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“2012 – Año Provincial del Agua de las Misiones, Recurso Estratégico para el futuro de los Misioneros” Cámara de Representantes Provincia de Misiones PROYECTO DE DECLARACIÓN LA CÁMARA DE REPRESENTANTES DE LA PROVINCIA DECLARA PRIMERO: Su Beneplácito por la declaración de utilidad pública del autoabastecimiento, la explotación, la industrialización, el transporte y la comercialización de los recursos hidrocarburíferos de la Nación; así como por la expropiación de la mayoría accionaria de la Empresa Yacimiento Petrolíferos Fiscales. SEGUNDO: Remitir copia al Poder Ejecutivo. FUNDAMENTOS El giro copernicano dado a la política económica y social de la Nación Argentina a partir del mes de mayo de 2003, tuvo uno de sus hitos más trascendentes el pasado 16 de abril del corriente año, con el dictado del Decreto de Necesidad y Urgencia y envío al Congreso Nacional del Proyecto de Ley que declara de interés público al autoabastecimiento, la explotación, industrialización, transporte y comercialización de los recursos hidrocarburíferos de la Nación, y dispone la expropiación del 51 % de la acciones de la Empresa Yacimiento Petrolíferos Fiscales, pasando dicha medida a integrar el podio de las principales medidas de reparación de los devastadores efectos económicos y sociales de las políticas de ajuste neoliberal ejecutadas desde mediados de los años 70 y que hizo eclosión a finales del año 2001, por su secuela de desinversión, desindustrialización y primarización de la economía, altísimas tasas de desocupación, subocupación y precarización laboral y quiebra generalizada de la economía en su conjunto. La primera de las medidas económicas trascendentales dictadas a partir del año 2003 (renegociación de la deuda externa con fuerte quita de capital y reducción de tasas de interés, con ampliación del plazo de pago de capital), conjuntamente con el pago de contado de la totalidad de la deuda contraída con el Fondo Monetario Internacional, devolvió amplios márgenes de soberanía política, al otorgar autonomía a las decisiones de política económica tomadas y ejecutadas por el gobierno nacional. La segunda de estas decisiones trascendentales de política económica fue poner fin al negocio especulativo de bancos, financieras y compañías de seguros con los aportes previsionales de los trabajadores argentinos por medio de las AFJP. Con la re estatización de los aportes previsionales de los argentinos, se recuperó soberanía financiera y fiscal para el Estado Nacional, permitiendo la expansión de los servicios de la seguridad social, y con ello, la inclusión social de millones de argentinos, vía aumentos de las primas jubilatorias y jubilación sin aportes previos (y consiguiente Cod_veri: 999516 “2012 – Año Provincial del Agua de las Misiones, Recurso Estratégico para el futuro de los Misioneros” Cámara de Representantes Provincia de Misiones cobertura de obra social) de cientos de miles de ciudadanos mayores de edad, así como la cobertura social de millones de ciudadanos menores de edad por vía de la asignación universal por hijo. Ahora, con la expropiación de la mayoría accionaria de la mayor empresa argentina, Yacimientos Petrolíferos Fiscales, y la declaración de interés público del autoabastecimiento, la explotación, industrialización, Transporte y comercialización de recursos hidrocarburíferos, se apunta a poner fin a catorce años de depredación de recursos naturales estratégicos no renovables, apuntando a la recuperación de la soberanía energética para nuestro país. Pero esta concepción de recuperación de la soberanía energética, no parte de una conceptualización meramente chauvinista, ni persigue, ni constituye una finalidad en sí misma, sino que apunta a mantener y transmutar en desarrollo el más largo periodo de crecimiento económico verificado en toda la historia de nuestra Nación. Porque el desarrollo de una Nación se encuentra estrechamiento vinculado con la disponibilidad y producción de energía para su sector productivo. Se necesita energía abundante y sin interrupción para sostener ritmos de crecimiento acelerados como el verificado en la actualidad. A la vez, esa energía debe ser comercializada a costos que permitan a las actividades ser competitivas, local e internacionalmente. Para alcanzar ese objetivo, en el caso argentino, es fundamental el autoabastecimiento. Y para lograrlo, es tan importante la expropiación de las acciones de Repsol como la declaración de interés público nacional al autoabastecimiento de hidrocarburos, así como su explotación, industrialización, transporte y comercialización, tal como lo presenta el proyecto oficial. Esto último alcanza a todas las petroleras, además de YPF. Significa que se pone fin a la libre disponibilidad del recurso extraído del que hoy gozan las compañías privadas. Es la forma de archivar el ruinoso concepto de materia prima (commodity) para el petróleo y gas, cuyo destino lo decide quien lo extrae (las petroleras), para recuperar la idea de recurso estratégico, como lo consideraba la YPF estatal y como lo siguieron considerando todos los países petroleros pese a la ola neoliberal. El petróleo y el gas –combustibles por el momento imprescindibles para impulsar el motor de la economía– son recursos escasos no renovables, característica que los convierte en estratégicos. Esto no es materia de discusión ni debate en los países centrales, donde el acceso, control y utilización del petróleo son considerados una política de Estado. Con el Estado nuevamente a cargo de YPF, se buscará recuperar el autoabastecimiento, pérdida que lesiona la seguridad económica, fiscal y energética del país. Ese objetivo se enfrentaba con una limitación si los recursos hidrocarburíferos seguían siendo considerados una materia prima de libre disponibilidad, con el predominio del criterio privado de maximizar utilidades en el período más corto, y si son empresas extranjeras, enviar esas ganancias a sus casas matrices, con escaso compromiso de inversión y de explotación prudente de recursos estratégicos no renovables, e indiferencia para la recuperación de reservas o por el autoabastecimiento energético del país. Por eso resulta imprescindible la intervención del Estado en la gestión y control del mercado de hidrocarburos, no sólo impulsando inversiones en infraestructura, como gasoductos o centrales eléctricas, sino también en la administración y planificación de la disponibilidad de petróleo y gas. Hoy esto significa recuperar la soberanía energética, que incluye a los privados, pero bajo una planificación estratégica del Estado. En el discurso en el que daba a conocer la decisión estratégica tomada, la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, recordó que “YPF obtuvo una utilidad neta de 16.450 millones de dólares entre 1999 y 2011, período en el que giró dividendos por 13.246 millones de dólares. Ahí están exactamente, en la distribución de Cod_veri: 999516 “2012 – Año Provincial del Agua de las Misiones, Recurso Estratégico para el futuro de los Misioneros” Cámara de Representantes Provincia de Misiones dividendos y en la no inversión, las claves de por qué hoy tenemos que estar importando, pero lo vamos a seguir haciendo porque necesitamos seguir sosteniendo el crecimiento de la Argentina, que es la inclusión y el trabajo de millones de argentinos”, agregó, enunciando algunos de los fundamentos y objetivos de la decisión tomada. Además del autoabastecimiento, los otros objetivos de la nueva política en materia de hidrocarburos apuntarán a la obtención de saldos exportables para alcanzar nuevamente el superávit energético, la promoción del valor agregado y la protección de los intereses de los consumidores relacionados con el precio, calidad, y disponibilidad de los derivados de los hidrocarburos. Para el cumplimiento de dichos objetivos, como se expresa en el mismo proyecto de ley enviado al Congreso de la Nación: “Una definida intervención del Estado en la formulación de la política de producción y precios de los combustibles resulta crucial en un mundo que ha estado crecientemente afectado por la participación de capitales financieros especulativos”. Pero diferencia de lo que se pretendió instalar desde diferentes sectores del poder económico, la expropiación de las acciones de Repsol quedarán bajo la órbita del Estado nacional y provincial, pero en el marco de la Ley de sociedades comerciales. Es decir que no le será aplicable la legislación que administra o controla a las empresas del Estado. Es más, se especifica que la gestión de YPF deberá seguir criterios de profesionalidad. Esto, que parece una verdad de perogrullo, resulta relevante teniendo en cuenta las frecuentes críticas hacia las empresas públicas por parte de los sectores conservadores. “Hemos dejado sentado principios muy claros en esa ley acerca de la profesionalización y vamos a convocar a muchos argentinos que se fueron del país, que tal vez ocupan cargos importantes en otras empresas. Vamos a convocar a los que se fueron y también a los que se quedaron y que apuestan a poder tener nuevamente una empresa que sea orgullo de los argentinos”, agregó la mandataria en su exposición de motivos. Hoy, las críticas que vienen de España y del viejo mundo – y de sus personeros locales interesados -, son muchas y son agigantadas por algunos medios de comunicación decididamente volcados en la defensa de sus propios intereses y del capital foráneo, agitando fantasmas del pasado con argumentos difusos e inconsistentes, pero no olvidemos que los gigantes que veía el Quijote en su delirio no eran más que molinos de viento. El gobierno argentino no está expropiando una empresa, sino recuperando algo que le pertenece al país y a su pueblo. Los molinos de viento están en otra parte y es posible que muevan como fantasmas la crisis europea. Mientras, el pueblo, la Nación Argentina, se queda con lo que le pertenece, para el presente y para el desarrollo de sus futuras generaciones. Desde nuestra provincia, la conducción política de la Renovación ha anticipado claras políticas en dirección a la importancia de la defensa de los recursos naturales, como lo ha sido la sanción de la Ley de Soberanía Energética, que además lo fuera por unanimidad. Las expresiones vertidas en ocasión de los debates en Comisión y luego en el tratamiento del proyecto de ley en la Cámara de Senadores de la Nación han sido en idéntico sentido. Por las consideraciones expuestas, pido el apoyo de mis pares para la aprobación del presente proyecto.- Cod_veri: 999516