Democracia mediática
La democracia mediática es un conjunto de ideas que defienden la reforma de los medios de comunicación de masas, a través del fortalecimiento de la radiodifusión pública y del desarrollo y la participación en medios alternativos y periodismo ciudadano.El propósito indicado para conseguir estos objetivos es crear un sistema de medios de comunicación de masas que informe y dé poder a todos los integrantes de la sociedad y que realce los valores democráticos. Es un acercamiento liberal democrático a los estudios de los medios de comunicación que propugna una reforma de estos medios insistiendo en la radiodifusión pública y en la participación de la audiencia a través del periodismo ciudadano y de medios de comunicación alternativos. La democracia mediática se centra en usar las tecnologías de la información tanto para dar poder a cada ciudadano individualmente como para promover ideales democráticos a través de la difusión de la información.Asimismo, se defiende que la estructura del propio sistema de medios de comunicación debería ser democrática y alejarse de las propiedades privadas o de una regulación estricta. La democracia mediática implica el uso de los medios de comunicación para promover la democracia y la convicción de que estos deben ser democráticos de por sí; la concentración de la propiedad de los medios no es democrática y no puede servir para fomentar la democracia, por tanto tiene que investigarse en profundidad. Este concepto, y el movimiento social que lo promueve, han crecido como respuesta al aumento del dominio corporativo de los medios de comunicación de masas y a la notable reducción del mercado de ideas.El término se refiere también a un movimiento social moderno manifiesto en diferentes países de todo el mundo que intenta que los medios de comunicación masivos sean más fieles al público al que sirven y creen más alternativas democráticas.El concepto de una democracia mediática responde también a la falta de regulación de los mercados de la radiodifusión y a la concentración de la propiedad sobre los medios de comunicación de masas. En el libro Los guardianes de la libertad, sus autores, Edward S. Herman y Noam Chomsky resumen el modelo de propaganda de los medios de comunicación, el cual sostiene que los intereses privados que tienen a los medios de comunicación bajo control determinarán las noticias y la información antes de que se difundan al público a través de cinco filtros de información. De esta manera, la estructura empresarial con ánimo de lucro de los medios de comunicación de masas actúa de manera contraria a los ideales democráticos de una prensa libre.La democracia mediática propugna que la propiedad empresarial y las presiones comerciales influyen en el contenido mediático, limitan bruscamente la variedad de noticias, opiniones y espectáculos que reciben los ciudadanos. Como consecuencia, hacen un llamamiento para conseguir una distribución más equitativa del capital económico, social, cultural y de la información, lo que conduciría a una ciudadanía más informada, así como a un discurso político más ilustrado y representativo.La democracia mediática propone: Sustituir el modelo libertario actual por uno que funcione de una forma más democrática y menos motivada por intereses privados. Fortalecer la radiodifusión del servicio público. Incorporar el uso de medios alternativos en los discursos más largos. Aumentar la labor del periodismo ciudadano. Convertir a la audiencia pasiva en participantes activos. Emplear los medios de comunicación en masa para promocionar ideales democráticos.La estructura competitiva del panorama de los medios de comunicación en masa se opone contra los ideales democráticos, ya que la competencia en el mercado determina cómo se plantean y transmiten las historias al público. Esto puede “dificultar la capacidad del sistema democrático de solucionar de manera óptima tanto los problemas sociales internos como los conflictos internacionales”.Sin embargo, la democracia mediática se basa en crear un sistema de medios de comunicación masiva que favorezca a la diversidad de voces y opiniones en detrimento de la propiedad o la consolidación en un esfuerzo por eliminar las tendencias personales en estos. A su vez, esto lleva al público informado a debatir sobre la necesidad de un estado democrático. La capacidad de abarcar e investigar la conexión entre la prensa y la democracia es importante, ya que los medios de comunicación tienen el poder de contar las historias de la sociedad y, por tanto, influir en su opinión, creencias y comportamiento. El concepto de “democratización mediática” no tiene un significado real dentro de los términos del discurso político en la sociedad occidental.