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Historia de los Juegos Olímpicos
Hay que remontarse a la antigua Grecia para conocer el
origen de los Juegos Olímpicos. Precisamente la palabra
"Olímpico" viene de Olimpia, ciudad del Peloponeso
griego en la que, cada cuatro años, comenzaron a
organizarse estos juegos como fiesta religiosa en honor
al dios Zeus, aunque se celebró bajo el nombre de
"Olimpiada" a partir del año 776 a.C. La jornada
inaugural de los antiguos Juegos Olímpicos estaba
dedicada exclusivamente a las celebraciones religiosas y
protocolarias. En el segundo día comenzaban los Juegos
propiamente dichos. La primera competición era el
"estadio", carrera sobre 183 metros, o sea, la longitud
del estadio, así como otras variantes de esta carrera. El
tercer día era el del pentatlón, que incluía cinco
competiciones eliminatorias: carrera, lanzamiento de
disco, salto de longitud, lanzamiento de jabalina y lucha.
Con la celebración sucesiva de otras disciplinas
deportivas, durante la sexta jornada la atención se
centraba en el hipódromo, escenario en el que se
desarrollaban las carreras de cuádrigas. Las
competiciones finalizaban con la entrega de premios a
los vencedores, que eran coronados con laurel. Estos
juegos panhelénicos se disputarían de forma
ininterrumpida hasta el año 393 d. C., año en que fueron
suspendidos por orden de Teodosio I por considerarlos
inmorales y ateos.
No fue hasta finales del siglo XIX en que la idea de
unos Juegos Olímpicos modernos iba a ir adquiriendo
forma. Un aristócrata francés llamado Pierre de
Coubertin se propuso restaurar las Olimpiadas. En 1896,
tras diez años de esfuerzos en los que organizó
conferencias y buscó financiación de diversos países y
organismos, consiguió que se celebrasen en Atenas los
primeros Juegos de la era moderna. Aquella primera
edición atrajo a atletas de trece países y sólo hubo 42
pruebas y 9 deportes. No hubo en aquella primera
edición participación femenina, aunque estuvieron
presentes por primera vez en París en 1900. A partir de
entonces, se siguen celebrando cada cuatro años aunque,
a diferencia de las olimpiadas antiguas, se celebran en
diferentes ciudades, siendo el COI (Comité Olímpico
Internacional) el encargado de seleccionar la ciudad
entre las candidaturas presentadas. Desde 1924 y
como complemento de las olimpiadas, se celebran los
Juegos de Invierno, que hasta 1992 se disputaban el
invierno anterior a las Olimpiadas y desde entonces se
celebran los años pares que no hay Olimpiadas de
verano.