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Dividiremos la Edad Moderna en tres partes:
EDAD NUEVA: del 1313 al año 1648
EDAD MODERNA p.d., del 1648 al año 1914
EDAD POST-MODERNA: del 1914 hasta nuestros días
EDAD MODERNA
Nueva
cristianización
EDAD POSTMODERNA
Reforma
1900
1800
1700
1600
1500
1400
Recristianización 2000
Secularización
1914: Gran Guerra
Socialismos
Nacionalismos
Liberalismo
Rev. Francesa
Monarq. Absolutas
Paz Wesfalia
Guerras religión
C. Trento
Lutero
Renacimiento
Cisma Occidente
1790
2000
1900
1800
EDAD NUEVA
1648
1700
Prerreforma
1600
a
1500
1400
Destierro Avignon
Bonifacio VIII
1313
1517
2100
EDAD NUEVA
1. La evangelización de América y Asia: con el descubrimiento de América (1492) se
inicia la evangelización de este continente: tarea inmensa también para la promoción
humana del mismo. La evangelización fue realizada sobre todo por los misioneros y
en parte por colonizadores –artesanos y comerciantes, funcionarios y soldados etc.animados de espíritu cristiano. En los siglos XVI y XVII misioneros portugueses,
italianos y españoles predican el evangelio en diversos lugares de Asia: en India y
Japón, en China, y en las
Islas Filipinas donde arraigó
profundamente la fe. También
se recogieron algunos frutos
de evangelización en algunos
pueblos de las costas
africanas.
2.El renacimiento.
El transito del Medioevo a la Modernidad estuvo dominado sobre todo por dos
fenómenos culturales que marcaron decisivamente el espíritu de la época: el
Renacimiento y el Humanismo. Se trataba, en un principio, de movimientos
minoritarios en los que participaban grupos selectos, pero que estaban
destinados a ejercer una influencia perdurable en la historia del occidente
europeo.
Se puede decir que el Renacimiento es el ámbito cultural y vital donde florecerá
tanto el humanismo como la primera burguesía de las ciudades, los “derechos
nuevos” de Vitoria, Menchaca y Suárez, así como los movimientos místicos como
reacción a una excesiva crítica de la Teología nominalista.
El término Humanismo lo aplicamos al núcleo de ideas, sentimientos y valores
estéticos: que se manifiesta primeramente en Italia, en el siglo XV y alcanza su
punto de madurez en la primera mitad del XVI
Piero dalla Francesca: La ciudad ideal
3. El protestantismo.
En el siglo XVI se extiende por Europa la herejía protestante, iniciada por Lutero
(1483-1546) y propagada por Calvino (1509-1564) y Zwinglio (1448-1531), que se
llaman “reformadores” pues intentaban una reforma de la Iglesia. En realidad se
apartaron de la doctrina católica en verdades capitales
Calvino
Zwinglio
Lutero
El protestantismo nació y se propagó primero en Alemania y después en
Escandinavia, Finlandia y Países Bálticos. En Suiza y Holanda se extendió el calvinismo. En Gran Bretaña tras separarse de Roma el Rey Enrique VIII, dio lugar al
anglicanismo. Todos estos errores se han multiplicado en un gran número de
grupos de hermanos separados: baptistas, evangelistas, luteranos, episcopalianos,
y de tendencias fundamentalistas.
En el Concilio de Trento
(1545-1563) la Iglesia
enseñó la doctrina
católica acerca de los
errores de Lutero y otros
reformadores.
En los siglos XVI y XVII hay grandes
santos que contribuyen, con su
ejemplo y sus escritos a la renovación de la vida cristiana: San Ignacio
de Loyola, Santa Teresa de Jesús,
San Juan de la Cruz, San Juan de
Ávila, el Papa San Pío V, San Carlos
Borromeo, y otros mochos
EDAD MODERNA
En el siglo XVII, Francia sucedió a España como primera potencia europea y le
sucedió igualmente como foco principal
de vitalidad cristiana. Las Guerras de Religión habían terminado en un compromiso: Enrique IV se convirtió al Catolicismo,
Francia siguió siendo una nación católica
y los hugonotes recibieron en el Edicto
de Nantes (1598) un estatuto de
tolerancia con garantías.
Pero en el contexto de la guerra de los
Treinta años y tras la victoria española
de Nordlíngen contra los suecos en
1634, Francia declara la guerra a
España, pues no quiere verse rodeada
del predominio de los Aubsburgos.
Port Royal
Se suceden así una serie de Guerras y paces que protagonizadas por Richeliu (1582-1642) y
Luís XIII y después por Mazarino (1643-1661) y Luís XIV van a dar el predominio europeo a
Francia. Es el siglo de Francia en el que se amplía su poder militar y estratégico y sobre todo
del pensamiento con el racionalismo y pequeños errores como el quietismo y el jansenismo, que
no perduraron. El racionalismo, si. Y sus inmediatas consecuencias, agnosticismo, ateismo y
cientifismo, ya que no admite más que aquello que puede ser demostrable por la razón. Y no
acepta, por tanto, la existencias de verdades sobrenaturales ni tampoco la revelación como
fuente de conocimiento
El absolutismo francés
llevó al descontento y a
la Revolución en Francia. Los monarcas borbónicos de España, Italia
y Austria tambien son
regalistas y se oponen a
la Revolución con su
intento de la Restauración del Antiguo Régimen del Trono y el Altar,
donde los Estados eran
todavía rigurosamente
confesionales. La Iglesia
gozaba en ellos de la
protección oficial y seguía cubierta por el
dorado ropaje de sus
ventajas y privilegios
Quema de la Bastilla
tradicionales.
Pero los episcopados de las Monarquías regalistas, patrimonio en buena medida
de la aristocracia, estaban dócilmente sometidos al poder real. La restauración no
se consigue, pero si la instauración de regímenes liberales
La Revolución de 1848 fue un violento seísmo que sacudió a la mayor parte de
Europa y supuso un ulterior avance en la configuración de la nueva realidad social y
política. Fue la victoria del Liberalismo, que se dejó sentir en todos los órdenes de la
vida. Aquí procede examinarla únicamente en aquellos aspectos que se relacionaron
de modo más directo con el Cristianismo y la Iglesia
Revolución liberal de 1848
El Liberalismo tenía una doctrina política y económica; pero se fundaba además en
una ideología, que enlazaba con el pensamiento ilustrado del siglo XVIII. En la base
de esa ideología liberal existe una concepción antropocéntrica del mundo y de la
existencia. Para ella, los hombres no sólo serían libres e iguales, sino también
autónomos, es decir, desvinculados de la ley divina.
De esta etapa del liberalismo es el Concilio Vaticano I (1869-1870), donde el Magisterio condenó los errores del racionalismo y definió el dogma de la Infalibilidad pontificia por el papa Pío IX.
En estos años del s. XIX la industrialización
produce grandes cambios en la vida económica y social. Aparecen doctrinas como el
socialismo y el comunismo que se oponen a
la visión cristiana del hombre y de la sociedad. Y con el Papa León XIII en su Encíclica
Rerum Novarum de 1891 se da origen a los
documentos que sobre doctrina social se
darán con frecuencia.
También en estos años se dio el error modernista al considerar la
fe como un sentimiento religioso, situado en un plano distinto a
la razón. Fue el Papa San Pío X quien expuso la doctrina católica
acerca de estos temas en la Encíclica Pascendi de 1907. Estaba
ya muy cercana la fecha de la Gran Guerra de 1914 que fue el
último y fatal eslabón de las esperanzas liberales.
Edad Post-Moderna
a) Concilio Vaticano II (1962-1965) La tarea que se propuso el Concilio la define muy
bien el Papa Juan XXIII en su Discurso de apertura (11-X-1962):”que el sagrado
depósito de la doctrina cristiana sea custodiado y enseñado de forma cada vez más
eficaz”
Durante el concilio se elaboraron documentos de gran importancia para la vida de la Iglesia, con
la aprobación del papa de cada periodo Lumen gentium, Gaudium et spes. De capital importancia
fueron los Decretos Presbyterorum ordinis, sobre el ministerio de los presbíteros y el Apostolocam
actuositatem, sobre el apostolado de los laicos y Unitatis redintegratio, sobre el ecumenismo, así
como la Declaración sobre la libertad religiosa (Dignitatis humanae)
El papa Pablo VI en el motu proprio Sanctitas clarior del 19-III-1969 dejó muy claro cuál era la
característica más peculiar y la finalidad última de todo el magisterio conciliar:”ha repetidamente
invitado a todos los cristianos de cualquier condición y clase social a la plenitud de la vida
cristiana y a la perfección de la vida cristiana: la llamada a la santidad”
El concilio Vaticano II significó una profunda renovación en la vida de la Iglesia. Pero en los años
siguientes del concilio proliferaron muchos errores doctrinales y abusos prácticos.
b) Nueva evangelización.
El papa Juan Pablo II, desde el inicio de su pontificado en 1978, se propuso llevar a la
práctica las indicaciones del Concilio Vaticano II y así lo hizo con la publicación en 1983
del Código de Derecho canónico y del Catecismo de la Iglesia Católica en 1992.
Estos son los nuevos instrumentos que los cristianos tienen para hacerse eco de una
nueva evangelización en la que como ha enseñado Juan Pablo II ellos han de ser los
protagonistas , pues son “sal de la tierra y luz del mundo”
C) El Opus Dei en la vida de la Iglesia
San Josemaría fundó el Opus
Dei por “inspiración divina” y fue
canonizado por Juan Pablo II el
7 de octubre de 1992
El Opus Dei fue fundado en 1928. Desde 1982, es una Prelatura personal de la Iglesia
Católica. El Concilio Vaticano II creó la figura jurídica de las prelaturas personales para
permitir el desarrollo de específicas misiones pastorales. Las prelaturas personales
forman parte de la estructura jerárquica de la Iglesia. Están compuestas por laicos y
sacerdotes que, bajo la autoridad de un prelado, cooperan orgánicamente para llevar a
cabo la misión propia de la prelatura.
La actividad del Opus Dei se resume en la formación de los fieles de la prelatura para
que desarrollen -cada uno en su propio lugar en la Iglesia y en el mundo- una actividad
apostólica multiforme, promoviendo a su alrededor el ideal de la llamada universal a la
santidad.