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Módulo: Autoenseñanza
GUÍA DE AUTOENSEÑANZA DE LEPRA PARA PERSONAL DE SALUD
INTRODUCCIÓN
El contenido de esta unidad tiene el propósito de despertar interés en el personal médico
y de enfermería en el primer nivel de atención para impulsar el desarrollo de las
actividades del Programa de Prevención y Control de Lepra en las comunidades donde
prestan sus servicios. La detección, curación, prevención, control y rehabilitación de las
discapacidades de lepra es el mejor servicio de salud conocido hasta ahora, en cuanto a
su costo-efectividad.
Se presenta aquí una herramienta que incluye los capítulos fundamentales para
comprender la magnitud de la lucha y cada uno de los pasos que se deben emprender
para conseguir el impacto esperado.
La lepra es una enfermedad infectocontagiosa crónica, causada por Mycobacterium
leprae que afecta principalmente la piel y los nervios periféricos, pudiendo afectar otros
órganos, llegando a ser en ocasiones sistémica.
En general, se piensa que el contacto prolongado y cercano es necesario para la
transmisión de esta enfermedad. No obstante, en sujetos susceptibles, hasta un contacto
fortuito o breve, puede en ocasiones causar la enfermedad.
El contacto intrafamiliar con un enfermo de lepra multibacilar es más peligroso que un
contacto extrafamiliar. No es necesario como se pensaba antiguamente, que el contacto
sea directo, de piel a piel, ya que es la nariz y no la piel, la principal vía de salida para los
bacilos procedentes de los enfermos multibacilares.
El bacilo de Hansen, agente causal de la enfermedad, se encuentra pocas veces sobre la
piel intacta de enfermos multibacilares, ya que el granuloma altamente bacilífero se sitúa
en la dermis, separado de la capa basal de la epidermis por una zona libre subepidérmica
clara. Por otra parte, los enfermos no tratados pueden descargar hasta 100 millones de
bacilos por día en sus secreciones nasales. Se cree actualmente que la inhalación de
gotitas cargadas de bacilos es la vía de entrada más probable en las personas que tienen
contacto con un paciente bacilífero. Los bacilos inhalados penetran en las vías
respiratorias y son transportados a los lugares más convenientes para su multiplicación.
Se han encontrado bacilos en la mucosa nasal de las personas que conviven con un
paciente leproso. La piel escoriada, rasgada o picada por insectos puede facilitar la
penetración de los bacilos contenidos en las gotitas depositadas en teoría sobre la piel,
llegando a través de la epidermis hasta la dermis. Así mismo, los bacilos pueden ser
ingeridos y entrar en el organismo por vía digestiva, pero esta explicación no es aceptada
por la mayoría de los especialistas.
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Aunque los bacilos de la lepra hayan sido detectados en esperma, óvulos, cordón
umbilical, placenta y hasta en el feto, el riesgo de transmisión congénita es remoto.
El periodo de incubación varía de tres meses a 20 años, teniendo como promedio 5 años.
El cuadro clínico es insidioso, las lesiones afectan principalmente la piel, los nervios
periféricos y otros órganos. Las manifestaciones clínicas dependen del tipo de lepra y el
tiempo de evolución de la enfermedad.
En la exploración dermatológica se encuentra la presencia de:
Lesiones dermatológicas única o múltiples como:
· Mancha hipopigmentada, rojiza o cobriza,
· Placas infiltradas,
· Úlcera,
· Infiltración difusa o
· Nódulos.
Lesiones neurológicas como:
· Inflamación y engrosamiento de troncos nerviosos periféricos,
· Alteraciones en le sensibilidad (anestesia, hipoestesia) o,
· Alteraciones motoras (pérdida de la fuerza).
Para el diagnóstico de lepra se debe realizar:
· Valoración clínica
· Baciloscopia
· Evidencia epidemiológica
· Histopatología
· Estudio Inmunológico (Leprominorreacción)
a) Valoración Clínica
Se examinará al paciente con luz natural, buscando:
· Lesiones dermatológicas
· Lesiones neurológicas: se debe examinar los ojos, las manos y los pies,
en caso de encontrar alguna discapacidad se registrará utilizando la
siguiente clasificación:
MANOS Y PIES
OJOS
Grado 0: No hay anestesia, ni deformación Grado 0: No hay problemas oculares
o lesión visible.
causados por la lepra, no hay
indicios de pérdida visual.
Grado 1: Hay anestesia, sin deformación Grado 1: Hay
problemas
oculares
ni lesión visible
causados por la lepra, pero la
visión no esta gravemente
Grado 2: Hay deformación o lesión visible.
afectada.
Grado 2: Hay un grave déficit visual
(imposibilidad para contar los
dedos a 6 metros de distancia).
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b) Baciloscopia
Esta técnica permite la identificación de los casos multibacilares y junto con el examen
histopatológico constituyen los procedimientos de elección para el diagnóstico y
clasificación de los enfermos de lepra. Consiste en el estudio baciloscópico de una
muestra de linfa que puede ser obtenida de:
· Lóbulo de la oreja
· Lesión activa
· Los codos, las rodillas o nudillos y si se considera necesario,
· Del exudado de la mucosa nasal.
c) Evidencia epidemiológica
Toda persona que tenga antecedente de haber convivido, que conviva con un enfermo de
lepra o que resida en una región endémica debe de ser considerado como persona en
riesgo de estar infectado o de estar enfermo.
d) Histopatología
Se debe de realizar en todos los casos al inicio y al término del tratamiento en los casos
multibacilares. Este estudio proporciona información suficiente para confirmar el
diagnóstico, para establecer la clasificación clínica y para valorar la evolución del
paciente.
e) Leprominorreacción
Se utiliza para establecer la clasificación y para tomar la decisión sobre el
tratamiento que se requiere.
tipo de
CLASIFICACIÓN
Para fines del programa los casos se clasifican en Multibacilares (MB) en el que se
incluye a los lepromatosos y dimorfos y en Paucibacilares (PB) en el que se incluye a los
tuberculoides e indeterminados.
REACCIONES LEPROSAS:
Durante la evolución de la enfermedad, pueden ocurrir episodios agudos o reaccionales
(Reacción tipo I: de degradación o de reversa y Reacción Tipo II: Reacción leprosa). Las
reacciones se presentan espontáneamente a consecuencia de infecciones, o pueden ser
ocasionadas por modificaciones inmunológicas después de un tiempo de tratamiento
eficaz con PQT y una reducción del índice bacilar.
Cuando las reacciones se presentan, los enfermos pasan por una fase muy dolorosa y
desconcertante por lo que es importante que el personal de salud se encuentre
capacitado adecuadamente con el fin de tomar medidas apropiadas y en caso necesario
solicitar asesoría de un especialista.
Durante las reacciones, las lesiones cutáneas se encuentran inflamadas y los nervios
pueden ser dolorosos y estar sensibles a la presión; estas reacciones pueden aparecer
incluso después de haber terminado el tratamiento.
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TRATAMIENTO:
CASOS MULTIBACILARES:
El tratamiento para los casos multibacilares comprende como mínimo 24 dosis mensuales
supervisadas de rifampicina, clofazimina y sulfona y 648 dosis diarias de clofazimina y
sulfona durante 24 meses o hasta su negativización bacteriológica y desaparición de las
lesiones dermatológicas.
MEDICAMENTO
Rifampicina (a)
Clofazimina
Sulfona
Sulfona
Clofazimina
(a)
(b)
NIÑOS
ADULTO
Dosis mensual supervisada
450 mg
600 mg
150 mg
300 mg
50 mg
100 mg
Dosis diaria autoadministrada hasta completar 648 dosis
50 mg
100 mg
50 mg (b)
50 mg
En caso de hepatopatía se utilizará clofazimina y sulfona.
En los niños se administrará cada tercer día.
CASOS PAUCIBACILARES
El tratamiento para casos paucibacilares comprende como mínimo 6 dosis mensuales
supervisadas de rifampicina y sulfona y 162 dosis diarias autoadministradas o hasta la
desaparición de las lesiones dermatológicas:
MEDICAMENTO
Rifampicina
Sulfona
Sulfona
NIÑOS
ADULTO
Dosis mensual supervisada
450 mg
600 mg
50 mg
100 mg
Dosis diaria autoadministrada hasta completar 162 dosis
50 mg
100 mg
TRATAMIENTO PARA REACCIONES LEPROSAS:
Entre los elementos para el manejo de cualquiera de los estados reaccionales figuran:
1. El más importante de todos es el reposo físico y mental.
2. Descartar presencia de focos infecciosos y dar tratamiento con antibióticos en
caso necesario.
3. Los brazos y piernas deberán inmovilizarse con una férula para evitar que
continúe con el engrosamiento de los nervios.
4. Terapia farmacológica con:
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MEDICAMENTO
Clofazimina
Prednisona
Acido-acetilsalicílico
NIÑOS
200 a 300 mg por día
0.5 a 1 mg/kg de peso por
día
500 mg tres veces al día
ADULTO
Hasta obtener mejoría
El esquema de tratamiento para la reacción tipo II comprende:
MEDICAMENTO
Talidomida




DOSIS
200-600 mg al día
Se va reduciendo la mitad de
la dosis
100 mg al día
50 mg al día
25 mg al día
DURACIÓN
Hasta obtener mejoría
Durante 10 días
Durante 10 días
Durante 10 días
EN NIÑOS SE ADMINISTRA LA MITAD DE LA DOSIS.
NO SE ADMINISTRE EN SOSPECHA DE EMBARAZO O DURANTE EL MISMO, POR SER
POTENCIALMENTE TERATOGÉNICO.
EN MUJERES EN EDAD FÉRTIL SE DEBE LLEVAR ESTRICTO
CONTROL
MÉDICO CON MÉTODOS ANTICONCEPTIVOS.
EN CASO DE MUJERES EMBARAZADAS UTILIZAR CLOFAZIMINA 200 mg. DIARIOS U 800
mg. DIARIOS DE PENTOXIFILINA HASTA OBTENER MEJORÍA.
VIGILANCIA DEL TRATAMIENTO
El personal de salud debe supervisar la ingesta de la dosis mensual hasta que el paciente
complete el tratamiento, evaluando el estado general del paciente para identificar la
regularidad del mismo, así como los efectos adversos de los fármacos y proporcionar los
medicamentos que el paciente debe tomar en su domicilio.
EVALUACIÓN DEL TRATAMIENTO:
Se debe de realizar a los casos MB un examen clínico completo y un estudio
baciloscópico cada seis meses durante el periodo de tratamiento; al finalizar éste debe de
complementarse con estudio histopatológico de piel anteriormente afectada.
En los casos PB se debe de realizar examen clínico al final del tratamiento,
complementando con estudio histopatológico de piel anteriormente afectada.
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La evolución durante el tratamiento se debe calificar como:
a) Favorable cuando existe:
Regresión clínica de las lesiones,
Negatividad bacteriológica o disminución de la carga bacilar,
Mejoría general.
b) Desfavorable cuando:
Persisten los signos y síntomas,
Persiste la baciloscopia positiva.
La evolución al final del tratamiento se debe calificar como:
Clínicamente curado (con y sin discapacidad),
Tratamiento terminado (con y sin discapacidad),
Bacteriológicamente curado.
VIGILANCIA POSTRATAMIENTO:
Los pacientes que hayan terminado su tratamiento y curado deben incorporarse a un
proceso de vigilancia postratamiento semestral por 2 años en el PB y 5 años en el MB,
ésta vigilancia consiste en educar al paciente y sus contactos, para que acuda a revisión
cuando identifique signos o síntomas de recaída.
VIGILANCIA EPIDEMIOLÓGICA:
La lepra debe ser notificada semanal y mensualmente y debe de acompañarse del estudio
epidemiológico correspondiente, conforme a lo establecido en la NOM-017-SSA2-1994,
para la vigilancia epidemiológica. La notificación del caso es de carácter obligatorio, pero
debe buscarse la participación de todas las instituciones del Sistema Nacional de Salud y
se lleva a cabo a través del Informe Semanal de Casos Nuevos de Enfermedades
(SUIVE-1-2000).
ESTUDIO DE CONTACTOS:
La investigación de contactos debe ser realizada por el médico, por la enfermera o
promotores o auxiliares de salud debidamente capacitados, para poder detectar posibles
casos nuevos para ingresarlos inmediatamente a tratamiento con PQT.
Esto se realiza por medio del interrogatorio y de la exploración física completa de los
contactos con la finalidad de encontrar signos de enfermedad.
ATENCIÓN DE DISCAPACIDADES:
El enfermo que se diagnostica con algún tipo de lepra manifestará un grado de
discapacidad diferente, según su tiempo de evolución. Los principales sitios afectados
después de la piel son los ojos, las manos y los pies.
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Las discapacidades por lepra se califican por grados (0,1 y 2).

Cuando existe grado de discapacidad 0:
Las recomendaciones principales son las siguientes:
- Hidratación y lubricación de la piel en general.
- Protección solar en ojos y piel, mediante el uso de sombrero, lentes obscuros e
hidratación de ojos (colirios).

Cuando existe grado de discapacidad 1:
Las recomendaciones principales son las siguientes:
- Se llevaran a cabo las recomendaciones especificadas en el grado 0.
- En ojos observar y retirar, las pestañas y objetos extraños que pueda afectar la
córnea.
En manos y pies.
- Revisar diariamente en búsqueda de lesiones (quemadura o lesión por cuerpo
extraño).
- Protección contra lesiones (utilización de guantes).
- Retirar algún objeto extraño.
- Revisión de calzado.
· Cuando existe grado de discapacidad 2:
- En los ojos se llevarán a cabo las recomendaciones del grado 0 y 1.
- Revisión continua de agudeza visual.
Para manos:
- Curación diaria y rehabilitación hasta obtener la funcionalidad.
Para pies:
- Curación diaria y rehabilitación hasta obtener la funcionalidad.
En este último grado de discapacidad hay que considerar la
necesidad de aditamentos para los ojos, las manos y los pies
(puede ser la utilización de anteojos, adaptación de utensilios de
uso personal, de trabajo y para el calzado, en casos especiales
con secuelas, o la valoración de cirugía reconstructiva para
aquellos enfermos o exenfermos que lo requieran).
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