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Transcript
El tesoro de la Sierra Madre
El sector minero vivió un 2004 espectacular, y no todo es atribuible a la demanda china
de cobre y plata; la fiebre del oro volvió a México. ¿podrá haber otras fiebres?
Hernán Cortés diagnosticó hace 485 años una “enfermedad que sólo el oro puede
curar”: la que impulsaba a sus tropas a lo largo del territorio que ahora llamamos
México. Hoy, una fiebre minera está reproduciendo el fenómeno en la Sierra Madre
Occidental, alentada por unos precios del metal que iniciaron en 2003 un ascenso
imparable ante la escasez creciente del mineral, la inestabilidad en Medio Oriente y la
incertidumbre económica. La onza de oro llegó a $456 dólares a finales de 2004, su
mayor valor en dos décadas.
En los dos últimos años casi se duplicó la cantidad de empresas explorando yacimientos
de este metal en todo México. En la década pasada, la canadoestadounidense Glamis
Gold, la canadiense Gammon Lake y la estadounidense Minefinders habrán invertido
alrededor de $500 millones de dólares en explotar los yacimientos de la Sierra Madre
Occidental. Cinco siglos no pasaron en vano: en la Herradura, la mexicana Peñoles, de
Grupo Bal, explota la mina más grande del país.
Los inversionistas del sector minero aprecian un buen clima en cuanto a estabilidad,
calidad de la mano de obra, y que las autoridades regulatorias (en este caso, la
Secretaría de Economía y el Consejo Mexicano de Recursos Minerales) han hecho un
buen trabajo. Esto atrae recursos a las comunidades locales, todas de lugares remotos.
Una apertura inteligente lleva capital allá donde las compañías mexicanas no llegan por
sí solas. Quizá es hora de que los legisladores tomen nota
El buró popular de Coppel
Lo que los académicos llaman “la base de la pirámide”, que en México situaríamos en
quienes reciben menos de tres salarios mínimos, tiene en el grupo sinaloense Almacenes
Coppel uno de sus mayores proveedores de ropa, celulares y electrodomésticos. Peso a
peso, la compañía vivió un crecimiento espectacular en los últimos años, y registra ya
ventas de $1,100 millones de pesos, por encima de Sears.
Sus planes de expansión son aún mayores; tras la huella del exitoso Banco Azteca,
diseña la creación de un brazo financiero con el cual abaratar su fondeo. Su crecimiento
desde el norte al centro y al sur del país, plantando cara a Elektra y Famsa, abre una
competencia saludable en un segmento que se ha caracterizado por sus altos márgenes,
reflejo de un riesgo que antes nadie se atrevía a asumir.
Sólo podemos imaginar el efecto macroeconómico de esta actividad empresarial, en la
medida en que la reducción del riesgo permita disminuir las tasas de interés y la
estabilidad macroeconómica consolide a una clase media, la generalización del
consumo se traduciría en la soñada demanda interna, complemento indispensable del
crecimiento del sector exportador.
Para reducir el riesgo del crédito popular, precisamente, Coppel y Elektra planean la
creación de un Círculo de Crédito. La población que hasta ayer carecía de cuenta
bancaria tendrá un historial que le permitirá un acceso al financiamiento en condiciones
de legalidad y seguridad jurídica inimaginables hace sólo una década; y a estas
empresas, la creación de un gran negocio al vender esta información a otras entidades
financieras. Un ejemplo de cómo la actividad empresarial imaginativa puede a veces
cambiar las condiciones de vida de una población que hasta ayer sobrevivía al tórrido
verano de Culiacán sin poder comprar un ventilador.
Cita en Davos
En el actual ambiente de incertidumbre geopolítica, los líderes mundiales buscarán, en
la ciudad suiza de Davos, el rumbo de una economía global ahogada por el déficit fiscal
estadounidense, que presiona a la baja el dólar –aún la moneda de reserva mundial–, y
las dudas sobre el aterrizaje de China.
Es previsible lo que escucharemos sobre México. Junto con las alabanzas a la
estabilidad macroeconómica, de nuevo sonarán lamentos sobre la necesidad de reformas
estructurales que impulse el crecimiento económico.
Lejos queda la expectación que generó la visita del presidente Vicente Fox a Davos en
2001, llena de posibilidades. Hoy México se ha convertido en un análisis de frase hecha
y machote.