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Transcript
Deméter
o Demetra
DIOSA GRIEGA DE LA AGRICULTURA
También conocida como Ceres
Realizado por
Kevin Vidaña Sánchez y Azahara Cárdenas López
1º C.
Índice del trabajo
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Deméter, la diosa madre.
Funciones y honores.
La relación con Perséfone.
Céleo y sus hijos.
Eleusis (I y II).
Sobre Perséfone, su hija.
Zeus, padre de Perséfone.
Ceres y sus representaciones.
Faceta de madre (I y II).
La historia del extraño ritual (I y II).
El bosque sagrado (I y II).
Amores singulares (I y II).
¿Por qué Ceres?
La diosa de la agricultura en museos (imágenes).
Deméter, la diosa madre
Deméter es la diosa griega de la agricultura,
nutricia pura de la tierra verde y joven, ciclo
vivificador de la vida y la muerte, y protectora
del matrimonio y la ley sagrada. Junto a su
hija Perséfone eran los personajes centrales
de los misterios eleusinos que precedieron al
panteón olímpico.
En la mitología romana se asociaba a
Deméter con Ceres. Se dijo que era hija de
Crono y Rea, y por tanto hermana mayor de
Zeus. Según el retórico ateniense Isócrates,
los mayores dones que Deméter daba a los
atenienses eran el grano, que hacía al
hombre diferente de los animales salvajes, y
los misterios eleusinos, que le daban
mayores esperanzas en esta vida y en la otra.
Funciones y honores
Deméter enseñó a la humanidad
las artes de la agricultura. Era
especialmente popular entre las
gentes del campo. Además de
fundamental en la antigua religión
de Grecia. Reliquias propias de su
culto, como cerdos votivos de
arcilla, se fabricaban ya en el
neolítico.
Se le rinde honor en lugares de
culto como Eleusis, en Sicilia,
Hermíone, en Creta, Megara,
Seleme, Lerna, Aegila, Muniguia,
Corinto, Delos, Priene, Acragas,
Iasos, Pérgamo, Selino, Tegea,
Thorikos, Dion, Licosura,
Mesembria, Enna y Samotracia.
La relación con Perséfone
El gran mito que existe alrededor de la
figura de Deméter es su relación con
Perséfone, su hija y ella misma de joven.
Perséfone fue consorte de Hades. Se
convirtió en diosa del inframundo cuando
Hades la secuestró en la tierra y le llevó
con él. Zeus no pudo aguantar más la
agonía de la tierra y obligó a Hades a
devolver a Perséfone enviando a Hermes
para rescatarla. Pero antes de liberarla,
Hades le engañó para que comiese seis
semillas de granada, lo que le obligaba a
volver seis meses cada año. Cuando
Deméter y su hija estaban juntas, la tierra
florecía de vegetación. Pero durante seis
meses al año, cuando Perséfone volvía a
los infiernos, la tierra se convertía de nuevo
en un erial estéril.
Céleo y sus hijos
Mientras Deméter buscaba a su hija Perséfone, habiendo tomado la forma de
una mujer anciana llamada Doso, recibió la hospitalaria bienvenida de Céleo, el
rey de Eleusis en Ática (y también de Fítalo). Céleo le pidió que cuidase de
Demofonte y Triptólemo, los hijos que había tenido con Metanira.
Deméter planeó convertir a Demofonte en un dios, cubriéndolo y ungiéndolo
con ambrosía, respirando suavemente sobre él mientras le sostenía entre sus
brazos y su pecho, y haciéndole inmortal quemándolo sobre carbones al rojo vivo
en la chimenea del hogar familiar cada noche, a espaldas de sus padres.
Deméter no pudo completar el ritual y en lugar de hacer inmortal a
Demofonte, decidió enseñar a Triptólemo el arte de la agricultura y, a través
de él, el resto de Grecia aprendió a plantar y segar cultivos. Triptólemo cruzó
el país volando en un carro alado mientras Deméter y Perséfone cuidaban de él,
ayudándole a completar su misión de educar a Grecia entera en el arte de la
agricultura.
Más tarde, Triptólemo enseñó a Linco, rey de Escitia, las artes.
Eleusis
Eleusis
Eleusis (actualmente Elefsina) fue una pequeña población a unos 30 kms al
noroeste de Atenas que albergaba un santuario dedicado a la diosa Deméter y su
hija Perséfone, que llegó a adquirir gran importancia por ser la sede de los misterios
eleusinos, uno de los mayores cultos de la Grecia antigua y más tarde del Imperio
romano. También es célebre por haber sido la cuna del gran poeta trágico Esquilo.
La actual Elefsina es una pequeña ciudad industrial, casi absorbida dentro del área
metropolitana de Atenas. Está conectada directamente con Atenas por tren
suburbano y autopista, y es uno de los principales centros industriales de Grecia, con
una gran actividad de refino de petróleo. Posee un yacimiento arqueológico y un
museo.
Los primeros asentamientos datan del año 2000 a.C., convirtiéndose durante el
periodo micénico en un amplio recinto fortificado. Es en esta etapa cuando se
introdujo el culto a Deméter, divinidad relacionada con la naturaleza y el cultivo de
los cereales. Se ha constatado la continuidad de este culto hasta la época romana,
con la construcción de templos sucesivos en la parte este de la colina sobre la que
se asienta la ciudad.
Sobre Perséfone, su hija
Perséfone era la reina del Inframundo, hija de
Deméter y Zeus. Perséfone es su nombre en
la literatura épica de la Grecia jónica. También
es conocida como Persephassa o
Persephatta. Homero, por ejemplo, la llama
Persephoneia.
Su historia se basa en una doncella inocente,
el dolor de una madre por el rapto y el regreso
de su hija. También es citada con frecuencia
como un paradigma de los mitos que explican
procesos naturales, con el descenso y el
regreso de la diosa provocando el cambio de
estación.
Ella era además la terrible Reina de los
muertos, cuyo nombre no era seguro
pronunciar en voz alta y a la que se referían
como «La Doncella».
Zeus, padre de Perséfone
Zeus es el rey de los dioses olímpicos,
gobernante del monte Olimpo y dios del cielo y
el trueno.
Zeus fue frecuentemente representado por los
artistas griegos en dos poses: de pie,
avanzando con un rayo levantado en su mano
derecha, y sentado majestuosamente.
Hijo de Crono y Rea, era el más joven de sus
descendientes. Famoso por tener amantes.
Su equivalente en la mitología romana era
Júpiter y en la etrusca Tinia. En la mitología
indú equivale a Indra, con quien comparte
incluso el rayo como arma.
Ceres y sus representaciones
Se solía retratar a Deméter subida a un carro, y
asociada con frecuencia a imágenes de la
cosecha, incluyendo flores, fruta y grano. A veces
se la pintaba también con Perséfone, su hija.
Deméter puso a Aetón, el dios de la hambruna,
en las tripas de Erisiction, haciendo que estuviese
permanentemente hambriento, como castigo por
cortar árboles en una arboleda sagrada.
Era y es célebre la estatua en mármol de esta
diosa que se hallaba en la ciudad de Cnido y que
actualmente se encuentra en el Museo Británico
de Londres. Podemos ver esa obra de arte a la
derecha.
Faceta de madre I
Deméter es diosa, pero ante todo es madre. Al
concebir a Perséfone, que simboliza el grano,
asume el doble papel de madre que da a luz a
una criatura y tierra que alimenta la semilla.
Es el modelo de la mujer griega, encargada tanto
de la educación temprana de los hijos como del
cultivo de la tierra, ya que en la época arcaica,
mientras los hombres se dedicaban a la caza, la
pesca o las armas, las mujer cuidaba del hogar y
del campo. Esto podría explicar que fuera una
diosa y no un dios quien proteja los cultivos.
Como diosa de las cosechas y de la fertilidad, fijó
las poblaciones nómadas, les enseñó a
organizarse, a uncir los animales, a labrar y
sembrar, a cosechar, almacenar y moler el grano
para obtener la harina. Por ello el mito de
Deméter condensa la historia de las migraciones
y su fijación posterior.
Faceta de madre II
•
En el transcurso de los siglos, las atribuciones de
Deméter se fueron multiplicando. La diosa fue
honrada por los iniciados en los misterios como
una de las principales divinidades de la
abundancia y de la fertilidad, y por los agricultores
que celebraban, en la época de la cosecha, fiestas
como las Tesmoforias y las Eleusinias.
•
Algunos de sus epítetos son "Legisladora" pues
también proporcionó leyes a sus seguidores,
"Dadora de fruto", "Subterránea", "Negra" debido
al luto que lleva al perder a su hija, "Señora" y
"Verdeante".
•
Sus atributos son la espiga, el narciso y la
adormidera. Su ave la grulla. Su víctima predilecta
la trucha. Se la representa coronada con espigas,
sentada y llevando en la mano una antorcha o una
serpiente.
•
En sacrificio se le suelen ofrecer cerdos porque es
un animal que retoza en el campo.
La historia del extraño ritual I
Cada noche, después de que todos los servidores del palacio de Celeo se retiraran a
sus respectivos aposentos, la diosa cogía al pequeño con ternura y lo tendía sobre el
rescoldo de una lumbre que ella misma había encendido. Se proponía purificarlo,
mediante semejante ritual, y hacerlo inmortal.
Pero Metanira -que ya con anterioridad se había sorprendido ante el aluvión de la luz
que inundara el palacio, debido a la presencia de la mujer misteriosa que siempre se
cubría el rostro con un velo- siguió a Deméter/Ceres hasta el lugar en el que la diosa
se disponía a iniciar el ritual salvífico y catártico.
La historia del extraño ritual II
Observó con gran temor el modo cómo la diosa depositaba a su delicado
hijo entre las llamas de una hoguera y huyó, al punto, despavorida. Los
gritos de la madre asustaron a Deméter/Ceres y, en aquel mismo momento,
la diosa descubrió su identidad, en un intento de tranquilizarla; sin
embargo, todo el encantamiento quedó roto.
Ceres, ya que no podía darle la inmortalidad, decidió enseñarle una
manera de atraer hacia el futuro muchacho las miradas y el agradecimiento
de los demás mortales. Todas las artes de la siembra, la siega y la recogida
de los frutos de la cosecha, le fueron enseñados a Demofonte por la
agradecida diosa. También le regaló un hermoso carro, cuyos corceles
eran dragones de enormes dimensiones, y con el que se podía viajar a los
diferentes lugares y rincones del mundo con el fin de enseñar a todos los
humanos de todas las latitudes los métodos más idóneos para labrar y
sembrar la tierra, y producir frutos sanos y copiosos. Y, desde entonces,
comienzan a utilizarse instrumentos como el arado.
El bosque sagrado I
Cuentan las más ancestrales leyendas
relacionadas con la diosa Deméter/Ceres que, en
cierta ocasión, un hijo del rey de Tesalia, llamado
Erisictión, desoyó el mandato de la diosa y taló un
bosque consagrado a ella. El castigo que le
sobrevino fue de tan sutil naturaleza que sólo una
deidad pudo haberlo ideado e infligido. Después
de innumerables advertencias a Erisictión, por
parte de la diosa Deméter/Ceres -la cual se
presentaba ante él transformada en una célebre
sacerdotisa, con la sana intención de apaciguar
su hosco talante-, y una vez que ésta se
desengañó ante tanto intento fallido, se propuso
apremiarle para que cortara más troncos, pues de
este modo tendría suficiente madera para
construir un enorme salón de banquetes. Seguro
que iba a necesitar Erisictión una gran sala para
almacenar manjares de todo tipo.
El bosque sagrado II
Y es que la diosa Deméter/Ceres le había castigado a tener,
continuamente, un hambre tal que ningún alimento pudiera saciarle. Había
gastado todo su patrimonio en comida, pero no se había saciado. Antes
bien, seguía ansioso por comer cuanto caía en sus fauces; más que comer,
devoraba alimentos.
Estos escaseaban ya de tal manera que su propia hija, al verle mendigar y
pedir alimentos, decidió recurrir al poder de transformarse en esclava, el
cual le había sido concedido por su antiguo amante Poseidón. De este
modo, Erisictión pudo sacar beneficios de la venta intermitente de su hija.
Mas todos los esfuerzos resultaron inútiles, pues, al final, aquél terminó, en
un arrebato de locura, devorándose a sí mismo.
Amores singulares I
Cuentan las crónicas que el implacable dios del mar se enamoró de
Deméter/Ceres cuando ésta recorría los caminos, montes y riberas en
busca de su querida hija Proserpina/Perséfone. La asediaba y pretendía de
continuo y la diosa no sabía ya qué hacer para burlar al persistente
enamorado.
Amores singulares II
Trataba ésta de cambiar su aspecto cubriéndose con toscos sayales y, al
propio tiempo, ocultaba su rostro con un velo negro; pero todo era inútil,
pues Poseidón prendado de sus escondidos encantos seguía tras las
huellas de Deméter. Por fin ésta en un intento de acabar con la situación
descrita y harta de sufrir persecución por alguien a quien no deseaba
corresponder, urdió una estratagema para evitar los amores de aquél. A tal
fin, se transformó en una briosa yegua que, en soledad. trotaba por campos
y valles, pero Poseidón/Neptuno, que había descubierto la estratagema, se
trocó en caballo y, de este modo, pudo conseguir por así decirlo, los
favores de tan escurridiza diosa. Los relatores de leyendas explican que de
esta unión nacería el mítico alazán Arión, que se caracterizaría por la
rapidez de su galope. En este sentido se le asocia a la legendaria narración
del héroe Adrasto y el primer acoso a Tebas; éste logró huir de la ira de los
enemigos, gracias a que iba montado sobre el veloz Arión que se
caracterizaría por la rapidez de su galope. En este sentido se le asocia a la
legendaria del héroe Adrasto y el primer acoso a Tebas; éste logró huir de
la ira de los enemigos gracias a que iba montado sobre el veloz Arión.
¿Por qué Ceres?
Entre los romanos quedó perfectamente asimilada Ceres como diosa de la
agricultura y todas sus funciones fueron idénticas a la diosa griega Deméter.
Sin embargo, también se la consideró como una diosa protectora del matrimonio y,
en este sentido, existía una curiosa costumbre que consista en multar a los
cónyuges que no hubieran conseguido, después de cierto tiempo, una mutua
estabilidad.
Los romanos celebraban las fiestas de Ceres en el mes de abril y, por lo general,
duraban una semana. Todo el mundo participaba en los diversos juegos y
actividades que se habían programado en honor de la diosa; el único requisito era la
obligatoriedad de vestir una túnica blanca.
Estaba prescrito que todas las primicias del fruto de la tierra tenían que ser llevadas
ante el altar de la diosa para, de este modo, agradecer la protección de que habían
sido objeto por parte de la alabada Ceres. La diosa maternal de la tierra que daba a
los mortales el pan, alimento único y necesario; símbolo, por lo demás, del necesario
equilibrio del espíritu.
La diosa de
la agricultura
en Museos:
Deméter en Museo Termas
Deméter en Museo Zaragoza
Deméter en Cnido
Deméter en Museo del Prado
Atenas Museo Arqueológico
Museo arqueológico de Murcia
Bernini, Gian Lorenzo
El rapto de Proserpina
Galería Borghese. Roma
Museo de Nápoles
Estatua de Ceres,
Rubens
1615
Barroco
Museo del Ermitage (San
Petersburgo)
Rapto de Proserpina,
Rubens,
Escuela Flamenca,
museo del Prado,
Siglo XVII
Baco, Ceres y Cupido,
Hans von Aachen,
Kunsthistorisches Museum,
Viena
El regreso de Perséfone,
Lord LeightonFrederick,
Leeds Museums and Galleries,
c. 1891
Bibliografía
• Burkert, W. Greek religión. Cambridge: Harvard
University.
• Wikipedia.com, wapedia.com.
• Dearqueologia.com
• MSN Encarta
• Harrison, J.E. Porlegomena to the sutdy of
Greek religion. Cambridge University Press.
• Nilsson, M.P. Greek popular religión. Nueva
York: Columbia University Press.
• Uncajonrevuelto.arte-redes.com/?p=185
• Y más páginas de Internet que no recordamos…
FIN
Azahara Cárdenas López
Kevin Vidaña Sánchez