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UPAC. Visión, principios fundamentales.
Borrador Rubén, 30-1-2013.
1. Introducción. ¿Por qué una Universitat Popular Autogestionada
de Catalunya?
Es necesario buscar una alternativa al estado actual de la Universidad.
Estamos viviendo un tiempo de profundas crisis globales que sacuden el
mundo y afectan al conjunto de la sociedad, en todas sus dimensiones. Estas
crisis no son el desafortunado producto de un desarrollo natural de
acontecimientos que no tiene responsables, ni son superables sólo a través de
unas transformaciones que se nos presentan como ineludibles. Bien al
contrario, estas crisis y transformaciones están inscritas en unas relaciones
sociales, históricas y de poder, en que unas fuerzas concretas tratan de
extender e intensificar su dominio hegemónico. Esas fuerzas hegemónicas
tratan de imponer, en su propio beneficio, una reordenación de todos los
órdenes de la vida. La universidad y su función social están también inmersas
en esta reordenación.
El neoliberalismo pretende que todo ámbito de la vida social debe estar
regulado por el mercado, sujeto a sus leyes de libre intercambio según oferta y
demanda. Todo espacio de intercambio ha de ser convertido en un mercado y
todo cuanto se intercambie, en una mercancía que se venda y se compre.
Nada ni nadie que no pueda vender(se) y comprar(se) tendrá sentido de
existencia y deberá desaparecer. Hay que crear mercado, y la universidad
también ha de ser mercado, crear mercado y resultar funcional al mercado. La
función social de la universidad está siendo transformada.
Mercantilización y privatización de la universidad. El modelo social es la
empresa que produce lucro privado. En esa transformación, no caben
estudiantes que no puedan pagar las correspondientes tasas, incrementadas.
Tampoco caben profesores que pretendan obtener un salario digno por su
trabajo. Los contenidos de las enseñanzas deben estar subordinados al
mercado, hay que producir trabajadores funcionales que le sirvan
eficientemente, no caben personas ni conocimientos críticos. Estudiantes,
profesores y conocimientos son mercancías que deben reproducir el capital. No
cabe otra transformación social que la que impone el libre mercado.
Actualmente, con la excusa de la crisis y de la necesidad de recortes
presupuestarios, el proceso hegemónico institucional está reconfigurando la
universidad pública a la medida del mercado.
Gran cantidad de estudiantes están siendo expulsados de la enseñanza
universitaria al no poder pagar las elevadas tasas. Para poder optar a salidas
profesionales acordes a los estudios realizados, se impone seguir cursando
estudios de máster, también de elevado precio. La universidad se cierra a los
sectores populares, y se reorienta hacia su elitización.
Asimismo, un gran número de profesores está siendo despedido de sus
trabajos y/o se ven obligadxs a someterse a condiciones de precarización y
explotación laboral.
Se impone un nuevo lenguaje, un nuevo conjunto de valores, incentivos y
castigos, de formas de relacionarse, de roles e identidades, de lo que significa
y se espera de ser profesor o estudiante. Nuevas subjetividades cada vez más
funcionales a las necesidades del mercado y del trabajo.
El pensamiento crítico emancipador es, también así, reprimido. La investigación
se enfoca hacia aquello directamente comercializable, grandes cantidades de
dinero se transfieren por entre consorcios público-privados de parques
tecnológicos cercanos a los campus universitarios sin que el interés público
quede siempre netamente diferenciado de concretos y privados intereses
empresariales.
La creación del Espacio Europeo de Educación Superior y del Plan Bologna ya
comenzó a marcar el camino y permitió entender el rol estratégico de la
educación superior en esta fase del capitalismo que algunxs autores han
definido como capitalismo cognitivo.
Y sin embargo, todxs esxs estudiantes y profesores desean seguir aprendiendo
y enseñando y cambiar el mundo; y en su lucha, se integran en los
movimientos sociales del conjunto de la sociedad que tratan de defender
derechos conquistados a través de duras luchas sociales por la dignidad.
En estos momentos de crisis, en que los sectores hegemónicos impulsan los
discursos con que pretenden instalar un pensamiento único que legitime la
reordenación neoliberal de la vida, se hace mayor la necesidad de renovar,
revitalizar y transmitir los pensamientos y las prácticas emancipatorias. Y se
hace más necesario crear conocimentos críticos que promuevan la
construcción de otros modelos de transformación social, aquellos que se
orienten a la justicia social, a la emancipación, a la constitución del bien común,
a la consecución de una vida digna para todxs.
Desde la realidad de los problemas de que partimos, desde el compromiso con
el conjunto de la sociedad y con los movimientos alternativos, los objetivos que
deseamos. Para que los cambios en la economía, la política y la sociedad sean
radicales, esto es, que vayan a la raíz, los cambios en la educación y la
universidad han de ser también radicales. Queremos entonces una universidad
que recree, practique y promueva la emancipación. Que brote de las
necesidades del conjunto de la sociedad y se mantenga ligada a ella; que se
nutra de los avances más importantes de las ciencias y la filosofía y al mismo
tiempo sepa interpretar y sintetizar las enseñanzas de las comunidades y los
movimentos sociales que luchan por una vida digna para todxs, desde sus
lugares cotidianos de vida, desde lo común, desde el nosotrxs.
Es necesario fundar una universidad nueva y distinta.
2. Principios Generales.
Nuestra propuesta está situada social e históricamente en el momento
actual. Surge como una forma de respuesta a la reordenación capitalista en
todos los ámbitos de la vida, y por tanto de la universidad y el conocimiento.
Es una respuesta entre otras que surgen desde la mayoría social que está
sufriendo en la propia piel las consecuencias del expolio por parte de una
minoría.
En este reajuste estructural capitalista, nos situamos y reconocemos como
integrantes de esta mayoría social a quienes la dictadura económica de los
mercados les está robando la vida y les está condenando a la pobreza, la falta
de libertad, la precariedad y la sumisión sin esperanza.
Somos estudiantes y profesores y también somos precarixs, desempleadxs,
desahuciadxs de sus casas, indignadxs, o estafadxs por bancos; nos contamos
entre quienes tuvieron o tendrán que migrar buscando una mejor vida, entre
movimientos indígenas y sociales de otros lugares, somos parte de ese
nosotros de lxs de abajo, de lxs prescindibles para el mercado porque no
podemos pagar la mercantilización de la educación, la salud, la vivienda y
hasta de la vida misma;
Nos situamos también entre quienes piensan que las personas están por
encima de la economía, entre quienes no se resignan y han dicho basta.
Estamos en esa mayoría social diversa, multitudinaria y creativa que quiere
luchar por transformar de raíz las causas del malestar. Entre quienes quieren
refundar la sociedad y crear un nuevo vínculo social desde la solidaridad y el
apoyo mutuo. Entre quienes desean construir una nueva colectividad, libre,
digna y solidaria para acabar con la locura del mercado.
Queremos construir un mundo que llevamos en nuestros corazones, uno donde
quepan muchos mundos, en donde todxs tengamos un buen vivir, una vida
digna de ser vivida, en justicia y respeto mutuo, en donde cada quien pueda
encontrar su lugar y gozar, en armonía con la naturaleza, de la parte de los
recursos intelectuales y materiales del mundo que le corresponde.
Para construir ese mundo nuevo, hará falta que cultivemos unos conocimientos
y unas prácticas, un saber y un hacer que se retroalimenten. En todos los
ámbitos de la vida y del conocimiento. Ese será propósito de esta nueva
universidad, promover unos saberes, reflexivos y prácticos, que han de servir
para la emancipación social.
Transformar el vínculo social, hacer las cosas de una manera diferente, implica
plantearse la cuestión del poder. Nuevas praxis, nuevas formas de
relacionarse, y el poder, en tanto situación relacional, siempre está presente.
No queremos que un poder ajeno, el del mercado por ejemplo, domine
nuestras vidas. Queremos tener el control de nuestras vidas en nuestras
propias manos, gobernarnos la propia vida, desde lo cotidiano, en todo
momento, sin dependencias ni delegaciones.
Se hace entonces necesaria otra distribución de poder, en horizontalidad, entre
sujetos en colectivo, en el espacio público abierto, como iguales, libres para
hablar, decidir y hacer al respecto de sus vidas de cada día, y establecer sus
normas de actuación sin figuras superiores que hagan todo esto por todos.
Nuestro poder se ha de manifestar en el mismo ejercicio del poder, no sólo en
su origen. La autonomía correspondería a esta peculiar distribución de poder.
La nueva universidad que queremos construir será desde la autonomía y para
la construcción de la autonomía.
Para el despliegue y reproducción de la autonomía será necesario fortalecer las
dimensiones de lo colectivo, de aquello en común, del sentido de
comunidad. Estas dimensiones constituyen espacios en donde deseamos
poner un acento de reconocimiento y de acción. No se trata de homogeneizar
la multiplicidad de singularidades, ni de negar los méritos, libertades y
especificidades de la individualidad de cada quien. Bien al contrario, se trata de
abrir espacios colectivos en donde la potencia creativa de todas las
diversidades de las individualidades puedan florecer y desplegar su vida en
grado máximo. Somos seres sociales y necesitamos a las otras personas para
ser, nuestra libertad comienza donde y cuando comienza la del otro. Se trata
de construir un medio abierto que en base al reconocimiento de lo común,
permita numerosas relaciones horizontales, en red, en el movimiento de la
celebración de la diversidad, del respeto a la dignidad de lxs otrxs, de la
hibridación y la simbiosis, de la cooperación y la reciprocidad, para que todxs
podamos ser y vivir en plenitud. Desde el énfasis en estas dimensiones,
estaremos sentando bases materiales e inmateriales para la constitución de un
nuevo régimen político, el régimen del común.
Fundar instituciones de este régimen del común, como esta universidad, es
tarea difícil. Numerosos factores estarán presentes en su constitución y
despliegue; factores que se interrelacionarán a través de muchas y diversas
formas, en interdependencia y retroalimentación, influyéndose y causándose
mutuamente, y que pueden desenvolverse recorriendo trayectos azarosos que
lleguen a producir resultados impredecibles. Estamos inmersos en un
escenario social complejo y debemos reconocer la complejidad. Y eso nos
obliga a intentar pensar, conocer y hacer de otras maneras, con otros
mecanismos, y otras categorías. No siempre será necesario utilizar categorías
dicotómicas y excluyentes, ni pensar en causalidades simples, lineales y
deterministas. Podremos pensar con énfasis en lo relacional, en causalidades
recursivas en donde puede caber el azar y en donde, en ocasiones, será
posible y hasta necesario armonizar coherentemente aparentes contrarios
excluyentes: lo teórico y lo práctico; lo material y lo inmaterial; lo general y lo
específico; lo individual y lo colectivo; lo personal y lo político… Otras veces,
no. Situados en la complejidad del entramado social y político de este tiempo
histórico, nos hacemos responsables de nuestras opciones y fronteras, y por
ello nos esforzaremos por trasladar estos principios generales a la
cotidianeidad de lo concreto de los procesos de construcción y desarrollo de los
diferentes ámbitos de la vida de esta universidad.
3. Principios referentes a la organización y vida interna:
Esta universidad, en tanto que medio de producción, será de propiedad
colectiva, al igual que los conocimientos y productos que elabore.
Desarrollaremos espacios, estructuras y procesos que aseguren formas de
participación y diálogo abiertas en relaciones de poder horizontales, directas,
democráticas, para la toma de decisiones en todos los ámbitos, tareas y formas
de relación y organización de la vida interna. Desplegaremos nuestra
capacidad de establecernos normas de actuación. La autonomía nace y se
forja en ese espacio en donde se cruzan las relaciones de poder y la
construcción de sujetos. Ahí, la autonomía aparece como parte del proceso de
conformación de sujetos sociales y políticos, que, emancipándose, dictan sus
propias normas de conducta.
Las condiciones de trabajo habrán de respetar siempre la dignidad de lxs
trabajadores. Los cargos de responsabilidad en la institución se ejercerán con
una actitud horizontal y colectiva, no como lugares individuales particulares de
ejercicio de poder para provecho propio. Esos cargos se ocuparán para realizar
las tareas mandatadas por la colectividad. Las personas que los ejerzan
deberán dar cuenta responsablemente del cabal cumplimiento de las labores y
funciones encomendadas, y, si no cumplen, podrán ser removidxs en cualquier
momento por quienes le mandataron, que, a su vez, velarán atentamente por el
buen cumplimiento de los acuerdos.
La autonomía implica también una gran responsabilidad y bastantes
dificultades materiales y económicas. No contaremos con financiación de
ninguna institución o universidad del aparato del estado, ni de iglesias, partidos
políticos, etc. Haremos una universidad que será productiva y sustentable a
partir del arraigo de base y de la capacidad de respuesta a las necesidades de
las redes de la economía social y cooperativa, de las comunidades, barrios,
movimientos sociales, en definitiva, del nosotros en el que nos situamos.
4. Principios referentes Inserción/inmersión en la vida social y
comunitaria.
La universidad estará inmersa en el tejido social y comunitario, y cultivará unos
lazos estrechos, solidarios, cooperativos y horizontales con los diferentes
movimientos sociales, comunidades y agentes sociales con los que comparta
sus propósitos generales de transformación.
Sus labores se orientarán a la producción de conocimientos que resulten de
utilidad para el desarrollo de actividades que intenten dar respuesta a
problemas reales, prácticos, cotidianos y coadyuvar a las satisfacción de las
necesidades de la comunidad y de la sociedad para alcanzar y mantener
condicones de vida digna para todxs. La definición de esos problemas y
necesidades se habrá de definir en común con lxs agentes implicadxs en plano
de igualdad.
Entendemos que para dar respuestas a esos problemas de la práctica cotidiana
es necesario también un trabajo de reflexión común sobre esos problemas.
Hacer y reflexionar, practicar y teorizar, lo concreto y lo abstracto, lo material y
lo inmaterial, lo mundano y lo espiritual, no pueden caminarse separados,
necesitan alimentarse mutuamente para poder resultar útiles para algo y para
alguien en un marco de significados. Las grandes preguntas, conceptos e
incertidumbres también estarán presentes y tendrán sus espacios en la
actividad de la universidad. Queremos repensar la sociedad, crear el mundo
nuevo.
Así, en la vida social y comunitaria, habremos de considerar lo general y el
detalle: los marcos generales estratégicos y lo práctico de la vida cotidiana de
las personas. Por un lado, desarrollaremos alianzas estratégicas con diferentes
agentes sociales. Estaremos inmersos en las luchas
Por otro lado, los estudios propuestos habrán de responder a las necesidades
de formación para que lxs estudiantes puedan desarrollar medios de trabajo y
de vida a unos precios que les resulten asequibles.
5. Principios referentes a Contenidos. Conocimiento. Perspectivas,
epistemologías.
La ciencia nos han venido mostrando desde hace tiempo que toda institución
está situada en su contexto social, histórico, de relaciones de poder. Tal
situación resulta inescapable, es decir, no es posible la ausencia de situación.
Desde el lugar en que se está situado, se derivan unas perspectivas posibles
que se utilizarán para acercarse al mundo y producir un conocimento que
tendrá unos determinados efectos en ese contexto de posibilidad y producción.
El conocimiento es situado, y lo honesto para producir un buen conocimiento es
reconocer la situación y la proyección deseada del conocimiento producido.
Hemos declarado que en el actual contexto social, histórico y de relaciones de
poder, nos situamos abajo, en un nosotros, y que queremos construir un
mundo nuevo. Queremos producir un conocimiento crítico, que reconocemos y
reivindicamos como situado, para crear otro mundo posible.
Nuestra situación ante el conocimiento aboga por la transversalidad de las
perspectivas feministas, por la no fragmentación de los saberes, por la
interrelación e interdependencia de las diferentes disciplinas, por la
interculturalidad, por la espiritualidad, y por el reconocimiento de todos los
saberes y formas de producir conocimiento, etc..
Planteamos un espacio abierto donde quepan, en igualdad y respeto,
diferentes formas de conocer y de expresar y compartir el conocimiento. Un
espacio en donde esas formas diferentes pudieran dialogar y aprender unas de
otras, donde también sea posible conocer desde el corazón.
6. Principios referentes a metodologías, elementos pedagógicos...
Desde nuestra situación, desde la realidad de nuestra vida cotidiana y desde
nuestras aspiraciones y luchas, es posible que necesitemos replantearnos
nuestros bagajes teóricos y prácticos.
La práctica y vida cotidiana en nuestra universidad habrá de considerar
establecer unas relaciones de poder entre docentes y estudiantes diferentes a
la habituales de los sistemas disciplinares de la universidad tradicional. Los
métodos docentes y las formas de evaluación habrán de buscar una
coherencia con los principios generales y los propósitos de emancipación. En la
formación, se incorporarán metodologías pedagógicas alternativas, y se
promoverá la construcción colectiva de conocimiento.
En definitiva...
En funció del context històric de devastació capitalista i liquidació de les
llibertats, els drets socials i l'estat del benestar en què vivim, veiem clarament la
necessitat actual d'una universitat d'aquest tipus, autònoma, cooperativa,
democràtica, emancipadora.
Coneixem moltes experiències d'educació i universitats lliures, i creiem que ara
és el moment per donar un pas més endavant, superant provisionalitats,
espontaneismes, i el voluntarisme d'iniciatives que s'han demostrat molt
fragmentàries. Ens hem mirat al mirall de la nostra història i del nostre entorn
proper, però també ens hem fixat en altres nosaltres, en l'experiència
d'universitats indígenes d'Amèrica Llatina.
Recollim aquest llegat per aprendre d'ell i fer-lo confluïr amb altres projectes i
experiències, com aquella de les cooperatives que arreu del territori estan
(re)construïnt un teixit d'economia social sòlid i amb vistes al futur. El nostre
projecte universitari busca des del principi aquesta solidesa i continuitat. que
tingui en compte l'aspecte d'intercanvi i aprenentatge intergeneracional, lligat a
un projecte integral de vida de la comunitat i atenta a les seves necessitats, en
diàleg ininterromput.
Volem una universitat emancipatòria, que alliberi les persones i els sabers de
l'esclavitut i l'alienació del mercat; una universitat, en què es pugui transmetre
tota una saviesa integral de i per la vida, per al creixement personal i per
afrontar amb solidesa els reptes i misèries del nostre món en crisi; una
universitat que valora les diferents formes de coneixement, tècnic, popular,
espiritual, intercultural; una universitat on es teoritza al mateix temps que es
practica, on es fa teoria crítica però també es lluita. La UPAC es vol forjar des
de i en vistes a l'autonomia però sense aïllar-se, com un complement i al mateix
temps un catalitzador de la xarxa activista, associativa i d'economia social.
Apostem per l'autogestió i les formes horitzontals d'organització i decisió,
perquè ja no volem ni podem pensar en què les coses ens vindran donades.
Les hem de fer i les fem per nosaltres mateixes. La UPAC ha de ser un
engranatge més d'aquestes “noves” institucions del comú que estem construïnt,
en reconeixement i cooperació mútua.