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María del Pilar de Francisco Filanova
ESA GOTA
Ya voy navegando, Señor,
paso a paso
mar a dentro.
El único impulso el amor:
es tu viento
son mis remos.
Quiero ser canto
canto de gozo
pero soy llanto.
Quiero ser blanco
inmaculado
pero soy gris.
Quiero ser ave
que libre vuelo
mas soy esclavo.
Quiero ser tu gota de amor
pero soy yo.
Necesito mirar al sol de frente.
Necesito levantar con el viento
vuelo al infinito.
¿Por qué cuando quiero verte me ciegas,
¡oh sol! y no puedo
sino mirar el suelo que iluminas?
Quisiera ser tierra,
mirarte como ella.
¿Por qué, oh viento, te llevas el polvo
y con ansia de infinito me dejas?
Quisiera mi roca dura
deshacer en fina arena.
Necesito mirar al sol de frente.
Necesito levantar con el viento
vuelo al infinito.
Algún día...
Cuando sea tierra.
Cuando sea polvo.
Cuando ya no sea.
No lo busques en las olas,
no lo busques en la arena;
no está escondido en un bosque
ni un dragón guarda la cueva.
¿Quieres hallar el tesoro?
Cavar, cavar en tu tierra,
llegar cavando hasta el fondo,
cavar, cavar aunque duela.
ARCO IRIS
Amo
la claridad del rosa
la alegría del azul
la pasión del rojo
la plenitud del verde
el silencio del gris
el abismo del negro.
Quiero vivir
buscando,
siempre a tientas,
la transparencia de lo blanco.
No quiero tener sentimiento de poeta.
Me hace decir tantas palabras,
cantar tantas melodías...
que nadie entiende.
Pero si tú quieres
¡dame corazón de poeta!
Corazón loco
que persigue la belleza en la sima
del monte,
en el borde del abismo,
en lo más negro del vacío.
Corazón loco
que sepa creer en lo imposible.
Corazón loco
para tocar la NADA
con la seguridad de asomarse al
TODO.
Corazón loco
que ame sin medida.
Loco amor
que no sepa vivir sin expresarse en
un gesto
sencillo y valiente.
Señor, ¡dame corazón de poeta,
si tú quieres!
Caracas, 1978
¿Cuál es ese por qué que te
gusta tanto de mí?
Cuando llegues a descifrarlo
sin necesitar respuesta
habrás alcanzado mi otra orilla.
¿Ese vacío mío que no sabes cómo
llenar?
Los huecos se sienten
no eches nada en ellos
me dolerían infinitamente
y tu parte
se caería en el abismo sin fondo
de un yo inexistente.
La nada no se llena
se deshace
con el todo
tuyo.
Señor
que en mi debilidad te encuentre
como el fuerte de Jacob
en mi noche
como estrella de Belén
en mis caprichos
con tu cruz.
Eres la piedra que se interpone a
cada paso mío
estorbando mi ligero caminar.
Pero sólo soy feliz aceptando el riesgo
del encuentro.
Eres el eterno silente.
Te llamo a gritos y callas.
Pero tu silencio habla con tanta dureza...
Sólo el mar brama más fuerte ahogando
mi voz
mientras las olas se rompen contra las
rocas
en mil gotas de luz
y mi corazón arde en deseos de estallar
destrozando la cadena que yo misma
construí.
Te gusta dejarme sola
pero aún en mi soledad te sé presente.
No importa que yo vaya lejos.
Tú siempre estarás tan cerca...
Vístete de poeta y canta
y conquístame otra vez.
Vístete de tronco seco
y a la sombra del madero
conquístame otra vez.
Vístete de tierra yerma
y con la hierba del estero,
con la piedra, con el viento,
conquístame otra vez.
Vístete
con un rostro y unas manos,
unos ojos, unos labios
que te quiero conocer.
Canta con tus ojos
una vida.
Canta con tus manos
una obra.
Canta con tu rostro
unos hermanos.
Canta con tus labios
tu promesa
y conquístame otra vez
para la vida
para tu obra
para mis hermanos
para ti...
Con tu canto
sin palabras
conquístame otra vez.
A la vez la música la palabra
el silencio,
el baile el ritmo el movimiento
la quietud
la luz y la tiniebla
presencia paz y un mandato:
vivir lo imposible
apostar.
A la vez
río revuelto mar en calma
brisa y huracán
un vértigo que parece no albergarse en
el corazón...
que misteriosamente
va amansando mis aguas.
Esta noche fui orante bailarina poeta.
Me encontré contigo en medio de la
fiesta
y entre pieza y pieza
simplemente sé que estoy
contigo.
Mira mi corazón que no sé leerlo
que se me escapa de mis propias manos
de mi cuerpo
que no lo entiendo.
Pronúnciamelo... o
acógelo arrúllalo compréndelo ámalo
por mí que no sé amarlo.
No quiero insistirte en que me quieras:
quiero quererte y quererme más.
Gracias por tus besos de hoy
gracias por venirme a dar valor
para enfrentar de nuevo esas
batallas
perdidas y volverlas a perder
gracias por venir a levantarme
por danzar conmigo.
Gracias por la música el silencio
la palabra la quietud el movimiento
y el valor de apostar
la vida
en esta noche del mundo.
No temo las sombras de la noche, no
que ellas son mis aliadas.
Temo esa hora sin sombras,
día o noche, todo o nada,
esa soledad
esa pesadilla,
peor aún, ese sol
que, todo azul, me acompaña.
Esa oquedad vacía
esa luz fantasma
ese ir siempre ciego
ese ver sin ver nunca nada
nada.
No temo las sombras, no.
Ellas son mis aliadas.
Caracas 1980
ESA OTRA GOTA
¡Qué hermoso mirar la lluvia y oírla
cantar tras los cristales!
¡Qué sabroso su llanto, su canto y su luz!
Mis ojos
dos gotas más de ti.
Y no sabía el nombre de la lluvia.
Me salpicabas.
¿Sabes?, a veces me provocaba
sentir la fuerza del viento en mi rostro
dejarme mojar la cara
sentir resbalar tu paso en mis ropas
romper los charcos...
Y los que me querían: “Eso no se hace...”
¡Cómo me acostumbré a verte desde
dentro de mi casa!
Deja que me ría. Verte venir y marchar
al mismo tiempo!
Te llamaba Loco.
Me encantaba jugar con tus aguas y la
arena.
Te admiraba en las olas.
Reía en tus risas cuando el sol te
cortejaba.
Me sorprendía tu azul intenso.
¡Cómo temía tu gris plomizo! ¡Cómo
agradecía tu playa!
Tampoco sabía tu nombre.
Me creí luna
Me sabía pino
Te sentí mar
Te llamé montaña
Me sacaste de mis sueños, de aquella
casa
y me llevaste en tus olas a otros sueños
y otra playa.
Pregunté tu nombre.
Me bañabas.
Te sentí correr entre los montes
y eras salto
y eras riego
fuiste fuente
fuiste lago
A veces, cerca, muy cerca
siempre
lejano.
Y pregunté tu nombre
y el mío.
Te vi encajonado y sucio y preso y
maltratado
y no entendí nada,
pero nada
de ti ni de mí.
Y empecé a sentirme tierra
a saberme tierra
hasta hoy que ya me doy tu nombre.
Vivo huyendo de ti y de mí
pero mi LUNA ha brillado también entre
tus manos
para devolverme hoy el ser.
Gracias por mi nombre. Me reconozco
arena
jardín canto-rodado piedra
piedrecilla valle desierto
surco barro
he sufrido tu arado en mi carne
el choque de tus olas
la muerte en el yermo
el sol que ciega
el frío del desierto
el miedo a mojarme y embarrarme
he gozado el olor de las flores
el alegre bullicio del riachuelo
el canto del turpial
la brisa y la tormenta
y aunque no me hablaron de ti
hoy te reconozco
me reconozco.
Hoy tu POZO está esperando
y mi TIERRA quiere lavarse la cara.
Enamórame
No hay nada que más desee
que vivir en este abrazo,
sin embargo
todo mi cuerpo se resiste.
Nada hay que me seduzca tanto
como entrelazar mis sueños en tus
sueños,
sin embargo
nada hay que más me asuste.
Abraza tú mi vida
que intenta a ratos desatarse.
Acoge mis entrañas en las tuyas
aun cuando pies y manos
procuren desclavarse.
Enamórame.
Quiero amar al mundo con tu amor
con ningún otro.
Quiero andar al lado de mi hermano
como hermano.
Y abrazar
a quien no supo de besos ni de abrazos.
Enamórame.
Sólo en ti mi confianza,
sólo este árbol es mi apoyo.
Tú eres mi Roca.
Tú el sentido de mi vida.
Sólo tú deshaces mis miedos,
tú mi única fuente de alegría.
Toma mi vida.
Hazla sal, hazla fermento.
Abraza tú mi vida
que quiere hoy toda entera entregarse.
Acoge mis entrañas en las tuyas
Que buscan en el pueblo
Sembrar y derramarse.
Enamórame.
Quiero hablar a todos con tu voz
ninguna otra.
Quiero vivir con tus criterios
y valores.
Quiero obrar
La justicia entre la gente de mi pueblo.
Enamórame.
No hay nada que más desee
Que vivir en este abrazo.
Enamórame.
Abraza tú mi vida
cuando deba enfrentarme
a la sombra y al dolor.
Acoge mis entrañas y en las tuyas
haz fecunda esta esperanza
haz fecunda esta ilusión.
Enamórame.
Acoger el camino
con todo lo que traiga.
Ser arcilla en manos de mi Padre,
el Alfarero.
Y con María
estrenar cada día un fiat nuevo.
Enamórame.
Me quieres
Me lo dice el corazón
cuando se te sale por las puntas de los
dedos
al hablarme
Te quiero
Me lo dice el corazón
cuando se me sale por los ojos
al buscarte
... y ese algo más que me dice
mi tiempo tuyo.
Toma mi vida.
Hazla sal. Hazla fermento.
Enamórame.
Tú haces crecer cuando quieres
y también cuando has querido
has sembrado...
Silencio
que no hay razón
Sólo que necesito acostumbrarme.
Cuando hablen los caminos
calla.
Un susurro en cada piedra.
(¿Por qué preocuparme el cuándo
de estos tus momentos y míos?)
... palabras, imágenes, sueños y colores
que tardan años en ser.
Mi tiempo
al deshojarse
me desgarra
y sólo ahora
-desde tu tiempole digo
bienvenido.
Cuando callen los caminos
canta.
La canción abre sendas.
Cuando canten los caminos
anda.
Cada nota, una huella.
1987
No me mires
que dolor y amor andan sueltos
jugueteando juntos
por todos los rincones de esta casa.
No me quieras saber hoy
que hoy no sé decirme.
Covadonga, 1987.
No encierres las palabras nunca entre
rejas
Que lo que tú callas la vida lo canta
Que la vida grita lo que tú silencias.
SOY
Un te quiero frágil
en tus manos fuertes.
Esa gota.
Deseo gritar VIDA
cuando digo PAN
y ocuparme de la mesa común
más que de mi silla en la mesa.
Deseo gritar VIDA
cuando digo PAZ
y ocuparme de la casa de todos
más que de mi techo y mi cama.
Deseo gritar VIDA
cuando digo TRABAJO
y ocuparme en hacerlo todo bien y
hermoso
más que pararme a medir la
eficacia del esfuerzo.
Deseo gritar VIDA
cuando digo AMOR
y ocuparme en entregarme a los
no-amados
más que en exigir yo el ser mimada.
Deseo gritar VIDA
cuando digo ENTRAÑAS
y ocuparme de que mis manos y mis
pies
no deshagan los decires de mis
labios
ni desanden los caminos de mis
ojos.
Para escuchar tu voz
hay que hacer callar al silencio
entrar en la nube
desgarrar la sábana de la noche
y robarle su manto de estrellas
Para escuchar tu voz...
Para acoger tu voz
hay que sacudir las alfombrar
y poner la mesa
ventilar las mantas y romper las rejas
que entre todo viento de luz
por ventanas, puertas y rendijas
Para acoger tu voz...
Para gritar tu voz
hay que hacer hablar los caminos
y conseguir que rían las montañas
y que canten los espinos
mientras los labios enmudecen
sembrándose
para besar el corazón del mundo
Para gritar tu voz...
Para sembrar tu voz
hay que llover amores
a mares, y a cada paso
perder y encontrar un camino
y no saber de rendiciones
ni de muros, ni tapias, ni ladrillos
hay que saber de flores
de margaritas, amapolas y violetas
sobre todo violetas
Para sembrar tu voz...
Para vivir tu voz
hay que jugar a la rueda y al
escondite
hacer volar papagayos
vender globos en el parque
peregrinar descalzo
desgranar hojas y bibliotecas
ser artista, cirujano, ingeniero, poeta
Para vivir tu voz...
Para amar tu voz
hay que escuchar
acoger, gritar, sembrar
vivir—morir
andar
Para amar tu voz...
Me acostumbré a tu presencia
como la arena a la ola
como la noche a la estrella.
¿Quién paseará ahora mis orillas?
¿Quién deambulará mis huecos
con su mirada titilante?
1993
Me acostumbré a tu risa
como el almendro a la flor
como al torrente las piedras.
¿Quién será ahora esperanza en mis
límites?
¿Quién saldrá a mi encuentro
alborozado?
Me acostumbré a tu silencio
parlanchín en tus ojos
y en tus manos.
Me acostumbré a tu tiempo
Me acostumbré a tu canto
Me acostumbré a saberte y no saberte
a decirme...
Y de tanto acostumbrarme
nunca te irás del todo
siempre habrá una estrella
un canto, una fuente
una ola y una flor
un saberte y no-saberte
un decirme...
por costumbre
¡aunque te ausentes!
Vivo en la pregunta
vivo en el derroche
vivo en pleno día
aunque es de noche
Vivo en la caída
vivo en el alzarme
vivo en tu paciencia
tierna al abrazarme
Vivo en desconcierto
vivo en el despojo
vivo en el capricho
de vivir tu antojo
Vivo en desconsuelo
vivo en desamparo
vivo en esos pies
que andan si me paro
Vivo en compañía
aunque estás ausente
vivo en alegría
aunque truena y llueve
vivo esperanzada
porque siempre vienes
vivo enamorada
porque tú nos quieres
aunque estés ausente
aunque sea noche
aunque llueva y truene
vivo enamorada
porque amas siempre.
1993
A mi madre
1993
Muchas horas durante muchos años
el papel en blanco
y la pluma estéril
me contemplaron contemplándote
y no surgió el poema.
Las palabras son torpes ventanas
que permiten asomarse a tu interior
sin poder nombrarlo.
Cuando se lo pido “por favor”
huyen haciéndose trasparencia con el
aire.
Muchas horas, durante muchos años
me rendí ante la impotencia
y sólo hoy puedo decir
que eres indecible
y que
enamoras
con tu sonrisa, tus ojos,
tu pecho, tus manos,
tu regazo
tus entrañas.
Quien tiene contacto contigo
te lleva prendida para siempre
como adorno en su vestido
y alianza en su dedo,
como caricia en su rostro
y beso en sus labios,
como alimento en su boca
y abrigo en sus hombros.
Quienes te buscan te encuentran
y te saben
consuelo en su dolor
y llanto en su silencio,
melodiosa sonrisa
al ritmo de la suya,
brazo extendido
y puerta siempre abierta,
ojos profundos
ternura infinita para todos.
Y mientras la vida te pide
silencio, soledad, silencio,
sabes ser
palabra y compañía.
Vives a golpes de paciencia
en medio de la angustia y la
desesperanza
y alcanzas mucho amor
porque la paciencia
todo lo alcanza.
Tu hilo frágil
va construyendo fortalezas
a tu alrededor
o abraza impotencias
en tejido amoroso.
Y el miedo que te acosa
que no es tuyo
y otros han puesto en ti
no deja que te asomes a la ventana
desde donde yo escribo
contemplando
lo que tú no sabes y a todos
enamora
tu sonrisa, tus ojos,
tu pecho, tus manos,
tu regazo,
tus entrañas.
Puedo mirar mi historia hoy
sin miedos
sin temor a perderme
porque tú me amas.
Puedo hoy mirar mis pozos
sin fondo
porque sé que eres mi fuente.
Puedo pararme a contemplar
hoy mis túneles oscuros
porque alumbra en mi horizonte tu luz.
Puedo hoy beber mi llanto sin angustia
porque eres tú mi transparencia.
Puedo acogerme hoy con ternura
y ser mi amiga
porque tú eres mi amado, mi amigo
y mi amante.
Puedo lanzarme al mundo inconsciente
de mis sueños
porque eres tú mi locura.
Puedo bucear en mis desconciertos
y recibir el fracaso
porque eres tú mi seguridad y mi
victoria.
1995
Me llevo
mi fragilidad enredada en tu fuerza.
Esa fragilidad mía que impide
saberme mejor que los demás
creerme autora
de los milagros esos que
suceden a menudo
en la vida diaria,
que mi orgullo crezca y se infle
cuando ante el mal del descaro
del mundo
sale a relucir mi sepulcro
blanqueado.
Me llevo
esa fuerza tuya
que tiene el sabor amargo de la
cruz
pero inexplicablemente suave y
dulce
a quien se abraza;
que da el fruto de la VIDA
y la ESPERANZA.
Me llevo
tu mano en mi hombro
como lo único necesario
el único alimento;
tu lágrima sobre el mundo
como mi único rocío;
tu sonrisa sobre la creación
como único sentido.
Me llevo
la verdad de este encuentro
en el que una vez más
intentas enamorarme.
Me dije:
“El silencio,
lo que más deseo en mi vida”.
Y oí al ruido:
“Si no me acoges
te viviré”.
Y supe que habitar el silencio
era la muerte.
Y descubrí que vivir en el ruido
era agonía.
Contigo aprendí a contemplar
en los silencios
tu sonido; en los ruidos
tu silencio.
Desde entonces cobijo a ambos bajo el
techo de mi casa
para alumbrar la vida.
1996
En este dolor
no estoy yo sola.
En esta oscuridad
no estoy yo sola.
En las pequeñas alegrías cotidianas
no estoy yo sola.
En este tiempo sin tiempo
no estoy yo sola.
En este esperar sin ver
no estoy yo sola.
En este caer de nuevo
no estoy yo sola.
En este recomenzar
no estoy yo sola.
Que mi paso camine
Con el paso de mi hermano
Para que también él pueda cantar
“No estoy yo solo”.
1996
E impregno todos los rincones de mi
cuarto...
... y de tu casa.
Aún aquellos por los que no transitamos
y nos transitan.
La primavera ha pasado
y no ha sido en vano:
me he enamorado.
El verano ha pasado
y no ha sido en vano:
te quiero.
El otoño ha pasado
y no ha sido en vano:
te amo.
El invierno ha pasado
y no ha sido en vano:
me entrego.
El tiempo ha pasado
y no ha sido en vano
me ha dejado una palabra
en el corazón y en los labios:
GRACIAS.
Un arrullo que acuna
zonas por mí olvidados
y esperan ser queridas...
Un sabor a trinitaria...
¡Amistad habitada la nuestra...!
Somos tres.
León, 8-6-99
1996
Beber en tu vaso la amistad
es como entrar en un río transparente
y, dentro, sentirse pez
que salta y nada gozoso
entre aguas tranquilas,
algas verdes y peces de colores;
o vadea corrientes turbulentas...
explora fondos desconocidos
en su cauce,
o disfruta sus orillos
tantas veces recorridas...
... y de pronto soy yo el río
y tú el pez...
Un viento suave
que sin violencia
entra y sale por las heridas y vacíos
con voz de flauta...
o bien rasgo las cuerdas
haciendo brotar gemidos de guitarra
o danzas de violín.
Un olor que sabe a incienso
¡Qué bueno es saberte
siempre conmigo!
y conmigo-sin-mí
¡tantas veces...!
León, 7-7-99
¿CÓMO DIRÍA HOY DIOS
EL PADRE NUESTRO?
 Hijo mío que estás en la Tierra...
 Yo conozco perfectamente tu nombre, y lo pronuncio...
 Juntos construiremos...
 Deseo que siempre hagas mi voluntad, porque mi voluntad es que
tú...
 Tendrás el pan para hoy. No te preocupes, sólo te pido que...
 Siempre perdono todas tus ofensas, especialmente contra...
Sólo te pido que, de igual manera, perdones tú a...
 Deseo que nunca caigas en la tentación de...
 Y tomo fuerte mi mano, aférrate siempre a mí, y Yo te libraré de...
 Nunca olvides que TE AMO, desde el comienzo de tus días,
aunque...
TE AMARÉ SIEMPRE
¡¡¡PORQUE SOY TU PADRE!!!
NO DUDES
Señor:
quisiera armar en estos días un árbol dentro de mi corazón,
y colgar, en lugar de regalos, los nombres de todos mis amigos...
Los de cerca...
Y los de lejos...
Los de siempre...
Y los de ahora...
Los que veo cada día...
Y los que raramente encuentro...
Los de siempre recordados...
Y los que a veces se me olvidan...
Los constantes...
Y los inconstantes...
Los de las horas difíciles...
Y los de las horas alegres...
A los que sin querer herí...
Sin querer me hirieron...
Aquellos a quienes conozco profundamente...
Y aquellos a quienes conozco apenas por sus
apariencias...
Los que me deben...
A quienes debo mucho...
Mis amigos humildes...
Y mis amigos importantes...
Los nombro a todos y a los que pasaron por mi vida.
Un árbol de raíces profundas
para que sus nombres nunca sean arrancados de mi corazón
y que al florecer el año próximo
traiga esperanza, amor y paz.
Y en la Navidad, Señor,
nos podamos encontrar para compartir
uvas de ESPERANZA
poniendo un poco de felicidad
en aquellos que todo lo han perdido.
¡SI TÚ SUPIERAS CÓMO TE AMO!
Si supieras lo que te quiero
y cómo espero que me quieras...
Si supieras, hijo mío, cómo te amo, que no dejo de pensar en ti,
que llevo tu nombre tatuado, aquí, en las palmas de mis manos...
¿no descansarías enteramente en mí?
¿no se llenaría de luz toda tu vida?
¿no estarías orgulloso de mi amor?
¿no responderías con amor apasionado?
Si supieras cómo me dueles, cómo me preocupo por ti,
los mensajes que te mando, y los mensajeros...
Si supieras que no duermo pensando en ti,
(iba a decir que rezo siempre por ti)...
Si supieras que sigo dispuesto a dar mi vida por ti...
¿no apreciarías los quilates de mi amor y dirías: yo te amo, Señor?
Si supieras cómo te espero, cómo tengo sed de ti,
cómo deseo que vengas a mi encuentro,
cómo me agrada que me llames y me busques y me digas: Padre...
¿no correrías con ansias hacia mí como el sediento en busca de la fuente?
Si supieras dónde me encuentro,
que mi cielo no está arriba ni en el templo,
que me pierdo en ti, entre mis hijos, los más pobres y pequeños...
¿no me buscarías con cuidado dentro de tu interior?
¿no me amarías en los que no son amados?
¿no me servirías en los más necesitados?
SI TÚ SUPIERAS QUE DIOS
No es temible, sino Padre;
no es realidad escondida o personalidad fría, sino Padre;
no es ser extraño o estrella lejanísima, sino Padre.
SI TÚ SUPIERAS QUE DIOS
Te ama con las entrañas de una madre;
que puedes refugiarte bajo sus alas cálidas y seguras;
que te manda una lluvia de besos...
SI TÚ SUPIERAS QUE DIOS
Te guarda en todos tus caminos;
que ha creado el mundo pensando en ti;
y cada rayo de luz, una sonrisa suya;
y un beso suyo cada brisa.
SI SUPIERAS
Leer sus palabras en las estrellas;
y escuchar sus mensajes en los grandes silencios;
descubrir su retrato en cada rasgo de amor generoso...
¿No te entrarían ganas de empezar a rezar el Padre Nuestro
y quedarte ahí, en esa primera palabra: PADRE?
¿No te embargaría una fuerte autoestima
y conciencia de tu propia dignidad?
¿No se llenarían tus vacíos y se colmarían tus esperanzas?
¿Qué puedes temer si Dios te ama?
¿Qué más puedes desear si Dios es tu amor?
SI TÚ SUPIERAS
Que el Padre tiene muchos hijos, muchos, y a todos quiere sin medida,
pero se desborda con los pequeños;
que todos son hermanos tuyos, hermanos todos;
algo tuyo en cada hermano, algo suyo siempre en ti
y el Padre abriendo inmensamente sus entrañas...
¿No volverías a rezar el Padre Nuestro
y te quedarías en la segunda palabra:
NUESTRO?
SI TÚ SUPIERAS QUE DIOS
Se hizo hombre para que tú seas un dios.
Tanto te amó que dio por ti su propia vida.
Te amó y te ama como nadie te ha amado en esta vida,
un amor que es más fuerte que la muerte y te libera de la muerte;
un amor que quiere morir para que vivas para siempre...
SI SUPIERAS QUE TU DIOS
Se hace el encontradizo,
que pasa muchas veces a tu lado porque le gusta sorprenderte
y se presenta con los vestidos más extraños: el pan, el enfermo, el mendigo...
¿Estarías dispuesto a darlo todo y a perderlo todo,
porque sólo El sería
tu riqueza, tu tesoro, tu plenitud?
¿No tendrías la casa y la mesa preparada
por si quiere quedarse a cenar contigo?
¿No estarías más atento para descubrirlo?
¿No lo buscarías con los ojos del corazón?
SI SUPIERAS QUE DIOS
Se hace diluvio para regar tu desierto; se hace fuente para saciar tu sed;
se hace hoguera para que no pases frío; se hace llama para encender tu
corazón;
se hace fuerza para que nada temas, y alegría indecible para que no llores
más...
SI TÚ SUPIERAS QUE DIOS
Es manirroto contigo;
multiplica sobre ti sus dones y sus bendiciones, sus auxilios y sus perdones,
sus luces y sus correcciones...
Y quiere convertirte en su casa preferida y hospedarse en ella
y quedarse siempre en ella...
SI TÚ SUPIERAS QUE DIOS
Desea ser tu huésped, tu aliento vital, tu paño de lágrimas,
tu abogado, tu confidente;
tu canto y tu inspiración; tu energía y tu descanso;
tu mejor amigo y tu mayor intimidad.
¿No te querrías convertir en un canto de alabanza
y gratitud para ese Dios?
¿Cómo le podrías olvidar?
SI SUPIERAS QUE DIOS ESPÍRITU
Está empeñado en forjar la comunión;
que propicia los encuentros e inspira los diálogos;
que es maestro de la colaboración y especialista en la reconciliación...
¿No te ofrecerías para ser instrumento de paz,
movido por su aliento?
Oración
por las mujeres, los niños, los ancianos...
los más pobres de la tierra, sus preferidos;
por los más cercanos,
con quienes comparto las horas;
por todos y todas:
personas, comunidades, pueblos y naciones,
sus hijos muy amados
(yo también).
Deseo
que
que
que
que
sientas en tu piel sus manos que acarician
escuches en tus oídos su declaración de amor
a la distancia percibas su perfume
tus ardientes mejillas refresques con sus lágrimas
que
que
que
que
que
que
dances con el ritmo de su risa
despiertes con tu nombre entre sus labios
su aliento despliegue tu velamen
sus ojos penetren tus entrañas
saborees su presencia cotidiana
duermas olvidada en su regazo...
Pero pido que sepas
si
si
si
si
si
es
es
es
es
ya
que hoy no sientes
que hoy no oyes
que hoy no ves
que hoy no hueles
no saboreas...
que él no deja de abrazarte
que canta para ti una canción de amor eterno
que siempre está a tu lado... o a tu espalda
y que llora en tu dolor que es su dolor
que sonríe esperando que tú bailes
que pronuncia tu nombre en cada amanecer
que a veces contiene el aliento para besarte
y tú no entiendes
que, otras, te impulsa mar a dentro
y te crees romper
que aunque no te conozcas, él te sabe
que si se ha ido es porque ha entrado ya
que, cuando no duermes, él canta una canción de cuna
a tus pies...
Cuando tú no sientes,
cuando
cuando
cuando
cuando
tú
tú
tú
no
no oyes,
no ves,
no hueles,
saboreas...
Pido
que te sepas bendecida
agraciada
incondicionalmente querida
amada.
León, octubre 2004
Cuando llegan tiempos difíciles
y no tengo palabras
sino silencio...
porque la angustia, el miedo, el sufrimiento, la soledad...
enmudecen mi ser entero
grito con el grito de mis padres en la fe,
con el grito de Jesús...
me quejo con la queja de mis padres en la fe,
con la queja de Jesús...
suplico con la súplica de mis padres en la fe,
con la oración de Jesús...
deseo fiarme con la misma confianza de mis padres en la fe,
con la fe de Jesús...
alimento mi esperanza con la esperanza de mis padres en la fe,
con la esperanza de Jesús...
Cuando llegan momentos difíciles
y no te escucho en mi vida
porque la angustia, el miedo, el sufrimiento, la soledad...
envuelven en silencio mi ser entero
oigo las palabras de Jesús devolviendo la salud
quitando miedos
calmando tempestades
curando parálisis
haciéndose compañero de camino
y aprendo nuevamente a hablar
y aprendo nuevamente a escucharte
y aprendo a NACER DE NUEVO A LA VIDA.
León, noviembre 2004
Conocerte
y darte a conocer
ponerte y quitarte nombres
hasta acostumbrarme al silencio
donde descubran al innombrable.
Seguirte
e invitar a que te sigan
andando y desandando caminos
hasta acostumbrarme al mar enfurecido
donde encuentren tu calma.
Dejarme ser amada
y aprender a amar
porque no está en mí el quererte
ni el querer a los demás
hasta acostumbrarme a vivir
querida queriendo querer
hasta que tú me hagas,
amando, amante.
Galapagar, julio 2005
Ha pasado el tiempo
y creo que he crecido
a pesar de la niña juguetona
y la adolescente insensata
que todavía soy.
Ha pasado el tiempo
y creo que he aprendido
a pesar de mis ignorancias amargamente sabidas
que tanto me avergüenzan y atemorizan.
Ha pasado el tiempo
y creo que he vivido
a pesar de las horas vacías
y muertes cotidianas.
Ha pasado el tiempo
y creo que he amado
a pesar de mis silencios y olvidos
cómplices, cobardes, perezosos.
Y hoy me atrevo a decir
SOY FELIZ
a pesar de la angustia y el llanto,
a pesar de la herida y el fracaso,
a pesar de que no recuerde a menudo
donde he dejado la llave
de este tesoro que atesora
en mí
el que cada día, cada hora,
me ama
me bendice
me enjoya.
León, julio 2006
Hasta hace muy poco
tus días imperceptiblemente iban creciendo
y, sin tú sospecharlo,
las noches, largas y tenebrosas,
cada vez más cortas;
las mañanas se derrochaban como por encanto
entre tus dedos.
Ahora que te das cuenta
tus días
imperceptiblemente
van decreciendo
y aunque el sol de mediodía te fatiga
y la soledad de la noche todavía te perturba
aprendes a saborear el amanecer
y el atardecer
en una oscuridad que sabes
habitada.
León, julio 2006
¡Qué hermoso es el cuerpo
que engendra
amamanta
carga entre sus brazos
la vida!
¡Qué bello y hermoso es el cuerpo
que da la mano
y la sabe soltar
para que la vida pueda SER!
¡Qué hermoso y qué bello!
Se le ha dado del don de amar
como tú
PADRE-MADRE
del cosmos
que posee desposeyéndose.
León, julio 2006