Download Dos preguntas y un corolario
Document related concepts
Transcript
Dos preguntas y un corolario René Labarca Bonnet Ph.D. Entre educadores se da por sentado que la educación es importante. Pero cabe formular las siguientes dos preguntas que requieren una respuesta precisa: ¿Es razonable suponer que la educación es uno de los pilares del desarrollo que necesita Puerto Rico? La otra pregunta es: ¿Cuáles son los principales factores o áreas de enfoque que una reforma del sistema educativo de Puerto Rico debería observar prioritariamente? Si logramos responder estas preguntas afirmativas e inequívocamente, el corolario que se desprende es que, como ha señalado el presidente de Costa Rica y Premio Nóbel de la Paz, Óscar Arias, en la Universidad de Salamanca al aceptar un doctorado honoris causa de parte de esa institución, la educación "debe ser el motor de cambio por excelencia con el que hay que transformar radicalmente al mundo".1 Pregunta número 1 ¿Es la educación verdaderamente uno de los pilares del desarrollo en Puerto Rico? Para cualquier educador esta pregunta parecerá un poco extraña; como si se pudiera existir alguna duda al respecto. ¿Puede realmente uno negar que la educación sea uno de los pilares, y quizás el más importante del desarrollo? Pero, tratar de responder a la pregunta de manera directa no es tan sencillo como parece a primera vista. Primero hay que aclarar a qué nos referimos cuando hablamos de educación y, segundo, hay que identificar las áreas en que estamos enfocando, es decir, qué se entiende por desarrollo. Vamos a ver si se puede explicar esto. Primero, no todo el mundo entiende lo mismo cuando se habla de educación sin más ni más. Por ejemplo, el Banco Mundial entiende por educación todo el amplio abanico de actividades de transmisión de conocimientos, generación de actitudes y producción de valores que ocurre a lo largo de la vida de las personas y que termina produciendo el capital humano de una sociedad. Y así, el Banco Mundial y un gran número de otras instituciones entiende que la inversión en educación es necesaria para crear el capital humano, pero también para formar el capital social, para promover la participación ciudadana, la civilidad, la proclividad hacia la democracia, la cohesión social, la cultura y los valores.2 Por supuesto, una definición de la educación tan amplia hace muy difícil dudar sobre su importancia no sólo para el crecimiento económico, sino también para el desarrollo e, incluso, para el progreso social general. Otros especialistas, incluyendo al grupo McKinsey, restringen el alcance de la definición de educación y, por lo mismo, ven su importancia para el desarrollo económico de forma menos trascendental. Para ellos, no son tanto las escuelas como las instituciones (organizaciones empresariales) las que “educan” y orientan al trabajador. Para “institucionalistas” como William Lewis, William Easterly y Alison Wolfe “el principal medio a través del cual los trabajadores obtienen las habilidades para 1 2 Educación debe ser el motor del cambio por excelencia. La Prensa Libre. Jueves 3 de diciembre de 2009. Eduardo Andere M., Banco Mundial vs. McKinsey & Company. Foreign Affairs, Vol. 5, Núm. 2, 2005, p. 9. 2 desempeñarse en la frontera económica es el entrenamiento o la capacitación en el trabajo (On the job training). Claramente, para algunas personas desarrollo es casi sinónimo de crecimiento económico, mientras que para otros el desarrollo incluye, y muy destacadamente, aspectos sociales y culturales. No obstante, cualquiera que sea la definición o el alcance que se le atribuya a la educación, no hay duda de que debe ser considerada como un pilar fundamental de la sociedad puertorriqueña. Pregunta número 2 ¿Cuáles son las principales áreas de enfoque en una reforma del sistema educativo de Puerto Rico? La respuesta a esta pregunta requiere la elaboración de una línea lógica de explicación y el eslabonamiento de una serie de premisas, hechos y necesidades. LAS PREMISAS. Quizás se pueden aceptar como válidas las siguientes premisas: 1. La riqueza mayor de Puerto Rico –la única verdaderamente productiva y duradera- es lo que se llama comúnmente su “capital humano”. Esta riqueza se proyecta socialmente mediante las diversas manifestaciones de la creatividad artística de su gente, del ingenio de los trabajadores y de su capacidad para identificar, desarrollar y aplicar soluciones propias a sus particulares problemas.3 2. En todas las sociedades del mundo y Puerto Rico no es la excepción, el capital humano necesita, prepararse, renovarse y adaptarse constantemente, debido a la aparición de nuevos descubrimientos y tecnologías que provocan transformaciones vertiginosas en la base de conocimientos. 3. Los nuevos conocimientos son una de las bases importantes del poder y se concentran en ciertos y determinados polos de desarrollo económico. 4. No obstante, los conocimientos, descubrimientos, innovaciones tecnológicas y nuevas aplicaciones (patentes) son accesibles gracias a la llamada “revolución de las comunicaciones” y a la movilidad cada vez mayor de algunos sectores poblacionales en cada país. 5. Aún cuando no es fácil, todas las sociedades pueden crear las condiciones necesarias para alcanzar niveles crecientes de desarrollo y progreso. 6. Puerto Rico debe afincarse en sus pasados logros materiales pero reconocer que, en el momento actual, el éxito cuantitativo es, por sí solo, insuficiente para mantener o mejorar sus condiciones de cara al futuro. En síntesis, el país debería prepararse para dar un salto cualitativo de magnitud. 7. La educación en general y la educación postsecundaria en particular, son las herramientas más significativas para el desarrollo económico, social, político, e incluso moral del país, los planes educacionales -tanto de las instituciones públicas como de las privadas- deben articularse orgánicamente con las necesidades de los Se usa “trabajador” en sentido lato para designer a toda persona que se ocupe en actividades físicas o intelectuales, incluidos los obreros y patronos, los intelectuales, soldados, artistas, profesionistas y demás miembros de la clase laboral. 3 3 demás sectores. (Necesidades de crecimiento económico sostenido, de desarrollo científico y tecnológico, de educación cívica, de restauración del tejido social, de una moral práctica, etc.). 8. La búsqueda de los más elevados niveles de calidad es un cometido que tiene la educación en todos sus niveles y en todas sus formas. 9. Distinguir entre instituciones públicas y privadas es, en muchos sentidos, un ejercicio artificial y superfluo ya que todas ellas cumplen un mismo propósito social, siendo por ello, instituciones de interés público. 10. Es un imperativo de la globalización --guste o no esta tendencia—que Puerto Rico deje de mirar hacia dentro como si fuera, según ha sido apuntado, una isla rodeada de espejos, ya que esto lleva a una paralizante autocomplacencia4. Tampoco parece recomendable mirar únicamente a los Estados Unidos en busca de modelos exitosos como si no existieran otros países. De hecho, como ha sido descubierto recientemente, la ejecutoria de los jóvenes estadounidenses en competencias internacionales deja mucho que desear en áreas importantes como el razonamiento matemático y la solución de problemas.5 LA REALIDAD FACTUAL 1. Internacional Dos aspectos son claramente destacables en el escenario internacional: (a) La globalización de los mercados y (b) la tendencia a formar bloques económicos regionales. La globalización está basada en la “revolución de las comunicaciones” y ésta, por su parte, se basa en el desarrollo de la tecnología digital. Todo esto redunda en una mayor interdependencia entre los mercados de producción, de consumo, de capitales y de recursos humanos. Por su parte, la formación de bloques económicos tiene el doble propósito de ampliar el ámbito de los mercados de producción y consumo y de aprovechar las ventajas comparativas y las economías de escala. La competencia económica en el nuevo escenario internacional integrado es feroz y exige cada vez mayores niveles de calidad en los productos y servicios. El papel de la inversión extranjera es extraordinariamente importante y varía de lugar a lugar dependiendo, por una parte, del potencial productivo de los recursos humanos pero también de la estabilidad política y de la transparencia de los procesos fiscales. 2. Nacional Frente a la realidad internacional destacan los siguientes rasgos prominentes del momento económico actual que vive Puerto Rico6: 4 Estudios Técnicos Inc. (2003, Mayo). Perspectivas. Año X, 5. En un artículo reciente de Sean Cavanagh y Erik W. Robelen se señala que los estudiantes norteamericanos salen, por lo general, muy por debajo de los estudiantes de gran parte de las naciones que forman la OECD en competencias internacionales como el Programa de Evaluación Internacional de Estudiantes, (Program for International Student Assessment, o PISA). Estas pruebas se llevan a cabo ya por tres años seguidos. Ver. 5 6 Ver El Puerto Rico que queremos, Central Puertorriqueña de Trabajadores en http://www.cptpr.org/boletines/arti2.php 4 Lentitud / estancamiento de su economía, Finanzas nacionales poco claras, Incertidumbre acerca del futuro, Reevaluación negativa de las casas evaluadoras de crédito, (Standard & Poor’s, Moody’s Investor Service, etc.) Disminución de la confianza de inversionistas, Encarecimiento del crédito, Reducción de las tasas de productividad / dificultades para la competitividad. NECESIDADES Puerto Rico evidentemente necesita mejorar su capacidad para atraer nuevos inversionistas (locales e internacionales). Requiere, además, diseñar un nuevo sistema de incentivos al capital, que no comprometa las posibilidades futuras de los recursos naturales. Además, debe concentrar grandes esfuerzos en la disminución del desempleo, de la dependencia y de la inequidad en cualesquiera de sus formas y, paralelamente, debe aumentar el ahorro interno y la inversión. Por otra parte, el país necesita eslabonar los programas económicos con los planes de reconstrucción del sistema educativo. Como señalan los propios trabajadores, Puerto Rico tiene que “vincular los incentivos que se le provean tanto a la inversión local como a la extranjera con una serie de condiciones orientadas por fines públicos, como la educación y participación de los trabajadores, la protección ambiental, la modernización de los procesos de producción, y el control de calidad de los productos.”7 Por último, identificar las soluciones para las necesidades que enfrenta nuestra Isla requiere que se establezcan las condiciones necesarias para un nuevo marco de relaciones entre los sectores público, privado y filantrópico que conduzca a nuevas modalidades de cooperación intersectorial, así como a una elevación de la calidad de las gestiones. A la luz de lo dicho, parece obvio que las principales áreas en las que debe concentrarse una reforma educacional y apuntar sus esfuerzos, surgen claramente del análisis de las premisas, los hechos y las necesidades actuales que enfrenta Puerto Rico y que he mencionado. EL COROLARIO ¿Qué tipo de educación necesita Puerto Rico? Permitamos que sean los propios trabajadores quienes respondan a este corolario.8 El desarrollo socioeconómico y cultural depende fundamentalmente de actos creadores capaces de generar, de manera interminable, otros actos de creación. Obviamente, esta gestión creadora es consecuencia de la extensión del conocimiento y del número de participantes. Cuando hay menoscabo en la calidad de la educación y en la cantidad de los participantes se malogran toda una serie de posibilidades creadoras. Resulta imperativo, por tanto, el 7 8 Ibid. Sic. Ibid. 5 reconocimiento de la educación como bien público que el Estado no puede delegar en agentes privados que actúan en función de las fuerzas del mercado. Esto acentúa la desigualdad y le cierra a la mayoría la oportunidad de desarrollar plenamente su capacidad creativa. Definitivamente, no hay otro camino que no sea el fortalecimiento del sistema público de educación. Creemos que la clave de la reforma educativa, realmente la clave de toda reforma, tiene que ser la participación. En una sociedad democrática hay que concebir a la escuela como un ejercicio en democracia. Vía tal proceso, en que los protagonistas sean los maestros, estudiantes, y padres, hay que discernir críticamente qué elementos configuran nuestras necesidades, nuestros desafíos, nuestros proyectos, nuestros sueños ... Puerto Rico necesita, merece y, sin lugar a dudas, puede llegar a tener una educación que sirva de base para mejorar las capacidades creativas de nuestra gente joven, que enfatice aspectos valorativos y culturales, sin descuidar las necesidades vocacionales de los estudiantes. Esta sería una educación que en los grados básicos despertara entusiasmo por el aprendizaje entre los niños, que en una etapa más avanzada dotara a los jóvenes de conocimientos y de destrezas vocacionales y que en etapas post-secundarias enseñara una serie de conocimientos especializados, provocara actitudes nobles frente al trabajo yn deseo de continuar aprendiendo durante toda la vida. Para ello hay mucho tramo que recorrer. Las áreas ya están identificadas, los principios que deben guiar la reforma son ampliamente conocidos y harto compartidos. Se conocen ya la enfermedad (el fracaso escolar) y sus síntomas (la deserción y el bajo aprovechamiento). También son conocidos los múltiples problemas familiares, sociales, económicos y de otra índole que inciden sobre los pobres resultados que arroja el sistema educacional. La aparente vocación para estudiar, escrutar, analizar y recomendar “soluciones” tiene que ser sustituida por una vocación de actuar. Pero esa acción no le corresponde únicamente a los que se encuentran inmediata y directamente vinculados a la educación. Tampoco le compete exclusivamente a los políticos. La acción restauradora, implícita en la reforma educacional que se plantea le corresponde a todos los sectores de la sociedad: el sector privado con todas sus empresas y organizaciones, al sector público, formulador de las políticas por una parte y ejecutor de normas por otra, a la sociedad civil y al sector filantrópico, conocido hoy como el tercer sector. Sólo de esta forma alcanzaremos a lo que verdaderamente Puerto Rico necesita y merece, una educación de calidad mundial. Si Finlandia, Singapur, Irlanda y varias otras naciones han alcanzado un reconocimiento generalizado por sus logros económicos, sociales, culturales y científicos no es por casualidad. En todos estos países, se destaca la calidad de la educación como un factor preponderante del éxito. Rev. 19 de diciembre de 2007