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IXIÓN Sufre castigo eterno en el Tártaro, porque intentó seducir a Hera, la mujer de Zeus, que indignada se lo contó a su marido. Para probar si las proposiciones eran ciertas, Zeus creó una nube con la forma de su mujer, y la hizo aparecer ante Ixión, que cayó en la trampa. De la unión de Ixión y la falsa Hera, llamada Néfele (Nube), nació el niño Centauro. Cuando Zeus vio que el ingrato Ixión presumía además de haber seducido a Hera, le mató con un rayo y le condenó al Tártaro, donde Hermes le ató con serpientes a una rueda ardiente que daba vueltas sin cesar. Sólo descansó de su eterno tormento el tiempo que Orfeo estuvo en los infiernos, pues su maravilloso canto hizo que se parara la rueda.TÁNTALO Se conoce a Tántalo por haber sido invitado por Zeus a la mesa de los dioses en el Olimpo. Jactándose de ello entre los mortales, fue revelando los secretos que había oído en la mesa y, no contento con eso, robó algo de néctar y ambrosía y lo repartió entre sus amigos. Tántalo quiso corresponder a los dioses y les invitó a un banquete. Cuando la comida empezó a escasear, decidió ofrecer a su hijo Pélope. Descuartizó al muchacho, coció sus miembros y los sirvió a los invitados. Los dioses, que habían sido advertidos, evitaron tocar la ofrenda. Sólo Deméter, trastocada por la reciente pérdida de su hija Perséfone, «no se percató de lo que era» y se comió el hombro izquierdo del desdichado. Zeus ordenó a Hermes que reconstruyera el cuerpo de Pélope, sustituyendo su hombro por uno forjado de marfil. Después de muerto, Tántalo fue eternamente torturado en el Tártaro por los crímenes que había cometido. Su castigo consistió en estar en un lago con el agua a la altura de la barbilla, bajo un árbol de ramas bajas repletas de frutas. Cada vez que Tántalo, desesperado por el hambre o la sed, intenta tomar una fruta o sorber algo de agua, éstos se retiran inmediatamente de su alcance. ACTEÓN Artemisa, la diosa de la caza, estaba bañándose desnuda en un bosque cuando Acteón se topó con ella. Se detuvo y se quedó mirándola, fascinado por su belleza arrebatadora. Cuando le vio, Artemisa, cuyo mal carácter era conocido, le transformó en un ciervo, y envió a los propios sabuesos de Acteón a que le mataran. Éstos le hicieron pedazos y devoraron sus carnes, para después buscar a su amo por el bosque, sollozando. ADONIS Junto con Ares, era el amante de Afrodita. Nació de un árbol (que era su madre Mirra transformada). Este mito define la naturaleza de Adonis como dios de la vegetación, cuyos orígenes están en las lejanas tierras desérticas donde crece el árbol de mirra. Cuando Adonis nació, era un bebé tan hermoso que Afrodita quedó hechizada por su belleza, así que lo encerró en un cofre y se lo dio a Perséfone para que lo guardara. Pero, cuando ésta lo vio, quedó tan encantada por su belleza sobrenatural que se negó a devolverlo. La disputa entre las dos diosas fue resuelta por Zeus, quien decidió que Adonis pasase cuatro meses del año con Afrodita, cuatro con Perséfone y los cuatro restantes con quien quisiera. Adonis sin embargo prefería vivir con Afrodita, pasando también con ella los cuatro meses sobre los que podía decidir. Adonis murió destrozado por los colmillos de un jabalí (¿el celoso amante de Afrodita, Ares, transformado?). Cuando Afrodita corrió a socorrerle se hirió con unas zarzas y sus gotas de sangre tiñeron de rojo unas flores, las rosas, que hasta ese momento habían sido blancas.AFRODITA - VENUS Afrodita nació cerca de Chipre, de la espuma que surgió de la sangre de los genitales de Urano, que su hijo Crono había cortado con una hoz y arrojado al mar, mezclada con el agua salada. En su Teogonía, Hesíodo cuenta que los genitales «fueron luego llevados por el piélago durante mucho tiempo. Alrededor del miembro inmortal surgía una blanca espuma, y en medio de ella nació una doncella» ya adulta. Era la diosa del amor y de la belleza. Debido a su inmensa belleza, Zeus temía que Afrodita fuera causa de violencia entre los otros dioses. Por ello la casó con Hefesto, el feo y malhumorado dios del fuego y la fragua. La infelicidad de Afrodita en su matrimonio hizo que buscase la compañía de otros. Su amante habitual fue Ares, pero también Adonis. LAS BODAS DE TETIS Y PELEO La diosa Eris, (Discordia), molesta por no haber sido invitada a las bodas de Tetis y Peleo, a la que habían sido convidados todos los dioses, se vengó presentándose en el sitio donde estaba teniendo lugar el banquete, y arrojando sobre la mesa una manzana de oro, que habría de ser para la más hermosa de las damas presentes. Tres diosas, Atenea, Afrodita y Hera, se disputaron la manzana, produciéndose una gran riña, hasta tal punto que hubo de intervenir el padre de todos los dioses, Zeus. En el cuadro vemos cómo Eris, alada, ha lanzado la manzana que intentan recoger Atenea (con armadura, pues es una diosa guerrera), Hera (sentada junto a Zeus) y Afrodita (con Cupido). Vemos también a Hermes con el gorro con alas (para desplazarse rápidamente: era el mensajero de los dioses). EL JUICIO DE PARIS Zeus, ante la disputa que mantenían Atenea, Hera y Afrodita sobre quién sería la dueña de la manzana (“la manzana de la discordia”), decidió encomendar la elección a un joven mortal llamado Paris, que era hijo del rey de Troya. En el cuadro lo vemos observando a las tres diosas: Atenea, con su casco y escudo en el suelo, Afrodita con el pequeño Cupido, y Hera con el manto púrpura, símbolo de poder, y el pavo real. Cada una de las diosas pretendió convencer al improvisado juez, intentando incluso sobornarlo. La diosa Hera, esposa de Zeus, le ofreció todo el poder que pudiera desear; Atenea, diosa de la inteligencia, le ofreció la sabiduría; Afrodita por su parte le ofreció el amor de la más bella mujer del mundo. Paris se decidió finalmente por Afrodita, y su decisión hubo de traer graves consecuencias para su pueblo, ya que la hermosa mujer por la que Afrodita hizo crecer el amor en el pecho de Paris, era Helena, la esposa del rey de Esparta, Menelao. Paris raptó a la bella Helena y se la llevó a Troya, dando origen a esta famosa guerra.ANDRÓMEDA Era hija de Cefeo y de Casiopea, reyes de Etiopía. Casiopea, habiendo presumido de ser tan bella como las Nereidas, provocó la furia del padre de estas ninfas marinas, el dios Poseidón, quien envió una inundación sobre la tierra y un monstruo marino, para que acabase con hombres y ganado. Sabiendo por el oráculo que la única solución era casar a su hija Andrómeda con el monstruo, el rey Cefeo la dejó encadenada a una roca, desnuda y enjoyada. Perseo, cabalgando por el aire con su caballo alado Pegaso, de vuelta tras matar a Medusa, vio a Andrómeda y se enamoró de ella. Bajó a la playa a hablar con Cefeo y Casiopea para pedir su mano si la libraba del monstruo marino. Los padres aceptaron. Perseo luchó con el monstruo marino, lo mató y usó la cabeza de la Medusa (que convertía en piedra a quien la miraba) para petrificar al animal y convertirlo en coral. Después desató a Andrómeda y contrajo feliz matrimonio con ella. Tras su muerte, Andrómeda fue situada por Atenea entre las constelaciones del cielo del norte, cerca de Perseo y Casiopea.MEDUSA En la mitología griega era un monstruo femenino cuya mirada convertía a la gente en piedra. En la versión más conocida del mito, Medusa era originalmente una hermosa mujer humana. Poseidón se enamoró de ella, y la sedujo (o violó) templo dedicado a Atenea. en un Tras descubrir la profanación de su templo, Atenea transformó a Medusa como castigo: Sus cabellos se convirtieron en serpientes y su mirada tenía el poder de petrificar a cualquier criatura viva. Mientras Medusa estaba embarazada de Poseidón, fue decapitada por el héroe Perseo. De la sangre que cayó al suelo brotó su descendencia: el caballo alado Pegaso. Perseo usó la cabeza de Medusa para rescatar a Andrómeda. Después se la ofreció a Atenea, quien la colocó en su escudo, la égida. LAS TRES GRACIAS En la mitología griega, las Cárites o Gracias eran las diosas del encanto, la belleza, la naturaleza, la creatividad humana y la fertilidad. Habitualmente se consideran tres: Aglaya (‘Belleza’), Eufrósine (‘Júbilo’) y Talía (‘Festividades’). Siempre aparecen desnudas, ya que la belleza no necesita cubrirse. Son las representaciones de la afabilidad, la simpatía y la delicadeza. Las Cárites solían ser consideradas hijas de Zeus y Eurínome. Homero escribió que formaban parte del séquito de Afrodita. NEPTUNO Y ANFÍTRITE Neptuno era el nombre que los antiguos romanos le daban al dios griego de los mares y los terremotos, Poseidón. Neptuno era representado como un hombre barbudo y con pelo largo, agarrando un tridente y siempre acompañado de delfines y peces. Tenía la fama de tener muy mal genio. Las tormentas y terremotos reflejaban su rabia furiosa. Neptuno podía separar montañas y podía tirarlas al mar para hacer islas. Un día vió a la hermosa ninfa acuática Anfitrite bailando en la isla de Naxos, y se enamoró inmediatamente de ella. Enseguida le pidió que se casara con él pero, por desgracia, Anfitrite rechazó su propuesta. Asustada por el temperamento violento de Neptuno, Anfitrite buscó refugio con el titán Atlas. Sin embargo, sin desalentarse por el rechazo de Anfitrite, Neptuno mandó a uno de sus criados, un delfín, a buscarla. El delfín la encontró y la convenció de que cambiara de idea. Desde entonces ambos gobernaron los mares juntos. Como recompensa por encontrarla y convencerla, Neptuno inmortalizó al delfín al colocarlo en el cielo en la constelación llamada Dolphinus. HADES LA MORADA DE LOS MUERTOS Hades es el nombre del dios del inframundo, pero también el nombre de este mundo tenebroso. Había varias secciones en el Hades, incluyendo los Campos Elíseos (equivalente al Paraíso o Cielo cristiano) y el Tártaro Infierno cristiano). (similar al Los fallecidos entraban al inframundo cruzando la laguna Estigia, frontera entre los mundos superior e inferior, en la barca de Caronte, quien cobraba por el pasaje un óbolo, pequeña moneda que ponían bajo la lengua del difunto sus piadosos familiares. Los indigentes y los que no tenían amigos ni familias se reunían para siempre en la orilla cercana. El otro lado del río era vigilado por Cerbero, un monstruoso perro de tres cabezas. Más allá de Cerbero, las sombras de los difuntos entraban en la tierra de los muertos para ser juzgadas. Delante del palacio de Hades y Perséfone se sentaban los tres jueces del Inframundo: Minos, Radamantis y Éaco. Allí las almas eran juzgadas, enviadas al tenebroso Tártaro si eran impías o malas, o al Elíseo con los heroicos o los benditos. HIPOMENES Y ATALANTA Atalanta, la más veloz de todos los mortales, fue abandonada por sus padres y amamantada por Posteriormente unos criaron y educaron. una osa. cazadores la Pasaron los años, y Atalanta fue advertida por un oráculo de que no debía aceptar ningún amante. Ella entonces anunció que sólo se casaría con aquel que la derrotara en una carrera. Quien se atreviera a desafiarla y perdiera, moriría. De esta manera perecieron varios pretendientes. Hipomenes, a diferencia de los demás, pidió sabiamente la ayuda de la diosa Venus, para que así el amor pudiera triunfar. La diosa dio al pretendiente tres manzanas de oro procedentes del Jardín de la Hespérides. Cuenta Ovidio que al comenzar la carrera Atalanta tomó en seguida ventaja, pero Hipomenes fue arrojando una a una las manzanas, que Atalanta se agachaba a recoger. Así Hipomenes consigue adelantarla y ganar la carrera. Poco después de su boda ambos esposos penetraron en un santuario consagrado a Cibeles, y se entregaron a una serie de caricias apasionadas, insultando a la diosa. Por esto fueron transformados en leones, que la diosa Cibeles unció a su carro. ORFEO Y EURÍDICE Mientras Eurídice huía de Aristeo, fue mordida por una serpiente y murió. Su marido Orfeo se lamentaba amargamente por la pérdida de Eurídice con su lira. Orfeo tocó canciones tan tristes y cantó tan lastimeramente, que todas las ninfas y dioses lloraron y le aconsejaron que descendiera al inframundo. Con su música ablandó el corazón de Hades y Perséfone, los cuales permitieron a Eurídice retornar con él a la tierra; pero sólo bajo la condición de que debía caminar delante de ella, y que no debía mirar hacia atrás hasta que ambos hubieran alcanzado el mundo superior y los rayos de sol bañasen a Eurídice. A pesar de sus ansias, Orfeo no volvió la cabeza en todo el trayecto. Llegaron finalmente a la superficie y, por la impaciencia, Orfeo volvió la cabeza para verla; pero ella todavía no había sido completamente bañada por el sol, todavía tenía un pie en el inframundo: Eurídice se desvaneció entre las sombras, y ahora para siempre. ÍO La ninfa Ío se había entregado a Zeus, pero fueron sorprendidos por Hera, que vigilaba a su marido carcomida por los celos. El dios, para salvar a la joven, la convirtió en una ternera blanca. Hera le exigió al esposo que se la entregase y ordenó a Argos, un gigante de cien ojos que la vigilara. Pero, por encargo de Zeus, Hemes durmió al guardián con su flauta, matándolo con una piedra afilada cuando se cerraron todos sus ojos. Entristecida por la muerte de Argos, Hera puso los ojos de su servidor en la cola del pavo real, su pájaro favorito, y clamó venganza. Ató a los cuernos de la ternera un tábano que la picaba sin cesar y que obligó a Ío a huir corriendo por el mundo sin rumbo fijo. Así atormentada atravesó el mar Jónico, que recibió de ella su nombre y pasó de Europa a Asia dando nombre también al estrecho que separa los dos continentes, el Bósforo (“paso de la vaca”) EUROPA Zeus estaba enamorado de Europa, princesa fenicia, y decidió seducirla o violarla, siendo ambas versiones casi equivalentes en la mitología griega. Se transformó en un toro blanco. Mientras Europa y su séquito recogían flores cerca de la playa, ella vio al toro y acarició sus costados y, viendo que era manso, terminó por subir a su lomo. Zeus aprovechó esa oportunidad y corrió al mar, nadando con ella a su espalda hasta la isla de Creta. Entonces reveló su auténtica identidad y Europa se convirtió en la primera reina de Creta. El acto amoroso tuvo lugar bajo un plátano, árbol que según la mitología debe el que sus hojas sean perennes a este acontecimiento. Europa tuvo tres hijos, engendrados por Zeus: Minos, el rey de Creta, fue uno de ellos. Más tarde Zeus recreó la forma del toro blanco en las estrellas que actualmente se conocen como la constelación Tauro. HEFESTO Hefesto es el dios del fuego y la forja, así como de los metales y la metalurgia. Fabricó muchos de los accesorios que lucían los dioses: el casco y las sandalias aladas de Hermes, la armadura de Aquiles, el carro de Helios, Eros... el arco y las flechas de Era feo, lisiado y cojo. Tanto es así, que en algunas vasijas sus pies aparecen a veces pintados del revés. En el arte, se le representa sudoroso, con la barba desaliñada y el pecho descubierto, siempre trabajando en su fragua. Su apariencia física indica arsenicosis, es decir, envenenamiento crónico por arsénico que provoca cojera y cáncer de piel. El arsénico se añadía al bronce para endurecerlo y la mayoría de los herreros de la Edad de Bronce habrían padecido esta enfermedad. Era hijo de Hera, que lo engendró sola, celosa por las numerosas amantes de Zeus. Pero cuando vio el aspecto de su hijo, lo arrojó desde el Olimpo. Hefesto cayó durante nueve días y noches, quedando cojo y lisiado. Hefesto se vengó de su madre regalándole un trono mágico, en el que Hera quedó atrapada, incapaz de levantarse. Hefesto impuso como condición ser readmitido en el Olimpo, a lo que Hera accedió. PROMETEO Prometeo había creado al ser humano a semejanza de los dioses, pero resultó un ser indefenso, y robó el fuego del Olimpo para que la humanidad pudiera calentarse. Obtuvo así el hombre los medios con los que ganarse la vida. Para vengarse, Zeus ordenó a Hefesto que hiciese una mujer de arcilla llamada Pandora, dotada de todos los encantos. Zeus le infundió vida y la envió a Prometeo, junto a la caja que contenía todas las desgracias con las que quería castigar a la humanidad. Prometeo sospechó y no quiso tener nada que ver con Pandora, por lo que fue enviada con su hermano Epimeteo, quien la desposó, y no supo evitar que ella abriera la caja, esparciéndose todos los males por la Tierra. Dentro sólo quedó la Esperanza. Zeus se enfureció al ver cómo Prometeo se libraba de Pandora, e hizo que le llevaran al monte Cáucaso, donde fue encadenado por Hefesto. Envió entonces un águila para que se comiera el hígado de Prometeo. Siendo inmortal, su hígado volvía a crecerle cada día, y el águila volvía a comérselo cada noche. DIANA Y CALISTO Calisto era una cazadora perteneciente al cortejo de Artemisa (Diana), diosa de la caza, para lo cual había hecho el obligatorio voto de castidad. Sin embargo, Zeus se enamoró de ella y, para seducirla, adoptó la forma de Artemisa. Calisto terminó quedando embarazada. Cuando Artemisa sorprendió a Calisto bañándose en un río, advirtió que su vientre había crecido. Artemisa le preguntó el motivo de ello y Calisto, a quien Zeus había seducido bajo la forma de la diosa, replicó que era culpa suya. Artemisa, enfadada por la respuesta, transformó a Calisto en osa y la expulsó de su cortejo. Zeus, compadecido, la transformó en la constelación de la Osa Mayor, otorgándole así la inmortalidad. EL RAPTO DE PROSERPINA Proserpina, hija de Ceres y Júpiter, estaba en Sicilia, jugando con algunas ninfas, y recogía flores. Entonces Plutón surgió del cercano volcán Etna con cuatro caballos negros y la raptó para casarse con ella y vivir juntos en el Hades, el inframundo grecorromano, del que era gobernante. Así pues, Perséfone es la Reina del Inframundo. Su madre Ceres, diosa de los cereales, marchó a buscarla en vano por todos los rincones del mundo. En su desesperación, detuvo enfurecida el crecimiento de frutas y verduras, cayendo así una maldición sobre Sicilia. Rehusó volver al Olimpo y empezó a vagar por la tierra, convirtiéndose en desierto lo que pisaba. Preocupado, Júpiter envió a Mercurio para que ordenara a Plutón que liberase a Proserpina. Éste obedeció, pero antes de dejarla ir le hizo comer seis semillas de granada (un símbolo de fidelidad en el matrimonio), de forma que tuviese que vivir seis meses al año con él, pudiendo permanecer el resto con su madre. Ésta es pues la razón de la primavera: cuando Proserpina vuelve con su madre, Ceres decora la tierra con flores de bienvenida, pero cuando en el otoño vuelve al Hades, la naturaleza pierde sus colores. SATURNO Saturno (Cronos) es el hijo menor de Urano, el Cielo, y de Gea, la Tierra. Tras derrocar a su padre Saturno obtuvo de su hermano mayor Titán el favor de reinar en su lugar. Titán puso una condición: que Saturno debía matar a toda su descendencia, para que la sucesión del trono se reservase a sus propios hijos. Saturno se casó con Rea (Cibeles), con quien tuvo varios hijos, que devoró ávidamente, como había convenido con su hermano. Sin embargo, Rea logró salvar a Júpiter. Éste, una vez adulto, hizo la guerra a su padre, derrotándole y expulsándole del cielo. Según la Teogonía de Hesíodo su reino fue la edad de oro, dado que sus pacíficos súbditos fueron gobernados con suavidad. Se restableció la igualdad de condiciones: ningún hombre estaba al servicio de otro, nadie poseía nada en propio y todas las cosas eran comunes, como si todos sólo hubieran tenido una misma herencia. NARCISO En la mitología griega, Narciso era un joven conocido por su gran belleza. Tanto doncellas como muchachos se enamoraban de Narciso a causa de su hermosura, mas él rechazaba sus insinuaciones. Entre las jóvenes heridas por su amor estaba la ninfa Eco. Narciso, cruelmente, se negó a aceptar su amor, por lo que la ninfa, desolada, se ocultó en una cueva y allí se consumió hasta que solo quedó su voz. Para castigar a Narciso, Némesis, la diosa de la venganza, hizo que se amara a sí mismo sin descanso. Cuando Narciso se paró a beber en un manantial en la cima del monte Helicón, vio su propia imagen reflejada en el agua, y se enamoró al instante de ella, pero no podía abrazarla porque cada vez que lo intentaba la imagen se desvanecía con el movimiento ondulante de las aguas. Incapaz de dejar de contemplarse, se quedó allí hasta que murió de hambre. En el lugar que ocupaba su cuerpo apareció una flor que lleva su nombre. FAETÓN Faetón era hijo de Helios (el sol). Faetón alardeaba con sus amigos de que su padre era el dios-sol. Éstos no le creían, y Faetón terminó acudiendo a su padre Helios, quien juró por el río Estigia darle lo que pidiera. Faetón le pidió conducir su carro durante un día. Aunque Helios intentó disuadirle, Faetón insistió. Cuando llegó el día, Faetón se dejó llevar por el pánico y perdió el control de los caballos blancos que tiraban del carro. Primero giró demasiado alto, de forma que la tierra se enfrió. Luego bajó demasiado, y la vegetación se secó y ardió. Faetón convirtió accidentalmente en desierto la mayor parte de África, quemando la piel de los etíopes hasta volverla negra. Finalmente, Zeus fue obligado a intervenir golpeando el carro desbocado con un rayo para pararlo, y Faetón se ahogó en el río Erídano (Po). APOLO Y DAFNE Dafne, nombre que en griego significa laurel, era una ninfa hija del dios-río Peneo. El dios Apolo amaba a Dafne con una gran pasión pero la ninfa no le correspondía. En una ocasión Apolo perseguía a Dafne y ésta huía hacia las montañas para evitarlo. Cuando el dios estaba a punto de alcanzarla, la joven dirigió una plegaria a su padre, suplicándole que la metamorfoseara para poder escapar al asedio del dios. Su petición fue escuchada y concedida, y al momento la joven comenzó a transformarse en un laurel. De sus pies iban saliendo raíces y sus extremidades se convertían en frondosas ramas de laurel. Mientras más lágrimas derramaba sobre ella el apenado dios, más crecía el laurel, árbol que desde ese momento fue el consagrado al dios Apolo y pasó a representarlo. DÁNAE En la mitología griega Dánae era una hija Acrisio, rey de Argos. Decepcionado por carecer de herederos varones, Acrisio consultó un oráculo para saber si esto cambiaría. El oráculo le dijo que sería asesinado por el hijo de su hija. Para que ésta no tuviese hijos, Acrisio la encerró en una torre de bronce o en una cueva. Pero Zeus la alcanzó transformado en lluvia de oro y la dejó embarazada. Poco después nació su hijo Perseo. Enfadado, pero sin querer provocar la ira de los dioses matando al descendiente de Zeus, Acrisio arrojó a la madre y al hijo al mar, en un cofre de madera. El mar fue calmado por Poseidón a petición de Zeus y ambos sobrevivieron. Más tarde, después de que Perseo matase a la Medusa y rescatase a Andrómeda, la profecía del oráculo se hizo realidad: Perseo partió hacia Larisa, donde se celebraban unos juegos atléticos. Acrisio estaba allí por casualidad, y Perseo le golpeó accidentalmente con su jabalina o su disco, matándolo. Así se cumplió la profecía. BACANAL Actualmente “bacanal” es sinónimo de orgía con mucho tumulto y desorden. En el mundo griego y romano, las bacanales eran fiestas en honor a Baco (dios romano del cual deriva el nombre) o Dioniso (dios griego), en las que se bebía sin medida. Las sacerdotisas organizadoras de la ceremonia se llamaban bacantes. El culto primitivo era exclusivamente de mujeres para mujeres y procedía del culto original al dios Pan, dios campestre, protector de los rebaños, y terror de las ninfas. En el 186 adC el Senado prohibió la celebración de bacanales promulgando una ley, tratando de volver el culto a Baco a su entorno sagrado. Algo se consiguió reducir, pero era algo tan popular que no se pudo extinguir totalmente. La Iglesia católica hizo algo similar reemplazándolas por el carnaval. MARTE En la mitología romana, Marte era el dios de la guerra, hijo de Júpiter y de Juno. Se le representaba como a un guerrero con armadura y con un yelmo encrestado. El lobo y el pájaro carpintero eran sus símbolos. Tuvo dos hijos con Venus: Fuga y Timor (respectivamente Deimos y Fobos para los griegos). Marte dio nombre al cuarto planeta del sistema solar, a un día de la semana, y al tercer mes del año.. LA FRAGUA DE VULCANO En el panteón olímpico, Hefesto (Vulcano) estaba formalmente emparejado con Afrodita (Venus). Sin embargo, Afrodita se entregaba en secreto a Ares (Marte), el dios de la guerra. El cuadro describe el momento en que el dios Apolo visita el lugar donde Vulcano se encuentra fabricando armas para la guerra. La corona de laurel sobre la cabeza permite identificar al dios. El dios Apolo comunica a Vulcano el adulterio de su esposa Venus con Marte. Por esa razón todos los personajes miran con cara sorprendida al dios que acaba de presentarse en el estudio, incluso alguno de ellos abre la boca y los ojos para indicar este gesto de sorpresa. Hefesto, como venganza, atrapó ingeniosamente a Ares y Afrodita con una red de finas cadenas que había dispuesto sobre el lecho. Entonces llamó a todos los demás dioses olímpicos para burlarse de ellos. Hefesto no los liberó hasta que Poseidón le prometió que Ares pagaría desagravios, pero ambos escaparon tan pronto como levantó la red y no mantuvieron su promesa. EL MITO DE ARACNE Una joven lidia, Aracne, presumía de tejer mejor que Atenea, diosa de la artesanía, y retó a la diosa a tejer el tapiz más hermoso. La escena del cuadro presenta a la joven a la derecha,vuelta de espaldas, trabajando afanosamente en su tapiz. A la izquierda, la diosa Atenea, que finge ser una anciana. Sabemos que se trata de la Diosa porque, a pesar de su aspecto envejecido, Velázquez muestra su pierna, de tersura adolescente. En el fondo, se representa el desenlace de la fábula. El tapiz confeccionado por Aracne está colgado de la pared. Su obra constituye una evidente ofensa contra Palas Atenea, ya que ha representado varios de los engaños que utilizaba Zeus, padre de Atenea, para conseguir favores sexuales de mujeres y diosas. Frente al tapiz, se aprecian dos figuras: Se trata de la diosa, ataviada con el casco, y Aracne que viste un atuendo de plegados clásicos. Otras tres damas contemplan cómo la ofendida diosa, en señal de castigo, va a transformar a la joven en araña, condenada a tejer eternamente. EL TRIUNFO DE BACO El cuadro, conocido como “Los Borrachos”, describe una escena en la que aparece el dios Baco, que corona con un ramo de hojas de vid a uno de los siete borrachos que lo rodean. Se representa a Baco como el dios que premia o regala a los hombres el vino, que libera de forma temporal a los hombres de sus problemas. En la literatura barroca, Baco era considerado una alegoría de la liberación del hombre frente a su esclavitud de la vida diaria. El dios esta metido en la obra como una persona más dentro de la pequeña celebración que se representa pero proporcionándole una piel más clara que a los demás para reconocerlo con mayor facilidad. VENUS Y MARTE Venus era la diosa del amor y la belleza. Con sus ademanes exquisitos y su amable sonrisa ella atraía muchos pretendientes, tanto dioses como mortales. Sin embargo, estaba casada con el torpe y cojo Vulcano, el dios del fuego. Su verdadero amor era Marte, el dios de la guerra. Su descendiente era la hermosa diosa Harmonía. En el cuadro de Botticelli Venus, hermosa, elegante y vestida - sólo Botticelli viste a la diosa -, contempla el sueño de su amado Marte mientras unos pequeños sátiros juegan con las armas del dios de la guerra. La conversión de los habituales cupidos en sátiros tal vez simbolice la lascivia de las relaciones adúlteras entre Venus y Marte. Esta pareja divina (Amor y Guerra) ha sido en todas las épocas fuente de inspiración de muchos artistas. En el cuadro de Tintoretto vemos al poderoso dios Marte en una situación bastante apurada… EL NACIMIENTO DE VENUS Según cuenta la leyenda Venus, diosa del amor, nació de los genitales del dios Urano, cortados por su hijo Cronos y luego arrojados al mar. El título de la obra no es, por lo tanto, exacto, ya que el cuadro no representa el momento del nacimiento de la diosa, sino que muestra la llegada de Venus, sobre una concha, a la playa, empujada por el soplo de los dioses alados, entre una lluvia de flores. Tiene la actitud de una Venus púdica: una mano sobre el pecho y otra sobre el sexo. El cabello es un ornamento eminentemente erótico; Botticelli lo pinta con largos arabescos que rozan la anatomía de la diosa con una delicada caricia. Con su brazo derecho trata delicada y casi inocentemente de taparse sus pechos. La piel de Venus es de color marfil. Esta tonalidad no recuerda a la piel, no sugiere carne tibia y flexible, sino la superficie y la firmeza de una estatua. Desde los tiempos de la Roma clásica no se había vuelto a representar a esta diosa pagana desnuda y de tales dimensiones: el desnudo femenino, considerado pecaminoso en el arte medieval cristiano, se recupera en el Renacimiento como símbolo de inmaterialidad. LEDA En la mitología griega Leda era otra de las amantes humanas de Zeus. Cuando caminaba junto al río Eurotas, fue violada por Zeus, transformado en cisne y fingiendo ser perseguido por un águila. Como consecuencia, puso dos huevos de los cuales nacieron cuatro hijos: Helena (la causante de la guerra de Troya), Clitemnestra (la esposa de Agamenón, caudillo griego en dicha guerra), Cástor y Pólux, aunque solo Helena y Pólux son considerados hijos de Zeus. NINFAS Y SÁTIROS En la mitología griega, una ninfa es cualquier miembro de un gran grupo de espíritus femeninos de la naturaleza. Las ninfas solían acompañar a varios dioses y diosas, y eran con frecuencia el objetivo de sátiros lujuriosos. El hogar de las ninfas está en las montañas y arboledas, en los manantiales y ríos, en los valles y las frías grutas. Con frecuencia son el séquito de divinidades superiores: de Artemisa la cazadora, de Apolo el profeta, del juerguista y dios de los árboles Dioniso, y también de dioses rústicos como Pan y Hermes, dios de los pastores. Los sátiros, representados con patas de carnero, cuernos de cabra, y muecas lujuriosas, eran seres relacionados con la naturaleza y los bosques. Eran el terror de las ninfas, a las que perseguían sin piedad. El dios Pan era su cabecilla, y por eso era realmente “pánico” el terror que provocaba en las ninfas BACO Y ARIADNA Atenas debía enviar como tributo anual al rey de Creta, Minos, siete doncellas y siete jóvenes, que serían devorados por el monstruo Minotauro. Teseo, el hijo de Egeo, rey de Atenas, se presentó voluntario ante su padre para que le permitiera ser parte de la ofrenda y acompañar a las víctimas para poder así matar al Minotauro. Al llegar a Creta, la princesa Ariadna, hija de Minos, se enamoró de él y propuso a Teseo ayudarle a derrotar a su hermano (el Minotauro) a cambio de que se la llevara con él de vuelta a Atenas y la convirtiera en su esposa. Teseo aceptó. La ayuda de Ariadna consistió en dar a Teseo un ovillo de hilo que éste ató por uno de los extremos a la puerta del laberinto. Así Teseo entró en el laberinto hasta encontrarse con el Minotauro, al que dio muerte. A continuación recogió el hilo y así pudo salir del laberinto. Ariadna huyó entonces con Teseo, pero Teseo abandonó a Ariadna, dejándola dormida en Naxos. Dioniso la descubrió, – momento que refleja el cuadro - y se casó con ella. Posteriormente fue trasnformada en la constelación Corona Borealis: ésta puede verse en el ángulo superior izquierdo del cuadro GANIMEDES Ganimedes, hermoso muchacho troyano, fue secuestrado por Zeus cerca de la mítica Troya. Zeus le vio, se enamoró de él casi instantáneamente, y enviando un águila o transformándose él mismo en una, lo llevó al monte Olimpo. En el Olimpo, Zeus hizo a Ganimedes su amante y le asignó la función de copero, el que suministraba el vino en los banquetes de dioses, un puesto de mucha distinción, suplantando a Hebe. Todos los dioses se llenaron de gozo al ver al joven, salvo Hera, la esposa de Zeus, que lo despreció. Más tarde Zeus ascendió a Ganimedes al cielo como la constelación Aquarius, que todavía hoy está relacionada con Aquila, la del águila. En la poesía, Ganimedes era un símbolo del joven idealmente bello, y también del amor pederástico, a veces en contraste con Helena de Troya en el papel de símbolo del amor hacia las mujeres. ÍCARO Ícaro era hijo del arquitecto Dédalo, constructor del laberinto de Creta, donde después fueron encerrados como castigo por el rey Minos. Para escapar de su prisión, Dédalo fabricó unas alas para él y su joven hijo Ícaro. Enlazó plumas entre sí empezando por las más pequeñas y añadiendo otras cada vez más largas, para formar así una superficie mayor. Aseguró las más grandes con hilo y las más pequeñas con cera, y le dio al conjunto la suave curvatura de las alas de un pájaro. Cuando al fin terminó el trabajo, Dédalo batió sus alas y se halló subiendo y suspendido en el aire. Equipó entonces a su hijo de la misma manera, y le enseñó cómo volar. Cuando ambos estuvieron preparados para volar, Dédalo advirtió a Ícaro que no volase demasiado alto porque el calor del sol derretiría la cera, ni demasiado bajo porque la espuma del mar mojaría las alas y no podría volar. Entonces padre e hijo echaron a volar. El muchacho, desoyendo los consejos de su padre, comenzó a ascender como si quisiese llegar al paraíso. El ardiente sol ablandó la cera que mantenía unidas las plumas y éstas se despegaron. Ícaro agitó sus brazos, pero no quedaban suficientes plumas para sostenerlo en el aire y cayó al mar. Ese lugar fue bautizado como “mar Icario”. SÍSIFO Fue avaro y mentiroso. Sísifo tuvo fama de ser el más astuto de los hombres. Cuando Tánatos (La Muerte) fue a buscarle, Sísifo le puso grilletes, por lo que nadie murió hasta que Ares vino a liberarla, y puso a Sísifo bajo su custodia. Pero Sísifo aún no había agotado todos sus recursos. Antes de morir le dijo a su esposa que, cuando él muriese, no ofreciera el sacrificio habitual a los muertos. Y después, ya en el Infierno, se quejó de que su esposa no estaba cumpliendo con sus deberes, y convenció a Hades para que le permitiese volver al mundo superior y así disuadirla. Pero luego rehusó volver, hasta que fue devuelto al Infierno a la fuerza por Hermes. Allí Sísifo fue obligado a empujar una piedra enorme cuesta arriba por una ladera empinada, pero antes de que alcanzase la cima de la colina la piedra siempre rodaba hacia abajo, y Sísifo tenía que empezar de nuevo desde el principio. De acuerdo con la teoría solar, Sísifo es el disco del sol que sale cada mañana y después se hunde bajo el horizonte. Esta leyenda es un símbolo de la vana lucha del hombre por alcanzar la sabiduría.