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Lectio Divina
A la escucha y meditación de la
Palabra de Dios desde
la
Tradición y Magisterio
Bautismo de Jesús
Parroquia
Santa María Magdalena
Yacuanquer
A la escucha y meditación de la
Palabra de Dios desde
la
Tradición y Magisterio
La Palabra debe ser esperada y
escuchada
Con buena disposición interior
Oración al Espíritu Santo
Con Corazón limpio y humildad
ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
(San Agustín)
A la escucha y meditación de
la Palabra de Dios desde la
Tradición y Magisterio
Espíritu Santo, inspíranos, para
que pensemos santamente.
Espíritu Santo, incítanos,
para que obremos santamente.
Espíritu Santo, atráenos,
para que amemos las cosas santas.
Espíritu Santo, fortalécenos, para que
defendamos las cosas santas.
Espíritu Santo, ayúdanos, para que no
perdamos nunca las cosas santas.
Leer bien y sin prisa
Hay que leer dos o tres veces
Aprende a conocer el Corazón
de Dios en sus Palabras
Leer bien, es escuchar bien
Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 3,13-17
A la escucha y meditación
de la Palabra de Dios desde
la Tradición y Magisterio
«Entonces aparece Jesús, que viene de
Galilea al Jordán donde Juan, para ser
bautizado por él. Pero Juan trataba de
impedírselo diciendo: "Soy yo el que
necesita ser bautizado por ti, ¿y tú
vienes a mí?" Jesús le respondió:
"Déjame ahora, pues conviene que así
cumplamos toda justicia". Entonces le
dejó. Bautizado Jesús, salió luego del
agua; y en esto se abrieron los cielos y
vio al Espíritu de Dios que bajaba en
forma de paloma y venía sobre él. Y una
voz que salía de los cielos decía: "Este
es mi Hijo amado, en quien me
complazco".»
Composición general del
Evangelio de San Mateo

1,1- 4,16:
Presentación de Jesús.

4,17-16,20:
Misión de Jesús.

16,21-28,20:
Pasión, muerte y
resurrección de Jesús.
Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 3,13-17
A la escucha y meditación
de la Palabra de Dios desde
la Tradición y Magisterio
«Entonces aparece Jesús, que viene de
Galilea al Jordán donde Juan, para ser
bautizado por él. Pero Juan trataba de
impedírselo diciendo: "Soy yo el que
necesita ser bautizado por ti, ¿y tú
vienes a mí?" Jesús le respondió:
"Déjame ahora, pues conviene que así
cumplamos toda justicia". Entonces le
dejó. Bautizado Jesús, salió luego del
agua; y en esto se abrieron los cielos y
vio al Espíritu de Dios que bajaba en
forma de paloma y venía sobre él. Y una
voz que salía de los cielos decía: "Este
es mi Hijo amado, en quien me
complazco".»
En
el
domingo
pasado
celebrábamos la epifanía de
Jesús a todos los pueblos, es
decir, la presentación de la
vida del Niño Jesús a todas las
gentes. En el día de hoy
celebramos la epifanía de la
misión de Jesús a todos los
que quieran creer en Él, es
decir, la presentación pública
de la misión que Dios tiene
para su Hijo y para quienes lo
quieran escuchar y aceptar.
El Evangelio de Mateo comienza
diciendo que “aparece Jesús”, un
modo
sencillo
y
práctico
para
colocarnos ante el Jesús adulto que es
capaz de tomar las riendas de su
misión en el mundo. Pero cómo
introducir ese hecho tan significativo
dentro de un relato?. Los evangelistas
lo presentan por medio del Bautismo de
Jesús en el Jordán. El texto de Mateo,
nos habla de un dialogo entre Juan y
Jesús que termina con una frase que
clarifica todo el sentido del por qué
Jesús asume el bautismo de Juan:
"Déjame ahora, pues conviene que así
cumplamos toda justicia".
De cuál justicia nos habla Jesús y
qué significa para nosotros?. Jesús
había asumido la condición del ser
humano para buscar una salida al
sin sentido en el que la humanidad
se había metido, por eso, Él sabe
que debe asumir toda la realidad
del ser humano y eso incluye la
capacidad de obediencia ante el
plan que Dios tiene pensado para
cada uno. Jesús con su bautismo
nos enseña a vivir en obediencia al
Padre. Nuestro proyecto de vida
debe estar siempre ligado a la
obediencia plena al plan de Dios.
A la escucha y meditación
de la Palabra de Dios desde
la Tradición y Magisterio
Además, de la obediencia al Padre,
el bautismo de Jesús nos recuerda
que nosotros adquirimos una
filiación con Dios, que nos hace
sus hijos con la misma condición
de Jesús: el muy amado y en quien
Dios se complace. La obediencia y
la filiación son los dos grandes
dones del bautismo y Jesús los
quiso
dejar
para
que
entendiéramos que nuestra misión
en el mundo es similar a la misión
que Él adquirió en el día en que fue
bautizado.
A la escucha y meditación de
la Palabra de Dios desde la
Tradición y Magisterio
Por lo tanto, quien es obediente al plan
de Dios debe actuar en justicia, debe
ser el constructor de un nuevo orden
social donde todos seamos hermanos,
donde la verdad este unida al mensaje
liberador de Jesús. Además, quien es
obediente es también Hijo de Dios, y
esa condición lo hace responsable de
una nueva manera de relacionarse con
los demás. El que es hijo, sabe que
tiene una familia donde su Padre Dios
nos enseña amar a todos por igual sin
hacer acepción de personas. El ser
hijo de Dios nos enseña que debemos
cumplir firmemente nuestro proyecto
de vida según la voluntad salvadora
del Padre.
En este domingo que bueno sería
que revisemos nuestro compromiso
bautismal adquirido hace unos años
atrás.
Miremos
si
nuestro
comportamiento
humano
y
experiencia de justicia responde al
principio de obediencia y filiación
que adquirimos bajo la presencia, el
compromiso y responsabilidad de
nuestros padres y padrinos, para
que un día podamos recibir de Dios
ese mensaje tan consolador y
extendido a todos sus hijos: "Este es
mi Hijo amado, en quien me
complazco".
DESCUBRIR LOS “AFECTOS” QUE
LA PALABRA VA GENERANDO EN
MI CORAZÓN:
Alegría, compromiso,
interrogantes, nuevas posibilidades
Lo dicho, lo narrado por la Palabra tiene,
ahora, que ser leído con el corazón
Meditemos la Palabra con el Papa
«Para captar el sentido profundo del
bautismo, es necesario volver a
meditar en el misterio del bautismo
de Jesús, al comienzo de su vida
pública. En realidad, sometiéndose al
bautismo de Juan, Jesús lo recibe no
para su propia purificación, sino
como signo de solidaridad redentora
con los pecadores. En su gesto
bautismal está implícita una intención
redentora, puesto que es «el Cordero
que quita el pecado del mundo» (Jn
1, 29).
En el bautismo en el Jordán, Jesús no sólo
anuncia el compromiso del sufrimiento redentor,
sino que también obtiene una efusión especial del
Espíritu, que desciende en forma de paloma, es
decir, como Espíritu de la reconciliación y de la
benevolencia divina. Este descenso es preludio del
don del Espíritu Santo, que se comunicará en el
bautismo de los cristianos. Además, una voz
celestial proclama: «Tú eres mi Hijo amado, en ti
me complazco» (Mc1,11). Es el Padre quien
reconoce a su propio Hijo y manifiesta el vínculo
de amor que lo une a Él. En realidad, Cristo está
unido al Padre por una relación única, porque es el
Verbo eterno «de la misma naturaleza del Padre».
Sin embargo, en virtud de la filiación divina
conferida por el bautismo, puede decirse que para
cada persona bautizada e injertada en Cristo
resuena aún la voz del Padre: «Tú eres mi hijo
amado». En el bautismo de Cristo se encuentra la
fuente del bautismo de los cristianos y de su
riqueza espiritual».
Juan Pablo II. Catequesis del 1 de abril, 1998.
Da gracias, intercede por los hermanos,
por las situaciones que el texto te haya
traído a la memoria.
Da curso libre a tus capacidades
creativas de sensibilidad en la oración.
Lo dicho, lo narrado por la Palabra tiene,
ahora, que ser hablado con el corazón
A la escucha y meditación
de la Palabra de Dios desde
la Tradición y Magisterio
Dios Padre nuestro, que en el
bautismo de Jesús lo has
proclamado como tu “Hijo muy
amado, el predilecto”; te
suplicamos nos cobijes bajo su
nombre y nos concedas
conformarnos cada día más
cercanamente a su imagen,
haciendo nuestra su Causa y
prosiguiendo su misión de ser
“luz de las naciones” y de
“implantar el Derecho en la tierra”.
Te lo pedimos por el mismo
Jesucristo nuestro Señor. Amén
Ponte en medio de la comunidad y deja
que rebose de tu interior la paz y la
bendición que has recibido.
Actúa con ellos para volver a
reencarnar en la historia a
Jesucristo, la Palabra hecha carne.
Lo dicho, lo narrado por la Palabra tiene,
ahora, que ser practicado en la vida
Mi compromiso en esta semana será:
1. Hago una lista de las acciones que hago diariamente
y que demuestran que estoy cumpliendo con los
compromisos bautismales de Obediencia y Filiación
a Dios Padre.
2. Cuando me eligen como padrino de Bautismo si soy
consiente del compromiso que adquiero con quien
va hacer bautizado.
(Desde el Evangelio de San Mateo 3,13-17)
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