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PARROQUIA DE SAN JERÓNIMO, CUARESMA 2017
“La Palabra es un don. El otro es un don” Papa Francisco
“La Cuaresma es un nuevo comienzo, un camino que nos lleva a un destino seguro: la
Pascua de Resurrección, la victoria de Cristo sobre la muerte. Y en este tiempo recibimos
siempre una fuerte llamada a la conversión: el cristiano está llamado a volver a Dios «de todo
corazón» (Jl 2,12), a no contentarse con una vida mediocre, sino a crecer en la amistad con el
Señor. Jesús es el amigo fiel que nunca nos abandona, porque incluso cuando pecamos,
espera pacientemente que volvamos a Él y, con esta espera, manifiesta su voluntad de
perdonar.”
(Mensaje de Cuaresma del Papa Francisco)
LA PASCUA DE CRISTO ES NUESTRA PASCUA: NUESTRO ARREPENTIMIENTO Y CONVERSIÓN
PROPÓSITO DEL PRESENTE CUADERNO:
El presente cuaderno de temas de los Ejercicios Espirituales es un esfuerzo,
un subsidio construido para responder al llamado que nos hace el Señor a
través de su Palabra: “Arrepiéntete de tus pecados y cree en el Evangelio”
Mc.1,16 Y también a la invitación que el Santo Padre Francisco y nuestro
Obispo Rogelio nos hacen.
Hemos seguido la dinámica del Texto del Evangelio de San Juan en el que
presenta a Jesucristo siempre “en salida y con un corazón de puertas
abiertas, misericordioso”, que sale en busca de los pecadores para salvarnos.
Hemos visto cómo estos encuentros transforman radicalmente la vida de los
hombres y mujeres y los convierte en discípulos-misioneros. Que esta
experiencia nos ayude a transformar nuestro corazón para vivir nuestra
pascua con Cristo: Morir a nuestros pecados y resucitar con Cristo a una vida
nueva.
(El material está distribuido en 5 temas)
PARROQUIA DE SAN JERÓNIMO, EJERCICIOS ESPIRITUALES 2017
PRIMER TEMA: MENSAJE DEL PAPA FRANCISCO PARA LA CUARESMA 2017
Con el signo de la ceniza, hemos aceptado seguir con Cristo un camino de liberación: «La Cuaresma es el
camino de la esclavitud a la libertad, del sufrimiento a la alegría, de la muerte a la vida» (Papa Francisco).
El tema del “Camino” es un tema recurrente en la Sagrada Escritura: Abraham fue llamado por Dios para
dejar su tierra y parentela, su comodidad y ponerse en camino de conquistar una tierra nueva, una actitud
de “en salida” (Génesis 12,1-20). Moisés fue llamado por Dios para para ponerse en camino hacia una tierra
promisoria, invitado por Dios a sacar su pueblo de la esclavitud de Egipto de manera milagrosa y llevar este
pueblo caminando por el desierto durante cuarenta años en busca y posesión de la tierra prometida (Éxodo
3,16-22). Nuestro Señor Jesucristo abrió un camino nuevo y definitivo con su Encarnación, invitado por el
Padre para llevar a plenitud el plan de salvación de la humanidad. Nuestro Señor después de anunciar el
Reino de Dios y la invitación “a arrepentirse”, llamó a sus primeros discípulos para que los siguieran “por el
camino” (Mt. 4,17-22). Seguir el camino, no significa propiamente ponerse en movimiento, sino ante todo
poner en movimiento el corazón, convertirlo a Dios. Estamos llamados al camino de la conversión.
Seguir a Cristo, significa también seguir a sus legítimos pastores por Él constituidos, como el Papa
Francisco y los obispos sucesores de los Apóstoles. Sus enseñanzas y directrices son
conocidas como “el Magisterio vivo de la Iglesia” y este Magisterio está sostenido por
la Palabra de Dios y la Tradición Viva de la Iglesia (Mt. 16,18-20; Mt. 28,16-20).
En esta invitación que nos hace el Señor a seguirlo, el Papa y los obispos nos proponen
realizar una conversión pastoral, es decir, a transformar las formas tradicionales de
seguir al Señor, de anunciar el Evangelio, de tener una conversión pastoral. Nos
proponen un nuevo “paradigma” (forma nueva de hacer las cosas imitando el modelo
de Cristo) “SER UNA IGLESIA” (misionera al estilo de Jesús) “Y DE PUERTAS ABIERTAS (con un corazón
misericordioso como el de Cristo Buen Pastor)
Los invitamos a iniciar este tiempo de Cuaresma, como un tiempo de Gracia, tiempo de CONVERSIÓN que
el mismo Dios nos regala. Vamos en este primer tema abordar el mensaje del Papa Francisco para la
Cuaresma 2017.
MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO PARA LA CUARESMA 2017
Queridos hermanos y hermanas: La Cuaresma es un nuevo comienzo, un camino que nos lleva a un destino
seguro: la Pascua de Resurrección, la victoria de Cristo sobre la muerte. Y en este tiempo recibimos
siempre una fuerte llamada a la conversión: el cristiano está llamado a volver a Dios «de todo corazón»
(Jl 2,12), a no contentarse con una vida mediocre, sino a crecer en la amistad con el Señor. Jesús es el amigo
fiel que nunca nos abandona, porque incluso cuando pecamos espera pacientemente que volvamos a Él y,
con esta espera, manifiesta su voluntad de perdonar. “La Palabra es un don. El otro es un don». Es el
Mensaje cuaresmal del Papa Francisco, que ha querido centrar «en la parábola del hombre rico y el pobre
Lázaro (cf. Lc 16,19-31)».
«Dejémonos guiar por este relato tan significativo, que nos da la clave para entender cómo hemos de
comportarnos para alcanzar la verdadera felicidad y la vida eterna, exhortándonos a una sincera
conversión» (SE HACE LA LECTURA DEL TEXTO DE SAN LUCAS 16, 19-31)
“EL OTRO ES UN DON”: La parábola comienza presentando a los dos personajes principales, pero el pobre es
el que viene descrito con más detalle: él se encuentra en una situación desesperada y no tiene fuerza ni para
levantarse, está echado a la puerta del rico y come las migajas que caen de su mesa, tiene llagas por todo el
cuerpo y los perros vienen a lamérselas (cf. vv. 20-21). El cuadro es sombrío, y el hombre degradado y
humillado”. El Papa nos invita redescubrir a Lázaro como el “Otro” que Dios
nos pone en el camino y que nos llama a superar la indiferencia y la vaciedad
de nuestra vida. Los otros existen como un DON de Dios para nuestra
salvación, para nuestra plenitud. Lázaro existe como un cúmulo de
oportunidades que tengo para transformar mi vida, de mediocre, a una vida
llena de sentido. En esta sociedad donde la mediocridad, a veces, se respira,
urge redescubrir el VALOR DE LA PERSONA HUMANA cual fuese su
condición. La persona, sobre todo, la más vulnerable, Dios me la ha puesto enfrente como el
OTRO que se convierte en un “DON PARA MÍ”. Repasemos el texto de Mateo 25 en el que se
nos señala como estos hermanos condicionan, según el trato que les demos, nuestra salvación.
¿Cómo trato a estos hermanos? Es la persona humana un valor supremo sobre todas las
creaturas?
EL PECADO NOS CIEGA
Si analizamos la conducta del rico Epulón (hombre codicioso, vanidoso y soberbio) se percibe
que vive fuera de la realidad e ignora en su entorno al otro. Este hombre cuando muere se
condena, no por rico; porque teniendo muchos bienes pudo haber conseguido su salvación más
rápido, haciendo muchas obras buenas. Se condenó por indiferente, por insensible, por su duro
corazón; sólo tenía miradas para sí mismo. Se olvidó de Dios y del prójimo, estaba ciego. Debemos
tomar en cuenta que el pecado ciega la razón y el corazón, el pecador se convierte en el centro
de todo y saca a Dios y a su prójimo: No vio más allá de sus necedades. Cabe preguntarnos:
¿Somos conscientes de la gravedad del pecado y cómo nos pude afectar? ¿Qué valor ocupan
las personas en mi vida, no importando su condición?
LA PALABRA DE DIOS: UN DON
Cuando el rico está en el lugar de tormentos, pide al Padre Abraham que Lázaro
vaya a la casa de sus 5 hermanos para que les avise que se arrepientan y Abraham
le contesta que ya tienen la PALABRA DE DIOS que les avisa, y si un muerto
resucita no le harán caso, si no atienden a la PALABRA DE DIOS. Esta es una
llamada fuerte a todos para atender el valor de la Palabra de Dios. Recordemos
que el demonio es derrotado en la tentación por la fuerza de la Palabra. Nos falta mucho por
redescubrir del valor de la Palabra y saber que nos es sólo un texto, sino la presencia de Cristo
que entra en nuestras vidas. Cuando la Palabra entra en mí, mi corazón es como una pequeña
Biblia. Nuestra salvación está ligada a nuestra relación con la Palabra. ¿Qué valor le doy a la
Palabra de Dios en mi vida? ¿Soy consciente de los efectos que produce la palabra? ¿Me doy
cuenta del poder salvífico y de la luz de verdad y amor que aporta?
“La Cuaresma es un tiempo propicio para intensificar la vida del espíritu a través de los medios
santos que la Iglesia nos ofrece: el ayuno, la oración y la limosna. En la base de todo está la
Palabra de Dios, que en este tiempo se nos invita a escuchar y a meditar con mayor frecuencia.”
(Papa Francisco). Asumimos este tiempo de gracia para entender cómo hemos de comportarnos
para alcanzar la verdadera felicidad y la vida eterna, exhortándonos a una sincera conversión. Las
prácticas propias de la Cuaresma nos ayudan a reblandecer el corazón y a descubrir el valor de
la Palabra: “Ama tu prójimo como a ti mismo” y a no repetir la tragedia del “rico Epulón” que sólo
tuvo ojos para sí mismo y cerró los oídos al grito del hermano necesitado que le pedía migajas de
su mesa. KYRIE ELEISON
EJERCICIOS ESPIRITUALES, PARROQUIA SAN JERÓNIMO
SEGUNDO TEMA: “EL ENCUENTRO DE JESÚS CON LA SAMARITANA”
Nos encontramos ahora ante una situación muy impresionante: El encuentro de Jesús
con la Samaritana. Ese encuentro es muy revelador, pero para entenderlo en profundidad
debemos, a los ojos de la fe, comprender el sentido de LA ENCARNACIÓN DE NUESTRO
SEÑOR JESUCRISTO.
“La Palabra de Dios se hizo Hombre, hombre concreto, situado en el tiempo y en el
espacio, enraizado en una cultura determinada: Cristo, por su encarnación, se unió a las
concretas condiciones sociales y culturales de los hombres con quienes convivió. Esta es la originaria
inculturación de la Palabra de Dios y el modelo referencial para toda la evangelización de la Iglesia” (Primera
pista: encarnación e inculturación, principios irremplazables de la evangelización. IV CARTA PASTORAL
DEL SR. ROGELIO CABRERA LÓPEZ, ARZ. DE MTY.)
A la luz de este principio haremos la lectura de este hermosísimo texto, que nos abre pistas para una eficaz
y fecunda evangelización de una “Iglesia en salida y de puertas abiertas”
(Se hace la lectura del Evangelio de San Juan 4, 5-42: LA SAMARITANA)
COMENTARIO: Jesús se acerca a la mujer samaritana y provoca un diálogo que era impensable desde la
cultura religiosa judía, por lo que ella extrañada comenta: “¡Cómo! ¿Tú, que eres judío, me pides de beber a
mí, que soy samaritana? Los judíos no se tratan con los samaritanos... “En esto llegaron sus discípulos y se
maravillaron de verlo hablar con una mujer. Pero ninguno le preguntó qué buscaba o por qué hablaba con
ella” (Jn 4, 9.27). En la cultura judía, el diálogo con paganos no se veía bien, mucho menos si se trataba de
un rabino. La inculturación inspirada en la encarnación hace que la Palabra ilumine lo que en la cultura no
es acorde al plan de Dios, como es el caso de la marginación de la mujer y la exclusión de quienes piensan
distinto.
EL DIÁLOGO DE JESÚS Y LA SAMARITANA: El encuentro de Jesús con esta mujer está
lleno de preciosos detalles que son iluminadores para nuestra fe. El acercamiento que
Jesús tiene con ella revela el profundo respeto hacia la persona humana no
importando los condicionamientos sociales, culturales e históricas de la época: Ella,
mujer, samaritana y sola, esas circunstancias imposibilitaban el diálogo, como imposible
pensar que Dios se haya hecho hombre por nuestra salvación. La condición de la mujer
era muy difícil, nada que ver con la condición de hoy. Los samaritanos y judíos no se
hablaban por diferencias históricas-religiosas, diferían por el lugar donde se debería
dar el culto al Dios- verdadero: Monte Garizim o Jerusalén. El encuentro se da al
mediodía, hora en que el calor era insoportable y casi nadie iba allí, al Pozo de Jacob por esa razón. Jesús
abre el diálogo pidiéndole agua a la mujer: “Dame de beber”. Jesús manifiesta la sed que tiene de nuestra
salvación, es la misma sed de la cruz. Inicia el diálogo y ella le hace ver su sorpresa y le recuerda las
diferencias que existen entre ambos y que ya hemos señalado.
REVELACIÓN: Jesús le revela: “Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, tú le pediría
a Él, y ÉL te daría agua viva”. Le revela paso a paso, sin violencia su identidad y la del Espíritu. Ella contesta
lo que sabe de su religión, que Jacob fue grande, pero nada más. Jesús le contesta: “El que bebe de esta
agua vuelve a tener sed. Pero el que beba del agua que yo le daré, nunca más tendrá sed; el agua que yo
daré se convertirá dentro de él en un manantial capaz de dar vida eterna”. Jesús le amplía el horizonte de
la vida interior a una dimensión jamás soñado por ella.
CONVERSIÓN DE LA SAMARITANA: La mujer iba al pozo en la hora de la soledad para encontrarse con el
Dios que su fe le ha revelado y se encuentra con una gran novedad que Jesús le da y ella responde: “Dame,
Señor, de esa agua para que no vuelva a tener sed y no tenga que volver aquí a sacarla”. La mujer ha
dado un gran salto en su corazón, le ha abierto las puertas al Señor. El Señor antes de darle el agua de la
gracia le pide un examen de conciencia y lo hace de una manera sutil, sin agresión, sin presión, sin regaño,
sin condena: Le dice: “ve a llamar a tu marido y vuelve”, “la mujer le contesta no tengo marido” Jesús le
dice tienes razón al decir no tengo marido. Has tenido cinco, y el de ahora no es tu marido. En eso has
dicho la verdad”. La mujer le dijo: Señor, veo que eres un profeta” Ella se arrepiente y reconoce su culpa
al ver a Jesús como profeta.
Ella ha dado un gran salto en su Fe, reconoce en Jesús a un profeta, es decir, un hombre enviado por Dios,
que habla en nombre de Dios. Jesús le revela que la disputa sobre el lugar del culto a Dios va terminar,
porque llegará el día que se “adorará al Padre en espíritu y en verdad”. Podríamos adelantar que se le
adorará por el Hijo: “Yo soy la verdad” y en el Espíritu Santo, ambas presencias están en la Eucaristía: “Por
Cristo, con Él y en Él, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria, por los siglos de los siglos
amén”. La mujer manifiesta una semilla de su fe:” ya sé que va venir el Mesías, cuando venga, Él nos dará
razón de todo. Jesús se revela ante ella de manera total y le dice: “SOY YO, EL QUE HABLA CONTIGO”. Este
momento se parece a la transfiguración. Hay que notar en este diálogo dos temas que son los núcleos del
PLAN DE PASTORAL ORGANICO DE MTY: Se percibe que Jesús por encima de cualquier prejuicio le da un
trato supremo en lo que se refiere al VALOR DE LA PERSONA HUMANA y en el tema del examen de
conciencia aborda el asunto del VALOR DE LA FAMILIA SEGÚN EL DESIGNIO DE DIOS. Jesús le cura al
instante las heridas de su corazón que ella llevaba como persona y como familia.
VIDA NUEVA DE LA SAMARITANA
Dice el texto: “Entonces la mujer dejó su cántaro y se fue al pueblo” Dejó el cántaro,
el pretexto que le acompaño durante muchos años de su vida, iba al pozo a buscar
consuelo a saciar su sed, pero volvía siempre igual, no calmaba la sed de Dios, la sed de
una vida nueva limpia de pecado. Encontró el “agua viva” que al instante calmó su sed,
agua viva que la bañó de misericordia con todos sus pecados. Conoció en un instante
el perdón, se experimentó limpia e instalada en una vida nueva que Jesús le concedió. El
cántaro abandonado, la vida vieja por la nueva.
MUJER MISIONERA: “Se fue al pueblo y comenzó a decir a la gente: Vengan a ver a un
hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será este el Mesías? Salieron del pueblo y se pusieron
en camino hacia donde Él estaba”. Todo el pueblo conocía a aquella mujer y sabía qué clase de vida
llevaba, ciertamente no era muy apreciada, por eso iba sola al pozo para no escuchar las críticas. Debemos
sorprendernos por la transformación del corazón y el rostro de la Samaritana: iba lleno de la misma luz de
Cristo, bebió del agua viva y su corazón se convirtió en un manantial capaz de dar vida eterna. Estamos
ante un testimonio patético de la fuerza transformadora de la gracia. Esto es lo que quiere hacer de
nosotros el Señor en esta Cuaresma, camino de Pascua: pasar de la esclavitud del pecado a la libertad de la
gracia santificante. No tengamos miedo de salir al encuentro de nuestros hermanos con Él y anunciarles el
Evangelio con el testimonio de nuestra vida y que ellos puedan decir después: “Ya no creemos por lo que tú
nos has contado, pues nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que Él es, de veras, el Salvador del
mundo.” KYRIE ELEISON
EJERCICIOS ESPIRITUALES PARROQUIA DE SAN JERÓNIMO
TERCER TEMA:”LA CURACIÓN DEL CIEGO DE NACIMIENTO”
El relato del capítulo 9 de San Juan nos narra la curación del ciego de
nacimiento. Es una curación física, un milagro, pero no es esta ceguera la que
importa sino otra, la del espíritu, porque así como presenta la curación de este
joven, nos describe la ceguera progresiva de los enemigos de Jesús. Hemos
visto en el Mensaje de Cuaresma del Papa Francisco que nos advierte que el PECADO CIEGA LA
RAZÓN Y AL CORAZÓN. Y aquí se va desarrollar de manera amplia este tema. También hemos dicho
que Jesús “va en salida” en la búsqueda de las ovejas perdidas y forma parte de su misión salir a
curar la ceguera y sordera, así define la identidad de su misión. Él sale a dar la luz de la fe a todo el que
lo invoca con la fuerza de la misericordia.
(LECTURA DEL RELATO DE LA CURACIÓN DEL CIEGO. (JUAN 9, 1-41)
LA CURACIÓN DEL CIEGO: la curación del ciego transcurre muy rápido y el relato es muy largo, pero
está cargado de signos muy elocuentes: “Dicho esto, Jesús escupió en el suelo, hizo lodo con la saliva,
se lo puso en los ojos al ciego y le dijo: ve a lavarte a la piscina de Siloé (que significa enviado); él fue,
se lavó y volvió con vista”. Los signos que el Señor maneja hacen notar que al usar barro y escupirlo,
quiere decir, que el mismo poder con el que fue creado Adán es el mismo poder recreador del barro, y
lo manda a la piscina de las aguas milagrosas para que se realice el milagro de la curación, como
prefigura del bautismo. (San Ambrosio)
VERDADERO PROPÓSITO DEL EVANGELISTA EN ESTA NARRACIÓN
El evangelista quiere atraer la atención no sobre el milagro en sí, sino sobre
aquello que ocurre después, sobre las discusiones que origina. También sobre
las habladurías, ¿no? Tantas veces una buena acción, una obra de caridad
origina habladurías, discusiones, porque hay algunos que no quieren ver la
verdad. El evangelista Juan quiere atraer la atención sobre esto que también
ocurre en nuestros días, cuando se cumple una acción buena. El ciego curado
es en primer lugar interrogado por la multitud sorprendida- han visto el milagro- y lo interrogan; luego
por los doctores de la ley; y éstos interrogan también a sus padres. Al final el ciego curado llega a la fe,
y ésta es la gracia más grande que le viene dada por Jesús: no sólo poder ver, sino conocerlo a Él,
verlo a Él, como «la luz del mundo» (Jn 9,5). (Papa Francisco)
LA CEGUERA DEL PECADO
Durante esta Cuaresma debemos trabajar amplia y profundamente esta realidad. El pecado ciega la
razón, la mente se vuelve cerrada y el corazón se nubla, pierde la luz de Dios. Jesús en los evangelios
denuncia varias veces este pecado y tragedia: “Por eso les hablo en parábolas, porque viendo no ven,
y oyendo no oyen ni entienden. En ellos se cumple la profecía de Isaías: Oír, oiréis, pero no
entenderéis, mirar, miraréis, pero no veréis. Porque se ha embotado el corazón de este pueblo, han
hecho duros sus oídos, y sus ojos han cerrado” Mateo 13,13-14
El diálogo que el CIEGO sostiene con los fariseos se desarrolla en varios momentos,
lo traen de la seca a la Meca y ellos cada vez más ciegos y ofuscados por la envidia y
la sinrazón, en el último diálogo, si así se le puede llamar, le vuelven a preguntar y él
les contesta: “ya se los dije y no me han dado crédito, para qué quieren oírlo otra
vez? ¿Acaso ustedes también quieren hacerse discípulos suyos? Ellos llenos de ira
y ofuscados contestan: discípulo de ese lo serás tú. Nosotros sabemos que a
Moisés Dios le habló. Pero ése no sabemos de dónde viene”. Qué difícil es cerrarse
ante las evidencias o mejor dicho contundencias, como la curación milagrosa del
joven. Se percibe como una involución en los fariseos que van de la poca luz a la ceguera total. Ese es
el pecado que Jesús denuncia como la dureza de corazón. Podemos ver que la ceguera más ciega que
existe es la ceguera del pecado. Es la ausencia total de fe y el amor.
UN EXAMEN DE LA PROPIA CONCIENCIA
Nuestra vida, a veces, es parecida a aquella del ciego que se ha abierto a la luz, que se ha abierto a Dios
y a la gracia. En ocasiones, lamentablemente, es un poco como aquella de los doctores de la ley: desde
lo alto de nuestro orgullo juzgamos a los demás, y ¡hasta al Señor! Hoy estamos
invitados a abrirnos a la luz de Cristo para llevar fruto a nuestra vida, para eliminar
los comportamientos que no son cristianos: todos somos cristianos, pero todos
nosotros… todos..¿eh? tenemos algunas veces comportamientos no cristianos;
comportamientos que son pecados ¿no? Y debemos arrepentirnos de esto y
eliminar este comportamiento para caminar decididamente sobre el camino de la
santidad, que tiene su inicio en el Bautismo, y en el Bautismo hemos sido
iluminados, para que, como nos recuerda san Pablo, podamos comportarnos como
«hijos de la luz» (Ef. 5,8) (Papa Francisco)
TRANSFORMACIÓN DEL CORAZÓN DEL JOVEN: CONVERSIÓN
El joven responde a los fariseos: “Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, pero al que lo teme y
hace su voluntad a ese si lo escucha”. ÉL ha dado su diagnóstico sobre Jesús y es un diagnóstico de fe.
Comienza en su corazón abrirse el camino de la Fe. Más adelante, cuando se encuentra con Jesús, este
le dice: ¿crees tú en el Hijo del Hombre? Y él contestó y ¿Quién es Señor, para que yo crea en él? Jesús
le dijo: Ya lo has visto es el que está hablando contigo. Ese es. Él le dijo: “Creo, Señor” y postrándose
lo adoró. Éste es el verdadero milagro: la transformación del corazón del hombre por la luz de la Fe,
ver la verdadera identidad de Jesús, Verdadero Dios y verdadero hombre. El CIEGO pasa de las tinieblas
del pecado a la luz de la Fe en Cristo, deja atrás una vida de ceguera y pasa a una vida nueva de la luz
de la Gracia: Muerte al hombre viejo, resurrección al hombre nuevo.
COMPROMISO. Hemos visto a “Jesús en salida y con un corazón de puertas abiertas” “para iluminar
a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte y guiar sus pasos por el camino de la paz”. Una vez
más, descubrimos su bellísima actitud de respetar la DIGNIDAD DE LA PERSONA HUMANA llevando al
CIEGO a vivir la máxima expresión de esta condición: sentirse destinatario de la misericordia divina y
del abrazo del Padre como verdadero Hijo.
Pregunta obligada: ¿Cuál es la situación de mis corazón: Está iluminado con la luz de la fe y la caridad
o apagado con las tinieblas del pecado? A Dios no se le puede engañar. Nosotros también estamos
llamados a salir e iluminar a los demás con la luz de Jesús la Luz del Mundo.
EJERCICIOS ESPIRITUALES PARROQUIA DE SAN JERÓNIMO
CUARTO TEMA: “LA RESURRECIÓN DE LÁZARO”
El relato del Evangelio de San juan capítulo 11 forma
una tríada con los capítulos 4 y 9 ya meditados y en
los que se nos manifiesta Jesús en “salida misionera”
y un corazón de puertas abiertas. Hemos visto la
prodigiosa trasformación de los destinatarios por la
fuerza de la fe y se manifiesta de manera
esplendorosa la Gloria Divina en Jesús. En este texto
de La Resurrección de Lázaro, son varios los
destinatarios que van a creer. Aquí el tema
fundamental es la vida eterna que Jesús nos regala.
(Lectura del Texto de la Resurrección de Lázaro en el Evangelio de San Juan 11, 1-45)
El relato inicia en donde le avisan al Señor que su amigo Lázaro se encuentra enfermo: Jesús le
dijo a sus discípulos : “Esta enfermedad no acabará en la muerte , sino que servirá para la
gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea Glorificado por ella”. Jesús amaba a Lázaro, a la
familia, a Marta y María. Un poco más adelante Jesús añadió a sus discípulos:
“Lázaro nuestro amigo se ha dormido, pero yo voy ahora a despertarlo” después les dijo
abiertamente: Lázaro ha muerto y me alegro por ustedes de no haber estado allí, para que
crean.”
“Cuando Jesús llegó a Betania Lázaro llevaba cuatro días en el sepulcro” Muchos judíos fueron a
ver a Marta y a María para consolarlas por la muerte de su hermano.”
Oyó Marta que Jesús llegaba y salió a su encuentro, pero María se quedó en casa. Le dijo Marta
a Jesús: ¡Señor! Si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano, pero aún ahora estoy
segura que Dios te concederá cuanto le pidas”
Lázaro había muerto desde hacía ya tres días cuando llegó
Jesús, y a las hermanas Marta y María, Él les dijo las palabras
que se imprimieron para siempre en la memoria de la
comunidad cristiana. Dice así Jesús: “Yo soy la resurrección y
la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá. Y todo aquel
que vive y cree en mí, no morirá eternamente. (Jn 11,25).
CREER EN LA VIDA ETERNA Y EN LA RESURRECCIÓN DE LOS CUERPOS
Sobre esta Palabra del Señor, nosotros creemos que la vida de quién cree en Jesús y sigue su
mandamiento, después de la muerte, será transformada en una vida nueva, plena e inmortal.
Como Jesús ha resucitado con su propio cuerpo, pero no ha vuelto a la vida terrena, así nosotros
resucitaremos con nuestros cuerpos que serán transfigurados en cuerpos gloriosos. Él nos espera
junto al Padre, y la fuerza del Espíritu Santo, que lo ha resucitado a Él, resucitará también a quién
está unido a Él. KIRYE ELEISON
EL VERDADERO SENTIDO DE LA RESURRECIÓN DE LAZARO
Frente a la tumba sellada del amigo Lázaro, Jesús “gritó con
gran voz: ‘¡Lázaro, sal afuera! El muerto salió, los pies y las
manos atadas con vendas, y el rostro envuelto con un sudario.
(vv. 43-44). Este grito perentorio está dirigido a cada hombre,
porque todos estamos marcados por la muerte, todos
nosotros; es la voz de Aquel que es el dueño de la vida y quiere
que todos “la tengan en abundancia” (Jn. 10,10). Cristo no se
resigna a los sepulcros que nos hemos construido con nuestras elecciones de mal y de muerte,
con nuestros errores, con nuestros pecados. Este es el grito de la Cuaresma: ¡sal de la tumba!
¡Él no se resigna a esto! Él nos invita, casi nos ordena, que salgamos de la tumba en la cual
nuestros pecados nos han hundido. Nos llama insistentemente a salir de la oscuridad de la prisión
en la que estamos encerrados, conformándonos con una vida falsa, egoísta, mediocre. “¡Sal
afuera”! nos dice. “¡Sal afuera”! Es una bella invitación a la verdadera libertad. Dejémonos aferrar
por estas palabras que Jesús hoy repite a cada uno de nosotros. Una invitación a dejarnos liberar
de las “vendas”, de las “vendas del orgullo”. Porque el orgullo nos hace esclavos, esclavos de
nosotros mismos, esclavos de tantos ídolos, de tantas cosas.
Nuestra resurrección comienza desde aquí: cuando decidimos obedecer a
esta orden de Jesús saliendo a la luz, a la vida; cuando de nuestro rostro
caen las máscaras - tantas veces nosotros estamos enmascarados por el
pecado, ¡las máscaras deben caer! - y nosotros encontramos el coraje de
nuestro rostro original, creado a imagen y semejanza de Dios.
LA CONVERSIÓN ES LA VERDADERA RESURRECCIÓN
El gesto de Jesús que resucita a Lázaro muestra hasta dónde puede llegar la
fuerza de la Gracia de Dios, y por lo tanto, donde puede llegar nuestra
conversión, nuestro cambio. Pero escuchen bien: ¡no hay ningún límite a la misericordia divina
ofrecida a todos!... ¡No hay ningún límite a la misericordia divina ofrecida a todos! Acuérdense
bien esta frase. Y podemos decirla todos juntos: ¡No hay ningún límite a la misericordia divina
ofrecida a todos! Digámosla juntos: ¡No hay ningún límite a la misericordia divina ofrecida a todos!
El Señor está siempre listo para levantar la piedra tumbal de nuestros pecados, que nos separa de
Él, luz de los vivientes. (Papa Francisco)
PREGUNTA OBLIGADA: ¿Vivo atrapado por La tumba de mis pecados o me he dejado rescatar de
la muerte por el poder resucitador de Cristo, por la fuerza de su Espíritu Santo?
LA EUCARISTÍA ES FUENTE INAGOTABLE DE RESURRECCIÓN DEL CORAZÓN Y DE LA RESURRECIÓN
DEFINITIVA: MEDICINA DE INMORTALIDAD, ANTÍDOTO CONTRA LA MUERTE ETERNA Y SEMILLLA
DE RESURRECCIÓN
Jesús sale a nuestro encuentro: con la samaritana nos calmo la sed de Dios, con el Ciego de
nacimiento nos hizo ver a Dios por la fe, con Lázaro nos coloca en Vida eterna, la misma vida de
Dios. ¡KYRIE ELEISON!
EJERCICIOS EPIRITUALES PARROQUIA SAN JERÓNIMO.
QUINTO TEMA: “JESÚS EL BUEN PASTOR”
Cada año se nos invita a redescubrir, con renovado
asombro, esta definición que Jesús dio de sí mismo,
releyéndola a la luz de su pasión, muerte y resurrección. “El
buen pastor da su vida por las ovejas” (Jn 10,11): Estas
palabras se realizaron plenamente cuando Cristo,
obedeciendo libremente a la voluntad del Padre, se inmoló
en la cruz. Entonces se vuelve completamente claro qué
significa que Él es “el buen pastor”, da la vida, ofreció su vida
en sacrificio por todos nosotros: por ti, por ti, por ti, por mí
¡por todos! ¡Y por ello es el buen pastor!
Cristo es el pastor verdadero que realiza el modelo más alto de amor por el rebaño: Él dispone
libremente de su propia vida, nadie se la quita (cfr. v. 18) sino que la dona en favor de las ovejas (v
17). En abierta oposición a los falsos pastores, Jesús se presenta como verdadero y único pastor
del pueblo: el pastor malo piensa en sí mismo y explota a las ovejas; el pastor bueno piensa en
las ovejas y se dona a sí mismo.
Al contrario del mercenario, Cristo pastor es una guía que cuida y participa en la vida de su rebaño,
no busca otro interés, no tiene otra ambición que la de guiar, alimentar, proteger a sus ovejas. Y
todo esto al precio más alto, el del sacrificio de su propia vida.
En la figura de Jesús, el Buen Pastor, contemplamos a la providencia de Dios, su solicitud paterna
para cada uno de nosotros ¡No nos deja solos! La consecuencia de esta contemplación de Jesús
Pastor verdadero y bueno es la exclamación de conmovido estupor que encontramos en la
segunda Lectura de la liturgia de hoy: “Mirad qué amor nos ha tenido el Padre…” (1 Jn 3,1).
(Lectura del santo Evangelio según San Juan (10, 11-20; 27-30)
Hemos venido recorriendo los textos del Evangelio de San Juan que ya hemos meditado y que
nos presentan la figura de Jesús de manera clara y sencilla, en Salida Misionera y un corazón
misericordioso de puertas abierta. Hoy escuchamos al mismo Señor, Él se define a sí mismo con
esas actitudes que están plantadas en su corazón, es decir, es su misma esencia: es Él mismo.
La parábola del “BUEN PASTOR” nos define a Jesús como modelo e inspiración suprema de
todos los pastores y en quien nos debemos inspirar e imitar de manera incondicional.
HAY QUE ESCUCHAR LA VOZ DEL SEÑOR, ES LA PALABRA QUE SE ESCUCHA CON EL CORAZÓN
El Evangelio nos ofrece algunas expresiones pronunciadas por Jesús durante la fiesta de la
dedicación del templo de Jerusalén, que se celebraba al final de diciembre. Él se encuentra
precisamente en la zona del templo, y quizás aquel espacio sagrado cercado le sugiere la imagen
del rebaño del pastor. Jesús se presenta como el Buen Pastor y dice: “Mis ovejas escuchan mi voz,
yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy Vida eterna: ellas no perecerán jamás y nadie las
arrebatará de mis manos” Estas palabras nos ayudan a comprender que nadie puede llamarse
seguidor de Jesús, si no escucha su voz. Y este ‘escuchar’ no debe ser entendido en manera
superficial, sino cautivante, al punto de hacer posible un verdadero conocimiento recíproco, del
cual puede nacer una serie generosa, expresada en las palabras “y ellas me siguen”. ¡Se trata de
una escucha no sólo del oído sino de una escucha del corazón!
EL BUEN PASTOR ES NUESTRO SALVADOR
Por lo tanto, la imagen del pastor y de las ovejas indica la estrecha
relación que Jesús quiere establecer con cada uno de nosotros. Él
es nuestra guía, nuestro maestro, nuestro amigo, nuestro
modelo, pero sobre todo, es nuestro Salvador. En efecto, la frase
siguiente del pasaje evangélico afirma: “Yo les doy Vida eterna:
ellas no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mis manos”.
¿Quién puede hablar así? Solamente Jesús, porque la ‘mano’ de
Jesús es una sola cosa con la ‘mano’ del Padre y el Padre es
“superior a todos”.
Estas palabras nos comunican un sentido de absoluta seguridad y de inmensa ternura. Nuestra
vida es plenamente segura en las manos de Jesús y del Padre, que son una sola cosa: un único
amor, una única misericordia, revelados para siempre en el sacrificio de la cruz. Para salvar las
ovejas perdidas que somos todos nosotros, el Pastor se hizo cordero y se dejó inmolar para tomar
sobre Él y sacar el pecado del mundo. ¡En este modo Él nos ha donado la vida, pero la vida en
abundancia! (cfr Jn 10,10). Este misterio se renueva, en una humildad siempre sorprendente, en
la Eucaristía. Es allí que las ovejas se reúnen para nutrirse, es allí que se hace una sola cosa,
entre ellos y con el Buen Pastor.
EL AMOR DEL BUEN PASTOR ES INVENCIBLE
Por esto no tenemos más miedo: nuestra vida está ya salvada de la perdición.
Nada y nadie podrá arrancarnos de las manos de Jesús, porque nada y nadie
puede vencer su amor. ¡El amor de Jesús es invencible! El maligno, el gran
enemigo de Dios y de sus criaturas, prueba arrancarnos la vida eterna en muchos
modos. Pero el maligno no puede nada si no abrimos las puertas de nuestra alma,
siguiendo sus adulaciones engañadoras.
LA IMAGEN DEL BUEN PASTOR DEJA DE SER IMAGEN PARA DAR
PASO A CRISTO CRUCIFICADO QUE SE CONVIERTE EN REALIDAD,
REALIDAD IFINITAMENTE SUPERIOR A LA IMAGEN COMO BUEN
PASTOR.
El centro de toda nuestra fe está en la Pascua de Cristo: Pasión,
Muerte y Resurrección. Todo lo que Jesús dijo en la Parábola del
Buen Pastor aquí se ve ampliamente dimensionada.
Durante la Cuaresma estamos realizando el camino que nos lleva a la Pascua de Cristo y a
nuestra Pascua, es decir, morir con Él a nuestro pecado y resucitar con Él a una nueva vida. De
alguna manera podemos decir que todos debemos imitar al Buen Pastor en el trato con
nuestros hermanos, de alguna manera todos somos pastores que damos la vida por los demás,
este es el ideal de la vida cristiana, esta es la meta de toda vida cristiana, imitar al Señor.
CUANDO COMULGAMOS EN LA MISA REALIZAMOS NUESTRA PASCUA DE MANERA
SACRAMENTAL Y NOS RENOVAMOS COMO OVEJAS DEL SUPREMO PASTOR Y PASTORES
RESPONSABLES DE NUESTRSO HERMANOS, SOBRE TODO DE LOS MAS NECESITADOS.