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Tema 13.- LA INTEGRACIÓN INTERNACIONAL DE ESPAÑA: LA INCORPORACIÓN A LA OTAN Y A EUROPA (provisional) Votada la Constitución y alcanzada la democracia, el primer objetivo en política exterior, de los gobiernos del PSOE desde que ganaron las primeras elecciones en 1982 hasta 1996, que son relevados en el poder tras la victoria del PP, liderado por José Mª Aznar, fue la normalización de relaciones diplomáticas con todos los países del mundo. El segundo objetivo, aceptado unánimemente, fue la nueva solicitud de ingreso en la Comunidad Económica Europea (hoy Unión Europea), ya que los inconvenientes políticos que Europa siempre había aducido (ausencia de un sistema democrático) para negar el ingreso de España habían desaparecido. El tercer objetivo que se propuso el gobierno de la UCD (Unión de Centro Democrático) fue el ingreso en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Los primeros pasos de la política exterior se inician durante el gobierno de Leopoldo Calvo Sotelo (UCD), nombrado presidente del Gobierno tras el golpe de estado del 23 de febrero de 1981, con la aprobación en el Congreso (octubre de 1981) del ingreso de España en la OTAN, con la oposición del PSOE y el resto de los partidos de izquierda, el PSOE prometió que cuando llegase al gobierno sometería esta cuestión a referéndum. Sin embargo, cuando en 1982 el PSOE gana por primera vez las elecciones, Felipe González empezará a cambiar de opinión ya que pensaba que una salida de la OTAN sería mal vista por los EEUU y la CEE, iniciando una campaña de opinión pública sobre las ventajas de la incorporación a este organismo militar. Como había prometido, convocó un referéndum para marzo de 1986, con una abstención del 40,3%, el sí obtuvo una victoria pírrica con un 52,2% de los votos emitidos. El acontecimiento económico y político crucial de esta etapa fue la firma del tratado de incorporación a la Comunidad Europea el 12 de junio de 1985, en el Palacio Real de Madrid. Se ponía así fin a un largo período de espera que había comenzado con la solicitud de ingreso por parte del Gobierno de Franco, pero negada por la Comunidad Europea debido al carácter antidemocrático del régimen. El Tratado de Adhesión a las Comunidades Europeas entró en vigor a partir del 1 de enero de 1986. España tuvo que aceptar unas condiciones que parecieron, en general, excesivamente duras: la Comunidad exigió largos “períodos transitorios” para los sectores económicos españoles más competitivos, o para aquellos temas en los que diferentes países miembros temían las malas consecuencias del ingreso español. Con la integración se abolieron progresivamente los obstáculos para la libre circulación de mercancías y personas entre España y el resto de países miembros y, se asumió el compromiso de adaptar toda nuestra normativa económica (monetaria, fiscal, fomento de la competencia, etc.) a la comunitaria. Desde el 1 de enero de 1993, finalizado el período de adaptación arancelaria, el comercio con cualquier país de la Unión Europea, y de éstos con España, se realiza sin ningún tipo de tarifa arancelaria. Lo mismo sucede con los movimientos de capitales. Por otra parte, los ciudadanos de la Unión circulan libremente entre los países miembros. La economía española ha quedado desde 1993 más estrechamente vinculada a las sucesivas fases de expansión y crisis de los principales países del continente. Con la firma del Tratado de la Unión Europea, conocido como Tratado de Maastricht, en 1993, se establecieron los cimientos de la Unión Económica y Monetaria lo que habría de conducir a la creación de una única moneda, el euro, para todos los países que cumplieran las denominadas condiciones de convergencia. Las dificultades de algunas economías, entre ellas la española, para cumplir estas condiciones a mediados de los noventa plantearon la posibilidad de diferenciar dos grupos de países (de vía lenta y rápida) en la Historia de España La integración internacional 1 incorporación al euro. Sin embargo, cuando llegó el momento fijado, mayo de 1998, España pudo incorporarse a la unión monetaria desde el primer momento. El 4 de enero de 1999 se fijó una paridad fija e inalterable entre las monedas de los países participantes y el euro. A partir del 1 de enero de 2002 la moneda europea sustituyó a las nacionales, pasando el euro a ser la moneda única de la mayoría de los países miembros. Hoy España está presente en todos los organismos europeos. Se halla representada en la Comisión Europea, el gobierno de la UE, con dos miembros y de los 626 escaños del Parlamento Europeo, 64 son ocupados por diputados elegidos por los españoles. En los años de pertenencia a la UE, España ha apoyado y estimulado los importantes pasos dados en el proceso de formación de la identidad política común europea. A pesar de los sacrificios y de la sensación que puedan tener algunos sectores de la población española de la inutilidad de nuestra permanencia en la UE, el balance entre las ventajas y los inconvenientes ha sido positivo para España. Historia de España La integración internacional 2 TEXTO 13 LA INTEGRACIÓN EN EUROPA Firmado, el 12 de junio de 1985, el tratado de adhesión a la CEE, la integración se produjo de manera efectiva el 1 de enero del año siguiente. Al fin se iniciaba el proceso de homologación de las instituciones, de las estructuras productivas y de las reglas de gestión económica de los países de nuestro entorno occidental. La ruptura del aislamiento supuso la apertura de la economía y el abandono del proteccionismo. España disponía de un periodo transitorio de siete años para desmantelar gradualmente sus barreras arancelarias y adoptar la Tarifa Exterior Común. Para Fuentes Quintana, en 1985 finalizaba una larga etapa abierta en 1890, denominada el modelo castizo, caracterizado por el cierre del mercado interior mediante la protección y su muy lenta apertura. La nueva fase abierta debía basarse en plena apertura hacia el exterior, estabilidad económica, liberalización e implantación de la competencia y modernización del sector público. La integración española se produjo en el momento en el que tenía lugar, a partir de la firma, en 1986, del Acta Única, la transformación de la CEE de simple unión aduanera en mercado único, cuya construcción se desarrolló entre el 1 de enero de 1987 y el 31 de diciembre de 1993, los mismos siete años en los que España debió adaptar su economía a la competencia. Mercancías, personas y capitales podían circular libremente, con algunas limitaciones, por el interior de la Europa comunitaria. Los efectos de la integración en Europa han sido muy positivos para la economía española. El proceso de apertura al exterior, siempre beneficioso (el consumidor puede acceder a productos mejores y más baratos), mejoró la renta real. La competencia externa eliminó a los menos eficientes y disciplinó a todos, que dirigieron sus esfuerzos hacia las actividades en las que existían ventajas comparativas. Para Myro la integración ha culminado el proceso de apertura al exterior iniciado en 1959. El grado de apertura ha alcanzado niveles semejantes a los de los grandes países comunitarios (30%) Sánchez Marroyo, F. La España del s. XX. Economía, demografía y sociedad. Edit. Istmo. Madrid, 2003, pp. 535-536 Historia de España La integración internacional 3