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Buenas Nuevas
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La pecadora arrepentida
Domingo 11 durante el año - ciclo C, 17 de junio 2007
Por Enzo Giustozzi y Marcelo A. Murúa
Lc. 7, 36 – 8, 3
Como se le perdonó mucho, esta muy agradecida
Una pecadora inoportuna irrumpe en casa de un fariseo, anfitrión de Jesús
Relator - Un fariseo invitó a Jesús a comer con él. Jesús entró en la casa y se sentó a la
mesa. Entonces una mujer de mala vida, que vivía en la ciudad, al enterarse de
que Jesús estaba comiendo en casa del fariseo, se presentó con un frasco de
perfume. Y colocándose detrás de él, se puso a llorar a sus pies y empezó a
mojarlos con sus lágrimas; los secaba con sus cabellos, los cubría de besos y les
ponía perfume.
Con una parábola, Jesús trata de “convertir”al fariseo malpensado
Relator - Al ver eso, el fariseo que lo había invitado pensaba:
Simón - Si este fuera un profeta, sabría qué clase de la mujer es la que lo toca: ¡una mujer
de mala vida, una pecadora!.
Relator - Pero Jesús le dijo:
Jesús - Simón, ¿te puedo decir algo?
Simón - Sí, Maestro
Relator
- le contestó.
Jesús - Había un prestamista que tenía dos personas que le debían plata: uno le debía
unos quince mil pesos, el otro nada más que mil quinientos. Como no tenían con qué
pagar, les perdonó a la deuda a los dos. ¿Qué te parece: Cuál de los dos le va a estar
más agradecido?
Relator
- Simón contestó:
Simón - Pienso que el hombre al que le perdonó la deuda más grande.
Relator
- Y volviéndose hacia la mujer, dijo a Simón:
Jesús - ¿Ves a esta mujer? Cuando entré a tu casa, no me ofreciste agua para mis pies;
en cambio, ella me los lavó con sus lágrimas y los secó con su pelo. Tú no me saludaste
con un beso; ella, en cambio, desde que entré, no dejó de besarme los pies. Tú no
perfumaste mi cabeza; ella me llenó de perfume los pies. Por eso te digo que sus
pecados, -que ya sé que son muchos-, le quedaron perdonados; y es por eso que
demuestra mucho amor. En cambio, aquel a quien se le perdona poco, demuestra poco
amor.
Tus pecados te son perdonados, podés irte en paz
Relator - Después le dijo a la mujer:
Jesús - Tus pecados están perdonados.
Relator - Los invitados pensaban:
Invitados - Pero... ¿Quién es este hombre, que llega hasta perdonar los pecados?
Relator - Pero Jesús le dijo a la mujer:
Jesús - La fe te ha salvado, puedes irte en paz.
Jesús predicaba por ciudades y pueblos, acompañado por los doce y por varias
mujeres
Relator - Después, Jesús recorría ciudades y pueblos, y predicaba y anunciaba la Buena
Noticia del Reino de Dios. Lo acompañaban los Doce y también algunas mujeres
que habían sido curadas de malos espíritus y enfermedades: María, llamada
Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, esposa de Cusa,
empleado de Herodes, Susana y muchas otras, que los atendían con sus bienes.
Propuesta Pastoral
Guía para la utilización del guión con jóvenes o adultos
1) Realizar la dramatización del relato. Es conveniente dividirlo en dos escenas, la primera en la
casa del fariseo, y la segunda en el camino: Jesús y las discípulas. La primera escena es muy
motivadora y emocionante, con varios personajes protagónicos que le brindan dinamismo.
Realizar la selección de los personajes (en este caso relator, Jesús, fariseo, amigos, pecadora en
la primera escena; y Jesús y las mujeres discípulas en la segunda) y no olvidar un par de
prácticas previas. Los títulos de cada escena se pueden leer o no.
2) Organizar a los participantes en grupos de tres o cuatro personas. El animador introduce y
ubica el texto. En los grupitos, conversar informalmente, durante cinco minutos, a partir de la
pregunta:
- ¿Qué palabras/gestos del relato me impactaron (o recuerdo) más? ¿Por qué?
3) El animador/catequista/sacerdote que está coordinando el trabajo grupal propone estas otras
consignas a los grupos:
- Entre todos los participantes del grupo reconstruir el texto (volver a contarlo, intentando
recuperar todos los detalles)
- ¿En dónde estaba Jesús? ¿Quiénes eran los fariseos?
- ¿Qué persona entra a la casa y qué gestos realiza? (el responsable del grupo puede aportar
algunos elementos de la realidad que ayuden a entender estas costumbres judías: hospitalidad
para quien se recibía en la casa, caminos polvorientos que ensuciaban los pies. Por eso un
sirviente los lavaba a los recien llegados).
- ¿Qué le señala Jesús a Simón sobre la actitud de la mujer y la suya propia?
- ¿Qué “cuento” le relata? ¿Cuál es la enseñanza que Jesús busca darle?
- ¿Qué hace Jesús con la mujer? ¿Qué despierta este gesto-palabra en quienes rodeaban a
Jesús en ese lugar?
- ¿Qué nos muestra la última parte del relato? ¿Quiénes siguen a Jesús por el camino en su vida
de predicación? ¿Qué mujeres discípulas conocemos en nuestra comunidad, en nuestra historia
de Iglesia, local, universal?
- ¿Qué nos enseña el relato?
4) El animador invita a poner en común lo conversado en cada grupo. Centrar la reflexión en
aprender que la misericordia y el perdón son actitudes que Jesús nos enseña a vivir si queremos
ser sus discípulos y discípulas. ¿Cómo vivimos estas actitudes personalmente y en comunidad?
¿En qué situaciones discriminamos y nos comportamos como Simón? Compartir las experiencias
personales.
5) El animador invita a cada participante a decir en voz alta algo que se haya aprendido en este
relato:
- Apliquemos a nuestra vida cotidiana el mensaje del texto.
6) El animador propone un momento de oración compartida para terminar el trabajo.
- Ayúdanos a aprender de las mujeres discípulas que nos presenta el evangelio.
- Abre nuestro corazón a la misericordia…
7) Oración final.
Abre nuestro corazón a la misericordia.
Que no juzguemos a los demás,
que no discriminemos a nadie.
que respetemos a todos
para que vivamos en comunión.
Necesitamos tu perdón
Porque nuestro corazón es duro,
como el corazón de Simón.
Abre nuestro corazón a tu Espíritu, Señor,
para que vivamos como las discípulas del Evangelio,
siguiendo tus pasos y anunciando tu Buena Noticia..
- Que así sea Marcelo A. Murúa
Propuesta Pastoral
Guía para la utilización del guión con niños
1) Realizar la dramatización.
2) Reconstruir el relato, con los niños, a partir de las preguntas:
- ¿Qué acabamos de escuchar? ¿Qué palabras y situaciones presenta este relato?
3) Centrar la reflexión en descubrir que no debemos discriminar a nadie y debemos tener un
corazón lleno de amor a los demás, como lo tenía Jesús.
- ¿Qué personajes intervienen en este relato? ¿Quiénes eran los fariseos?
- ¿Qué sucede en la casa de Simón?
- ¿Qué hace la mujer? ¿Cómo reacciona Jesús?
- ¿Qué piensa Simón?
- ¿Cómo es el “cuento” que Jesús le explica?
- ¿Qué le enseña de esta manera a Simón?
- ¿Cómo presenta el evangelio a las mujeres discípulas de Jesús? ¿Recuerdas otros relatos en
los que aparezcan mujeres que siguen sus pasos, que escuchan su palabra, que lo acompañan a
Jesús?
- ¿Qué aprendemos en este relato?
El animador invita a poner en común la reflexión de cada uno de los niños. Va animando para
que hablen en voz alta, a medida que los niños comparten sus respuestas los va orientando para
enseñarles que debemos tener un corazón lleno de amor y misericordia, pues así es el corazón
de Dios con nosotros. Intentar orientar hacia propuestas concretas.
4) El animador propone un momento de oración compartida para terminar el trabajo.
- Las mujeres discípulas nos enseñan a seguir a Jesús.
- Queremos tener un corazón lleno de misericordia…
5) Al terminar podemos repartir entre los niños esta pequeña oración que habremos fotocopiado
previamente
Señor,
queremos tener un corazón
lleno de misericordia.
Para no discriminar,
para perdonar,
para vivir como hermanos y hermanas de todos.
Danos un corazón lleno de fe
como lo tenían las mujeres discípulas
que seguían a Jesús.
así también podremos seguir los pasos del Señor.
- Que así sea Marcelo A. Murúa
Recibiremos con gusto tus comentarios y sugerencias, escríbenos a
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