Download Documentos

Document related concepts

Subjetividad wikipedia , lookup

Ciberfeminismo wikipedia , lookup

Luce Irigaray wikipedia , lookup

Democracia mediática wikipedia , lookup

Jurisprudencia feminista wikipedia , lookup

Transcript
1
Mujeres al micrófono:
Tres reflexiones tres
Miguel Manríquez Durán*
Reflexión primera: Junto con la crisis económica, política y moral, está presente un
complejo proceso de integración económica en donde existen problemas económicos y
de producción, políticos y de ideología, que tiene expresiones visibles en la vida
cotidiana nacional. Hoy, el deslavado paraíso del imaginario y el discurso de la clase
política contrasta con la permanente incertidumbre cotidiana, más sujeta a los
comportamientos del capital especulativo que a una realidad social, afectando todos los
ámbitos de la vida cotidiana; entre éstos se encuentran, obvio es mencionarlo, la
comunicación como campo en donde la vida colectiva se construye simbólica e
ideológicamente1. Lo cual, como todos sabemos, deriva en una mentalidad y el
desarrollo de nuevos valores culturales que deben adquirir tanto hombres como mujeres
para sobrevivir.
El Estado contemporáneo también se sustenta en la información para ejercer sus
variadas funciones por lo que juega un papel comunicativo de relevancia ya sea como
productor, consumidor, difusor o controlador de información. Ahora existe, por un lado,
el trato diferencial y pragmático y, por el otro, un permanente intento de
homogenización de las actitudes de los medios respecto a las iniciativas oficiales. Esta
cuestión presenta diversas dimensiones de análisis, a saber: 1) el respeto y seguridad
laboral de los informadores; 2) las relaciones del gobierno con los medios privados
caracterizadas por el proteccionismo estatal, la diversificación empresarial y la cada vez
más acusada simbiosis política de ambos; 3) el "adelgazamiento televisivo del Estado"
en tanto estrategia de rentabilidad política y deficiente calidad comunicativa,
cancelando el acceso de las iniciativas civiles mediante el proceso de reprivatización de
los medios.
La cuestión de fondo es la indudable correlación entre los modelos económicos
hegemónicos, los procesos de tecnología informativa y la creciente globalización de los
medios de comunicación. Esta "tercera colonización" (como la llaman algunos expertos
de la comunicación) consiste, palabras más palabras menos, en que ante el surgimiento
y desarrollo de tecnología informativa de gran alcance y precisión –cada vez más
perfectas y complejas– resurjan formas de imposición de información y modos de
pensamiento único. El libro “Mujeres al micrófono” nos deja bien claro que no se trata
solamente de la creciente globalización de las economías sino también de la noticia, la
información y el conocimiento. También nos referimos a los cambios en los valores
éticos, estéticos e identitarios en las mujeres generados a partir de la transformación de
la informática y las comunicaciones. Para decirlo de una vez: los procesos de
globalización de las ideas, los símbolos y valores determinan, también, el desarrollo de
1
Va un sólo dato: la estructura monopólica en los medios (modelo estadounidense) tiende a aumentar a
nivel mundial. Según analistas de Wall Street, para la presente década sólo media docena de compañías
controlarán el mercado de la comunicación. En Estados Unidos, de los 1700 diarios, el 98% tiene
monopolios locales y menos de 15 corporaciones controlaban (en 1987) más de la mitad de toda la
circulación diaria nacional. Las revistas eran editadas por un puñado de compañías, con TIME, INC. sola
con el 40% de las ganancias por este concepto. Los Estados Unidos controlan, según la Organización
Internacional de Periodistas, cerca del 75% de la circulación mundial de programas comerciales de
televisión, 65% del cine, 60% de los discos y 89% de la información comercial.
2
la producción del conocimiento y las diversas formas de interpretación del mundo de la
vida que las mujeres, en tanto actores sociales, viven desde su función de
comunicadores.
Reflexión segunda: Si con Marcela Lagarde vemos en el feminismo una alternativa al
Estado Patriarcal Mexicano, ello nos conduce a elaborar una problematización en donde
la mujer, en su condición genérica y como sujeto social, se inscribe en la esfera del
Estado mexicano. Desde esta perspectiva, el Estado mexicano presenta varias
características que determinan la historicidad de las mujeres. Sin embargo, en el plano
de un Estado Neo-patriarcal concurre un proceso tendiente a la desconstrucción
genérica que fortalece las habilidades y destrezas ya que es un hecho que la sociedad
requiere cambios en las mujeres.
El Estado se presenta también como síntesis de la parcial democratización genérica de
las mujeres en distintos campos: en la educación como reproductora de valores y
educandas, en la salud como cuerpos maternos y sujeto reproductor, en el trabajo, los
servicios y las profesiones, en el Estado como sujetos jurídicos, en la política como
sujetos políticos que buscan la transformación de la sociedad, la vida privada y la
sexualidad, la vida pública, la vida jurídica y judicial del Estado. En otras palabras: una
cultura política que se ejerce a través de las mujeres en los medios que ejecutan su
trabajo haciendo “personal el orden político” y definiéndose a sí mismas como mujeres
que incorporan “como política la dimensión personal de la vida”.
Reflexión tercera: Una observación: en las semblanzas de las entrevistadas no aparece la
noción de que también son expresión de una tradición histórica del periodismo hecho
por mujeres en Sonora. Tal como concluyó la investigación de Elizabeth Cejudo sobre
“Discurso y esfera pública. Mujer y prensa en Hermosillo, Sonora. (1934-1938)” –
dirigida por mi- vale la pena recordar a Foucault cuando afirma que la “verdad” de un
discurso depende de quién controle ese discurso. Por lo que es razonable suponer que la
dominación masculina de los discursos en el periodismo ha buscado encerrar a las
mujeres en esa “verdad” masculina. En otras palabras, tanto las convenciones y los
valores han sido conformados por hombres y las mujeres que han luchado para expresar
sus propias preocupaciones en un modo de hacer comunicación que, de alguna manera,
deja tras de sí el potencial para desarrollar una femenina discursividad propia que
socave valores logocéntricos masculinos. Veo en las semblanzas publicadas en el libro
un discurso que, en algunos casos, sin ser conscientemente feminista, es coqueto,
juguetón y se niega a afirmar conclusiones o a establecer verdades, dejando así un
perturbador estilo cuya característica fundamental es que constituye un sistema
irracional abierto que desbarata la tiranía del significado unitario y el discurso
logocéntrico. Así se establece subversivamente una perspectiva diferente al socavar la
precisión de juicio y la estabilidad como el centro de atención narrativo y ve en las
disgresiones marginales de los puntos de vista de las entrevistadas un sino linguístico en
donde los juicios se anticipan y las conclusiones no se alcanzan. Es decir, que la
aparente “dispersión discursiva” en el discurso de las mujeres socava sutilmente todos
los valores y estereotipos “masculinos”.
En “Professions for Women”, Virginia Woolf consideraba que su propia carrera estaba
obstaculizada de dos maneras2. Sin embargo, ella alcanzó a proponer la biografía
En principio, como la mayoría de las escritoras del siglo XIX, estaba atrapada en la decimonónica
ideología que ve en la condición femenina la representación de la mujer como “señora de la casa”. En
2
3
personal unida inseparable e indistinguiblemente al tiempo histórico, es decir, que, en el
caso del libro de Norma Alicia, falta por construir las coordenadas de las vidas
individuales y privadas referenciadas por los eventos históricos y los acontecimientos
sociales extremadamente complejos y determinantes no sólo para ellas, las mujeres, sino
para la vida sonorense. Así pues, ¿cómo separar la Revolución Mexicana en Sonora y
sus efectos de la vida de Enriqueta de Parodi? ¿Cómo desvincular el tránsito de la
violencia del movimiento armado hacia la reconstrucción de un país sin asociar la
productiva vida de Rosario Sansores a su momento social? ¿Cómo no considerar la
biografía de Soledad Pérez y su conocimiento de un momento social como la
reconstrucción sonorense? ¿Cómo imaginar la vida de Rivas Mercado sin El Ateneo de
la Juventud, los Contemporáneos, la campaña Vasconcelista y la vida cultural
mexicana?
Siguiendo este razonamiento puede decirse que el reto futuro es transitar a individuos
universales, mujeres de su tiempo y, luego entonces, intelectuales comprometidas. Por
ello, si definiéramos a una comunicadora como intelectual diríamos que es una
pensadora creativa que asume posiciones críticas en la búsqueda de soluciones más
humanas y racionales desde una perspectiva de valores trascendentales y que trasmite
ideas a un público amplio. Igualmente, puede decirse, en términos más sencillos, que
una intelectual es toda aquella mujer que supone, en principio, que su interlocutor es
intelectual, es decir, un individuo capaz de tener pensamiento abstracto y verbalizarlo
mediante ideas claras y comprensibles porque esas intelectuales tienen la capacidad de
intervención y su independencia de criterio y pensamiento. Este libro es un avance más
en ese horizonte.
Una segunda observación: el libro de Pimienta y sus colaboradores ponen en evidencia
la urgente necesidad de explorar sistemáticamente en el periodismo hecho por mujeres,
particularmente en el Sonora contemporáneo. Eso permitiría aclarar un pedazo de
historia no sólo con periodizaciones y clasificaciones sino con análisis del discurso,
historia cultural e historias de vida tan imprescindibles para recordar el futuro. En este
sentido hubiera deseado en lo personal ver en estas páginas los testimonios de Delfina
Falcón, Elizabeth Quijada, Aurora Retes, Mónica Luna, Dolores del Río, Lily Téllez,
Aurelia Fierros, Gisela Arriaga, Mirna Pineda, Mónica Félix, Irasema Blanco, Margarita
Beaven, Soyna Daniels, Elsa Núñez y Silvia Teresa Manríquez entre otras que hoy
escapan a mi cincuentenaria memoria. Además de felicitarles, a las comunicadoras les
diría solamente que hagan posible, lo deseable y que tomen del mundo lo que de él les
pertenece.
Otra cosa: una nota muy personal: como muchas de ustedes comprenderán, debo hacer
notar también la ausencia en este libro de una pionera de la prensa, radio y televisión en
Sonora en los 80s: me refiero a la Maestra en Ciencias Susan Chico Smith quien con su
inteligencia, audacia y reciedumbre también ocupa su lugar en esta historia de mujeres
al micrófono. Olvidaba decir que ella es mi compañera sentimental y que me ha
permitido llegar a su alma: un alma que es luz y tempestad.
segundo lugar, la no expresión de la pasión femenina limitaba su capacidad creativa para abordar las
experiencias de su propio cuerpo. En otras palabras, Woolf siempre pensó que las mujeres escribían de
manera diferente porque su experiencia social es distinta y no porque fueran sicológicamente distintas a
los hombres.
4