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ORACIÓN RECOGIDA DEL AÑO CANTO: TEXTO DE LA PALABRA: Sof. 3, 14 – 18a ¡Grita de felicidad, hija de Sión, regocíjate hija de Israel, alégrate de todo corazón, Jerusalén! El Señor es rey de Israel en medio de ti, no tendrás ya que temer ningún mal. Aquel día dirán a Jerusalén: “no tengas miedo, Sión; el Señor, tu Dios, está en medio de ti. Dará saltos de alegría por ti, su amor te renovará, por tu causa bailará y se alegrará, como los días de fiesta”. SALMO Yo digo de todo corazón: Tú eres mi Señor, el Dios de mi vida. Yo digo en mi corazón, Tú eres mi bien y fuera de Ti no hay nada. Tú eres el gozo y la alegría de mi corazón para siempre. Tú grandeza llena mi existencia con plenitud. Las cosas que busco, Señor, fuera de ti son polvo y basura. Mi vida es para ti, mi Bien y mi todo ¡Te pertenece! Tú eres el Dios que salva. Dichoso el hombre que cuenta contigo. Mi felicidad está pendiente de la palabra de tu boca. Te bendigo, Señor, porque me quieres y me aconsejas. De ti lo espero todo. Tú caminas a mi lado y guías el sendero de mi vida. Tú estás en medio de mi existencia, me hablas al corazón con ternura. Contigo me siento segur@ y la marcha se me hace ligera; contigo no vacilo al dar mis pasos y me siento acompañad@. Mi corazón se alegra y mis entrañas saltan de gozo. Enséñame, Señor, el camino de la vida y dame el don de vivir para los demás. Hazme gozar en lo interior de tu amor verdadero. Eres mi bien y soy feliz contigo. Alegra siempre mi corazón ¡Oh Dios! Que busca en Ti su mirada. GRACIAS SEÑOR Gracias Señor por estar, por cantar tan dentro de mí, por hacerme feliz, por sentirte cerca aún sabiendo que no siempre mis pasos te siguen, te hacen presentes al andar. Por darme la esperanza con la que mirar al mañana con algo más que un simple volar con las alas y humanidad notar que tú vivo siempre estarás en todo aquel que en su vida pone a tu única y sabia voluntad. Partiré a cantar tu verdad que siento en mí a donde digas Tú, Dios de mis mayores que sigues en mí, esa fantasía de vida, de ganas, de fuerzas, y de afán, de dar muerte a la muerte y vida allí donde no se sienta tu paz, hacer estallar la grandeza de tu amar, obrar como es justo que siendo tu hijo te haga siempre presente sin sentirme nunca alguien especial. Que sea así: cúmplase tu voluntad, haz de mí un ser eficaz que viva así en mis días a quien yo vivo amar, que viva así en mis días a quien me hizo respirar que viva así en mis días al que sólo he de adorar… EL AGRADECIMIENTO ES LA MEMORIA DEL CORAZÓN GRACIAS Señor por la paz, por la alegría, por esos ojos que con ternura y comprensión me miraron. Por esa mano oportuna que me levantó, por las palabras y la sonrisa que me alentaron, por esos oídos que me escucharon, por el cariño recibido de los míos y por la amistad. Gracias, Señor por el éxito que me estimuló, por la salud que me sostuvo, por sentirnos grupo que te sigue y por el don de nuestra vocación. Gracias, Señor... me cuesta decírtelo... por la enfermedad, por el fracaso, por la desilusión, por la incomprensión, por el desengaño, por la injusticia, por la soledad, por todo aquello que nos hace sufrir. y que nos acerca a Ti… si lo dejamos en tu Corazón. SILENCIO ORANTE. CONTINUAMOS nuestra acción de gracias EL PRÓXIMO AÑO MÁS Ahora miramos hacia delante. Es que Dios no se cansa de regalarnos. Nos quiere dar otra vez 365 días, 365 talentos, 365 oportunidades de crecer, de crear, de ser felices en el amor. CANTA PARA MI Canta para mí, contágiame la Libertad… es necesaria tras los muros de este infierno. Canta para mí, acércame a la Humanidad en cada historia, cada acorde y cada verso. Canta para mí y nunca dejes de buscar, y no te canses de vivir, y no te rindas sin luchar. Canta para mí, y nunca olvides que tu voz vence al silencio. Canta para mí, te escucharé en la soledad de quien se sabe derrotada por sus miedos. Canta para mí, y cuéntales a los demás que cada golpe te hace más fuerte por dentro. Canta para mí, dame razones para andar, proponte un nuevo porvenir, implícame en la gratuidad. Canta para mí, y nunca olvides que tu voz vence al silencio. Canta, canta … tan sólo canta. Canta para mí, porque preciso averiguar si “lo que soy” y “a donde voy” es lo que quiero. Canta para mí, y no me dejes olvidar que hace algún tiempo también yo soñé tus sueños. Canta para mí y nunca dejes de buscar, y no te canses de vivir, y no te rindas sin luchar. Canta para mí, y nunca olvides que tu voz vence al silencio. Canta para mí, dame razones para andar, proponte un nuevo porvenir, implícame en la gratuidad. Canta para mí, y nunca olvides que tu voz vence al silencio. Canta, canta … tan sólo canta. Canta lo que crees, canta lo que esperas, canta lo que amas… …y aunque a veces sea con un nudo en la garganta… canta, …y aunque te parezca que ya nadie escucha nada… canta, …y aunque a veces sientas que las fuerzas no te alcanzan… canta. El próximo año, un todavía: Todavía tendré ocasión de querer a quienes me cuestan, Todavía pondré ilusión en realizar el trabajo de cada día, Todavía experimentaré la gratuidad de Dios, Todavía aprenderé a ser humilde recordando la familia de Nazaret, Todavía podré reaccionar ante la injusticia, y hacer mío el dicho evangélico: “ la verdad os hará libres”, Todavía sembraré la paz en mi entorno sabiendo que esta paz nace en mi corazón, Todavía, Señor, seguirás actuando en mi vida para conseguir que si no puedo cambiar el mundo, será importante que el mundo no me cambie a mí, Todavía, Señor, estarás en la marginación y el sufrimiento en el que yo podré verte, Todavía creo, Señor, que tú me quieres a veces a pesar mío, Todavía, Señor, los 365 días del próximo año me darás la oportunidad de practicar la ley del amor, Gracias, Señor, porque tú, cada día en el próximo año, seguirás creyendo en el ser humano Todavía puedo despojarme un poco más de cosas que me sobran y compartir mejor. ¡Dichosos los pobres! Todavía puedo ser más sufrido y paciente con mis hermanos y conmigo mismo ¡Dichosos los sufridos! Todavía puedo estar más cerca de los que sufren. ¡Dichosos los que lloran! Todavía puedo ser mejor profeta de la justicia ¡Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia! Todavía puedo ser más entrañable y compasivo, más cercano y cordial ¡Dichosos los misericordiosos! Todavía puedo limpiar más mi corazón y llenarlo de luz y de espíritu. ¡Dichosos los limpios de corazón! Todavía puedo construir y sembrar más paz y reconciliación. ¡Dichosos los pacíficos! Todavía puedo dar más la cara por los pobres e inocentes aunque me la parta. ¡Dichosos los que padecen persecución por la justicia! Y todavía puedo terminar ese proyecto, hacer esa visita, acercarme a esa persona, escribir esa carta, superar ese defecto o dependencia, mejorar mi carácter, cultivar más mi fe, aceptar ese compromiso, dar más de mi tiempo, sonreír más, confiar más, esperar más, amar más… AÑADIMOS Y/O HACEMOS ECO. Todavía… ORACIÓN Señor, Jesús, al comenzar este Nuevo Año te pedimos luz y aliento para recorrer el camino. Ilumina el sendero para que nuestros pasos sean seguros. Fortalece mi espíritu en los momentos de oscuridad Ven siempre conmigo; llena mi vida de tu amor. Ayúdame a hacer fructificar todo lo que de bueno has puesto en mí. Que no malgaste mis cualidades y mi tiempo, ni cuanto soy ni cuanto tengo. Dame fuerzas para trabajar con empeño en la entrega de mi persona y de mi existencia. Ayúdame a mirar con amor, A fijar mi pensamiento en la bondad de tu Corazón y a ver las cosas como tú las ves. Amén.