Download Evangelio de san marcos

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
EVANGELIO DE SAN MARCOS
“ Evangelio de Jesucristo Hijo de Dios”
PROGRAMACIÓN
I. CUESTIONES INTRODUCTORIAS
II. EVANGELIO Y EVANGELIOS
III. DE JESÚS A LOS EVANGELIOS
IV. Tres claves para leer los
evangelios
I. CUESTIONES INTRODUCTORIAS
INTRODUCCIÓN
Los Evangelios son los libros más leídos de toda
la Biblia, porque hablan de Jesús.
En ellos encontramos los episodios más
significativos de su vida y sus principales
enseñanzas. Sin ellos la memoria de Jesús habría
quedado reducida a algunas informaciones
esporádicas que recogieron los historiadores de
su época, o a algunos recuerdos conservados en el
resto de la literatura cristiana de los primeros
siglos.
Los evangelios son algo más que una
colección de noticias sobre Jesús.
Los primeros cristianos, transmitieron sus
enseñanzas y el recuerdo de sus signos
como quien cuenta el origen y el
motivo de la profunda transformación
que se había producido en sus vidas.
Para ellos, los recuerdos de Jesús no eran
sólo una noticia, sino una BUENA
NOTICIA.
Eso es lo que significa Evangelio: BUENA
NOTICIA.
Esta palabra no fue inventada por
los cristianos, pues mucho antes
que ellos, griegos, romanos y
judíos la utilizaban para referirse
a acontecimientos que eran
para ellos una buena noticia.
Noticia que causa felicidad.
¿Cuál es esa buena noticia?
Para los primeros cristianos, esa
buena noticia es JESUCRISTO:
su vida, su mensaje, su salvación.
Todo eso es una buena noticia.
Es el evangelio de Cristo.
Por tanto, los Evangelios no son biografías
de Jesús, aunque en ellos encontremos
hechos y acontecimientos de su vida.
En la vida de Jesús no hubo un cronista
que fuera siguiendo paso a paso a Jesús y
apuntara todo lo que él hacía y decía.
Los evangelios no son escritos redactados
por biógrafos interesados en recoger con
precisión las palabras y los hechos de
Jesús
tal
como
sucedieron
históricamente.
Se trata más bien de testimonios de fe de
hombres que han creído en Jesucristo resucitado y
que pretenden, de diversas maneras, anunciar a
Jesucristo y proclamar la salvación.
•La intención de los evangelistas al escribir los
evangelios fue:
a) Dar a conocer lo más significativo de la vida
y el mensaje de Jesús.
b) Dar testimonio de su fe en Jesús como
Salvador e Hijo de Dios.
c) Invitar a otros muchos a que creyeran en
Jesús.
II. EVANGELIO Y EVANGELIOS
•Los primeros cristianos, lo mismo que
distinguieron entre evangelio y los evangelios:
nosotros,
El evangelio era el mensaje de Jesús y sobre Jesús.
Los evangelios eran los escritos que contenían dicho mensaje.
En los primeros siglos de la Iglesia fueron compuestos
muchos de estos escritos.
Cuatro de ellos fueron integrados en el canon o lista de libros
sagrados del Nuevo Testamento y se conocen con el nombre
de evangelios canónicos; otros muchos, que no fueron
recogidos en dicho canon, reciben el nombre de evangelios
apócrifos.
•Evangelios canónicos.
Los evangelios canónicos son aquellos
que fueron aceptados por las primeras
comunidades
cristianas
como
inspirados, y pasaron a formar parte
del canon o lista de
los libros
inspirados del nuevo testamento. Son
los evangelios de Mateo, Marcos,
Lucas y Juan.
Estos cuatro evangelios representan dos
tradiciones.
a) Los tres primeros (Mateo, Marcos y Lucas)
tienen muchas cosas en común, porque
dependen de una misma tradición, como
veremos más adelante. Se llaman
sinópticos, porque pueden ser leídos en
paralelo (syn= juntamente; opsis= visión)
b) El evangelio de Juan es notablemente
diferente a los tres sinópticos.
•Evangelios apócrifos.
En los primeros siglos de la Iglesia surgieron otros
escritos que también recibieron este nombre. Son los
evangelios apócrifos, palabra que en griego significa
oculto o escondido.
Algunos grupos cristianos los llamaron apócrifos
porque, según ellos, contenían enseñanzas ocultas de
Jesús, que estaban reservadas sólo a los iniciados.
Atendiendo a sus contenidos pueden clasificarse en:
•Evangelio de la Infancia: Narra el milagroso nacimiento de
Jesús, o los milagros realizados por él durante su infancia.
El más conocido es el protoevangelio de Santiago,
•que cuenta el nacimiento milagroso de la virgen; en él se
dice también que sus padres se llamaban Joaquín y Ana. Ha
sido muy importante en el desarrollo de la mariología.
•Evangelios de dichos: Son colecciones de dichos y
enseñanzas de Jesús sin un marco narrativo. Los dos más
conocidos son el evangelio de Tomás y el aprócrifo de
Santiago
Evangelios de la Pasión y resurrección: Intentan
completar los relatos de la muerte y resurrección
de Jesús. El más conocido de todos es el Evangelio
de San Pedro, en el que este apóstol cuenta en
primera persona los acontecimientos de la pasión
del señor.
Diálogos
del
Resucitado:
Recogen
enseñanzas del resucitado a algunos de sus
discípulos. Las enseñanzas conservadas en
ellos son de tipo esotérico, y apenas tienen
relación con las del Jesús terreno.
Interés de los evangelios apócrifos:
Los evangelios apócrifos son, en la mayoría
de los casos más tardíos que los evangelios
canónicos, a los que intentan completar.
Esto significa que son poco útiles para
recuperar recuerdos de Jesús. Sin embargo
algunos de ellos son interesantes para el
estudio de los dichos de Jesús, y para
conocer cómo pensaban y vivían algunos
grupos cristianos de los primeros siglos.
•El evangelio antes de Jesús
El término evangelio se utilizaba sobre todo
en la propaganda imperial.
Un ejemplo de ese uso es la inscripción que la
ciudad de Priene dedicó a Augusto en el año 9
d.C., en la que su nacimiento se celebraba
como una buena noticia para el mundo.
También los judíos utilizaba la palabra
evangelio para referirse a las buenas
noticias de la vida ordinaria; (2 Sm
18,19.20.27.31; Jr 20, 15); pero en el profeta
Isaías, esta buena noticia era ante todo la
llegada de Dios como rey (Is 52, 7; Is 40,9;
60,6; 61,1).
La buena noticia anunciada por Isaías
consiste en la cercanía de Dios que viene
a reinar sobre la ciudad santa y sobre su
pueblo.
El evangelio cristiano
Para los primeros cristianos el evangelio era
fundamentalmente el anuncio de la buena noticia
de Jesús y sobre Jesús.
Pero se produce una evolución en el uso del
término evangelio. Los evangelistas presentan a
Jesús anunciando la buena noticia del reino
(Mc 1, 14) que trae la salvación. Después de la
pascua, el contenido de la buena noticia se centró
en el anuncio de la muerte y resurrección de
Jesús (1Cor 15, 1.3-5) y más tarde pasó a designar
el conjunto del mensaje cristiano (Hch 10,3741).
Poco a poco, la palabra que los cristianos
habían tomado del lenguaje diario se fue
cargando de un contenido muy preciso:
El evangelio era la buena
noticia de la llegada del reinado
Dios, que se había hecho
presente en Jesús resucitado.
DE JESÚS A LOS EVANGELIOS
¿Qué sucedió en los años que pasaron entre la muerte
de Jesús y la redacción final de los evangelios?
Jesús comenzó su actividad pública en torno al año 27,
pero los evangelios no comenzaron a escribirse hasta
finales del año 60. Entre la predicación de Jesús y la
redacción del primer evangelio pararon al menos 40
años. ¿Cómo se transmitieron las palabras y los
recuerdos sobre Jesús durante aquel tiempo?
¿Podemos fiarnos de los que nos cuentan los evangelios?
Para responder a estas preguntas es necesario conocer
cómo nacieron y se transmitieron los recuerdos sobre
Jesús en el grupo de sus discípulos y en las
comunidades cristianas.
En la historia de los orígenes del cristianismo
pueden distinguirse tres fases.
A) La vida de Jesús (6 a. C.-30d.C):
-Muerte y resurrección de Jesús
B)La generación apostólica (30-70 d.C.)
-Muerte de los que habían conocido a Jesús
-Destrucción de Jerusalén
C) La segunda generación cristiana (70-110 d.
Interés en conservar fielmente la tradición
recibida
-Cambios notables en el judaísmo a causa de
la destrucción de Jerusalén.
1º Jesús y sus discípulos (27-30d.C.)
Jesús no escribió sus enseñanzas. Tampoco sus
discípulos fueron tomando nota de sus palabras o
de sus signos que realizaba.
Sin embargo el origen de los evangelios se
encuentra en él y en el grupo de los
discípulos que lo acompañaban, porque la
tradición evangélica hunde sus raíces en las
palabras y los signos de Jesús, de las que fueron
testigos los discípulos, convocados por Jesús para
que estuvieran con él y para enviarlos a predicar
(Mc 3, 14)
Las palabras y los signos de Jesús despertaban
admiración en la gente (Mt 4, 24);( Mc 1, 28).
Sus enseñanzas eran fáciles de recordar, porque
hablaban de realidades concretas y de
situaciones de la vida cotidiana, y además Jesús
las repetía repitiendo esquemas muy sencillos.
Lo mismo ocurría con sus signos; eran parecidos a
los que realizaban los profetas y casi siempre
tenían una intencionalidad concreta.
Estos signos y enseñanzas de Jesús, que eran
conocidos por sus contemporáneos, quedaron
especialmente grabados en la mente y en el
corazón del pequeño grupo de discípulos.
Con ellos, Jesús estableció una relación
especial.
La llamada de Jesús supuso un cambio
radical en sus vidas: lo dejaron todo para
seguirle y para compartir su estilo de vida y
hasta su destino (Mc 1, 16-20); (10, 28-30)
Jesús les enseñaba con sus palabras y
con sus formas de actuar, y les dedicó
una atención especial , explicándoles
el sentido de sus palabras y
ayudándoles a profundizar en su
mensaje (Mc, 4, 34; 9, 30-31) con la
intención de enviarlos después a
predicar la buena noticia que él
anunciaba (Mc 6,7-13)
2º Los comienzos de la tradición de
Jesús
Cuando se habla de la relación de Jesús con
sus discípulos hay que tener en cuenta la
importancia que tenía la memoria en la
antigüedad, sobre todo entre los judíos.
Nosotros vivimos en una sociedad en la que
los medios para almacenar información se
han desarrollado enormemente, y en la que
la inmensa mayoría de la gente es capaz de
accedes a dicha información, porque saben
lee.
Sin embargo, las sociedades en las que la
Escritura esa muy cara, y en las que
además eran muy pocos los que sabían lee
y escribir, desarrollaban prodigiosamente
la memoria.
Es providencial la importancia que la
tradición bíblica da a la memoria, sobre
todo la tradición sapiencial, en la que el
maestro enseñaba a sus discípulos
máximas y advertencias para que las
aprendieran de memoria.
En los tiempos de Jesús la instrucción tenía tres
ámbitos: la casa, la sinagoga y la escuela, y en
los tres el medio de transmisión de la enseñanza
era la memoria.
El padre enseñaba a los hijos las tradiciones
familiares y religiosas; en la sinagoga se aprendía
de memoria las principales oraciones y algunos
textos importantes de las Escrituras; finalmente,
aunque no todos tenían acceso a la escuela, esta
institución estaba muy extendida, y estaba basada
en la memorización. En este contexto es fácil
entender que la relación que Jesús establece con
sus discípulos implica la memorización de sus
palabras y enseñanzas.
Así pues, el origen de la tradición
evangélica se encuentra en los
discípulos,
que
habían
escuchado muchas veces las
enseñanzas de Jesús y habían
sido testigos de sus signos, y
además habían sido enviados a
proclamar el mismo mensaje de
Jesús.
•SEGUNDA ETAPA: La transmisión de los recuerdos sobre
Jesús en las comunidades cristianas.
1º La generación apostólica (30-70)
La vida de Jesús terminó trágicamente, la cruz
parecía el final, pero no fue así, sus discípulos lo
vieron después de morir. Había resucitado. Fue una
experiencia que les hizo recordar con una luz nueva
todo el camino que habían hecho junto a él. Sus
palabras y sus signos fueron adquiriendo poco a poco
un sentido más profundo, más auténtico. Eran las
palabras y los signos del resucitado, del Hijo de Dios.
Esta etapa de la historia del Cristianismo se
caracteriza por la rápida expansión del
mensaje cristiano, que dio lugar al
nacimiento de las comunidades cristiana
(Samaría, la región costera de Palestina,
Asia Menor, Grecia y finalmente Roma).
En el año 50 d.C. a sólo 20 años de la muerte
de Jesús, el cristianismo se había extendido
por toda la parte oriental del imperio.
Los recuerdos de Jesús se fueron
transmitiendo y conservando en los diversos
ámbitos de las comunidades cristianas: la
predicación, la catequeis y la celebración.
Los misioneros cristianos que iban
anunciando la buena noticia, ilustraban su
predicación contando los signos que Jesús
había realizado; repetían sus parábolas y
enseñanzas, y trataban de mostrar que en
Jesús se habían cumplido las promesas del
Antiguo Testamento.
Comienzan las citas
Antiguo Testamento.
y
referencias
al
Los destinatarios conocían las Escrituras, y
hay que tener en cuenta que la expansión
del cristianismo se desarrolló en un clima
de polémico con el judaísmo. Los misioneros
cristianos y las comunidades cristianas
fundadas por ellos se vieron en la necesidad
de mostrar que en las Escrituras estaba
anunciada la muerte y resurrección de
Jesús
Finalmente en esta época se empiezan
pequeñas colecciones de parábolas
controversias (Mc 2, 1-3.6) o milagros
también comienzan a crearse pequeñas
narrativas, como el relato de la pasión.
a formar
(Mc 4),
(Mc 5) y
unidades
Estas colecciones eran más difíciles de memorizar,
y por esta razón empezaron a ponerse por escrito.
De todas las colecciones, la más importante es la
colección de dichos de Jesús conocida como fuente
Q (del alemán Quelle= fuente)
TERCERA ETAPA: La redacción de
los evangelios
1º La segunda generación cristiana
La desaparición de los apóstoles que
habían conocido a Jesús genera una
nueva situación. Ya nadie podía decir,
yo lo vi, y `por eso se hacía urgente
conservar de forma fidedigna las
tradiciones recibidas.
Nacen
así
diversas
tradiciones
vinculadas a los apóstoles de la primera
generación:
La tradición de Pedro, que tenía su
centro en Antioquía,
la de Santiago en Jerusale´n, la de
Juan en las zonas rurales de la
Transjordania, y
las de Pablo que eran las más
extendidas, en las regiones de Asia
Menor, Grecia y Roma.
En esta época el cristianismo había
llegado hasta Egipto y a otros lugares,
donde florecieron otras tradiciones
vinculadas a otros apóstoles.
Durante esta segunda generación se inició
un proceso de unificación de las diversas
tradiciones en torno a las dos más
importantes la petrina y la paulina,
que se convirtieron en norma y medida de
las demás
. 2º El papel de los evangelistas
Los evangelios son el último eslabón de
este proceso de unificación de las diversas
tradiciones que se habían transmitido en
diversos ámbitos de la vida de las
comunidades y en diversos géneros
literarios.
El papel de los evangelistas fue integrar
estas tradiciones, algunas de las cuales
constaban ya por escrito, e integrarlas
dentro de un marco narrativo.
Todos ellos llevaron una importante
labor redaccional, que consistió en
seleccionar los materiales recibidos, y
situarlos dentro del marco narrativo
de
su
obra,
abreviándolos
o
ampliándolos, para iluminar las
nuevas circunstancias que vivían sus
comunidades.
Los evangelistas contaron ciertamente con
fuentes, pero la mayoría de ellas no se conocen. El
único hecho demostrable es que mateo y Lucas
utilizaron el evangelio de Marcos. Es también
probable que Lucas y Mateos utilizaran la fuente
de dichos (Q). Además de estas dos fuentes,
ambos evangelistas contaron con tradiciones
propias (M= material propio de Mateo; L=
material propio de Lucas), orales o escritas, que
inclutyeron en sus evangelios. Estos datos han
dado lugar a la hipótesis de las dos fuentes (Mc y
Q) que trata de explicar las relaciones entre los
evangelios sinópticos.
TRES CLAVES PARA LEER LOS
EVANGELIOS
1º. Es importante tener en cuenta que los
evangelios son relatos. Su carácter narrativo no
es casual, sino que tiene la intención de
vincular las enseñanzas y el misterio de Jesús
a la historia.
Es importante, pues, su contexto narrativo
para que no sea una lectura incompleta.
2º. A lo largo del proceso de su formación, la
tradición evangélica ha ido adaptándose a
las
diversas
circunstancias
de
las
comunidades en que se recordaban las
palabras y las acciones de Jesús. Los
apóstoles trataron de ser fieles a la tradición
recibida y a la situación que vivían las
comunidades. Por tanto al leer un pasaje del
evangelio debemos preguntarnos cómo lo
entendieron los primeros cristianos en
las diversas circunstancias. Y también
leerlos desde las circunstancias de nuestras
propias comunidades
3º No podemos olvidar que los evangelios
son testimonio de fe, que nos acercan a
Jesús y a las experiencias del resucitado en
las primeras comunidades cristianas. Una
lectura que busca sólo noticias de Jesús, sin
tener en cuenta la dimensión de la fe, no
puede captar toda su riqueza.. Los
evangelios son la buena noticia contada
por
creyentes
cuya
vida
cambió
radicalmente en el encuentro con él.
Aquella experiencia suya forma parte de la
revelación, es, además, el camino ideal para
acercarnos a Jesús.