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UNIDAD 12.- LA GUERRA FRÍA 1. ORIGEN DE LA GUERRA FRÍA (1945-1947) 1.1. CARACTERÍSTICAS DE LA GUERRA FRÍA El concepto de guerra fría define el sistema de relaciones internacionales existente entre 1945 y 1991. Durante este período el mundo se dividió en dos bloques antagónicos, uno encabezado por los Estados Unidos y el otro por la Unión Soviética. Esta situación generó un sistema bipolar que estuvo en vigor durante más de 40 años. Cada bloque representaba una diferente concepción ideológica, política y económica: El bloque occidental defendía un sistema político democrático, una economía capitalista y una ideología liberal. El bloque comunista defendía un sistema político totalitario, una economía planificada y una ideología marxista. Las dos superpotencias intentaron mantener su seguridad y ampliar sus zonas de influencia utilizando todos los medios disponibles: Una continua carrera de armamentos. La propaganda ideológica. La subversión y el espionaje a través de los servicios secretos (CIA estadounidense y KGB soviético). Las presiones políticas y económicas. La guerra localizada en territorios periféricos. La ONU quedó maniatada por los intereses de las dos grandes potencias, pero al menos sirvió como foro de debate entre los bloques y permitió que existiera comunicación entre ellos. 1.2. EL FINAL DE LA COOPERACIÓN ENTRE LOS ALIADOS La Segunda Guerra Mundial aceleró el declive de Europa. Los estados europeos habían quedado exhaustos tras el conflicto y no podían mantener su antiguo estatus de potencias mundiales. Por el contrario, la guerra supuso la consolidación de los Estados Unidos y la Unión Soviética como grandes potencias internacionales. En 1945 parecía que se iniciaba un período de colaboración entre las dos grandes potencias. La Conferencia de Yalta, la creación de la ONU, la firma de los tratados de paz parecían síntomas de cooperación. Sin embargo, había desaparecido el único elemento que cohesionó realmente a las potencias aliadas: un enemigo común. Así, no tardaron en aparecer desacuerdos entre ellas. Ya la Conferencia de Potsdam puso claramente de manifiesto las diferencias de intereses entre ambos países. El enfrentamiento fue gestándose entre 1945 y 1946 para manifestarse abiertamente a partir de 1947. El primer desencuentro se produjo lejos del espacio europeo, en Irán. En 1946 se acordó la retirada de las tropas aliadas que ocupaban este país, pero la Unión Soviética se negó a retirarse y mantuvo el control de algunas provincias del norte del país. Fue necesaria la presión estadounidense para que las tropas soviéticas se replegaran. 1.3. EL TRIUNFO DE LA DESCONFIANZA MUTUA La actitud de las potencias en Europa confirmó la ruptura. En los países de Europa oriental ocupados por el Ejército Rojo, todos los movimientos políticos fueron reprimidos excepto los partidos comunistas, que obedecían los dictados de Moscú. Los gobiernos que se instalaron en estos países estaban subordinados a la política soviética. Los estados de la Europa occidental se hallaban en graves dificultades económicas. Ante el temor de que la crisis favoreciera la expansión comunista, Estados Unidos reaccionó. El presidente Truman anunció en 1947 una nueva política exterior estadounidense: los gobiernos europeos dispuestos a frenar la influencia soviética en su territorio tendrían derecho a recibir ayuda económica norteamericana. Es lo que se ha denominado la doctrina Truman o doctrina de la contención. La respuesta de Stalin a la doctrina Truman fue cohesionar más la zona de influencia soviética a través del control ideológico. Este se plasmó en la doctrina Jdánov y en la creación de la Kominform (Oficina de Información de los Partidos Comunistas) a finales de 1947. Jdánov expuso la aceptación soviética de la división del mundo en dos bloques y que, por tanto, era necesario elegir entre los dos campos enfrentados; el imperialista y el antiimperialista. La Kominform por su parte se convirtió en el órgano de control de los partidos comunistas y en el instrumento de la política de Stalin. La doctrina Truman fue aplicada por primera vez en la guerra civil griega. Tras la expulsión de los alemanes de Grecia comenzó una lucha entre los partidarios de la monarquía y la guerrilla, de clara influencia comunista. En 1947 Estados Unidos decidió intervenir a favor de los monárquicos, mientras que la guerrilla era apoyada por el gobierno comunista yugoslavo. La masiva ayuda económica y militar de Estados Unidos fue decisiva en el triunfo de la monarquía. Ambas potencias se acusaron de haber intervenido para inclinar la contienda a favor de sus propios intereses. Tanto la actuación estadounidense como la soviética consumaron la ruptura de la alianza que había servido para derrotar al nazismo y al fascismo. 2. LA MÁXIMA TENSIÓN (1948-1953) Desde finales de 1947 la rivalidad entre las dos potencias se convirtió en abierto enfrentamiento y se desató una rivalidad por ampliar sus respectivas zonas de dominio. En 1948 se confirmó la división de Europa en dos bloques, división que pronto se ampliaría a otras zonas de la Tierra. 2.1. LA DIVISIÓN ECONÓMICA DE EUROPA Cada una de las potencias estableció un sistema de colaboración económica en su zona para asegurar la dependencia de los países que la integraban: El Plan Marshall: El gobierno estadounidense diseño una estrategia para reactivar la economía de los países europeos que le eran favorables. Su Secretario de Estado, George Marshall, propuso una generosa ayuda a la que se dio el nombre de Plan Marshall. El programa de ayuda se aprobó en 1948 por un valor de 13.000 millones de dólares. El Plan Marshall incluyó a casi todos los países de Europa occidental excepto España, pues se encontraba bajo la dictadura de Franco. Los países más beneficiados fueron Reino Unido, Francia, Italia y Alemania occidental. Con este plan Estados Unidos perseguía mejorar el nivel de vida de Europa y así alejar el peligro comunista, y mantener la demanda europea para no caer en una crisis de superproducción. El COMECOM: Como respuesta al plan estadounidense, la Unión Soviética creó en 1949 el Consejo de Ayuda Mutua Económica (COMECOM), cuyo objetivo era coordinar las políticas económicas de los países de Europa oriental y establecer los mecanismos de asistencia mutua. Los países que se adhirieron fueron la Unión Soviética, Hungría, Checoslovaquia, Alemania oriental, Polonia, Bulgaria, Rumanía y Albania. 2.2. LA CRISIS DE BERLÍN Tras la guerra, Alemania quedó dividida en cuatro zonas, cada una administrada por un país aliado: Estados Unidos, Reino Unido, Francia y la URSS. Berlín se encontraba en la zona soviética y, a su vez, había sido dividida en cuatro zonas administradas por los mismos países. En 1948 se celebró la Conferencia de Londres, en la que Estados Unidos, Reino Unido, Francia y el Benelux acordaron la unificación de Alemania en un solo estado, la República Federal de Alemania (RFA). Inmediatamente después las tres zonas occidentales de Berlín se unificaron. Estas medidas contravenían los acuerdos de Yalta y Potsdam de 1945. La respuesta de Stalin fue el bloqueo terrestre de Berlín entre junio de 1948 y mayo de 1949. Berlín quedó aislado de las zonas occidentales de Alemania, lo que dio origen a la primera gran crisis de la guerra fría. Estados Unidos resolvió la situación con la creación de un puente aéreo que logró abastecer la ciudad durante el bloqueo. La firmeza de la respuesta estadounidense que, sin embargo, evitó cualquier gesto agresivo hacia la URSS, convenció a Stalin de la inutilidad de la medida, y en mayo de 1949 levantó el bloqueo. Pero la URSS creó en su sector de Alemania un estado independiente, la República Democrática Alemana (RDA). 2.3. LA CREACIÓN DE LOS BLOQUES MILITARES El aumento de la tensión llevó a los dos bloques a constituirse también como alianzas militares para actuar de forma conjunta contra cualquier agresión del enemigo. El bloque occidental constituyó en 1949 la Organización del tratado del Atlántico Norte (OTAN), firmada por los Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Italia, Francia, Países Bajos, Bélgica, Noruega, Dinamarca, Islandia, Portugal y Luxemburgo. Poco más tarde, en 1952, se sumaron Turquís y Grecia y en 1955, la República Federal Alemana. El primer objetivo militar de la Unión Soviética fue conseguir desarrollar armamento nuclear para no estar en inferioridad con Estados Unidos. Lo consiguió en 1949, año en que hizo estallar su primera bomba atómica. Una vez logrado esto, patrocinó una alianza militar para contraponer a la OTAN. De esta forma en 1955 se firmó la alianza conocida como Pacto de Varsovia, ratificado por la Unión Soviética, la República Democrática Alemana, Polonia, Checoslovaquia, Rumanía, Hungría, Bulgaria y Albania. 2.4. LA AMPLIACIÓN DE LOS BLOQUES Pronto la tensión militar se extendió a Asia por la presión que las dos superpotencias ejercieron para ampliar su propia zona de dominio. Los dos hechos más significativos fueron la creación de la República Popular China en 1949 y la Guerra de Corea entre 1950 y 1953. El triunfo del comunismo en China China supuso un gran éxito para el bloque comunista. El país se encontraba en guerra civil desde el final de la Segunda Guerra Mundial, donde se enfrentaban el Partido Comunista Chino, que quería instaurar un régimen similar al soviético, y los nacionalistas del Quomintang, partidarios de un régimen autoritario próximo al bloque occidental. En 1949, el Partido Comunista Chino tomó el poder y su secretario general Mao Zedong proclamó la República Popular China. A continuación firmó un tratado de mutua ayuda con Stalin. Ello significó un gran triunfo diplomático y estratégico para la Unión Soviética. La guerra de Corea Corea formaba parte del imperio japonés desde 1910. Tras la derrota japonesa en la Segunda Guerra Mundial quedó dividida en dos estados por el paralelo 38º: Corea del Norte, vinculada a la Unión Soviética, y Corea del Sur, dependiente de Estados Unidos. La victoria comunista en China fortaleció la idea del líder norcoreano Kim Il Sung de unificar el territorio. En junio de 1950 las tropas del norte invadieron el sur y conquistaron con facilidad casi todo el territorio. Inmediatamente reaccionó Estados Unidos y consiguió una resolución de condena del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y la autorización para intervenir militarmente. La contraofensiva estadounidense, dirigida por el general Mac Arthur llegó cerca de la frontera china, lo que impulsó a Mao Zedong a ayudar militarmente al régimen norcoreano, mientras que la URSS se abstenía de intervenir. El general Mac Arthur propuso el uso de armamento nuclear en el conflicto por lo que fue cesado inmediatamente del mando. Las fuerzas estadounidenses tuvieron que retroceder y el frente se estabilizó a lo largo del paralelo 38º. La incapacidad de ambos bandos para lograr la victoria sin recurrir al arma nuclear condujo a la firma del armisticio en 1953, acuerdo que confirmaba la situación existente al inicio del conflicto. Como resultado del mismo se contabilizaron cerca de millón y medio de bajas humanas. Las consecuencias de la ampliación del bloque comunista La ampliación de la zona de dominio comunista y el aumento de la tensión en Asia hicieron que Estados Unidos impulsase la creación de tratados regionales de defensa. En 1954 se creó la SEATO (Organización del Tratado del Sudeste Asiático), que agrupó a Australia, Francia, Reino Unido, Nueva Zelanda, Pakistán, Filipinas, Tailandia y Estados Unidos. Un año después se firmó el Pacto de Bagdad (1955) entre Estados Unidos, Turquía, Irak, Irán, Pakistán y Reino Unido. Estados Unidos también firma tratados bilaterales con Taiwán, Corea del Sur y Japón. Además, el avance del comunismo tuvo también consecuencias para la política interior de los países occidentales. En Estados Unidos se desató una marea de anticomunismo cuyo máximo exponente fue la caza de brujas patrocinada por el senador McCarthy y su Comité de Actividades Antinorteamericanas. Miles de personas, sobre todo artistas e intelectuales, fueron acusadas de simpatizar con el comunismo y perdieron su trabajo e incluso pasaron un tiempo en prisión. 3. LA COEXISTENCIA PACÍFICA (1954-1975) 3.1. CAMBIO DE LÍDERES Y COMIENZO DE LA DISTENSIÓN A partir de 1953 se inició un relevo de los dirigentes de las dos grandes potencias. Dwight David Eisenhower (Ike) asumió la presidencia de Estados Unidos y ese mismo año murió Stalin, al que sucedió tres años después Nikita Kruschev. Ambos líderes parecían más dispuestos a la negociación, lo que inició el deshielo de las relaciones entre ambas potencias. Este cambio no sólo tenía que ver con el nuevo talante de los políticos sino que estaba motivado por nuevos factores que habían aparecido en el escenario internacional: En 1949, la URSS construyó la primera bomba atómica, lo que supuso el fin del monopolio nuclear de Estados Unidos. El riesgo de conflicto nuclear que se produjo durante la guerra de Corea llevó a ambas superpotencias a relajar la enorme tensión internacional, temerosas de que un nuevo conflicto pudiese llevar a una guerra nuclear. Algunos países, especialmente del Tercer Mundo, expresaron su voluntad de no entrar en la política de bloques y mantenerse en una posición neutral respecto de las dos superpotencias. Dentro de los propios bloques tuvieron lugar conflictos y movimiento internos que pusieron en riesgo su cohesión. A esta nueva etapa en las relaciones entre los dos bloques se le denomina coexistencia pacífica. Sin embargo, esta época no estuvo libre de conflictos. Las conversaciones entre las superpotencias se alteraron con períodos de enorme tensión internacional que pusieron al mundo al borde del enfrentamiento nuclear. Paralelamente las crisis eran seguidas de conversaciones y reuniones de los respectivos líderes con el objetivo de promover el acercamiento político y establecer acuerdos en diversos campos. El primer conflicto que puso a prueba los mecanismos de diálogo de la nueva etapa fue la crisis del canal de Suez de 1956, en la que ambas potencias actuaron conjuntamente. El presidente de Egipto Gamal Abdel Nasser había decretado la nacionalización del canal de Suez, que hasta entonces controlaba una compañía anglo-francesa. Un ataque combinado de Francia, Reino Unido e Israel sobre Egipto pretendía anular por la fuerza la nacionalización del canal bajo el pretexto de que ponía en peligro su suministro de petróleo. Sin embargo, la oposición de Estados Unidos y de la URSS a una agresión de tintes colonialistas impulsó la retirada de los atacantes. De esta forma quedaba reflejada la primacía de las dos superpotencias en Próximo Oriente, en detrimento de la antigua influencia europea. 3.2. EL MOVIMIENTO DE LOS PAÍSES NO ALINEADOS Frente a la enorme presión de las superpotencias para ampliar sus respectivas zonas de control, algunos países del Tercer Mundo mostraron su deseo de adoptar una posición de neutralidad ante los dos bloques. Surgió así el movimiento de los no alineados. Este movimiento se desarrolló paralelo al proceso de descolonización de Asia y África desde finales de la década de 1940 hasta mediados de los años 70. El momento más importante fue la celebración de la Conferencia de Bandung de 1955 en Indonesia, en la que se reunieron 23 países y destacó el liderazgo de China, India y Egipto. El acuerdo más importante de Bandung fue el rechazo a la colonización y el apoyo a todos los movimientos nacionales de liberación, aunque también decidieron establecer una línea propia dentro de las Naciones Unidas que les desvinculase de los dos bloques. El movimiento de los no alineados celebró varias reuniones más. La más importante fue la Conferencia de Belgrado de 1961, en la que se reafirmó la intención de mantener una línea política alejada de los dos bloques. Otras conferencias tuvieron lugar en El Cairo (1964), Lusaka (1970), Argel (1973), La Habana (1979) y nuevamente Belgrado (1989). A pesar de que el movimiento alcanzó un importante eco internacional, su eficacia fue muy limitada y no obtuvo ningún otro logro significativo. 3.3. LOS CONFLICTOS INTERNOS DE LOS BLOQUES Durante la etapa de la coexistencia pacífica se produjeron en el interior de ambos bloques conflictos y disidencias que afectaron a su cohesión interna. La disidencia en el bloque comunista En varios países de Europa oriental hubo movimientos populares contra el dominio que ejercía la Unión Soviética sobre sus políticas. Las más importantes fueron la revuelta polaca y la revuelta húngara de 1956, y el movimiento de reforma checoslovaco conocido como Primavera de Praga de 1968. En todos los casos la disidencia fue duramente reprimida y el ejército soviético llegó a invadir estos países para sofocar las revueltas. Para justificar su actuación, la URSS desarrolló la doctrina Breznev, que estableció el derecho de intervención en cualquier país de su bloque que iniciara reformas que pusieran en peligro el sistema comunista. Otros países comunistas, como Yugoslavia, Rumanía, Albania y China se fueron alejando de la URSS. El caso más importante fue el de China, que tras la muerte de Stalin se distanció de Moscú hasta romper relaciones en 1960. Las disensiones en Occidente También en el bloque occidental hubo discrepancias entre los países miembros, aunque las disensiones no fueron tan graves. El caso más relevante fue el de Francia durante la presidencia de Charles De Gaulle, que defendió una política propia equidistante de ambas superpotencias y que desarrolló un arsenal nuclear propio. Sin embargo, Francia siempre mantuvo buenas relaciones con Estados Unidos y permaneció en la OTAN. La actitud de los Estados Unidos frente a la disidencia fue mucho más expeditiva en los países de Latinoamérica. Allí Estados Unidos intervino contra aquellos gobiernos que se alejaban de su influencia, unas veces promoviendo golpes de estado y otras veces apoyando a guerrillas y ejércitos de invasión. Países como Guatemala, Cuba, Nicaragua, El Salvador, Panamá, Chile, Argentina, etc., se vieron afectados por la intervención de los Estados Unidos en su vida política. 3.4. LOS CONFLICTOS ENTRE LOS BLOQUES Durante el período de la coexistencia pacífica las relaciones entre las dos grandes potencias fueron de una continua rivalidad, que en ocasiones alcanzó niveles de alta tensión. El despliegue de misiles intercontinentales por parte de la URSS y el lanzamiento de su primera nave espacial en 1957 se interpretaron en el bloque occidental como un incremento de la carrera armamentística. El presidente Eisenhower enunció entonces la llamada doctrina de la represalia masiva, que proponía la respuesta nuclear total ante cualquier ataque soviético contra Estados Unidos o sus aliados. Esta situación no se alcanzó pero sí se produjeron algunas crisis importantes (Berlín, Cuba y Vietnam). La segunda crisis de Berlín Berlín, debido a su posición dentro de Alemania oriental, era un punto de fricción entre los bloques. Muchos habitantes de la República Democrática Alemana escapaban al lado occidental atraídos por los mejores niveles de vida. Esta situación estaba provocando una sangría económica en el país. En 1958 Kruschev solicitó el cambio en la situación de Berlín, pero no consiguió una respuesta satisfactoria por parte de Occidente. En 1961, el gobierno de Alemania del este comenzó a construir una barrera para separar el lado oriental de la ciudad del lado occidental, el muro de Berlín, denominado en Occidente el “muro de la vergüenza”. El muro de Berlín fue uno de los símbolos más conocidos de esta etapa histórica. La reacción occidental no fue más allá de las condenas verbales y de algunas maniobras militares en zonas próximas. La crisis de Cuba Cuba era un país aliado de Estados Unidos. Pero en 1959 la guerrilla liderada por Fidel Castro llegó al poder y el nuevo régimen fue visto como una amenaza para los intereses estadounidenses. La oposición del gobierno norteamericano al cambio político en la isla acercó al gobierno castrista a la Unión Soviética y pronto se implantó un régimen comunista. Estados Unidos consideraba que un país aliado de la Unión Soviética a tan solo 180 kilómetros de su costa era muy peligroso y además podía desestabilizar toda Latinoamérica, potenciando la acción de movimientos revolucionarios en otros países. En 1961 Estados Unidos promovió la invasión de Cuba en Bahía Cochinos, protagonizada por exiliados cubanos dirigidos por la CIA (Agencia Central de Inteligencia), cuyo objetivo era derrocar al gobierno de Castro. La invasión fue un rotundo fracaso. La respuesta de Cuba fue pedir ayuda militar y protección a la URSS. En 1962 se desató el conflicto más grave. Aviones espía de Estados Unidos detectaron la presencia en Cuba de rampas de misiles nucleares soviéticos. El presidente de Estados Unidos, John Fitgerald Kennedy, decretó el bloqueo naval de Cuba a fin de evitar la llegada de nuevos suministros militares y amenazó con invadir la isla si la URSS no retiraba sus misiles. La crisis estuvo a punto de desembocar en un conflicto entre las dos superpotencias. Finalmente Kruschev ordenó la retirada de los barcos y el desmantelamiento de las rampas de misiles. La crisis cubana fue el conflicto más peligroso de la guerra fría. Los gobiernos de las dos superpotencias llegaron a la conclusión de que era necesario abrir nuevos cauces de diálogo para no repetir una situación semejante. Así, los líderes de los dos países se reunieron en diversas ocasiones y establecieron una línea de comunicación continua, el llamado teléfono rojo, para hacer frente a sucesos imprevistos de importante repercusión mundial. La guerra de Vietnam El siguiente punto de fricción entre las dos superpotencias se resolvió en Vietnam. La península de Indochina había sido colonia francesa. Durante la Segunda Guerra Mundial estuvo ocupada por los japoneses y tras su derrota los franceses intentaron recuperarla de nuevo, pero fueron derrotados severamente. Vietnam quedó dividido tras los acuerdos de Ginebra de 1954 en dos estados, Vietnam del Norte, bajo un régimen comunista liderado por Ho Chi Minh, y Vietnam del Sur, gobernado por una dictadura favorable a Occidente y dirigida por Ngo Dinh Diem. La línea de separación se fijaba en el paralelo 17º. En Vietnam del Sur se desarrolló una guerrilla de ideología comunista, el Vietcong, apoyada por Vietnam del Norte y que pretendía acabar con la dictadura existente. Estados Unidos, temeroso de que el comunismo se acabase imponiendo en todo el país, decidió apoyar a Vietnam del Sur. El conflicto se inscribe así en el marco de la guerra fría. Estados Unidos inició una intervención armada directa en 1964. Que llegó a superar los 500.000 efectivos en 1968. Pero ni el continuo aumento de tropas, ni la superioridad tecnológica, ni los ataques con armas químicas, ni los bombardeos masivos lograron doblegar a la guerrilla del Vietcong, que tenía un gran apoyo popular. La oposición al conflicto se extendió por todo Occidente, incluso en Estados Unidos, debido a la continua llegada de imágenes terribles sobre la guerra. En 1969 Richard Nixon asumió la presidencia de Estados Unidos con la promesa de acabar con la guerra, y a partir de entonces comenzó un repliegue progresivo de tropas que duró cuatro años. En 1973 se llegó a un acuerdo de alto el fuego. Estados Unidos retiró todas sus tropas y se acordó la reunificación del país. Pero la lucha entre el norte y el sur continuó hasta abril de 1975, cuando las tropas del Vietcong y Vietnam del Norte tomaron Saigón. En 1976 el territorio se unificó formándose la República Socialista de Vietnam, que se integró en el bloque prosoviético. Casi al mismo tiempo cayeron también en la órbita soviética, Laos y Camboya. La guerra de Vietnam representó para Estados Unidos un enorme desprestigio internacional y un gran fracaso militar con un coste de más de 50.000 soldados muertos y 150.000 heridos. 3.5. NUEVOS FACTORES DE DISTENSIÓN Hacia el final de la etapa de la coexistencia pacífica, aparecieron nuevos factores que contribuyeron a modificar las relaciones internacionales y favorecieron la distensión. Desde finales de los años sesenta se vio que era necesario frenar la carrera de armamentos por el enorme coste económico que acarreaba. Por este motivo se iniciaron conversaciones para frenar el gasto en armamento y reducir los arsenales nucleares. El primer paso fue la firma del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares de 1968, pero no fue firmado por dos países, China y Francia. Por su parte Estados Unidos y la URSS establecieron negociaciones que concluyeron en la firma de los acuerdos SALT I (1972) y SALT II (1979) sobre limitación de armas estratégicas. Otro factor que influyó en las relaciones internacionales fue el fortalecimiento de otros centros de poder mundial, rompiendo la unanimidad de los bloques, tal fue el caso de la Comunidad Económica Europea y China, que tras su ruptura con la URSS, adquirió gran influencia entre algunos Países del Tercer Mundo. Desde comienzos de la década de 1970 la situación internacional se fue estabilizando. Finalizó la guerra de Vietnam, con los acuerdos de París de 1973. El conflicto árabe-israelí entró en fase de negociaciones tras 1973. En este año se había desatado la guerra de Yom Kippur, cuando Egipto y Siria habían atacado a Israel. Pero la intervención de las dos superpotencias paró el conflicto y se dio paso a un período de paz duradera. Se produjo un acercamiento entre la Europa occidental y la Europa oriental. La llegada al poder del socialista Willy Brandt en 1969 en la República Federal de Alemania favoreció el acercamiento a la otra Alemania. Inició una política de paz y distensión con el bloque oriental: Firma de tratado de no agresión entre la RFA y la URSS, 12 de agosto de1970. Tratado de Varsovia, normalización entre la RFA y Polonia, 7 de diciembre de 1970. Reconocimiento mutuo entre la RFA y la RDA, en 1972. Ingreso en la ONU de las dos. La culminación de esta nueva política de entendimiento y distensión internacional fue la Conferencia de Seguridad y Cooperación de Helsinki, de agosto de 1975, donde se reforzaron los lazos de cooperación y amistad entre países de ambos bloques. 4. REBROTE Y FINAL DE LA GUERRA FRÍA (1976-1991) A partir de 1975 las relaciones entre las dos superpotencias volvieron a enfriarse progresivamente, llegando a alcanzarse a comienzos de los ochenta niveles de tensión considerables. Sin embargo, a partir de 1985, el bloque comunista sufrió una crisis económica y se hizo evidente el descontento de la población, lo que generó un proceso de descomposición que acabaría con el mismo. 4.1. LA OFENSIVA SOVIÉTICA A mediados de los años setenta la posición hegemónica de los Estados Unidos se hallaba debilitada. El fracaso en la guerra de Vietnam había acabado con la idea de su invencibilidad militar. Entonces, el país, bajo la presidencia de Jimmy Carter (1977-1980) restringió su política de intervencionismo exterior. Además, a raíz de la subida del petróleo en 1973 el país atravesaba una grave crisis económica. Por su parte, la Unión Soviética había salido reforzada por la instalación de regímenes comunistas en varios países asiáticos (Vietnam, Laos, Camboya) y la crisis del petróleo había afectado menos a su área de influencia. En 1977, la URSS inició el despliegue de misiles nucleares de alcance intermedio por Europa oriental, que amenazaban a todo el continente. El objetivo era intimidar a los países europeos occidentales con la posibilidad de una guerra nuclear limitada en su territorio. Además, la Unión Soviética incrementó su apoyo a todos los movimientos revolucionarios del Tercer Mundo. Se instalaron regímenes de inspiración marxista en Angola, Mozambique y Etiopía en el continente africano; triunfó la revolución sandinista en Nicaragua en 1979 y aparecieron guerrillas revolucionarias en El Salvador y Guatemala, en América Latina. 4.2. LA IMPORTANCIA DE 1979 El año 1979 fue fundamental para el recrudecimiento de la tensión entre las potencias. La revolución islamista en Irán y la invasión soviética de Afganistán tuvieron una fuerte repercusión en Estados Unidos. La revolución islamista en Irán Irán, gobernado por el régimen dictatorial del sha Reza Palevi, era un firme aliado de Estados Unidos en Oriente Medio. Las reformas sociales propuestas por el sha crearon un fuerte rechazo entre la población, que fue aprovechado por el clero chiita, liderado por el ayatolá Jomeini. Las protestas de la población derivaron en 1979 en una revolución que supuso la caída del sha y la instauración de una república fundamentalista islámica. Además ese mismo año se vivió una crisis por el asalto a la embajada de Estados Unidos en Teherán. La guerra de Afganistán En los años setenta Afganistán estaba gobernado por un régimen cercano a la URSS. En 1979, el gobierno, acuciado por la presión de la guerrilla armada, pidió ayuda a la URSS. El régimen soviético aprovechó para invadir el país, con un dispositivo de 100.000 soldados y abundantes recursos militares. Pero el ejército soviético sólo consiguió controlar las ciudades, mientras la guerrilla dominaba las zonas rurales. La guerrilla recibía apoyo económico de Estados Unidos y la llegada de voluntarios islámicos fundamentalistas. La guerra se prolongó en el tiempo, lo que supuso un problema económico y político para la Unión Soviética. Supuso un importante coste en vidas humanas para el ejército y se hizo cada vez más impopular entre la población rusa. La economía soviética sufrió un colapso económico, incapaz de hacer frente a los crecientes gastos del conflicto, por lo que militarmente se vio abocada al fracaso. Esta derrota debilitó la posición de la URSS frente a los Estados Unidos, y provocó un rechazo entre los países simpatizantes por considerarla una agresión imperialista. 4.3. LA REACCIÓN DE LOS ESTADOS UNIDOS En 1981el republicano Ronald Reagan alcanzó la presidencia de los Estados Unidos, con un programa claramente antisoviético y la propuesta de restaurar el liderazgo de Estados Unidos en el mundo. Se abandonó la actitud contemporizadora de Carter y se optó por la dureza y la agresividad. La administración Reagan planteó a la URSS que o bien aceptaba la retirada de los misiles de ambas potencias de territorio europeo o Estados Unidos realizaría un despliegue masivo de misiles en Europa occidental. Como no hubo acuerdo al respecto Estados Unidos instaló en Europa los llamados euromisiles. Además se aumentó el gasto en investigación armamentística, con la Iniciativa de Defensa Estratégica, también conocida como “guerra de las galaxias”, que pretendía instalar un escudo espacial para destruir los misiles soviéticos. Y se potenció la intervención en distintas zonas del mundo para evitar su acercamiento a la URSS, sobre todo en Latinoamérica. 4.4. EL FINAL DE LA GUERRA FRÍA La política agresiva seguida por Ronald Reagan acrecentó la crisis económica ya existente en la Unión Soviética. El aumento de la amenaza nuclear provocó una gran preocupación en la población de ambos bloques, y sobre todo en Europa aparecieron movimientos de carácter pacifista y antinuclear. La llegada en 1985 de Mijail Gorbachov al poder en la URSS cambió radicalmente la política exterior soviética. El nuevo gobierno adoptó como prioridad el inicio de un diálogo con Estados Unidos con objeto de detener la carrera armamentística. La primera manifestación en este sentido fue el Tratado de Washington (1987) para el desmantelamiento de misiles intermedios. En 1989 la URSS se retiró de Afganistán. E inició una paulatina retirada de tropas de los países de Europa del Este. A esto se le unió un plan de apertura política y económica en el país. Estas nuevas medidas provocaron en 1989 una oleada de cambios políticos en los países de Europa oriental, que pasaron a establecer regímenes democráticos. El ejemplo más representativo fue la caída del muro de Berlín en 1989 y la unificación de Alemania en 1990. Este movimiento democratizador salpicó también a China, donde en mayo de 1989 estudiantes chinos ocuparon la plaza de Tiananmen, reclamando un cambio político en el país. Pero el gobierno chino reaccionó con enorme violencia y la represión de la protesta causó centenares de muertos. En 1991 se produjeron dos hechos definitivos para la finalización de esta etapa: la disolución del Pacto de Varsovia y la desintegración de la Unión Soviética. Con ello se ponía fin a la política de bloques y Estados Unidos se convirtió en la primera potencia del planeta. Uno de los problemas que se planteó con el fin de la guerra fría fue el del enorme arsenal nuclear existente. En este sentido se firmaron en 1991 los acuerdos START I, que plantearon la destrucción de un tercio de los misiles intercontinentales con cabezas nucleares.