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Transcript
La Luna, entre especulaciones y ciencia
Paola D'Alessio (CRyA, UNAM) y Sandra Ayala Gómez (ITESM).
¿Llegó realmente el ser humano a la Luna?
Existe una “teoría de la conspiración”, que vuelve a surgir cada cierto tiempo. Según esta “teoría” el hombre
nunca llegó a la Luna y todo fue un montaje del Gobierno de Estados Unidos, que en aquel entonces, finales
de los 60, quería ganarle la carrera espacial a los soviéticos y distraer la atención de la Guerra de Vietnam.
La carrera espacial empezó cuando los soviéticos lanzaron el primer satélite artificial, Sputnik 1, en Octubre
de 1957, ocasionando la “crisis sputnik” en EEUU, que derivó en la creación de la NASA (National
Aeronautics and Space Administration) en 1958. Y a principios de ese año, se puso en órbita el Explorer 1, el
primer satélite artificial estadounidense. Después hubo una sucesión de animales en el espacio, incluyendo la
primera perra espacial, Laika, a bordo de Sputnik 2 (Noviembre 1957) y el primer homínido espacial, el
chimpancé Ham, a bordo de la cápsula MR-2, lanzada desde Cabo Cañaveral, EEUU, en 1961. Y en Abril de
1961, los soviéticos pusieron el primer hombre en el espacio, el astronauta Yuri Gagarin, a bordo de Vostok.
Los soviéticos iban ganando esta carrera, pero el 21 de Julio de 1969, el astronauta Neil Armstrong,
comandante de la misión estadounidense Apolo 11, fue el primer ser humano que pisó la Luna. Además de
él, en el Apolo 11 iban Michael Collins, piloto del modulo de comando que se quedó orbitando la Luna, y
Edwin Aldrin, piloto del modulo lunar que alunizó, y el segundo ser humano en pisar la superficie lunar.
Además del Apolo 11, llegaron a la Luna el Apolo 12, el 14, el 15, el 16 y el 17, entre 1969 y 1972. En cada
misión se tomaron fotografías, películas, muestras de suelo, de rocas, etc. Mucho de este material es de
acceso público, por ejemplo en: http://www.hq.nasa.gov/alsj/ o en
http://nssdc.gsfc.nasa.gov/planetary/lunar/apollo.html o en http://en.wikipedia.org/wiki/Apollo_program .
A pesar de las imágenes y testimonios, hay personas que dudan que el ser humano haya realmente pisado la
Luna y están seguros que las fotos y películas son falsas, hechas quizá en un estudio cinematográfico, e
incluso que las rocas son made in Tierra, como parte de una gran conspiración. En 2001, el canal de
televisión FOX presentó, en horario estelar, un programa sobre este asunto. Lo que más nos impresionó en
aquel entonces, mucho más que las “evidencias” que el hombre no llegó a la Luna, es el poder de la
televisión para convencer a cualquiera de lo que sea. El programa tenía buenos recursos técnicos; las
inflexiones de la voz del conductor creaban mucha expectativa ante cada nueva “prueba” presentada; con la
consigna que era “un programa equilibrado” se mostraban entrevistas a los proponentes de la conspiración,
quienes argumentaban en detalle sus cuestionamientos, respaldados por imágenes, ejemplos, etc., mientras
que mostraban a un vocero de la NASA, diciendo que todo se podía explicar, pero al que no se le daba ni la
oportunidad ni medios para explicarlo. En fin, que si de conspiraciones se trata, la verdad es que hay
evidencias de estas cada día en la manera en que la información se adapta, se manipula y se falsea en
televisión.
Pero volvamos al tema. Hay un montón de páginas en internet donde se desmontan uno a uno todos los
argumentos que se invocan para afirmar que las misiones Apolo fueron falsas, usando razonamiento
científico e incluso pruebas experimentales. Un ejemplo interesante es un episodio del programa “cazadores
de mitos” (mithbusters), que se puede encontrar en youtube
(http://www.youtube.com/watch?v=Wym04J_3Ls0). Aquí, por razones de espacio sólo mencionamos un par
de los problemas planteados y las respuestas que nos parecieron más convincentes.
Uno de los argumentos clásicos es que las pisadas de los astronautas se ven demasiado claras, como si fueran
hechas en arena húmeda, cuando se sabe que en la Luna no hay agua ni atmósfera. Si uno va a la playa, y
pisa la arena seca calzando tenis, ciertamente no se ve la marca del tenis tan clara como las huellas de las
botas de los astronautas en la Luna. ¿Por qué? La razón es que el polvo de la Luna es extremadamente fino,
con partículas mucho más pequeñas que los granos de arena de la playa. Y si uno se para arriba de un montón
de maizena o talco, por ejemplo, puede dejar una huella muy clara sin que la maizena tenga que estar húmeda
y, si además, no hay aire ni lluvia ni nada que la perturbe, la huella se puede quedar ahí por muchísimo
tiempo. Además, las partículas de polvo o arena en la Tierra son redondeadas porque el aire o el agua las
hace moverse unas contra otras desgastándolas, mientras que en la Luna, el polvo está formado por partículas
irregulares, porque no hay nada que las redondee. Estas partículas de polvo rugosas pueden pegarse o
adherirse mas fácilmente unas con otras, teniendo mucho mayor enganche o cohesión que la arena en la
Tierra.
Otro argumento bastante popular es que en unas fotografías supuestamente tomadas en la Luna se ve la
bandera ondeando, aunque nadie la está tocando. Como en la Luna no hay aire, la gran conclusión de los
creyentes de la conspiración es que la foto fue tomada en la Tierra, en algún estudio cinematográfico, con
ventilador. La primera cosa curiosa respecto a este argumento es ¿cómo se puede saber que una bandera
ondea por una foto? Una foto es fija y no se ve nada moviéndose. Lo que se ve en la foto es una bandera
sostenida por un palito atravesado, perpendicular al mástil, puesto ahí para que se vea extendida, ya que en la
Luna no hay aire para hacerla ondear. Lo que pudiera interpretarse como ondas en la bandera son las arrugas
debido a que vino dobladita en su paquete por lo menos durante los 4 días que se tardaron en llegar los
astronautas a la Luna. Cuando en lugar de ver una sola foto se hace una secuencia de fotos, la bandera no se
mueve aunque el astronauta que está junto a ella si lo hace (ver http://eltamiz.com/2007/07/03/falacias-elhombre-nunca-ha-llegado-a-la-luna/). Y si ese par de fotos que reproducimos aquí no les convence, en
http://history.nasa.gov/alsj/a11/a11f.1101839.mov se ve una película de casi 3 minutos que muestra a Edwin
Aldrin moviéndose alrededor de una bandera completamente estática.
Si todo hubiera sido falso, con tanta gente involucrada en el secreto ¿no se hubieran dado cuenta los
soviéticos y lo hubieran denunciado? Y respecto a las rocas lunares, quizá los conspiracionistas no están al
tanto que desde hace años los científicos estudian estas rocas y construyen teorías de cómo se formó y
evolucionó la Luna. ¿O será que piensan que astrónomos y geólogos son también parte de la gran
conspiración?
Origen de la Luna
Y hablando de rocas lunares, resulta que en la Tierra tenemos varios cientos de kilos de estas. La mayoría de
ellas fueron recolectadas durante las misiones Apolo, unas cuantas por las misiones Luna y otras más han
caído literalmente del cielo o más bien de la Luna, después que choques con meteoritos produjeron algunos
de sus muchos cráteres y pusieron en órbita pedazos del suelo lunar. Las rocas lunares se estudian con mucho
cuidado y dan información que permite averiguar, entre otras cosas, de donde salió la Luna.
Uno de los modelos propuestos para explicar el origen de nuestro único y enorme satélite natural fue el
modelo de fisión, llamado también el modelo de la hija. El primero en proponerlo, aproximadamente en el
año 1880, fue el astrónomo George Darwin, hijo del famoso biólogo Charles Darwin, autor del Origen de las
Especies. La idea era que la Tierra recién formada giraba mucho más rápidamente que lo que gira hoy en día,
y lo hacía tan rápido que se rompió en dos pedazos. El más grande de estos fragmentos se transformó en lo
que hoy es la Tierra y el más chico originó la Luna. Sin embargo hay algunas cosas que no concuerdan con
este modelo. Primero, si la Luna se hubiera formado así, se esperaría que su órbita estuviera en el plano del
ecuador de la Tierra, perpendicular al eje de rotación de nuestro planeta, pero sucede que no es así, la Luna
da vueltas a la Tierra en una órbita inclinada. Segundo, la composición química de la Luna es diferente a la
de la Tierra y esto es raro si ambas se formaron del mismo material. Por ejemplo, las rocas lunares colectadas
por las misiones no contienen agua y tienen menos elementos volátiles (que se derriten o evaporan a
temperaturas no muy altas) respecto a los refractarios (que son los que aguantan temperaturas mucho más
altas sin derretirse o evaporarse) comparado con lo que se encuentra en las rocas terrestres.
Otra explicación, llamada modelo de la co-creación o también modelo de la hermana, es que la Tierra y la
Luna se formaron al mismo tiempo a través de un mecanismo similar al que se propone para explicar la
formación de todo el Sistema Solar: un disco circun-planetario. La idea de este modelo es que se formó un
disco aplanado de gas y polvo en rotación, en cuyo centro se originó la Tierra, mientras que la Luna se
formaba con el material restante. De hecho, así se piensa que se formaron los satélites galileanos de Júpiter
(Io, Europa, Ganímedes y Calisto). Pero en el caso de nuestra Luna, este modelo ha recibido algunas críticas
porque, como el anterior, no explica las diferencias en composición química entre la Luna y la Tierra si
ambas se hubieran formado del mismo material.
Una tercera explicación es el modelo de captura. De acuerdo con esta idea, la Luna se habría formado en
otro lugar del Sistema Solar y alguna perturbación, probablemente relacionada con la formación de los
planetas gigantes la hizo moverse hacia la Tierra y ser atrapada por el campo gravitacional de ésta. Una
crítica que se ha hecho a este modelo es que, si bien las composiciones químicas de la Tierra y la Luna son
diferentes, son mucho más parecidas entre sí que a la de meteoritos, cometas, o incluso otros planetas.
Además, existe el problema de la conservación de energía: la Luna es tan grande comparada con la Tierra,
que no es nada fácil deshacerse de la energía cinética que traía si hubiera venido de otro lado.
Una cuarta explicación propone lo que se conoce como el modelo de la colisión. La idea es que un objeto
grande, quizá con una masa hasta del doble de la masa de Marte, que se ha bautizado como Theia, chocó
contra la Tierra hace unos 4600 millones de años. En este choque un pedazo de la Tierra y un buen pedazo de
este otro objeto se pulverizaron y formaron un disco de escombros alrededor de la Tierra; después de un
tiempo relativamente corto que se estima como desde unos meses hasta unos 100 años, los escombros se
podrían haber juntado para formar la Luna.
Este modelo explica varias cosas. Por ejemplo, debido a la alta temperatura del choque, muchos de los
elementos volátiles que existen actualmente en la corteza terrestre no formaban parte de los escombros
porque se evaporaron y por eso no se encuentran en la Luna. La composición química de la Luna sería
parecida y, a la vez, diferente a la de la Tierra, tanto por la desaparición de una importante fracción de los
elementos volátiles, como porque incluiría material de Theia. Las simulaciones numéricas que se han hecho
sugieren que mucho de la corteza de Theia debe haber terminado siendo parte de la Luna, pero que su núcleo
de hierro podría haber acabado en la Tierra. Esto también es un buen punto pues resulta que la Tierra tiene un
campo magnético global que se piensa se debe al efecto dínamo, relacionado con su núcleo de hierro
fundido. Pero ni Venus, ni Mercurio, ni la Luna tienen un campo magnético como el terrestre, lo cual podría
implicar que la Tierra tiene más hierro líquido en su núcleo que estos otros objetos.
La historia de la búsqueda de una explicación al origen de la Luna ilustra un poco cómo funciona la ciencia.
Cada quien plantea sus explicaciones o modelos, y éstos se someten a distintas pruebas. Ningún modelo es
excluido, pero aquellos que expliquen mejor las observaciones o los datos, son los más aceptados. Las ideas
se discuten en publicaciones sometidas a la "revisión de pares", es decir, al arbitraje de uno o más colegas. Si
el artículo tiene cierto rigor científico, puede ser aceptado. Es entonces cuando el resto de la comunidad
científica lo conoce, y lo comienza a discutir. Con el tiempo, la idea puede ser aceptada, o desechada, o
guardada en un rinconcito, esperando una mejor oportunidad. Por el contrario, los conspiracionistas, los
UFOlogos (los fanáticos de los OVNIS), y gente del espectáculo que se auto-denominan "investigadores",
frecuentemente presentan “pruebas” anecdóticas y no científicas, y lo peor, no oyen ni aceptan refutaciones.
No es malo dudar y cuestionar, sino todo lo contrario; pero no es bueno no oír las respuestas a esos
cuestionamientos, así que ¡Arriba las dudas, pero abajo los dogmas!