de
la zona de latitudes medias de
la Tierra sujetas a la influencia
oceánica. La proximidad del mar, determina una amplitud
térmica
anual en general pequeña y unas precipitaciones importantes (1.000 2.000 mm ) y bien
distribuidas a lo largo del año, aunque el
máximo se sitúa en la estación invernal. La temperatura
media
depende de la latitud, aunque se puede establecer en torno a los 10 º
C. Los inviernos
presentan unas temperaturas moderadas y en
verano son frescas.
Clima continental
Este clima es propio de las regiones del interior de los continentes.
Se caracteriza por escasas
precipitaciones, sobre todo en invierno,
debido a la distancia que las separa de las áreas de
influencia
marítima, y por una notable amplitud térmica estacional (que puede
alcanzar hasta
los 60º), con unas temperaturas estivales bastante
altas que contrastan fuertemente con los
inviernos fríos. La
temperatura media anual es inferior a los 10 ºC. Las precipitaciones
oscilan
entre los 300 y los 700 mm de promedio, que se producen
principalmente en verano. Se pueden
distinguir varios tipos:
Clima polar
Es el clima propio de aquellas regiones que
presentan una
temperatura media mensual y
anual por debajo de los 0 ºC,
amplitudes
térmicas superiores a los 30º y
precipitaciones
insignificantes que se
producen en forma de nieve. En estas
regiones, cubiertas por la nieve durante la
mayor parte del año, el
tipo de suelo
característico es el permafrost.
Clima de alta montaña
En las montañas la temperatura disminuye con la altitud, mientras
que aumentan las
precipitaciones, al menos hasta un cierto nivel
altimétrico. La montaña, en este sentido, altera las
características
de la zona climática en la que se sitúa. Por este motivo, no se pueden
establecer
unos rasgos con validez universal que lo definan,
aunque sus variedades climáticas son
fácilmente reconocibles,
como el clima alpino. Presenta unas temperaturas invernales negativas
y
unas estivales positivas, aunque la temperatura media anual se
establece en torno a los 0 ºC; la
oscilación térmica es inferior a los
20º y las precipitaciones, más abundantes en verano que en
invierno, superan los 1.000 mm anuales. Este clima de alta montaña es
el que predomina en la
cordillera andina.