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Sección Onco-Climaterio del Hospital de Oncología “María Curie”
Dr. N. Cuneo - Dra. E. Martínez Saravia
El motivo que nos animó a crear la sección de Onco-Climaterio fue el detenernos en
nuestra carrera o lucha contra el cáncer y considerar a la paciente oncológica, ya sea
ginecológica o no, desde un punto de vista integral, social y psicosomático.
Cuantas pacientes que habían sido tratadas correctamente por su cáncer de cuello, operadas e
irradiadas y que se consideraba que su tratamiento ya estaba concluido...
Fue así que nos pusimos a considerar que a esa paciente con el tratamiento ya sea
quirúrgico o actínico, la habíamos hecho entrar de golpe en menopausia y eso lo detectamos
ante el creciente número de pacientes que interrogadas referían sintomatología climatérica. Se
habían tratado los aspectos somáticos y psicológicos del cáncer, pero ¿qué se había hablado
de esta súbita entrada en climaterio?
Fue así que consideramos mejorar su calidad de vida a través de:
A)
Información adecuada.
B)
Ubicar a las pacientes en grupos de apoyo.
C)
Nutrición adecuada.
D)
Eventual medicación hormonal o no.
Se consideran que existen tres sobrevivientes femeninas al cáncer por cada hombre,
además de recordar el informe de SCER de EE.UU. de 1987 donde la prevalencia de
sobrevivientes femeninas es por cáncer de localización ginecológica seguido muy de cerca por
cáncer mamario y en mucha menor cantidad por cáncer digestivo, leucemias y otros.
Se debe tener en cuenta que el cáncer ginecológico tiene su mayor incidencia en la
postmenopausia y que los casos que se dan en la premenopausia en su mayoría llegan a la
postmenopausia.
Ante este planteo cabe preguntarse qué respuesta damos los ginecólogos, oncólogos y
otros especialistas a esta temática.
En una encuesta que realizamos observamos que es mínima la actitud terapéutica frente a
esta circunstancia y pensamos que esto no es casual y obedece a una ideología médica. En
tanto el cáncer se considera fatal y su terapéutica un desafío a la heroicidad del médico, todo
resultado será un éxito insuperable y por ende, toda consecuencia de este podrá considerarse
despreciable.
A este contexto se suma un temor manifiesto del cuerpo médico a la terapéutica hormonal
incluyendo un cierto desconocimiento de las posibilidades de los tratamientos hormonales y de
la existencia de tratamientos no hormonales para el manejo del climaterio.
Sumemos a esto una falta de conocimiento por parte de la mujer acerca de su climaterio y
pudiendo también añadir la inadecuada actitud de aquellos ginecólogos que no conciben al
tratamiento del climaterio como una forma de medicina preventiva. Esta actitud va asociada al
desconocimiento y negligencia de la población respecto a los problemas de la menopausia.
En el Servicio de Ginecología del Hospital María Curie se efectúan mas de 7000 consultas
por año y entre ellas se detectan unos 250 nuevos casos ginecológicos.
A esta cifra sumemos los casos de seguimiento de cáncer ginecológico y que a pesar de tener
un 60% de EIII y EIV de las distintas localizaciones (principalmente cuello y ovario, y en menor
medida endometrio y vulva) el 40% restante tiene las mejores expectativas de pronóstico.
Percibimos que el avance en los estadíos es un claro índice de falta de cultura sanitaria
así como un déficit severo en lo que a prevención compete. Tengamos en cuenta que de
acuerdo a la OMS el cáncer cervical presenta a los 5 años una sobrevida global del 60% y que
el cáncer de endometrio en el que en un 75% detectamos en EI, presenta sobrevidas mayores
del 90%.
Todas estas cifras avalan los datos existentes acerca de la gran cantidad de pacientes
denominadas “sobrevivientes” al cáncer.
Nos enfrentamos a pacientes que han completado su tratamiento y sin evidencias de
enfermedad o metástasis por un período de tiempo que puede ir desde meses hasta años. Y
así como los tratamientos van siendo exitosos, del mismo modo aumenta el pool de pacientes
en tales condiciones.
La paciente que ha enfrentado el cáncer ginecológico ha enfrentado el riesgo de
muerte, temprano o no, ella siente cambios, los relacionados al envejecimiento y los
relacionados a su menopausia, su sexualidad y relaciones con su familia, pareja, amigos.
Corresponde comentar algo sobre sexualidad, desafortunadamente la sexualidad en la
postmenopausia ha sido objeto de ignorancia y conceptos equívocos, lo cual ha sido
desfavorable para la mujer y para la pareja. Para Semmens la sexualidad es esa dimensión de
la personalidad que refleja el propio confort y la necesidad de compartir con otros seres
humanos, social y privadamente, situaciones emocionales, intelectuales y físicas.
El acto sexual es importante pero no es todo, la sexualidad comprende un proceso que
apunta a:
1)
Acrecentamiento de la personalidad.
2)
Establecimiento de relaciones saludables.
3)
Fortalecimiento de la capacidad para el amor, placer e intimidad.
La paciente oncológica generalmente “fuerza” su sexualidad y su capacidad de ser mujer
por temor y desconocimiento, poniendo gran parte de su potencial en relación a su
enfermedad.
Esto puede ser discutido o no, aceptado o no, pero creemos que es importante brindarle
una oportunidad de mejorar su calidad de vida a través de su aceptación como mujer plena y
con derecho a seguir ejerciendo su sexualidad como antes.
El ginecólogo actuando aisladamente puede sentirse sobrepasado al contener a esta
paciente oncológica con problemas ginecológicos. De ahí la necesidad de un ginecólogo con
criterio oncológico en el seguimiento de cualquier paciente oncológica que atraviese su etapa
de climaterio ya que este podrá estructurar y enfrentarse a los problemas de esta paciente
oncoginecológica.
Por ello en esta Sección de onco-climaterio perteneciente al Servicio de Ginecología
constituimos un equipo multidisciplinario integrado por oncoginecólogos, psicólogos,
endocrinólogos y nutricionistas.
Entendemos el manejo del climaterio con todo su bagaje terapéutico (hormonal o no)
médico, social y psicosomático, como formas tendientes a mejorar la calidad de vida de la
mujer.
Sostenemos que la paciente con cáncer ginecológico presenta severamente comprometida
su calidad de vida a través de mutilaciones, frustración de proyectos, pérdida de la fertilidad,
complicaciones por la enfermedad y por las terapéuticas empleadas.
Pensamos que ofrecer a nuestras pacientes climatéricas con cáncer una respuesta acorde,
es simplemente cumplir con el viejo aforismo medico de “curar, aliviar y siempre acompañar”.-