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Después de la eyaculación de los espermatozoides, estos son
capaces de vivir hasta 48 horas dentro de la vagina, mientras que el
óvulo, luego de la ovulación, permanece fértil de 10 a 15 horas.
Por tanto para que haya fecundación, el acto sexual debe realizarse
48 horas antes de la ovulación o máximo 15 horas después de que
el óvulo haya sido liberado. Estas son cifras promedio y es normal
que varían de una persona a otra. Luego de la ovulación, el óvulo
penetra al oviducto, de donde se desplaza hacia el útero. El
desplazamiento ocurre gracias a los cilios y las contracciones del
musculo liso del oviducto. Las contracciones van disminuyendo,
haciendo el movimiento del óvulo tan lento que puede tardar varios
días en llegar al útero. Por consiguiente la fecundación ocurre en el
oviducto. Luego de la eyaculación, los espermatozoides llegan
rápidamente al sitio de la fecundación. Este tiempo es de media hora
a partir del momento de la eyaculación. La tasa de mortalidad de los
espermatozoides dentro de la vagina es muy alta. De los 300
millones que en promedio ingresan, tan solo sobreviven unos pocos
miles.
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Después de haber hecho contacto con el óvulo, el
espermatozoide se desplaza por entre la zona pelúcida que
rodea el óvulo. Luego hace contacto con la membrana celular
del óvulo y, mediante mecanismos aun no conocidos, penetra
su cabeza en el óvulo, perdiendo su cola. Los núcleos de
ambas células sexuales se unen reintegrándose así el número
de 46 cromosomas. La fecundación ha quedado completa. A
la entrada del espermatozoide, ocurren cambios químicos en
la membrana del óvulo, que impiden que otros
espermatozoides entren a él. El óvulo fecundado empieza su
desarrollo mientras continúa avanzando por el oviducto hacia
el útero.
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El huevo fecundado ha realizado su desplazamiento de tres a cuatro días por el
oviducto hasta finalmente llegar al útero. Durante los primeros días flota
libremente en el líquido intrauterino. Ese líquido es rico en nutrientes. Durante
dicho tiempo y gracias a la acción de las hormonas estrógeno y progesterona de
las cuales se habló anteriormente, las paredes del útero son preparadas para
recibir el huevo fecundado. Alrededor de siete días después de la ovulación el
huevo se implanta en el endometrio del útero. El embrión se rodea de la placenta.
Estas es una combinación de tejidos fetales y maternos que sirve de órgano de
intercambio entre la madre y el feto, quienes se encuentran “conectados” por
medio del cordón umbilical. Pocas semanas después de la implantación, este
sistema actúa a cabalidad. El corazón del feto ya bombea sangre y el mecanismo
de nutrición fetal se hay en operaciones. El feto se encuentra flotando en el
líquido y dentro de la placenta tendrá un período de desarrollo de nueve meses.
Durante este período de gestación el feto esta sujeto a la influencia de cualquier
droga, medicamento, bebida o alimento que la madre consuma. Por tal razón, la
madre debe prestar especial cuidado a su dieta alimenticia y evitar ingerir
sustancias que puedan afectar el desarrollo optimo del feto.
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Primer Trimestre: Primer Mes: se puede apreciar algunos cambios significativos. Segundo Mes:
estos cambios se hacen más notorios, es la etapa del diagnostico y cuidado del embarazo. Tercer
Mes: el bebe comienza desarrollarse en forma vertiginosa y la madre percibe estos cambios en su
cuerpo. De allí el embarazo normal sigue su curso hasta llegar a termino produciéndose el
nacimiento del niño.
El segundo Trimestre, está comprendido entre el cuarto al sexto mes de embarazo, es un período
de rápido crecimiento del embrión para transformarse en feto. La región cefálica (cabeza) presenta
un crecimiento mayor (proporcionalmente) al resto del cuerpo, se desarrollan los ojos y la boca, las
orejas y la nariz. De esta manera se puede observar un rostro bastante definido al final del cuarto
mes. Durante el transcurso del quinto mes, nos encontramos en la mitad de la gestación, las
madres con mayor frecuencia las contracciones uterinas y en las ecografías pueden observarse
movimientos fetales de brazos y piernas, incluso puede observarse el bebe mientras succiona sus
dedos. El sexto mes es el final del segundo trimestre y se caracteriza por los continuos
movimientos fetales que impactan sobre la pared del útero haciéndolos perceptibles, incluso a
simple vista.
El Último Trimestre del embarazo está formado por el séptimo, octavo y noveno mes en los cuales
se completa el desarrollo y se prepara para enfrentar el mundo exterior. La maduración pulmonar
es uno de los hechos más importantes del fenómeno de la vida y se produce sobre el séptimo mes.
Los pulmones inmersos en líquido amniótico producen una sustancia denominada factor
surfactante, el cual permite romper la tensión superficial del agua y la difusión del oxigeno a la
sangre fetal durante su primer respiración de aire. En el octavo mes el bebé esta prácticamente
formado por completo y el útero se prepara para dar a luz. El final de la gestación coincide con el
noveno mes si todo funciona correctamente. La forma de dar a luz, que es una alusión a ver la luz
por primera vez puede ser de forma natural o por medio de operación cesárea.
Durante el embarazo la mujer debe:
 Descansar: dormir nueve horas diarias mejor que ocho. Hacia el
final del día procure relajarse, póngase cómoda y mantenga un
buen rato las piernas en alto.
 Higiene Personal: dicha diaria, lavado de manos frecuente,
cepillado de dientes después de cada comida. Visite al dentista.
 Alimentación Equilibrada: consuma alimentos variados y frescos.
 Hacer Ejercicio Físico: camine o pasee una hora o más, todos los
días, puede seguir practicando deportes que no se vean
violentos, como la natación.
 Cultive su mente y su espíritu: dedique tiempo a leer buenos
libros, a escuchar música que le resulte agradable y relajante.
Recréese con recuerdos, ideas y proyectos positivos. Confíe en
su médico y comadrona (matrona) y acepte de buen grado sus
consejos.
Primer
Mes
Tercer
Mes
Segundo
Mes
Cuarto
Mes
Quinto
Mes
Séptimo
Mes
Sexto
Mes
Octavo
Mes
Noveno
Mes
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Como ya se dijo, el período de gestación humana es de nueve meses, los
cuales equivalen a cuarenta semanas. Muchos niños nacen una o dos
semanas antes o después de dicho lapso. Alrededor de treinta semanas
de gestación el útero experimenta contracciones débiles, que se van
haciendo más pronunciadas hacia la semana cuarenta. Durante el último
mes, el niño se voltea manteniendo su cabeza en dirección a la vagina,
de manera que pueda llagar a hacer contacto con la salida del útero. Así,
la salida del bebe sirve de cuña para dilatar el canal cervical. En este
momento del parto las contracciones alcanzan gran intensidad
presentándose a intervalos de 10 a 15 minutos. Durante este período se
rompe la placenta y el líquido sale por la vagina. Las contracciones se
hacen más fuertes empujando al niño hacia fuera. El niño será
independiente fisiológicamente, cuando haya salido de la vagina.
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La producción de la leche materna está relacionada
con todo el proceso de la gestación. Al final del
embarazo, los senos de la madre han crecido
considerablemente y se encuentran aptos para la
producción de leche. Esta contiene cuatro elementos
principales: agua, proteína, grasa, y el carbohidrato
lactosa. Las células de los senos son las encargadas
de extraer de la sangre los aminoácidos, la glucosa y
las grasas, necesarios para la fabricación de la leche
materna. Es de suma importancia para el buen
desarrollo y la salud del niño, el ser alimentado con
leche materna. Su composición asegura al bebe, el
buen funcionamiento de sus vías digestivas y la
inmunidad contra ciertas enfermedades, ya que esta
leche es rica en defensas para el niño.