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Romanos 12:2, “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento…” La palabra ‘entendimiento’ viene de la palabra griega ‘ ’, que significa “mente”. Si sustituimos ‘entendimiento’ con la palabra ‘mente’, podemos traducir el pasaje de Romanos de la siguiente manera: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestra mente…”. ¿Qué significa la expresión ‘la renovación de vuestra mente’? Romanos 12:2, “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento…” 25 “Y he aquí un intérprete de la ley se levantó y dijo, para probarle: Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna? 26 El le dijo, ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees? 27 Aquel, respondiendo, dijo: Amarás a Jehová tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente, y a tu prójimo como a ti mismo. 28 Y le dijo: Bien has respondido; haz esto y vivirás”. “Y amarás a Jehová tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas”. Una es el uso de ‘Señor’, en lugar de ‘Jehová’ en el pasaje de Lucas. La otra es el uso de la expresión “… y con toda tu mente…”, del pasaje de Lucas, frase que no aparece en el texto de Deuteronomio. ¿Se ha preguntado usted cuál podría ser la razón de esto? Yo sugiero que tanto el Señor Jesucristo como Pablo estaban muy interesados en que las gentes de su tiempo utilizaran no sólo todo su corazón, toda su alma y todas sus fuerzas, sino que también consideraran la importancia de la mente en la adoración a Dios. Consideremos el importantísimo papel de una mente renovada en la adoración a Dios. ¿Qué quiso decir el Apóstol Pablo cuando usó la expresión ‘la renovación de vuestra mente’, en su carta a los Romanos? Para Pablo, el requisito fundamental para llegar a tener una mente renovada está contenido en la expresión “no os conforméis a este siglo”. A. La interpretación tradicional de esta frase. Lo cierto es que la verdadera vida cristiana es mucho más que la simple abstención de involucrarse en determinado tipo de actividades. A. La interpretación tradicional de esta frase. La madurez cristiana en nuestra vida se demuestra en que ejercemos disciplina o en la toma de decisiones respecto de qué es bueno y qué no es bueno hacer. A. La interpretación tradicional de esta frase. Y todos sabemos que esas decisiones son tomadas en nuestra mente. B. Justo al inicio de su Carta a Los Romanos, Pablo establece que los que han rechazado a Dios han hecho a un lado toda la verdad acerca de Dios. Dice Pablo, en Rom. 1:21, que aquellas personas, “… habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.” El resultado de tan aberrante manera de pensar fue que terminaron “… atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades.” C. Cuando no reconocemos y adoramos a Dios como el Creador no sólo llenamos nuestra mente de pensamientos fútiles, sino que nuestro corazón y todas las conductas que de él emanan vienen a ser impuras. Considere usted este ejemplo. Mire un ejemplo de lo que le digo. En Hebreos 11 encontramos una lista de los grandes héroes de la fe. Algunos de estos santos del Antiguo Testamento, como Enoc y como Abraham, terminaron su vida terrenal en forma exitosa, mientras que… “Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto, prisiones y cárceles. Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados…” (11:36-37). D. Una persona espiritualmente madura no necesariamente es la que está siendo muy bendecida en lo material sino que es aquella que se inmerge en las enseñanzas de la Palabra de Dios y se deleita en ellas. Una persona espiritualmente madura es una persona que toma la decisión conciente de establecer una relación adecuada y correcta con Dios, lo cual se muestra en la prosperidad de su vida espiritual. Es un hecho incontrovertible que nosotros usamos nuestras mentes para tomar toda clase de decisiones. Actuamos como pensamos. Por eso es tan importante estar concientes de lo que pensamos, especialmente cuando nadie tiene acceso a esos pensamientos… porque son esos pensamientos los que revelan realmente lo que somos. Vea el contraste que muestra en el consejo de Pablo en Fil. 4:8, “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” ¡Qué diferencia! ¿no? La renovación de nuestras mentes también requiere de nosotros la búsqueda de la obra del Espíritu Santo, y la recepción de esa obra en el entramado de nuestras vidas. Pero alguien podría preguntar, ¿a qué se asemeja una mente espiritual? ¿Cómo es que yo puedo fijar mi mente en lo espiritual en vez de en lo material? ¿Cuál es nuestro papel a fin de responder a esta iniciativa Divina? Otra vez, el Apóstol Pablo nos auxilia con lo escrito a los Efesios a quienes exhorta a ya no andar “… como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente…” (4:17) sino a ser “… renovados en el espíritu de vuestra mente…” (4:23), y luego procede a darles el significado práctico de lo que dijo, que es lo que les corresponde hacer (4:25-32). A. En primer lugar, debían de desechar la mentira y hablar verdad cada uno con su prójimo (Vs. 25). ¿Qué tan difícil te es mentir? ¿Qué tan difícil te es NO MENTIR? Una mente espiritual simplemente no puede mentir; y tan es así que a veces, al decir la verdad, lastima a algunos. Pablo incluso nos permite mostrar cierta actitud de enojo al decir la verdad. Tales estándares de honestidad son difíciles de alcanzar para cualquier persona. Sin embargo, necesitamos recordar que en el caso de una mente renovada, la honestidad es la base de nuestra integridad. B. Otra marca de una mente espiritual es cómo hablamos a otros, o cómo nos expresamos cuando hablamos acerca de otros. 1. ¿Cómo nos dirigimos a nuestros colegas o a nuestros subordinados? ¿Les hablamos ‘pesado’? ¿Nos dirigimos a ellos con enojo? 2. Pablo dice en Efesios 4:31, “Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.” Y añade, “Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.” ¡Cuán diferentes somos cuando consideramos como debemos de ser! ¿Es nuestra mente una mente renovada? Mencionamos sólo dos características de una mente renovada. Una mente ‘no conformada’ y una mente espiritual. Hay otras tres características de una mente renovada que consideraremos en nuestro próximo mensaje. Primera. El llamado que Pablo hace a los creyentes en Rom. 12:1, a que presentemos nuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, se ve calificado por varios requisitos. Segunda. Es muy importante que comprendamos el papel que la mente juega en la adoración a nuestro Dios. Esa mente debe ser una mente renovada. Tercera. Una mente renovada es aquella que no sólo ‘no se conforma’ a este siglo. Es decir, no sólo se centra en conductas de ‘no hacer’, sino que pone en práctica múltiples conductas positivas… Cuarta. Una mente renovada también tiene como característica el ser ‘una mente espiritual’; una mente que busca y recibe la dirección del Espíritu Santo, y obedece a sus impulsos; es decir, busca y obedece la voluntad de Dios. Quinta. Es importantísimo que nuestros pensamientos sean los correctos porque es del pensar bien que surge el actuar bien. Quinta. Debemos también estar concientes de lo que pensamos en esos momentos en que nuestra mente parece andar a la deriva, porque ellos son los que realmente reflejan lo que somos Oremos para que Dios moldee nuestros pensamientos y renueve nuestras mentes por medio de su Palabra y de su Espíritu.