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El viernes después
del domingo del
Corpus, la Iglesia
nos invita a honrar
al Sagrado Corazón
de Jesús.
No honramos sólo
el corazón,
sino toda la
persona de
Jesús, llena de
amor, ya que el
corazón es el
símbolo del
amor.
Por eso no debería
representarse sólo
el corazón para
adorarle, pues
podría llevar a
confusión.
La Iglesia quiere
que se presente la
persona de Jesús,
Dios y hombre, que
nos muestra su
corazón, signo de su
inmenso amor.
El evangelio nos
trae la parábola de
la oveja perdida: El
buen pastor, si tiene
100 ovejas y se le
pierde una, deja las
99 para irse a
buscar la perdida.
La característica más impactante de la
parábola es la alegría que Jesús muestra
cuando se convierte un pecador. Jesús nos
invita a alegrarnos con Él.
Nadie nos ama
Como Jesús
Automático
AMEN