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Corriente emergente del Protagonismo
Quiero iniciar mi opinión sustentando que la lectura crítica del mundo es un quehacer pedagógico-político
invisible del quehacer político-pedagógico, es decir, de la acción política que envuelve la organización de
los grupos y de las clases populares para intervenir en la reinvención de la sociedad.
Si hablamos del protagonismo infantil en la actualidad es porque desde años atrás los niños, las niñas y
adolescentes estuvieron siempre en el campo de acción directa o indirectamente, al lado o no de sus
padres; pero luchando por conseguir un propósito emancipatorio conjuntamente con los adultos. Pues esa
ideología protagónica se fue construyendo como una pedagogía de la autonomía para aterrizar en las
organizaciones de los jóvenes y luego en los niños y niñas para dar continuidad a la liberación
esperanzadora. Asimismo, los niños son capaces de enfrentar la vida, sin perderse. Esto no quiere decir
que la infancia se murió, sino del nacimiento de una nueva infancia. Según Alejandro Cussiànovich (2009 –
pág. 90) consideramos que el protagonismo anclado en movimientos sociales de niños trabajadores con
todos los derechos desiguales que cada organización alcanza, constituye un eje un eje social, política y
pedagógicamente valedero en los procesos sociales de producción de sentido de lo que viven y de lo que
buscan dichos movimiento. Asimismo, que se comprende el protagonismo como un proceso cultural, un
modo de vida y simultáneamente como una tesis de ideas que abre sentidos con valor emancipador y que
constituye un campo simbólico en el que se van reconociendo mala infancia que reivindicó autonomía,
exige respeto a sus derechos y plantea a sus derechos a participar y plantea su derecho a participar con
pensamiento y voz propia.
Para Manfred Liebel, si se habla de participación como elemento social del protagonismo infantil, se debe
hacer referencia al mismo tiempo a la categoría de sujeto social. En ese sentido participación no sólo
significa asumir un rol económico o asumir responsabilidades sino hacer todo eso en base a una decisión
propia (es decir en libertad) y en condiciones que permiten que permiten desarrollar una vida digna y
autodeterminado.
En función de ello, describe cuatro elementos básicos del protagonismo infantil como una forma de
radiografía: 1.de carácter antropológico. 2. La exclusión y negación de su subjetividad y dignidad
asociado con otros niños. 3. Deterioro de los adultos que surge de la crisis del funcionamiento y de la
autoridad de las instituciones: escuela, familia y comunidad. Y 4. Todos los niños trabajadores saben
que sobre ellos descansa una pesada carga de responsabilidad, sea porque ellos tienen que contribuir
a la subsistencia de su propia familia, sea porque ellos mismos se mantienen con su trabajo.
También dichos elementos tiene un meollo, que surge de los movimientos de niños trabajadores que
jugaron un papel importante en los diferentes espacios de socialización. Quienes posteriormente
comprendieron que el protagonismo infantil es una metodología del trabajo educativo. En el que se
ofrece espacios de participación con el objetivo principal de lograr confianza e integrar y motivar para
movilizar en actividades predefinidas. Asimismo, este elemento nace de las experiencias y de la
interrelación del Perú, Brasil y Nicaragua que alimentaron para la reflexión critica del protagonismo
infantil.
Manfred, también plantea niveles del protagonismo infantil y estos son: participación (significa que
hay voces y pueden opinar y proponer que es tomado en consideración), representatividad (debe
haber personas que asumen la responsabilidad de encaragdo,), proyección (visión), solidaridad
(respeto mutuo) e identidad (sentido de pertenencia).