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ÚNICO
COMENTARIO DE TEXTO
TEMA
• Crítica hacia una sociedad hipócrita
• Exaltación de la figura de Mandela frente a la
hipocresía de la clase política y el
aprovechamiento de sus familiares.
• Denuncia de la hipocresía de la política
internacional y la sociedad en general con
respecto a la figura de Mandela.
• Importancia de Nelson Mandela a pesar de que
políticos y familiares busquen solo sacar
provecho de su figura.
Estructura
• Introducción.
– Se corresponde con el primer párrafo.
– Ideas principales:
• los dos personajes más destacados del siglo XX y XXI
respectivamente son Mandela y Obama, ambos negros.
• Los políticos actúan con hipocresía ante la muerte de
Mandela mostrando una tristeza poco sincera. (Tesis)
• Desarrollo
– Se corresponde con los dos siguientes párrafos, salvo
el enunciado final.
– Ideas principales:
• Los políticos no se atreven a mostrar indiferencia ante la
muerte de Mandela porque sería políticamente reprobable e
incorrecto, aunque realmente les resulta indiferente.
• Su propia familia sólo quiere sacar provecho de la figura de
Mandela.
– Ideas secundarias:
• Hay quien piensa que aunque haya desaparecido el aparhaid
como sistema político, la situación no ha mejorado
demasiado.
• Conclusión:
– Seria la última línea “no se puede tener todo, gran
hombre”.
– Se alude aquí a la idea de la tesis, implícita y encuadrada,
que enunciaremos así: “una de las figuras internacionales
más importantes del siglo XX sólo deja como herencia la
indiferencia de la clase política internacional y la búsqueda
del provecho personal en su familia”.
– O “la figura del gran héroe del siglo XX, Nelson Mandela,
queda desdibujada tras su muerte por la indiferencia de la
clase política internacional y por la búsqueda del
aprovechamiento personal de su familia”.
Registro
• Definición
• Entendemos por registro lingüístisco la forma concreta de expresarse un
emisor en un momento determinado, atendiendo tanto a la mayor o
menor competencia comunicativa de dicho emisor (su
conocimiento de la lengua y del desarrollo textual) como a la
adecuación que este hace a la situación comunicativa y sus elementos
(condiciones, canal, receptor o receptores…). El registro puede variar de
acuerdo a la relación con las variedades de la lengua entre vulgar y culto,
incluyendo características de formalidad, canal
expresivo (oral o escrito), la mayor o menor elaboración(conocimiento del
código lingüístico), la adecuación a la norma,
peculiaridades dialectales, licencias lingüísticas que alteren la
uniformidad del registro (mezcla del estándar con elementos vulgares,
argot, etc.). La intención comunicativa y la finalidad que persigue el
hablante, así como el tono que escoge en la producción textual estarán
directamente relacionados con la utilización de uno y otro registro.
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El texto de Carlos Boyero [“Único”, El País, 06-12-2013] utiliza como canal expresivo la forma de expresión escrita y presenta claras características al
respecto, como la claridad, la corrección, la precisión léxica y la cohesión textual, tanto a nivel léxico como gramatical, adecuándose así al formato de
columna periodística de opinión. Presenta también una absoluta formalidad por lo que respecta a la situación comunicativa, manteniéndose
uniforme tanto lo referente a la corrección gramatical y normativa como a la adecuación al tono serio y reflexivo de su discurso, aunque presenta
claros rasgos de ironía que se concretan en la utilización de diversos registros, variando la neutralidad habitual de este tipo de textos.
Se registra, en este sentido, una ausencia general de vulgarismos que denota la intención del autor de no marcar el texto en este sentido,
favoreciendo el desarrollo del tono serio y emocional asociado al tema (la exaltación de la figura de Mandela ante la hipocresía del resto de líderes
mundiales), pero presentando elementos coloquiales con características sociolectales propios de jergas juveniles (“flipado”, “palmarla”,
“entrullaron”) o algún vulgarismo, también, por otro lado, cercano a la jerga juvenil (“hostias”, “pillar”), junto a algunas metáforas y expresiones
populares como “a sangre y fuego”, “buitres”, “sanguijuelas”, “segunda fila”, “bruja”.
Junto a estos elementos coloquiales e incluso vulgares, utiliza Carlos Boyero código totalmente elaborado que se aprecia en la perfecta corrección
expresiva, lingüística y normativa que presenta esta columna y que viene a presentar un contraste forzado con el tono irónico y relajado con el que
surgen expresiones como las anteriores. Aparece así una serie de léxico de tipo elevado, culto (“constatar, desolada, loa, finado, magnánima,
pargmática, detestaba, pérfidos, imperando, jovial, beatífico, prócer…”) que viene a justificar la formalidad propia de un texto perteneciente a un
ámbito social como es un medio de comunicación de masas (diario El País).
Así pues, teniendo en cuenta la adecuación del texto tanto a la formación del hablante como a las condiciones comunicativas que caracterizan a un
texto periodístico de opinión como es esta columna del periódico El País, lo adscribimos al nivel culto, que recurre, como hemos analizado, al código
elaborado, dentro de la más absoluta formalidad pero con la presencia salpicada de abundantes elementos de sociolectos diferentes (jerga juvenil,
coloquialismos). Ello pertenece a una estrategia discursiva oralizada que busca la empatía y la relevancia comunicativa, es decir, llegar con mayor
facilidad al lector y hacer que éste esté más receptivo para asimilar el mensaje y la intención persuasiva del autor (en este caso esa hipocresía
generalizada de cierto “postureo” en los políticos de tratar de transmitir un sentimiento hacia la figura de Mandela que no parecen sentir realmente),
haciendo así que la aceptación de la tesis sea más sencilla.
Se trata también de la búsqueda de la modernización del lenguaje periodístico presentándolo más actual al acercarlo al nivel coloquial, así como
también de una mayor libertad del potencial estilístico en los textos de opinión, al no ceñirse, necesariamente, a la función informativa. El autor
consigue, con esta variedad de registros (siempre desde el nivel formal en cuanto a estructuras semánticas, sintácticas y pragmáticotextuales)
fundamentalmente de tipo léxico, una mayor presencia de la personalidad y estilo propios, que los caracterice frente a la neutralidad del lenguaje
periodístico, asumiendo así una mayor responsabilidad lingüística, en muchos casos asociada a la actividad profesional del escritor.
Otra de las características que se corresponden con la presencia de una variación de registros idiomáticos en el texto es la mayor relevancia de la
subjetividad en el texto, la modalización, introduciendo juicios de valor muy a menudo de tipo más emocional que racional, como sucede en este
texto (Margarthe Thatcher=bruja con escoba, Linclon=flipado, los familiares de Mandela como sanguijuelas…).
En definitiva, el texto presenta un registro idiomático culto estándar en el que, además de lo referido anteriormente, podemos apreciar la presencia
de algunas figuras retóricas como las metáforas mencionadas, características del elevado nivel de la autora, y su dominio lingüístico, en el que se
intercalan, siguiendo una estrategia discursiva que caracteriza al periodismo de opinión actual, una preesencia abundante de elementos léxicos de un
registro coloquial e incluso vulgar.
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A modo de conclusión relacionamos todo lo que hemos analizado en el ámbito
del registro idiomático con la intención comunicativa de la autora, la finalidad
que persigue y el tono que mantiene.
En conclusión se trata de un texto escrito, formal, elaborado, dentro del nivel
estándar culto del castellano, que presenta una gran cohesión tanto a nivel léxico
como a nivel gramatical, con unas estructuras sintácticas, semánticas y
pragmaticotextuales adecuadas y correctas, normativas, con algunas alusiones
culturales y figuras retóricas y una presencia significativa de léxico correspondiente
a un registro coloquial y vulgar que hace que se de un contraste entre el carácter
serio que presenta el tema, con la ironía con la que lo trata, buscando la
complicidad del lector. Es, precisamente, este contraste de registros, el que
potencia esa empatía con el lector, entre la reflexión y el sarcasmo del texto y
facilita que el receptor siga la argumentación del autor y refuerce la orientación
ideológica que este pretende, para convencer al lector de la idea que defiende en
la tesis del texto, mencionada anteriormente, hacia la que el autor nos conduce de
forma más emocional que racional, a modo de expresión de rabia por la falta de
compromiso real con aquello que Mandela significa para la dignidad humana.
CURSIVA
• APARHEID
• REALITY SHOW
• La cursiva es un elemento diacrítico que corresponde a
diversas intencionalidades estilísticas de carácter
normativo en textos formales. En este caso la cursiva
tiene un sentido normativo en cuanto a la necesidad
de señalar que se trata de dos términos pertenecientes
a sistemas lingüísticos diferentes del castellano. Son
términos extranjeros, en este caso anglicismos, que no
están admitidos por la RAE y que se transcriben
directamente en la lengua original inglesa.
Explicación y valoración de las ideas expuestas a partir de la
cultura del alumno y de su conocimiento del mundo
•
I. Análisis del contenido del texto. Analizaremos lo que el autor dice de la siguiente manera:
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1. Si el texto es vigente en el momento de su lectura y si es oportuno por su relevancia. Actualidad del texto.
2. Interés particular o general, es decir, a qué sector de la sociedad le afecta más el contenido del texto (a un sector concreto:
particular, o a un amplio sector (general). Puede haber temas muy interesantes pero poco importantes (o que nos lo parezcan).
Por ejemplo los temas de la prensa rosa suscitan mucho interés pero tienen muy poca importancia.
3. Capacidad para orientar la opinión y regular la conducta del destinatario
3.a. Si los datos son objetivos, contrastados, emitidos por organismos oficiales, citas rigurosas, etc., o por el contrario son simples
opiniones personales, falacias, argumentos ad hominem, que conduzcan la opinión del receptor hacia el objetivo que persigue el
autor, pero solo con intención manipuladora, no para demostrar y convencer.
3.b. Valorar también el éxito o no del emisor en el planteamiento del texto, sus intenciones y lo que consigue según vuestro
juicio particular pero objetivo.
4. La profundidad del tema.
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4.a.Será valorado de manera positiva el hecho de que el texto esté tratando un asunto con profundidad, con argumentos de peso,
argumentos variados y datos objetivos.
4.b. Por el contrario tratar algo con frivolidad, sin darle la importancia que tiene, será tomado de manera negativa.
II. Opinión personal
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1. Ampliación de las ideas.
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1.a. Debemos intentar añadir a las propuestas del autor, y en consonancia con lo que él está diciendo y teniendo en cuenta nuestra
opinión al respecto, nuevas propuestas, nuevas ideas, nuevos argumentos, nuevos datos, distintas perspectivas que permitan
entender el tema aunque no se esté de acuerdo con la tesis del autor.
1.b. Debemos intentar relacionar nuestro discurso personal con otras materias o disciplinas (historia, filosofía, economía…).
b. Finalmente debemos dar nuestra opinión personal incluso desde nuestra experiencia personal. Respetuosamente, pero
dando nuestra visión particular sobre el asunto. Evitaremos actitudes de desprecio ante temas culturales, sociales y políticos
(xenofobia, la mujer, izquierdas y derechas). No obstante se nos pide nuestra visión particular, pero razonada y lógica, no solo
basada en la emoción y en el impulso primario.
• Este texto, que no es actual por cuanto su
fecha de composición es de 2013, tiene
vigencia en el sentido de la actitud
generalizada de nuestros políticos y de la
sociedad en general. Unos políticos muchas
veces dispuestos a la hipocresía con la
finalidad de ganar votos y mantenerse en el
poder a toda costa. Y una sociedad falta de
solidaridad y de compromiso que busca sacar
provecho personal a cualquier situación.
• No cabe duda que el contenido de este tema
es de interés general por lo que la figura de
Mandela ha significado en cuanto a la
igualdad de derechos de los seres humanos en
su lucha contra el aparhaid y el racismo, en su
caso concreto en Sudáfrica, pero muy
significativo en todo el mundo.
• El autor presenta una gran capacidad para
persuadir al lector a través de un lenguaje
llano en ocasiones, coloquial, y unos
argumentos más emocionales que racionales,
presentando a los políticos y familiares de
Mandela como elementos claramente
negativos, resaltando así su figura universal.
• No obstante la profundidad del tema no es
grande a pesar de lo que significa la figura de
Nelson Mandela. Y es que considero que el
autor solo busca exponer su rabia ante la
indiferencia generalizada de un hombre que
ha sido tan necesario para comprender el
horror del aparhaid sudafricano y para la
igualdad de los hombres.
• Desde este punto de vista creo que el
propósito del autor se lleva a cabo con éxito,
destacando a Mandela por encima de la vileza
de la clase política y de una sociedad
corrompida por los intereses personales y el
egoísmo.
• LA OPINIÓN PERSONAL Y LOS ARGUMENTOS
AÑADIBLES VAN POR CUENTA DE CADA UNO.
• Pienso, a diferencia de lo que el autor argumenta en
este texto, que la sociedad, en general, ve en Mandela
una figura fundamental que ha generado, en el acerbo
colectivo, una metáfora de la lucha por los derechos
humanos. Sí hay un reconocimiento popular, con la
existencia de películas alusivas o la realización de
festivales de música tanto en el movimiento por la
liberación de Mandela, como en el reconocimiento
posterior (pensemos en Invictus, por ejemplo, o en
conciertos como el de U2 en Sudáfrica).
• Sin embargo es verdad, y en eso estoyu de acuerdo con
el autor, que no basta solo con mostrar un aparente
sentimiento de tristeza por su pérdida, sino que hay
que perseverar en la lucha por que los derechos
humanos sean reconocidos en todas partes, en contra
de gobiernos autoritarios y de sociedades que busquen
imponer un criterio político o religioso a los demás.
Atender a los refugiados y buscar soluciones para los
países en conflicto, más allá de los intereses de cada
país sería una magnífica forma de agradecer a Nelson
Mandela toda su vida de lucha por la dignidad humana.