Download Pierre Bourdieu nació en 1930 en Denguin (Pirineos Atlánticos

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Pierre
Bourdieu nació
en 1930 en Denguin (Pirineos Atlánticos) franceses.
Estudió filosofía en París en la École Normale Supérieure. Desde 1955 ejerció como
profesor, primero en el Instituto de Moulins (Allier) y después
en Argelia (1958-1960), París y la ciudad Lille. En el período argelino (1958 a 1960)
comenzó sus trabajos de investigación que fundamentarán la reputación que más
tarde alcanzará en la sociología. Durante este período realizará nuevos estudios de
postrado.
En 1958 vio la luz su libro Sociologie de l’Algérie. En 1964 publicará junto
a Jean-Claude Passeron dos de sus primeros textos relacionados con la
educación: Les étudiants et leurs études y Les héritiers. Les étudiants et la culture.
Ese mismo año aparece Les fonctions sociales de la photographie y en 1965 Un art
moyen. Essais sur les usages sociaux de la photographie y 'Rapport pédagogique et
communication.
Fue profesor en la École Normale Superieure entre 1964 y 1984 y desde 1981
director de la L’École Pratique de Hauts Études y catedrático de Sociología en el
College de France. Lograría el puesto de como continuador de su maestro Raymond
Aron y de la Escuela Superior de Ciencias Sociales (1985-2002). Fue director de la
revista Actes de la Recherche en Sciences Sociales (1975-2002).
Obtuvo el nombramiento de Doctor Honoris Causa por las universidades Libre de
Berlín (1989), Johann-Wolfgang-Goethe de Fráncfort (1996) y Atenas (1996).
Su producción es muy extensa. Así, en 1970 aparece Fondements d’une théorie de
la violence symbolique. Reproduction culturelle et reproduction sociale, escrita con
Jean-Claude Passeron; tres años después, en 1976, Le système des grandes écoles
et la reproduction de la classe dominante. Además, entre otras muchas obras,
publica La distinction. Critique sociale du jugement (1979), Ce que parler veut dire.
L'économie des échanges linguistiques (1982), Homo academicus (1984), La
Noblesse d'état. Grandes écoles et esprit de corps (1989), Les règles de l'art.
Genèse et structure du champ littéraire (1992), pero alcanza su mayor éxito con La
misére du monde (1993), donde denuncia el sufrimiento social, que bebe en las
fuentes marxistas y en el pensamiento de Michel Foucault, y traza, en una
combinación de sociología y antropología social, la radiografía de la exclusión social,
de los desheredados de la modernización, del progreso tecnológico y de la
globalización.
El discurso de Bourdieu, que ya se había manifestado con matices críticos antes de
mayo del 68, se acentúa en los últimos años de su vida con nuevas
argumentaciones contra el neo-liberalismo y en favor de la sociedad civil y del
naciente foro social mundial, participando cerca de los sindicatos, de las
organizaciones no gubernamentales, de los emigrantes y de las asociaciones cívicas
contra las posiciones neoliberales que nutrían el discurso de la sociedad llamada
postmoderna. Bourdieu fue uno de los fundadores de la editorial Liber-Raisons
d'agir, impulsora del movimiento Attac. Falleció, como consecuencia de un cáncer,
en 2002. Según el diario parisino Le Monde, era el intelectual francés más citado en
la prensa mundial de 1969.
Pensamiento
Fue uno de los sociólogos más relevantes de la segunda mitad del siglo XX. Sus
ideas son de gran relevancia tanto en teoría social como en sociología empírica,
especialmente en la sociología de la cultura, de la educación y de los estilos de vida.
Su teoría destaca por ser un intento de superar la dualidad tradicional en sociología
entre las estructuras sociales y el objetivismo ("fisicalismo"), por un lado, frente a la
acción social y el subjetivismo (hermeneútica), por otro lado. Para ello se dota de dos
conceptos nuevos, el habitus y el campo, así como reinventa uno ya establecido,
el capital.
Por habitus entiende las formas de obrar, pensar y sentir que están originadas por la
posición que una persona ocupa en la estructura social. En cuanto al campo, es el
espacio social que se crea en torno a la valoración de hechos sociales tales como el
arte, la ciencia, la religión, la política... Esos espacios están ocupados por agentes
con distintos habitus, y con capitales distintos, que compiten tanto por los recursos
materiales como simbólicos del campo. Estos capitales, aparte del capital
económico, están formados por el capital cultural, el capital social, y por cualquier
tipo de capital que sea percibido como "natural", forma ésta del capital que denomina
capital simbólico. Los agentes, con el habitus que es propio dada su posición social,
y con los recursos de que disponen, "juegan" en los distintos campos sociales, y en
este juego contribuyen a reproducir y transformar la estructura social. La obra en la
que presenta de forma más sistemática su teoría es El sentido práctico (publicada en
castellano por la editorial Taurus).
En su trabajo empírico destaca especialmente toda su labor de crítica de la cultura,
mostrando que la distinción cultural no es más que una forma encubierta de
dominación, a la que denominó complicidad ontólogica entre el campo y el habitus.
Esta crítica no le lleva al cinismo ante las manifestaciones de la alta cultura, sino a
considerar que todos deberían tener igual acceso a la misma.
Su papel como intelectual cobró plena vigencia a partir de la segunda mitad de los
90 en Francia, siendo sus declaraciones objeto de viva polémica, por mantener
posiciones muy críticas tanto con respecto a los medios de comunicación (véase
"Sobre la televisión") como con respecto a la política en general. Propuso y fue
fundador del parlamento de los escritores, una asociación pensada para dar a los
intelectuales mayor autonomía sobre su trabajo, y de esta forma poder criticar y
controlar al poder al margen de sus medios de difusión de la cultura.
*Sobre su teoría del campo literario, véase el apartado correspondiente en
[[Sociocrítica]
Conceptos básicos
Espacio social y prácticas sociales según Pierre Bourdieu.1
La teoría de Bourdieu está constituida por un conjunto de conceptos relacionados
entre sí y que no se entienden sino en relación con otros. El punto de partida del
análisis de lo social es el momento objetivista o de la indagación, en el cual nos
abocamos a caracterizar las estructuras sociales externas, lo objetivo, lo social
hecho cosa. El segundo momento del análisis será el subjetivista, la consideración
de las estructuras sociales internas, subjetivas, o lo social hecho cuerpo.
Habitus
El habitus es la generación de prácticas que están limitadas por las condiciones
sociales que las soporta, es la forma en que las estructuras sociales se graban en
nuestro cuerpo y nuestra mente, y forman las estructuras de nuestra subjetividad
(Socialización). Aparentemente el habitus parece algo innato, aunque se forma de
esquemas de percepción y valoración de una estructura social. Hace referencia a
aquello que se ha adquirido y se incorpora en el cuerpo de forma duradera. De esta
concepción Bourdieu intenta romper con el dualismo existente hasta el momento
entre el fisicalismo objetivista sin sujeto y el subjetivismo fenomenológico sin
estructura.
Es el punto en el que convergen la sociedad y el individuo, pues es una ola, que por
un lado nos dice la manera a ser, o es la manera en la que uno ya ha asimilado -tal
vez de manera inconsciente- sus patrones y la voluntad de uno propio y de querer, o
no, modificar ese habitus. El producto de una empresa de aprendizaje que todos los
campos sociales utilizan para ejercer control y apropiación.
El habitus de clase vendría siendo la posición del agente dentro de la estructura de
una clase social, donde el individuo contribuye a su producción y reproducción de
este mismo sistema de relaciones entre las clases. No es un simple estilo de vida
que se deriva de pertenecer a una clase sino que implica la totalidad de nuestros
actos y pensamientos, pues es la base con la cual tomamos determinadas
decisiones. La base de todas nuestras acciones es el mismo habitus de clase. Es el
pilar que conforma el mero conjunto de conductas y juicios aprendidos aunque
pareciese que es lo “natural”, como lo llama Bourdieu, en nosotros: nuestros gestos,
gustos, lenguaje, etc. Por ello las personas de determinadas clases sociales
comparten los mismos gustos que aquellos que se encuentran en su mismo habitus
social, estas afinidades electivas.
Campos
Artículo principal: Campo (sociología)El campo es una red de relaciones objetivas
entre posiciones objetivamente definidas –en su existencia y en las determinaciones
que ellas imponen a sus ocupantes- por su situación (situs) actual y potencial en la
estructura de las distribuciones de las especies de capital (o de poder) cuya posición
impone la obtención de beneficios específicos puestos en juego en el campo y, a la
vez, por su relación objetiva con las otras posiciones.
Los campos sociales son espacios de juego históricamente constituidos con sus
instituciones específicas y sus leyes de funcionamiento propias.
 Campo - dominante y dominado
El campo es base de:
La existencia de un capital común (conocimientos, habilidades, poder, etc.). Por tanto se
produce:
La lucha por su apropiación. Las personas con un interés común se movilizan para
lograr sus objetivos. Por eso:
Los campos son dinámicos, no estáticos. Producen:
Una jerarquización entre quienes detentan el capital y aquellos que aspiran a tenerlo.
Existen dos niveles de análisis posibles: sincrónico y diacrónico
Los campos son las distintas configuraciones de clases o relaciones sociales, donde
se unen para relacionarse. Bourdieu lo explicaba como si fuera una red, donde las
relaciones son necesarias. Estas relaciones con su respectiva razón de ser y
también con su estatus social que los hace relacionarse de tal o cual manera.
Para situar a los individuos con más claridad en los campos, Bourdieu propone que
situemos a los individuos en un mapa. Estas posiciones de los individuos funcionan
con parejas de oposiciones, p, ej: pobre/rico, valiente/cobarde. Así podemos analizar
las diferencias en los individuos, según el campo en el que se encuentren, con más
facilidad.
Condicionamiento
Parecería en primera instancia, que al estar en determinado campo y ya estando
dentro de éste, nos comportamos de una manera específica, gracias al habitus, por
lo que nos encontraríamos determinados. Pero él diría, que sólo estamos
condicionados. Y es aquí por lo que hace la analogía del juego, este “juego social” y
es que existen ciertas reglas y casillas por las que te puedes mover, según tu
posicionamiento y la pieza que te toca jugar. Te limita estar en cierta posición pero,
dentro de lo posible, cada uno es capaz de decidir su propio movimiento.
Ilusio
Bourdieu nos dice que competimos despiadadamente, incluso aunque no
conozcamos las reglas ni las fronteras de nuestro juego. El hecho de estar en este
juego y de jugarlo sin siquiera saber por que lo jugamos es la ilusio, que es una mera
ilusión de lo que son nuestras pautas de conducta como modelos únicos a seguir.
Capital
Bourdieu a la hora de efectuar sus análisis sociológicos valora como capital no sólo
el acumulable en forma de moneda, infraestructuras y bienes materiales
intercambiables. Si sólo se considera capital al dinero, no pueden ser explicados los
comportamientos aparentemente altruistas de los agentes que se mueven por el
campo. Bourdieu incide en señalar que las prácticas de noble corazón se asientan
también en una base interesada, crematística, económica, que permite al agente la
acumulación de un capital que tiene que ser denominado de otra forma, y que es
acumulado por el jugador de muchas maneras: como capital simbólico, en forma de
honor, honradez, solvencia, competencia, generosidad, pundonor, entrega más allá
de toda sospecha; como capital cultural interiorizado o incorporado, que es el que se
adquiere en el seno de una familia (p. ej. de clase alta), o de una circunstancia
concreta (una institución prestigiosa); como capital cultural objetivado, que es el
visible en la acumulación de objetos extraordinarios, obras de arte que muestran el
gusto distinguido del agente; como capital cultural institucionalizado, cuya forma más
evidente la constituyen los títulos y diplomas; como capital social, conseguido a
través de la red de relaciones que establece el agente por el campo. Todos esos
capitales, son transformables en capital económico, y viceversa. Son capitales que
manifiestan su efectividad bajo la condición del disimulo, del fingimiento en la
creencia de su no cualidad económica.
Poder
Como todo buen juego, lo que hacemos es competir. Ahora, cada campo genera su
capital. Cada agente trata de acrecentar sus capitales, usando las distintas
estrategias de cada grupo que en cada campo se encuentra, para seguir
incrementando su capital, es esto mismo lo que da pie a las jerarquías y a las
revoluciones, generando estructuras para seguir con su capital, es decir con el
poder.
Podemos ver, entonces, que cada campo trata de acrecentar su poder valiéndose de
su capital y al tratar de salvaguardarlo se generan los conflictos. Así es como se va
tejiendo esta relación entre las estructuras e historia, entre diacronía y sincronía. Sus
comportamientos, como el motivo, se van conformando mutuamente. El poder
aparece ya como un elemento de distracción que no podemos ignorar. Podríamos
concluir que es aquella lucha que se genera tanto entre clases, individuos,
ideologías, para conservar el mismo y acrecentar algún capital.
Arte y cultura
Bourdieu es considerado un sociólogo de la cultura, a este respecto analiza la cultura
desde la perspectiva de los campos en donde establece que las clases se
diferencian por su relación con la producción, por la propiedad de ciertos bienes,
pero también por el aspecto simbólico del consumo. En este caso la clase
hegemónica se perpetúa en el campo económico, pero se legitima en el campo
cultural.
La estética más legitimada en nuestra cultura es la burguesa aunque también existe
la estética de los sectores medio y la estética popular; sin embargo, las consideradas
obras de arte no son más que un objeto que existe sólo en la creencia colectiva de
quienes la reconocen como tal. El valor que se le atribuye a la obra de arte aumenta
conforme se legitime en la estética burguesa y en el colectivo de artistas que
aceptan dichas reglas de jerarquización.
Para compartir la disposición estética de las obras culturales se debe contar con un
entrenamiento sensible de clase a las cuales se accede a través de las posiciones
en el campo. Participar del goce de las obras de arte manifiesta una posición
privilegiada en el espacio social. Las prácticas culturales burguesas tratan de simular
que sus privilegios se justifican por algo más estético y noble que el capital, eso es la
cultura.
Es por lo anterior por lo cual Bourdieu plantea que “El arte no existe”, lo que existe
son diversos tipos de producciones legitimadas y aceptadas por los grupos
hegemónicos políticos que tratan de salvar su posición en el campo por el gusto de
la acumulación de estética.