Download El estudio fundado en 1936 por Santiago Sánchez Elía, Federico

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El estudio fundado en 1936 por Santiago Sánchez Elía, Federico Peralta Ramos y Alfredo
Agostini (SEPRA, según las iniciales de los cinco apellidos) ocupa un lugar prominente en la
historia de la arquitectura argentina, a través de siete décadas de realizaciones con las que aportaron
soluciones creativas y avanzadas, como la revalorización del ladrillo y el hormigón, en los años '40.
Esta vasta producción se continuó en tres estudios sucesores, encabezados por Santiago Sánchez
Elía, Diego Peralta Ramos y Emilio Beccar Varela.
La primera obra destacada del estudio es el Edificio Yatahi (1945), de Avenida Corrientes y
Reconquista, obtenido por concurso en 1942 y destinado a la empresa de navegación Dodero y,
desde 1997, a la Sindicatura General de la Nación. En el Sanatorio Mater Dei (1948; ex Pequeña
Compañía de María), ubicado en San Martín de Tours 2952, afianzaron la modalidad del ladrillo a la
vista con carpinterías al filo, que el estudio había ensayado en obras anteriores, como la casa de
departamentos de Gelly y Obes y Guido (1938). La línea del Mater Dei fue continuada con más
libertad en el imponente volumen del Hotel Victoria Plaza, de Montevideo, inaugurado en 1950.
«Entré a colaborar en el Estudio Sepra en los años 1962/ 63», recuerda Diego Peralta Ramos. Tenía
22 años (la edad que tenía 'el viejo' cuando se fundó el Estudio) y mis primeros trabajos se
relacionaron con la programación y supervisión de obra. Durante la primera década en el Estudio,
aparte de los dos socios noveles que eran Santiago Luis Sánchez Elía y Emilio Beccar Varela,
había numerosos arquitectos de primer nivel. Los juniors habíamos formado un equipo muy
parecido a los socios fundadores», subraya Peralta Ramos en «Origen de una vocación»,
memorias incluidas en el libro de Luis Grossman sobre el estudio, que acaba de publicar Ediciones
Infinito (dirigida por el reconocido Méndez Mosquera).
Por el espíritu de búsqueda arquitectónica y de solvencia profesional, recibieron la colaboración de
un gran diseñador como Clorindo Testa para llevar adelante el edificio originalmente encargado
por el Banco de Londres, en Buenos Aires, uno de los más audaces proyectos de la década del '60.
No sólo resolvía mejor las necesidades y condiciones del programa: fue también el que más se
adecuaba a los postulados de integridad, eficiencia y confianza que debía transmitir el edificio, a
solicitud del cliente, «por medio de una expresión arquitectónica clara y concisa». Objetivos que se
lograron mediante el empleo de recursos técnicos inusitados para la época, y una descollante fuerza
creadora que lo señala como uno de los grandes hechos arquitectónicos del siglo en el país.
La clave de esta obra, inaugurada en 1966, es la plaza cubierta de la esquina (noreste) de
Reconquista y Bartolomé Mitre, que continúa la calle Bartolomé Mitre dentro del edificio, sin hacer
división alguna entre espacio interior y espacio exterior. También la doble piel (hormigón y cristal),
una gran lección para los arquitectos jóvenes.
El Estudio SEPRA ha proyectado dos edificios de prensa y hoteles: las sedes de «La Nación»
(Bouchard 557) y «La Razón» (General Hornos 690), ambas de la década del 70. En ellas, como en
las plantas industriales (laboratorios Abbot y Parke Davis, entre otras), hubo una creativa fusión de
las exigencias funcionales y las respuestas arquitectónicas. También se observa en el Sheraton Hotel
(1972), el primer edificio habilitado en el distrito de Catalinas Norte, con frente a la calle San
Martín, entre las avenidas Alem y Madero. Con la inauguración del Hotel se inicia la urbanización
del distrito de Catalinas Norte (8,4 hectáreas) frente a Retiro, y, con ella, el rescate del borde fluvial
Este de Buenos Aires, completado a partir de 1991 con las obras del antiguo Puerto Madero.
Entre otros, han desarrollado proyectos tan diversos como la Torre Impresit, en Catalinas Norte; la
sede de Bridas, en San Martín y Leandro Alem , que reconquistó para la ciudad una esquina perdida;
la audaz Sucursal Tucumán del Banco de la Nación Argentina, con su nueva reinterpretación de los
pórticos de hormigón; y la torre de oficinas La Buenos Aires, de Avenida de
Mayo-Chacabuco-Rivadavia (1988).
«Tal vez por esa personalidad inclinada a lo artístico que tienen los arquitectos -explica Diego
Peralta Ramos-, hacia 1986 empezó a pergeñarse la separación y la constitución de las tres Sepra:
Sepra Sánchez Elía, Sepra Peralta Ramos y Sepra Beccar Varela.» El Consulado de Brasil de Diego
Peralta Ramos (anteproyecto del arquitecto Olavo Redig Do Campos), finalizado en 1989, se
destaca sobre la Avenida 9 de Julio por su característica fachada con balcones-jardineros. A pesar de
las medidas angostasdel predio entre medianeras, en el Hotel Caesar Park (1992) -Arquitecto
Asociado Marco Pasinato-, logró una adecuada integración con el entorno.
El estudio ganó el concurso para la Torre Fortabat (1995)Arquitectos Asociados Florencio Beccar
Varela; Robirosa-Beccar Varela-Pasinato-, ubicada en Viamonte y Bouchard. Un prisma
geométrico inteligente realizado con los más modernos recursos y un sistema centralizado por
computadoras. Con los mismos arquitectos asociados realizó la Torre Bouchard (1994), que con su
característica cúspide de vidrio en forma piramidal es un hito que marca un límite en el norte de la
ciudad:
Una obra diferente fue la recuperación de El Rosedal (1996), un parque público de gran valor
histórico: es El Jardín de las Rosas del Parque Tres de Febrero concebido por el paisajista francés
Carlos Thays, en 1875.
En todas sus obras, Peralta Ramos privilegia las cualidades del entorno: «Discrepo con la idea de
algunos arquitectos que no trepidan en colocar un plato volador en medio de una ciudad
centenaria. En esa línea coincido con César Pelli, quien dedica muchas horas al análisis de un
sitio (en lo morfológico, lo histórico y lo cultural) antes de trazar una sola línea del proyecto.
Considero que es imposible admitir que se tomen como irrelevantes los rasgos del entorno
donde vamos a proyectar.»