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IXIÓN
Sufre castigo eterno en el Tártaro,
porque intentó seducir a Hera, la mujer
de Zeus, que indignada se lo contó a su
marido.
Para
probar
si
las
proposiciones eran ciertas, Zeus creó
una nube con la forma de su mujer, y la
hizo aparecer ante Ixión, que cayó en
la trampa. De la unión de Ixión y la
falsa Hera, llamada Néfele (Nube),
nació el niño Centauro.
Cuando Zeus vio que el ingrato Ixión
presumía además de haber seducido a
Hera, le mató con un rayo y le condenó
al Tártaro, donde Hermes le ató con
serpientes a una rueda ardiente que
daba vueltas sin cesar. Sólo descansó
de su eterno tormento el tiempo que
Orfeo estuvo en los infiernos, pues su
maravilloso canto hizo que se parara la
rueda.TÁNTALO
Se conoce a Tántalo por haber sido
invitado por Zeus a la mesa de los
dioses en el Olimpo. Jactándose de ello
entre los mortales, fue revelando los
secretos que había oído en la mesa y,
no contento con eso, robó algo de
néctar y ambrosía y lo repartió entre
sus amigos.
Tántalo quiso corresponder a los dioses
y les invitó a un banquete. Cuando la
comida
empezó
a
escasear,
decidió
ofrecer a su hijo Pélope. Descuartizó
al muchacho, coció sus miembros y los
sirvió a los invitados. Los dioses, que
habían sido advertidos, evitaron tocar
la ofrenda. Sólo Deméter, trastocada
por la reciente pérdida de su hija
Perséfone, «no se percató de lo que
era» y se comió el hombro izquierdo del
desdichado. Zeus ordenó a Hermes que
reconstruyera el cuerpo de Pélope,
sustituyendo su hombro por uno forjado
de marfil.
Después
de
muerto,
Tántalo
fue
eternamente torturado en el Tártaro por
los crímenes que había cometido. Su
castigo consistió en estar en un lago
con el agua a la altura de la barbilla,
bajo un árbol de ramas bajas repletas
de frutas. Cada vez que Tántalo,
desesperado por el hambre o la sed,
intenta tomar una fruta o sorber algo
de
agua,
éstos
se
retiran
inmediatamente de su alcance.
ACTEÓN
Artemisa, la diosa de la caza, estaba
bañándose desnuda en un bosque cuando
Acteón se topó con ella. Se detuvo y se
quedó
mirándola,
fascinado
por
su
belleza arrebatadora. Cuando le vio,
Artemisa,
cuyo
mal
carácter
era
conocido, le transformó en un ciervo, y
envió a los propios sabuesos de Acteón
a que le mataran. Éstos le hicieron
pedazos y devoraron sus carnes, para
después buscar a su amo por el bosque,
sollozando.
ADONIS
Junto con Ares, era el amante de
Afrodita. Nació de un árbol (que era su
madre Mirra transformada). Este mito
define la naturaleza de Adonis como
dios de la vegetación, cuyos orígenes
están en las lejanas tierras desérticas
donde crece el árbol de mirra.
Cuando Adonis nació, era un bebé tan
hermoso que Afrodita quedó hechizada
por su belleza, así que lo encerró en
un cofre y se lo dio a Perséfone para
que lo guardara. Pero, cuando ésta lo
vio, quedó tan encantada por su belleza
sobrenatural que se negó a devolverlo.
La disputa entre las dos diosas fue
resuelta por Zeus, quien decidió que
Adonis pasase cuatro meses del año con
Afrodita, cuatro con Perséfone y los
cuatro restantes con quien quisiera.
Adonis sin embargo prefería vivir con
Afrodita, pasando también con ella los
cuatro meses sobre los que podía
decidir.
Adonis murió destrozado por los
colmillos de un jabalí (¿el celoso
amante de Afrodita, Ares,
transformado?). Cuando Afrodita corrió
a socorrerle se hirió con unas zarzas y
sus gotas de sangre tiñeron de rojo
unas flores, las rosas, que hasta ese
momento habían sido blancas.AFRODITA
- VENUS
Afrodita nació cerca de Chipre, de la
espuma que surgió de la sangre de los
genitales de Urano, que su hijo Crono
había cortado con una hoz y arrojado al
mar, mezclada con el agua salada. En su
Teogonía,
Hesíodo
cuenta
que
los
genitales «fueron luego llevados por el
piélago durante mucho tiempo. Alrededor
del miembro inmortal surgía una blanca
espuma, y en medio de ella nació una
doncella» ya adulta. Era la diosa del
amor y de la belleza.
Debido a su inmensa belleza, Zeus temía
que Afrodita fuera causa de violencia
entre los otros dioses. Por ello la
casó con Hefesto, el feo y malhumorado
dios
del
fuego
y
la
fragua.
La
infelicidad
de
Afrodita
en
su
matrimonio hizo que buscase la compañía
de otros. Su amante habitual fue Ares,
pero también Adonis.
LAS BODAS DE TETIS Y PELEO
La diosa Eris, (Discordia), molesta por
no haber sido invitada a las bodas de
Tetis y Peleo, a la que habían sido
convidados todos los dioses, se vengó
presentándose en el sitio donde estaba
teniendo lugar el banquete, y arrojando
sobre la mesa una manzana de oro, que
habría de ser para la más hermosa de
las damas presentes.
Tres diosas, Atenea, Afrodita y Hera,
se disputaron la manzana, produciéndose
una gran riña, hasta tal punto que hubo
de intervenir el padre de todos los
dioses, Zeus. En el cuadro vemos cómo
Eris, alada, ha lanzado la manzana que
intentan recoger Atenea (con armadura,
pues es una diosa guerrera), Hera
(sentada junto a Zeus) y Afrodita (con
Cupido). Vemos también a Hermes con el
gorro
con
alas
(para
desplazarse
rápidamente: era el mensajero de los
dioses).
EL JUICIO DE PARIS
Zeus, ante la disputa que mantenían
Atenea, Hera y Afrodita sobre quién
sería la dueña de la manzana (“la
manzana de la discordia”), decidió
encomendar la elección a un joven
mortal llamado Paris, que era hijo del
rey de Troya. En el cuadro lo vemos
observando a las tres diosas: Atenea,
con su casco y escudo en el suelo,
Afrodita con el pequeño Cupido, y Hera
con el manto púrpura, símbolo de poder,
y el pavo real.
Cada una de las diosas pretendió
convencer
al
improvisado
juez,
intentando incluso sobornarlo. La diosa
Hera, esposa de Zeus, le ofreció todo
el poder que pudiera desear; Atenea,
diosa de la inteligencia, le ofreció la
sabiduría; Afrodita por su parte le
ofreció el amor de la más bella mujer
del mundo.
Paris se decidió finalmente por
Afrodita, y su decisión hubo de traer
graves consecuencias para su pueblo, ya
que la hermosa mujer por la que
Afrodita hizo crecer el amor en el
pecho de Paris, era Helena, la esposa
del rey de Esparta, Menelao. Paris
raptó a la bella Helena y se la llevó a
Troya, dando origen a esta famosa
guerra.ANDRÓMEDA
Era hija de Cefeo y de Casiopea, reyes
de
Etiopía.
Casiopea,
habiendo
presumido de ser tan bella como las
Nereidas, provocó la furia del padre de
estas ninfas marinas, el dios Poseidón,
quien envió una inundación sobre la
tierra y un monstruo marino, para que
acabase con hombres y ganado. Sabiendo
por el oráculo que la única solución
era casar a su hija Andrómeda con el
monstruo,
el
rey
Cefeo
la
dejó
encadenada a una roca, desnuda y
enjoyada.
Perseo, cabalgando por el aire con su
caballo alado Pegaso, de vuelta tras
matar a Medusa, vio a Andrómeda y se
enamoró de ella. Bajó a la playa a
hablar con Cefeo y Casiopea para pedir
su mano si la libraba del monstruo
marino. Los padres aceptaron. Perseo
luchó con el monstruo marino, lo mató y
usó la cabeza de la Medusa (que
convertía en piedra a quien la miraba)
para petrificar al animal y convertirlo
en coral. Después desató a Andrómeda y
contrajo feliz matrimonio con ella.
Tras su muerte, Andrómeda fue situada
por Atenea entre las constelaciones del
cielo del norte, cerca de Perseo y
Casiopea.MEDUSA
En la mitología griega era un monstruo
femenino cuya mirada convertía a la
gente en piedra.
En la versión más conocida del mito,
Medusa era originalmente una hermosa
mujer humana. Poseidón se enamoró de
ella, y la sedujo (o violó)
templo dedicado a Atenea.
en
un
Tras descubrir la profanación de su
templo, Atenea transformó a Medusa como
castigo: Sus cabellos se convirtieron
en serpientes y su mirada tenía el
poder
de
petrificar
a
cualquier
criatura viva.
Mientras Medusa estaba embarazada de
Poseidón, fue decapitada por el héroe
Perseo. De la sangre que cayó al suelo
brotó su descendencia: el caballo alado
Pegaso. Perseo usó la cabeza de Medusa
para rescatar a Andrómeda. Después se
la ofreció a Atenea, quien la colocó en
su escudo, la égida.
LAS TRES GRACIAS
En la mitología griega, las Cárites o
Gracias eran las diosas del encanto, la
belleza, la naturaleza, la creatividad
humana y la fertilidad. Habitualmente
se consideran tres: Aglaya (‘Belleza’),
Eufrósine
(‘Júbilo’)
y
Talía
(‘Festividades’).
Siempre
aparecen
desnudas, ya que la belleza no necesita
cubrirse. Son las representaciones de
la
afabilidad,
la
simpatía
y
la
delicadeza.
Las Cárites solían ser consideradas
hijas de Zeus y Eurínome. Homero
escribió que formaban parte del séquito
de Afrodita.
NEPTUNO Y ANFÍTRITE
Neptuno era el nombre que los antiguos
romanos le daban al dios griego de los
mares
y
los
terremotos,
Poseidón.
Neptuno era representado como un hombre
barbudo y con pelo largo, agarrando un
tridente
y
siempre
acompañado
de
delfines y peces. Tenía la fama de
tener muy mal genio. Las tormentas y
terremotos reflejaban su rabia furiosa.
Neptuno podía separar montañas y podía
tirarlas al mar para hacer islas.
Un día vió a la hermosa ninfa acuática
Anfitrite bailando en la isla de Naxos,
y se enamoró inmediatamente de ella.
Enseguida le pidió que se casara con él
pero, por desgracia, Anfitrite rechazó
su
propuesta.
Asustada
por
el
temperamento
violento
de
Neptuno,
Anfitrite buscó refugio con el titán
Atlas. Sin embargo, sin desalentarse
por el rechazo de Anfitrite, Neptuno
mandó a uno de sus criados, un delfín,
a buscarla. El delfín la encontró y la
convenció de que cambiara de idea.
Desde entonces ambos gobernaron los
mares
juntos.
Como
recompensa
por
encontrarla
y
convencerla,
Neptuno
inmortalizó al delfín al colocarlo en
el cielo en la constelación llamada
Dolphinus.
HADES
LA MORADA DE LOS MUERTOS
Hades es el nombre del dios del
inframundo, pero también el nombre de
este mundo tenebroso.
Había varias secciones en el Hades,
incluyendo
los
Campos
Elíseos
(equivalente
al
Paraíso
o
Cielo
cristiano) y el Tártaro
Infierno cristiano).
(similar
al
Los fallecidos entraban al inframundo
cruzando la laguna Estigia, frontera
entre los mundos superior e inferior,
en la barca de Caronte, quien cobraba
por el pasaje un óbolo, pequeña moneda
que ponían bajo la lengua del difunto
sus piadosos familiares. Los indigentes
y los que no tenían amigos ni familias
se reunían para siempre en la orilla
cercana. El otro lado del río era
vigilado por Cerbero, un monstruoso
perro de tres cabezas. Más allá de
Cerbero, las sombras de los difuntos
entraban en la tierra de los muertos
para ser juzgadas.
Delante
del
palacio
de
Hades
y
Perséfone se sentaban los tres jueces
del Inframundo: Minos, Radamantis y
Éaco. Allí las almas eran juzgadas,
enviadas al tenebroso Tártaro si eran
impías o malas, o al Elíseo con los
heroicos o los benditos.
HIPOMENES Y ATALANTA
Atalanta, la más veloz de todos los
mortales, fue abandonada por sus padres
y
amamantada
por
Posteriormente
unos
criaron y educaron.
una
osa.
cazadores
la
Pasaron los años, y Atalanta fue
advertida por un oráculo de que no
debía
aceptar
ningún
amante.
Ella
entonces anunció que sólo se casaría
con aquel que la derrotara en una
carrera.
Quien
se
atreviera
a
desafiarla y perdiera, moriría. De esta
manera perecieron varios pretendientes.
Hipomenes, a diferencia de los demás,
pidió sabiamente la ayuda de la diosa
Venus, para que así el amor pudiera
triunfar. La diosa dio al pretendiente
tres manzanas de oro procedentes del
Jardín de la Hespérides. Cuenta Ovidio
que al comenzar la carrera Atalanta
tomó en seguida ventaja, pero Hipomenes
fue arrojando una a una las manzanas,
que Atalanta se agachaba a recoger. Así
Hipomenes consigue adelantarla y ganar
la carrera.
Poco después de su boda ambos esposos
penetraron en un santuario consagrado a
Cibeles, y se entregaron a una serie de
caricias apasionadas, insultando a la
diosa. Por esto fueron transformados en
leones, que la diosa Cibeles unció a su
carro.
ORFEO Y EURÍDICE
Mientras Eurídice huía de Aristeo, fue
mordida por una serpiente y murió. Su
marido Orfeo se lamentaba amargamente
por la pérdida de Eurídice con su lira.
Orfeo tocó canciones tan tristes y
cantó tan lastimeramente, que todas las
ninfas
y
dioses
lloraron
y
le
aconsejaron
que
descendiera
al
inframundo. Con su música ablandó el
corazón de Hades y Perséfone, los
cuales permitieron a Eurídice retornar
con él a la tierra; pero sólo bajo la
condición de que debía caminar delante
de ella, y que no debía mirar hacia
atrás
hasta
que
ambos
hubieran
alcanzado el mundo superior y los rayos
de sol bañasen a Eurídice. A pesar de
sus ansias, Orfeo no volvió la cabeza
en
todo
el
trayecto.
Llegaron
finalmente a la superficie y, por la
impaciencia, Orfeo volvió la cabeza
para verla; pero ella todavía no había
sido completamente bañada por el sol,
todavía tenía un pie en el inframundo:
Eurídice
se
desvaneció
entre
las
sombras, y ahora para siempre.
ÍO
La ninfa Ío se había entregado a Zeus,
pero fueron sorprendidos por Hera, que
vigilaba a su marido carcomida por los
celos. El dios, para salvar a la joven,
la convirtió en una ternera blanca.
Hera le exigió al esposo que se la
entregase y ordenó a Argos, un gigante
de cien ojos que la vigilara.
Pero, por encargo de Zeus, Hemes durmió
al guardián con su flauta, matándolo
con una piedra afilada cuando se
cerraron todos sus ojos. Entristecida
por la muerte de Argos, Hera puso los
ojos de su servidor en la cola del pavo
real, su pájaro favorito, y clamó
venganza. Ató a los cuernos de la
ternera un tábano que la picaba sin
cesar y que obligó a Ío a huir
corriendo por el mundo sin rumbo fijo.
Así atormentada atravesó el mar Jónico,
que recibió de ella su nombre y pasó de
Europa a Asia dando nombre también al
estrecho
que
separa
los
dos
continentes, el Bósforo (“paso de la
vaca”)
EUROPA
Zeus
estaba
enamorado
de
Europa,
princesa fenicia, y decidió seducirla o
violarla, siendo ambas versiones casi
equivalentes en la mitología griega. Se
transformó en un toro blanco. Mientras
Europa y su séquito recogían flores
cerca de la playa, ella vio al toro y
acarició sus costados y, viendo que era
manso, terminó por subir a su lomo.
Zeus aprovechó esa oportunidad y corrió
al mar, nadando con ella a su espalda
hasta la isla de Creta. Entonces reveló
su auténtica identidad y Europa se
convirtió en la primera reina de Creta.
El acto amoroso tuvo lugar bajo un
plátano, árbol que según la mitología
debe el que sus hojas sean perennes a
este acontecimiento. Europa tuvo tres
hijos, engendrados por Zeus: Minos, el
rey de Creta, fue uno de ellos.
Más tarde Zeus recreó la forma del toro
blanco en las estrellas que actualmente
se conocen como la constelación Tauro.
HEFESTO
Hefesto es el dios del fuego y la
forja, así como de los metales y la
metalurgia.
Fabricó
muchos
de
los
accesorios que lucían los dioses: el
casco y las sandalias aladas de Hermes,
la armadura de Aquiles, el carro de
Helios,
Eros...
el
arco
y
las
flechas
de
Era feo, lisiado y cojo. Tanto es así,
que
en
algunas
vasijas
sus
pies
aparecen a veces pintados del revés. En
el arte, se le representa sudoroso, con
la
barba
desaliñada
y
el
pecho
descubierto, siempre trabajando en su
fragua. Su apariencia física indica
arsenicosis, es decir, envenenamiento
crónico por arsénico que provoca cojera
y cáncer de piel. El arsénico se añadía
al bronce para endurecerlo y la mayoría
de los herreros de la Edad de Bronce
habrían padecido esta enfermedad.
Era hijo de Hera, que lo engendró sola,
celosa por las numerosas amantes de
Zeus. Pero cuando vio el aspecto de su
hijo, lo arrojó desde el Olimpo.
Hefesto cayó durante nueve días y
noches, quedando cojo y lisiado.
Hefesto
se
vengó
de
su
madre
regalándole un trono mágico, en el que
Hera
quedó
atrapada,
incapaz
de
levantarse.
Hefesto
impuso
como
condición ser readmitido en el Olimpo,
a lo que Hera accedió.
PROMETEO
Prometeo había creado al ser humano a
semejanza de los dioses, pero resultó
un ser indefenso, y robó el fuego del
Olimpo para que la humanidad pudiera
calentarse. Obtuvo así el hombre los
medios con los que ganarse la vida.
Para vengarse, Zeus ordenó a Hefesto
que hiciese una mujer de arcilla
llamada Pandora, dotada de todos los
encantos. Zeus le infundió vida y la
envió a Prometeo, junto a la caja que
contenía todas las desgracias con las
que quería castigar a la humanidad.
Prometeo sospechó y no quiso tener nada
que ver con Pandora, por lo que fue
enviada con su hermano Epimeteo, quien
la desposó, y no supo evitar que ella
abriera la caja, esparciéndose todos
los males por la Tierra. Dentro sólo
quedó la Esperanza.
Zeus se enfureció al ver cómo Prometeo
se libraba de Pandora, e hizo que le
llevaran al monte Cáucaso, donde fue
encadenado por Hefesto. Envió entonces
un águila para que se comiera el hígado
de Prometeo. Siendo inmortal, su hígado
volvía a crecerle cada día, y el águila
volvía a comérselo cada noche.
DIANA Y CALISTO
Calisto era una cazadora perteneciente
al cortejo de Artemisa (Diana), diosa
de la caza, para lo cual había hecho el
obligatorio
voto
de
castidad.
Sin
embargo, Zeus se enamoró de ella y,
para seducirla, adoptó la forma de
Artemisa.
Calisto
terminó
quedando
embarazada.
Cuando Artemisa sorprendió a Calisto
bañándose en un río, advirtió que su
vientre había crecido. Artemisa le
preguntó el motivo de ello y Calisto, a
quien Zeus había seducido bajo la forma
de la diosa, replicó que era culpa
suya.
Artemisa,
enfadada
por
la
respuesta, transformó a Calisto en osa
y la expulsó de su cortejo.
Zeus, compadecido, la transformó en la
constelación
de
la
Osa
Mayor,
otorgándole así la inmortalidad.
EL RAPTO DE PROSERPINA
Proserpina, hija de Ceres y Júpiter,
estaba en Sicilia, jugando con algunas
ninfas, y recogía flores. Entonces
Plutón surgió del cercano volcán Etna
con cuatro caballos negros y la raptó
para casarse con ella y vivir juntos en
el Hades, el inframundo grecorromano,
del que era gobernante. Así pues,
Perséfone es la Reina del Inframundo.
Su madre Ceres, diosa de los cereales,
marchó a buscarla en vano por todos los
rincones
del
mundo.
En
su
desesperación, detuvo enfurecida el
crecimiento
de
frutas
y
verduras,
cayendo
así
una
maldición
sobre
Sicilia. Rehusó volver al Olimpo y
empezó
a
vagar
por
la
tierra,
convirtiéndose
en
desierto
lo
que
pisaba.
Preocupado, Júpiter envió a Mercurio
para que ordenara a Plutón que liberase
a Proserpina. Éste obedeció, pero antes
de dejarla ir le hizo comer seis
semillas de granada (un símbolo de
fidelidad en el matrimonio), de forma
que tuviese que vivir seis meses al año
con él, pudiendo permanecer el resto
con su madre. Ésta es pues la razón de
la primavera: cuando Proserpina vuelve
con su madre, Ceres decora la tierra
con flores de bienvenida, pero cuando
en el otoño vuelve al Hades, la
naturaleza pierde sus colores.
SATURNO
Saturno (Cronos) es el hijo menor de
Urano, el Cielo, y de Gea, la Tierra.
Tras derrocar a su padre Saturno obtuvo
de su hermano mayor Titán el favor de
reinar en su lugar. Titán puso una
condición: que Saturno debía matar a
toda su descendencia, para que la
sucesión del trono se reservase a sus
propios hijos.
Saturno se casó con Rea (Cibeles), con
quien tuvo varios hijos, que devoró
ávidamente, como había convenido con su
hermano. Sin embargo, Rea logró salvar
a Júpiter. Éste, una vez adulto, hizo
la guerra a su padre, derrotándole y
expulsándole del cielo.
Según la Teogonía de Hesíodo su reino
fue la edad de oro, dado que sus
pacíficos súbditos fueron gobernados
con
suavidad.
Se
restableció
la
igualdad de condiciones: ningún hombre
estaba al servicio de otro, nadie
poseía nada en propio y todas las cosas
eran comunes, como si todos sólo
hubieran tenido una misma herencia.
NARCISO
En la mitología griega, Narciso era un
joven conocido por su gran belleza.
Tanto
doncellas
como
muchachos
se
enamoraban de Narciso a causa de su
hermosura,
mas
él
rechazaba
sus
insinuaciones.
Entre
las
jóvenes
heridas por su amor estaba la ninfa
Eco. Narciso, cruelmente, se negó a
aceptar su amor, por lo que la ninfa,
desolada, se ocultó en una cueva y allí
se consumió hasta que solo quedó su
voz.
Para castigar a Narciso, Némesis, la
diosa de la venganza, hizo que se amara
a sí mismo sin descanso. Cuando Narciso
se paró a beber en un manantial en la
cima del monte Helicón, vio su propia
imagen reflejada en el agua, y se
enamoró al instante de ella, pero no
podía abrazarla porque cada vez que lo
intentaba la imagen se desvanecía con
el movimiento ondulante de las aguas.
Incapaz de dejar de contemplarse, se
quedó allí hasta que murió de hambre.
En el lugar que ocupaba su cuerpo
apareció una flor que lleva su nombre.
FAETÓN
Faetón era hijo de Helios (el sol).
Faetón alardeaba con sus amigos de que
su padre era el dios-sol. Éstos no le
creían, y Faetón terminó acudiendo a su
padre Helios, quien juró por el río
Estigia darle lo que pidiera. Faetón le
pidió conducir su carro durante un día.
Aunque
Helios
intentó
disuadirle,
Faetón insistió.
Cuando llegó el día, Faetón se dejó
llevar por el pánico y perdió el
control de los caballos blancos que
tiraban
del
carro.
Primero
giró
demasiado alto, de forma que la tierra
se enfrió. Luego bajó demasiado, y la
vegetación se secó y ardió. Faetón
convirtió accidentalmente en desierto
la mayor parte de África, quemando la
piel de los etíopes hasta volverla
negra.
Finalmente,
Zeus
fue
obligado
a
intervenir golpeando el carro desbocado
con un rayo para pararlo, y Faetón se
ahogó en el río Erídano (Po).
APOLO Y DAFNE
Dafne, nombre que en griego significa
laurel, era una ninfa hija del dios-río
Peneo. El dios Apolo amaba a Dafne con
una gran pasión pero la ninfa no le
correspondía.
En una ocasión Apolo perseguía a Dafne
y ésta huía hacia las montañas para
evitarlo. Cuando el dios estaba a punto
de alcanzarla, la joven dirigió una
plegaria a su padre, suplicándole que
la metamorfoseara para poder escapar al
asedio del dios. Su petición fue
escuchada y concedida, y al momento la
joven comenzó a transformarse en un
laurel. De sus pies iban saliendo
raíces y sus extremidades se convertían
en frondosas ramas de laurel. Mientras
más lágrimas derramaba sobre ella el
apenado dios, más crecía el laurel,
árbol que desde ese momento fue el
consagrado al dios Apolo y pasó a
representarlo.
DÁNAE
En la mitología griega Dánae era una
hija
Acrisio,
rey
de
Argos.
Decepcionado por carecer de herederos
varones, Acrisio consultó un oráculo
para saber si esto cambiaría. El
oráculo le dijo que sería asesinado por
el hijo de su hija. Para que ésta no
tuviese hijos, Acrisio la encerró en
una torre de bronce o en una cueva.
Pero Zeus la alcanzó transformado en
lluvia de oro y la dejó embarazada.
Poco después nació su hijo Perseo.
Enfadado, pero sin querer provocar la
ira
de
los
dioses
matando
al
descendiente de Zeus, Acrisio arrojó a
la madre y al hijo al mar, en un cofre
de madera. El mar fue calmado por
Poseidón a petición de Zeus y ambos
sobrevivieron. Más tarde, después de
que Perseo matase a la Medusa y
rescatase a Andrómeda, la profecía del
oráculo se hizo realidad: Perseo partió
hacia Larisa, donde se celebraban unos
juegos atléticos. Acrisio estaba allí
por casualidad, y Perseo le golpeó
accidentalmente con su jabalina o su
disco, matándolo. Así se cumplió la
profecía.
BACANAL
Actualmente “bacanal” es sinónimo de
orgía con mucho tumulto y desorden. En
el mundo griego y romano, las bacanales
eran fiestas en honor a Baco (dios
romano del cual deriva el nombre) o
Dioniso (dios griego), en las que se
bebía sin medida. Las sacerdotisas
organizadoras
de
la
ceremonia
se
llamaban bacantes. El culto primitivo
era exclusivamente de mujeres para
mujeres y procedía del culto original
al dios Pan, dios campestre, protector
de los rebaños, y terror de las ninfas.
En el 186 adC el Senado prohibió la
celebración de bacanales promulgando
una ley, tratando de volver el culto a
Baco a su entorno sagrado. Algo se
consiguió reducir, pero era algo tan
popular que no se pudo extinguir
totalmente. La Iglesia católica hizo
algo similar reemplazándolas por el
carnaval.
MARTE
En la mitología romana, Marte era el
dios de la guerra, hijo de Júpiter y de
Juno. Se le representaba como a un
guerrero con armadura y con un yelmo
encrestado.
El
lobo
y
el
pájaro
carpintero eran sus símbolos. Tuvo dos
hijos
con
Venus:
Fuga
y
Timor
(respectivamente Deimos y Fobos para
los griegos).
Marte dio nombre al cuarto planeta del
sistema solar, a un día de la semana, y
al tercer mes del año..
LA FRAGUA DE VULCANO
En
el
panteón
olímpico,
Hefesto
(Vulcano) estaba formalmente emparejado
con Afrodita (Venus). Sin embargo,
Afrodita se entregaba en secreto a Ares
(Marte), el dios de la guerra.
El cuadro describe el momento en que el
dios Apolo visita el lugar donde
Vulcano se encuentra fabricando armas
para la guerra. La corona de laurel
sobre la cabeza permite identificar al
dios. El dios Apolo comunica a Vulcano
el adulterio de su esposa Venus con
Marte.
Por
esa
razón
todos
los
personajes miran con cara sorprendida
al dios que acaba de presentarse en el
estudio, incluso alguno de ellos abre
la boca y los ojos para indicar este
gesto de sorpresa.
Hefesto,
como
venganza,
atrapó
ingeniosamente a Ares y Afrodita con
una red de finas cadenas que había
dispuesto sobre el lecho. Entonces
llamó
a
todos
los
demás
dioses
olímpicos
para
burlarse
de
ellos.
Hefesto
no
los
liberó
hasta
que
Poseidón le prometió que Ares pagaría
desagravios, pero ambos escaparon tan
pronto como levantó la red y no
mantuvieron su promesa.
EL MITO DE ARACNE
Una joven lidia, Aracne, presumía de
tejer mejor que Atenea, diosa de la
artesanía, y retó a la diosa a tejer el
tapiz más hermoso.
La escena del cuadro presenta a la
joven a la derecha,vuelta de espaldas,
trabajando afanosamente en su tapiz. A
la izquierda, la diosa Atenea, que
finge ser una anciana. Sabemos que se
trata de la Diosa porque, a pesar de su
aspecto envejecido, Velázquez muestra
su pierna, de tersura adolescente.
En el fondo, se representa el desenlace
de la fábula. El tapiz confeccionado
por Aracne está colgado de la pared. Su
obra constituye una evidente ofensa
contra
Palas
Atenea,
ya
que
ha
representado varios de los engaños que
utilizaba Zeus, padre de Atenea, para
conseguir favores sexuales de mujeres y
diosas. Frente al tapiz, se aprecian
dos figuras: Se trata de la diosa,
ataviada con el casco, y Aracne que
viste un atuendo de plegados clásicos.
Otras tres damas contemplan cómo la
ofendida diosa, en señal de castigo, va
a transformar a la joven en araña,
condenada a tejer eternamente.
EL TRIUNFO DE BACO
El
cuadro,
conocido
como
“Los
Borrachos”, describe una escena en la
que aparece el dios Baco, que corona
con un ramo de hojas de vid a uno de
los siete borrachos que lo rodean.
Se representa a Baco como el dios que
premia o regala a los hombres el vino,
que libera de forma temporal a los
hombres
de
sus
problemas.
En
la
literatura
barroca,
Baco
era
considerado
una
alegoría
de
la
liberación del hombre frente a su
esclavitud de la vida diaria.
El dios esta metido en la obra como una
persona más dentro de la pequeña
celebración que se representa pero
proporcionándole una piel más clara que
a los demás para reconocerlo con mayor
facilidad.
VENUS Y MARTE
Venus era la diosa del amor y la
belleza. Con sus ademanes exquisitos y
su amable sonrisa ella atraía muchos
pretendientes,
tanto
dioses
como
mortales. Sin embargo, estaba casada
con el torpe y cojo Vulcano, el dios
del fuego. Su verdadero amor era Marte,
el dios de la guerra. Su descendiente
era la hermosa diosa Harmonía.
En el cuadro de Botticelli Venus,
hermosa, elegante y vestida - sólo
Botticelli
viste
a
la
diosa
-,
contempla el sueño de su amado Marte
mientras unos pequeños sátiros juegan
con las armas del dios de la guerra. La
conversión de los habituales cupidos en
sátiros tal vez simbolice la lascivia
de las relaciones adúlteras entre Venus
y Marte.
Esta pareja divina (Amor y Guerra) ha
sido en todas las épocas fuente de
inspiración de muchos artistas. En el
cuadro de Tintoretto vemos al poderoso
dios Marte en una situación bastante
apurada…
EL NACIMIENTO DE VENUS
Según cuenta la leyenda Venus, diosa
del amor, nació de los genitales del
dios Urano, cortados por su hijo Cronos
y luego arrojados al mar. El título de
la obra no es, por lo tanto, exacto, ya
que el cuadro no representa el momento
del nacimiento de la diosa, sino que
muestra la llegada de Venus, sobre una
concha, a la playa, empujada por el
soplo de los dioses alados, entre una
lluvia de flores. Tiene la actitud de
una Venus púdica: una mano sobre el
pecho y otra sobre el sexo. El cabello
es un ornamento eminentemente erótico;
Botticelli
lo
pinta
con
largos
arabescos que rozan la anatomía de la
diosa con una delicada caricia. Con su
brazo derecho trata delicada y casi
inocentemente de taparse sus pechos. La
piel de Venus es de color marfil. Esta
tonalidad no recuerda a la piel, no
sugiere carne tibia y flexible, sino la
superficie y la firmeza de una estatua.
Desde los tiempos de la Roma clásica no
se había vuelto a representar a esta
diosa
pagana
desnuda
y
de
tales
dimensiones:
el
desnudo
femenino,
considerado
pecaminoso
en
el
arte
medieval cristiano, se recupera en el
Renacimiento
como
símbolo
de
inmaterialidad.
LEDA
En la mitología griega Leda era otra de
las amantes humanas de Zeus. Cuando
caminaba junto al río Eurotas, fue
violada por Zeus, transformado en cisne
y fingiendo ser perseguido por un
águila. Como consecuencia, puso dos
huevos de los cuales nacieron cuatro
hijos: Helena (la causante de la guerra
de Troya), Clitemnestra (la esposa de
Agamenón, caudillo griego en dicha
guerra), Cástor y Pólux, aunque solo
Helena y Pólux son considerados hijos
de Zeus.
NINFAS Y SÁTIROS
En la mitología griega, una ninfa es
cualquier miembro de un gran grupo de
espíritus femeninos de la naturaleza.
Las ninfas solían acompañar a varios
dioses y diosas, y eran con frecuencia
el objetivo de sátiros lujuriosos.
El hogar de las ninfas está en las
montañas
y
arboledas,
en
los
manantiales y ríos, en los valles y las
frías grutas. Con frecuencia son el
séquito de divinidades superiores: de
Artemisa la cazadora, de Apolo el
profeta, del juerguista y dios de los
árboles Dioniso, y también de dioses
rústicos como Pan y Hermes, dios de los
pastores.
Los sátiros, representados con patas de
carnero, cuernos de cabra, y muecas
lujuriosas, eran seres relacionados con
la naturaleza y los bosques. Eran el
terror de las ninfas, a las que
perseguían sin piedad.
El dios Pan era su cabecilla, y por eso
era realmente “pánico” el terror que
provocaba en las ninfas
BACO Y ARIADNA
Atenas debía enviar como tributo anual
al rey de Creta, Minos, siete doncellas
y siete jóvenes, que serían devorados
por el monstruo Minotauro. Teseo, el
hijo de Egeo, rey de Atenas, se
presentó voluntario ante su padre para
que le permitiera ser parte de la
ofrenda y acompañar a las víctimas para
poder así matar al Minotauro.
Al llegar a Creta, la princesa Ariadna,
hija de Minos,
se enamoró de él y
propuso a Teseo ayudarle a derrotar a
su hermano (el Minotauro) a cambio de
que se la llevara con él de vuelta a
Atenas y la convirtiera en su esposa.
Teseo aceptó.
La ayuda de Ariadna consistió en dar a
Teseo un ovillo de hilo que éste ató
por uno de los extremos a la puerta del
laberinto. Así Teseo entró en el
laberinto hasta encontrarse con el
Minotauro,
al
que
dio
muerte.
A
continuación recogió el hilo y así pudo
salir del laberinto.
Ariadna huyó entonces con Teseo, pero
Teseo abandonó a Ariadna, dejándola
dormida en Naxos. Dioniso la descubrió,
– momento que refleja el cuadro - y se
casó
con
ella.
Posteriormente
fue
trasnformada en la constelación Corona
Borealis: ésta puede verse en el ángulo
superior izquierdo del cuadro
GANIMEDES
Ganimedes, hermoso muchacho troyano,
fue secuestrado por Zeus cerca de la
mítica Troya. Zeus le vio, se enamoró
de él casi instantáneamente, y enviando
un águila o transformándose él mismo en
una, lo llevó al monte Olimpo.
En el Olimpo, Zeus hizo a Ganimedes su
amante y le asignó la función de
copero, el que suministraba el vino en
los banquetes de dioses, un puesto de
mucha distinción, suplantando a Hebe.
Todos los dioses se llenaron de gozo al
ver al joven, salvo Hera, la esposa de
Zeus, que lo despreció.
Más tarde Zeus ascendió a Ganimedes al
cielo como la constelación Aquarius,
que todavía hoy está relacionada con
Aquila, la del águila.
En la poesía, Ganimedes era un símbolo
del joven idealmente bello, y también
del amor pederástico, a veces en
contraste con Helena de Troya en el
papel de símbolo del amor hacia las
mujeres.
ÍCARO
Ícaro era hijo del arquitecto Dédalo,
constructor del laberinto de Creta,
donde después fueron encerrados como
castigo por el rey Minos.
Para escapar de su prisión, Dédalo
fabricó unas alas para él y su joven
hijo Ícaro. Enlazó plumas entre sí
empezando por las más pequeñas y
añadiendo otras cada vez más largas,
para formar así una superficie mayor.
Aseguró las más grandes con hilo y las
más pequeñas con cera, y le dio al
conjunto la suave curvatura de las alas
de un pájaro.
Cuando al fin terminó el trabajo,
Dédalo batió sus alas y se halló
subiendo y suspendido en el aire.
Equipó entonces a su hijo de la misma
manera, y le enseñó cómo volar. Cuando
ambos estuvieron preparados para volar,
Dédalo advirtió a Ícaro que no volase
demasiado alto porque el calor del sol
derretiría la cera, ni demasiado bajo
porque la espuma del mar mojaría las
alas y no podría volar.
Entonces padre e hijo echaron a volar.
El muchacho, desoyendo los consejos de
su padre, comenzó a ascender como si
quisiese llegar al paraíso. El ardiente
sol ablandó la cera que mantenía unidas
las plumas y éstas se despegaron. Ícaro
agitó sus brazos, pero no quedaban
suficientes plumas para sostenerlo en
el aire y cayó al mar. Ese lugar fue
bautizado como “mar Icario”.
SÍSIFO
Fue avaro y mentiroso. Sísifo tuvo fama
de ser el más astuto de los hombres.
Cuando Tánatos (La Muerte) fue a
buscarle, Sísifo le puso grilletes, por
lo que nadie murió hasta que Ares vino
a liberarla, y puso a Sísifo bajo su
custodia.
Pero Sísifo aún no había agotado todos
sus recursos. Antes de morir le dijo a
su esposa que, cuando él muriese, no
ofreciera el sacrificio habitual a los
muertos. Y después, ya en el Infierno,
se quejó de que su esposa no estaba
cumpliendo con sus deberes, y convenció
a Hades para que le permitiese volver
al mundo superior y así disuadirla.
Pero luego rehusó volver, hasta que fue
devuelto al Infierno a la fuerza por
Hermes.
Allí Sísifo fue obligado a empujar una
piedra enorme cuesta arriba por una
ladera empinada, pero antes de que
alcanzase la cima de la colina la
piedra siempre rodaba hacia abajo, y
Sísifo tenía que empezar de nuevo desde
el principio.
De acuerdo con la teoría solar, Sísifo
es el disco del sol que sale cada
mañana y después se hunde bajo el
horizonte. Esta leyenda es un símbolo
de la vana lucha del hombre por
alcanzar la sabiduría.