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23 de Abril 2015
ORACIÓN CON MADRE ALBERTA
Nos hemos reunido hoy aquí para hacer presente en éste 23 de Abril a
Madre Alberta y junto a ella recordar que su presencia en ésta vida fue un
continuo caminar por la senda de la FE, reconociendo a Dios no sólo en lo fácil y agradable de
la vida, sino también en las pruebas duras por las que tuvo que pasar. Por la senda de la
Esperanza: Madre Alberta, esperaba y confiaba en el Señor su Dios. Y por la senda del
Amor: Madre Alberta tenía un gran corazón por el que llegó a amar a Dios y a los demás sin
poner límites.
 Rezamos todos juntos: (A dos bandos)
Salmo 33
Salmo 39
1.- Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen
y se alegren.
1.- En Ti, Señor, he puesto mi esperanza.
Tú te has inclinado con ternura sobre mí,
y has escuchado mi clamor y has acogido
mi vida.Te doy gracias de todo corazón.
2.- Proclamad conmigo
la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias.
1.- Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
Si el afligido invoca al Señor,
El lo escucha
y lo salva de sus angustias.
2.- El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles y los protege.
Gustad y ved que bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a Él.

Todos:
Gloria al Padre, al Hijo…
2.- Te alabo y exulto de alegría ante Ti,
Señor.
Te doy gracias de todo corazón.
¡Cuántas maravillas has realizado en mi
vida, como tú, no hay nadie capaz de tanto
amor!
1.- Tú no quieres, Señor, cosas que
mueren, palabras sin certezas.
No quieres solamente buenos
sentimientos;lo que tú quieres, Señor
Jesús, es un corazón abierto y noble,
capaz de decir «Sí», a la voluntad del
Padre; decir: «Aquí estoy».
2.- Te doy gracias de todo corazón.
Que tu ternura, Señor, se derrame sobre
mi vida y me haga fuerte.
Que tu amor y tu verdad me acompañen
siempre:en lo bueno y en lo duro,
porque, pase lo que pase, siempre Tú
estás.
 Todos: Gloria al Padre, al Hijo…
Lectura de San Pablo:
“Hermanos, tener amor es saber soportar, ser bondadoso; es no tener envidia, de
no ser presumido, orgulloso o egoísta; es no enfadarse ni guardar rencor; es no
alegrarse de las injusticias, sino de la verdad. Tener amor es sufrirlo todo, creerlo todo,
soportarlo todo.
Hay tres cosas que permanecen: la FE, la ESPERANZA y el AMOR, pero la más
importante de las tres es el AMOR”. Palabra de Dios. R/ Te alabamos, Señor.

Reflexión:
Acabamos de escuchar que San Pablo nos dice muy claramente lo importante que es
vivir en la fe, en la esperanza pero sobre todo en el Amor.
Madre Alberta tuvo bien claro, a pesar de las dificultades y momentos dolorosos que
vivió, confió plenamente en la infinita misericordia de Dios, se fió plenamente en Él, y en
Él puso toda su confianza en ésa entrega de toda su vida al Amor de Dios. Tanto en San
Pablo como en Madre Alberta encontramos que el verdadero cristiano ha de caminar en la
FE que es fiarme de Dios, caminar en la Esperanza, que es esperarlo todo de Dios.
Caminar y vivir en el Amor, que no es otra cosa más que amarle a Él en todo momento y
siempre.

Peticiones:
1.- Señor Jesús te pedimos que hagas crecer en cada uno de nosotros tu
amor hacia ti, y hacia los demás.
- Todos: te lo pedimos, Señor.
2.- Por todos los enfermos, especialmente los de nuestras familias, y
amigos más cercanos a nosotros.
- Todos: te lo pedimos, Señor.
3.- Para que la Paz sea una realidad entre todas los pueblos y las
personas.
Todos: te lo pedimos, Señor
3.- Para que Madre Alberta junto a la Virgen de la Pureza, bendiga todos
nuestros colegios y obras sociales.
- Todos: te lo pedimos, Señor.
4.- Para que Madre Alberta nos ayude a todos a seguir adelante formando
la Gran Familia Albertiana.
Todos: te lo pedimos, Señor.
 Oración final: rezamos todos juntos la oración a Madre Alberta, pidiéndole
por todas nuestras necesidades y las de nuestros hermanos.
- Todos: “Señor y Dios nuestro, que nos diste a Madre Alberta como
ejemplo de amor y servicio a tu Iglesia. Dígnate enaltecerla con la gloria de los
Santos y concédenos por tu interceción, la gracia que confiadamente te pido”.
Amén.