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TEMA 2.
ALIMENTACIÓN
EQUILIBRADA
LOS CAMBIOS IMPUESTOS
POR LA MODERNIDAD
Desde la década de los 70 se incorporaron a nuestra dieta unas serie
de productos caracterizados por estar prefabricados, por lo general
ricos en grasas, que vinieron a sustituir a la tradicional «dieta
mediterránea».
El déficit de productos como las
verduras, el pescado y la fruta
conlleva a medio plazo graves
consecuencias en la salud.
La «dieta mediterránea» se
caracteriza por el consumo
moderado de carnes, pero sobre
todo, por el positivo consumo de
cereales, legumbres, aceite de oliva,
fruta y verdura.
LA ALIMENTACIÓN EN LA
ADOLESCENCIA
La adolescencia es un periodo de cambios, durante el que el
organismo está sometido a un estrés orgánico debido a esos
cambios. Estos se producen a nivel psíquico y físico.
Las chicas se desarrollan de forma
más rápida y antes que los chicos. El
organismo reclama más cantidad de
nutrientes, como el hierro, y menos
de otros, como grasas y azúcares.
Es importante hacer ejercicio físico y mantener una buena alimentación
puesto que durante esta etapa se garantizará la reserva para el futuro de
muchos de los nutrientes como el calcio y el magnesio, que garantiza la
buena densidad ósea.
EL EQUILIBRIO ENTRE INGESTA
Y GASTO CALÓRICO DIARIO
La cantidad de alimentos a ingerir (traducidos luego a calorías) vendrán
determinados por varios factores, pero debemos destacar que durante la
adolescencia debe ser mayor que de adulto y que la actividad física determina
también esa cantidad a ingerir.
Gasto calórico:
-
70% metabolismo basal
20% efecto térmico de los alimentos
10% actividad física
Ingesta calórica:
Adolescente: 2500-3000 K
Adulto: 1500 – 2000 K
NUTRIENTES:
Tipos y cantidades:
Hidratos de carbono 50%
Grasas
35%
Proteínas
15%
Función de los nutrientes:
Hidratos de carbono (cereales, pasta,
arroz, pan…) tienen una función
energética.
Grasas (dulces, golosinas, aceites…)
también son energéticas.
Proteínas (carnes, leche, huevos,
pescado…) tienen una función
constructora.
Otros, como agua, fibra, vitaminas, sales
minerales (verduras, fruta, sal…) tienen
una función protectora o reguladora.
Verdura, pescado, fruta,
legumbres, carne en su
cantidad justa, huevos y
productos lácteos.
Debemos favorecer
Debemos reducir
PIRÁMIDE DE
LOS ALIMENTOS:
Cereales
4 o más raciones
Frutas
3 o más raciones
Hortalizas
2 o más raciones
Lácteos
2 – 3 raciones
Pescado, carne y huevos 2 raciones
Aceite
4 – 6 cucharadas
Sal, azúcar, grasas, etc
moderado